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Padres de familia por Rei Hoshino

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Notas del capitulo:

*Rei entra al club, vacío. Le da unos golpecitos al microfono y se aclara la garganta* Hola...Sí, sí sé que ha pasado tiempo desde el último capítulo, pero una serie de eventos encadenados me impidieron subir antes...Además que las p*tas musas decidieron tomarse un descanso sin mi permiso y que mis notas no han sido precisamente buenas este último tiempo. Y también que el 4 estuve de cumple...y no recibí el router wifi,pero ahora tengo internet wifi tránsfugamente cortesía de un vecino xD

Dedico este cap a mis reviewers,todos mis lectores y a mi "editora",que estaba a punto de suicidarse si no lo subía xD

Disfruten y nos leemos al final :3

El tiempo pasaba con rapidez y, antes de que se dieran cuenta, empezó la canícula estival. Una tortura, eso había que decirlo. La frase mas recurrente en la casa (pronunciada por Light o por Alva) era “Maldito calentamiento global”. Elle tampoco se sentía a gusto. Desde hacía varios días que no pegaba un ojo, pese a tener puesto el aire acondicionado a toda potencia. Esas noches de insomnio las aprovechaba bien, leyéndole libros a su bebé o hablando con ella. A veces Light lo acompañaba. La nena parecía disfrutar esa atención, puesto que cada vez que Elle le leía o Light le hablaba, pateaba. Cosa que ponía la mar de contenta a la joven pareja.

Alva, por su parte, había caído en una especie de “fiebre melomaníaca” y se pasaba las tardes encerrada en su habitación, escuchando CDs de música clásica. Elle estaba preocupado por su hermana, pero para Light esta situación era doblemente agradable. Por una parte, no tenía que soportar a su cuñada y sus locuras; y por la otra, le agradaba la música clásica. En su opinión, era la música que más representaba la belleza de la humanidad, mas sin la corrupción de ésta.

Una tarde, dispuesto a pedirle uno de sus CDs de música a su cuñada, Light irrumpió en la habitación de ésta. Pero, lo que él creyó que música grabada, resultó ser la propia Alva tocando el violín. La sorprendió justo cuando interpretaba el primer movimiento del Invierno de Vivaldi (NdR: Uno de mis favoritos, debo decir ^^).

-A-Alva…-exclamó, boquiabierto, el castaño.

-Kyaaaaa~!!! Light-sama!! ¡¡¡No mire, no mire por favor!!!- chilló la pelirrosa, con el rostro colorado, adquiriendo un aspecto similar al de un tomate con peluca.

Los gritos de la chica despertaron a Elle de su siesta, quien se asomó por la puerta.

-¿Qué pasó?- inquirió, restregándose un ojo con la mano.

-Light-sama entró sin permiso y me sorprendió, sólo eso. Perdona por despertarte, nii-chan-se excusó Alva.

-No sabía que tocaras el violín-comentó Light.

-Bueno, no preguntó :P

-Al también toca el piano, la flauta traversa, el saxofón y el triángulo-acotó el moreno, con un ligero deje de orgullo.

-Sorprendente… Pero el triángulo no es que sea una gran ciencia, la verdad…-comentó el menor.

-¡Oye, tocar el triángulo es más difícil de lo que la gente cree! Se requiere de mucha concentración y buenos reflejos-Alva infló los cachetes en señal de reproche (NdR: Yo he tocado el triángulo, así que estoy de acuerdo con ella :D)

La conversación se vio interrumpida por los gruñidos del estómago de Elle. Éste se sonrojó.

-Lo siento…Yo…-se excusaba, teniendo un aspecto más tierno que el acostumbrado. Light le sonrió y acarició la negra cabellera.

-No importa, es normal. Alva, ¿hay algo sabroso para comer?

-Pos va a ser que no…Justo hoy toca ir al supermercado. ¿Vienen conmigo?

-¿No te molesta?-preguntó el moreno.

-Al contrario, me encantaría que vinieran conmigo. Así me aseguro de que no hagan cochinadas en el BAÑO…-dijo, con un deje de ironía que puso de los nervios a Light.

 

Así, los tres jóvenes fueron al supermercado a comprar algo rico para comer. Una vez en el local, Elle se fue directo a la sección de confites. Se entretuvo un buen rato buscando qué llevar y haciendo perder la paciencia a sus acompañantes. Al final, cundo las miradas asesinas y las indirectas se volvieron insoportables, se decidió por unas galletas con crema de fresa. Siguieron su recorrido por la sección de los lácteos, donde Alva sacó al menos una docena de yogures de distintos sabores.

-¿Y eso?-inquirió Light-Pensé que Elle tenía vetadas las golosinas (NdR: En Japón el yogur es considerado un postre dulce).

-Ay, no sea tan estricto. Este es un tentempié sano, y si se mezcla con frutas o cereales, más aún-se defendió la chica-Además, usted le compró esas galletas.

-Lo que sea ¬¬…-masculló, empacando las últimas cosas en las bolsas.

Elle no se pudo aguantar las ganas y se empezó a comer las dichosas galletas nada más salir del supermercado. Alva y Light lo miraban con ternura. Justo cuando los tres se dirigían al auto, un encargado del local los detuvo.

-¿Qué fufhede?-preguntó el moreno, con la boca llena. Light se puso rojo de vergüenza.

-Esto es para usted-respondió el encargado, pasándoles un sobre verde- Es nuestro cliente número un millón, y se ganó el premio de dos pasajes a Kyoto por dos días y dos noches con estadía en un hotel cinco estrellas y todos los gastos pagados.

Light puso una cara que alegraría hasta al más emo.

-¿No es una broma? ¿De veras ganamos ese premio?-preguntó con incredulidad el castaño.

El encargado asintió y, acto seguido, volvió al supermercado.

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Al llegar a casa, Light comenzó a discutir con Alva respecto al famoso viaje. Ella se había ofrecido a cuidar de la casa en su ausencia, a lo que el menor se opuso rotundamente.

-¡¿Cómo se te ocurre que voy a dejar MI casa, por todo un fin de semana, a TU cuidado?!-gritaba el castaño.

-¡¿Y qué se supone que le puedo hacer, en tu opinión?!

Unas imágenes nada alentadoras desfilaron por la mente de Light.

-No me hagas empezar, por favor…Hasta un mono borracho podría cuidarla mejor.

-¡¿Quieres pelear, niño dios?!-le increpó la pelirrosa, alzando por el cuello de la camisa a su cuñado.

-¡Al, Light, basta de discusiones!-gritó, exasperado, Elle. Ambos miraron al moreno, boquiabiertos. Las contadas veces en que éste alzaba la voz, siempre tenía ese efecto. Se separaron y lo miraron.

-Light, discutir y lanzar ataques personales no va a solucionar nada. Tenemos estos pasajes y vamos a aprovecharlos…a menos que no quieras, y en ese caso los devolveré.

-No es eso, yo…sabes que sí quiero ir. Lo que me preocupa es con quién dejar la casa.

-Alva puede cuidarla bien, no te preocupes. Y si te hace sentir más seguro, creo que Alva tiene una solución para ti, ¿verdad, Al?

La aludida asintió.

-Si tanto desconfía de mí, puedo pedirle a Teruki que venga a pasar el fin de semana conmigo. Seguro que no le molesta ^^

Light se limitó a encogerse de hombros, pero en su fuero interno suspiró de alivio. Al menos su casa duraría un poco más.

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La tarde del viernes, todo estaba dispuesto para que los jóvenes esposos partieran de viaje. Light le daba las últimas instrucciones a Mikami y a Alva.

-Y, por favor, rieguen las plantas una vez al día, entre 6 y 8 de la tarde. No más de un litro ni menos de tres cuartos. ¿Quedó claro?

-Sí, sí, por supuesto que sí…Las órdenes de Kami son absolutas… ¡No le fallaré, y si le fallo, cástreme!-balbuceaba el abogado loco. Alva, con su sonrisa Fuji, le dio un pisotón.

-Osita, ¿por qué? ;___;

-No se preocupe, Light-sama, puede irse tranquilo de viaje. Nada malo pasará ^____^-dijo, pasando olímpicamente de su novio.

-Al tiene razón, Light. No hay de que preocuparse. Todo saldrá bien-añadió Elle.

-¡Exacto! Ustedes sólo preocúpense de pasarlo bien y relajarse… ¡Nosotros nos ocuparemos de lo demás! ;)

Light suspiró resignado y salió de la casa junto a Elle. El moreno se veía contento. No era por nada, pues desde su luna de miel que no salía de la ciudad, y el premio del supermercado le había llegado como caído del cielo. Para Light era lo mismo, pues ya se estaba estresando con su trabajo y con los “problemas” que tenía en casa.

El viaje de ida a Kyoto fue bastante problemático, pues el moreno se mareaba cada dos por tres, haciendo que su koi se detuviera una y otra vez. De modo que llegaron a su destino tarde, mal y a rastras, prácticamente.

Luego de registrarse en el hotel, Light sólo quería tirarse a la cama y dormir una siesta, pero Elle tenía pensada otra cosa. Se había informado de todos los atractivos turísticos que ofrecía Kyoto, y tenía pensado verlos todos.

-Light, ¿vamos de paseo?-le preguntó, con su cara más tierna.

-Con esa carita sabes que me es imposible negarte algo…Dame un momento y vamos.

El moreno sonrió.

-A Hikaru también le alegra que salgamos de paseo. Siéntela, está pateando.

El menor se acercó a su koi y apoyó la mano en su estómago. Al sentir una patada, sonrió con ternura.

-Hola, bebé…Papá Light va a llevarlos a ti y a papá Elle de paseo. ¿Te gusta la idea?

Otra patadita y una sonrisa tierna de parte del moreno, mientras el menor le ponía una chaqueta encima y seguía hablándole a su hijita.

-Tomaremos muchas fotos para que cuando nazcas puedas verlas-decía, mientras abrazaba al detective.

Salieron del hotel y se dirigieron al bosque, donde compraron comida para alimentar a los animales que vivían allí. Nada más llegar, un ciervo se acercó a la joven pareja, lamiéndole las manos a Light.

-Quiere que le des de comer. Ten- el moreno le entregó los pellets a su koi, quien procedió a alimentar al animal. Mientras comía, más ciervos se acercaron al lugar en que se encontraban, buscando comida.

-Están bastante acostumbrados al contacto con los humanos, por lo visto-comentó el castaño, mientras le daba de comer a un cervatillo.

-Sí, y son muy bonitos…Mira el color de ése…Es como tu cabello, Light-Elle apuntó a uno de los machos más grandes y con el pelaje más lustroso.

-Sí, se le parece un poco…

-Pero el cabello de mi Light es mucho más lindo y suave-Elle abrazó por detrás a su koi, apoyando el rostro en la castaña cabellera.

El menor no pudo evitar una sonrisita de autocomplacencia. “Champú: 6500 yenes; Acondicionador: 7200 yenes; crema para peinar: 12000 yenes; recibir un halago de Elle: no tiene precio”, pensó.

Luego de alimentar a los ciervos en el bosque, se dirigieron hacia el Templo, donde tomaron fotografías y compraron unos recuerdos. También hicieron purikura (NdR: Esas famosas casetas japonesas en las que te tomas unas fotos chiquitas autoadhesivas y les puede poner marcos diferentes: con corazones, animalitos, estrellas, etc.) y se divirtieron un rato viendo precios de artículos para bebé. Llegaron al hotel de noche, cansados pero felices. Una vez en su cuarto, Light se dirigió al baño.

-¿Quieres ducharte conmigo?-preguntó al moreno. Éste negó con la cabeza y se puso a leer una revista. Luego que Light cerrara la puerta del baño, Elle descolgó el teléfono. Sabía que llamar desde la habitación del hotel le saldría un ojo de la cara, pero necesitaba hablar con su hermana. Ella podría aconsejarle respecto a lo que le preocupaba. Marcó el número de su casa y esperó.

 

-¿Diga?

-Mikami-san, soy yo, Elle. Perdón si te molesté pero, ¿está Alva por allí?

-Está en su cuarto, ordenando. ¿Quieres que la llame?

-No, no quisiera molestarla. Seguro está ocupada en algo importante y…- no pudo concluir la frase, pues el moreno escuchó la voz de su hermana diciendo: “Teru-kuu~n…Ven…onegaa~i…”, en un tono bastante sugerente. Mikami le respondió con un “Estoy ocupado, dame dos minutos”. Alva gritó con exasperación: “Ven y trae tu trasero a la cama AHORA”, haciendo que Elle sintiera miedo por la seguridad de su cuñado.

-Creo que deberías ir, Mikami-san…Parece algo urgente ^^U-comentó.

­-Gracias por la sugerencia, Elle-san… ¿Quieres dejarle algún recado a Alvita?

-No, no es necesario. Sólo dile que llamé y que llegamos sin novedad a Kyoto.

-…

-¿Mikami-san?

-…

-¿Mikami-san, estás allí?- Elle escuchó atentamente, y casi se desmayó al escuchar a su hermana gritando “¿Quién es tu ama, Teru? ¡Dilo, dilo!”, y de fondo el ruido de un látigo. El moreno no quiso saber cómo seguía y colgó el fono. Se tomó unos momentos para reponerse del “shock auditivo” y nuevamente levantó el auricular. Al menos su hermana había respondido indirectamente a su duda.

 

Momentos después, Light salió de la ducha. Al abrir la puerta de la habitación, casi se desmayó con lo que vio.

Elle estaba semirrecostado en la cama, vistiendo sólo una camisa blanca y ropa interior. Comía una tarta de fresa, con la que dejaba un rastro de crema desde su mentón hasta la boca. Y cuando introducía un trozo de la tarta en su boca, lo disfrutaba haciendo ruidos muuuy sensuales.

 

-o_____o Elle… ¿qué… haces?-masculló el menor con dificultad, ya que sentía “algo” brotando desde su interior.

-Comiendo pastel, ¿no quieres un poco?-le respondió en un tono que no dejaba lugar a las dudas.

-Me encantaría…Sólo si es pastel con sabor a Elle…

-No hay problema, Light. Acércate a mí y comamos juntos.

Dicho y hecho, el castaño se recostó junto a su koi. Éste le introdujo un pedazo de pastel en la boca, al que siguió un beso largo, cálido y…dulce. Ambos recorrían la boca del otro con ansias, tratando de sacar hasta el último miligramo de azúcar. Lentamente, Light prosiguió su recorrido por el rostro del moreno, limpiando la crema que éste había dejado repartida descuidadamente y haciéndole gemir con suavidad.

-Light…Tengo…algo…que…decir…-no pudo seguir, pues los gemidos se agolpaban en su garganta. Light había descendido hasta su pecho, comenzando a lamer sus pezones. Elle se dejaba hacer, gimiendo caricia sí caricia también.

-Elle…Estás tan suave…Y tu piel tiene un sabor exquisito…Déjame… probarte un poco más…

-Espera-ahhh…un poco…más… one…gaaaahhh

-¿Qué quieres que espe…-Light comenzó a sentirse extraño, como si todo a su alrededor le diera vueltas. Miró a Elle, quien le dedicó una sonrisita pícara.

-Sólo espera, Light. Te daré una sorpresita-dijo, al tiempo que su koi cerraba los ojos.

 

Un ligero zumbido invadió la cabeza del castaño. Odiaba esa sensación de no tener control sobre su cuerpo. Abrió lentamente los ojos e intentó levantarse, pero algo se lo impidió. Repitió la operación, pero tampoco pudo esta vez. Miró a su alrededor, y descubrió la causa de su inmovilidad. Estaba atado de muñecas a los doseles de la cama, solamente con la ropa interior encima. A los pies de ésta se encontraba su koi, quien ahora sólo llevaba encima sus interiores y le observaba divertido.

 

-Elle…-logró articular Light-… ¿a qué viene esto?

Una sonrisa picarona surgió de los labios del mayor, mientras se ponía encima del castaño.

-Esa pregunta debería hacerla yo, Light…No he hecho nada y ya estás así…No quiero ni imaginar cómo te pondrás en unos momentos más…-comentó divertido, pues “Light junior” estaba ready for action. El muchacho soltó una risa sardónica.

-Ponme a prueba-susurró con una voz llena de deseo-Como en los viejos tiempos… ¿Lo recuerdas?

-Algunas cosas nunca cambian…Kira-kun-respondió el detective, comenzando a besar el cuello de su koi, haciendo que éste sintiera espasmos de placer. Mientras mordía ligeramente la piel, sus manos se encontraban jugando con los pezones del castaño, para el cual la excitación se veía duplicada por el solo hecho de estar a merced de su antiguo enemigo y, ahora, amante. Elle se tomaba su tiempo en bajar, como si disfrutara de una película, analizándola cuadro por cuadro, llenando su camino de besos y algunas pequeñas marcas con los dientes.

-Ahhh… Elle… Sigue… Aaahhh…-el menor temblaba, haciendo que la cama se moviera con fuerza. El moreno sólo sonrió y se dedicó a trazar círculos con su lengua alrededor del ombligo, soplando suavemente el rastro de saliva que dejaba y provocando más gemidos de parte del castaño. Éste hacía temblar cada vez más la cama, y la fuerza con que intentaba zafarse ya estaba comenzando a dañar los doseles. El detective se puso encima de Light, dejando un pequeño espacio entre ambos. Al verlo forcejear con tanta insistencia, no pudo más que sonreír lascivamente y apoyar su índice contra los labios del menor.

 

-Tranquilito, Light… No querrás arruinar la diversión, ¿o sí?-y sin esperar respuesta, lo besó nuevamente, dispuesto a dejarle en claro quién llevaba las riendas esta vez. Cuando se separó para tomar aire, un hilillo de saliva aún los unía.

 

-Pervertido…-masculló el castaño-¿Qué me vas a hacer ahora?

-No comas ansias, Light…Las cosas buenas se hacen esperar.

Finalmente, el moreno llegó a lo que ambos jóvenes estaban esperando con ansias. Elle bajó lentamente la ropa interior de Light, dejando descubierta la incipiente erección de éste. Acto seguido, procedió a lamer, como si de un caramelo se tratara. El castaño se dejaba hacer, convencido de que su paciencia tendría recompensa pronto. Elle proseguía su labor, disfrutando su golosina con un ritmo cada vez mayor.

 

-Elle…Por…favor…Hazlo…Te lo…ruego…-articuló con dificultad el menor.

-Vaya, vaya, ¿quién lo hubiera imaginado? El gran Kira rogando-comentó, muerto de risa, el mayor-De haber sabido que pasaría esto, lo hubiese intentado mucho antes.

-Nos habríamos casado un poco antes, tal vez…

-Tal vez-Elle volvió a su labor, avanzando hacia la entrada del castaño, dispuesto a preparar el grand finale.

Light se retorcía, quería deshacerse de las ataduras, pero estaban muy apretadas. Nuevamente su koi se incorporó y le susurró al oído.

-Quieto, quieto, cachorrito…Si te portas bien, te prometo que te desataré. Ahora, ya sabes qué hacer-dijo, entregándole su mano izquierda. El menor obedeció y principió a lamer los dedos de Elle, mientras éste trabajaba en su erección con su mano libre. El moreno sacó sus dedos de la boca de Light, mientras alzaba sus piernas, haciendo que su entrada quedara al descubierto.

-Respira, Light, relájate…Así dolerá menos-le susurraba con dulzura, mientras introducía uno de sus dedos en la entrada del menor. Éste siguió sus instrucciones, gimiendo cada vez más. Elle introdujo dos dedos más, arrancando más gemidos al castaño. Cuando estimó que ya estaba listo, reemplazó los dedos por su miembro, introduciéndolo lenta y suavemente. No quería que su niño sufriera mucho.

-Ahhh…ahhh…Elle…ahhh…-gritaba a medida que su koi aumentaba el ritmo de las embestidas.

-Nnn…Light…Ahhh…

-Más…fuerte…Nnhhh…Elle…

El detective obedeció, acelerando su ritmo cada vez más y uniendo sus labios con los del menor, quien se aferraba a su espalda, dejando marcas de uñas en la nívea piel del mayor. Siguieron así, unidos, por un buen rato, hasta que ambos derramaron su miel sobre el otro. Continuaron abrazados un poco más, besándose con pasión.

-Ai shitteru, Light...

-Yo también te amo, Elle…Nunca hubiera esperado algo así de tu parte…me sorprendiste. Gratamente, por supuesto.

-Para ser honesto, lo había estado planeando desde que nos casamos. Es sólo que no había tenido la oportunidad…hasta hoy.

 

El castaño sonrió satisfecho y le dio un beso en los labios a su koi, que había cerrado los ojos.

 

-Descansa, gatito…Te lo mereces-decía, mientras jugaba con las hebras de ébano del mayor.

-Un…besito…Light…-murmuró en sueños el detective.

Light depositó un casto beso en la frente de Elle, acomodándose para dormir abrazados.

 

 

 

Al día siguiente los jóvenes prosiguieron su recorrido por las calles de Kyoto. Elle insistió en ir a una tienda para comprarle un regalo a su hermana. “Por las molestias que le podamos haber causado”, se justificó. Light se limitó a refunfuñar. Mas su rabia se esfumó al llegar la noche. Quería darle a Elle un viaje inolvidable, y el fantasma omnipresente de Alva no se lo impediría. De modo que, tras ocultarse el sol, llevó al moreno a la habitación del hotel y le entregó un paquete con ropa.

-Ponte eso, vamos a salir-le espetó.

El detective asintió, dispuesto a obedecer a su koi. Pero con lo que éste no contaba era con las dificultades del mayor para ponerse cualquier cosa más complicada que una playera. De modo que Light terminó vistiéndolo. Al terminar su labor, no pudo más que emitir un chiflido de admiración. Elle vestía un yukata azul marino con diseños de lunas en un tono más claro como estampado. Su pancita sobresalía un poco, dándole un aspecto más mono aún.

-Te ves precioso…Sabía que ese color te quedaría bien. Ahora deja que yo me cambie.

Light se puso un yukata de color rojo oscuro, el cual hacía destacar sus rasgos, dándole un aire aristocrático. El moreno lo miró con una sonrisa de oreja a oreja.

-También te ves bien, Light. Dime, ¿a dónde vamos? -De paseo, ten paciencia, gatito-le susurró, mientras le rodeaba con sus brazos.

El castaño y el moreno salieron del hotel y se dirigieron al templo, caminando. Multitud de personas se encontraban en su misma situación, de modo que no resaltaban demasiado y pudieron disfrutar del ambiente del lugar. Las luces artificiales se reducían a medida que avanzaban, siendo reemplazadas por farolitos de papel, que iluminaban románticamente los puestos instalados en las calles. Light le compró un algodón de azúcar a su koi, y luego se dirigió a los juegos. Mientras Elle devoraba su golosina y observaba al castaño, éste jugaba al tiro al blanco. Por supuesto, ganó (NdR: Aunque todos sabemos que esos juegos están todos trucados…Pero bueno, hasta las trampas sucumben ante la oh gran magnificencia de Light ¬¬). El premio, un osito panda gigante, se lo entregó a Elle.

-Es para Hikaru. A ti te daré otro premio-le susurró con ternura. Los ojos del mayor se iluminaron, ilusionados.

Jugaron un rato más, hasta que el castaño llevó a Elle hacia una explanada, donde se sentaron a disfrutar de los fuegos artificiales. Entre los destellos, ambos jóvenes se besaban apasionadamente. Seguro que alguien los estaría mirando, pero en realidad les importaba poco. Total, ¿qué hay de malo en que dos personas que se aman lo demuestren?

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Light y Elle llegaron a casa con un par de horas de anticipación…y sin avisarle a nadie. Los jóvenes abrieron la puerta de su casa, esperando ver restos de una fiesta o como si un huracán hubiese pasado por su sala, pero nada. Todo estaba en su lugar, limpio e inmaculado como siempre. Un suspiro de alivio escapó de la garganta del menor.

-¿Ves que no había nada de qué preocuparse? ^__^-le comentó su koi- Ahora, ¿dónde está Al?

“Con tal de no verla por un buen rato soy feliz”, pensó el castaño, mientras se dirigía a su habitación cargando con las maletas. Elle se le adelantó, pensando en dormir un rato. Mas, al llegar a su cuarto, se encontraron con una situación algo inusual.

Alva y Mikami se encontraban durmiendo plácidamente en la cama, acurrucados. Con un tic en el ojo, Light alzó la voz:

-¡¿PERO QUE MIERDA ESTAN HACIENDO EN MI CAMA?!

-Vaya…Pero si es Light-sama y mi nii-chan…¿Cómo están? ¿Qué tal el viaje?-se limitó a decir la pelirrosa, mientras se restregaba un ojo y cubría sus partes nobles con la sábana. El castaño dio una mirada a la prenda de cama y una vena gigantesca asomó en su cabeza.

-¡MIS SABANAS NUEVAS! ¡¡USARON MIS SABANAS NUEVAS!!-gritaba, echando espumarajos por la boca.

-Light, cálmate...Son sólo unas sábanas ^^U-murmuraba el moreno, tratando de detener un asesinato.

-¡¡PERO YO QUERIA USARLAS!! ¡¡NI SIQUIERA LA HABIAMOS INAUGURADO, MALDITA SEAA!!

-Ay, qué dramático…Todas las sábanas sirven para lo mismo ¬¬-se defendió Alva.

-¡¡PERO ERAN LAS DE LINO EGIPCIO DE MI ABUELA!! ¡¡MALDITA LOCA INSENSIBLE, TE MATAREEEEEE!!-la chica, presintiendo el peligro, saltó de la cama y se llevó arrastrando a Mikami con ella (NdR: A propósito, están en cueros).

-Kamiii…Perdón, perdón…No lo sabía…Si usted me lo pide, me cortaré el estómago y se lo ofreceré en sacrificio…Kamiii~-balbuceaba el fanboy nambar guan del mundo, mientras corría por la casa de la mano de Alva, quien huía de su cuñado, el que llevaba un cuchillo carnicero en las manos. De fondo se oía la música de Benny Hill(NdR: Viva la magia del fanfic!)

 

¿Light matará a Alva? ¿Mikami se cortará el estómago? ¿Elle se dará cuenta de que su casa está llena de locos? ¿Aprobaré mis exámenes en la U? ¿Por qué cuando quieres ver algo en la tele y tienes tiempo sólo dan mierda? Esta y muchas otras respuestas en el siguiente capítulo de su fic. No se lo pierda!

Notas finales:

Nuevamente mil disculpas por no poder subir antes. Aparte del ítem universidad(que me mantendrá bastante ocupada al menos hasta mediados de diciembre si todo sale bien),tuve problemas con el lemon.Hacer a Elle de seme me costó montones, tuve que hacer un ejercicio mental enorme para plasmarlo :(

Como sea,gracias por leer y si no leen nada mio(lease reviews) despues del 21 de diciembre,sabran que me eche algun ramo.

Bye!


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