"-No, a Kurama no lo inundaron con cosas de San Valentín. 1. Harry es una gran celebridad, y solo obtuvo como doce. 2. Todos los autores inundan a Kurama con cosas de San Valentín. 3. Kurama es un Slytherin (lo que ahuyenta a tres Casas) y uno muy extraño (lo que ahuyenta a la suya).
Notas Extra:
1. Debido a las peculiaridades de la magia interna, la mayoría de las personas están en más de una clase. Tiene que ver con (A) qué tan complejo eres como persona, (B) cuantos intereses tienes, (C) cuanto empeño estas dispuesto a dar al practicar, (D), cuanta experiencia tienes y/o cual es tu edad, y (E) que tan fuete eres.
2. Kurama es una de las pocas personas que pueden, y pudo, enfocarse agudamente en una sola clase - Clase Búsqueda - e incluso así, no es completamente un Clase Búsqueda. También era un débil cambia-formas Clase Ámbar, excepto que esta bloqueado de el uso voluntario de esto por la cosa esa de la humanidad.
3. El Jagan sería un objeto de magia interna Clase Oráculo. La afinidad de Hiei hacia él fue inducida artificialmente. Su maestría del Kokuryuuha, un objeto/hechizo Clase Recipiente, es debido a que se sobrepone y mezcla con su propia clase Dragón (elemental) de fuego. Si Yukina fuese lo suficientemente fuerte, por ejemplo, tal vez podría controlar un dragón de hielo Clase Recipiente
4. Sí, el problema con probar la magia de Harry ESTÁ directamente relacionado a Voldemort.
5. Sí, tu magia interna puede evolucionar, aunque siempre retienes aspectos de tu clase principal. El problema con clasificar cosas es que realmente no caen en espacios limpios, y el cambio es un hecho de la vida."
Capítulo 41
Encuentros Cercanos
"¡No otro más--!" Ron gruñó, moviéndose para bloquear la toma de otro fotógrafo.
"¿Va a ser así cada vez que ponga un pie en público?" Harry se preguntó en voz alta.
"No," Hermione respondió. "Solo cerca de las festividades, durante las semanas de noticias lentas, cuando haya una figura pública mayor de edad cerca, cuando tu aparición esté programada, cuando estés soltero y elegible-"
"No ayudas, Hermione," Harry interrumpió, sintiendo la sangre subiéndole a la cabeza.
Miró alrededor suyo y bajo la calle. "Se fue," dijo ella. Ambos chicos giraron los ojos de alivio.
Harry, Ron, y Hermione habían rápidamente descubierto que el fin de semana a Hogsmade atraía a demasiados reporteros y fotógrafos - no tantos como en el primer fin de semana, pero los suficientes para que fuera una molestia. Mantenían los ojos bien abiertos para verlos mientras caminaban por la calle principal inundada de gente, llena de estudiantes libres para el fin de semana de la escuela. Varios habían decidido posponer las citas de San Valentín hasta el día de hoy, y caminaban en las calles como parejas atontadas y risibles, sin prestar atención contra quien chocaban.
Como ahora. Yuusuke caminaba hacia atrás desde una calle lateral, riendo, las manos detrás de su cabeza -
"Yuusuke," Keiko gritó, "mira hacia donde-"
-- y cayó sobre Harry.
"-caminas." Keiko terminó. Suspiró. "¿No puedo llevarte a ningún lado, o sí?"
"Um..." En lugar de intentare contestar eso, Yuusuke se quitó de encima de Harry y lo ayudó a levantarse. "Lamento eso. ¿No te hice daño, verdad?"
Harry parpadeó, sin poder enfocar la mirada, y trató de respirar. "Ow," croó. Me sacó el aire... No creí que nadie más pequeño que Dudley pudiera hacerle eso a alguien de igual o mayor tamaño.
Keiko se inclinó al lado de Yuusuke, tomó algo del piso, y se lo ofreció a Harry. Achicando la mirada, Harry se dio cuenta de que era un par de anteojos: los suyos. Los había perdido al caerse.
"Gracias," masculló, colocándoselos. El mundo volvió a enfocarse.
Ella le hizo una reverencia. "Nuestras disculpas," dijo automáticamente, pateando a Yuusuke ligeramente en el tobillo. Él dio un quejido, y se inclinó también.
Harry miró alrededor rápidamente para buscar reporteros - ¡esto se vería como un buen chisme en la edición del Domingo! "Correcto, correcto, disculpa aceptada."
Otra reverencia. "No te molestaremos más. ¿O SÍ, Yuusuke?"
Yuusuke rápidamente agitó la cabeza. "Nop, definitivamente no."
Mientras dejen de hacer las reverencias, Harry pensó. ¡Por favor!
La suerte estaba con Harry Potter ese día. Keiko se enderezó justo cuando él terminó la súplica mental, agarró a Yuusuke por la oreja - ganándose un chillido - y se alejó con el chico siguiéndola, mientras Harry divisaba a un fotógrafo en la esquina.
Hermione agarró a Harry por la manga, y él y sus amigos rápidamente se mezclaron entre la multitud.
El perro de Harry yacía rodando en el río casi-congelado cuando Youko-el-zorro llegó, luchando contra el obvio tormento de "demasiadas pulgas, muy pocas patas". Youko se detuvo solo medio-segundo detrás de el gran árbol en el cual su Bowtruckle chistaba felizmente, antes de escurrirse a una gran piedra junto a su parte del lago y sentarse.
Había postergado esto por demasiado tiempo, o tal vez no lo suficiente. Demasiado peligroso el revelarme, pero seguramente ya notó mi esencia cerca de la cueva para este momento. Y mirar fijamente a viejos anuarios no me va a llevar a ningún lado.
El perro se congelo a medio giro, y agudamente se levantó. Miró a Youko - piel prístina y plateada, cinco colas colocadas cuidadosamente para ser vistas, sentado elegantemente en la piedra y mirando con ojos sin emoción - y cayó en una desconfiada estancia defensiva. No gruñó.
Lo suficientemente listo para saber el lenguaje de cuerpo canino. ¿Acaso sabe qué tipo de can soy? Experimentalmente, agitó sus colas, atrayendo la atención de perro hacia ellas.
Los ojos del perro se agrandaron.
Esa es la respuesta.
Lentamente, Youko se levantó. El perro no se movió, aún desconfiado y cauteloso. Youko avanzó hacia el agua, y en lugar de saltar y asustar al perro para que atacase, nadó por las frías aguas. El perro observó, tomando un paso atrás y girando mientras Youko daba un paso en la orilla unos cuantos pies lejos de él, ojos en el perro incluso mientras exponía su flanco para un ataque.
Observa, chico, no puedo hacerme más vulnerable sin rendirme ante ti - y no haré eso.
El perro gimió, un profundo sonido de confusión no-muy-animal, y giró otro paso. Youko agitó una pata trasera para quitarse el agua fría, mientras el perro lentamente se enderezaba de su defensivo incline - no completamente, pero lo suficiente para que Youko pudiera ver que el perro era considerablemente más grande que él. Aunque no esta tan bien-alimentado, pensó él. Extrañamente grande para un perro - diseñado a partir de un Grim, he de adivinar.
Trotó hacia delante, sorprendiendo un chillido del perro, y agitó las colas casi campantemente mientras caminaba justo a la cueva del perro.
Ahora el perro gruñó, persiguiéndolo y rebasándolo, firmemente posado en el centro de la cueva y con los colmillos a la vista: obviamente una muestra de adueñamiento territorial.
Youko se sentó sobre su trasero, aplanando una oreja hacia al costado, y esperó. No hagas ningún movimiento para atacar, solo para defender si te ataca, no te rindas ante él, y confúndelo como nunca. Era probablemente la única estratgia que haría al Animago cambiar de forma y empezar a hablar.
Después de varios minutos en los cuales Youko no atacó al perro, sus gruñidos lentamente se acallaron, y sus orejas empezaron a temblar en confusión.
Ya era tiempo, Youko pensó, tratando de apuñalar esa idea dentro de la mente del Animago con sus ojos. Ve a tu forma humana -- ¡no tengo todo el día!
El perro parpadeó, como si estuviera sorprendido, y entonces pareció suspirar. Estirandose, su cara se aplanó, las articulaciones se movieron y la piel desapareció, dejando solo un humano flacucho con túnicas sucias sentándose frente al zorro.
"¿No da mucho resultado el intentar engañar a un kitsune, o sí, señor?" raspó él.
Las orejas de Youko se movieron. Tú SÍ sabes... casi.
"Oh, yo sé," el hombre respondió. "Siempre estuve fascinado por los caninos, ¿y el tipo mágico?" Agitó la cabeza, la pista frágil de una sonrisa flotando cerca de su boca. "Recuerdo al menos eso. Usted, señor," dijo él, apuntando su dedo con una pequeño agitación, "es un zorro de cinco colas, uno de los raros kitsune plateados de Oriente, y ya que se ha mostrado puedo adivinar que está aquí para probarme por razones propias."
No está mal para un hombre medio-muerto de hambre, Youko pensó, lengua salida en su diversión mientras el hombre se levantaba y daba una cortés reverencia.
"Bien, pues. Sirius Black, de la más-noble-y-antigua-Casa-de Idiotas con Marcas Oscuras, a su servicio." Sus ojos brillaron como los de un diablillo. "¿Qué puedo hacer por usted, lord zorro?"
Youko bajó la cabeza ligeramente. "¿La más noble y antigua Casa de Idiotas con Marcas Oscuras?" preguntó, los sonidos mágicos rasposos con desuso. ¿Veinte años? ¿Treinta? Había olvidado lo raramente que hablo como un zorro... espero no morderme la lengua. "Me diviertes, Sirius Black."
"Lo intento," el hombre respondió, sin un solo tono de modestia en su voz ni en su sonrisa.
"Así que dime, Sirius Black," Youko dijo, sentándose confortablemente en el suelo para una larga historia. "¿que es esto de ‘Marca Oscura', y qué te trae a ser un ermitaño a este lugar?"
Sirius gimió. "Esa, lord zorro, es una larga y nada divertida historia."
Youko se volvió estricto de pronto. "Pruébame."
En el pueblo, Hiei pasaba por encima de los techos llenos de nieve, sin ser notado por las multitudes ruidosas de estudiantes y los aldeanos en las calles bajo él... excepto en las raras ocasiones en que colocaba el pie en el lugar equivocado, y enviaba un montón de nieve a caer en la cabeza de un mago o bruja. Incluso entonces, sin embargo, solo verían un techo vacío para cuando miraban hacia arriba.
Los ojos de Hiei se achicaron. Los hechiceros más viejos eran tal vez muy complacientes y apegados a sus costumbres, pero después de tantos meses en entrenamiento, las tres clases más antiguas de Hogwarts deberían al menos estar mostrando signos de haber notado algo.
Tiempo de un examen sorpresa, entonces. Hiei saltó de la esquina de un edificio, aterrizando detrás de el mejor estudiante de magia interna - Lee Jordan - en las puntas de los pies.
"Vigilancia constante," susurró en el oído del muchacho, saltando fuera del camino mientras el chico chillaba y giraba, su mano yendo hacia su varita.
El grito de Lee no había tenido una pizca de poder en él, y había alcanzado su varita e ignorado su magia interna completamente. Eso era aceptable, hasta cierto punto, ¿pero el hecho de que no hubiese reaccionado hasta que Hiei hubiese terminado la frase Y estuviese medio camino de regreso en el techo...?
Inaceptable. A este paso, un campamento entero de enemigos podrían Aparecerse a su localización y matarlos a todos antes de que tocaran su magia. Tú repruebas.
Hiei desapareció para hablar con Genkai, deliberadamente pateando una buena cantidad de nieve en Kuwabara, dos calles más allá de Yukina, mientras pasaba.
El domingo pasó, y el Gran Salón estaba más vivo que nunca en la mañana del Lunes. La mayoría de los estudiantes trataban de ignorar el hecho de que las clases comenzaban justo después del desayuno; unos pocos, la mayoría de tercer año, escribían a prisa las últimas pulgadas de sus tareas, que habían postergado a favor de la excursión.
Hermione, como siempre, tenía su atención hundida en el periódico de la mañana, alcanzando ciegamente por pastelillos, huevos, y jugo. Su mano en búsqueda encontró un pastel en su plato - por obra de Ron - y ella ausentemente lo mordió al voltear la página.
Harry, como siempre, ignoraba a Hermione. Nunca le tomaba la comida entera el terminar con el periódico, y no era como si ella fuera la única persona que se tomaba el desayuno para leer el Profeta. La mayor parte de la mesa de Ravenclaw lo hacía, de hecho.
De cualquier modo, ella a veces soltaba comentarios sobre los artículos del periódico. Era realmente divertido, ya que era algo que ella nunca hacía si no era con nada que no fuera el Profeta matutino.
"Escándalo en el Ministerio," masculló al morder el pastel. "¿Desde cuando no hay un escándalo en el Ministerio? Uno comienza a pensar que los políticos no tienen nada mejor que hacer si no es estafar y robar..."
Ron le dio un codazo, fulminándola con la mirada. "¡Hey!"
"¿Hm? No me refería a tu familia, Ron," dijo ella, mirando hacia arriba. "No son políticos, son empleados del estado."
"Oh," Ron sonrió incómodamente. "Correcto." Asintiendo con la cabeza, regresó a el periódico, pasando a la siguiente página - clima y el Reporte Viajero. "¿Cómo se ve la noche del Jueves?" preguntó él.
"Posibilidades de agua-hielo, convirtiéndose a nieve," Hermione respondió. Ron hizo una mueca. "Disfruta la práctica de Quidditch," añadió dulcemente.
Hagrid se levantó de pronto, golpeando su copa dorada en la mesa en el distintivo ritmo que hacían para llamar la atención (usualmente hecho al golpear un cubierto contra un vaso de vidrio). Lentamente, el Salón de acalló, con todas las cabezas curiosas volteando al frente.
"Si no han visto el periódico de hoy," anunció él, "el Reporte Viajero les dice que hay un perro extraño que fue visto cerca de Hogsmade."
Un nudo frío se retorció en la garganta de Harry. ¡Sirius--!
"La bestia es un canino plateado, con cinco colas, de origen desconocido-" Harry se relajó. Hocicos no era plateado ni tenía cinco colas. "-pero lo que no les dicen es que solo hay un tipo de canino que tiene más de una cola como esa, y es el quit-soo-nee."
Hermione tomó aire rápidamente al reconocerlo.
Hagrid palpó la mesa con un gran dedo, los platos moviéndose ligeramente. "¡Y ustedes NO deben ir y buscarlo!" dijo bruscamente. "Un quit-soo-nee es un zorro mágico, y no son muy seguros."
¿HAGRID les estaba advirtiendo sobre una bestia mágica?
"No son tan malos, claro," Hagrid añadió rápidamente. Eso no es muy alentador, Hagrid, Harry pensó. "Son bromistas y estafadores. Los más amigables les ayudarán si pasan una prueba sobre sus morales, pero no es algo que hagan seguido.
"Si los ofenden, o no pasan su prueba, no es probable que se queden en una pieza. Así que si se encuentran con uno, ustedes hacen reverencia-" miró fijamente a Malfoy por un segundo "-se disculpar por interrumpir, y se alejan calmadamente." Se detuvo, y miró alrededor del cuarto. "Er, cualquier otra cosa se las dirá la Profesora Genkai," terminó incómodamente, retomando su asiento.
Antes de que alguien pudiera hacer más que tomar medio aliento, Genkai se levanto en su silla. "Hay dos detalles sobre los kitsune que solo son conocidos por un puñado de personas en el mundo."
"Uno. Los kitsune en su forma animal son indistinguibles de sus primos demonios, los Youko." Una onda de terror distinguible quebró el Salón, estudiantes moviéndose, gimiendo, palideciendo, o una combinación de los tres. "En cuanto al comportamiento, los Youko tienden a hacer las mismas actividades que los kitsune. La única diferencia es que los youko juegan bromas letales y hacen trampa en sus juegos.
"¡NO DEBEN DE IR A BUSCAR A LA BESTIA!" comandó ella, golpeando ambas manos en la mesa frente a ella. "Si tienen la horriblemente pobre fortuna de encontrarse con uno, sin embargo, el segundo hecho entra en juego." Se detuvo, revisando que todos estuviesen prestando atención. (Esto no era necesario, Harry pensó: la atención de nadie se iría de ella, a menos que les echaran un hechizo Distractivus o que el demonio mismo apareciera en el Salón.) "Ambos Youko y kitsune pueden tomar forma humana. Esta es la forma de identificar con quien están tratando.
"El kitsune humano se ve completamente humano. Siempre son jóvenes y atractivos, y tienden a ser mujeres o femeninos. Sus sombras, sin embargo, se quedan en forma de zorro. Si encuentran a un extraño, revisen eso.
"El Youko humano simplemente tiene forma de hombre. Se quedan con las orejas de zorro, una de sus colas, y ojos dorados o rojos." Otra pausa, para dejar que eso se hundiera. "Para ambos tipos, sigan las reglas del Profesor Hagrid. No corran: los zorros tienen instintos de caza. No intenten negociar. No ofrezcan ningún tipo de regalo, tributo, o soborno. No tomen nada que les ofrezca - considérenlo con la misma sospecha que le darían a los objetos de los gemelos Weasley."
Un grito a estéreo de protesta llegó de el extremo de séptimo año de la mesa de Gryffindor. Genkai lo ignoró. "Y NUNCA, bajo ninguna circunstancia," añadió ella, "usen la palabra ‘promesa' o intenten obtener algún cometido de su parte. Ninguna de las especies lo tomará muy bien."
"Y sobre todo," terminó ella, "No. Entren. En Pánico. Puedo contar con una mano el número de veces que los kitsune se han encontrado con humanos en el último siglo en todo el mundo, aunque han sido vistos en varios cientos de ocasiones. Solo tres Youko han estado en el mundo humano en ese mismo periodo de tiempo, y nunca se han molestado en venir tan lejos en Europa. Las probabilidades de que un zorro con un rango tan alto como el de cinco colas haya venido todo el camino hasta aquí para molestar a un adolescente humano son virtualmente cero. No lo molestan, y no los molestará. ¿He sido clara?"
Un murmullo de aceptación pasó por todo el Salón.
"Bien. Estaré disponible para preguntas durante las clases."
Gracias a Merlín, Harry pensó, regresando a su desayuno con una pizca de alivio. Excepto...
"¿Hermione?" preguntó calladamente. "¿Me prestas a Crookshanks?"
Hocicos -
El periódico dice que hay un zorro mágico en Hogsmade ahora mismo. ¿Ten cuidado, de acuerdo? Incluso Hagrid dice que es peligroso.
- Harry
Posdata - Hermione dice que tal vez haya Aurores buscando al zorro. Ron dice que el Ministerio es demasiado estúpido como para mandarlos tras un zorro a menos que uno camine a la oficina de Fudge y lo muerda en el trasero. Así que ten cuidado con los Aurores, también.
La clase de Defensa Slytherin/Gryffindor ese día fue más una hora de cuentos que una clase, con los estudiantes preguntando tantas preguntas sobre los kitsune que Genkai canceló la lección del día y sacó historia tras historia de el antiguo Oriente sobre los kitsune que pudo encontrar en su memoria.
Una pregunta de Hermione sobre las colas trajo un sermón de Inari y La Dama, y la relación directa entre rango, fuerza, edad, y el número de colas.
Otra pregunta de, sorpresivamente, Neville - quien rara vez levantaba la mano en clase - llamó la atención a la mayor preocupación que todos tenían.: qué comían los Youko.
"Comen las mismas cosas que comen los humanos, por la mayor parte," Genkai respondió. "Les encantan las bolas de arroz de limón y el tofu bien freido, de hecho." Un suspiro colectivo de alivio pasó por el cuarto. "También comen presas pequeñas, como los búhos y sus lechuzas."
"¿Así que no comen humanos?" Millicent Bulstrode preguntó. "¿Aunque sean demonios?"
"No."
"¿Y qué con los kitsune?"
La boca de Genkai tuvo un ligero espasmo. "De hecho, ha habido un caso reportado de un humano comiéndose un kitsune." Kurama casi podía oír a los estudiantes parpadear, procesando eso, y tuvo que contener una sonrisa socarrona mientras ella comenzó con la historia de Un Zorro En Una Mordida.
Eventualmente, justo antes de la campana, Genkai detuvo el flujo de preguntas y regresó los ensayos de la semana pasada. Kurama miró al escrito rojo encima de la primera página.
Bajo la calificación, en Japones, Genkai había escrito: Quédate después de clase. Necesitamos hablar.
Kurama volvió a enrollar su pergamino y lo empujó a su mochila, algo impresionado sobre lo discreta que la mujer había logrado ser. Había esperado una petición así desde el desayuno.
La campana sonó, y Kurama se quedó en el cuarto mientras Genkai largaba a los más persistentes de sus curiosos y preocupados estudiantes - Granger, por supuesto, pero también Finnigan y Brown de los Gryffindors, y Tracey, Blaise, y Pansy de los Slytherins - fuera de la puerta, cerrándola de golpe en el último "¡Pero Profesora--!"
Ella giró hacia él y arqueó una ceja.
"Tenía una pregunta sobre la tarea," Kurama dijo, en caso de que alguien aún pudiera oír a través de la puerta. Nunca asumiría que no eran capaces de espiar abiertamente.
"En mi oficina, entonces," dijo ella, moviendo su cabeza hacia la escalera mientras cruzaba el cuarto. La siguió arriba, cerrando la puerta gentilmente tras de si, y ella movió una mano para señalar que se sentara en la almohada de piso pesada que estaba frente a su escritorio. "¿Té?" ofreció pesadamente, sin enteramente descartar la etiqueta apropiada como lo hacía con sus estudiantes Occidentales. Kurama agitó la cabeza, y ella se sentó en su propia almohada en el escritorio, doblando las manos. "Un demonio Japonés es visto cerca de una escuela con nuevos estudiantes de transferencia Japoneses," dijo ella simplemente.
Ella realmente no tenía que explicarlo. Un niño de cinco años podría poner las pistas en el orden correcto. "Pensarán que es uno de nosotros," Kurama murmuro, ya que ella parecía estar esperando una respuesta de algún tipo.
"¿Y?"
"Y nos vigilarán." Obviamente. "Nos investigarán..." Empezarán a encontrar detalles que no son normales. Les llevaría varias semanas, al menos, con la gente de Koenma bloqueando o distrayendo las preguntas, pero las pistas estaban ahí.
El certificado de muerte de Yuusuke.
El Equipo Urameshi.
La información faltante de Hiei, Yukina, y Botán.
Sus propios -- ¡Inari! - sus propios papeles del gobierno, todos y cada uno claramente grabando su identidad como Minamino Shuiichi, no Kurama.
Pero no me habría llamado aquí solo para frotarme el problema a la cara. A menos que... "Tienes algo en mente para arreglar esto." No era una pregunta.
"Brillante deducción, Minamino," Genkai contestó secamente, sonriendo socarronamente.
"Déjame adivinar," Kurama dijo, con un tono igualmente seco. "Arreglar un evento en el que todos nosotros seamos vistos al mismo tiempo que Youko en algún punto del futuro cercano." Un movimiento afirmativo de cabeza. "¿Y como se supone que hará eso, considerando que los magos revisarían por una ilusión como prioridad, y yo no puedo estar en dos lugares a la vez?"
Ahora sus ojo se sumaban a la sonrisa. "Considerando que tú te causaste este problema solo, creo que dejaré la creación de un doppelganger a ti."
Kurama esperó. No es posible que ese sea todo su plan.
Después de un minuto sin reacciones de Kurama, Genkai sacó una hoja de pergamino de un montón que había en su escritorio, y la empujó al centro. "Admito que estoy menos interesada en quitar sospechas de tu espalda, de lo que estoy en tener la participación de Youko en esto." Dio golpecitos al papel con el dedo, y los ojos de Kurama fueron hacia él. "Es solo a favor nuestro que esto pueda resolver ambos problemas," añadió ella, mientras Kurama cuidadosamente examinó el diagrama, leyendo las notas y las figuras.
Interesante. "Ya veo..." Kurama murmuró. "Yo sería de más ayuda que cualquier número de ilusiones, ya estoy aquí, y no me reconocerían." Genkai asintió. "¿Qué gano yo?"
"Oseizonsha-sama."
**Continuará**
Notas de la Autora:
"- Estoy exagerando con la cosa de los reporteros a propósito. Va a durar hasta que Harry (A) les diga en donde se pueden meter las Plumas, en una forma que los haga sentir que su comportamiento es reprensible, o (B) obtiene la idea de que puede usar a la media para hacerlos trabajar PARA él en lugar de explotarlo, y encuentre una buena razón para hacerlo.
- Estoy jugando un poco... bueno, si, mucho... con las leyendas kitsune. Ejemplo: Todos pueden hablar, pero no estoy muy segura en como es sin-voz sin usar telepatía. Ya que solo quiero que Hiei tenga habilidades telepáticas, hago que Kurama hable con la boca (y algo de magia, por supuesto - las bocas caninas no están hechas para charla humana).
- La Dama: la única kitsune con más de nueve colas.
- Un Zorro en una Mordida esta en www (punto) fox-dream (punto) com, bajo kitsune info, bajo stories." (En inglés)
"- doppelganger: doble de cuerpo."