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La Mejor Defensa por Charmeine

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Notas del capitulo:

Otro capítulo.

¡El primer Halloween del Tantei!

Y, ¿no adoran cuando Kurama es vulnerable?

Capítulo 26
Halloween

   Al siguiente día - o, más bien, tarde - una puerta cerca de la mesa de Gryffindor se abrió. Los ojos de Hiei se fueron a ella en instinto, y miró como Keiko miraba alrededor desde la apertura. Su mirada se alzó hacia las calabazas con caras flotantes que habían reemplazado las velas. Hiei entendía el sentimiento detrás de eso - extraño.

   Miró hacia la mesa de profesores, luego a la mesa de Ravenclaw, y entonces se metió por la puerta y rápidamente de apretujó en la mesa frente a Hiei, entre Hermione y Yuusuke.

   "¡Yukimura!" Hermione siseó, mirando a la mesa de profesores. "¿Qué estas haciendo?"

   "¡Shh! ¡No quiero que me atrapen!"

   Yuusuke sonrió y picó a la Ravenclaw con el dedo. "¡Ta~arde! ¡Tsk tsk! Lo siguiente será... ¡saltarte clases! ¡Te he enseñado bien, Padawan!"

   ¿Pada-qué? Hiei se preguntó.

   Keiko fulminó a Yuusuke con la mirada, y él ofreció una sonrisa incómoda. "Para tu información, estaba en la biblioteca," le dijo ella.

   "Lo retiro. Eres tan mala como siempre."

   Un movimiento en el rabillo del ojo de Hiei llevó su atención de regreso a la mesa de profesores. Dumbledore se había levantado, con una sonrisa extrañamente contenta en el rostro, y la cena apareció.

   Hiei parpadeó.

   La variedad era algo más elaborada de lo usual, y había un tema definitivo esta noche. Jugo de calabaza, pastel de calabaza, pastelillos de calabaza... incluso sopa de calabaza en un tazón hecho de una calabaza más pequeña y vacía. Las carnes estaban artísticamente mostradas como siluetas de gatos y murciélagos, y las patatas y pequeños platones de arroz estaban pintados de naranja.

   Hiei se le quedó viendo a su arroz naranja en completa incomprensión. No estaba enteramente seguro de que pudiese, o debiese, ser comido. Sería colosalmente estúpido usar un veneno que tenía un color tan brillante y obvio... pero sería igualmente estúpido el comer la cosa porque asumías que era muy obvio para ser veneno. Y demasiado razonamiento a través de esas líneas le daría un dolor de cabeza muy rápido.

   Dio una mirada en cubierta a través de la mesa. Yuusuke y Keiko miraban al arroz naranja tan confusamente como Hiei lo hacía, aunque Kuwabara estaba comiéndolo felizmente.

   "Esto es..." Keiko comenzó. "Esto... es... no se supone que el arroz sea naranja. No así. Esto no esta BIEN."

   "Esto es raro," Yuusuke masculló. "Todo el maldito DÍA ha sido raro." Miró a las linternas de calabaza que habían reemplazado las velas usuales.

   "Calabazas en todas las clases... calabazas en el AIRE..."

   "¿Es este algún tipo de Día Nacional de la Calabaza o algo así?"

   Para aquel momento, los Gryffindors más cercanos los miraban con sorpresa. "¿Nadie les dijo...?" Hermione preguntó. "Es Halloween."

   "¿Qué es eso?" Yuusuke preguntó.

   "Es un día festivo Occidental," Keiko respondió automáticamente. "Aunque... no lo entiendo. ¿Calabazas?"

   "Usadas para simbolizar el final de la cosecha," Hermione respondió, también automáticamente. Un débil relámpago de ¡date cuenta! Corrió por la mente de Hiei, antes que la chica continuara, "¿Han estado continuando su día entero SIN NINGUNA idea de que estábamos celebrando?"

   "¿Um, sí?"

   Hiei ignoró el clamor resultante de cada ayudante Gryffindor dispuesto a hacerlos más cómodos con la festividad. También ignoró los dulces y comidas de calabaza siendo colocadas en su plato por sus compañeros de cuarto.

   Fin de la cosecha...


   Kurama se iba a perder Astronomía, lo que era una pena. El Makai no tenía estrellas.

   Se apresuró a través de el castillo en pies silenciosos, manteniéndose en las sombras, deslizándose en lugares oscuros y detrás de tapetes cuando oía a alguien acercarse. La hora de dormir estaba próxima, sin embargo (excepto para las clases de Astronomía) y los encuentros eran pocos.

   Un elevamiento de poder un-poco-demasiado-rápido lo atrapó desprevenido, y se tropezó, mordiendo una maldición para no decirla. Se agachó detrás de un pilar y esperó a que se le bajara la aceleración de los latidos de su corazón. Las voces flotaban desde el patio.

   "El método ‘párate ahí y golpea constantemente' no va a trabajar con el demonio promedio, niños." Kurama reconoció la voz de Yuusuke fácilmente, lo que le dio un sentido de alivio. Amigo... "¿Cuántas veces se los he dicho? ¡Usen los pies! ¡Muévanse un poco!" Un casi silencioso susurro del aire moviéndose contra un cuerpo en movimiento, y el carnoso ruido de puño contra piel - tres de esos, y tres más de cuerpos golpeando el suelo.

   Peleando... lo están atacan-NO. Kurama se forzó a pensar racionalmente. Su charla; esta enseñando. Enseñando. No una pelea. Un segundo pasó en el cual Kurama se mordió el labio, trabajando para recordar las listas y horarios. Crabbe. Goyle. Bulstrode.

   "Muy astuto," Yuusuke dijo secamente. "Ahora LEVÁNTENSE. Fingiendo estar heridos peor de lo que están solo conseguirá dejarlos muertos."

   Muertos... muertos... muertos... Las manos de Kurama se volvieron puños, y salió corriendo.

   "No los golpeé TAN duro..." lo siguió antes de salir del rango de escucha.

   Varios corredores después, encontró la puerta trasera más cercana al Bosque, su objetivo. Hiei estaba apoyado contra ella, brazos cruzados sobre su pecho.

   "¿Qué...?" Kurama susurró.

   Hiei ladeó la cabeza para mirarlo. "Fin de la cosecha, Kurama. ¿Niinamesai, o no?"

   "Tú-" Maldición. Maldición maldición maldición... no se suponía que nadie supiera. Incluso ÉL no había reconocido el problema hasta después de sus clases. "¿Cómo--?"

   "Lo llaman ‘Halloween'. Es muy importante para los magos." Hiei dio una suave sonrisa, una sin ni una pizca de ser burlona. "El clima distinto... te agarró desprevenido. Estabas esperando otras tres semanas antes de que el pulso llegase."

   Kurama no podía responder. Era una cosa el compartir una debilidad, como en el equinoccio, pero esto tenía toda la desventaja en el lado de Kurama. Y no podía matar a Hiei - era Hiei. Estaba bloqueando el camino pero él era Hiei...

   "Así que. ¿Qué vas a hacer al respecto?"

   "No me puedo quedar," Kurama dijo. "Yo solo..." No puedo. Me duele... No puedo dejarme vencer... esta todo muerto ESTA NOCHE... "No puedo."

   Aún nada de falta de respeto o decepción en los ojos de Hiei. "El hoyo más próximo esta bajo el agua. No puedes llegar al Makai."

   Kurama bajó los ojos, alcanzó una mano bajo su camisa, y sacó la cadena de un collar. Un envase de vidrio plano colgaba de el final, lleno del fluido con el distintivo color de la Vida Pasada. Los ojos de Hiei se agrandaron ligeramente. "Bien..." Kurama murmuró. "El Bosque necesita una limpiada de todas formas."

   " 'Youko ha regresado, ellos lloran'," Hiei masculló.

   Kurama se encogió de hombros.

   Hiei lo estudió por otro momento, ojos y expresión vacía. Entonces se alejó de la puerta y dejó sus brazos caer.

   Kurama lo pasó y puso una mano en la perilla de la puerta. "Gracias, Hiei," dijo suavemente. Empujó la puerta para abrirla, miró a la luna medio llena, y tomó un profundo respiro de el aire frío de la noche.

   Dolor explotó en la parte trasera de su cabeza, y el mundo se puso negro.


   Hiei atrapó a Kurama mientras el pelirrojo caía hacia delante, previniendo un golpe contra el piso. Cabellos rojos se alejaron de la nuca de Kurama, y Hiei empujó lejos unos cuantos más, revisando la base del cráneo de Kurama con dedos cuidadosos para buscar un punto suave. No encontró ninguno, aunque seguramente habría una hinchazón dolorosa cuando Kurama despertase al día siguiente, y sus dedos se movieron hacia el costado del cuello de Kurama. Presionó el pulso.

   Uno... dos... tres... Su golpe inicial había noqueado a el zorro para que se desmayara, pero Kurama despertaría en segundos si Hiei no hacía más para mantenerlo inconsciente. Bloquear el flujo de sangre al cerebro era peligroso, pero Hiei NO podía usar su Jagan aquí afuera.

   Siete... ocho... Dejar a Youko ir en una rabieta de tristeza o contención por el Bosque Prohibido no era una opción. Con suerte, Kurama vería el sentido de eso, una vez que hubiese regresado a sus sentidos, y no mataría a Hiei.

   Nueve... diez. Hiei soltó la presión, y cerró la puerta con el pie. Ahora tenía unos minutos de ventaja, y colocó a Kurama en el pasto, volteándolo a una posición sentada. Arrojó su capa sobre Kurama, sin molestarse en quitársela primero, colocó los brazos del zorro sobre sus hombros, y con unos pocos jalones y nudos, tenía a Kurama acurrucado en su espalda en un cargador improvisado.

   Las piedras de la Torre sobre ellos eran viejas y gastadas, con aperturas y arruinadas a una superficie excelente para escalada libre. Y ya que no había modo en que Hiei fuese a caminar a través del castillo cargando a Kurama - las posibilidades de ser atrapados y mandados a la Enfermería eran muy altas, y era una larga ruta al retrato de la Señora Gorda desde aquí - él trepó.

   Fue fácil una vez que hubo pasado el sexto piso. La Torre de Gryffindor comenzaba ahí, y las bases de las ventanas eran amplias y profundas. Eran unos buenos escalones para un demonio.

   Hiei se metió a su propio dormitorio a través de la ventana que había dejado abierta. El cuarto estaba, afortunadamente, vacío, incluso a esta hora, y rápidamente colocó a Kurama en su cama. Se empujó la banda de la cabeza más arriba en la frente, exponiendo su ojo Jagan, y uso un suave toque de poder para profundizar el estado consciente de Kurama a un punto cercano al coma.

   Tomó su katana de el baúl, cerró las cortinas, y se sentó contra la cabecera para vigilar pesadamente. Esta sería una larga noche.


   Harry abrió los ojos, y dio un respingo, alejándose de el borde de un risco. Lejos y abajo, el mar se ampliaba hacia el horizonte, vagamente distinguible de el cielo oscuro bajo la luz de una luna medio llena. El viento soplando desde el océano cortaba sus pijamas como si no estuviesen ahí, y molestaba sus ojos hasta que se aguaron.

   Giró, parpadeando rápidamente. Pijamas, pies descalzos, sin anteojos, sin varita, y sin idea de donde estaba o como había llegado... ¿Por qué LE PARECÍA familiar?

   Dos figuras humanas estaban paradas sobre un montón de plateado con chispas de dorado. Harry súbitamente estaba muy consciente de su cicatriz, sintiendo su pulso a través de ella.

   Eso lo explicaría. Otra visión ¡Y tendría que pararse aquí y mirar la matanza sin poder HACER una maldita cosa al respecto! ¡De nuevo!

   Lentamente, Harry caminó hacia ellos, ojos concentrados en el piso en lugar de las personas. Sentía el picoso pasto muerto-por-invierno y las pequeñas rocas, aunque sus pies no tenían el menor efecto en ellas, y no quería particularmente pararse en una gran y puntiaguda roca.

   A medio camino entre el risco y Voldemort, vio una línea ligeramente brillante en el suelo, y se detuvo. Este era el punto en donde había golpeado la barrera la última vez, ¿cierto? Tal vez... tal vez había algo más al respecto. Tal vez esa vez, si se mantenía calmado, encontraría una apertura en la barrera y podría hacer algo.

   Harry comenzó a caminar junto a la línea, ojos sobre ella, tratando de no fijarse mucho en las figuras. Dentro del círculo - por que era un círculo - Colagusano se inclinaba al suelo, y luego se enderezaba.

   "No tan alejados, tonto," Voldemort siseó, atrapando la atención de Harry. Colagusano se inclinó de nuevo, esta vez sin obtener reacción de su amo. Se alejó y tocó la masa de plata-dorada. Un unicornio medio-crecido se levantó, y Colagusano lo colocó cuidadosamente. Entonces sacó un cuchillo.

   Harry saltó y alejó la mirada de la escena, mirada pasando sobre los extraños símbolos en el piso, antes de que el unicornio soltara un grito animal y el mundo girase lejos.


   Se despertó con un golpe a su propia cama, cicatriz ardiendo. El unicornio, el ritual... tercera vez, ahora. Ir corriendo a Dumbledore para contarle no le había hecho nada la última vez, pero tal vez debería, ya que estaba despierto. Mejor que levantarse temprano, o esperar hasta después de clases.

   Harry alejó sus cubrecamas y tomó sus anteojos. Entonces salió de la cama, se puso unas pantuflas, y fue a su baúl para tomar la Capa de Invisibilidad.

   "¿De nuevo, Potter?" Ante la suave pregunta de Hiei, Harry rápidamente se puso la capucha de la capa De nuevo... sí. ¿Espera, que le hace decir ‘de nuevo'? Hiei sacó la cabeza de detrás de sus cortinas. "Tienes el peor de los tiempos," masculló, saliendo al cuarto. Harry intentó respirar calladamente, mientras Hiei caminaba por el cuarto, sus ojos oscuros agudos y buscando. Llegó a la puerta, cruzó los brazos, y miró al cuarto en general con descrédito. "Quítate el encantamiento, Harry," dijo él, aún en el mismo volumen bajo que no despertaría a nadie más. "Sé que sigues aquí."

   Algo sobre el modo en que Hiei dijo eso era extremadamente... espeluznante, incluso para él. Tal vez era el modo en que se había movido, más como un gato que como un chico adolescente, o la pista de ardiente - en lugar de fría - desconfianza en sus ojos. Harry no podía identificar la actitud que Hiei parecía estar irradiando ahora mismo.

   "Maldita sea, Potter, no puedo vigilar la puerta toda la noche. Quítate el encantamiento."

   Harry se quedó silencioso, mientras Hiei esperaba, ojos vigilando el cuarto. Después de unos minutos, Hiei suspiró.

   "Mira, no intento meterme en tus asuntos," dijo él. "Pero aporrear así mientras duermes... ¿y solo te vas a levantar para vagar por los pasillos? ¿Con esa gata malvada olfateando para meterte en problemas?" Se detuvo, una pizca de decepción una fantasmal presencia en su rostro. "Creí que eras más listo."

   Una pausa. Y era el turno de Harry para suspirar. "No voy a vagar por los pasillos," él admitió. "Voy con Dumbledore."

   Hiei se quedó quieto. "Otro de esos sueños, entonces," concluyó él. Entonces, sorpresivamente, ladeó la cabeza y preguntó, "¿Necesitas a Yukina para el dolor de cabeza?"

   Oh. Ese sería el motivo para el ‘de nuevo'. Hiei había estado ahí cuando Yukina curó a Harry de su última visión, de regreso en Septiembre. Pero esa vez, Harry había golpeado la barrera de Voldemort... esta vez, solo sintió la usual quemadura en la cicatriz, y eso se iría en la mañana. "No. Gracias."

   Hiei miró las otras camas. "Yo no puedo ir..." murmuró, mayormente para si. "Lleva a Yuusuke."

   El tono habría sido una orden si cualquier otra persona lo hubiese dado, Harry pensó, pero si estaba leyendo a Hiei correctamente... era más una petición. "Déjalo dormir," Harry respondió.

   Hiei se relajó ligeramente - en derrota, le pareció a Harry - le dio un asentimiento con la cabeza cortés, y se quitó de la puerta, regresando a su cama. Harry se movió a la puerta, mirando atrás antes de empujar el cerrojo, pero Hiei lo estaba ignorando ahora.

   Harry se fue.


   Hiei esperó a que la puerta estuviese cerrada, y se metió en la cama de nuevo, dejando a las cortinas caer a su lugar detrás suyo.

   Maldito ningen... si no estuviese atorado tratando de jugar al "nada sospechoso estudiante humano", el pudo haber HECHO algo para mantener a Harry aquí - tal vez noquearlo, también, o decirle planamente que estaba bajo guardia - en lugar de dejarlo ir por los pasillos sin supervisión. Y no podía enviar a nadie a seguir al chico; Yuusuke estaba gastando los límites de sus habilidades de ocultarse con solo pretender ser el estudiante demasiado poderoso y loco, más el favorito, de Genkai. Kuwabara no era una opción. Y en cuanto a él y Kurama...

   "Shh..." dijo apaciblemente, empujando la conciencia de Kurama hacia abajo de nuevo con el poder del Jagan. La expresión de Kurama se calmó, las sutiles líneas de dolor apartándose de sus ojos y boca, mientras perdía esa conciencia que había ganado mientras Hiei peleaba con Harry.

   Hiei limpió una gota de sudor de la ceja de Kurama, y se sentó de nuevo para vigilar por el resto de la noche.

**Continuará**

Notas de la Autora:

"-"Te he enseñado bien, Padawan." Espero que no haya necesidad de aclarar esta referencia, pero... Star Wars.

-He visto rollos de sushi naranja, donde el arroz si se ve naranja. También he visto arroz pintado, aunque no estoy segura que venga en naranja. Pero el color de el sushi naranja es visiblemente un ingrediente separado. El arroz de Halloween no.

-Estoy cambiando el Niinamesai. El día mismo fue cambiado en 1948 a Kinro Kansha no Hi (Día de Agradecimiento al Trabajo), en Noviembre 23, para honrar al trabajador Japonés. Solía ser el día para un ritual de Cinto donde el Emperador hacía una ofrenda de el nuevo arroz de cosecha s los dioses, pero en estos días el Emperador solo hace eso en el primer Niinamesai después de ser coronado. Si tengo mi información correcta. De cualquier modo, Niinamesai NO es Halloween. Estoy cambiando las cosas para que tengan el mismo efecto en Kurama, es todo.

-"Youko ha regresado, ellos lloran." Youko Kurama, del doblaje de YYH.

-NO traten de noquear a alguien usando el método de Hiei. Sabe lo que esta haciendo y como evadir causar daño cerebral o muerte, y Kurama no es un humano normal. (Básicamente, no hagan esto, ¡ya que yo no sabría lo que haría tampoco!)"

Notas finales:

¿Se puede considerar como una escena KuramaxHiei? Yo opino que sí.


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