Carta desde mi corazón
Talks
Harry estaba, definitivamente, nerviosísimo… Retorcía sus manos, una contra la otra, tenía la vista fijada en éstas o en las blancas sabanas que cubrían medio cuerpo del suyo y tenía las mejillas encendidas.
¿Qué haría cuando Malfoy (bueno vale, Draco) entrara y hablara con él? ¿Qué le diría? ¿Qué esperaba que dijera? ¿Realmente había leído (aún sin saber como) su carta o eran imaginaciones de Ron? ¿Qué pensaría Draco de ésta? ¿Qué era cursi y afeminada, una tontería romanticota típicamente gryffindoresca? ¿Pomfrey le dejaría huir de allí? ¿Dumbledore estaría comiéndose un caramelo de limón? …
…
Bueno, eso no importaba demasiado ahora… (NA: yo no he escrito esto… ¬¬)
Colocó la almohada de tal forma que pudiera reposar cómodamente la espalda en esta y que medio de su cuerpo quedara en posición vertical. Miró a ambos lados de la habitación, miró hacia la puerta y volvió a fijar su vista a sus manos. Con una de ellas se revolvió el pelo. Miro a su izquierda, hacia la mesita situada al lado de su cama y se puso las gafas. Se las quitó al cabo de unos cinco segundos.
Volvió a coger su almohada y la golpeó intentando acolcharla… Miró a la puerta por segunda vez…
Por Merlín!! Se estaba volviendo loco!!
O Malfoy entraba de una vez o terminaría cortándose las venas a mordiscos… o peor aún, le permitiría a éste que…
Pero algo interrumpió su monólogo interno de desesperación… la puerta chirriar.
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Mientras Harry se encontraba dentro de la enfermería, metido en una cómoda cama, a punto de cometer una atrocidad, Draco estaba aún afuera en una situación no mejor que la de éste.
Granger había empezado un discurso de “si le haces daño, si veo llorar una sola vez a Harry por tu culpa, te las verás conmigo, porque él…” bla bla bla blabla… Desconectó casi al instante. Sabía lo importante que era el chico para sus amigos, incluso para todo el Colegio, no cometería semejante error, no era digno de un Malfoy cometer errores. Deseaba entrar pero a la vez le aterraba lo que detrás de esa puerta le esperaba… Porque uno no se encuentra todos los días en semejante situación, con su enemigo nombrado desde que empezó su etapa estudiantil en Hogwarts enamorado de él y, ridículamente, correspondido…
¿Des de cuando había comenzado esta locura? La verdad es que ya no importaba… Solo deseaba que Harry no le pusiera las cosas difíciles, la paciencia no era una de sus virtudes y aún menos el hablar con delicadeza o con tacto.
Suspiró pesadamente al oír aún el murmullo (ya que para él era solamente eso) de la voz de la amiga de Potter, por suerte Blaise captó su impaciencia y se llevó, para su sorpresa fácilmente, a la chica de allí.
Y así estaban las cosas… Harry dentro muriéndose de nervios y deseando que entrara de una vez pero que al mismo tiempo no lo hiciera y Draco indeciso también… (NA: no tienen remedio estos chicos!! ^o^)
En un arrebato de valentía que Draco aún ahora no sabía de dónde le salió (su parte gryffindor?? Naaah…) colocó su mano en el pomo de la puerta, lo hizo girar y entró en la habitación…
Lo primero que pudo pensar que tuviera un poco de coherencia era un “que lindo se ve…”. Qué pensar si no?? Harry se veía muy nervioso y, en parte, eso hacía que él pudiera calmarse y mostrarse más puesto, estaba todo sonrojado cosa que lo hacía ver adorable (y al entrar él su sonrojo aumentó) y se veía tan apetecible… aunque no era momento para eso, lo primero era hablar. Bueno, acercarse a él y hablar…
Harry vio, con desesperación, como el rubio slytherin se iba acercando a él, con su máscara de hielo puesta aunque un poco menos fría que de costumbre… eso le tranquilizó un poco, pero no dejaba de ser Malfoy joder! El chico que se divertía metiéndose cada día con él, que lo mortificaba tanto despierto como dormido… Cómo se había enamorado de él?
La respuesta era sencilla, y él lo sabía… Pero costaba tanto aceptarlo…
.- Potter – secó, como él era. A Harry se le encogió el corazón.
.- Malfoy – quedó por toda respuesta.
Un incómodo silencio se posó entre ambos. Harry, pensando que era su deber como gryffindor empezar la conversación, bueno, o hacer al menos que fuera algo más… fluida, se decidió a empezar diciendo algo pero… ¿el qué?
.- Emmm… ¿Cómo han ido las clases de hoy? – “Genial, gran tema Harry” pensó amargamente. No sabía ni que hora era ahora… Draco notó su cara de consternación y una sonrisa sarcástica afloró con naturaleza.
.- No lo se, Potter. No he ido a clases.
.- ¿Y eso? – preguntó ahora extrañado. Tal vez el tema no era tan malo y le encantaría saber por qué Malfoy no había asistido a clases.
.- Por ti, claro – se le escapó. A Harry se le iluminaron los ojos. – Quiero decir… emm… el profesor Snape me comentó lo de la carta y todo el Comedor me miraba mal, así que pensé que sería lo correcto ir a buscarte para aclarar las cosas. – Harry frunció el seño, habría sido demasiado bueno…
.- ¿Y desde cuando, si se puede saber, Draco Malfoy hace lo correcto? – ahora fue Draco quien sintió una punzada, lo había dicho con mucho… desplante.
.- Un Malfoy siempre hace lo correcto, Potter – dijo fríamente.
.- Si claro – respondió éste con ironía. - ¿Cómo está tu padre Malfoy? – Draco lo miró con sorpresa. Eso había sido… muy slytherin, y no le gustaba nada. Harry se mordía el labio inferior, se había pasado… pero entre los nervios, su desfachatez y el saberse vulnerable lo hacían estar muy a la defensiva, ocasión en la que su parte de serpiente afloraba con facilidad. El rubio cerró los puños con fuerza.
.- Adiós Potter. Espero que te recuperes – no le miraba y no pensaba hacerlo. Mirando al suelo aún se giró para dirigirse al lago para sacar su frustración matando a pedrazos al dichoso calamar gigante.
Todo había sido una burla, un engaño, como en algún momento le había pasado por la cabeza. Pero se había pasado, o se habían?? Weasley era sospechoso también de todo eso… lo tendrían planeado?? Esperaba seriamente que Blaise no tuviera nada que ver en todo aquello o sino ya se podía dar por muerto…
Cerró la puerta de un portazo ignorando el “Espera Draco!!” que un Harry aún en cama gritaba. Lo había oído, pero no quería escucharlo… A cada paso que daba se sentía más pesado, y más duro, y más fuerte. Andaba con rabia. Todos estaban en clases, o casi todos, así que nadie lo molestaría por un buen rato. La verdad es que no le apetecía ir al lago ahora, pero si tal vez ir a la torre de astronomía y sentarse encima de la repisa de algunas de esas altas ventanas. Le hacían sentirse libre. Decidido empezó a andar hacia allí.
Cuando se encontraba ya muy cerca de la torre oyó las voces de dos chicas que discutían. Instintivamente se escondió, era algo que le salía demasiado natural…
.- Cuando me entere de lo que ha pasado y si… y si ese le ha hecho algo Harry juro que… que… grrr!! Como pudo eh??!! Como!!
.- Ginny, cálmate anda… no sirve de nada que…
.- Lo se, lo se!! Pero tendrías que haber visto a Harry cuando vio la carta colgada allí en el tablón! Y todos la estaban leyendo!! Como puede haber alguien con tan poca sensibilidad para hacer algo así?? Cómo puede ser tan cabrón Malfoy??!!
Las voces se hacían cada vez más tenues, debían haber cogido otro camino que no llegaba hasta él, pero tampoco no quiso escuchar más.
El cabrón era Potter, no él, todo eso había sido una especie de juego entre él y Weasley, lo habían engañado para reírse de él un buen rato y para dejarlo mal delante de toda la escuela. Deberían estar contentos, les había salido a la perfección. Todo el colegio le consideraba un demonio, más insensible de lo que ya pensaban que lo era…
Retomó su paso hacia la torre, pero solo duró un minuto. Se detuvo y pensó que ahora si que le apetecía ir al lago, así que allí se dirigió.
Le dolía… le dolía todo eso… él quería a Harry! En verdad que lo hacía!! Y él jugando a todo eso…
Aunque algunas cosas no cuadraban, como por ejemplo lo que comentaba la comadreja esa… si era un simple truco, porque Harry se quedaría sorprendido con la carta?? Una actuación? Y el cuando lo encontró… eso también había sido fingido? En esos momentos le había parecido que realmente estaba mal pero… también creía que la carta había sido algo sincero. Tampoco entendía su sueño, porque eso si que no podían haberlo manipulado esos dos, no?
Había cosas que no encajaban… tampoco el grito de Harry cuando se marchó de la enfermería.
Estaba ya a las puertas del colegio cuando volvió a oír voces. Es que hoy nadie iba a clases o qué??
Esta vez las reconocía a la perfección, eran su supuesto amigo Blaise y su noviecito el pecas.
.- Suerte que Hermione se ha ido a clases ya… por Merlín, es que no sabe estarse callada?
.- Ron, cariño, que es tu amiga…
.- Eso no le quita lo de ser cotorra – Draco, para su desgracia, tuvo que darle la razón al pelirrojo. – Oye… como crees que les esté yendo a… quienes tu sabes?
.- Bien supongo, solo espero que el orgullo de Draco no se meta de por medio – en eso el rubio vio como su amigo colocaba su brazo rodeando los hombros del más bajo y lo acercaba a él.
.- Yo espero que a Harry no le traicionen los nervios. Sabes, se vuelve muy estúpido cuando lo esta jeje!
.- Se quieren Ronnie, nada les puede salir mal al fin y al cabo.
.- Si vuelves a llamarme Ronnie te mato!! – lo miraba cabreado.
.- Por qué? Si te va de perlas… - se estaba burlando de él.
A continuación vio como, aún muy juntos, abrían las puertas y salían fuera.
No se movió de donde estaba por más de diez minutos. Su mente se había quedado en blanco…
Echó a correr cuando sus piernas dejaron de sentirse maracas e inútiles. Su orgullo esta vez no lo detendría. No si con ello conseguía lo que tanto quería…
En cinco minutos que se le hicieron horas a Draco estuvo delante de la enfermería. Quieto y nervioso. No sabía que hacer, ni que decir, ni como actuar… Vaya, era como un dejava o un dejavu, o como se dijera.
Entró al fin sin pensárselo más. Harry estaba con la cara entre sus rodillas, que a su vez estaban contra su pecho, encima de la cama, se le veía tan frágil… Draco siempre tenía la sensación, al verle, que con un solo toque suyo se rompería a pedazos, y eso lo entristecía. Pero a la vez lo alegraba, porque le hacía sentir especial, porque si el podía romperlo tal vez también fuera él quien pudiera reconstruirlo, y por lo que había pasado durante esas horas podía ser que su teoría fuera realmente cierta.
Con pasos lentos y silenciosos se acercó a la cama, se situó a su lado y lo abrazó, recibiendo como respuesta un asustado saltito del que adueñaba la cama.
.- Te quiero, estúpido…
Cogió el mentón del moreno, hizo que alzara su cabeza y lo besó con calma, pero también con miedo. Aún no se podía quitar de la cabeza que tal vez, solo tal vez, todo eso era una broma pesada…
Harry estaba en shock. Desde que el rubio había cruzado esa puerta cerrándola con un portazo había sentido como su corazón se le estrujaba cada vez más, doliendo y doliendo… Había sido un idiota por decir todo aquello, se sentía fatal y le creía perdido (si es que nunca le había tenido, aunque fuera dos segundos). Se sentía solo y la enfermería solo le traía malos recuerdos.
Cuanto tiempo había pasado desde su marcha a su regreso? Habían sido segundos, minutos, horas, lo que fuera, de tristeza, de aquella que experimentaba cada vez que, cuando ya sabía de su amor, se peleaban por los pasillos o la serpiente lo insultaba a ton y a son, sin un motivo aparente.
Draco separó sus labios de los del gryffindor. No sabía que pensar, éste no le había respondido al beso, pero tampoco parecía muy capacitado para hablar en esos momentos. Estaba ausente.
Por fin Harry le miró y verde y gris se encontraron, pero enseguida apartó la mirada y se cubrió el rostro con las manos, Draco lo volvió a abrazar, preocupado.
.- Lo siento… lo siento mucho… Yo… yo… - no sabía como expresar lo que sentía. El slytherin empezó a mecerlo, tal y como recordaba que le gustaba que le hicieran a él de pequeño. No sabía de donde salía eso de ser tan cariñoso, o tan paciente, pero es que Harry siempre lograba que, poco a poco, fuera descubriendo cosas de él que ni sabía que tenía. Como la capacidad de amar. – Soy tan… feliz.
Draco no pudo evitar echarse a reír a carcajadas. Entendía lo que quería decir pero que… que lo dijera de esa forma era… tan mono!!
¿Desde cuando se había vuelto así?
Harry le miraba sonriente, aún con los ojos un poco enrojecidos, pero feliz. Draco tenía una risa muy bella… A partir de ahora cada día descubriría cosas nuevas de él. Arrugó la ceja consternado. Hablaba como una chiquilla de quince años enamorada y pava, él no era así, aunque tal vez el slytherin tuviera esa mala influencia en él, el volverlo delicado y vulnerable. Pero ya no le importaba porque a cada día que pasara irá conociéndolo más a fondo. Se sonrojó al pensar en los más de un significado que podía tener esa frase.
Draco al verle paró de reír y le sonrió, la cual fue correspondida enseguida. Harry, demostrando lo buen león que era y para quitarse esa sensación de niñita que llevaba arrastrando desde hacía tal vez ya meses cogió el cuello de la camisa del slytherin y lo atrajo hasta él para luego besarlo con fuerzas. Draco lo estrujó entre sus brazos y profundizó el beso, permitiendo que, por primera vez, ambos saborearan el gusto del otro…
Ron y Blaise se enterarían esa misma noche, en la habitación de este último, de cómo había terminado todo.
Hermione se enteraría dos días más tarde por boca de su propio amigo. Ella seguía viviendo en su mundo.
Los profesores y alumnos se abstendrían de comentarios.
Ginny tendría que esperar hasta la mañana siguiente, a la hora del desayuno, para poder abrazar a Harry para luego pegarle un buen golpe en el hombro por haberla preocupado, y esa misma noche podría apuntar en su diario que:
“Harry Potter y Draco Malfoy son novios”
<<< FIN >>>
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Byby of Riku Lupin