Era de noche, la oscuridad se hacia evidente en las calles vacías de aquel pueblo fantasma que parecía ajeno a él. Todo era silencio. Él era la única alma que por ahí vagaba.
La luna…. La luna había hablado con él… el alma de la Luna.
Todo tenía que ser un sueño…. Una alucinación… algo irreal…. Pero había visto tantas cosas antes…. Cosas que parecían imposibles…. Y eran más real que cualquier cosa….él era una prueba viviente de eso… los piratas que había derrotado…todas esas aventuras, esas victorias… parecían tan lejanas ahora, el ser Rey de los Piratas, importaba menos, si no tendría con quien compartirlo….
Esa soledad, era tan dolorosa, no se parecía a la soledad a la que estaba acostumbrado, aquella que lo había acompañado antes de conocer a su tripulación, a sus nakamas; a la persona que ahora amaba….
Las lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas…
¿Por qué todo era tan difícil?, ¿Por qué tuvo que haber nacido hombre?.... ¿Por qué?....
La frustración era cada vez mayor, ¿Qué haría ahora?, necesitaba que alguien lo ayudara, ¿pero a quien le podría pedir consejo?
En un principio le había sido difícil aceptar que le gustaba, por dios era un hombre, ¡estaba enamorado de un hombre! Y a pesar de que él ya se había hecho a la idea, todavía no estaba preparado para decírselo a alguien más…
La noche se volvía cada vez mas oscura, la soledad más intensa y Luffy recorría las calles sin consuelo alguno…. hasta que apareció de entre las sombras
-Pareces muerto…
Luffy volteó un poco asustado de que estuviera alucinando de nuevo, con aquel brillante espíritu….
Pero no era la Luna, era Zoro… su primer nakama en esa aventura interminable
-Creí que estarías en el hotel durmiendo, ¿Qué haces aquí?
-¿Qué que hago aquí?, bueno, pues, mira, haz estado tan callado que todos están preocupados por ti, me preguntaste que haría por la persona que amo, te peleaste muy poco por la comida, y comiste muy poco. Déjame ver…. Cuando Nami contó la historia del “Hechizo de la Luna” y de repente dijiste que querías ir ver la luna. Si todo eso no dice algo por si solo entonces estaría muy bruto.
Pero te conozco, dime ¿Qué te pasa?
Luffy sabia que necesitaba de alguien para poder sobrellevar eso, para poder decirle…. Lo que realmente sentía….
-Luffy…. Sé que si se lo dices lo comprenderá.
Lo miró extrañado… ¿Cómo había podido saber?
-¿De qué hablas?, ¿A quien le debo decir que?- dijo tratando de hacerse el desentendido.
-Cuéntame, quizás yo te puedo ayudar….
-Zoro….
Estaba conmovido, sabia que podía confiar en él, pero… ¿Podría confiar en si mismo?
Su amor, su conciencia le decía que lo que necesitaba era a su amigo a su lado. Ahora más que nunca….
Se sentaron en la banca donde la anciana le habia contado la leyenda horas atrás…
-Zoro…. Es que… yo…. No sé como explicarlo… no sé ni como paso……Creo que estoy enamorado……. Pero nunca lo he estado… así que tampoco sé si es verdad…. Y….-se notaba su nerviosismo, odiaba cuando estaba nervioso, por que siempre a pesar de todo había estado totalmente convencido de todas y cada una de sus decisiones… pero ahora todo era tan confuso
-¡ja! Pequeño ñiñato, jejeje –lo mira picadamente- ¿estas enamorado?, quien lo diría, el rey de los piratas vencido por ¡el amor! ¡Jajajaja! ¿Quién lo diría?
- ¡Cállate! Te lo estoy contando con una pena…. ¡y tú lo único que haces es reírte!..... Creí que podía confiar en ti…- ahora miraba el piso, no quería verle la cara, se sentía tan apenado.
-jiji, confía en mí, es solo que es gracioso, no esperaba eso de ti… dime ¿es el rubio el que te gusta?
Luffy sintió como el color se le subía a las mejillas, al oír esa pregunta
-¡jaja! Lo sabía, sabía que cada vez que entrabas a la cocina no era nada más a comer…. Jajaja
Luffy lo miraba cada vez más enojado >.<
-Lo siento, lo siento, jaja pero… ¿desde cuando?
- Desde…. No sé. Primero era el cocinero y nada más. Y después empecé a notar que quería que fuera algo más… en mis sueños….
-¿en tus sueños húmedos?
-¡Zoro! ¿Cómo me preguntas eso?
-Pues es que es normal y dudo mucho que los hombres tengan lindos sueños sin despertar y notar que mancharon la cama… ¿pero estoy en lo cierto o no?
-¡No te pienso contestar esa pregunta! ¡Si los tuve o no es algo personal que no pienso contarte!
-Buuuuuenooo…. Pero a lo que vine- de repente su expresión se torno seria- ¿Le pediste el deseo a la luna?
-Eto……
*.*