Capitulo 7 Recuperando el corazón.
Todo el viaje de regreso Ban no hablo solo iba perdido en una maraña de sentimientos, emociones e ideas que le eran difíciles de ordenar por el momento. Había experimentado algo que parecía un sueño, pero como la mayoría de los sueños tampoco era capaz de recordar lo que había vivido pero sabía que tenía algo que ver con el joven de cabellera rubia que venia a su lado.
La mayor parte de su viaje no retiro la mirada del cristal como si tuviera miedo de encontrarse con la mirada de su amigo. Como parte de su ruta el tren atravesó por un túnel el escenario se tiño de negro y el cristal actuó como un cristal, reflejando el rostro del chico rubio quien dormía a su lado ajeno de los pensamientos de su amigo.
Allí estaba el causante de su confusión en que momento la frágil línea que divide la amistad del amor podría llegar a desaparer?. Le dolía la cabeza tratar de ordenar las ideas que amenazaban como las nubes el cielo avisando una tormenta. Así se sentía.
Una vez que arribaron a Shinjuku continuaron en silencio hasta llegar al Honky Tonk. Una vez allí. Ban telefoneo a Heven para que le comunicara a su cliente que habían recuperado lo que se les había encargado. El rubio empezaba a sentirse entre preocupado y ansioso por el silencio y aparente indiferencia de su compañero hacia El.
El Sr. Ito arribo y espero a que se le pusiera al tanto de la situación.
Ban comento brevemente como encontraron el lugar y el ataque con los Ninjas y el encuentro con el hermano menor del Sr. Ito quien le ataco como si fuera un samurai.
Ginji- Era terrible traía una armadura que parecía un dragón, solo de verle ocasionaba terror.
Sr. Ito – Cuanto lamento haberles hecho pasar por una experiencia así.
Sr. Ito- En verdad Sr. Amano el enfrentarse a una armadura de un Samurai es casi tan terrible e impresionante como el ataque del samurai mismo. En verdad lamento que haya tenido una experiencia como esta. Y agradezco el que hayan recuperado esta apreciable joya. Entregue el pago a su negociadora. Ella se encargara de liquidarlos.
El Sr. Ito abandono el lugar con la Katana entre las manos.
Ginji- Ban El Sr. Ito era muy amable verdad? Todo lo contrario de su hermano. Era terrible. Por que cuando me tenía acorralado en lugar de usar la espada con la que me atacaba, empezó a desatar la que traía a la cintura y fue con la que me hirió?.
Ban- Ginji, esa espada era la katana y los samurai solo la desenvainaban para matar era una espada de tipo ceremonioso. Y bueno te estaba dando el honor de reconocerte como su enemigo. Y te iba a dar muerte.
Ginji- Ah solo de pensarlo me da escalofrió. Poco le falto para lograr su propósito.
El castaño empezó a juguetear con el rubio- pero no lo hizo tonto. Además me pediste que confiara en ti y lo hice.
Ginji- Gracias Ban si no me hubieras llevado a la fuente de luz o si me hubiera desmayado antes por el dolor o la perdida de sangre quizás no lo estaría contando.
Ban- No te pongas melancólico Tonto. Ya pasó y lograste manejar el momento. Anda sonríe.
Ginji- Tienes razón Ban, además ya paso.
Ban- además tenemos dinero podemos comer. No tienes hambre?
Ginji- Si mucha Ban.
Paul- Antes no olviden pagar su cuenta.
Ban ->.< / Ginji u.u. ah nos tendremos q conformar con pizza.
Después de comer los recuperadores salieron a caminar.
Ginji- Se ve hermoso el sol, no crees Ban.
Ban- Si tienes razón.
Ginji con un tono de voz acongojado- Ya no estas molesto? De regreso venias callado y sentí que estabas disgustado conmigo?
Ban- No Idiota. No estaba disgustado, solo me sentía confundido.
Ginji con una sonrisa un poco nostálgica- Y ya no te sientes confundido?
Ban – No, ya estoy bien. Quieres un helado?
Ginji lleno de entusiasmo- Claro Ban me encantaría.
Ban- toma anda ve a comprarlo me traes lo mismo que compres para ti.
Ginji- A la orden Ban ahora regreso.
El castaño se quedo observando a su amigo lanzarse corriendo como un niño hacia el puesto de helados. Que tenia ese rubio que le hacia sentir que su vida tenia sentido, medito una vez mas mientras ordenaba sus ideas y sentimientos, recordó las palabras de Ginji cuando dijo que pudo haber sido su fin y sintió un leve dolor en el pecho al recordarlas. Pero ya todo había pasado. Iniciaba una nueva etapa de su vida. Ya no estaba solo. Y además paso por su mente la letra de una canción que escucho
“Encontré sin quererlo a quien buscaba.
Yo deslumbrado no podía ver la respuesta.”
Había encontrado sin proponérselo a quien buscaba que afortunado se sentía.
En su interior podía escuchar reír a su corazón. Recordó una vez más el estribillo de la canción.
“Quédate conmigo, no dejes mirarme solo a mi.
Mi amor por ti arde en mi pecho.
Abrázame no te dejare marchar.
Nadie va a separarnos.
Podría desafiar hasta a los dioses.
No me importa dar la vida si te tengo a ti “
Por primera vez su vida se identificaba con una canción y el sabia muy en su corazón que la ultima estrofa era verdad. No le importaría dar su vida por el niño rubio que había cambiado su triste y patética vida. Quizás ahora no le expresaría cuanto lo quería o le confesaría que le gustaba había tiempo para llegar a decírselo.
Fin.
Sunshine