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La Mejor Defensa por Charmeine

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Notas del capitulo:

Voy a subir todos los capítulos que he traducido hasta hoy.

Capítulo 34
Navidad

   Kurama y Hiei se perdieron el desayuno, al igual que Yukina, pero aparecieron para el almuerzo: Hiei con una mueca y pensativo, Yukina irradiando cansancio increíblemente alegre, y Kurama irradiando simple cansancio. Tomaron lugares en la mesa, Hiei - como era usual - sentándose en la orilla y lejos de los estudiantes, con Kurama entre él y todos los demás.

   Harry no pudo evitar mirarlos durante la comida. Hiei se veía bien - no como si hubiese estado toda una noche en coma -- ¿pero lo estaba? Y lo más importante, ¿lo sabía?

   (Esa era una pregunta algo generalizada, Harry lo sabía, pero cubría todos los detalles importantes. ¿Sabía Hiei que había pasado la noche entera en el regazo de Kurama? ¿Sabía que Harry los había visto, que Kurama le había dicho sus secretos bajo esa promesa? ¿Sabía que Kurama quería (¿quería?) que, er, estar con él? ¿sabía que tan enfermo había estado, y que no lo habían llevado con la enfermera? ¿Sabía...? no, eso era estúpido, claro que sabría sobre el propio ritual de su gemela. ¿Verdad?)

   Hiei le dio un codazo a Kurama, haciendo al pelirrojo despertarse más de golpe y casi tirar los palillos chinos. Harry apartó la mirada velozmente, aunque Hiei no lo había mirado mientras lo hacía.  Él estaba abiertamente ignorando a la mesa entera.

   ¿Lo sabía?


   El fin de semana pasó, y el sol se puso en una noche fría y clara de Víspera de Navidad. Los maestros arreglaron una fiesta de patinaje en la pequeña bahía entre las dos mitades de la estuela, cerca de la cueva donde los botes de los de primer año paraban. Unos cuantos encantamientos de congelación  aseguraban que el hielo ahí era lo suficientemente grueso para sostener a Hagrid - esto fue probado cuando caminó en el para poner una cuerda alrededor de la bahía - y habían aplanado el hielo para patinaje fácil. Un encantamiento de luz de luna y varias antorchas daban suficiente luz para patinar, y unas pocas mesas en la playa proveían comida (bajo encantamientos para calentarlas) y un lugar donde sentarse si te cansabas.

   Hiei no estaba cansado, pero había logrado evadir intentos de meterlo al hielo. Así que se sentaba en las mesas con una taza de chocolate caliente, fulminando con la mirada aguda como dagas a Kuwabara cuando el desafortunado humano miraba hacia él. Era solo propio, como el ‘hermano' de Yukina. Hiei había estado en el Ningenkai lo suficiente para descubrir que la Víspera de Navidad era una noche extremadamente popular para las citas.

   Esta era una buena forma de mantener un ojo en adolescentes con problemas de hormonas, Hiei pensó, mientras miraba a los otros andar por el hielo. Encajaba con los extraños conceptos de ‘romance' ningen (suponía), pero no era exclusivo a las parejas - Harry y Hermione cayeron, jalando a Ron con ellos, los tres riendo mientras trataban de desenredarse - y estaba bien iluminado. Era fácil verlos a todos, incluso sin ojos demoníacos.

   Kuwabara, sorpresivamente, era un excelente patinador. Él y Yukina cruzaban el hielo expertamente, riendo mientras ayudaban a estudiantes caídos a elevarse. Kurama hizo una mueca cuando lo estabilizaron en sus pies, sin verlos intercambiar miradas tramposas. Ellos agarraron sus brazos y avanzaron, jalándolo entre ellos.

   "¿¡Qué!? ¡Hey--!" Kurama soltó, ojos agrandados.

   "Empuja, Kurama," Yukina dirigió dulcemente. "Lindo y suave. Derecha... izquierda..."

   Kuwabara se unió, exagerando su patinaje un poco en un modo de ‘enseñanza'. "Derecha... izquierda..."

   "¡Chicos--!" Lo soltaron, y Kurama logró un metro entero antes de caer cabeza-primero en un banco de nieve. Se elevó, tosiendo, con nieve cayendo de su cabello. "¡Es no fue divertido!"

   "¡Sí, lo fue!" Yuusuke rió, cayendo de sus propios patines.

   Kurama arrojó un puñado de nueve a él y a Keiko, y Hiei apartó la mirada. Estúpido zorro. ¿Por qué insistía en ser tan... humano?

   Ron se tambaleo a las mesas, tomando una copa de cocoa de el caldero junto a Hiei. "¿Por qué no estas allá?" preguntó él, sentándose en el banco. Hiei le dio una mirada de desdén, pero el chico la ignoró. "¿No puedes patinar, huh?"

   "Puedo patinar." Era verdad. A diferencia de Kurama, quien prefería evadir las partes más frías de los Tres Mundos tanto como pudiesen, y por tanto nunca había aprendido a patinar, Hiei había pasado un número de décadas en las regiones árticas del Makai.

   "Entonces venga, afuera," Ron dijo, tomando un trago de su chocolate. Tragó y añadió, "No te puedes estar divirtiendo sentándote aquí así."

   Hiei le podía dar a Ron un oído lleno de su opinión de ‘divertido', si no tuviese que jugar humano. Se conformó con una mirada fulminante y quemadora... que tampoco funciono. Esta gente se estaba acostumbrando demasiado a él.

   Ron señaló con su taza. "¿Realmente estas TAN enojado con él?"

   "¿Qué?"

   "Kurama," Ron clarificó, aunque esa no había sido la pregunta de Hiei. "Están actuando como los gemelos cuando tienen una pelea. Todo ‘me voy a sentar junto a ti pero pretenderé que no existes'." Tomó otro trago de cocoa. "George es muy bueno en eso. Fred tiende a inclinarse a estas miradas tristes que me asustan un poco, especialmente cuando es su culpa. ¿Así que, que hizo?"

   Hiei forzó un surgimiento de incomodidad a desaparecer. Él... ¿ellos habían sido tan obvios que incluso Ron se había dado cuenta? Creyó haber actuado normal. "No se traduce," dijo cortésmente.

   "Sí, Ron dijo sarcásticamente, girando los ojos. "Seguro."

   "No lo hace," Hiei repitió. Porque realmente no se traducía a términos humanos. Los humanos tenían toda esa mierda del ‘amor', que cubria a la familia y a los amantes y a los amigos y quien sabe a quien más. Los demonios tenían confianza y supervivencia, si tenían suerte. Los niños Prohibidos no tenían siquiera eso.

   Excepto... Hiei sí. Formalmente, incluso. Kurama era un lunático.

   "Hizo algo estúpido," Hiei gruñó.

   Ron asintió. "Sí, todos oímos de las cortinas de cama. Hermione estaba echando humo."

   "No ESO." Aunque Kurama se lo tenía bien merecido por romper los sellos de Hiei.

   "¿Hizo algo más torpe?" Ron sonaba atónito. Hiei le dio una mirada, y lo encontró mirando fijo al hielo, ojos agrandados. "No parece el tipo."

   "Te sorprenderías," se le escapó. Hiei parpadeó, y achicó los ojos hacia su taza de café. ¿Alguien le había puesto alcohol a la bebida?

   Ron se terminó la bebida, y colocó la taza en la mesa con un sonido huevo. "Bueno. Cuando tu mejor amigo hace algo estúpido, ese es el momento de quedarte a su lado." Dio una sonrisa de remordimiento. "Aprendí eso del modo difícil."

   Se tambaleó al hielo, Hiei mirándolo blancamente. ¿Mejor amigo... cuando... es el momento de quedarme a su lado...? Tirabas a los aliados y castigabas a los subordinados cuando hacían cosas estúpidas. ¿Pero quedarte a sus lados? Eso era... tan humano.

   Pero Kurama no es un subordinado. O un aliado. Él es...

   Él es...

   Pero ahí, la mente de Hiei quedaba en blanco.

   "Jódanse," masculló, colocando su taza de lado y atándose los patines. Sentarse aquí y pensar al respecto no haría al zorro más comprensible. Se empujó a sus pies y fue hacia la orilla del hielo, flotando a la bahía sin ninguna pausa. Yukina le sonrió, y dirigió a Kuwabara para que se alejara, mientras Hiei patinaba hacia la red en la orilla lejana de la bahía.

   Kurama se sentaba en el hielo ahí, desenredando su patín de las cuerdas. Hiei se inclinó y quitó el último nudo, ganándose una sorprendida sonrisa de Kurama. Atrapó la muñeca del zorro. "Tienes el balance, úsalo," dijo gruñonamente, medio-jalando a Kurama a sus pies. Kurama se tambaleó, y Hiei atrapó su otro brazo. "No tan atrás. Mejor. No levantes tu pie, y empuja..."

   Lentamente, comenzaron a rodear el hielo, Hiei patinando hacia atrás y jalando a Kurama con él mientras enseñaba al zorro a patinar.


   A la inhumana hora de nada-cerca-del-alba (toscamente las seis de la mañana), Harry se despertó por alguien que lo agitaba toscamente.

   "¡Despierta!" Ron gritó felizmente. "¡Es Navidad!"

   "Nngh..." Harry dijo, alcanzando y colocando sus anteojos en su rostro. Se sentó mientras Ron continuaba con el resto del cuarto, agarrando los postes de las camas de Yuusuke y Kuwabara y agitándolos. Aparentemente, no iba a arriesgarse a ser golpeado.

   "¡Feliz Navidad! ¡Despierten!"

   Harry sonrió. "Cielos, Ron, ¿tienes cinco o quince?" preguntó secamente, no lo suficientemente despierto para ser molestón.

   "Cinco," Ron le regresó. Pateó la cama de Hiei, evitando las cortinas y sus sellos. Hiei sacó la cabeza, haciendo una mueca. Ron sonrió de oreja a oreja. "¡Feliz Navidad!"

   "¿Qué?" Hiei gruñó.

   "Fe-liz-na-vi-dad," Ron repitió, palpando la pequeña pila de paquetes con envolturas brillantes sobre el baúl de Hiei. Los ojos del pequeño chico cayeron a ellos.

   "¿Qué...?" el tono de Hiei había pasado de gruñón a confundido.

   Harry recordó su primera Navidad en Hogwarts. ¿Los Japoneses intercambiaban regalos de Navidad? Hiei no parecía tener idea de lo que era uno. "Regalos de Navidad, Hiei," explicó él. "Regalos para ti."

   Aturdidos ojos negros cambiaron de la pequeña pila al rostro de Harry.

   Yuusuke y Kuwabara gritaron, distrayendo a Harry.

   "¡Muy bien! ¡Regalos!"

   "¡Ahhh! ¡Tengo uno de Yukina-chan!"

   Harry jaló el regalo de arriba de su pila. Forma de libro, pesaba como libro, etiqueta "De Hermione"... que sorpresa. Arrancó el papel, y sonrió. Incienso y Sueños: Revelaciones Místicas para Fleece el Incauto. Justo como Hermione, el darle algo para ayudar en sus tareas. A él y a Ron se les estaban acabando las ideas para la tarea de adivinación.

   Miró hacia arriba, y asintió a la pila de Hiei. "¿Qué te dieron?" Preguntó, aunque Hiei solo había llegado tan lejos como era sostener su primer regalo cautelosamente, sin abrir, y mirarlo como si fuera a morderlo.

   Una mirada medio-corazonada a Harry, demasiado llena de confusión para ser fulminante, y Hiei lentamente quitó la cinta adhesiva con una uña, quitando el papel para revelar una caja. Quitó la tapa y la puso de lado, y sacó una piedra y una ropa.

   "¿Qué es?" Harry preguntó.

   "Nuevo equipo de mantenimiento de espada," Hiei respondió. "Alta calidad."

   "Genial."

   Ahora que Hiei había sido encaminado a abrir los regalos, Harry regresó a los suyos. El siguiente paquete era el usual suéter Weasley - este año, Molly había incluido un gorro de lana como el de Ron - y el siguiente era una Snitch de práctica y un equipo de mantenimiento para la Saeta de Fuego (más cera y trapos de pulir, unas tijeras para agudizar las puntas de las ramitas, y un calibrador de edición especial para revisar que las ataduras de las ramitas tuvieran la tensión correcta) de Sirius y Remus. Hagrid envió un jarrón de Chocolate ("Receta de Olympe, algo suave para mí, pero ella dice que sus estudiantes lo aman. ¡Feliz Navidad!"), Ron había dado su paquete de usuales pequeñas cosas de Honeydukes y Zonko's, los Dursleys habían enviado un clip de papel roto... y había un regalo extra este año. Harry lo recogió, algo confuso. ¿Quién más le... tal vez Dumbledore?

   La etiqueta leía: De: Tantei, por tu hospitalidad.

   "¿Quién es Tan-tay?" Harry preguntó.

   "Esos somos nosotros," Yuusuke dijo alrededor de una boca llena de dulce. "Es abreviación para los estudiantes de Genkai."

   "Si no traduces el kanji a Inglés," Hiei añadió, cortando un listón en lugar de deshacer el nudo intrincado en una pequeña caja.

   "Oh." ¿De todos ellos? "Gracias."

   Yuusuke apartó el comentario. "Ábrelo primero."

   Harry lo hizo, levantó la tapa, y quitó el papel de pañuelo para revelar un cuchillo en su funda. Parpadeo. ¿Un cuchillo?

   Cuidadosamente, lo tomó de la caja, quitando un nudo atando el cuchillo firmemente dentro de la funda para seguridad, y sacó la cuchilla para examinarla. Por lo que podía ver, era un buen cuchillo - un agarre firme, del tamaño justo para su mano a menos que creciera de pronto; muy pocos decorados, incluso menos que los de la espada de Gryffindor con sus rubíes; y afilado solo de un lado y en la punta, más como los cuchillos que usaban en Pociones que como la espada de Gryffindor. Parecía ser una cuchilla de multiusos.

   La funda combinaba, con igualmente poco decorado - solo sus iniciales, quemados en el cuero oscuro - y unos extraños lazos en la parte trasera.

   "Las chicas te dieron la funda," Yuusuke dijo. "Keiko se rehusó a comprar la cuchilla - dijo que dar cuchillos es de mala suerte."

   "Yukina dice que es de excelente suerte," Kuwabara protestó.

   "Así que no tenemos idea," Yuusuke añadió, aún hablándole a Harry. "La funda se ajusta, puede acomodarse en tu brazo, cinturón, o pierna."

   Hiei volvió a doblar la túnica profundamente azul que había sacado de una de sus cajas de regalo. "La cuchilla esta perfectamente balanceada, a menos que quieras lanzarla. Podemos empezar a enseñarte a pelear con el después de las vacaciones."

   "Perdón si no es genial o divertido," Yuusuke terminó. "Pero Genkai controla la mayor parte del dinero."

   "Creo que es excelente," Harry dijo honestamente. Estaba sorprendido, pero era un muy genial, pequeño cuchillo. Colocando la cuchilla de lado, jaló la pierna de su pijama arriba y comenzó a trabajar en como atar los lazos a su pantorrilla.

   Ron haló su último regalo a su regazo. "De Tantei," leyó la etiqueta en voz alta. Quitó el papel limpiamente del cuadrado paquete, jalando la envoltura brillante de lado y dejándola en la pila de listones y papel.

   Harry miró hacia arriba de el horror que estaba haciendo con los lazos. "¿Qué es?" preguntó Todo lo que podía ver era un pedazo pulido de madera negra. Ron volteó el rectángulo para revelar los familiares cuadrados de un tablero de ajedrez, en ceniza plateada y ébano negro. Mientras lo hacía, sus manos se fueron a los bordes.

   El tablero súbitamente se encogió en las manos de Ron, volviéndose del tamaño de un Galeón. Una cuerda salió de una orilla, volviendo el tablero en un pendiente.

   "Es expansible..." Ron resporó, "¡y no tengo que cambiar mis piezas!" Miró hacia Yuusuke. "¿Qué tan grande puedo hacerlo?"

   "No lo sé. Unas cuantas docenas de metros."

   "¿Qué es un metro?"

   "Medida Muggle, como tres pies de largo," Harry respondió, haciendo un (muy) tosco cálculo en su mente. Redondear a cuatro docenas, redondear a cincuenta, multiplicar por tres... "Ciento cincuenta pies o algo así. Lo intentaría afuera si fuera tú."

   Los ojos de Ron se encendieron. "Excelente..."

   Antes de que Ron pudiese sugerir que lo intentaran de inmediato, Hiei anunció que el reloj leía "Tiempo de Desayunar". En la rapidez resultante de vestirse, cepillar el pelo y los dientes, y encontrar zapatos (y tropezarse sobre Yuki, quien maulló y atacó el tobillo de Kuwabara inteligentemente), todos los pensamientos de regalos fueron momentáneamente alejados a favor de lo más importante - el festín de Navidad.

**Continuará**

Notas de la Autora:

 

"-La Víspera de Navidad es una fecha muy popular en Japón para las citas, tan grande como San Valentín aquí en los Estados. Hiei solo no tiene razón para saber que la tradición no es universal.

-Er, de hecho no sé patinar. Nunca tomé lecciones. Puedo ir por el hielo, algo, pero prefiero usar el riel para jalarme. Así que no puedo decir mucho de esa escena.

-Tanteo NO es abreviatura de "estudiantes de Genkai". Están mintiendo.  Significa "detective" (el Japonés no tiene plural, aunque hay un sufijo de -tachi y varias palabras para contar), y en el caso de la banda de YYH específicamente se refiere a Reikai Tantei, o Detectives del Mundo Espiritual.

-Adicionalmente, no sé nada de cuchillos, tampoco. No puedo recordar si es la cultura Oriental u Occidental la que dice que los cuchillos dan mala suerte, pero estoy segura de que es una de ellas. Cultura del Makai, por supuesto, es enteramente diferente... piensan que dar cuchillos es genial, algo así como dar grandes cantidades de dinero para nosotros. Y es muy práctico.

-El el arca de la Flauta de Insectos, Yuusuke y Kuwabara se enojan cuando una banda les saca cuchillos. No aprecian peleas de bandas con cuchillos, pero eso fue sicótico y no provocado. Harry NO va a ser dirigido a pelear con su cuchillo a menos que sea atacado por Mortífagos o un animal rabioso o algo así. Es un último recurso de "perdiste tu varita y no tienes una espada y tu magia interna aún es desconocida"."


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