Notas de la Autora:
"-ah, las dificultades de escribir en formato serias... tengo problemas haciendo que ciertos detalles se revelen solos.
-Espero reacciones de "ew" en cierto punto. Lo siento, era necesario.
-¡El final se acerca! ¡Woot!"
Capítulo 48
Alucinaciones de Fiebre
La próxima vez que Harry despertó, fue por el agudo raspado de alguien jalando las cortinas, y la brillante luz del sol de la mañana fulminando sus ojos. Gruñó con recelo.
Madame Pomfrey miró sobre su hombro hacia él, moviendo la varita para atar las cortinas fuera del camino. "¿Entonces estás despierto?" ela preguntó gruñonamente.
"Sí..." Harry masculló.
"Pensé que no lo harías una vez o dos, por un momento," dijo ella. "Tuviste un tiempo duro, sin duda."
Harry ausentemente trató de tomar sus anteojos, gimiendo ante sus músculos adoloridos. Ohh, hey, me puedo mover de nuevo... y he estado hablando, también. "¿Lo tuve?" preguntó él.
Un salvaje movimiento afirmativo de cabeza, y la enfermera hizo a la cama sentar a Harry derecho. "Si lo tuviste. Todo el día de ayer estuviste delirando, pero tu fiebre se calmó anoche."
"¿Delirando?"
"Alucinaciones de fiebre," Pomfrey clarificó.
Sé lo que significa la maldita palabra. Pero alucinaciones de fiebre... "...¿es eso lo que pasó?" Harry murmuró para si.
"¿Dijiste algo, Potter?"
Harry subió la mirada. "Um, no, Madame Pomfrey." Nada importante, realmente.
Ella aceptó eso. "Ahora, bien, es Lunes por la mañana; el desayuno empieza en media hora-" el estómago de Harry se volteó incómodamente ante el pensamiento, "-pero Sprout informa que probablemente no mantengas nada en el estómago hasta después de la tarde, al vez. Te quedarñas aquí bajo observación por otro día después de que logres una comida entera, así que no esperes salir de aquí hasta el Miércoles."
Miércoles. Genial. Harry pensó, con una pista de sarcasmo. ¿Qué haría hasta entonces?" El Ala de Enfermería era aburrida y él no podía dormir con el sol en los ojos.
La puerta se abrió lentamente. Harry movió la cabeza para ver a Hiei entrar, la mochila sobre su hombro y un ceño fruncido más-oscuro-de-lo-habitual en su rostro.
"Buenos días," Harry dijo.
Hiei lo miró, gruñó una respuesta sin palabras, y colocó su mochila junto a la cama de Kurama. "¿Algún cambio?" le preguntó a la enfermera.
"Ninguno."
"Hiei se volvió a enfocar en Kurama. "Estúpido Slytherin..." murmuró bajo su aliento, sentándose en el borde de la cama y tomando un libro de texto de su mochila.
"¿Está...?" Harry mentalmente borró la palabra ‘bien', ya que Kurama obviamente no lo estaba, pero se encontró sin una palabra para sustituirla. Movió su mano para llenar el vacio.
"Estable," Hiei respondió, ojos moviéndose hacia Harry con algo de sorpresa, probablemente por la pregunta. "Tiene moretones y está drogado - con qué, no saben aún - pero no pueden encontrar nada más que este mal. No como tú."
"¿Veneno, dijeron?"
Harry asintió. "Un tipo de moho que crece sobre esa parte del Bosque. Conveniente, pero no seguro." Sonrió socarronamente. "No creo que el demonio de Genkai esperara que de hecho te comieras esa cosa. Seguro que supo a mierda."
Harry refunfuñó. "Las pociones de Pomfrey saben peor."
"Rápida lección de supervivencia, Harry," Hiei dijo, inclinándose hacia delante. "Si no sabe comestible, probablemente no lo es... las pociones de Pomfrey no cuentan."
"No tenía muchas opciones," Harry masculló. ¿Por qué todos parecían pensar otra cosa?
"No, no tenías," Hiei asintió, su sonrisa desapareciendo. Miró al inconsciente pelirrojo detrás de el por un largo momento, y se volteó agudamente a Harry una vez más. "Lo hiciste bien," dijo abruptamente.
¿Huh?
"La mayoría de la gente lo hubiese abandonado a su suerte," Hiei explicó.
Como los Dursleys. Los Slytherins. Varios estudiantes anti-Slytherin en otras Casas. "Sí, bien, no soy uno de ellos," Harry gruñó. "Y no oiste lo que el tipo estaba diciendo, de todas formas."
"Puedo adivinar," Hiei dijo secamente. "Los zorros son juguetones, y los demonios se divierten con matanzas o teniendo sexo-"
¿¡Él NO acaba de decir eso!?
"-y estás lo suficientemente rojo para que él estuviera dando pistas de que haría eso último."
Harry se cubrió la cara con las manos. "No estoy escuchando esto."
"Escucharás cosas peores, una vez que Kurama despierte."
"Tal vez salga de aquí para entonces." Confiado silencio. "Y deja de sonreír así." Harry solo sabía que la expresión de Hiei era burlona. "Deberías estar malditamente furioso sobre esto. Él es tu mejor amigo."
La voz de Hiei bajó peligrosamente. "Tú no quieres verme furioso, Potter."
Harry se alejó con un espasmo, súbitamente recordando la pelea de Hiei con el demonio. Excepto que sonaba más molesto que enojado en ese momento. Divertido-molesto. O molesto-divertido. Algo así.
Si eso no era enojado... entonces no, Harry definitivamente NO quería ver a Hiei furioso.
La puerta se abrió una vez más, esta vez con un sonoro crash que empujó a Snape a la habitación. Camino directo a la cama de Kurama, quitando a Hiei con un codazo.
El pequeño Gryffindor siseó, parando su caída con la cama de Harry y girando mientras Snape colocaba un vial con la pegajosa mordaza blanca e la mesita de noche.. "Qué-"
"Silencio, Jaganshi," Snape se inclinó sobre Kurama, levantando su barbilla y gentilmente abriendo el ojo del chico de Slytherin (¿Por qué esto me parece familiar...? Harry se preguntó.) Mientras Madame Pomfrey se apresuraba a salir de su oficina, Snape anunció, "la droga es un potente sedativo."
"¿Eso es todo?" Pomfrey preguntó."
"Eso es todo," Snape respondió, moviéndose a revisar el pulso de Kurama, su mano aun sosteniendo la barbilla del pelirrojo hacia arriba. "A juzgar por sus vitales, estimo que despertará tarde esta tarde." El cabello de Snape se deslizó al frente, ocultando su rostro-
¡Ah-ha! ¡Eso es! Es como el Youko... ew. Yo NO necesitaba esa imagen mental.
--y Snape sopló al cabello para que se quitara del camino irritablemente.
¿Y entonces, cuando se convierte ÉL en humo? Harry pensó juguetonamente, tratando de distraerse. Ha, solo podemos desear que-espera. Deja vú de nuevo... había algo... ¿ya vi eso una vez, o no? Algo así...
Esa vez que pensó que Voldemort había matado a Snape.
Ahora ya SÉ que el demonio fue una alucinación... mezclé pesadillas o algo. Estoy sorprendido de que no estuviese matando unicornios o flotando sobre Cedric o que no tuviera ojos rojos de serpiente.
Snape se enderezó, permitiendo que Hiei lo empujara para sentarse de nuevo en la cama de Kurama. Lanzándole una mirada fulminante y agria al Gryffindor, deteniéndose ante su mochila, Snape dijo, "Espero verlo en clase hoy, Jaganshi, a pesar de la... incapacidad... de su amigo."
Hiei abrió su libro de historia, ampliamente ignorando al profesor, y comenzó a leer.
"Cinco puntos de Gryffindor, Jaganshi," Snape siseó. Al no obtener respuesta, tomó el vial, giró en sus talones, y entró a la oficina de Madame Pomfrey.
El tiempo fluía lentamente fuera de la oscuridad, elusivo como un pez en el océano. Sin forma, Kurama se acurrucaba profundamente en ríos de redes de magia: frescos, intrincados diseños tan antiguos como él, construidos con piedras protectoras y suaves esperanzas - brillantes, cálidos destellos corrían en un punto de rápido humo de vida y vibrante emoción; el destello más cercano se acercó, resonando calladamente, entrelazado con los suaves cabellos del poder de Kurama - una similar niebla suave se adelgazaba sobre si, una cobija de seguridad de sus drogas del Makai...
Mm... casi se ha ido...
Un destello pesadamente protegido se acercó, flotó, y se alejó de nuevo.
Quédate...
Pero no obedeció, y en lugar de eso se fue a un punto más alto y lejano de la red. Confundido, Kurama se giró para seguirlo, solo para encontrar que la neblina y la red no quería soltarlo. ¿Qué--? Haló, peleo, soplando y alejando a la niebla. La red aún se rehusaba a soltarlo-
--y Kurama despertó con un respingo, mirando las altas cortinas blancas y el techo de la enfermería.
"¿Qué--?" preguntó él.
No estaba esperando una respuesta. "Estas despierto," Harry Potter dijo. Kurama giró la cabeza para ver al Gryfifndor sentado en la siguiente cama, vestido en las pijamas del hospital y viéndose algo mal después del encuentro con el youko.
"¿Sí...?" Kurama respondió, su situación rápidamente añadiéndose en su mente. Ala de Enfermería, Youko, Potter, la prueba, el rescate, y debía hacer un show de no saber lo que había pasado. "Yo... ¡el demonio! ¡Había un--!"
"Ya sabemos," Harry interrumpió. "Genkai, no lo sé, lo contrató o algo así para que nos asustara hasta mojar los pantalones."
Suficientemente cerca. Kurama frunció el ceño, las cejas bajando mucho. "Estaba peleando con él... y él estaba riendo... y..." ¿Cuánto debería pretender que recordaba? "...y..."
"¿Y qué?" Harry insistió.
"...no lo sé." Podría decir que se había tropezado o algo, pero eso era mucho control. Dejaría que los humanos llenaran sus propias explicaciones; sería menos sospechoso que si sabía exactamente lo que sucedió justo en el momento entre pelear y estar inconsciente.
Harry estuvo cayado por un momento, y ofreció, "Youko dijo que fue un accidente."
Kurama parpadeó hacia él. "¿Youko?"
"Erm..." Harry apartó la mirada. "El demonio... se presentó conmigo. Y cosas."
Interesante. Vamos a oír la versión de Harry de la situación... Sería sospechoso si no preguntaba. "¿Por qué no me dices lo que pasó?" Kurama preguntó. "Ya que me lo perdí todo."
Harry agitó la cabeza. "Tal vez deberías preguntarle a Genkai... o a Hiei... o a alguien..."
"Pero no están aquí. Así que te pregunto a ti." Además, no puedo dejarte saber que sé, pero eras el único ahí para ver todo excepto ‘Youko' mismo. Me dirigirían hacia ti de todas formas.
Silencio, mientras Harry miraba planamente a su cobija, jugando con ella.
"¿Harry?" Kurama preguntó. ¿Acaso yo... Youko... lo enojó tanto?
Más silencio.
"...¿hay algo que no quieras decirme?" Kurama pensó, desconfiado. "¿Nos hizo algo? ¿Es por eso que estamos en el ala de enfermería?"
"Te drogó, me envenenó," Harry masculló.
Harry le dio a Harry una mirada dudosa. "¿Eso es todo? No puede ser todo. No te negarías a decirme si eso fuera todo lo que hizo."
Eso logró que Harry lo fulminara con la mirada. Era un comienzo.
"¿Y bien?" Kurama presionó. Harry apartó la mirada unza vez más. "Harry, por el amor de Dios, me estas haciendo pensar que nos hizo algo imperdonable aquí-"
"¡No!"
"¡Entonces DIME!"
"BIEN." Y así lo hizo.
Kurama notó que Harry se saltó la mayor parte de las pruebas de los estudiantes - afortunadamente, ya que Kurama realmente no quería escuchar tres docenas de repeticiones de ‘esto-y-aquello empezó, se rindió, y lo metieron a los árboles' - y que se había olvidado completamente sobre la visita del demonio a la enfermería la noche anterior. O lo anotó como uno de los síntomas del veneno. Al menos yo no tendré que hacer eso -- ¡la sorpresa que sentí cuando ví que estaba despierto...!
"Ya veo," Kurama murmuró, cuando Harry hubo terminado su narrativa y regresaba a mirar a cualquier punto que no fuera la otra persona - en ese momento, sus cobijas de nuevo. "Tú me rescataste."
"Sí, eso creo."
"Estoy en deuda contigo."
La cabeza de Harry se levantó de golpe. "¿Qué? ¡No!"
"Claro que sí," Kurama repitió. Golpeó su cabeza contra la almohada en una muestra de molestia no-completamente-fingida. No es el mismo grado de deuda que tendría si realmente hubiese estado en peligro, pero el punto es que Harry no sabía que el peligro no era real y me rescató de todas formas. "Nos guste o no. ¡Maldición!" siseó él, colocando una mano contra su frente y cerrando los ojos.
Casi podía sentir la mirada que Harry le estaba dando, de todas formas. "¡No lo hice para tener ningún tipo de poder sobre ti!" Harry protestó.
"Silencio, Harry, estoy calculando," Kurama respondió. Silencio sorprendido de la otra cama hizo que Kurama explicara. Un poco. Miró el techo del cuarto mientras añadía, "Ahora ya no seré tan atractivo para Voldemort-" un sonido estrangulado de Harry, que Kurama ignoró, "-pero si parezco hostil hacia ti por la deuda, tal vez continúe sus intentos de reclutamiento en lugar de cambiar a asesinato."
"¿¡QUÉ!?"
"En la otra mano, es más fácil monitorear sus actividades cuando sabemos lo que son, y si cambia sus tácticas-"
"¿Kurama--?"
"-será más interesante, pero Hiei probablemente me mataría-"
"¡Kurama! ¡Hey!"
"-y luego está el factor de que podría hacer algo completamente impredecible-"
"¿¡De que DEMONIOS estás hablando!?"
Kurama abrió los ojos, volteando la cabeza ligeramente para ofrecerle una pequeña sonrisa a Harry. "Soy un poderoso Slytherin sangre pura sin afiliaciones conocidas, Harry. Quien-Tu-Sabes ha estado tratando de reclutarme por meses."
Harry lo miró con la boca abierta.
Eso fue divertido. Ahora, pues... ¿debería, o no debería?... Creo que tal vez debería. Lo menos que tenga que ir buscando, mejor. Kurama dejó que su sonrisa se volviera tramposa. "Tiene muy buena inteligencia en términos de recolectar información... y absolutamente ninguna cuando llega el momento de usarla, por lo que vemos. Ha tenido a sus agentes trabajando activamente en debilitar a-" Kurama sintió su sonrisa volverse más amplia, "-Yukina."
"¡YUKIN--!"
"¡Shh!" Kurama siseó. "Se dio cuenta de que si tienes a Yukina, tienes a Kuwabara y Hiei - y a través de Hiei, a mi. Además, aparentemente ella es una dulce Hufflepuff con voluntad débil, ¿correcto?" Harry asintió torpemente. "Ahí es donde se tropezó. Ella es dulce, pero con voluntad débil... para nada."
La expresión de Harry cambió dudosamente.
Pensando en un traidor, supongo. ¿Colagusano, lo llamó Sirius? "No se rinde ante las amenazas," Kurama dijo silenciosamente. "No hacia su vida, no cuando significa la de alguien más. Incluso las pequeñas aves. Lo sabemos."
"Lo- ¿cómo...?" Harry masculló.
Kurama agitó la cabeza. "No estoy en posición de decirlo. Por favor no preguntes - es una memoria dolorosa para todos los involucrados."
Harry visiblemente se guardó otra pregunta. El silencio de permitió a Kurama oír los suaves, casi-imperceptibles pasos en el corredor-
...un destello pesadamente protegido se acercó...
--y se volteó, sonriente, mientras la puerta se abría y Hiei entraba.
Adivinando por la cantidad de tiempo que debo haber estado inconsciente, y el hecho de que Hiei está en sus túnicas escolares y cargando una mochila, y que creo que huelo la clase de Pociones en él... es Lunes por la tarde, y... "¿No tienes clase de Defensa?" Kurama preguntó, en lugar de un saludo.
"¿Cómo si a Genkai le importara que yo estñe ahí?" Hiei replicó, tirando su mochila al pie de la cama de Kurama. Miró a Harry un momento. "¿Qué me ves?"
"Nada," Harry dijo rápidamente, apartando la mirada.
"Le dije sobre Yukina," Kurama dijo.
Hiei le lanzó a Kurama una mirada recelada. "¿Le dijiste QUÉ sobre Yukina?"
Kurama estaba radiante. "Solo ese ridículo complot con Voldemort tratando de debilitarla para conseguir al resto de nosotros."
"Ella ni siquiera se ha dado cuenta," Hiei sopló.
"Tal vez nunca tenga la oportunidad," Kurama advirtió. "Como estaba discutiendo con Harry, el lío del Sábado seguramente incitará a Quien-Tu-Sabes a cambiar sus tácticas, al menos respecto a mi."
"Deuda de mago," Hiei llenó. "Estaré en guardia para el cambio."
Kurama se reclinó en la cama. "De nada."
Tirado en su asiento en clase de Defensa, Draco pretendía prestar atención al discurso de Genkai, pero en realidad, estaba enojado y quejándose.
Tuvo que estar arreglado. TUVO que estarlo. Mira - todos esos estúpidos estudiantes suyos pasaron, excepto el Slytherin y su estudiante con menos experiencia. ¡Por Merlín, Longbottom pasó (y su "tutor" no)! ¿Y exactamente cuantos Slytherins pasaron? UNA. ¡Pansy! ¡No yo!
Apuesto que si hubiera sido Kurama quien pasó, y si estuviera saltándose las clases como esa maldita rata Jaganshi esta haciendo, le estaría quitando puntos a Slytherin. ¡Ella no es mejor que el resto de los profesores! Prejuiciosa, amante-Muggle, besadora de traseros Gryffindor...
"¡Malfoy!"
Draco se sentó derecho en su asiento. "¿Sí?" graznó él.
"¿Abiertamente admitiendo tu culpa para varias?" Genkai preguntó secamente. "Muy bien. Detención."
¿Qué--¿¡Qué!?
Mientras Genkai se giraba a la pizarra, una nota aterrizó en el escritorio de Draco. Él la abrió furtivamente.
Ella preguntó si no estabas poniendo atención. -PP
Dracó rompió la nota de Pansy a pedazos. ¡Pequeña tramposa extranjera PERRA!
Para cuando Defensa usualmente terminaba, Harry se había dormido. Hiei había terminado su lectura de Historia, Kurama había terminado su tarea de Aritmancia, y Hiei ahora le hablaba a Kurama de la clase de Pociones de ese día.
"No tiene sentido, Hiei," Kurama decía suavemente. "Hervir cualquier planta por tanto tiempo debería dejarla en un inútil pudín sin sabor ni color. ¿Cómo rayos la poción se puede volver verde brillante?"
Hiei golpeó la página con un dedo, voz igualmente baja, pensando en el chico que dormía en la cama siguiente. "La sal, creo yo."
"La sal solo lo empeora. Eleva el punto de ebullición así que la poción debe estar más caliente para hervir."
"Cállate, es magia."
Kurama agitó el final suave se su pluma contra la nariz de Hiei, haciendolo estornudar. "Pero le toma más poder a la persona el hacerlo. Realmente creo que esto sería menos complicado sin la sal y un tiempo de hervir más corto."
"¿Por qué demonios te importa?" Hiei preguntó, quitando la pluma.
Kurama se detuvo un momento. "¿Porque es molesto?"
Hiei abrió la boca para dar una respuesta retorcida - no que estuviese seguro de lo que hubiera sido - pero un estruendo en el pasillo lo distrajo. Él y Kurama alzaron la mirada mientras Hermione, Ron y Neville llegaron a la enfermería, repletos de mochilas.
Kurama levantó un dedo a su boca en un movimiento silenciador. "Me temo que Harry está durmiendo," les dijo.
"Esta bien," Hermione dijo educadamente. "Solo vinimos a dejarle la tarea."
"No es que la quiera," Ron dijo bajo su aliento.
"¿Cómo está él?" ella continuó, mientras cuidadosamente tomaba los libros de texto y pergaminos de su mochila, colocándolos en la mesita de noche.
"Ha estado mejor," Kurama respondió.
Hiei se reclinó en su silla. Él sabía más que Kurama, ya que el zorro había estado dormido durante la clase de Historia que Hiei se había saltado en la mañana. "Tiene encantamientos hidratantes y nutrimentales en él - no ha logrado mantener nada en el estomago aún."
"Se despertó durante Pociones y Defensa," Kurama añadió, "pero creo que lo aburrimos hasta que se durmió de nuevo." Movió la pluma hacia la tarea puesta sobre su regazo.
"Honestamente," Hermione resopló tiernamente, "Harry no tiene aprecio por el conocimiento."
"Quieres decir que no le importa un pepino la tarea vieja y aburrida," Ron tradujo. "Él aprecia el conocimiento de Quidditch bastante bien."
"¡Eso no cuenta!"
"¡Claro que sí!"
Van a despertar a Harry, y luego vamos a tener que soportarlos a los tres, Hiei pensó.
"Si se van a pelear, háganlo afuera, por favor," Kurama dirigió, haciendo eco de los pensamientos de Hiei. "Harry necesita su descanzo. Ha pasado por mucho este fin de semana."
Hermione y Ron cerraron las bocas. Su argumento había calmado, pero se sentaba en lugar de irse. Hermione sacó un gran libro y comenzó a leer, lanzándole miradas preocupadas a Harry. Ron sacó su pendiente y colocó las piezas en el tablero, y se sentó silenciosamente, mirando como se movían independientemente sobre los cuadros al azar.
En lugar de sentarse con los otros dos, Neville - quien había flotado nerviosamente en la parte trasera del problema - se acercó a Kurama y Hiei. Dejó caer una semilla a la jarra de agua, de la cual varias margaritas felices brotaron, y miró a Kurama inciertamente.
"Gracias," Kurama dijo, sonriente. Sus ojos fueron hacia Hiei, y Hiei atrapó una silla de visitantes por la pata y la pateó hacia Neville. "Veo que manejaste al demonio mejor que yo," Kurama dijo secamente, indicando al hospital alrededor suyo.
"Él pasó," Hiei dijo. No es que no lo supieras ya.
Neville se puso rojo, pero el rostro de Kurama se iluminó. "¿Lo hiciste?"
"Sí," Neville murmuró.
"Pero si es maravilloso," Kurama le dijo sinceramente. "¿Cómo lo hiciste?" Neville murmuró algo demasiado enredado y suave para entenderle.
"Por todas las cuentas," Hiei dijo secamente para llenar el vacío, "para empezar, él recordó sus modales."
Kurama dio una pequeña risa, frotando la parte trasera de su cabeza. "Oops. Eso explica mucho..."
"No estas... ¿molesto?" Neville preguntó.
Kurama no pretendió no entender. "Estoy algo apenado, y mi madre estara terriblemente decepcionada de mi, pero... ¿cómo podría estar decepcionado? Estoy vivo."
Ese sentimiento, Hiei lo entendía. ¿Por qué estar molesto por sobrevivir?"
"Pero..." Neville comenzó, "bueno..."
Un destello de un no-identificable algo -- ¿diversión? ¿resignación? ¿trampa? - brilló por los ojos de Kurama. Él añadió, "Y puede que sea demasiado directo viniendo de mi parte, pero estoy demasiado orgulloso de ti para estar celoso."
Eso es colocarlo en una espesa rama, zorro. Estas viendo demasiada de esa cosa humana, televisión.
"¿En verdad?" Neville preguntó.
Kurama resopló. "¿No me crees?"
"Um... no, no es eso, pero..." sonrió embarazosamente. "Ah, bien, ¿sí?"
Chico listo, Hiei pensó, mientras Kurama copiaba la sonrisa de Neville.
"Me atrapaste," Kurama dijo alegremente. "Estoy algo molesto conmigo mismo, a parte de todo eso. ¿Mejor?"
"Sí."
Alto sobre sus cabezas, las campanas de la cena comenzaron a sonar. Los cinco - Hiei, Kurama, Neville, Hermione, y Ron - alzaron las miradas. Hermione metió su libro en su bolsa. "Regresaremos después de la cena," dijo ella, mientras Ron se colocaba su pendiente, metiéndolo en su camisa. "¿Si Harry despierta...?"
"Le diremos, Señorita Granger." Kurama respondió. Entonces regresó con Neville. "Deberías ir también," le dijo gentilmente al chico. "No creo que Madame Pomfrey alimente a los visitantes."
Neville se levantó, y se detuvo. "¿Puedo... regresar después de cenar?"
"Por supuesto."
Neville miró a Hiei, quien no se había movido, y Hiei señaló a la puerta. "Estaré ahí en iun momento." O no. No voy a pasar toda la tarde mirando solo al Buen-Kurama.
La campana de cinco minutos sonó, y Hermione llamó, "¡VAMOS, Neville! ¡Estaremos en problemas si llegamos tarde!"
"En un rato, pues," Neville respondió. Levantó su mochila y se fue.
Hiei esperó, escuchando. Los últimos ecos de sus paso se disiparon, y regresó a Kurama.
"Tú," dijo él, "das miedo cuando actúas de ese modo."
**Continuará**
Notas de la Autora:
"-Kurama sabía que el moho induciría fiebre y delirio. Si a Harry no le hubiesen dicho y no se hubiera convencido de que ver a Youko era una alucinación, Kurama lo habría hecho él mismo. Así que tomó la última oportunidad de picarle a Harry en un intento fallido de hacer que usara su poder, ya que no vio que Harry estaba despierto hasta que llegó a las camas.
-Parte de el punto de las pociones es tomar los componentes benéficos de los ingredientes al líquido (un detalle que me dieron). Pero el punto que hace Kurama es que muchos de los componentes Muggles - vitaminas, minerales, pero particularmente la clorofila (esa buena cosa que have que las plantas sean verdes en primer lugar) se rompen a temperaturas altas. ¿Y entonces, por qué es la poción verde al final? Como Hiei dijo, "cállate, es magia"."