Capitulo 2
Sanji encendió un cigarro mientras salía de la taberna. Ya era la tercera en la que investigaban y seguían con la misma información. Desaprecia gente y a pesar de haberlos buscado en el bosque, hasta ahora no habían encontrado a nadie.
- Venga marimo, no te vayas a perder, que no quiero gastar tiempo buscándote. -gritó Sanji mientras caminaba ya por la callejuela.
- Maldito cocinero. ¿Porqué me ha tocado ir contigo? -preguntó Zoro mientras salía del bar y alcanzaba a Sanji.
- Debe ser porque tenemos mala suerte -contestó burlón el cocinero- ''No se porque, pero en realidad me alegro de que nos tocara ir juntos...''
- Como sea. ¿Y ahora por donde? -preguntó al llegar a un cruce.
- Por la izquierda.
- Vale. -dijo Zoro mientras giraba a la derecha.
- ¡TE HE DICHO A LA IZQUIERDA! -Grito Sanji- Creo que no sabes cual es tu izquierda...
- Claro que lo se. Donde llevo las catanas.
- No -dijo Sanji mientras le resbalaba una gota por la cabeza- Las catanas las llevas a la derecha. En la izquierda llevas los pendientes.
- ¿Seguro?- pregunto sin creérselo mientras se rascaba al cabeza.
- No me digas que llevas toda la vida pensando que la izquierda era derecha y viceversa...
- Hem...mejor sigamos no?- concluyó mientras iba por dónde había indicado sanji.
***
En la plaza había bastante escándalo. Al parecer habían encontrado a uno de los desaparecidos, que estaba muy mal herido y no parecía recordar nada, ni siquiera su nombre.
- No hemos averiguado mucho más- dijo Franky mientras se sentaba en un banco.
- Al menos sabemos que lo han encontrado en el limite del bosque. -contestó Robin mientras observaba como trasladaban al hombre hasta el médico- Por lo que significa que estaba allí.
-Yo tengo hambre- Se quejó Luffy.
- Bueno, esperaremos que vuelvan cocinero-san y espadachín-san y volvemos al barco para pensar que hacemos ahora.
- Mala pata que el hombre que han encontrado no recuerde nada. El podría decirnos donde esta la navegante
Una vez reunidos en el barco comentaron las opciones mientras comían.
- Si salió del bosque entonces es que allí hay algo.- Decía Zoro.
- Si, pero debemos recordar que es peligroso. Ese hombre estaba muy mal herido, y no sabemos si es que le han atacado animales salvajes o si eso se lo hicieron sus captores.- recordó Robin
- Como sea, tenemos que recuperar a Nami. -concluyó Luffy- Sanji prepara comida.
- Ok.- contesto el aludido mientras recogía la mesa.
- Yo voy a preparar el botiquín- dijo Chopper corriendo a la enfermería.
- Bien, Franky, Ussop; preparar todo lo que necesitemos. Cuerdas, faroles, y las tiendas de acampar -ordenó el capitán
- No me digas que vamos a pasar la noche en el bosque -tembló Ussop
- Seria una estupidez tener que volver cada noche al barco. Así no avanzaríamos. Voy a ayudar a cocinero-san -dijo Robin llevando el resto de platos a la pica.
- ¿CADA NOCHE? ¿Vamos a estar mas de una noche? -gimió Ussop asustado mientras seguía a Franky que ya iba hacia el taller.
- Hey Zoro, y tu que vas a hacer? -preguntó Luffy emocionado por al aventura.
- Afilar mis espadas. Lo mas seguro es que las necesite. ¿Vamos a ir todos o se queda alguien en el Sunny? -Preguntó mientras afilaba sus armas.
- M... mejor que vayamos todos- contestó Luffy sentándose la lado de Zoro -Así cubriremos más terreno.
***
Cuando estaba todo preparado se adentraron en el bosque. Luffy abría la marcha, detrás iban Robin y Zoro seguidos por Chopper y Ussop, que no paraban de temblar; y Sanji y Franky cerraban la marcha. Siguieron el camino durante dos horas, hasta que este desapareció.
- Y ahora por dónde vamos? -preguntó Chopper.
- Tendremos que abrirnos camino -dijo Luffy- Zoro.
Sin más explicación Zoro pasó delante y abrió un sendero entre las apelmazadas plantas con un movimiento de sus espadas.
Siguieron caminando hasta que empezó a oscurecer.
- Creo que será mejor que acampemos aquí. -dijo Robin cuando llegaron a un pequeño claro.
Tras montar las tiendas y cenar decidieron irse a dormir para levantarse pronto y continuar con la búsqueda.
Sanji no podía dormir. Estaba preocupado por Nami, pero no tanto como creía que debía estarlo. Siempre el había gustado Nami y se había ocupado de protegerla, pero ahora.. Solo sentía que echaba de menos a una nakama, pero nada más... Miró como los demás dormían tranquilamente. Bueno todos no, Le había tocado a Zoro hacer la guardia. Poco a poco el sueño fue venciendo a Sanji hasta que finalmente también el se durmió.
Por la mañana, cuando salieron de las tiendas se sorprendieron. Las ollas de la cena estaban triadas por el suelo, cuando Sanji las había dejado a un lado, bien recogidas; la leña quemada de la fogata también estaba esparcida por el suelo. Y lo peor de todo, entre las brasas frías estaban las espadas de Zoro, pero ni rastro de el.
Continuará...