Sae subía las escaleras para regresar a su salón, después de lo que había pasado se sentía bastante raro, y había otro acontecimiento que también le parecía fuera de lo normal a Sae. El hecho de que Toyotomi le hablara no era muy normal… pero… se sentía bien. La persona a la que Sae veía inalcanzable le hablaba como si nada, como si se tratase de un amigo, “¿tan fácil era hacerse de amigos?” se preguntaba Sae.
-probablemente de ahí pueda surgir una amistad ^^ - el chico rubio le dijo a Sae
-¿! DONDE ESTABAS?! –grito Sae exaltado al oír de nuevo la voz de Yoshiteru
-cuidándote- dijo el ángel con una cara de inocencia
Sae lo miro con ojos de asesino.
-eres tan cruel conmigo- dijo Yoshiteru yéndose a un rincón a llorar
-no tienes remedio
Entonces alguien apareció en frente de Sae, Caesar el muchacho de ojos grises le hablo.
-¿con quien hablas?- pregunto el pelinegro
-…
-a veces también yo hablo solo.
Eso le pareció muy extraño a Sae, seguro Caesar creería que Sae estaba loco, pero Caesar se veía mas perdido que el.
La mañana avanzo rápidamente hasta llegar a la hora del termino de las clases, los muchachos comenzaron a irse poco a poco, Sae guardaba sus cosas y antes de salir alguien lo detuvo.
-Sae, ¿verdad?.-dijo Caesar asegurándose del nombre del castaño
-si
-vi lo que hiciste en el descanso, y me pareció sorprendente, ¿estudias artes marciales o algo así?
-en realidad no
-sabes, no es la primera vez que te veo, de hecho siento como si te conociera desde antes- esto ocasiono una reacción rara en Sae, de repente sintió una opresión en su pecho y Caesar continuo hablando.
-Yo te vi una tarde camino a tu casa, y me llamaron la atención tus ojos.
-¿mis ojos?- pregunto Sae confundido
-si, me parecieron tan profundos y tan… vacíos, como si algo te faltara.
Sae de inmediato quedo en shock, ya que en realidad hace unos días se había sentido algo así, como vacío como era posible que este muchacho se diera cuenta de lo que le pasaba en su interior, cuando Sae parecía tan indiferente por fuera.
-¿Qué quieres decir?
Caesar dio unos pasos hacia Sae e hizo que este comenzara a retroceder.
-Hace unas semanas encontré un libro bastante interesante en mi casa…- Sae no sabia de que se trataba eso, ¿le seguía hablando de lo mismo? ¿Por qué cambiaba tan repentinamente de tema?
-…Hablaba acerca de los descendientes del Rey de la oscuridad llamado Lucifer, se dice que tuvo dos hijos a los cuales nombro Keii al mayor y Raku al menor…- Sae permanecía callado mientras oia el relato de Caesar
-…También decía que este rey quería saber cual de sus dos hijos era mas fuerte ya que ambos eran bastante competitivos y decidió realizar una especie enfrentamiento entre ellos, y puso de por medio el reinado… aquel demonio que ganara se convertiría en Rey… envió a los dos muchachos al mundo de los humanos haciéndolos hijos de mortales y estos crecieron como tales, al cumplir los dieciocho años el mayor, Keii , se dio cuenta antes de su hermanos de a lo que había ido a la Tierra y decidió asesinar a Raku.
Una noche sin que el menor se diera cuenta, Keii lo cito en lo mas profundo del bosque llevando una navaja oculta, Keii comenzó a hablar de cuanto lo quería pero que no podían seguir juntos, a Raku le extraño bastante esto y abrazo a su hermano…
En ese momento Keii apuñalo a su hermano por la espalda hasta que murió…-
El rostro de Sae cambio a una expresión de angustia, ¿Por qué el muchacho nuevo le contaba esto?
-eso que tiene que ver conmigo?- pregunto Sae
-no me has dejado terminar…en poco tiempo los aldeanos se dieron cuenta de lo que había hecho Keii, matar a su hermano, así que lo condenaron a pena de muerte colgándolo.
Pero debido a que Keii y Raku eran mitad demonios solo había muerto su cuerpo físico en la tierra sin embargo no podían volver con su padre, sabiendo que habían fracasado en su mandato. Cuando Lucifer se entero de la traición de Keii, decidió volver a Raku Rey, pero Keii no iba a quedarse con los brazos cruzados y reto a Raku a otra batalla, esta vez por todo… decidieron que esto se realizara en la Tierra, donde había empezado todo…
-pero, y eso que, aun no me has dicho que tengo que ver en eso?- Sae continuaba con la duda
-Raku y Keii decidieron reencarnar en humanos, ahora en el siglo XXI, y una batalla impresionante esta apunto de llevarse acabo aquí, en este aburrido y monótono mundo- Sae puso una cara de sorpresa, creía que Caesar había leído una novela o algo así
-Bien, entonces… puedo irme?
Caesar empujo a Sae hasta una pared colocando sus manos a ambos lados de la cabeza de Sae.
-aun no entiendes?- dijo Caesar
-entender que?
-que tu… tu eres Raku
Seguro estaba loco, si, eso debía ser Caesar era un loco aficionado por las historias de misterio y acción y le estaba jugando una broma a Sae.
-no seas idiota, eso no es verdad- Sae intento moverse pero Caesar no se lo permitió
-Crees que no es verdad?
-por supuesto que no
-entonces que fue lo que hiciste en el partido de fútbol?, acaso fuiste tu?
Sae recordó el salto que había dado, y que para su cuerpo era imposible hacer eso.
-no tiene nada que ver, en todo caso, como sabes tu que yo soy Raku?- dijo Sae esperando a que Caesar le contestara con cualquier tontería, a ver ahora que se le ocurría.
-Ya te dije que me llamaste mucho la atención, y después me di cuenta de el por que…
Porque yo soy Keii- a Sae se le abrieron los ojos como platos, de verdad que ese tipo era demasiado fantasioso.
Caesar decidió salir del salón ya que Sae no respondía pero antes de eso una voz se dirigió a el.
-Caesar! Entonces seremos rivales! –le grito Sae al pelinegro haciendo que este se sorprendiera de la repentina reacción de Sae. Caesar soltó una risita, tomo sus cosas y se marcho de ahí dejando a Sae pensativo.
Seria verdad todo ese cuento? Sino de que otro modo explicaba lo del partido… que cosas iban a cambiar de ahora en adelante con la llegada de Caesar.
Sae miro hacia la ventana y vio que ya estaba atardeciendo, tenia que regresar a casa antes de que anocheciera…