Carta desde mi corazón
The free spirit, soul
La Tierra, un planeta extrañamente cautivante, lleno de cosas hermosas por descubrir bajo esa capa de humo y suciedad que muestra al acercarte… la Tierra, mi mundo, antes compuesto por la variante de solo dos colores… ahora un mundo de diversidad, superficial y gris. Contradictorio, mágico, misterioso…
Mi tierra, mi planeta, mi mundo… aquí es donde una de las más raras especies del universo gobiernan por encima de las otras… una especie inteligente y a la vez ignorante de tantas cosas… los humanos, seres extraños y fascinantes, llenos de valentía y temor, odio y amor… conocedores de su gente, su sociedad y sus dominios… ignorantes de su belleza, su poder, su magia… Separaron de muchas maneras su mundo, mi mundo. La más conocida… los continentes.
No pueden vivir en los mares y en los océanos, pero le dan nombres y admiran sus aguas… no pueden volar por el cielo ni tocar las suaves nubes, pero sueñan con hacerlo e inventan las más extrañas maquinas para contemplarlo todo de cerca… su tierra de lejos…
Cinco, seis, siete,… no lo se muy bien, pero tampoco importa, son los continentes que ellos cuentan, y en uno de ellos es donde mi historia comienza… yo no soy parte de ella pero a la vez soy toda de ella, soy quien ve sin ser visto, oye bajo el silencio más absoluto, soy quien vigila los pasos más célebres, los pasos más pequeños… soy quien gobierna mi mundo, vuestro mundo, su mundo… soy todo y a la vez nada…
Europa, un lugar prospero y a la vez en decadencia, con sus defectos y con lugares inimaginables, hermosos… Europa, mundo en desarrollo… acechado, presionado, liberado y desesperado… Europa, continente dueño de la isla más importante que hayan podido conocer… lugar donde transcurrirán los más raros milagros, los más raros maleficios… Mis acciones, tus acciones, sus acciones, decidirán el transcurso y el final…
La nada…
Nadando por el cielo, sumergiéndome en sus cristalinas aguas, me voy acercando más y más a la isla que posee a los “protagonistas” de todo el hecho. Gran Bretaña, no una gran isla pero si importante, verde y gris, poco azulada… Inglaterra, gobernada por sus políticos corruptos, supervisado por su vieja (ciega) y cansada reina, esconde uno de los lugares más mágicos y más misteriosos de la Tierra.
Londres es la capital de este país, ciudad admirada por muchos, por su estructura, su forma y su poder… desde donde estoy yo solo puedo ver humo, polución, suciedad y decadencia… no me interesa esa ciudad ni sus huéspedes, es más allá de ella, cerca y a la vez lejos, donde empieza lo hermoso de este país…
Campos y más campos, árboles, ríos, flores y fuentes por doquier. Pueblos, villas, pequeñas ciudades con sus tradiciones y costumbres, con sus platos, danzas, fiestas y familias conocidas. Pueblos, villas, pequeñas ciudades… gente que ignora lo cerca que están de encontrar y vivir en el paraíso, el lugar donde nadie nunca llegará…
Un poco más allá… un tanto más… lejos, ahora cerca, y otra vez lejos, escondido entre cenizas, destrucción y ruinas, se encuentra mi lugar, tu lugar, nuestro hogar… lleno de magia, esperanza y odio acumulado y entremezclado entre sí, tan volcado en ello, sin tomar a nadie más, que se hunde y aflora como las fluctuaciones de todo buen mar, de todo buen lugar…
Un poder distinto al de la dominación, diferente a la fuerza y al del amor… Magia, simplemente la más pura magia de los antiguos, aquellos capaces de hacer brotar las más extrañas y preciosas flores y aquellos capaces de destruir ciudades con tan solo un suspiro… es solo una fantasía para aquellos que no la poseen o que no creen en ella, un don y a la vez una maldición… todo depende de las circunstancias…
Un castillo que se posa en una pequeña elevación aparece frente a mí, desechos y escombros es solo para los que nunca han estado allí… Para mí es uno de los lugares más hermosos de toda esta tierra. Esconde hermosos misterios, terroríficos secretos, criaturas extrañas, mágicas y entrañables… Bosques, lagos, torres, pastos... Risas, llantos, susurros, cantos… Todo y nada, bueno y malo, he aquí lo magnífico del lugar.
Dirigido por un hombre, un solo hombre, que impone respeto, confianza, alegría y seguridad, que delante de sus enemigos ellos tiemblan… un hombre sabio, justo y a la vez desconfiado, precavido… Uno de los pocos hombres que aún creen completamente en el poder de los seres vivos, en el poder de decidir sus actos, sus caminos y sus destinos… un hombre considerado como muerto, inexistente, desaparecido del mundo… uno que aún vive en los corazones de todos aquellos que le conocieron, un hombre que sigue protegiendo a sus alumnos, que sigue guiándolos hacia un buen lugar… ¡Ay! ¡Tristes son los que no creen!
Paso sobrevolando las tinieblas de un oscuro bosque que lo protege contra todo mal para llegar a una gran expansión de prado, un lago a la derecha, el castillo a la izquierda. Me acerco, sigilosa como siempre he sido, inapreciable para todos aquellos que no creen, invisible pero presente para quienes confían en mi. Para quienes creen con mi fuerza, mi destino y mi plan. Entro, confiada. No hay nadie, pero a la vez siento la presencia de tantas vidas que han vivido en ese lugar… que han corrido, reído, llorado y ofendido en este lugar, aquí mismo, con altas y claras ventanas a izquierda y derecha que permiten filtrarse la melancólica luz de la noche a través de sus coloridos cristales. Con una fuerte puerta a mis espaldas, robusta y grande como pocas, quien a dejado pasar generaciones y generaciones de magos y ángeles, fantasmas y demonios… Con una ancha escalera frente a mí, quien permite que los jóvenes empiecen a elegir su camino justo en ese momento, el lugar que separó fuertemente dos caminos los cuales se volverán a unir pronto gracias a un espíritu libre, un ser fiel y bello quien comprende su misión, uno que cree en mí como pocos aún lo hacen.
Destino, destino es lo único que nos queda. Es lo único que no debemos olvidar ni eludir… destino, que a veces parece cruel como el mismismo Lucifer y otras, tan hermoso y magnifico que damos gracias a él, a ella, al mundo…
Sigo mi camino, sigilosa como el viento, atravesando pasillos y pasillos, girando por esquinas, pasando por caminos imposibles, contemplando cuadros, armaduras y seres que adornan todo el lugar…
Subiendo por escaleras, mirando el mundo a través de las ventanas, soñando con los días venideros, con los beneficiosos años de letargo y descanso…
Y llego, llego por fin a mi destino, a mi misión. Llego al final de mi camino donde moriré al completar mi misión, transmitir el mensaje y que el resto lo decida el azar o el propio destino si se llega el caso…
Y muero… me voy hasta que lleguen días mejores… con un último suspiro desaparezco al ver una hermosa criatura de alas blancas elevarse hacia los cielos para llevar a cabo aquello por lo que nació, aquello por lo que la propia suerte lo eligió, el escogido entre muchos. Porque la criatura más impensable sera aquella responsable de hacer que dos caminos separados por el odio, el miedo y el rencor se unan para siempre, aquella criatura que salvará al mundo de una posible destrucción al allanar el camino al amor…
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FIN DEL CAPÍTULO ~
Byby of Riku Lupin