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Falling again por Sayuri De Vais

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Notas del capitulo:

ACA LA ACTUALIZACION (grita desde su bunquer, por seguridad) PERDONEN, SÉ QUE LO DESCUIDÉ Y MUCHO!! LES PROMETO QUE UNA VEZ ACABADA LA TESIS TRABAJO EN ESTO A FULL... ¬¬ hasta que tenga que trabajar...

Bueno, espero les gusté el capítulo, creo que este tiene pistas MUY importantes, así que ¡¡a Leer!!

 

Un corazón desgarrado...

Un alma hecha pedazos...

Lágrimas que no cesan...

Heridas que no sanan...

Palabras que lastiman...

¿Alguien puede soportar todo eso?

¿Existe alguien capaz de soportar esas cosas?

¿Por qué tanta crueldad?

¿Por qué existen esas cosas?

SokaSoka... SokaSoka...

Nee... a ti también te lastimaron ¿no? Te hicieron cosas feas, hicieron que lloraras, hicieron que te odiases por ser como eres... pero ¿sabes? El hecho de querer vengarte es un error, uno muy grande ¿sabes por qué?

SokaSoka... SokaSoka...

Porque seguirán haciéndolo, no importa cuánto huyas, no importa cuánto pretendas ignorar... todo seguirá igual...

SokaSoka... SokaSoka...

Es por eso que te ofrezco algo muy sencillo... olvida... olvida aquello que te hace sufrir, entrégamelo, yo cargaré esa pena y la llevaré a un lugar donde nunca más podrán salir, entrégame tu pecado que ocasionó que todos te odiasen y pusieran a las divinidades en tu contra...

SokaSoka... SokaSoka...

Dámelo todo, absolutamente todo...

SokaSoka... SokaSoka...

Y yo lo llevaré...

SokaSoka... SokaSoka...

A las profundidades del infierno...

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- entonces estamos diciendo que aquí es la seguridad lo que está fallando...

- no solo la seguridad, es todo lo que rodea a los jóvenes hoy en día, por ejemplo al salir del colegio lo primero que hacen es ir a pasear antes de ir a casa lo que ocasiona que algunos lleguen a altas horas de la noche...

- eso se debe a que los centros de atracciones para ellos se abren hasta altas horas también, ahora, no podemos evitar que un joven tenga vida social ¿verdad?

- no, no, todos sabemos que...

Los comentaristas en las noticias intercambiaban opiniones, la televisión estaba encendida pero nadie estaba en la sala, el desayuno había sido dejado apenas comenzado, el café estaba frío, el pan tostado dejó de ser crocante y las sillas estaban mal acomodadas, incluso una estaba volteada.

Unas cuantas palabras bastaron para abandonar el departamento a toda prisa...

"Hisoka nos atacó"

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- ¿alistaste todo? ¿Estás seguro que no olvidas algo?

- listo todo mamá, ya revise como unas... tres veces- dijo mientras miraba las maletas y las cajas con sus pertenencias.

- bien, entonces descansa un poco, tengo que ir a comprar las cosas para la cena de despedida... ¿eh?

El muchacho se levantó, para luego buscar su abrigo, su madre solo lo observaba...

- ¿qué pasa?

- mamá, voy a salir un momento, tengo algo que hacer antes de irme, no te preocupes volveré para la cena...

- hmmm... hai... pero no tardes ¿de acuerdo? No me gusta la idea de que camines por ahí solo...

- no te preocupes, todo estará bien, además no voy muy lejos y traigo conmigo el celular, bueno, nos vemos en la cena- salió de la habitación y antes de irse le dio un beso a su madre en la mejilla.

Dejó el departamento y se fue corriendo.

- ¡no tardes, Ryuka!

Escuchó que le decían a lo lejos.

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Iba de mal en peor... peor era muy poco que decir, estaba tan cerca... pero tan cerca y ahora, ahora solo le quedaba esperar a que se descompusiera por completo, delante de él, en la enorme cama que compartían, el muchachito con la piel de porcelana, respiraba de forma agitada, su piel cubierta con manchas amoratadas, cortes y rasguños, de sus ojos los tenía fuertemente cerrados mientras que sus manos se aferraban fuertemente a las sábanas... era evidente que le dolía y mucho...

- ... ¿no pudiste haber aguantado un poco más?

Dijo con voz entre dolida y enojada, a medida que el tiempo pasaba, los hematomas y heridas se hacían más y más notorias, los cardenales pasaron a ser a un tono morado que parecía que de un momento a otro se desprendería del cuerpo del muchacho.

- creí que serías el mejor en soportar esto, pero veo que me equivoqué... otra vez...

Los quejidos aumentaron, pasando a gritos, ahora se agitaba aun más y más, terminó por deshacerse del kimono que traía puesto, mostrando su pecho que comenzaba a mostrar los trazos que fueron grabados en él; el médico sonrió al ver que los tatuajes que había grabado en él se expandían rápidamente por toda la pálida piel herida y sudorosa...

Se dirigió a la chimenea y cogió el atizador...

- sabes, creo que ya sé dónde está mi error, pero para ello tenía reservado a tu hermano... ¿dónde puede estar? Busque en todas partes y aun no encuentro una sola pista que me indique su paradero- observó la vara de metal mientras continuaba hablando, escuchando los gritos que pronto se transformaron en alaridos de dolor y angustia, se viró y caminó con paso lento hacia la cama donde el cuerpo del rubio se retorcía de dolor y las marcas tatuadas en su cuerpo llegaron a un color sangre, como si hubiesen sido tatuadas arrancando pedazos de piel... Muraki sonrió...

- es hora... de acabar con esto, Hisoka, me hubiese gustado que tú sobrevivieras...- levantó el atizador por encima de su cabeza...

- n... yo... no... oy... n... Hi... ka... no... soka...

- si... si lo eres y siempre lo serán...

La vara de metal chocó fuertemente contra el cuerpo del muchacho... provocando que grite aun más si era posible... 

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- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH...

- HISOKA...

- HISOKA, CALMATE...

- AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH... AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH... AAAAAAAAAAAHHHHHHHH...

Lo sujetaron de los brazos mientras Watari preparaba un sedante, Tsuzuki abrazó al pequeño shinigami, pero éste se movía con tanta fuerza que por momentos pensó que se dislocaría un brazo, Tatsumi intentó inmovilizar sus movimientos pero era inútil, tampoco era seguro utilizar el poder de las sombras con Hisoka en ese estado, era demasiado riesgo.

- AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH... AAAAAAAAAAGGGGGGGGGHHHHHHHHH... AAAAAAAHHHHHHHH...

Comenzó a patalear a medida que sus gritos aumentaban, eran tan desaforados que llegaron al grado de parecer berridos de un animal, se retorcía intentando zafarse del agarre de los mayores, revolvió las sábanas de la cama e intentaba arañar el rostro de quienes impedían su escapé.

- ¡agh!

De un manotazo logró arrancar los anteojos del secretario, Watari estaba por ir a su lado ya que se alejó del chico, pero el secretario reaccionó rápido y nuevamente intentó sujetar a Hisoka quien ya había logrado ponerse de pie y ahora luchaba contra Tsuzuki en sus intentos por detenerlo.

- Hisoka, cálmate por favor... ¡Hisoka!- Tsuzuki intentó detenerlo y en su desesperada acción ambos acabaron en el suelo, el mayor aprovechó esa oportunidad para colocarse a horcajadas encima de Hisoka y sujetó los delgados brazos a los costados de su cabeza...

La acción pareció provocar pánico al pequeño, que comenzó a gritar mucho más que antes, abriendo los orbes vacios y apretando los dientes.

- AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH... SUELTAME, SUELTAME, SUELTAME... SUELTAME MALDITO DEMONIO, SUELTAME, ALEJATE DE MI ¡¡¡¡¡ALEJATE!!!!!

- CALMATE, HISOKA.

- SUELTAME, NOOOOOOOOOOO... ALEJATE, ALETAJE...

Continúo moviéndose, empujando sus caderas para intentar quitarse al mayor de encima...

- ¡Watari!

- ¡ya voy!

Se acercó al rubio y con cuidado logró inyectarle el sedante, Hisoka debió de haber reconocido la inyección ya que se quedó quieto al momento de sentir la aguja en su cuello, Hisoka aun se movía un poco pero a medida que la sustancia entraba a su organismo empezó a calmarse, fue cuando Tsuzuki pudo cargarlo en brazos.

Se quedó dormido... Tsuzuki lo depositó en la cama con ayuda de Tatsumi, pero las sábanas estaban demasiado revueltas, era necesario cambiarlas ya que también tenían rastros de sangre y un líquido negruzco en ellas.

- llevémoslo a la habitación de al lado- Watari se acomodó la bata blanca y pasó un brazo por su frente para limpiar el sudor- esperen un poco hasta que hayamos cerrado todas las cortinas, Wakaba, ayúdame por favor.

- claro...- la niña se limpió las lágrimas del rostro, estuvo presente en todo momento, el hecho de ver a Hisoka en tal estado era demasiado... traumante, los gritos, las maldiciones que salían de la boca de Hisoka, las decía con maldad, con odio puro.

Lo que más la asustaba era la voz de Hisoka, porque no era aquella que ella conoció... era demasiado áspera para ser la suya. Chio miró a la pequeña shinigami, aunque no lo parecía, ella se encontraba en un estado similar o peor.

- yo también voy- Chio se levantó y fue tras ellos, la alcoba se quedó en silencio... Tatsumi decidió hablar.

- Tsuzuki...

- hmmm...

- sobre... sobre lo que dijo el jefe Konoe... es...

- es porque Hisoka sigue enfermo, Tatsumi, no tienen porque juzgarlo de esa manera, lo viste hoy, reacciona así sin ni siquiera acercarnos o decirle algo...- su agarre al cuerpo del niño aumento- todo es culpa de Mukari...

- ...- solo se acomodó las gafas, sería difícil, muy difícil hacer que Tsuzuki se diese cuenta de los hechos, ahora estaban mucho más seguros que antes... pero...

hn... por qué... ¿Por qué será...?... Todos... me llaman por ese... nombre...

... no... ya le di... dije... no soy... ese Hisoka... no... me llamen... así...

soy Hisoka... pero no "su" Hisoka...

- ¿qué quiso decir con eso?- pensó el Señor de las Sombras, si ese no era Hisoka ¿entonces quién era? Aparte de todo, cuando Konoe utilizó una restricción de exorcismo lo lastimó, eso quiere decir que este chico era más bien un...

- listo, puedes traerlo, Tsuzuki- Watari entró, interrumpiendo los pensamientos del secretario.

- será mejor para Hisoka, estuvo en esta habitación por un buen tiempo- dijo Tsuzuki mientras lo alzaba para acomodarlo en sus brazos- Hisoka, perdiste peso.

Y salió de la habitación, Watari y Tatsumi intercambiaron miradas de preocupación, era más que evidente que su compañero se estaba aferrando a un muchacho que, al parecer, no era Hisoka... y si lo era, había cambiado por completo...

Hisoka... ¿Qué Hisoka?

Esa era la pregunta... ¿Qué Hisoka?

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El té de hierbas que preparaba Watson era el mejor, el Conde seguía una costumbre para beber ese té, primero observaba la vajilla que fue escogida, luego acercaba la taza a milímetros de su nariz para aspirar su aroma... antes de beberlo observaba el color e intentaba catalogarlo... al final daba un pequeño sorbo que le sabía a gloria.

Era un ritual que Konoe estaba acostumbrado a ver cada que era invitado a tomar el té.

- aaahh... me encanta, el té que Watson prepara es inigualable ¿no lo cree así, Konoe?

- me gusta, pero prefiero el café para ser sincero.

- jajaja, que exigente- bebió otro sorbo.

- Conde, no me gustaría...

- "Vísteme despacio, que tengo prisa"

- ¿qué?

- ¿no conoce esa frase? La dijo Napoleón, cuando se hubo escapado de la isla de Elba y regresado a Francia, el ayuda de cámara, nervioso, no acertaba a vestirlo para la reunión del gabinete convocada para tratar el problema, y el rey dijo: «Vísteme despacio, que tengo prisa». Significa que para hacer las cosas que tomarán tiempo y de mucha importancia es mejor hacer los preparativos con calma y paciencia para que todo vaya según lo planeado... y eso es lo que haremos mi querido Konoe...

- ...

- estuve realizando unas cuantas pruebas con respecto a lo que dijo Enma acerca de Kurosaki Hisoka...

- se refiere a...

- exacto, al año de vida que le dieron al niño en cuanto llegó aquí, sígame por favor- se levantó aun con la taza de té en sus manos enguantadas.

Ambos caminaron hasta llegar al salón de las velas, a un sitió en especial... el lugar donde se guardaban las velas pertenecientes a los shinigamis.

- ¿qué hacemos aquí?

- sígame por favor... como debe de saber, estas velas son muy distintas a las demás ¿verdad? En especial porque no deberían de estar aquí ya que ustedes, los shinigamis, estáis muertos- pese a la incomodidad de la situación, Konoe siguió escuchando- ahora, si tomamos en cuenta el caso de Hisoka quien deberá morir en menos de un año... es algo extraño que... se muestre de esa forma.

Le señaló un lugar en especial, Konoe buscó con la mirada...

- no... puede ser...

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Las frías lápidas fueron rociadas con la fresca lluvia, eso no le agradó del todo, le daba al lugar un aspecto más triste de lo normal, como odiaba esos escenarios.

Su mano se aferró al pequeño ramo de claveles blancos que traía, acomodó su bufanda para evitar inhalar el aire húmedo y frío, luego continuó caminando en una dirección, buscando un nombre.

"Kyouto Okazaki"

"1994-2010"

"Hijo ejemplar, gran amigo y un tesoro enviado del cielo"

Era la primera vez que visitaba esa tumba, la primera y la última porque mañana temprano partiría a Alemania, dejando todo lo que pasó en Japón atrás.

Se acuclilló y colocó las flores que le trajo, luego juntó ambas manos para hacer una pequeña oración, luego...

- hola... Kyouto_kun... ha pasado tiempo ¿nee?

La fría lápida le devolvió el reflejo de su rostro afligido, pero decidió continuar.

- sabes... mañana parto hacia Alemania, por la beca que te comenté, es una gran oportunidad ¿sabes? Pienso aprovecharla al máximo, no te enojes, volveré en cuanto termine y lo primero que haré será visitarte... en tu ausencia... pasaron cosas extrañas...

<< POV's Ryuka Arato >>

Rin aun continúa enojada conmigo y parece que lo estará por mucho tiempo, incluso volvió a golpearme y por poco me baja la cabeza, otra vez...

La investigación sobre... tu muerte, está en proceso, la policía está bastante desconcertada y en los noticieros dicen que se trata de un asesino en serie que es un genio para estas cosas, incluso llegaron a afirmar que se trata de un veterano de la SS ¿puedes creerlo?

Ellos... unas personas vinieron a cuestionarme, dieron conmigo porque encontraron tu libreta y Rin los ayudó... les conté todo, absolutamente todo sobre nosotros, que teníamos una relación en secreto debido a tus padres y que estuvimos juntos desde que entraste a trabajar a la cafetería, bueno fue casi de inmediato ¿verdad?; me puse rojo de vergüenza al contar todo eso, pero se sintió bien, fue como quitarme un peso enorme de encima... no digo que tú hayas sido un peso, pero me sentía mal el no poder expresar lo que sentía por ti... aunque lo hice tarde, demasiado tarde ¿verdad?

Uno de ellos se llamaba Tsuzuki y el otro era... era... era algo con Tera, no recuerdo bien, el tal Tsuzuki me impresionó, tiene unos ojos bastante particulares, son de color amatista ¿eso es normal? Es decir ¿existe ese color de ojos? La verdad me sorprendió mucho... y también me sorprendió que al relatar nuestra historia... so rostro reflejó tristeza cuando le conté... les conté sobre nuestra abrupta separación, les conté el último día que te vi... con vida...

Sé que esto te puede molestar... y mucho, pero necesitamos aclarar esto, necesitaba decirlo y necesito que me escuches, donde quiera que estés, escucha lo que quería decirte ese día y no pude... no sé, creo que fue mi culpa... pero me arrepiento de no haber ido tras de ti...

Aun lo recuerdo como si hubiese sido ayer, no, como si hubiese pasado hace horas atrás...

Ese día estábamos disgustados, hace una semana te dije sobre la beca a la que había postulado y sin pensarlo acepté la oferta en cuanto la tuve enfrente, no pensé en lo demás... no sé que me paso, algo me dijo ¡hazlo! Y así fue...

"Kyouko..."

"atenderé las mesas del pasillo"

Te alejaste sin dirigirme la mirada, no sabes cómo eso me taladraba el corazón, el resto del personal notó ese cambio, unos intentaron darme ánimos, otros prefirieron alejarse para no importunar... atendimos como es de costumbre, tú con tu agradable sonrisa y yo mirándote de reojo, intentando contener mi mal humor cuando los clientes reían contigo.

¿Recuerdas que hice caer la charola? Pues... fue a propósito, en cuanto vi que intercambiarías direcciones con una señorita que te sonreía de una manera tan coqueta, tiré la bandeja de manera que todos voltearon a verme, con cara de fastidio y un tono petulante te pedí que trajeras el trapeador, me miraste irritado pero obedeciste, después de todo estabas a mi cargo, vaya ventaja que me gastaba.

Por fin llegó el final de la jornada, limpiábamos las mesas y barríamos el piso como era costumbre, luego a los vestidores a cambiar nuestras ropas de camarero a unas más cómodas.

"Hasta mañana"

"Nos vemos, tengan cuidado en el camino"

"¿lo dices por los asesinatos?"

"¿Eres imbécil o te haces?"

"es, déjalo, él es así"

"¡oi!"

"jajajajajaja..."

Todos comenzaron a retirarse, nos despedimos hasta que quedamos solos tú y yo, el ambiente podía cortarse con un cuchillo, yo no sabía cómo iniciar conversación, y tú no sabías como emprender tu huída, era más que obvio que no te lo permitiría. Pero...

"me voy"

"es... espera..."

Me levanté y corrí para darte alcance, caminabas a paso acelerado, casi llegando a correr entonces aceleré el paso, intenté llamarte pero nunca volteabas, entonces en cuanto te tuve al alcance te sujeté la muñeca.

"¡suéltame!"

"¿¡qué pasa contigo!?"

"¿conmigo? ¡Contigo es el problema!"

"escucha, si sigues molesto por lo de la beca, yo..."

"¡no es por la maldita beca!"

"¿¡Entonces que es lo que te tiene así, no te entiendo!?"

"¡Estoy así porque no consideraste mi opinión, me hablaste de ella, pero nunca me dijiste que tan enserio era el asunto y ahora vienes con que te irás a Alemania por quien sabe cuánto tiempo, me dejarás solo!"

"¡Entiende, era una sola oportunidad...!"

"¡Mentiroso!"

Esa fue la palabra que me molestó, porque yo no era capaz de mentirte, Kyouto... fui yo quien comenzó a gritar...

"¡Eres un maldito egoísta!"

"¿¡Qué!?"

"¡Todo el tiempo piensas en ti ¿verdad? Lo dijiste, tienes miedo a quedarte solo, pero solo tienes miedo porque te sientes inseguro ¿o me equivoco?!"

"¡¿De qué rayos...?!"

"¡No consideras lo que yo quiero hacer, Kyouto, quiero esa beca, es mi sueño y en lugar de estar feliz me haces ver como si fuese el culpable de todo, si te hablé de la beca fue para hacerte saber que planes tenía y esperaba tu apoyo!"

"¡Al parecer no lo necesitaste y aceptaste de inmediato!"

"¡Porque pensé en mi sueño ¿Qué tiene de malo? Conozco los tuyos y estaría muy feliz si los cumplieses, pero tú solo muestras egoísmo con mis sueños, pensé que estarías feliz por mi!"

"¿¡Cómo quieres que esté feliz si nos vamos a separar!?"

"..."

Te soltaste del agarre que ejercía sobre tu delgada muñeca, ese me dejó frío, helado... no por las palabras dichas, sino por la expresión de tu rostro en cuanto me mirabas... estabas temblando... y era evidente que llorando también...

"...no me molesta... la beca, al contrario... estoy muy feliz por ti... pero... no puedo tomarlo así, te irás por años y quizá cambies mucho o quizá yo cambie, es eso lo que me aterra y enfurece... el saber que hayas tomado esa decisión sin pensar en eso; al principio pensé que estaría bien, que nos comunicaríamos para sentirnos cerca... ¡pero así no basta, maldita sea! ¡No está bien que la persona que más amo se vaya tan lejos! ¡Me duele, maldición! ¡Puedes llamarme egoísta, pero es solo porque quiero estar a tu lado!"

"Kyouto..."

"Pero... no es posible ¿cierto? Ambos sabemos que esto tiene que termina ahora, o de lo contrario continuaremos lastimándolos"

"no digas eso, podemos solucionarlo, podemos..."

"No te hagas ilusiones"

"¿Por qué piensas que las cosas irán así?"

"¿Qué no es obvio? Una vez que te establezcas allá tu vida cambiará, no puedes seguir aferrándote a algo que te impida avanzar, no quiero ser la carga de nadie"

"¡Tú no eres un carga!"

"por mi estas dudando en tomar esa beca... ¿o no?"

"..."

"siempre dudas por mí, no me gusta eso, admito que me siento feliz cuando me escoges a mi primero sobre todas las cosas, pero al mismo tiempo me siento pésimo... no estoy molesto por la beca, solo estoy molesto conmigo, por no ser mejor al expresar mis sentimientos; siento rabia, tristeza, amor, alegría, siento de todo cuando estoy contigo, es tan excitante que si te vas ahora... temo que ya no volveré a sentir nada de eso, porque tú eres el único que me hace sentir de esa manera y ahora que te irás... no será lo mismo"

Nos quedamos callados, no sabía que decirte en ese momento ¿por qué no me percaté antes? Era tan obvio, estábamos acostumbrados a estar tan cerca el uno del otro que no me puse a pensar que pasaría si nos separábamos, eso era imposible, estaba tan enamorado que pensé que estaríamos juntos para toda la vida, me olvidé de todo; sin embargo tú, mientras cargabas con las emociones que arraigaba nuestra relación, pensabas en la realidad, todo el tiempo pensando en no hacer cosas imprudentes, cuidando de que nuestros actos-mis actos- no nos lleven a problemas mayores...

Mientras yo jugaba al joven enamorado...

Diste vuelta, de manera que me dabas la espalda, aun estabas llorando y hacías esfuerzos por no temblar...

"por nuestro bien... acabemos con esto..."

"¿eh?"

"¡¡QUE ACABEMOS CON ESTO, MALDITA SEA, DESDE AHORA TERMINAMOS, YA NO QUIERO SABER NADA DE TI Y TU TAMPOCO QUIERAS SABER NADA DE MI, VETE, VETE A ALEMANIA O A DONDE MIERDA TE DE LA GANA!!"

"¡KYOUTO!"

Y corriste, no pude alcanzarte, ni siquiera me moví y no quería hacerlo... por miedo...

Si hubiese sabido que esa sería la última noche que te vería... hubiese corrido hasta alcanzarte, abrazarte y no dejarte ir nunca más.

Al día siguiente no asististe a la cafetería, tampoco llamaste para decir que no irías a trabajar...

A los dos días tampoco te vi...

Ni al tercer día...

Ni al cuarto...

Ni al quinto...

Decidí ir al parque cerca de tu instituto... me topé con Rin...

¡¡PLAFF!!

La bofetada en mi cara no se hizo de esperar, mi rostro acabó de lado y mi mejilla, hinchada al instante, ardía pidiendo algo frío para aliviar el escozor.

"¿¡En dónde está!?"

"oi..."

"¡No te quedes callado y dime dónde está!"

La miré, tenía ojeras y parecía haber llorado toda la noche, toda desarreglada, su cabello apenas peinado y su uniforme arrugado. Aun no entendía lo que me preguntaba.

"escucha, no vine a pelear ¿dónde está Kyouto?"

"¡eso estoy preguntando ¿Dónde está? ¿Dónde está Kyouto?!"

"¿qué?"

"No regresó a casa... ¡Está desaparecido desde casi cinco días! ¡Sé que tenía trabajo en la cafetería, pero ya no regresó a casa! ¡Dime que está contigo!"

Me tomó por el cuello y comenzó a sacudirme, estaba llorando y continuaba gritando... mientras yo solo recordaba fragmentos de esa noche... la noche que te vi por última vez...

"¡¿Qué acaso no ves las noticias? Maldita sea, hay chicos desaparecidos y ahora Kyouto_kun también lo está!... por Kami... ¡¡TENEMOS QUE ENCONTRARLO!!"

Lo único que recuerdo después, fue que deje a Rin y corrí hacia nuestro punto de encuentro, la esquina donde tomábamos helados, siempre nos veíamos ahí... pero no estabas, luego fui al parque donde solíamos pasear cuando salíamos un poco temprano, tampoco...

Busque y busque, grité tu nombre y pregunté a cuanta persona se me cruzaba en el camino...

Nunca pude dar contigo... al llegar a casa, pasadas las tres de la mañana si mal no recuerdo, me tiré en la cama y rogué... recé, imploré... suplique a la divinidad que reinaba sobre nosotros que te mantuviese a salvo y te trajese de nuevo a mis brazos.

Sin embargo... tales plegarias no fueron escuchadas...

No recuerdo cuanto pasó... pero fue Rin quien me dio la noticia... una llamada a las dos con treinta y siete minutos de la mañana, la voz entrecortada, cansada, escuchando la leve respiración... sabía que no era nada bueno, lo supe desde aquella noche que discutimos y yo no fui tras de ti...

"Lo... lo encontraron..."

"... ¿y?"

"Kyouto_kun... es... está..."

"..."

"... muerto"

Y todo mi mundo se vino abajo...

<< End POV's Ryuka Arato >>

El silencioso cementerio dio la bienvenida a la noche, unos cuantos faroles a la distancia se encendieron intentando apartar a la oscuridad, la llovizna trajo consigo una brisa helada y húmeda, pese a eso, Arato Ryuka continuaba frente a la tumba, relatando la historia.

- recuerdo que... tu encuentro salió en las noticias, una víctima más del extraño asesino, el escándalo no tardó en expandirse, en la cafetería acordamos ir al velorio, no me presenté... luego, en tu entierro me mantuve lo más lejos posible de todos y miré lo que pude, soy un cobarde, lo admito, pero aun no quería aceptar... que todo esto fue mi culpa...

En sus rodillas caían gotitas saladas, había comenzado a llorar desde hace algún tiempo pero continuó hablando...

- y ahora hago lo que causó todo esto, voy a Alemania porque quiero escapar de todo esto, ya no puedo soportarlo más... pensé en suicidarme porque aun... aun me duele mucho todo lo que pasa, lo siento... lo siento... ¡lo siento en verdad, no quería que esto acabe así, yo...! Yo...

Esta vez no pudo contener el llanto, calientes lágrimas corrían por sus mejillas y apretaba los puños a más no poder... hasta que sus nudillos se tornaron blancos como papel.

- te amo... en verdad te amo... nunca volveré a sentir lo mismo por otra persona, porque tú también causabas en mi un embrollo de emociones; alegría, rabia, tristeza, vergüenza, celos, todo eso lo sentía cuando estaba cerca de ti, pero ahora... me siento tan vacío, ya no sé cómo se sienten esas emociones, ahora estoy llorando de ira contra mí mismo, por no haber hecho algo... por no haberte seguido... cuanto lo siento, Kyouto...

El viento se llevó unos cuantos pétalos de las flores que fueron dejadas... Ryuka se limpio las lágrimas, intentando guardar la compostura.

- ... Kyouto... te entrego las últimas lágrimas que me quedan en esta ocasión, incluso me quedé sin lágrimas para llorarte, en verdad soy un idiota, un completo idiota...

Se levantó con cuidado, estuvo tanto tiempo es esa posición que las piernas las tenía entumidas, uno por estar acuclillado y otra por el frío que acompañaba a la noche que carecía de estrellas.

- nos vemos, Kyouto, nos volveremos a ver... eso te lo prometo...

Dio una mirada a la lápida y pasó sus dedos por cada palabra tallada en ella, memorizando lo último que vería de la persona más importante en su corta vida, intentando borrar de alguna manera el último encuentro que tuvo con él, para intentar olvidar el dolor, la culpa y desesperación de recordar cada noche en horribles pesadillas lo que pudo haber pasado el niño, su niño.

Retrocedió un paso, luego otro, sin dar la espalda a la tumba comenzó a alejarse poco a poco, hasta que en cierto punto ya no pudo caminar así.

- ... gomenasai... Kyouto...

Y se alejó de la tumba, sin dejar de llorar incluso después de salir del cementerio, las lágrimas se negaban a parar, lloraba todo lo que no lloró en todo ese tiempo, porque ahora en verdad se percataba que Kyouto no volvería, nunca regresaría a la cafetería, nunca volverían a ser regañados cuando se comían los pasteles que sobraban y nunca volverían a tomar un café caliente en el puente donde solían observar las luces de la ciudad como si se tratase de estrellas y compararlas con las estrellas del cielo.

"Las estrellas son luces de algo que no entendemos del todo, además dan un poco de envidia como brillan ¿no crees?"

"Hmmm... pues yo ya tengo una estrella"

"..."

"Tú eres mi estrella, Kyouto_kun"

"... idiota"

Su estrella fue apagada por alguien que envidiaba su brillo, de eso estaba seguro.

Ryuka se alejó del cementerio lo más rápido que pudo, corriendo hasta perderse en la lejanía.

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Hisoka era Hisoka, no importa lo que el resto diga, estaban equivocados, era imposible que su querido Hisoka... no sea Hisoka, estaba enfermo y todo por Muraki, por haber dejado que ese maniaco le ponga las manos encima e hiciese una serie de actos que sin duda acabaron por romper el alma y corazón del muchachito.

Observando el cuerpo de Hisoka tendido en cama, le causaba un poco de gracia ya que al rubio nunca le gusto quedarse en cama más de lo debido, incluso en día de asueto, siempre iba a la biblioteca o a librerías para buscar algo nuevo que leer, o en todo caso acompañaba a Tsuzuki para que no se gaste todo el sueldo en dulces, dulces, dulces y uno que otro dulce.

Verlo en cama lo irritaba en sobre manera, no estaba acostumbrado a eso, lo primero que haría, cuando Hisoka se recupere, será sin duda un viaje a cualquier lugar donde olviden todo lo que acontece en esos momentos.

Y lograría que Hisoka le pertenezca a él y a nadie más, nadie podría siquiera mirarlo, nadie podría quitárselo de su lado y nunca lo dejaría solo otra vez...

- ... ngh...

- Hisoka...- se acercó en cuanto lo escuchó quejarse, falsa alarma, solo se movió un poco para obtener, quizá, una posición más cómoda.

Cogió un pedazo de la sábana para cubrir mejor al pequeño shinigami, no hacía frío pero no le gustaba que Hisoka no esté bien cubierto, acarició los cabellos del niño y luego una de las mejillas que tenía una curita para intentar disimular la marca amoratada que tenía en ella, Hisoka tenía vendajes en todo el cuerpo, pareciera que alguien lo hubiese golpeado para desquitar en el toda su ira y frustración, lo peor de todo es que las heridas no sanaban y Watari hacía todo lo que podía.

- Tsuzuki.

Giró para ver quien lo llamaba, Wakaba se encontraba en el lumbral con el gatico en brazos.

- etoo... Tsuzuki... hay algo que... quería decirte desde hace un tiempo y no...

- AAAAAAAAAAHHHHHHHHH...

- WATARI- ambos shinigamis gritaron y se dirigieron al lugar de donde provenía el grito...

Sin percatarse que Hisoka había despertado y comenzaba a levantarse lentamente, con una pequeña sonrisa en el rostro... una tétrica y amarga sonrisa.

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No entendía, no lo entendía del todo; no, de hecho no entendía todo, solo sabía que el cuerpo de Hisoka estaba en constante descomposición, los poderes de regeneración no estaban actuando, ya hizo miles de pruebas, pero ninguna de ellas daba una respuesta concreta.

- no es como el cuerpo de un shinigami, pero refleja tener los componentes de un cuerpo humano... pero solo lo refleja, no cumple con todos los estándares... un cuerpo humano no resistiría esas lesiones- dejó de escribir en la computadora portátil, estaría bien si descansaba un poco, se levantó para dirigirse hacia la habitación donde estaban las cosas para prepararse una taza de café, lo necesitaba.

- no posee las cualidades de un shinigami, pero el comportamiento de su cuerpo no lo califican del todo humano-Es lo que leía según el resultado de las pruebas que llevaba, esa noche pensaba enseñárselas a los demás, no estaba seguro del todo, algo le faltaba, había una pista que se les estaba escapando de las manos, quizá con eso pueda resolver este rompecabezas y ayudar a Hisoka.

Por alguna razón comenzó a pensar que las cosas no encajaban por el hecho de que...

- no, no, Watari, estás pensando estupideces, eso no puede ser...

"Hisoka nos atacó, perdió el control... y dijo cosas muy extrañas, deben venir de inmediato"

Las palabras de Konoe, mediante el mensajero que les envió, aun retumbaban en su memoria...

"Tatsumi lo está vigilando en su habitación, perdió el conocimiento pero no sabemos por cuánto tiempo más estará así, por favor, Watari"

Sin embargo, el primero en reaccionar fue Tsuzuki, quien tomó su gabardina y de inmediato se transportó al Meifu, el resto lo siguió sin dudarlo, olvidando por completo las actividades que tenían para ese día. Lo primero que vieron al llegar fue...

FLASH BACK

Entraron a la habitación solo alumbrada por la lamparita de noche, Tatsumi estaba sentado en una de las sillas mientras vigilaba el sueño del niño que ahora tenía la ropa un poco desarreglada y estaba respirando de forma entrecortada, tardaron en llegar un poco porque Konoe los estaba poniendo al tanto, diciendo cosas que eran mentiras para Tsuzuki.

- ¿Qué pasó?- Tsuzuki preguntó, esperando una respuesta inmediata ya que estaba prácticamente taladrando a Tatsumi con la mirada- ¡¿Qué le hiciste?!

- cálmate, Tsuzuki- Konoe estaba tras ellos junto con Chio... todos notaron la mano vendada- Watari, atiéndelo.

- sí señor- el científico se acercó de inmediato, empezando por revisar las heridas de Hisoka, algunas se abrieron y era necesario cambiar las vendas, su temperatura también se agravó- Tatsumi, podrías...

- ngh... hmmm...- Hisoka comenzó a despertar, abriendo los párpados, revelando las cuencas negras- ugh... aagghh...

- Hisoka, Hisoka... soy yo, Tsuzuki, ya todo está bien, nada malo va a pasar...

- n... no... no... Hiso... y... yo no... Hisoka...

- Dios mío...

Se acercaron un poco para ver lo que le pasaba, el pijama de Hisoka estaba un poco suspendido, de manera que dejaba ver un poco el estómago plano... ahí comenzaron a notar que trazos rojos, como la rosa más oscura o la sangre más espesa, empezaron a formarse.

- ¿Qué demon...?

El cuerpo de Hisoka de arqueo mientras comenzaba a respirar de forma agitada, su boca se abrió en un grito sordo y nuevamente cayo a la cama, sus manos se aferraron a las sábanas y las piernas le temblaban.

- ¡Hisoka!

- ¡ALEJATE!

- ¡AAAHH!- el ataque recibió Tsuzuki fue el mismo de la primera vez que discutieron, de forma irónica, la herida fue en el mismo lugar, en la mano izquierda.

- deja... de... yo no... soy Hi... soka... deja... ¡¡deja de llamarme así!!

Les costó cerca de media hora para tranquilizarlo, sin embargo en uno de esos momentos...    

- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH...

- HISOKA...

- HISOKA, CALMATE...

END FLASH BACK

Intentó borrar de su cabeza las horribles imágenes, Hisoka llegaba a ocasionar en él una sensación de pánico y... horror; su voz, su mirada vacía, sus gritos y maldiciones, su repudio a todos, incluyendo a Tsuzuki. Todo eso y más le llevaba a preguntarse si Hisoka volvería a ser el mismo de antes... pese a que...

"El dijo "

Las palabras de Tatsumi cuando le contó todo, que Chio fue herida por un ataque de Hisoka y que Konoe tuvo que utilizar un ataque contra el muchacho. Eso se estaba saliendo de control, Hisoka estaba fuera de control.

- ¿qué está pasando?

Se preparó café caliente y lo tomo casi de inmediato, tal acción provocó una ligera quemazón en su lengua por lo que alejó el café, esperaría a que se enfría un poco, dejó la taza y se sentó, se quitó los anteojos para poder masajear sus cansados párpados. A modo de esperar que el café se enfríe un poco apoyó sus brazos sobre la mesa y apoyó su cabeza en ellos, dormiría solo por cinco minutos y comenzaría a trabajar nuevamente.

Crick... Crick...

En una sala vacía, y con alguien cansado en ella incluso el más mínimo sonido era bastante irritante ¿qué era ese chirrido?

Crickcrickcrick... Crickcrick...

¿Un ratón? Imposible, quizá un insecto o una mariposa, eso era muy común... que irritante.

Buscó con una de sus manos sus anteojos, no levantó la cabeza porque quería seguir con los ojos cerrados por un momento más, busco y buscó...

Hasta que se topó con algo... algo muy frío...

...

¿Piel?

...

Sus dedos rozaron algo muy frío y ligeramente áspero, piel es lo primero que le vino a la mente, analizando que estaba solo en la sala de descanso y que no había escuchado a puerta abrirse, entonces...

Levantó la vista lentamente, primero observando con que se había topado su mano... agrandó los ojos en cuanto divisó la mano más pequeña que estaba delante la suya, observó las uñas lastimadas y la piel maltratada, pálida y huesuda y con manchas de heridas, negruzcas y horrendas... la mano de un muerto...

Siguió con la mirada la pequeña mano, llegando a la altura de la muñeca donde se divisaba tela roída, eran vendajes, muy viejos y gastados...

-...

Ahora en el brazo, que estaba cubierto por una manga igual de sucia que los vendajes, por el ancho pudo determinar que se trataba de un kimono, que en otro tiempo debió de ser blanco ya que ahora se encontraba percudido y manchado, rajado pero no al extremo de romperse.

El brazo... luego... levantó la vista por completo...

Frente a él, sentado y con la mano extendida... con una venda alrededor de los ojos, con el cabello opacado y sucio, la piel de porcelana pálida al extremo, delgado al punto de romperse, con heridas que fueron tratadas sin cuidado alguno.

- Hi... Hisoka...

No supo cómo, pero logró pronunciar su nombre... su voz temblaba al igual que el resto de su cuerpo, lentamente alejó su mano y colocó ambos brazos a los costados de su cuerpo.

Y era porque no creía lo que estaba viendo, ese... ¿Hisoka?... no, Hisoka estaba en una de las habitaciones, descansando luego del ataque que tuvo, él mismo lo vio e incluso arregló la nueva habitación junto con Wakaba y la dama, Chio.

Entonces... ¿Por qué...?

- Wa... tari...

- ¡¡...!!

Lo llamó, con voz apagada y dolida, lo llamó y... ¡Esa era la voz de Hisoka! ¡Esa era, no tenía duda de ello!...

Pero... entonces... el chico que estaba durmiendo... ¿quién...?

- ngh...

Enfocó su vista en... Hisoka, quien había colocado la otra mano en la mesa, fue cuando Watari se percató de algo... sus anteojos, Hisoka tenía en su manita sucia sus anteojos y se los estaba ofreciendo.

Dudo un momento, debía cogerlos ¿o no? Eso es lo que Hisoka quería, o al menos lo que estaba dando a entender ¿verdad?

Entonces... ¿por qué no lo hacía? ¿Por qué no cogía los lentes? La respuesta era simple...

"Miedo"

Tenía miedo, le temía a Hisoka, no le gustaba verlo así, tan destrozado, con el cuerpo cubierto de heridas y con esa venda en los ojos, la venda que impedía ver sus ojos era lo que más le desconcertaba, porque era la única que parecía haber sido cuidadosamente colocada.

Sin saber muy bien porque... comenzó a retroceder...

Un paso...

Dos pasos...

Tres pasos...

¡Dio media vuelta, con intensión de salir corriendo!

Pero...

- Watari...

- ¡aaahhh!

Hisoka ya se encontraba delante de él ¿En qué momento se levanto de su lugar? ¿Cómo se movió tan rápido? ¿Acaso utilizó la transportación?

Al intentar alejarse, tropezó con la silla y cayó de espaldas, ahora podía verlo de cuerpo completo. En efecto, Hisoka llevaba un sucio y gastado kimono, el obi estaba ceñido a su delgada cintura pero aun así parecía que no era suficiente para ajustar toda la tela por la que la llevaba arrastrando, las mangas, la izquierda más larga que la derecha y en la mano derecha se encontraban sus anteojos; los pequeños pies sucios y con rastros de sangre, si ese era el estado de sus pies no quería saber cómo se encontraban sus rodillas.

O el resto de su cuerpo.

- Wa... Watari...

- ...

Con pasos lentos comenzó a acercarse al científico quien retrocedía más y más, hasta que la pared impidió su escape. Ahora su temor era demasiado evidente, en su vida como shinigami nunca había sentido tal terror, y estaba seguro que era por Hisoka, por ese Hisoka.

El pánico aumento cuando el rubio se arrodillo delante de él y comenzaba a acercarse; debía gritar, eso, debía gritar para pedir ayuda ¡Debía atacar a Hisoka para alejarlo! ¡Debía invocar un hechizo para alejarlo! ¿¡Por qué sus manos no reaccionan!?

Fue demasiado tarde porque Hisoka tenía su rostro a tan solo centímetro del suyo, ahora estaba seguro de que toda su sangre se congeló.

- Hi... Hiso...

- quiero... verlo...- sus labios que alguna vez fueron de un exquisito rosa pálido, ahora opacos, grises y si nada de gracia, se abrieron para liberar un suave susurro.

- ¿¡...!?

- una vez más... tan solo...

- Hisoka... ¡Hisoka!- sintió las manos heladas tocar su pecho y luego su rostro- ... al... ¡Aléjate, Hisoka!

- tan solo verlo... una vez más...

- ¡¡...!!

Las vendas que cubrían sus ojos comenzaron a caer mientras tenía su rostro apresado entre sus manos, con fuerza, sin intensiones de dejarlo moverse.

Era inevitable, Watari lo sabía, vería la mirada oscura una vez más...

- Hisoka...- la voz del científico delataba que estaba llorando.

- déjame verle... tan solo una vez más...

- no...

- Tsuzuki...

Y las vendas cayeron...

- AAAAAAAAAAHHHHHHHHH...

"Déjame verlo una vez más... solo una vez más"

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Se sirvió otro trago, el vino le ayudaba a aclarar las ideas, despejando toda duda y preocupación, o en todo caso a recordar el por qué de sus acciones.

Acabó con la primera botella en cuando terminó con él, aun se encontraba en la habitación pero le daba pereza limpiarla, sería mejor quemarla en todo caso, pero eso llamaría mucho la atención. A medida que analizaba la situación la irritación cubría su mente, pues ahora tendría que reponerlo y era un poco tedioso empezar de cero, pero lo mejor es que ya tenía pistas, al menos había recolectado un poco y no tendría que indagar en la nada otra vez, aunque todo iría mejor si recuperase al que perdió.

Alguien toco la puerta, interrumpiendo sus pensamientos, iba a arrancarle la cabeza a quien...

- disculpe, señor Muraki, traje lo que ordenó- la voz del mayordomo, lo había olvidado por completo.

- déjalo en la puerta y dile a los demás que pueden retirarse a las habitaciones.

- ... sí, señor, con su permiso- escuchó los pasos alejarse, le agradaba ese hombre, no preguntaba y se limitaba a hacer lo que le decía sin chistar, si hubiese hombres así sería una maravilla.

Dejó la copa y se acercó a la puerta, la abrió y miró el pasillo oscuro, bien... no había porque preocuparse, metió las cosas que se encontraban en un cómodo carrito para llevar las cosas de limpieza. Dentro había trapeador, un balde con agua suficiente para toda la limpieza de una habitación, otro balde vació, detergentes y todo lo debido para un aseo adecuado... también había bolsas negras.

El trabajo que hacía con eso no podía ser llevado por un mayordomo o criadas, eso debía hacerlo solo, por respeto y cariño que le tenía a su ser querido.

Llevó las cosas dentro y se dirigió a la habitación, antes de entrar bebió otro sorbo de vino. Abrió las puertas y se internó a la habitación oscura, lo primero que sintió fue el olor metálico de la sangre, buscó a tientas el interruptor y en cuanto dio con él lo accionó.

Y lo primero que vio fue la enorme cama donde se encontraba el cuerpo sin vida de Hisoka, le quitó la vida golpeándolo una y otra vez con ayuda del atizador de la chimenea, las sábanas se encontraban bañadas en sangre y pedazos de lo que parecía carne, claro, si cuando lo golpeó incluso llegó a quebrar sus huesos, sobre todo los de las piernas para evitar que se levante; no quería que se repita lo que pasó con el anterior.

Lo único que no había tocado era su rostro, ahora con los ojos cerrados y un rastro de lágrimas secas en las mejillas junto con unas cuantas pequeñas gotas de sangre, los labios secos semi abiertos no impidieron que Muraki le robe otro beso.

- lo hiciste bien... lamento que haya tenido que terminar así, Hisoka.

Preparó una de las bolsas negras en el suelo, era lo suficientemente grande como para cubrir a Hisoka y taparlo también.

Luego levantó el cuerpo destrozado de la cama y lo envolvió en las sábanas ensangrentadas, luego lo colocó en la bolsa que había preparado.

- gracias, Hisoka.

Lo cubrió por completo y comenzó con la limpieza de la habitación.

Ya se había acostumbrado, era la séptima vez que lo hacía.

Era la séptima vez que asesinaba a Hisoka.   

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- vaya día maldito, al final ninguno fue al trabajo, en cuanto los tenga en mis manos...

Terazuma, que había sido en único que fue al trabajo para cubrir a Tsuzuki y Watari, ahora regresaba con un humor de perros, y era porque Iruka estaba de tan mal humor que todos tuvieron una mierda de trato por parte de él, y para colmo, todo lo provocó una mujer, de una reportera si no mal recordaba.

Llegó al despacho de Konoe pero no encontró a nadie, entonces todos debían estar al pendiente de Hisoka.

- tsk.

Perfecto justo el lugar que quería evitar, salió de la oficina y...

- ¡Terazuma!

- ¿ah? ¡Jefe!- Konoe se dirigió a él, era notable que estaba más que irritado, perfecto, justo lo que faltaba.

- ¿dónde has estado?- preguntó sin dejar de caminar y pasándolo de largo, Terazuma lo siguió.

- tuve que ir a la jefatura de policía, sería muy raro que los tres nuevos faltemos y como están las cosas no podemos perder ningún tipo de información, hoy por ejemplo, tuvimos que...

- encontraron a Watari inconsciente en la sala de descanso- soltó de repente.

- ¿qué? ¿Watari?

- eso no es todo... Hisoka está...

- ...

- Chio fue a ver como se encontraba Hisoka, pero no se hallaba en su habitación...

- ¡¿Qué?! ¡¿Se escapó?!

- parece que sí... no hay rastro de él.

- ¡es imposible, si hubiese salido hubiésemos notado su presencia!

- de alguna manera burlo las defensas, ni siquiera Tatsumi o Tsuzuki sintieron algo.

- eso quiere decir que... un momento, entonces ¿Fue Hisoka quien atacó a Watari?

- no lo sabemos, pero hay una conjetura, lo atacó para poder crear una distracción, de lo contrario no hubiese podido...- Konoe detuvo su caminata.

- ¿Jefe?

- Terazuma... ¿acabas de llegar?

- sí, precisamente lo primero que quería hacer era repórtame con usted ¿por?

- ya veo... Terazuma ¿no viste nada en los alrededores al llegar?

- no, todo estaba normal... ¿Jefe?- la mirada de Konoe se endureció.

- no es nada, sigamos... no puede ser, la única forma de salir sin ser notado es que alguien le haya ayudado a salir, alguien que tenga en suficiente poder para pasar desapercibido por nosotros...

- y como... ¿Cómo está Tsuzuki?

- ... peor que antes...

Caminaron hasta llegar a una de las habitaciones, Konoe abrió la puerta y entraron, Watari se hallaba en cama pero ya estaba despierto y Tatsumi se encontraba a su lado.

- Terazuma- saludó Wakaba- ¿cómo te fue?

- como una mierda, Iruka estaba de mal humor y ustedes dos, par de faltones, brillaban por su ausencia, gracias por lo que me toca- se quitó la gabardina y la tiro en una de las sillas- ¿cómo estás?

- bien, gracias... solo me duele un poco la cabeza- respondió Watari intentado un sonrisa.

- ¿dónde está el idiota?- preguntó al no ver a Tsuzuki entre ellos.

- déjalo en paz- fue la respuesta de Tatsumi- si te ve en estos momentos no dudará en partirte la cara.

- etoo... Tsuzuki salió a buscar a Hisoka, cree que en el estado en que se encuentra no pudo ir muy lejos, es posible que se encuentre cerca de las flores de cerezo- explicó Wakaba mientras abrazaba al gatico blanco que se encontraba dormido en sus brazos- Chio_san también salió...

- hmmm... bueno, no creo que haya podido pasar la siguiente barrera que separa a humanos y shinigamis, está demasiado débil para eso ¿verdad?- sacó un cigarrillo, eso lo aliviaría.

- esperemos que sí, Watari ¿qué paso? Wakaba y Tsuzuki me dijeron que gritaste- interrogó Konoe, en ello, el científico pudo ver la mirada preocupada de Tatsumi sobre él, lo que le provocó un ligero sonrojo.

- sí, creo que fue demasiada presión, me levanté de la silla demasiado rápido y sentí una fuerte punzada en la cabeza... luego... etoo... me encontraron, eso fue lo que paso- dijo un poco avergonzado, Konoe al igual que Tatsumi dieron un suspiro.

- sé que la situación es precaria, pero Watari, si te sientes presionado solo dilo y toma un poco de descanso, por eso estás en un equipo, no intentes resolver todo tú solo- Konoe lo dijo en forma de regaño con preocupación también.

- lo siento, creo que lo tomé todo demasiado lejos esta vez- Tatsumi colocó una mano en su hombro dando unas cuantas palmaditas, Watari solo le sonrió- pero... ¿Qué hay de Hisoka?

Todos se quedaron callados, ese tema no era muy conveniente ahora.

- Tsuzuki lo está buscando junto con otros del personal- respondió Konoe- esperemos que aun se encuentre a los alrededores... esperemos que no hayamos pasado por alto su presencia como para dejarlo salir... me uniré a la búsqueda, descansa un poco más, Watari.

Estaba por salir de la habitación, Wakaba y Terazuma lo siguieron sin antes dar unas cuantas recomendaciones a Watari, luego abandonaron la habitación, dejando a la pareja sola.

- descansa, lo necesitas.

- hmmm... lo siento, causé preocupaciones innecesarias.

- Watari ¿no recuerdas nada más? ¿no fue Hisoka quien te atacó?

- no, si lo hubiese hecho creo que hubiese acabado herido o con algún rastro de su sangre ¿no crees? Solo recuerdo el dolor en mi cabeza, fue demasiado fuerte, además no encontraron rastro de él cerca de aquí, la habitación está demasiado lejos de este sector.

- ... en todo caso, colocaré un sello en la entrada, solo por precaución, Hisoka se volvió en alguien muy peligroso ¿estarás bien solo?

- sí, no te preocupes, mejor ve a ayudar a los demás, en cuanto me sienta mejor me uniré a ustedes- Tatsumi sonrió, se acercó a su pareja para besarlo suavemente en los labios- cuídate.

- tú también.

Tatsumi se acomodó las gafas y salió de la habitación, no sin antes dejar un pergamino en la puerta.

En cuanto a Watari, prefirió dormir un poco más, estaba demasiado cansado y esperaba que el sueño le ayude a recordar lo que pasó exactamente, aparte que perdió sus anteojos. Lentamente comenzó a quedarse dormido... y antes de caer completamente, dijo unas cuantas palabras...

- solo... una vez más...

...

{}{}{}o{}{}{}o{}{}{}o{}{}{}

Las flores de cerezo caían como si se tratase de nieve, hermosa nieve que los rodeaba, ambos veían ese hermoso lugar, tan familiar y ajeno al mismo tiempo.

"Está muerto ¿verdad?"

"Sí, nuestro otro yo está muerto"

"Te debe estar buscando"

"Nos busca a ambos"

 "No te aflijas, no te queda mucho tiempo"

"¿y a ti?"

El viento formó un espectáculo impresionante con los pétalos que caían, se levantaron tan altos que parecían nubes en el cielo, para luego volver a caer suavemente sobre los que se encontraban ahí.

"No me queda mucho tiempo"

"Aun no llegamos a tu objetivo"

"Falta mucho para ese objetivo, no pienso rendirme"

"¿Lo lograrás?"

"¿Lograras el tuyo?"

"Ya les di una pista, el resto depende de ellos, de Tsuzuki"

"Tsuzuki, mi querido Tsuzuki"

"Tu atolondrado shinigami está muy preocupado, a este paso se volverá loco ¿no fue muy arriesgado salir así?"

"Necesitaba ver como estabas"

"Aquí me tienes, pudriéndome poco a poco... al igual que tú"

"Al igual que yo"

"Al igual que todos nosotros"

"Debes regresar, no puedo quedarme"

"¿Encontraste otro?"

"Sí, espero que sea el último"

"Esperemos que sí"

"Tú solo encárgate de ellos, no digas la verdad pero tampoco mientas"

"Solo confunde verdad y mentira, es lo mejor para todos"

"Sí, es lo mejor para todos"

- ¡¡Hisoka!! ¿¡¡Dónde estás!!?

"Es él"

"Vete"

"Recuerda lo prometido"

"Recuerda lo prometido, no falles, no se te está permitido fallar"

"No hables de más, escucha todo lo que puedas y mira solo al corazón"

"Observa con los ojos de la culpa y del rencor"

"Habla con palabras de venganza y sin razón"

"Y no permitas que vean más allá, no hasta que llegue el momento"

- ¡¡Hisoka!! ¡¡Hisoka!!

"Y de esa manera evitaremos que él sufra más, mi querido Tsuzuki"

"Tu querido Tsuzuki"

"Ve con él, te lo ordeno"

"Iré con él hasta que acabe mi tiempo"

"Adiós, otro yo"

"Adiós, otro yo"

- ¡¡Hisoka!!

Y el menor fue rodeado con los brazos de Tsuzuki, quien apenas abrazarlo comenzó a sollozar para luego darle la vuelta para verlo cara a cara.

- ¡¡No vuelvas a hacer eso, no sabes lo preocupados que estábamos todos, lo preocupado que estaba!!

Estaban a las orillas del lago, en las cristalinas aguas podía reflejarse la silueta de ambos, adornada con algunas flores de cerezo.

- no vuelvas a salir, si quieres hacerlo entonces solo dilo y con gusto caminaremos un poco, pero no vuelvas a salir solo ¿Entendido? Hisoka.

- eee~ehh... ya les dije ¿no? Yo no soy su Hisoka- habló con voz calmada y cansada, al menos era un poco más alto que la anterior ocasión.

- ¿pero qué dices? Si tu eres Hisoka, mi Hisoka- abrazó el cuerpo del menor una vez más, esta vez para no soltarlo.

- no, yo no soy tu Hisoka...- abrió los párpados, mostrando la oscura noche en ellos, en el lago se reflejaba ese tierno abrazo... y tras ellos otra figura que apretaba los puños con intensidad.

"Tsuzuki, él no es tu Hisoka, no es tu Hisoka"

La figura desapareció después de eso.

Continuará...

Notas finales:

ejem... bueno ¿qué opinan? ¿bueno? ¿raro? ¿malo? ¿pésimo? recuerden que recibo de todo hasta amenazas de muerte y atentados ^^Uu... espero les haya gustado, por favor dejen comentarios que los necesito!! ^O^ gracias por leer!!

Atte

Sayuri D. Vais


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