La estación de las lluvias pronto dio paso al calor del verano. Y éste trajo consigo el aumento de la panza de Elle, tanto por el crecimiento de su bebé como por el casi permanente antojo de comer sándwiches, a cada cual más raro. Sólo por poner el ejemplo más reciente, había pedido a Light un sándwich de chocolate con plátano. El menor cada día maldecía al ludópata que inventó los emparedados desde el fondo de su corazón*... Por culpa de ese bastardo tenía unas ojeras que le hacían la competencia a las de su adorado tormento. Además del insomnio casi permanente, estaba el ítem Alva. Esa chica le sacaba de quicio de formas cada vez más diabólicas(o eso le parecía a él xD). El asunto es que, entre tantas cosas que tenía en la cabeza, se le vino encima el día del control mensual con Elle. Lo recordó una tarde de lunes, en la que su "cuñadita" andaba por la casa con un bikini que dejaba poco y nada a la imaginación (según ella, era para mantenerse fresca).
-Light-sama, ¿qué llevará puesto mañana?-preguntó ella, mientras le servía un vaso de té helado.
-¿Y a ti qué te importa, pervertida? Pensé que tenías novio...
-Preguntaba porque mañana es el control de Elle-niichan y quería asegurarme de que fueras presentable ^_^#-respondió con una sonrisa demasiado fingida y una venita que se asomaba en su sien.
-¡No puede ser mañana! ¡Mañana tengo una reunión importante!
-¿Ah, sí? Pues qué lástima que no hayas descubierto una cosita llamada agenda, GENIO ¬`w´¬-dijo, y se fue a su mágico mundo de colores xD.-Ah, sí, casi se me olvida...Toda tu ropa está en la lavadora, así que tendrás que ponerte esa polera que se tiñó de rosa y los shorts con estampado tropical.
- >:o Grrrrrrr... ¡¿Te he dicho que estás loca?!-gritó el castaño a la pelirrosa, que se había encerrado en su habitación.
-Sí, unas doce veces en lo que va del día y 428 desde que llegué a esta casa :3
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En realidad sí había ropa limpia. Y bastante. Con esa preocupación menos (lástima, su plan de lanzar a Alva por un puente tendría que esperar un poco más), Light pudo cancelar su reunión sin muchos problemas...Ventajas de ser el hijo del jefe del departamento de policía (ndR: maldito nepotista...) Así las cosas, Light y Elle fueron a la consulta del médico. Éste los recibió con el rostro huraño de siempre.
-Al ultrasonido-les ladró apenas pisaron la consulta.
Los jóvenes obedecieron y Elle se recostó sobre una cama, donde levantó hasta el pecho su eterna camiseta blanca, preparado para sentir sobre su piel la conocida sensación de la maquinita que le permitiría ver el progreso de su pequeño hijo. Light se sentó a su lado, sujetándole la mano. El médico sacó sus aparatos y procedió con su labor. Después de un rato observando la pantalla en la que se veían sólo cosas blancas y negras (en la opinión de Light), el doc se levantó e hizo una señal para que el castaño y el moreno hicieran lo mismo. Ambos siguieron al galeno hasta su escritorio. Se sentaron y lo miraron, expectantes.
-Hay noticias. Las buenas son que el feto se está desarrollando adecuadamente y, si todo sale bien, será un parto relativamente normal. Y hay un alto porcentaje de que sea una niña.
-¡¿CÓOOOMO?!-gritó el castaño, haciendo que tanto el "amigo doc" como Elle casi se pegaran en el techo-¿Está seguro? ¿Seguroseguroseguro?
-A ver, jovencito, ¿qué dice ese diploma que está colgado en la pared?-Light miró el diploma y leyó "Gregorio Casas, médico cirujano"-¿Es suyo el nombre escrito en él? Si no es así, entonces no cuestione mis observaciones. Será niña. Fin del asunto.
Mordiéndose la lengua para no soltarle un rosario de insultos al médico, tomó la mano de su koi y miró al Dr. Casas con un cara de "aquí no ha pasado nada y pobre del que diga lo contrario".
-¿Cuáles son las malas noticias?-inquirió Elle, tratando de romper la tensión en el ambiente.
-Las malas son que estás con sobrepeso, muchacho. Eso de "si vas a tener un hijo tienes que comer por los dos" es una vil mentira. De modo que no más comidas a deshoras si no pretendes ser el próximo campeón de sumo de la ciudad. Ahora, si me disculpan, tengo que tomar un avión a Micronesia. Estoy ansioso por irme de vacaciones.
Dejando a los jóvenes con caras de WTF, el Dr. Casas se fue.
Momentos después, Light y Elle iban por la autopista, rumbo a casa.
-Una niña. Qué bien ^^-dijo el moreno.
-Sí, qué bien...Sólo pido que no sea como tu hermana, o si no terminaré por tirarme a un pozo ¬¬
-Lo importante es que nazca sanita. ¿Y cómo le vamos a poner? ¿Qué tal...Ichigo?
-Tienes que estar bromeando, Elle ¬¬U
-¿No te gusta?-Elle hizo un puchero.
-No mucho, la verdad...Sería más fácil que le pusieras Rosita Fresita o algo por el estilo...
-¡No te metas con las frutillas! ¡Las frutillas son dios! >:(
-El único dios aquí soy...-Light dejó la frase a medias, pues justo en ese instante sonó el celular de Elle (el ringtone era "Tralalalara...Vamos a juntar frutillas...Tralalara~" xD), quien contestó tomándolo a su manera peculiar.
-Al, ¿Qué ocurre?... ¿No me digas? Vaya...No, no hay problema, yo le diré a Light. ¿Necesitas alguna cosa?..De acuerdo, nos vemos allá. Adiós.- cuando el moreno colgó, miró al menor.
-¿Ahora qué pasó? ¿Tu hermana quemó la casa y ella estaba afuera?-dijo con ironía éste.
-No, no...Alva me llamó diciendo que invitó a cenar a su novio. Al parecer él quiere conocernos.
-Por favor dime que estás bromeando...
-¿Parezco de la clase de personas que bromea, Light?
Light suspiró resignado. "Nota mental: matar a Alva y a su novio de la manera más dolorosa y humillante posible".
Ambos genios llegaron a casa poco antes de que anocheciera. La cuñada del año estaba vestida con un traje escotado de seda roja y llevaba un delantal que decía "Cómete mi comida, no a mí <3".
-Hola, ¿qué tal les fue? ¿Alguna novedad? Me cuentan después, tengo el pavo en el horno y lo voy a sacar en un momentín. ¿Podrían ponerse elegantes, por favor? Quiero causar la mejor impresión a mi amorcito-dijo todo esto sin tomar aire, cosa que dejó a los jóvenes esposos de una pieza. Light sólo se puso una corbata de seda y se arregló un poco el cabello. No quería que el novio loco de su loca cuñada lo viera como una especie de maniático de la limpieza. Elle, por su parte, se puso zapatos. Alva le sonrió con ternura. Sabía que para su hermano, eso era "ponerse elegante".
Media hora después, la mesa estaba lista y la sala, digna de una portada de revista. Alva prendió unas velas y miró su obra maestra con orgullo.
-Creo que con esto bastará. ¿Qué opinan mis dos bombones de caramelo?
-Se ve...bien-musitó el detective.
Light sólo frunció el ceño y se tiró en el sofá. Todo a su alrededor le parecía una soberana estupidez. Alva lo miró enojada y volvió a sus labores en la cocina. El castaño encendió el televisor y se puso a ver las noticias.
-"...lo que causó que miles quedaran sin hogar y sin alimentos."-narró el conductor. "Jáh, adoro los finales felices", pensó Light (ndR: maldito sádico, ya vas a ver la que te espera...Buahahaha >:D). Mientras se regodeaba con al desgracia de otros, sintió el timbre de la puerta. "Seguro es el susodicho novio...Nah, que abra Albahaca...Jéh, Albahaca... ¡Soy seco!"
-¿Alguien puede abrir la puerta, porfis? Estoy en medio de un combate sin cuartel con el pavo...-gritó la pelirrosa. Elle se levantó de su silla y se dirigió a la puerta, seguido por Light. Éste abrió la puerta. El alma se les cayó a los pies a ambos genios (y la boca también) al ver a un sonriente Teru Mikami en el umbral.
-Hola, corazón, espero no haber llegado muy tar..o_o-el fiscal miró a quienes lo recibieron y se lanzó al suelo y procedió a besuquear los zapatos de Light-KAMIIIIII!!!! ¡NO PUEDO CREERLO, USTED AQUÍ, ES INCREIBLE, ES COMO UN SUEÑO HECHO REALIDAD! ¡¡KAMI, KAMII~!!
-También me agrada verte, Mikami n_ñU. Levántate y pasa. Estás en tu casa.
-¡¡NO, NO PUEDO, NO SOY DIGNO, NO MEREZCO PISAR EL MISMO SUELO QUE USTED, NO LO MEREZCO!!-gritaba mientras hacía una pose dramática.
-Etto...Mikami-san, ¿lo que traes no es por casualidad helado de frutillas?-preguntó el detective, como para hacer notar que la casa también era suya.
-Sí, pensé que sería descortés venir sin traer algo...Y como a Alvita le gustan las cosas dulces...
-A mí también me gustan :3. Light tiene razón, pasa...si quieres.
Mikami le hizo caso a Elle. Al entrar a la casa, miraba todo a su alrededor como si estuviera viendo la tumba de Tutankamón.
-Qué belleza, qué estilo, cuánta magnificencia...Es digno de la casa de Kami...-balbuceaba Mikami.
-Mikami-san, ese es el wáter ^^U-apuntó Elle.
-Mikami, por favor ve a la sala y siéntate. Alva debe de estar esperándote-ordenó el castaño, visiblemente hasta la coronilla.
El fanboy obedeció y, al entrar a la sala, efectivamente, estaba su novia allí.
-¡Pastelito de amor!-gritó ella, lanzándose al cuello de Mikami. Éste le correspondió el abrazo.
-¡Conejita de caramelo! ¿Me extrañaste?
-Por supuesto que sí, cada segundo sin ti para mí es como un siglo, cuando estoy sin mi Teruncito de azúcar es como si me cortaran la respiración...
-¿De veras?
-¡De veras!
Los dos seguían ahí, abrazados y haciendo que, gracias a la magia del fanfic, el ambiente alrededor se tornara de colores pastel y miles de corazoncitos salieran desde la feliz pareja. Light y Elle sólo miraban, con la sensación de estar viendo una de esos doramas coreanos que a veces daban por la tele.
-Ejem-carraspeó Elle, como para hacerles notar que aún estaban ahí, haciendo que el ambiente shojesco se rompiera-Al, ¿no qué Mikami-san venía a cenar?
-Sí, claro, no te preocupes. Vamos a comer de inmediato. Light-sama, Teruki, ¿vamos? ^^.
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Una vez sentados en la mesa, Alva le contaba a Mikami que pronto sería tía, pues su hermanito estaba esperando un bebé. El fiscal casi se atragantó con el pavo, haciendo que Light tuviera que aplicarle la siempre bien ponderada maniobra Heimlich.
-G-g-gracias...x_o-tosió el fanboy- Estoy...tan feliz...Kami me ha salvado la vida, ¡este es el mejor día de mi vida! ¡Ahora puedo morirme tranquilo!-gritaba mientras abrazaba al castaño.
-Mi-Mikami...Suéltame...Por...favor...Me falta...el...aireee x_O
-Sí, sí, lo siento, lo siento, no soy digno siquiera de mirarle la suela de los zapatos, ¡perdóo~n! TToTT
Light abrazó al abogado loco y procedió a consolarlo, para que dejara de gimotear y chillar. Ante semejante panorama, Alva sólo se limitaba a sonreír (sonrisa Fuji (PoT)=ira reprimida). Elle se levantó de la mesa.
-Con permiso-dijo-No me siento muy bien...Si escuchan algo parecido a sollozos no se preocupen, son mis ejercicios de respiración para el parto...
Light, Mikami y Alva lo miraron mientras se iba. Tras escuchar cerrarse la puerta del baño, comenzaron los "ejercicios de respiración". La pelirrosa hizo amago de levantarse, pero su cuñado la detuvo.
-Déjame a mí. Es mi deber como esposo. Quédate aquí con Mikami.
Alva miró con asombro al menor. Jamás había visto esa mirada en él, una mirada llena de preocupación y temor. La chica asintió y sonrió.
-Muy bien. Teruki y yo veremos qué podemos hacer por mientras ^^.
Light se dirigió al cuarto de baño. Entró sin pedir permiso, y encontró al detective sentado en el inodoro, con los ojos anegados en lágrimas.
-L-Light...Yo...-dijo el moreno. Se restregó los ojos, avergonzado. Odiaba que lo vieran en esos momentos de debilidad, y más aún su koi.
-¿Por qué lloras? Dime, no me reiré ni nada por el estilo.
Elle miró al joven genio y se lanzó a sus brazos.
-Light, yo...Yo... ¡No quiero que te vayas!-gimoteó-¡No quiero que me dejes solo de nuevo, no quiero volver a sentir esa oscuridad! ¡¡No quiero!!
El castaño estrechó contra sí a su detective.
-¿De qué estás hablando? No me iré a ninguna parte, menos ahora que seremos padres.
-Es que...yo...cuando te vi con Mikami-san...Pensé que...volverías a ser Kira y nos dejarías a mí y a la niña solos...y tuve miedo, porque, porque... ¡NO QUIERO PERDERTE NUNCA MÁS!
Elle seguía llorando a lágrima viva. Light acarició su cabello y depositó un beso en la frente del moreno.
-Elle, no seas ridículo. Lo que sucedió allá adentro fue...algo extraño. Mikami fue parte de una etapa de mi vida que estoy tratando de olvidar...Ahora tú eres lo más importante para mí. Tú y esta criatura que es fruto del amor que nos tenemos-dijo, tocando el vientre del moreno.
-Light...Prométeme que nunca, nunca nos dejarás solos, por favor...No quiero perder lo que tantos años me ha costado encontrar...
El menor estrechó al moreno contra su pecho, haciéndole apoyar el oído contra éste.
-¿Lo escuchas?-le dijo-Este corazón late por Elle Lawliet, no por Teru Mikami o cualquier otra persona. Tú eres lo que me mantiene vivo cada día, lo que me hace despertar cada día y agradecer a Dios el tener otro día para estar juntos, para poder reír, comer, llorar, apoyarnos, estar juntos. Y te aseguro que lo estaremos hasta que seamos muy pero muy viejitos y una enfermera tenga que cuidar de nosotros, y moriremos juntos, viendo una puesta de sol, tomados de las manos y recordando nuestra vida juntos... Y esta niña que llevas en tu vientre será una nueva luz en nuestras vidas.
-Luz...Se me acaba de ocurrir algo... ¿Por qué no la llamamos Hikaru?
-Es un nombre hermoso. ¿Te sientes mejor?
Elle asintió y se restregó los ojos. Light tomó el mentón de su koi entre sus manos, haciendo que le mirara a la cara.
-Así me gusta. Ahora, sonríe y vamos a comer, que Alva se esmeró mucho hoy.
El detective tomó la mano de Light y juntos se dirigieron al comedor.
-Seguro que los encontramos apretando o algo por el estilo-comentó el menor mientras caminaban por el pasillo-Prepárate.
Elle sonrió y, para sorpresa de ambos genios, no vieron escenas de contenido XXX, sino más bien algo no apto para diabéticos:
-¿Te gustó lo que preparé especialmente para ti, osito?
-Cualquier cosa que venga de estas bellas y delicadas manos para mí es como un pedazo de cielo, mi manzanita-respondía el abogado, sujetando las manos de Alva entre las suyas.
Nuevamente Elle y Light se miraron, dudando si reírse o ir a vomitar. El castaño tomó la iniciativa e, imitando el gesto que hacía Mikami, le dijo a Elle:
-¿Me amas, mi calabacín?
-Sí, mi conejito de felpa, te amo con todo mi corazón y cada vez que te veo sonreír siento que nazco de nuevo-le siguió el juego el detective.
Mikami y Alva los miraron, boquiabiertos.
-Pero qué cursis ¬¬...-dijo la pelirrosa.
-Imitados, jamás igualados-comentó el abogado.
Todos se rieron con fuerza.