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Padres de familia por Rei Hoshino

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Notas del capitulo:

Hola gente...Me temo que ha llegado el momento que todos esperaban.En efecto, éste es el final de este humilde fic.Cometarios,agradecimientos y demás al final. Lean y disfruten,por favor.

Notitas: Se recomienda leer la primera parte escuchando el movimiento final de la 9ª Sinfonía de Beethoven(Oda a la Alegría) y tener pañuelos a la mano.

-Eso es verdaaaaaahhhhhhhh-gritó Elle, haciendo que el resto de sus compañeros se giraran a mirarle. El moreno estaba de espalda, tirado en el suelo y con una expresión de dolor en su rostro.

-Elle, Elle, ¿qué te pasa?-Light sujetó la cabeza de su koi en su regazo.

-Light…Yo…Creo que…¡¡¡Aaaaahhhhhh!!!-nuevamente el mayor se retorció de dolor. Alva miraba su reloj.

-25 segundos-declaró con seriedad.

-¿25 segundos para qué? ¡Ve al grano, por el amor de Dios!

-El intervalo entre las contracciones. Light-sama, el momento llegó.

-Alva, ¿estás segura de que es el momento? ¿Ahora now?

-Sinceramente, Light, ¿parezco de las personas que bromean respecto a algo tan importante?-reprendió la pelirrosa.

-No, bueno,es que…Yo no…

-¡¡APURENSE Y LLAMEN UNA AMBULANCIA, UN TRINEO, A LOS THUNDERBIRDS, LO QUE SEAAAAAHHHHH!!-gritó Elle, retorciéndose de dolor.

-Bien, bien…Mikami, llama a Watari. Marca la memoria 5 en mi celular. ¡Pero que sea hoy, maldita sea!-gritó, al borde del colapso, el castaño.

 

El abogado obedeció y comunicó rápidamente la situación al anciano.

 

-Listo, Watari-san viene en camino-declaró.

-¿Pero cómo? Si la nieve lo cubre todo…Va a tardar un huevo…Mikami, llama a mis padres, memoria 2, rápido-ladró Light, mientras trataba de calmar a su koi.

-Light-sama, aquí traje agua hervida y unas toallas-anunció Alva-En caso de que mi nii-chan no aguante.

-Gracias, Alva. Ahora, prepara el bolso para el hospital.

 

La pelirrosa asintió y le lanzó una mirada de ánimo al detective. Se dirigió al cuarto de su hermano y puso todo lo necesario en una maleta. Mientras, Light seguía con Elle, tratando de calmarlo.

 

-Ya, ya, no te preocupes…Watari viene en camino, también mis padres-decía, mientras acariciaba la negra cabellera.

-L-Light…Yo…No creo que…¡¡¡aaaahhhhh!!!

-Por favor, aguanta un poco más. Alva y Mikami lo tienen todo preparado en caso de que no podamos llegar al hospital a tiempo.

-Llama…Al doctor…Casas…

-¡¡Light-sama, ya llegó Watari-jiichan!!-anunció Alva, mientras arrastraba la maleta hacia el vehículo en que llegó el anciano.

-Mikami, ayúdame a cargar a Elle-ordenó el menor, a lo que el abogado obedeció en el acto. Juntos se llevaron al detective donde estaba esperando Watari: una avioneta. Sin tiempo para quedarse boquiabiertos, Light y Mikami depositaron a Elle en la cabina trasera, junto a Alva y la maleta. Inmediatamente el anciano hizo partir la avioneta.

 

-Tranquilo, nii-chan, falta poco…Llegaremos en menos de lo que canta un gallo-la pelirrosa le dio unas palmaditas amistosas en el hombro al detective. Éste abrió los ojos con dificultad y le dirigió una sonrisa a su koi(que ya se había sentado a su lado), como diciendo que todo estaba bien.

 

Cinco minutos después, el vehículo se encotraba aterrizando en el helipuerto del hospital. Una vez fuera, se encontraron con el doctor Casas y su equipo, prestos a llevarlos al quirófano.

 

-Tú, el castaño, ¿vienes?-ladró el médico, con su habitual prepotencia.

-¡Por supuesto, ¿por quién me toma?!-le respondió, casi histérico.

-Bien, sígame entonces. Y ustedes-Casas se dirigió a Alva, Mikami y Watari-esperen fuera de la sala de operaciones.

 

Así, el grupo se separó. Light se quedó junto a Elle, quien era bajado por un ascensor en una camilla especialmente acondicionada para el efecto.

 

-Doctor, ¿falta mucho?-inquirió el castaño.

-Depende de su definición de “mucho”, jovencito-respondió Casas.

-¡¡No me venga con dilemas filosóficos y diga cuánto falta!!

-Un piso más-Light miró el contador del ascensor. Nunca en su vida un edificio se le había hecho tan largo. Cuando la máquina se detuvo, casi abrió con las manos las puertas. Casas y su equipo se dirigieron al preoperatorio, con el castaño a la zaga. Al pasar por el pasillo, vio congregados a Alva, Mikami, Watari, los Yagami, Mello, Matt y Near. Al verlo, todos le lanzaron miradas de ánimo. Light sonrió e ingresó al preoperatorio, donde le estaban administrando la anestesia al moreno. Antes de poder acercarse más a su koi, una enfermera lo detuvo.

 

-Joven, si quiere pasar al quirófano, póngase esta ropa, por favor-la enfermera le entregó un paquete con ropa médica a Light (NdR: Ya saben, ese gorro, el delantal que se ata por la espalda, unos guantes esterilizados y una especie de bolsas para los pies), quien se los puso en el acto y se acercó a Elle. Éste le miró con una sonrisa en los labios.

 

-Light…Ya falta poco...Dentro de nada seremos tres…

-Sí, ya no queda nada. Y todos están afuera, esperándonos con ansias.

-Te amo, Light.

-Y yo a ti, Elle-el menor depositó un beso en la frente del detective.

-Muy bien, todo listo, entremos al quirófano-declaró Casas-Andando.

 

La joven pareja, acompañada del médico y su equipo ingresaron al pabellón, cerrando tras de sí las puertas. Fuera, el nerviosismo y las ansias reinaban en el ambiente. Mello se había comido como diez barras de chocolate, Matt llevaba más de diez minutos jugando con la DS, tratando de distraer su mente en otra cosa. Near, por su parte, había hecho cerca de cuarenta veces el mismo rompecabezas, armándolo y desarmándolo. Alva tenía en sus manos un crucifijo, y rezaba, apretando la mano de su novio.

 

-Padrenuestroquestásenelcielosantificadoseatunombre…-repetía una y otra vez, como una letanía.

-Kira-sama que estás en…pabellón, santificada sea tu Death Note…-le secundaba Mikami, a su manera particular.

 

Los únicos que se mantenían en una calma aparente eran Watari y los Yagami. Soichiro se limitaba a dar vueltas por el pasillo y Sachiko leía una revista. El anciano, por su parte, no cesaba de tamborilear con los dedos.

Dentro del pabellón, el doctor Casas daba órdenes como loco.

 

-Muchacho, puja con más fuerza. Tú, su pareja, no le sueltes. Enfermera, tenga todo listo.

 

Elle pujaba con toda la fuerza que le era posible, apoyando una mano en el barandal de la camilla, y la otra estrechada con la de su koi, quien le susurraba al oído.

 

-Vamos, vamos, un poquito más…Ya no queda nada…Un último esfuerzo, amor.

-Ya se ve la cabeza, doctor-declaró la enfermera-Joven Elle, ya casi…Ya casi…Puje más, eso, eso, así…

El moreno estaba al límite de sus fuerzas, sólo quería descansar, dormir…Light sujetó su mano con fuerza.

 

-Vamos, estoy contigo, cariño. Mi fuerza es la tuya. Juntos saldremos bien de esto. Ánimo, al la cuenta de tres. Uno…Dos…

-¡¡TREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!!-el grito de Elle se oyó hasta 20 kilómetros de distancia, y el detective veía estrellitas al tiempo que, como en una bruma, escuchó un llanto de bebé. Volvió a la realidad para ver que el doctor Casas sostenía en sus manos una criatura pequeña, de cabellos castaños, toda roja y llorando a todo pulmón.

 

-Es una niña. Muy sana por lo demás, nada más escúchenla-declaró.

-Hikaru…Mi…niña…-articuló con dificultad el moreno. La enfermera, luego de limpiar a la recién nacida, la depositó en brazos del detective.

-Enfermera, anote. Hikaru Yagami, tres kilos y medio, nacida el 1 de diciembre del año en curso-ordenó Casas-Le dije que era una niña, jovencito. ¿Jovencito?

El médico se giró, buscando con la mirada a Light.

-Light se desmayó, doctor. Creo que fueron demasiadas emociones para un solo día-dijo Elle, con una sonrisa de oreja a oreja. Hikaru dormía plácidamente en sus brazos.-Doctor…Quisiera que mi familia viese a mi hija, si no es molestia.

-No hay problema. Enfermera, por favor.

 

La mujer tomó a la criatura, llevándola fuera del pabellón, donde todos esperaban. Se acercaron para verla más de cerca.

 

-Es hermosa-declaró Matt.

-Sí, lástima que se parezca al idiota-comentó Mello.

-Se parece a Míster Magú-dijo Near, sin poder disimular una sonrisita de ternura.

-En verdad se parece a Kami…Osita, ven a ver a tu sobrina… ¿Osita?-Mikami se volteó, para ver a Alva llorando, y con una sonrisa radiante.

-Es…es…la niña más linda que he visto en toda mi vida…Elle-niichan y Light-sama deben estar orgullosos-Alva se secaba las lágrimas con el dorso de la mano.

-El joven Light se desmayó momentos después de ver a su hija-dijo la enfermera-Nuestros médicos lo llevaron con el joven Elle. Ahora, si me disculpan, debo llevar a la bebé para que se le hagan los controles de rutina.

Dicho esto, la enfermera se retiró. Watari se sonó la nariz con un pañuelo.

 

-Soy…soy abuelo…

-¡Y yo soy tía, por la *censurado*!-gritó Alva, que no puo aguantar más la emoción.

 

 

 

SEIS MESES DESPUES------------------------------------------------------------------------------------------

 

La iglesia estaba decorada con flores y lazos blancos, dándole el aspecto de una carpa árabe. Sentados, se encontraban los Yagami, todos los miembros del antiguo equipo de investigación, el SPK, Roger y Near, todos vestidos de impecable etiqueta. Mello y Matt, sin embargo, iban vestidos como siempre. El rubio sostenía a Hikaru, mientras los padres de la pequeña se encontraban en el altar, junto a Mikami.

 

-Mello…-susurró Matt-¿No te parece que Mikami está un poco tenso?

-¿Un poco? Mírale la cara, está que se mea. No sé por qué exagera tanto, si la novia siempre llega tarde. Es como la tradición o algo así…

-Sí, pero por favor baja la voz…Hikaru-chan acaba de dormirse.

-¿Desde cuándo eres el padrino responsable, Mello?-preguntó Near, metiéndose donde no lo llamaban.

-Cállate, enano…Estás celoso porque no te eligieron a ti >D.

-¿Quieren dejar de discutir los dos? Light y Elle nos van a matar si su hija despierta en medio de la ceremonia-dijo, no sin razón, el pelirrojo.

El rubio y el peliblanco obedecieron, avergonzados. Mientras, en el altar, un Mikami al borde del colapso nervioso daba vueltas de un lado a otro.

 

-¿Y si le pasó algo? ¿Y si tuvo un accidente? ¿Y si hubo un taco camino a la iglesia? ¿Y si…y si se arrepintió?-gritaba, desesperado.

-Mikami-san, tranquilo, es costumbre que la novia llegue un poco tarde. Y si llegara a ocurrir alguna eventualidad, Watari va a llamar-dijo Elle.

-Pero…Pero si Alvita se hubiera arrepentido…Yo…Yo…-el abogado sacó, sólo de Dios sabe dónde, un bolígrafo, dispuesto a acuchillarse frente a todos los presentes. Light le detuvo antes de que la boda se transformara en funeral.

-Mikami, cálmate, Alva vendrá de un momento a otro, ten un poco más de paciencia. Relájate.

 

En ese momento, las puertas de la iglesia se abrieron, dejando a la vista de todos a Alva, vestida de blanco, con un vestido escotado, el cual estaba adornado con su broche azul y, desde la cintura hasta los tobillos, tenía una especie de raso con pequeñas perlitas transparentes. En su cuello llevaba un bello colgante con una aguamarina (regalo de Near) y, en sus manos (que llevaban guantes hasta el codo), un ramo con lirios blancos y amarillos. A su lado iba Watari, vestido de gris. El anciano condujo a la novia hacia el altar, provocando que todos los presentes se admiraran con semejante espectáculo.

 

-Y de blanco la patuda-susurró Light a su koi, ganándose un codazo de parte de éste.

-Light…

-No me niegues que es verdad.

-Chst, silencio, ahí viene Al. Debo decirlo, se ve hermosa, ¿verdad, Mikami-san? ¿Mikami-san?

 

El abogado se encontraba extasiado, observando a su futura esposa. Los ojos le brillaban de la emoción.

 

-Es como un ángel que cayó del cielo…-dijo, maravillado, apenas la pelirrosa se puso junto a él. Un ligero tono sonrosado invadió las mejillas de ésta.

-Queridos hermanos-comenzó el sacerdote-Estamos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio a estas dos personas ante los ojos de Dios (NdR: Voy a saltarme todo el discurso ese de las responsabilidades y demás, porque no me lo sé y porque me da paja xD).

 

-Yo, Teru Mikami, acepto a Alva Giulianni como mi legítima esposa…

-Yo, Alva Giulianni, acepto a Teru Mikami como mi legítimo esposo…

-Para amarla y protegerla…

-Para apoyarlo y ayudarlo…

-En la salud y en la enfermedad…

-En la riqueza y en la pobreza…

-En la abundancia y en la adversidad…

-En el dolor y en la felicidad…

-Hasta que la llama de nuestro amor se apague-dijeron a un tiempo ambos. En ese momento, Elle y Light mostraron las alianzas, en una almohadita de terciopelo púrpura. Los novios las tomaron en sus manos. Mikami sacó el guante de la mano izquierda de su novia y, con suavidad, introdujo la joya en su dedo anular. Alva hizo lo mismo. Tras esto, ambos se tomaron de las manos. Elle y Light hicieron lo mismo, con una sonrisa en los labios.

 

-Si alguien de los presentes se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre-dijo el sacerdote. Silencio. El sacerdote prosiguió-Muy bien, por el poder que me concede la Iglesia, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

 

Alva y Mikami se besaron apasionadamente, mientras una lluvia de pétalos de rosa caía sobre ellos. Entre los invitados, se suscitaban reacciones diversas. Lidner lloraba emocionada, al igual que Sayu y Matsuda. Near miraba a Alva con una sonrisa de orgullo. Mello y Matt se miraban y sonreían, como si tuvieran una especie de broma privada. Roger trataba de contener las lágrimas. El resto sonreía a los recién casados, quienes les devolvían el gesto. Al salir de la iglesia, fueron recibidos por la tradicional lluvia de arroz, y se subieron a la limusina que los llevaría a la fiesta.

 

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El lugar para la celebración no pudo haber sido mejor elegido. Todos se encontraban a gusto, comentando el brillante futuro que le esperaba a Alva y Mikami.

 

-Esos dos estaban destinados a quedarse juntos-dijo Sayu.

-Y que lo digas… Si cuando se separaban parecía como si hubiese ocurrido algún cataclismo. Se echaban demasiado de menos-acotó Near.

-Todavía me acuerdo cuando supimos que Mikami-san y Al estaban juntos-dijo Elle, quien comía un pedazo de pastel.

-Ni me lo recuerdes, Elle-dijo Light, quien arrullaba a Hikaru en su cochecito-Creí que moriría por un coma diabético.

Risas de los presentes.

-¡Oigan todos, vengan aquí! ¡Alva va a lanzar el ramo!-anunció por el altoparlante la voz de Sachiko.

 

Todas las solteras (y solteros) del lugar, se dirigieron donde se encontraba la pelirrosa. Ésta, de espaldas a la multitud, lanzó el ramo de flores. Al voltearse, vio una masa peleándose por él, pero el ramo cayó en manos de la persona más impensada: Matt, quien jugaba con su DS. Las solteras presentes le lanzaron miradas de odio. El pelirrojo parecía un tomate con peluca, no sólo por haber cogido el premio, sino porque Mello le estaba lanzando miradas bastante sugerentes. Alva no pudo más que sonreír al imaginar la boda de sus dos mejores amigos, casi hermanos. Qué lejanos parecían esos días en que los tres, junto con Near, se aventuraban en el orfanato a escondidas de Roger. Esos días lluviosos en los que jugaban a las cartas y Mello terminaba peleándose con el peliblanco, momentos en los que Matt y ella intervenían, uno para calmar las cosas, y la otra para defender con uñas y dientes a su hermanito menor. Y aquellas tardes de primavera en las que se sentaban a la sombra del viejo castaño, repasando para los exámenes o simplemente jugando. Y, claro, esas tardes interminables que los tres pasaron en la sala de castigos, “reflexionando” sobre las peleas que habían tenido Alva y Mello, en las que ninguno de los dos salía ileso. Sumida en ese mar de recuerdos, no percibió que su esposo le había estrechado entre sus brazos.

 

-¿En qué piensas, amor?

-Nada en especial…Sólo recordaba unas cosas…

-Ya…Esta noche sí que te haré recordar algo por toda tu vida-susurró el abogado sensualmente al oído de la chica, quien no pudo evitar sentir un temblorcillo por su espalda.

-Parece que la abstinencia no te va bien, tesoro-la pelirrosa se giró hacia su marido, besándole en los labios. Éste la estrechó contra sí con más fuerza. Ninguno de los dos se dio cuenta de que Elle y Light lo grababan todo con una cámara de video. Hikaru, aún en el cochecito, dormía plácidamente.

 

 

 

--------------------------------------EPILOGO. CUATRO AÑOS DESPUES---------------------------------

 

La mesa de la sala se encontraba desordenada, llena de recortes, calcomanías, papeles de colores, tijeras, un tubo de pegamento en barra, envases de cola fría y brillantina. Los responsables de semejante desastre eran Light y su hija, quienes se encontraban creando un álbum de fotos. El castaño se había dejado crecer el cabello, y ahora lo llevaba en una colita de caballo, dándole un aire de artista bohemio que, en la opinión de Elle, le hacía ver “endemoniadamente sexy y violable”. Hikaru, por su parte, era idéntica a Light, salvo en los ojos: había heredado las negras orbes de Elle y, al igual que éste, tenía ojeras.

 

-Papá Light, ¿de dónde es esta foto?-preguntó la pequeña, mostrándole a su padre una fotografía en la que los tres se encontraban en una playa, jugando y haciendo castillos de arena.

-Esta foto la tomamos en Brasil, cuando fuimos de vacaciones con tu papá Elle. ¿Ves esa especie de isla al fondo? Se llama el Pan de Azúcar. También estuvimos ahí.

-¿Y vamos a ir de nuevo?

-Si se da la oportunidad, claro ^^

-Mira, papá Light, aquí sale la tía Alva…-la niña le mostró a su padre una foto en la que estaba él, su koi (quien aún estaba embarazado) y su cuñada. El castaño no pudo evitar sonreír al ver la cara de odio con que miraba a la pelirrosa.

 

-Sí, y también sales tú, cuando aún estabas en la panza de papá Elle.

-¡Que lindo! ¡Pongamos esta en el álbum, con muchos stickers y mucha, mucha brillantina, para que se vea súper bonito!

Light sonrió y observó cómo su hija recortaba papeles y pegaba las calcomanías. Le ayudó a poner brillantina en los bordes, y juntos pegaron la fotografía en la hoja. El castaño tomó en sus manos la perforadora, hizo unos agujeritos en las hojas y las unió con un listón rojo.

-Listo. Nuestro álbum de fotos está listo. ¿Te gusta, Hikaru?

-¡Sí, mucho! ¡Gracias por ayudarme, papá Light!-la pequeña se lanzó a los brazos de su padre y le dio un beso en la mejilla. En ese momento entró Elle, llevando una bandeja en las manos. El castaño se levantó y le dio un beso en los labios.

-¿Cómo están mis dos rayitos de sol?

-Bien, papá Elle. ¡Mira lo que hicimos papá Light y yo!-Hikaru le mostró al moreno el álbum de fotos.

-Está muy lindo, Hikaru-chan.

-Hikaru eligió las fotos. Yo sólo le ayudé a ordenarlas-dijo Light.

-Pero los dos hicieron su máximo esfuerzo, y por eso mismo les preparé galletitas con chispas de chocolate. Cuidado, que aún están un poco calientes.

 

Los tres tomaron una galleta, que comieron en silencio. Hikaru fue la primera en terminar.

 

-Papá Elle, ¿puedo comer otra?-preguntó, haciéndole ojitos.

-Sólo una más, porque luego vienen tío Teru y tía Alva.

-¡Sí!-Hikaru daba saltos de alegría. Hacía más o menos tres meses que no veía a sus tíos.

-¿En serio vienen?-preguntó el castaño.

-Sí, Al llamó en la mañana. Preguntó si podían venir junto con Mikami-san y los gemelos.

-¿Y qué los trae por aquí?

-Al tiene un concierto, y Mikami-san tiene que hacer unos trámites legales.

 

En eso estaban cuando sonó el timbre.

 

-¡Yo abro!-gritó Hikaru, corriendo en dirección a la puerta. Se empinó y giró la perilla.

-¡Tía Alva!

-¡Hikaru-chan!-la pelirrosa seguía igual que siempre, alegre y espontánea. Sólo la ropa que llevaba delataba el cambio que el tiempo había operado en ella. De usar trajes estrafalarios, pasó a la sobriedad de una madre preocupada. Y, de tener en sus manos libros o CDs, ahora tenía un cochecito, en el que se encontraba un bebé de cabellos negros, durmiendo.

-Hola, Alva-saludó Light, tomando en brazos a su hija-¿Qué tal el viaje? ¿Y Mikami?

-Hola, Light-sama-Alva entró a la casa-El viaje estuvo bien, sin sobresaltos, gracias por preguntar. Y Teruki viene en un momento, tuvo que ir a comprarle pañales a Shuji. ¿Dónde está mi nii-chan?

-Aquí, Al. Me da gusto verte tan bien, considerando que hace un par de meses apenas y podías caminar por tu embarazo-saludó el detective.

-Sí, un poco de yoga, tai chi y una dieta macrobiótica lograron lo imposible. Ustedes tres también se ven bien, debo decirlo.

-Tía Alva, hoy encontré una foto en la que sales tú, junto a papá Light y papá Elle.

-¿En serio? Debe ser de cuando me quedé a cuidar a tu papá, mientras tú estabas en su pancita-la pelirrosa acarició cariñosamente la cabeza de su sobrina.

-Ahí viene Mikami-san-anunció Elle-Yo le abro.

Dicho y hecho, el moreno abrió la puerta, donde estaba su cuñado, quien también tiraba de un cochecito, donde un pequeño de ojos ámbar y cabellos rosa lo miraba con curiosidad.

-Hola, Elle-san, ¿cómo estás?-saludó el abogado.

-Muy bien, gracias. ¿Y cómo está este pequeño angelito?-el detective introdujo su mano en el cochecito, donde el bebé tomó su dedo entre su manita. Elle sonrió con ternura.

-Pues parece que bien...Pasen adelante, están en su casa.

 

Mikami asintió y se dirigió a donde estaba su esposa. Pusieron los cochecitos juntos. Una vez sentado, Light le ofreció una taza de café, que aceptó.

-Y bien-comenzó el castaño-¿Cómo están todos por allá?

-De maravilla. Mello y Matt ya están pensando en adoptar o en la fertilización in Vitro. No descartan ninguna posibilidad. Near pronto obtendrá su doctorado en Mecanocuántica-dijo Mikami, mientras bebía de su café.

-¿Otro más? Dios santo, ese chiquillo está obsesionado con el trabajo…

-Lo mismo le dicen Roger-jiisan y Watari-jiichan. Creen que ya es hora de que se busque una novia…o novio, uno nunca sabe-continuó Alva.

-Alvita y yo le ofrecimos que se fuese a vivir con nosotros, pero lo rechazó.

-¿Y por qué?-preguntó el moreno, que tenía en brazos a su hija.

-Dice que no quiere ser una molestia, y que se sentiría culpable en ser un allegado en nuestra casa-respondió el abogado.

-Típico de Near-comentó Light-No como otra que conozco, y que se queda de gorra en las casas de sus familiares por nueve meses…

-Y dale, no puedo creer que aún esté picado por eso…Ya hace más de cuatro años que ocurrió-se defendió Alva-Y admita que también lo pasamos bien… ¿Se acuerdan de la vez que usted me echó a patadas de la casa porque usé sus sábanas nuevas?

-Sí, cómo olvidarlo…Aún tengo esas sábanas.

-Y Mikami-san suplicaba tu perdón, Light…Aún no entiendo cómo es que no mataste a ninguno de los dos-acotó Elle, divertido con los recuerdos.

-Por dos razones: una, si le pasaba algo a Alva, me odiarías por el resto de tu vida. Y dos, el resto de tu familia me habría linchado.

-Sí, la vendetta es cosa seria-dijo la pelirrosa.

-Osita, no te hagas la inocente. Admite que también te gustaba mosquear a Kami-le reprochó Mikami.

-Sí, bueno, ya, lo admito… ¿Pero qué querías que hiciera? Las personas graves como él hacen las cosas más fáciles para la gente como yo.

Elle y Mikami no pudieron evitar reírse. Light, aunque un poco avergonzado, también se rió por lo bajo. Sí, su cuñada era extraña, alocada y todo lo demás, pero también había sido un apoyo esencial en esa aventura que fue el nacimiento de su pequeña niña. Sonrió y tomó a Hikaru en brazos.

 

FIN/THE END/C’ EST FINI/DAS ENDE/OWARI DAYO

Notas finales:

Y bueno...Espero que les haya gustado el final.Honestamente,disfruté mucho haciendo este fic,me sirvió para aprender muchas cosas y para conocer personas maravillosas(ustedes! *lo abraza y les lanza galletitas*).La idea no es ponerme cursi ni nada por el estilo,pero quisiera agradecer a tod@s l@s que me dejaron reviews,tambien a los que no pero que siguieron este fic. Y mis agradecimientos superespeciales van para las personas que estuvieron conmigo desde el comienzo,cuando esto no era más que un pequeño proyecto:

-Minako!(Sin ti esto no existiría,cari)
-Mellocious(Tus reviews me encantan,eres lo máximo)
-Aome

-Ayumi
-VeroUchiha(con quien tuve una larga discusion sobre los beneficios de la leche)

-Wantan
-yuki_eirisan(tus reviews siempre me animaban,gracias)

-Ariz
-vegenisennawa(gracias por seguirme desde el inicio)
-yoshika(eres la mejor autora de MxM que he conocido! No cambies!)
-La Editora suicida ¬¬U aka Momo-chan(Al fin esta listo.Espero que aguantes hasta que nos veamos en marzo,wachita)
-Dai(Espero con ansias la continuacion de tu fic...cofcoftrabajaflojadelortocofcof)
-Hay-chan
-Mi mamá,que aunque no sabe de la existencia de este fic,fue una gran fuente de información respecto a los pormenores del embarazo.

-Ludra-Jenova,mi inspiración y modelo a seguir.

-A los conejitos rosa,que después de esto se tomarán unas merecidas vacaciones.

-Y, por último, pero no menos importante, a los grandes genios gracias a los cuales esta historia(ni muchas otras)hubiesen existido: Takeshi Obata-sensei y Tsugumi Ohba-sensei.

Los quiero,los adoro,los achucho y los abrazo con todo mi corazón.

Que Kira-sama todopoderoso esté con ustedes.

Al final, no hay finales,sólo nuevos inicios. 


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