“Mientras como ramen, tu nombre se ahoga con mis lágrimas”
En un día cálido como cualquier otro
en una noche fría como ninguna
me encuentro sentado esperando
mi plato de miso ramen,
aquel que nunca he despreciado
pues siempre me ha gustado
pero sin saber porque razón
no sabe igual que siempre
ahora sabe diferente,
¿Acaso es porque acabo de perderte?
pruebo un poco, continua igual
¿O es porque tu nombre no se aparta de mi mente?
esta caliente, el vapor se eleva
pero sin saber por que el sabor se queda,
continuo comiendo, no me detengo
y sin ninguna razón aparente
lagrimas cristalinas han aparecido,
brotan de mis ojos como torrentes
trato de retenerlas
¿Sasuke por qué no vuelves?
las pequeñas gotas caen en mi plato
después de haber recorrido mis mejillas
ahora forman parte de aquel caldo,
caldo que no dejo de absorber,de probar, de comer…
plato tras plato dejo vacío,
sigo comiendo, no me detengo,
como tratando de eliminar la ansiedad
que me producen tus recuerdos,
sin siquiera desearlo
tu nombre revolotea en mi cabeza
como una mariposa,
es parte de mi
como las flores en primavera,
no dejo de mencionarlo
dulce y pausadamente
regresan tus palabras
como invierno a mi mente,
me quedo callado…
como quisiera verte…
otro bocado de ramen…
y aún continuas presente,
puedo reírme a carcajadas
pero al nombrarte mi sonrisa se vuelve falsa,
no pude detenerte…
no pude decirte nada…
para que no me dejaras solo…
para que no te marcharas…
¡Estupido sentimiento que nos une!
¡Estupido lazo que nos ata!
¡Estupido yo que te amo!
¡Estupido tú que me rechazas!,
quedándome sin dinero
sentado en aquella banca
¿De que me ha servido saciar todas mis ganas?
aún sigo llorando
aún me duele el alma,
¡Ya no hay caso!
¡Ya no hay duda!
ni siquiera el ramen
aquel que tanto me gusta
puede saciarme
y quitarme esta amargura,
aún soy muy chico
no tengo edad para beber sake
por esa razón continuo
ahogando mis penas en ramen,
aquellos susurros que provienen de mi boca
tratan de formular tu nombre,
tomo el plato entre mis manos
bebo del contenido sin detenerme
ahogo el “Sa” y bebo más rápido…
no puede salir el “suke”
mientras ahogo tu nombre y apellido
no puedo evitar llorar…
¿No te quiero dejar de mencionar?
bajo el plato
lo coloco enfrente,
no quiero olvidarte,
no quiero dejar de amarte,
suspiro…
ni una moneda en mi cartera,
aunque quisiera no podría seguir ahogándote,
me levanto y me alejo
camino por la villa errante
la noche esta triste
las estrellas parecen distantes,
me detengo…
aparecen las lagrimas sin previo aviso
no las retengo
trato de mencionarte,
ahora lo deseo,
Sasu…
no puedo…
hay un nudo en mi garganta
producto de mis lagrimas
como quisiera verte…
poder tenerte…
ahora estoy en casa,
me acuesto en mi cama,
te pienso…
tu nombre…
y lloro…