Capitulo 2 La separacion
Había pasado una semana y Ginji no había tenido noticias de su mejor amigo aunque en su corazón se moría por verlo, lo extrañaba demasiado. Estaba seguro de que lo mas seguro era que estaba ocupado en algún negocio.
No podía dejar de pensar en lo sucedido y una y otra vez, revivía la escena en su mente, cada vez que recordaba lo pasado su rostro se ruborizaba, su corazón se aceleraba y se sentía vivo.
Tengo que verlo fue el pensamiento que se repetía en su mente.
Y tomo su caballo y decidió ir a dar un paseo. Y en el camino valoraría si iría a la casa de su amigo, después de todo era su mejor amigo. Por que habría de ser un problema el que lo visitara.
El rubio una vez en camino decidió que no tenia caso esperar, y el ir a casa de su amigo, era la mejor decisión que podía tomar en un día, como este.
Y emprendió el camino mientras disfrutaba del aire y el sol sobre su rostro. Era una mañana hermosa y esperaba en su corazón que al igual que el día para él fuera igual de mágico.
Al aproximarse a la residencia de su amigo, pudo percibir que lucia diferente, estaba arreglado. El decorado le llamo la atención.
Ginji- Va a haber fiesta? Que raro yo no recuerdo que me lo haya mencionado. Seria capaz de olvidar algo así?
Desmonto y se adentro en la residencia, su presencia era tan familiar para cualquiera de los habitantes que nadie le dio gran importancia el que se desplazara a sus anchas en aquel lugar.
El rubio se encontraba fascinado con todo el arreglo y se dirigió a la habitación de su amigo.
Toco y entro encontrándose cara a cara con el castaño.
Al verlo se abalanzo hacia El
Ginji- Ban toda la semana te extrañe mucho. Mientras lo abrazaba. Aunque percibió la indiferencia de su mejor amigo.
Ginji- Pasa algo? Y por cierto que es todo el alboroto acaso olvide algo?
El castaño todo el tiempo mantuvo la vista sobre su mejor amigo. Pero su actitud era de completa indiferencia. Hasta cierto grado mostraba frialdad.
Ban- No, tendría que pasar algo?
Ginji- Es que te noto diferente. Estas molesto por algo?
El castaño empezó a fumar- No, todo esta bien. Y bueno hay algo que un día te comente, pero no tenia fecha, hasta la semana pasada que decidí adelantar.
El rubio empezó a sentir temor por lo que estaba a punto de escuchar.
Ginji- Que un día me comentaste, que?
El castaño lanzo una bocanada de humo, mientras hacia un silencio que al rubio le pareció eterno.- Un día te hable sobre los planes que tenia de una boda, en un futuro con la hija del mejor amigo de mi padre. Pues llegue a la conclusión de que no tenia ningún caso posponerla y será el día de hoy. Así que espero que te alegres conmigo.
Para el rubio, era como recibir un balde de agua, o aun peor, sentía un terrible dolor en el pecho mientras escuchaba hablar a su amigo, realmente era el mayor idiota del mundo, como pudo haberse engañado y creer que todo estaba bien. Todo había sido un sueño, del cual estaba despertando. Y lo peor era que sentía que no tenía ningún derecho. Hizo uso de todas las fuerzas que le quedaban para no llorar.
Ginji después de tomar aire, se esmero en proteger sus sentimientos – Me alegro por ti Ban.
El castaño le pareció que perdía lastre – Gracias te vas a quedar verdad?. Eres mi mejor amigo, deseo que estés a mi lado.
El rubio le dio un abrazo, pero en verdad era para ocultar las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos, mientras se esforzaba por tratar de entender a su amigo, y no terminar odiándolo. Como podía pedirle que se quedara? Era algo que rebasaba sus fuerzas.
El chico aun trato de salvar lo poco que le quedaba- Ban pero aun que te cases, tu y yo seguimos siendo los mejores amigos y nuestra relación no tiene por que cambiar.
Ban-Tienes que entender que es poco el tiempo que he pasado con mi futura esposa y al menos por el momento preferiría estar con Ella.
Ginji sonriéndole- Es cierto, tienes razón, soy muy tonto.
Ban una vez mas escudriñándole con la mirada- Sabia que comprenderías. Ahora si me permites, me voy a cambiar, te veo abajo, esta bien?
Ginji- Si otra vez, te digo que soy un poco torpe y no me había dado cuenta de que te estoy quitando el tiempo. Y esmerándose por guardar sus sentimientos abandono la habitación cerrando la puerta por fuera.
Una vez solo el castaño observando su imagen frente al espejo- Soy el mayor Idiota del mundo. Ya no se ni lo que hago ni lo que quiero. Por que tenia que venir. No entiendo los sentimientos que me despierta este chico. Nunca me di cuenta hasta la semana pasada. Y si la boda es solo un escape?. Si estoy equivocado? Demonios estoy tan confundido.
Ban- Pero ya no me puedo retractar, después de la boda, unos días después le voy a ir a buscar. Necesito ordenar mi mente, mi corazón, todo.
Mientras el castaño trataba en la intimidad de su habitación de darse razones validas. El rubio una vez que estuvo fuera de la habitación abandono la residencia, le importo poco la caballerosidad de saludar a cada uno de los invitados, aun los que le llamaron Por su nombre. Era tanto el dolor que le embargaba y a la vez la sensación de que sentía las miradas y las burlas de las personas que sabían de la estrecha relación que sostenía con su mejor amigo. Era una tortura.
Las lágrimas no pudieron más y empezaron a desbordarse, con mayor razón tenia que abandonar aquel lugar. Y corrió hacia su caballo. Montándolo y abandonando el lugar a todo galope.
Y llego a refugiarse en el lago, el único sitio donde se sentía comprendido. Tantas veces habían venido aquí los dos solos. Aquí habían compartido sus secretos, sus triunfos era el único sitio donde se había sentido tan amado. Paso toda la tarde en aquel lugar, con una mezcla de sentimientos entre recuerdos hermosos y la tortura de escuchar en su mente las ultimas palabras que le había dicho su amigo y las palabras imaginarias que retumbaban en su cabeza “ te acepto” diciéndole a su novia para quedar unida con Ella.
Ginji- Me tengo que ir, ya no puedo ni quiero seguir aquí. Mañana mismo tomare el tren y me iré y nunca mas regresare. Ya no quiero estar aquí.
Después de la boda, pasados cuatro meses, Ban decidió que necesitaba ver a su amigo, aunque se había esmerado, realmente no había podido olvidarlo. Y algunas veces le extrañaba demasiado por más que trato de sumergirse más en los negocios de su familia, por más que hizo nuevos amigos, nadie podía sustituir a Ginji.
Y tomo su caballo y le fue a buscar, durante el camino, pensó todo lo que le quería contar. Cuando llego a su casa. El padre de su amigo le puso al tanto que sin una mayor explicación su hijo abandono todo y desapareció sin razón alguna.
Ban regreso a su vida, mas de diez veces en ocasiones diferentes hizo el recorrido a la casa de su mejor amigo, y siempre lo mismo. Simplemente desapareció. Pasaron los años y nunca mas volvió a saber de El.
El tiempo fue cambiando el carácter del castaño era mas frió, mas indiferente era como tener una herida que nunca sano. Se dedico en cuerpo y alma a sus negocios, no volvió a confiar en un amigo. Tuvo hijos, crecieron, se casaron y a la vez tuvieron hijos. Su relación con su esposa fue aceptable, pero nunca pudo decirse que era una historia de amor. Por que en su interior recordaba a su amigo, y la mirada de amor que observo en sus ojos aquel día en el lago.
A los ochenta años con la entrada de un nuevo siglo enfermo y murió, y el ultimo pensamiento que paso por su mente fue a su amigo en aquel maravilloso día, cuando estaban jugando y pudo ver su mirada llena de amor hacia El.