CAPITULO 10
Akabane observo el cuadro el famoso cuadro llamado el paraíso de los gatos bis. Se había enterado que lo había pintado como en ocasiones anteriores la madre de Clayman durante un momento de médium. Así que el cuadro era realmente hermoso, lleno de color y lleno de magia como todos los cuadros que había llevado a acabo Remedios Varo.
Akabane- Es un cuadro interesante. Y después de observarlo detenidamente empezó a empapelarlo con toda la calma y perfeccionismo que le eran propios de su persona.
Después de empacarlo en algo que mas que acomodarlo parecía se tratara de un rito hacia su trabajo. Lo guardo con sumo cuidado dentro de un portafolio.
Listo por fin ahora todo dependería de El. Del único y poderoso y temible Dr. Jackal
Akabane después se vistió con su acostumbrado guardarropa el cual sabia le daba un toque temible y misterioso a su personalidad. Como siempre el verse frente al espejo con aquella impecable vestimenta se sentía soberbio.
El hombre se puso los guantes disfruto sacando unas dos veces sus bisturís.
Akabane- Estoy listo.
El transportista tomo el portafolio. Observo hacia a recamara oscura como una cueva Nekabane estaba mas dormida que nada. Era un vampiro y los vampiros son nocturnos. Por lo que decir adiós o cualquier otra cosa era inútil. Nekabane en el día se moría. Y Si por alguna razón se le intentaba sacar de su sueño se volvía más peligrosa que el mismo Dr.Jackal.
Así que el transportista tomo su portafolio y abandono la habitación. Y emprendió su camino con la tranquilidad que te da el saber que eres casi invencible.
Ese día Akabane se sentía tan tranquilo, era un buen día para llevar acabo su misión de transportista.
Koroudo reviso una vez mas su reloj inmediatamente calculo cuanto tiempo le quedaba y decidió optar por tomar el transporte subterráneo conocido como metro.
Akabane- Se de buena fuente que el rumbo es peligroso, entiéndase divertido. Y encamino sus pasos hacia la fuente de su entusiasmo.
Y tomo la dirección del subterráneo. El transportista mantenía una actitud a la defensiva esperaba en cualquier momento el ataque, su corazón casi se regocijaba y en cada persona que se cruzaba por su camino esperaba hallar al contrincante el oponente con el cual practicaría el día de hoy su “ j” su marca personal. Pero nada se empezaba a impacientar.
De pronto se acercaron dos hombres. Eran obesos le tenían puesta la mirada encima, su sangre empezó a circular con mayor velocidad. Por fin, Por fin
Akabane acariciaba los bisturís en su manos y casi los saca, cuando los extraños pasaron sin siquiera darle importancia. El transportista se sintió frustrado y mucho necesitaba emoción en su vida para poder darle sentido. Pero nada que pasaba aquí en este lugar - Que no era un hombre interesante y atractivo para ser atacado? No se veía lo suficientemente vulnerable en que estaba fallando?. En vista de que todo parecía inútil decidió abordar el metro se veía lleno, Pero que importancia tenia.,
El Dr. Jackal entro después de todo su figura esbelta podía acomodarse en cualquier huequito mientras entraba en ese minúsculo espacio, mirando hacia todos lados, lo único en que no se fijo es que el metro a una hora pico esta llenísimo en mal plan y al cerrarse las puertas por estar mas intensado en encontrar un rival digno de vencer nunca se dio cuenta de que el portafolio se quedo fuera.
Cuando el metro empezó a avanzar El Dr. Jackal se dio cuenta y trato de, meterlo pero demasiado tarde choco contra una lámpara de seguridad y perdió el portafolio solo mantenía en la mano la manija . Se pego como lapa al cristal pero fue imposible un transportista de su reputación había perdido la mercancía.
En la siguiente parada Akabane se lanzo corriendo lo mas rápido que le era posible el sabia que tenia una súper velocidad pero cuando vas entre cientos o miles de personas la velocidad valía para puras vergüenzas, Cuando logro salir con el abrigo todo desabotonado, la corbata como bufanda si sombrero. Alcanzo arrancárselo a un chico que ya lo traía puesto y se sentía genial.
Akabane- Para donde? Tengo que recuperar ese portafolio.
Después de media hora, no por que no fuera rápido es que no conocer la zona dificulto su actividad.
Akabane sin su acostumbrada ecuanimidad- Demonios y ahora que hago.?
Cunado llego del portafolio ni sus luces a lo más que llego a encontrar fue un tornillo que el servicio de limpia había pasado desapercibido.
El celular sonó sacando se su sueño al poseedor del jagan.
Ban- Hola aun con una voz cargada de sueño- Si que paso pervertido que quieres?
Ban- COMOOOOOOOO!!!!! NOOOOOOOO ME DIGAS ….ERES UN TARADO.
Ginji que había permanecido acomodado en su novio que con los gritos y el salto de este salio volando evitando que cayera al suelo las cortinas que cubrían la cama quedado enredado como si fuera el hombre araña en su telaraña.
Ginji – Que pasó Ban? – Por que tanto escándalo amiguito.?
El castaño estaba furioso se levanto y se dirigió a golpearse la cabeza contra la pared,.
El rubio se angustio y como pudo se soltó de la trampa de cortinas y corrió a ver a su compañero.
Ginji- Que pasó amiguito? – Dime por favor?
Ban súper molesto – El tarado de Akabane perdió el cuadro!!! Ahora lo tenemos que recuperar de nuevo. Aghhhhhhhhh de seguro estaba buscando diversión y se descuido ( que comía que adivinaba O.O)
Después de vestirse y sin desayunar algo que a Ginji realmente le peso, acompañados se su anfitriones que iban mas por responsabilidad que por convicción se lanzaron a la calle a buscar la estación donde el Dr. Jackal les había hecho el favor de volver a recuperarlo.
Dann- Ah Individua ahora si tenía sueño. No me dejaron dormir y para colmo el sofá de a sala estaba súper duro y me moría de calor.
Paty- Lo siento Individuo, pero ni modo de no venir. Ellos no tienen idea de nada.
Cuando llegaron a la estación. Se encontraron con Akabane. Claro Ginji atrás de Ban al igual q Dann y Paty los tres le temían a aquel tipo que parecía una mezcla de vampiro mafioso.
El transportista ya había arreglado su vestuario y lucia como de costumbre y mostró esa frialdad en su mirada y en su sonrisa.
El rubio y los dos anfitriones permanecían a media cuadra de donde el poseedor del jagan y el poseedor del huracán sangriento siendo testigo de sus gritos alegatos claro por parte de Ban . Akabane se mantenía como indiferente y le contó de cómo fue atacado por 500 personas a la vez y de una u otra forma en la batalla alguien tomo el portafolio.
Ban mientras le reclamaba lo rodeaba con esa mirada retadora que ambos tenían.
Ginji – Yo me muero de hambre. T.T
Paty- Yo igual y si nos metemos a esa cafetería y mientras tomamos algo aunque sea un jugo , yo si me muero de hambre.
Dann- Si yo también. Volteando a ver a Ban – Al rato que se calme regresamos por El OK.?