Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SOLO ERES MIO por sank

[Reviews - 146]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

MELLO

Yo nunca debí haberte permitido aquello. Ahora ya es demasiado tarde. Ya no pude volver atrás. Aunque quisiera yo… yo ya no pude.

Estoy atrapado.

Pero…me sentí tan bien…
………………….…

Ya había pasado varios días de lo ocurrido. Desde aquel día tú siempre me llamabas y te acercabas a mí para tratar de arrancarme una sonrisa y yo, como aquel día, también, trataba de alejarte de mí.

–Mello, yo… ¿Me puede acompañar a armar mi rompecabezas?
– No Near. Ya te he dicho que no tantas veces, ¿Acaso no entiendes?

Siempre me preguntabas aquello y yo siempre te respondía que no. Esa era la respuesta que siempre escuchabas pero yo…yo no me sentía feliz.

Te dejaba ahí sólo en el pasillo ¿Porque, maldita sea, cuando te decía que no, te ponías triste y hacías que yo mismo me odiara?

La negación...Esa era la respuesta correcta para mí, pero…yo quería estar contigo.

………………….…

Después de clases todos habían acordado el juego y nadie se molesto en ir a sus respectivas habitaciones y por tal razón yo me encontraba ahí, con todos mis compañeros, esperando el que empezara el partido.

–Mello, entraremos al equipo dos. Si estas con nosotros, es segura la victoria.

Yo estaba muy intranquilo. No me sentía cómodo, sentía que tenía que hacer algo.

–Yo no juego. Estoy aburrido– le dije, dejandome caer sobre el pasto.
–Entonces, yo tampoco. La verdad es que no quiero perder.

Nos quedamos ahí, sobre el pasto. Yo ya no podía contener esas ganas de dirigirme a mi habitación para hacer aquello que no sabia que era. Esa era la razón de mi incomodes, pero ¿Qué quería hacer en aquel lugar? No lo tenía muy claro.

Sin darme cuenta ya estaba parado, fue como un impulso inconsciente, y al darme cuenta de aquello sacudí mi ropa y me encamine hacia la mansión. Siempre pasaba lo mismo.

–Adonde vas– me dijo Matt
–Boy a subir a mi habitación. No tengo porque darte explicaciones– me alejé un tanto enojado.
–Ya veo. Últimamente se te da por estar dentro de la mansión. ¿Porque?
–No me gustan los interrogatorios Matt. Ya no me molestes.

Matt tenía razón. Últimamente tenía la necesidad de ir a ese lugar, y cuando estaba en mi habitación no me acordaba porque estaba allí.

Sin tomarle tanta importancia a aquella incógnita, me encamine hacia el pasillo de las habitaciones. Me sentía muy inquieto.

Subí las escaleras muy pensativo. Pensé si quizás tú estarías ahí solo, armando como siempre, tu rompecabezas.

-Ya salte de mis pensamientos- pensé.

Desde aquella noche, no dejaba de pensar en ti. Siempre me descubría pensando en ti, y eso me incomodaba. Después de ese día ya no dejabas mi mente en paz. No dejaba de reprocharme por haberte permitido quedarte conmigo aquella vez.

SÍ, allí estabas, arrodillado, armando tu rompecabezas, solo. Me detuve un rato para observarte desde lejos. No pude explicar la sensación que sentí en aquel momento, pero si puedo decir que me sentí muy tranquilo. Pude notar que no te habías dado cuenta de mi presencia. Estabas tan callado y acompañado por la nada. Me sentí un poco avergonzado al darme cuenta de lo que estaba haciendo. No era la primera vez que me detenía a observarte. Siempre que subía a mi habitación pasaba lo mismo. Ya sin pensar en nada más me dirigí a mi cuarto y pase junto a ti. Yo estaba esperando algo, ahora era yo el que esperaba algo.

–Mello

Escuchó tu voz que me llamaba. Me quede quieto y esperaba a que me dijeras algo más. Tenía la necesidad de que me dijeras algo más. Quería seguir escuchando tu voz.

–Mello… ¿Me puedes acompañar a armar mi rompecabezas?
–Tú si que no entiendes Near. Eres muy testarudo. Ya deja de hacerme esa pregunta–lo había vuelto a hacer. Estaba, otra vez, intentando alejarte de mí.

Cuando te estaba apartando para alejarme de ti, me sentí un entupido .mis pasos se volvieron lentos en ese momento, no quería alejarme, pero...se supone que te odiaba, que despreciaba tu presencia y todo lo que te involucrara, pero desde aquel día despertaste algo en mí, algo que estaba dormido y que hasta entonces se expresaba como odio hacia ti, ese odio que estaba disfrazado de un sentimiento que yo ignoraba y que tú afloraste.

–Porqué no. siempre me dices que no. Quédate a jugar conmigo ya verás que es muy divertido armar rompecabezas. Cuando termino de armar un rompecabezas diferente, no tengo con quien compartir mi alegría. Por favor, comparte eso conmigo– Me dijiste aquello mientras me jalabas de una manga, con una sonrisa juguetona.

Yo seguí tus pasos, pero de pronto me detuve. Pude sentir un gran silencio en el pasillo. Un silencio que hacia que me sintiera culpable. Tus manos dejaron mi manga y no despegabas tu mirada del piso. Sentí tu tristeza.

Me dispuse a darte la espalda cuando…

–No te vallas…quédate.

Me abrazaste…me quede helado. Mis manos actuaron solos en ese momento, estaba perdiendo el control. No pude evitar acariciar tu rostro, y abrazarte. Estaba cediendo ante ti. Luego de aquello, regrese a la realidad y para retractar mi actitud acostumbrada, te empuje contra la pared, pero sin violencia, ya no quería lastimarte más.

Me di media vuelta Y me encerré en mi habitación. Estaba ahí encerrado, sin hacer nada.

–Para que maldita sea vine a mi habitación –pensé. Otra vuelta había olvidado el motivo por el cual estaba encerrado en mi cuarto.

Estaba allí sentado, en mi habitación, apoyado contra la pared, cuando de pronto escuche un fuerte golpe en la pared. Yo Salí muy preocupado. Tenia que saber lo que había pasado. En ese momento en lo único que pensé fue en ti.

En el piso había muchas piezas de tu rompecabezas. Estas piezas estaban esparcidas por todo el piso. Estabas recogiéndolas en silencio.Tus ojos muy vidriosos, porque tratabas de contener las lágrimas que Matt había causado. Sí, Matt fue el causante de todo aquello. El había tirado tu rompecabezas contra la pared. El te miraba con desprecio. Ninguno de ustedes se había dado cuenta de mi presencia hasta entonces.
Me preguntaba cual había sido el motivo por el cual Matt había actuado de esa manera. El nunca te ha había tomado importancia y de repente de la nada estaba contra ti, maltratándote.

No se que paso, fue como si hubiera sufrido amnesia, pues no recordaba en que momento fui contra Matt. Estaba sobre el golpeándolo. Era cierto que yo trataba sin importancia a Matt, pero nunca había hecho algo así, nunca lo había golpeado hasta entonces. Luego de darme cuenta del acto que estaba realizando contra Matt, me pare y me fui de aquel lugar extremadamente enojado.

Haces que pierda el control…

Me fui a los servicios higiénicos, muy confundido por mi actitud. No dejaba de pensar en lo ocurrido.

“Eres el culpable de todo esto, Near”me dije a mi mismo. Me quede parado junto al lavabo un buen rato. No se cuanto tiempo estuve encerrado, enloqueciendo por las tantas preguntas que no podía responder.

Salí del servicio higiénico. Pensé en estudiar un poco para distraer mi mente. Normalmente yo no estudiaba. Con tan solo escuchar la clase era suficiente para mí, pero era preciso buscar una distracción en aquel momento. Una distracción permanente que te alejara por siempre de mis pensamientos.

Me estaba encaminando a mi habitación cuando no pude evitar darle un vistazo al tuyo. Abrí la puerta lentamente. Estabas sentado sobre el piso, contando las piezas de tu rompecabezas. “ya basta” me dije a mi mismo al sorprenderme otra vez observándote.

Estaba dirigiéndome a mi habitación, otra vez, cuando pude ver una pieza, una más y otra. Eran las piezas de tu rompecabezas. Me quede mirandolas, dude un poco, pero al final decidí recogerlas. Habías olvidado aquellas piezas.


Cuando las tuve en mis manos, fui sorprendido por Matt.

–Son las piezas de Near, debió haberlas olvidado–me dijo aquello mirando mis manos- ¿Que piensas hacer con ellas?
–Pues… –dije, dirigiéndome a una ventana – las dejare caer. Ya veremos si él las puede encontrar.

Luego de dejar caer las piezas hubo un gran silencio.

–…
–…

Pensé que se iba a quejar por haberlo golpeado, pues lo que hice fue una conducta en contra de él y que, quizá, nunca pensó afrontar.

–Tengo ganas de jugar, que tal si jugamos con tus videojuegos- dije aquello muy animado, para cortar ese incomodo silencio.
–En verdad .que bueno, justo tengo uno nuevo .vamos.


………………….…


Ya llevábamos un buen tiempo jugando y me estaba muriendo del aburrimiento


–Me dijeron que era dificil, pero resulta que esta muy fácil.
–Bueno, ya me voy
-Por qué, pero si acabamos de empezar.
–Ya han pasado dos horas y la verdad ya estoy aburrido –me pare para retírame.
–Este bien. Grabare el juego y lo volveremos a jugar juntos, ¿esta bien?
–…quizá me anime algún día.
–Ya. La verdad esperaba una negativa tuya, pero esa respuesta me da esperanzas. Mello, tiene que ser antes que muera. No quiero llevarme una promesa tuya a la tumba.

Quise decirle que no le había hecho ninguna promesa, sin embargo ya estaba cansado de estar ahí. Salí de la habitación de Matt, para dirigirme a mi habitación por enésima vez.

Salí del cuarto de Matt cuando de pronto mi mirada se detuvo en aquella ventana donde deje caer tus piezas y sin pensarlo dos veces, baje las escaleras en busca de aquellas piezas. Una ves que las tuve en mis manos, me dirigí ya no a mi habitación sino a la tuya.

Abrí la puerta lentamente. Estabas dormido. Para comprobar que verdaderamente lo estabas acaricie tu cabello. Esa fue mi excusa. Me quede ahí, parado junto a tu cama, parado, mirándote. El silencio era mi aliado en ese momento ya que me permitía escuchar tu respiración.

Gracias por estar vivo, gracias por permitirme estar a tu lado.

Mi atención se concentro en tus manos blancas, quería sentir la suavidad de tu piel. Tome tus manos, estaban frías. Trate de transmitirte el calor de mis manos. Eso no funciono. “que puedo hacer para que tus manos ya no estén frías” pensé, mientras trataba de darles, ahora, el calor de mi rostro. Después Me acosté a tu lado y te acomodé en mi regazo. Pensé que quizá dándote el calor de mi cuerpo podría funcionar.
Mientras estaba a tu lado, me puse a jugar con tu cabello como tu mismo lo haces.

De repente me abrazaste.

-Quédate…Mello.

Por un momento pensé que te habías despertado, sin embargo no fue así, seguías durmiendo. Estabas soñando conmigo. No pude evitar sonrojarme. Pero luego pensé que quizá estabas soñando con esos momentos en que te aparto de mí. Rogaba que no fuera así, no quería lastimarte también en tus sueños.

Ya no pensé en nada más, solo quería estar junto a ti...a tu lado.

………………….…

De repente abrí mis ojos. Me había quedado dormido. Aun seguías junto a mí. Seguías durmiendo .Me fije en el reloj que tenías en la pared de tu habitación. Eran las seis y diez de la mañana. Con mucho cuidado me levante de la cama para no despertarte. Saqué las tres piezas de tu rompecabezas que había guardado en mi bolsillo izquierdo, abrí tus manos y las deje en ellas .Te cubrí con tus frazadas procurando que tus manos quedaran dentro de ellas junto con las piezas. Cuando termine de acomodarte me acerqué a tu rostro y rose mis labios con tu mejilla, muy cerca de tus labios.

Antes de Salir me fijé si no había nadie. El pasillo estaba desierto. Recordé que era sábado y que, por no haber clases, todos aprovechaban ese día para no despegarse de las sabanas. Salí sin cuidado hacia mi habitación.

Una vez en ella, me sentí vació. Me acerque a mi cama, pero solo para sentarme en ella.
Ya no tenia sueño. No pasó ni un minuto cuando de pronto entro Matt con su piyama puesta.

-¿Dormiste bien, Mello?

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).