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La Mejor Defensa por Charmeine

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Notas del capitulo:

Gracias por los Reviews.

Hum.... el título suena mejor en inglés.

Hiei acosando estatuas y un regaño a Genkai.

 

(Sigue en pie lo del juego de roles escrito de YYH)

Capítulo 21
Huevos Quebrados

 

   Los ojos de Hiei se abrieron. Algo lo había despertado... ah. Respiración entrecortada, lentamente calmándose, como si el dueño estuviese saliendo de un susto. Alguien había tenido una pesadilla.

   "No de nuevo..." La voz de Harry flotó desde la oscuridad, no lo suficientemente alta para despertar a nadie más. Un suave sonido y algunos clicks: Harry estaba quitando las ropas de cama y curtinas, y buscando sus anteojos. "Debo ver a Dumbledore. Ahora. Mismo."

   ¿Qué? ¿Dumbledore...? No solo una pesadilla, entonces... y hoy, de todos los días. Hiei aun seguía letárgico de el equinoccio.

   Esperó, escuchando a Harry buscar en su baúl por algo. Entonces el chico fue a través del cuarto, la puerta lentamente abriéndose. Una pausa, y la puerta se cerró.

   Hiei se levantó, empujando las ropas de cama y cortinas. Fue a la puerta, y salió tan silenciosa y cuidadosamente como Harry, y fue tras el chico por las escaleras. Abrió el retrato, mirando a ambos lados para revisar que Harry no hubiese volteado.

   Harry no estaba a la vista. Que raro. Hiei no pensó que estuviese tan atrás del humano... salió, cerró el retrato (¡y de nuevo, la Dama Gorda dormía!), y giró a la derecha. Harry probablemente estaba avanzando a la Oficina del Director. Hiei no estaba enteramente seguro de donde estaba, pero las oportunidades de que estuviese en otro piso o un ala distinta del castillo eran grandes. Eso pondría la ruta de Harry  través de el atrio de escaleras.

   Llegando a la base de el séptimo piso, Hiei miró cuidadosamente por sobre el riel, a las profundidades del atrio. Dos pisos más abajo, una sola escalera lentamente se paraba. Los ojos de Hiei se aguzaron. Se inclinó un poco más hacia delante, volteando su cabeza de lado para oír mejor.

   Muy bajo, estaba el sonido de pasos suaves y veloces. Si Hiei no fuese un demonio, si no hubiese sobrevivido el salvaje Makai y sus ciudades desde la infancia, no habría podido oírlo.

   Revisado las posiciones actuales de las muchas escaleras, Hiei trepó a el riel y comenzó a seguir el sonido lo más invisiblemente posible, asumiendo que Harry se había puesto un hechizo de invisibilidad a él mismo.

   Los pasos lo llevaron a un aterrizaje  en el segundo piso, bajo varios corredores, y a un largo corredor sin cubierta. Hiei esperó en la esquina del pasillo, escuchando tan cuidadosamente como podía, pero antes de que Harry pudiese haber llegado al otro lado del pasillo, sus pasos se pararon. Una toma de aire suave, Harry iba a hablar.

   "Gr-"

   ¡CRASH!

   Hiei se tapó las orejas con las manos. La risa de Peeves se alzó por encima de los indiscutibles sonidos de eco de metal cayéndose: trofeos, piezas de armaduras, a Hiei no le importaba, ¡eso dolía!

   Miró por el corredor, solo para ver a la gárgola saltar de nuevo a su lugar. Ojos achicados, Hiei se movió al frente, parándose silenciosamente frente a la estatua. No se movió; obviamente no se activaba por la presencia de una persona. Así que... tenía una contraseña, un gatillo manual, o estaba abierta solo a personas específicas, o cualquier combinación de las tres. Tal vez podría ver eso en la magia dando poder a la gárgola.

   Se quitó el vendaje de la cabeza, justo a tiempo para ser medio-cegado cuando una intrincada red de sellos venía a la vida detrás de la estatua. Colocó una mano sobre el Jagan y siseó, ojos aguándose. Él odiaba ser cegado por un flash. El Jagan parecía amplificarlo viciosamente.

   Tapando el Jagan de nuevo (lo que ayudaría al maldito implante recuperarse más pronto), Hiei se volvió a métodos más simples. Se acercó a la estatua y lentamente corrió los dedos por la superficie, sintiendo por gatillos manuales. No que esperara encontrar uno, considerando que dependientes parecían ser estos magos en sus varitas, pero esa era la razón del porque un cerrojo no mágico sería excelente seguridad aquí.

   Sus ojos se cerraron, mientras Hiei se enfocaba en lo que sus dedos le decían. Piedra plana... orilla suave... orilla con picos... más piedra... una pluma tallada se cayó. Los ojos de Hiei se abrieron ¿Una manija? Cuidadosamente, jaló el pedazo suelto. Se salió de su lugar ligeramente.

   Nada pasó. Un fiasco, entonces. Pero al menos probaba que alguien en la historia de la escuela era capaz de usar trucos Muggle. Hiei siguió buscando manijas.

   Tres manijas de broma después, Hiei se estaba impacientando. También empezaba a preguntarse si la persona desconocida a cargo de la gárgola había estado enteramente sano. Era una línea muy delgada entre ser un genio y estar loco, después de todo, y usar cuatro manijas de broma - incluso la bóveda de Enma solo tenía dos. Bueno, dos que Kurama había encontrado. Pero había considerablemente más defensas mágicas cuidando la tierra, el edificio, el pasillo, y la puerta, más los guardianes vivos.

   Una más. Si encontraba otra manija de broma, volvería a usar el Jagan, sin importar si se recuperaba o no. Se jaló hacia arriba con una mano, apoyándose en un ala para colocarse a la distancia correcta de las partes más altas de la gárgola, y pasó la mano libre sobre el cuello tallado.

   "¿Jaganshi, le molestaría explicarme porque exactamente acosa a una estatua? ¿A la una de la mañana?" Hiei se congeló, mortificado. Snape continuó, "¿Y Jaganshi? Eso no es una petición."

   Hiei solo lo miró.

   Snape lo fulminó con la mirada.

   Finalmente, el profesor rompió la estalactita. "Cinco puntos menos por acusar a la estatua, veinte puntos menos por salir después de la hora de dormir, y veinte puntos menos por desobedecer a un profesor. Venga, Señor Jaganshi. Creo que lo escoltaré de vuelta a su dormitorio. Para que usted no se... pierda... en el camino."

   Hiei gruñó mientras lo seguía.


   "-así que fue exactamente lo mismo, pero ahora en una conexión en lugar de un pantano, Profesor."

   "Ya veo," Dumbledore murmuró. "¿Y cómo te sientes ahora, Harry?"

   Harry hizo una mueca toscamente. "¿En una palabra? Terrible." Su cicatriz ardía, su cabeza estaba palpitando, sus músculos ardían... y había logrado sobrepasar todo eso hasta sentarse en la oficina, como había sobrepasado lo cansado y adormecido que estaba por despertar a la mitad de la noche hasta ahora. La adrenalina debía de estar subsídienlo.

   Dumbledore estaba asintiendo sabiamente. "Eso pensé. Ven, te escoltaré a Gryffindor."


   Durante el desayuno, la Profesora McGonagall recibió una lechuza. Mientras leía la carta, una expresión momentánea de preocupación pasó por su rostro, picando la curiosidad de Kurama. Se inclinó, murmuró algo a Genkai, y terminó su desayuno. Entonces ambas se marcharon.

   Kurama se levantó casualmente y se fue también.

   Se encontró con las dos más adelante en el pasillo, y se ocultó en el lugar indicado para poder oír.

   "No son estudiantes para Aurores, Genkai, son niños. No están dispuestos a sufrir por su educación, particularmente no en los fines de semana. Los descansos de fin de semana son casi sagrados para ellos, y harán lo que sea para evitar ser molestados."

   Genkai cruzó los brazos y fulminó con la mirada. "Ellos tienen los Sábados libres. Mimarlos solo los hace perder el respeto hacía ti."

   McGonagall lanzó una mirada fulminante de regreso. "Tal vez, Profesora Genkai, es así como se hace en Japón, pero ha usted aceptado una plaza en el Hemisferio Occidental, si no lo ha notado. ¡Estos estudiantes no vinieron aquí bajo la impresión de que serían forzados a una escolaridad estilo Oriental bajo una profesora excéntrica, quien, si el patrón actual se mantiene, no regresará el próximo año!"

   Genkai masculló, y finalmente dijo, "Lo que hago con Yuusuke es mi problema, y el suyo. Él accedió al entrenamiento."

   "Eso esta muy bien," McGonagall dijo. "Pero, lo despertará y lo llevará a su entrenamiento calladamente. Usted no despertará a los otros estudiantes en su dormitorio, ni causará más destrucción al azar. El Señor Urameshi puede haber accedido a su entrenamiento, pero le aseguro que el Señor Potter, Weasley, Thomas, Longbottom y el señor Finnigan no. Tampoco he visto al Señor Jaganshi o al Señor Kuwabara unírseles. Francamente, Profesora, solo hay un Señor Urameshi, y hay siete compañeros de cuarto suyos."

   "Me pidieron que viniese aquí para enseñar a estos niños a defenderse a si mismos," Genkai razonó.

   "Claro que lo fue," McGonagall respondió suavemente. "¡Y lo hizo tan bien que los cinco de ellos, incluyendo a Harry Potter, le rogaron a uno de nuestros ex-alumnos que les enviara tapones de orejas encantados para poder dormir más!" Genkai se inclinó hacia atrás, ojos bien abiertos de sorpresa. Kurama estaba sorprendido también-tener a Harry Potter y al resto de sus compañeros incapaces de escuchar si alguien entraba en su habitación durante la noche era algo muy peligroso. McGonagall continuó más calladamente, "Tengo entendido que le tomó al Señor Kuwabara el sacudirlos para despertarlos, ya que no podían escuchar una maldita cosa."

   Genkai abrió la boca. McGonagall alzó una mano y habló primero. "Mi punto, Profesora Genkai," dijo calmamente, "Es que si escucho que usted a molestado el sueño de cualquiera de esos niños por algo menos que una emergencia de escalas mayores, yo la transfiguraré en una taza de té. Y luego, informaré al retrato de la Dama de Rosa que usted no esta permitida a entrar en la Torre de Gryffindor, sin importar que contraseña de maestro dé. Espero que nos entendamos mutuamente."

   "Perfectamente, Profesora."

   "Excelente, Profesora."

   McGonagall giró y se esfumó. Un momento pasó antes de que Genkai volteara la cabeza. "Se que estas ahí, Kurama. Supongo que estas muy entretenido."

   "Bueno.... sí." ¿Por qué mentir? No era todos los días que podías ver a Genkai ser vencida en un argumento.

   "No lo estés." Los ojos de Genkai brillaron con una pizca de diversión. "Esto es un poco de choque de culturas. Va a ser igualmente tu problema muy pronto."

   La sonrisa de Kurama no se perdió. "Solo si no hubiese tomado sus sensibilidades en consideración cuando comencé mi propia planeación."

   Genkai dio un sonido de ofensa y se fue, y Kurama se dirigió hacia fuera.

   Este era un buen día.                          


   Una presencia fría cerca de sus sellos despertó tarde a Hiei. Se sentó, bostezando, y quitó la cortina. Yukina se sentaba en una silla junto a su cama, con los ojos en el piso, y parecía que había estado esperando pacientemente por un rato. Alzó una ceja a modo de pregunta.

   "Buenos días, Oniisan," Yukina dijo suavemente, su mirada cambiando hacia él por un segundo.

   "¿Qué pasa?" preguntó él.

   "Yo... estabas enfermo, ayer, y yo no..." Se encogió un poco. "¡Lo lamento tanto!"

   Hiei frunció el ceño. "¿Por qué rayos deberías lamentarte?"

   "Yo no..." Tuvo que esforzarse para escuchar sus siguientes palabras. "...ni siquiera lo noté..."

   "No esperaba que lo hicieras," Hiei murmuró. Dolía decirle eso, pero no era como si ella hubiese podido hacer algo más que preocuparse. "No eras tú misma." Ella no debía - no podía - haber pasado inafectada.

   "Bueno, no... fui terriblemente ruda ayer. Con todos..."

   Hiei parpadeo. Había logrado distraerla de disculparse, pero... "¿Ruda?" ¿Desde cuando era Yukina, de todas las personas, ruda?

   "Me salté todas las cortesías... arreglé los horarios de las tutorías sin siquiera pedir que se sentaran, ¡ni siquiera ofrecí té!" Oh. Ese tipo de rudeza. Los modales de Botán. Dio un sonido algo divertido.

   "Estos gaijin no lo habrán notado," le dijo. " ‘Ir al grano' es su modo de hacer las cosas."

   "Pero... ¡Pero el Señor Malfoy lo hizo! ¡Estaba terriblemente molesto!"

   "Olvida a Malfoy."

   "¡Pero--!"

   "No lo merece."

   Yukina suspiró. "No quiere que yo sea su tutora. Y creo... creo que puede haber estado practicando por si mismo..."

   "Nada que puedas hacer al respecto," Hiei dijo toscamente, quitando las cobijas. Sacó las piernas de la cama, y se congeló, sintiendo los ojos de Yukina sobre él. "¿Qué?"

   "Um... ¿podrías...?"

   Hiei arqueó una ceja, esperando. Si ella quería que le echara un ojo a Malfoy, él la dirigiría a Kurama.

   "¿Podrías decirme lo que harías tú?" preguntó ella.

   Oh. "Dejaría que se hundiera o que nadara," dijo planamente. La mirada de Yukina se fue al piso de nuevo, con horror. "Pero ofrecería ayuda de nuevo, después de que se metiera en problemas por hacerlo solo," ofreció, mintiendo. Ella miró hacia arriba, visiblemente más relajada.

   Un sonido de movimiento suave atrapó la atención de Hiei. Se tensó, y giró hacia la fuente, quitando las cortinas. Luz de día cayó en la cama, y Harry se apartó violentamente, rodando sobre su estomago con un gemido bajo y poniéndose una almohada en la cara.

   "¿Estabas escuchando?" Hiei rugió.

   "Nng... no tan alto..."

   Hiei parpadeó. Mientras Yukina se aproximaba para mirar sobre su hombro, él preguntó más silenciosamente, "¿Estabas escuchando?"

   "No lo hacía..." Harry se medio-sentó, agarrando sus anteojos de la mesita de noche. "Solspec," Harry masculló, mientras se ponía los anteojos en la cara. Los lentes estaban oscuros. "Estaba durmiendo de más. Ow."

   "Harry-san... ¿te sientes bien?" Yukina preguntó.

   "Seguro. Estoy bien." Una pausa. "Gracias por preguntar."

   Yukina sonrió. "¿Entiendo que ocasionalmente se siente usted mal por sus sueños?" Harry se tensó, y Yukina se apresuró a calmarlo. "Oh, no se preocupe. Este no es conocimiento común. Me dijeron porque se de ciertos encantamientos curativos que no están disponibles para la medicina Occidental." Alcanzó con una mano. "¿Con su permiso...?"

   Harry la miró desconfiadamente desde atrás de sus lentes obscuros. "¿Va a doler?"

   "No."

   Harry se dejo caer en la cama. "Como quieras, entonces."

   Hiei se alejó, dejando a Yukina pasar. Mientras Yukina gentilmente tomaba los lentes de Harry y los colocaba de lado, Hiei acercó su silla. Ella se sentón, con la mano en la frente de Harry. Una luz azul pálido difusa rodeó al chico por unos segundos, y se desapareció. Harry se relajó completamente, y suspiró un silencioso "Gracias," antes de volver a dormir.


   Varias horas después...

 

   Querida Madre,

   ¡Soy el nuevo Guardián del equipo! Estaba esperándolo, pero no esperándolo al mismo tiempo. Un par de personas creen que es porque Harry y los gemelos eran la mayor parte del equipo, pero todos ellos insisten que no es eso. Hubiesen escogido a Ginny también si fuera así, ¿verdad?

   La escuela va bien. La Profesora Genkai nos puso a hacer un ejercicio de hechizos la semana pasada. Tuvimos que trabajar en equipos con los Slytherins (¡yuck!), pero pude atinar algunos golpes. Lo mejor (y lo peor) de todo es que Malfoy no pudo culpar a Harry de ninguno de los hechizos que lo golpearon. Estaban en el mismo equipo.

   Harry se enfermó otra vez la noche pasada, lo mismo que en el verano. Madame Pomfrey le dijo que descansara por el resto del día, pero logró escapar de tener que quedarse en la enfermería porque la hermana de Jaganshi quería practicar su nuevo hechizo curativo. Esta casi bien ahora, y empezando a lloriquear por perder en el ajedrez. Lo conoces.

Con amor,
Ron

 

   Harry tomó su pluma y la mojó en la tinta.

 

   Posdata - Gracias por los pastelillos. No le crea a Ron, ya estoy mejor. Solo esta enojado porque no lo desperté cuando pasó. Y yo NO estoy lloriqueando.

   Harry

**Continuará**

Notas de la autora:

"-"sobrevivir al Makai desde la infancia": de hecho, Hiei no siempre estuvo solo. Tiene casi 400 años de dad (en mi línea del tiempo, ya que en la historia nunca dice). Es algo tonto asumir que nunca ha viajado con nadie más. Pero él es considerablemente más solitario de lo que Kurama fue.

-"la gárgola tiembla, y salta de lado": estoy escogiendo la descripción del libro en lugar de la acción de la película. Es simplemente más fácil.

-"Odiaba ser cegado por un flash": le toma a los ojos de una persona muy poco tiempo ajustarse a la luz brillante, usualmente. Estoy consciente que el Jagan de Hiei toma mucho más. Pero el Jagan esta completamente fijo en la visión, sin intentar bromas. Su existencia entera esta en ver. Imagina que tú, como humano, haz sido golpeado por un concierto de rock completo - completo con el olor, el cigarrillo, comida, gritos, show de luces, y música - metido todo en el espacio de un segundo. ¿Te vas a tardar un poco más en funcionar de nuevo, no?

-Aún no puedo escribir como Dumbledore... *suspiro*

-Modales de Botán. No rudos, de hecho, pero muy distintos a los de Yukina."

Notas finales:

Por cierto:

Gaijin: Forastero. ¿Quién ha visto Rápido y Furioso, Reto Tokio? X3. Bueno, no...


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