Pero no podíamos hacer nada, éramos Super Junior, debíamos satisfacer a las fans y a los empresarios que gastaban en nosotros.
Bajé lentamente la gran escalera que nos separaban del piso, en completo silencio. Sólo podía oír la respiración entrecortada de todo Super Junior, los gemidos de cansancio que escapaban de ves en cuando, y uno que otro comentario acerca de la presentación que acabábamos de realizar.
Parecía que nadie hablaría durante esa noche, ya que cada uno vagaba por sus propios pensamientos, quizás imaginando una mullida cama donde dormir eternamente.
Sólo una voz destacaba en todo el grupo. Esa voz tan conocida para mí, y para todos. Aquella voz que, aunque fuese estridente y escandalosa, siempre me hacía sonreír.
Pude oír los quejidos de muchos de mis amigos, al recibir, seguramente, algún golpe o broma de él. Siempre sería así. Él nunca demostraría su estado anímico, ni físico. Porque sabía muy bien como guardárselo para él. Siempre con su sonrisa en el rostro, o su mueca molesta, o su mirada caprichosa.
La verdad, nunca sabía como se encontraba en el fondo. Me era imposible decifrar lo que querían decir aquellos oscuros ojos. Pero con sólo tenerle a mi lado, me era suficiente. Con sólo saber que él me deseaba, hacía saltar mi corazón de alegría. Y es que, no todo el mundo tiene el privilegio de recibir su cariño y amor, y yo soy uno de los afortunados. ¿Cómo me gané tal premio?. Bueno, fue sólo mi actitud. Algo en mí le llamó su curiosa atención, y desde ese momento, no se despegó de mí. Algunas veces pensé en él como un niño indefenso que buscaba de alguien fuerte que le protegiera. Pero vamos, que nunca, ni en miles de años, él sería indefenso. Todo lo contrario. Yo estaba en peligro a su lado. Con su personalidad extrovertida y casi desagradable, causaba hasta lágrimas en cualquiera que se le cruzara y tuviera el fatídico destino de caerle mal. Porque él era así. Su ser y persona eran así.
Pero yo le amo, y lo seguiré haciendo, sea como sea. En todas sus facetas, como la faceta sonriente, la pesada, la curiosa, la caprichosa y hasta la hiriente.
Porque Heechul es así, y yo tuve el don, de poder aceptarle tal cual es...
- Simba, ¿me acompañas a la habitación?, tengo algo para ti que te gustará -
Y bueno, por muy cansado que esté. Por mucho que mis músculos duelan y lo mucho que desee dormir, simplemente, no puedo negarme a sus peticiones y deseos.
Pero diganme.. ¿quién en su sano juicio se negaría a sus caprichos?. Pues yo no, y así sin más, le sigo a su habitación, donde seguro, pasaremos una noche más, llena de amor y pasión. Esa pasión que siempre me entrega cuando me encuentro con su cuerpo, desnudo por completo, chocando piel contra piel, hace que todo lo que sufra al estar a su lado, valga la pena.
Y en aquel acto, él se entrega a mí, como yo lo hago en cada momento. Y seguiré siempre detrás de sus pasos, sólo para obtener aquello que sólo me brinda en la intimidad, en la oscuridad, en la privacidad. Porque Kim Heechul es así, y así es como le amo.
Fin ~~