Notas de la Autora:
"-Oni wa soto, fuku wa uchi: demonios afuera, felicidad dentro - lo que dices cuando arrojas frijoles de soya alrededor de tu casa en Setsubun.
-Baka: idiota; aho: tonto
-Baka wa soto: idiotas afuera
-Saotome: George Saotome, el ogro del Reikai secuaz de Koenma."
Capítulo 39
Setsubun
"¿Neville? Vamos, Neville, despierta," Kurama murmuró, agitando el hombro del chico. El cielo estaba empezando a aclararse imperceptiblemente en el este; Kurama había dejado a Neville dormir un poco más de lo que probablemente debía. El último pedazo de pasto en su sección había sido el más difícil de quitar del piso. Había gastado demasiado tiempo flexionando sus dedos medio-congelados y con ampollas, y gruñéndole al pedazo terco.
Neville se movió y jaló las cobijas más cerca de si, gruñendo dormilonamente.
Esto no funcionaría. Kurama le quitó las sábanas. "¡Despierta!"
El frígido aire de noche golpeó a Neville, y se levantó con un respingo. "¡FRÍO!"
"Buenos días, dormilón," Kurama respondió. Eso le ganó una mirada agria. "No tenemos mucho tiempo. Toma, tu caja."
Neville parpadeó rápidamente, desorientado por la sorpresa de despertar, mientras Kurama presionaba el equipo de semillas en sus manos y lo levantaba a sus pies.
"Guantes fuera," Kurama ordenó. Los suyos ya se habían ido, metidos en un bolsillo.
"Pero está frío... " Neville masculló, quitándose los guantes de piel de dragón y casi dejando caer la caja.
"Solo se pondrá peor, me temo." Congelación encima de las ampollas. ¿Cuánto más...? Kurama miró al cielo y comenzó a traer semillas de su cabello, puñados enteros a la vez. "Toma tu equipo y comienza a arrojar semillas al suelo," le dijo, haciéndolo. "Mantenlo lindo y equitativo; funciona mejor si no están amontonadas en el camino de las otras.
Neville le dio una mirada extraña (Solo he usado una semilla de mi cabello en su presencia... ¿qué, una vez? ¿Dos veces? Kurama pensó. Y no creo que siquiera estuviera prestando atención en ninguna ocasión: demasiado asustado de el gran y malo Slytherin, demasiado furioso con Snape), pero abrió su caja y comenzó a esparcir los contenidos, haciendo amplios, habilidosos arcos.
No es una mala técnica. ¿Me pregunto si alimenta a las aves muy seguido o si es solo un accidente?
El cielo lentamente se aclaraba en el este - amarillo, dorado, blanco, un hilo de rosa pálido en una nube solitaria - mientras vaciaban sus equipos de semillas gentilmente en sus respectivos prados. Ocasionalmente, uno u otro se inclinarían para revisar que una semilla no hubiese rebotado, empujándola de regreso a su lado de la línea o fuera de la nieve si había pasado.
Trabajando de este modo, no fue mucho tiempo antes que ambos chicos terminaran.
Kurama se enderezo y se quitó la tierra de las manos, quitando una última, terca semilla. Cayó a la tierra preparada, pero a Kurama no le importaba. "Solo un par de cosas," dijo él, parándose en la nieve al lado oeste de la tierra aclarada. Neville lo siguió. "Párate aquí, y mira al este."
"¿Por qué?"
"Ya verás. Ahora, quiero que sientas tu magia. No hagas nada con ella, solo siente el poder y sostenlo. ¿Lo tienes?"
"Sí..."
"Bien." Kurama levantó sus manos, con una última mirada a Neville. "Esto, no tienes que hacerlo - es solo un habito que tengo."
"¿Qué--?"
Los árboles en el horizonte brillaron dorado bajo sus hojas. Kurama aplaudió dos veces con las manos y estiró los brazos ampliamente, justo cuando los rayos del sol cayeron enteramente sobre él.
Profundo en su corazón, la inmensidad silenciosamente quedó en su lugar.
Neville se ahogó en su pregunta, agarrando su pecho.
Alto en la Torre de Gryffindor, Harry despertó con un respingo, su cicatriz quemándole.
Kurama sintió su rostro romperse en una pura, radiante sonrisa. Buenos días, pensó él. Bienvenidas de nuevo.
"¿Qué...?" Neville tartamudeó. "¿Qué FUE eso?"
Kurama no respondió por un argo momento, mirando al sol alzarse más alto sobre las colinas del este.
"Genkai no fue mi primera maestra," Kurama finalmente, suavemente dijo. "Mi primer maestro fue un antiguo Amo de Plantas, uno de los más poderosos en el Lejano Oriente..." Así que estaba torciendo la verdad un poco. Youko se enseñó a si mismo. "Tuvo cinco estudiantes en el curso de su vida, antes de que yo naciera. No sé que tan acertado es, pero las chicas le dijeron que se sentía como la concepción."
"¡¿Cómo... qué?!"
Kurama lo miró - el pobre chico se estaba poniendo rojo. "El sueño de invierno se ha roto. Todo el potencial para la vida, toda la magia durmiendo en cada semilla, esta despierta y jalando poder de la tierra, tomando ventaja de un poder en la parte trasera del poder de hoy para germinar." Se detuvo. "Así que el mundo acaba de concebir - algo así - y nosotros lo sentimos. Aún sentimos. Extraño, ¿no es así?"
De nuevo.
DE NUEVO.
Harry pateó sus cobijas lejos, metiendo sus pies en sus zapatos y tomando una túnica (la de la escuela de el día de ayer, arrugada) sobre sus pijamas. Me iba a dormir hasta tarde, pero NO. La maldia serpiente no puede calmarse por más de un par de semanas. Salió veloz del cuarto, gruñendo como cualquier adolescente al que le falta el sueño haría, y fue por las escaleras.
A través de la sala común - pergamino salió volando de las mesas, girando hasta que cerró de golpe el retrato de la Señora Gorda al salir. Por los pasillos, bajo las escaleras movedizas - retratos se despertaron - y a través de los corredores vacíos hasta la estatua de la gárgola - una antorcha se apagó.
"Yo NO voy a adivinar diez millones de tipos de dulces," le dijo a la gárgola. "Solo MUÉVETE de una vez." La gárgola casi se tropieza al quitarse del camino de Harry, y avanzó por las escaleras. Abriendo la puerta en la cima de golpe, Harry caminó por el cuarto y casi no se detiene al llegar al escritorio de Dumbledore. Solo el respeto que le tenía al hombre viejo, profundamente instalado desde la edad de once años, le evitó gritar.
"Estoy ENFERMO de esto, Director. Estoy enfermo de mi cicatriz, estoy harto del dolor, estoy ENFERMO de tener que ver cada MALDITA vez que la maldita serpiente mata o tira un berreo siseante sobre SNAPE..."
Dumbledore parpadeó a Harry sobre sus lentes de media-luna. "¿Entonces soñaste de nuevo?"
"¡SÍ, tuve un maldito sueño!"
"Así que... nosotros... yo acabo de sentir al planeta..." Neville divagó, agitando la cabeza.
Kurama se encogió de hombros. "Bueno, la región. El clima es algo distinto en otras partes del mundo. Pero, sí, lo hiciste. Y para serte bastante honesto, estoy algo sorprendido."
"¿Sorprendido? ¿Por qué?"
¿Aparte del hecho de que los humanos son increíblemente ciegos a el cambio de las estaciones? Bien... "Normalmente, un estudiante no estaría abierto al poder hasta como el décimo mes de entrenamiento, pero-" La escolaridad Occidental empieza en un momento completamente loco del año. ¿Quién siquiera oyó de empezar las cosas a media cosecha? Eso si es mala suerte. "-eso es porque el mejor con el que se empieza es el primero, y usualmente el entrenamiento empieza a finales de primavera."
"¿El mejor?" Neville parpadeó hacia él. "¿Quieres decir que hay más?"
"Varios," Kurama admitió. "Y no todos son ocasiones felices, como hoy. La mayoría son geniales," dijo claramente, ya que los ojos de Neville habían brillado con alguna emoción adolorida, "pero el equinoccio de otoño es... solitario. Y Halloween-" dolió como la crisis de Kaasan en los días que pasó en el hospital, pero peor, "-bien. Si no te tengo haciendo tus propias medicinas para dormir para entonces, puedes tener una de las mías. O puedes comprar una," añadió como un pensamiento tardío.
"Pero... pero... ¿No podemos solo... no sentirlo?" Neville preguntó. "¿No hacer esto de abrirnos en estos días?"
Kurama se alejó, sentándose cayadamente en el carrito y doblando las manos frente a su rostro. "Abrirse al poder es un trato de una-vez. La union es permanente."
"...¿Permanente?"
Dumbledore le señaló a Harry que se sentara, y dobló sus manos gravemente. "¿Dulce de limón?"
"No." Harry se dejó caer en la silla indicada. "Solo... no."
"¿Té?"
"NO." Acabemos con esto de una vez. "Sueño de unicornio, lo mismo y usual, olvidé escribir los símbolos y no puedo recordarlos, y-" lo más importante, "-están al menos molestándose en hacer NADA con la maldita información o no?"
Dumbledore bebió de su té, pensando por un largo momento. "Lo estamos," finalmente dijo.
Harry esperó por otro largo momento, y cuando era aparente que nada más iba a venir, empujó, "¿Y?"
"Mientras no estemos seguros si tu conexión con Voldemort es o no recíproca, no podemos decirte."
¿¡QUÉ!?
"¿¡Qué quieres decir, ‘permanente'!?" Neville dijo en un respingo.
"Quiero decir," Kurama dijo, "exactamente eso. No se cierra. Dura para toda la vida. Permanente."
"Pero... quiero decir, no estuvo mal, pero qué si yo no quería - yo no QUIERO estar unido al planeta y lastimarme en Halloween y... y..." Neville tartamudeó, encogiéndose en si mismo.
Un débil nerviosismo se colocó en el estomago de Kurama.
...Creo que acabo de hacer un gran, gran error en algún lado. "No tenemos opción en el tema," Kurama dijo callada, cautelosamente. "Pasa naturalmente después de un año de entrenamiento."
Neville lo miró fijo, sus ojos agrandados y aterradoramente vulnerables. Kurama suprimió un gemido ante la expresión. Creí ser mejor manejando a los cachorros...
"No es tan malo, de hecho," Kurama pensó en voz alta. "Hoy es el más suave y más repentino, pero también el más silenciosamente alegre. Como un nuevo bebé. Es el lugar propio en que comenzar. Los siguientes..." ¿Cuántos más? "...tres duran todo el día. Te sientes como si pudieses encarar a todo el mundo, o correr por siempre, y quieres bailar bajo la luna hasta que estés mareado-" o pelear contra un dragón por la belleza de hacerlo, o reproducirte por felicidad en lugar de necesidad... Él rápidamente salió de ese tren de pensamiento. Ahora no era el momento de distraerse.
"El cuarto casi no se nota, realmente, y solo los últimos dos son desagradables, como ya dije."
Los ojos de Neville se habían dirigido al piso en algún punto de la silenciosa explicación de Kurama. "Oh."
No era una reacción favorable o que ayudara. Kurama suspiró. "No puedo leer las mentes, Neville. No sé que más decirte."
"¿Qué tal ‘perdón por no preguntar primero'?" Neville masculló.
¿Perdón por...? Oh. Oh, mierda... "Tiempo de honestidad brutal, ya veo," Kurama dijo. "No hubiese sido un tema sobre el cual preguntar del todo, después de que comenzaste a entrenar - es lo mismo que si yo pidiera al invierno dejar de llegar - pero debí decirte que esto iba a pasar cuando te ofrecí ser tu tutor en primer lugar. Y debí darte la elección ese día." Reverenció profundamente desde su asiento en el carrito, propiamente como Shiori le había enseñado para máxima humillación. No me inclino ni siquiera ante los dioses, detentedetentedetente-¡pero él es MI estudiante y si yo lo rompo juro que mi humillación será mil veces peor!
Manos lo atraparon por los hombros. "¡No lo hagas!" Neville suplicó.
Los ojos de Kurama se movieron hacia arriba. "Pero yo-"
"Te perdonaré, ¿de acuerdo? ¡Pero solo no--!" Se sentó, frotando una mano sobre su cara incómodamente. "No hagas eso."
Felizmente, Kurama pensó. Estaría más que feliz de nunca tener que reverenciar a nadie de nuevo, y mucho menos pensar en su error.
"¿Así que, qué hacemos ahora?" Neville preguntó, temblando, después de un largo y nada confortable silencio.
Kurama miró alrededor del campo. "¿Ahora? Hacemos guardia contra bromas. Y esperamos."
"...¿esperamos para qué?" Neville preguntó desconfiadamente.
"Nada mágico, solo la tarde. Podemos comenzar a recoger las semillas entonces." Se detuvo un instante. "A mano."
Neville gimió en desesperación.
Harry entró por el hoyo del retrato y a la Torre de Gryffindor, arrastrando los pies... y se congeló cuando algo rebotó en su cicatriz.
"¡Fuku wa uchi!" Kuwabara gritó alegremente.
Mirando hacia abajo, Harry vio un fríjol yaciendo en sus pies. "¿Qué demonios...?"
Un segundo fríjol rebotó de su cabeza. "Oni wa soto," Yuusuke dijo. "Buena suerte del Setsubun. Parece que la necesitas."
"Me están lanzando fríjoles," Harry dijo, sin creérselo.
Le dieron sonrisas y encogimientos de hombros idénticos, y Yuusuke admitió, "Alrededor de todo el cuarto, de hecho. Tu cabeza solo está en el camino."
Correeeeeeecto.
Kuwabara le guiñó un ojo, moviendo el pulgar hacia la ventana, donde Hiei se sentaba y mirada gruñonamente al resto del mundo afuera. "Ahora, es su cabeza..." dijo, alcanzando una mano en la bolsa.
Uhoh.
"¡Oni wa soto!" Kuwabara dijo, lanzando un fríjol hacia Hiei. La mano de Hiei se movió, atrapando el pequeño objeto sin siquiera mirarlo. "¿Ehhh? ¡No funcionó!"
Hiei giró la cabeza de la ventana, fulminando con la mirada. Su mano se agitó, lanzando el fríjol de regreso. "Baka wa soto," gruñó abiertamente, mientras se rompía entre los ojos de Kuwabara. "No funcionó. Seguro que eres un aho en lugar de eso." Yuusuke explotó en risas.
"¿¡EHHH!? Yo, el gran Kuwabara Kazuma, soy-"
"Un tonto incluso más grande del que creí que eras," Hiei interrumpió. "¿Acaso me VEO como Saotome?"
Yuusuke se aguantó la risa lo suficiente para jadear, "Si mueves la cabeza a la derecha así y entrecierras los ojos-" la mirada fulminante de Hiei se intensificó. "-- ¡ni un poco!"
"Voy arriba por una siesta," Harry dijo velozmente, decidiendo escapar antes que hubiese sangre. Corrió escaleras arriba y de regreso a su cuarto, dos peldaños cada vez, sin escuchar los sonidos de una pelea comenzando antes de que cerrara la puerta tras de si.
A salvo. Caminó a su cama, cayendo en las arrugadas cobijas y quitándose los zapatos de patada. Su mirada aterrizó en la caja que Genkai le había dado temprano esa semana.
"Por SUPUESTO," masculló para si, levantando la tapa. ¡Él podía simplemente interrogar a la maldita serpiente sobre los planes de Voldemort! "¡Despierta!"
La cabeza de Nagini se movió. "¿Amo?"
Harry tembló un poco, pero lo ignoró. "El otro que puede hablarte. ¿Qué es lo que él hace con aquellos de un-cuerno y su sangre plateada?"
In siseo incierto, el equivalente en parsel a ‘¿huh?' "¿Qué otro? Solo usted habla."
"El que te hablaba antes de mi. ¡El extraño de dos-colas con ojos rojos!"
"...¿antes de usted? Hubo una peli-rosada antes de usted... un oji-café antes de ella, quien me dio este lugar oscuro... pero ninguno podía hablar..."
¿De que estaba hablando? "¿¡No lo recuerdas!?"
"No..."
Harry cerró la caja de golpe en la mesa y metió la cabeza bajo una almohada, furioso.
Muy poco sucedió por el resto del día, excepto por Filch gritando que daría muerte a alguien por unos frijoles de soya misteriosamente esparcidos sobre sus limpios pisos. Y un último encuentro mientras que los culpables rodeaban los campos afuera...
Habían pasado varias y dolorosas horas recogiendo las semillas del piso a mano, lodo gélido pegándoseles a las ropas mientras los rayos de sol llevaban la temperatura a un solo grado sobre congelarse. Kurama había permitido la cantidad más absolutamente mínima de magia; solo lo suficiente de sus magias internas para sentir las emillas enterradas en lodo o demasiado pequeñas para verlas. No había permitido a Neville ni a si mismo ponerse los guantes de nuevo.
Tan concentrado en el piso como lo estaba, Kurama oyó los gritos familiares antes de ver a los chicos.
"¡Oni wa soto!"
"¡Fuku wa uchi!"
Se enderezó de golpe, su espina tronando dolorosamente mientras apuntaba a Yuusuke y Kuwabara con un dedo enlodado. Su mirada fulminante los detuvo en sus pasos.
"¡Si lanzan ALGUNA de esas cosas aquí," dijo él fieramente, "les juro que patearé sus traseros todo el camino de regreso a Tokio!"
Los tres - Yuusuke, Kuwabara, y Neville - lo miraron con sorpresa.
"Es un fríjol, Kurama," Yuusuke dijo, lanzando uno suavemente hacia él ( no lo suficientemente lejos para llegar cerca de los jardines de tierra, sin embargo). "Son tu terreno, de todos modos."
"Sí, ¿cuál es tu problema?" Kuwabara preguntó.
Kurama achicó los ojos. "Hemos estado trabajando toda la noche, y van a dañar toda la red de poder si van arrojando fríjoles de buena suerte aquí ahora."
"¿Qué son fríjoles de buena suerte," Neville preguntó, "y por qué arruinarían las cosas?"
Yuusuke golpeó su frente con su mano. "Es increíble que ustedes sobrevivan," masculló él. "¡Set-su-bun! ¡Arrojas fríjoles de soya alrededor para absorver la mala suerte y traer la buena!"
"Yuusuke, realmente-no sabías sobre Halloween," Kurama dijo. "No esperes que ellos sepan sobre el Setsubun." Volteó hacia Neville. "Los fríjoles de soya son muy eficientes al absorber poder. Alejan a los demonios - mala suerte - al robarse el poder que los atrae,"
"¿Lo hacen?" Yuusuke preguntó.
"-no es que la persona Japonesa común sepa eso," Kurama terminó. "Sí, Yuusuke, lo hacen. La cual es la razón por la que hacen daño si vas alrededor lanzándolos al azar."
Yuusuke y Kuwabara se pusieron rojos, y empezaron a sonreír incómodamente.
Kurama se congeló. "...¿no los han estado lanzando alrededor al azar, o sí?" Preguntó desconfiadamente.
"Um... ¿no enteramente?"
"Vayan," Kurama suspiró. "Díganle a Genkai que son idiotas - le evitaré el problema - y entonces lo que acabo de decir sobre fríjoles de soya, entonces pregúntenle si podría traerlos con Accio."
Y así fue como Yuusuke y Kuwabara terminaron reemplazando las horas en vela de Kurama y Neville esa noche, al tallar el Gran Comedor de techo a suelo todo el Domingo.
**Continuará**
Notas de la Autora:
"-"tuvo cinco estudiantes durante su vida". No es para tanto. Fueron menos de 50 años en sus 1000 de vida. Solo necesitaba que tuviese suficientes estudiantes de planta para que varias chicas le dijeran lo que se sentía. Era muy importante por qué debía enseñarle a Neville a sentirlo AHORA en lugar de después.
-"dolió como la crisis de Kaasan en sus días en el hospital": crisis significa que el paciente de repente esta lo suficientemente enfermo como para morir, como tal ves tener un ataque al corazón u otro ataque mientras hospitalizado, o no respiró, o algún órgano principal comenzó a fallar... cosas así. Shiori tuvo una crisis la noche en que Kurama usó el Espejo.
-"pelear con un dragón por la belleza de hacerlo": inspirado en "The Beginning", de Larissa.
-Siguiente capítulo: no-plot. Otros personajes (aunque aún de los mismos puntos de vista). Felpudo. Valentin. Mwuahahahaha."