- ¿SokaSoka?... ¡ah! El juego, claro...
- hn, bueno, lo que me dijeron es que debes tener un espejo, mejor sin no tiene marco, luego...
- coges un vaso de cristal y haces que este a la luz de la luna...
- no, no, es con un espejo, debes de acomodarlo de tal manera que puedas ver lo que hay atrás, porque el espíritu se presenta pero a tus espaldas, nunca por delante; luego...
- unas chicas me dijeron que para jugarlo debes ser muy, pero muy valiente; o muy, pero muy estúpido...
- da miedo, a mi me dijeron que es un demonio que lo único que busca son ojos hermosos...
- unos chicos del instituto me contaron que el tal Maximilian Kohler lo jugó, era un presumido y lo hizo para mostrar que era muy valiente, pero la cosa se puso seria cuando comenzó a... bueno, a actuar algo raro...
- hay una condición del espíritu, pero es algo muy raro, la verdad yo no les creo...
- nos contaron que el espíritu devora todas tus penas, también tus pecado, pero a cambio...
- el pide algo así como un voto, arrastrar las penas y pecados exige que olvides...
- el cambio es olvidar tu vida pasada ¿Era así?
- si te aferras a eso... Soka se enoja...
- te perseguirá hasta que dejes de recordar...
- hará cualquier cosa para que olvides... porque él...
- ... él anhela tu dolor... él anhela tu pecado...
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La habitación oscura, la suave respiración, el olor a medicina y los pergaminos en las paredes que ya daban la impresión de ser un templo en lugar de una alcoba común y corriente.
Se despertó, pero no abrió los ojos ¿dónde estaba? ¿Cómo llegó ahí? ¿Quién lo trajo?
El dolor en su cuerpo se hizo presente poco a poco, sus piernas estaban entumidas y sus brazos...
- ugh...
Se molestó, esa sensación era muy familiar, conocía perfectamente el dolor que causaban las agujas, las retiró sin el más mínimo cuidado, provocando que sangre un poco... que novedad... el olor a sangre, algo con lo que vivía día a día, si era suya o de otro ¿había diferencia?... no, ninguna.
Una vez que logró sentarse, notó algo raro había en la habitación, la fuerza que lo retenía, la misma que sintió cuando algo lo sujeto de las muñecas... no podía salir...
- malditos...- su voz era ronca y se escuchaba apenas, le dolía hablar, pero estaba furioso, furioso por no haber logrado su cometido... estaba tan cerca, tan cerca... maldito, ese tipo se interpuso...
- TSUZUKI
Alguien lo cogió del brazo y tiró de él, rompiendo el contacto directo
- WAKABA, DEPRISA, ENCIERRA A HISOKA CON UN KEKKAI
- pe... pero...
- HAZLO
- s... SI
Lo recordaba, ese maldito le ordenó a la chica que haga ese conjuro, ahora por su culpa no podría salir... pero lo que le preocupaba aun más, si intentaba ir nuevamente tras el hombre al cual por poco y absorbe sus pecados, probablemente ese tipo que lo interrumpió se interpondría de nuevo... que fastidio.
- tengo que...- levantó la mano, para luego meter dos dedos a su boca, mordiendo... hasta que las vendas que la cubrían comenzaron a teñirse de sangre- deshacerme de ese sujeto...
Estaba enojado, lo odiaba, había interrumpido su importante tarea... maldito... maldito sujeto que lo interrumpió, recordaba a la perfección su voz, era aquel que solía cambiarle los vendajes y colocarle esas molestas agujas en el brazo... ahora estaba sintiendo ira, su mano libre arrugó las sábanas que anteriormente lo cubrían, tenía que hacer algo... ¡tenía que hacer algo! ¡Pero no podía salir!... ¿Qué hacer? ¿¡Qué hacer!?
La puerta se abrió, provocando que voltee a ver...
- ... Hi... Hisoka... ¡Gracias al cielo, despertaste!
- ...
La mujer que le traía alimentos... Hisoka reconocío su voz... y sonrió...
Tal vez haya una manera de salir después de todo...
Porque, si su memoria no le falla, ella siempre le daba de comer utilizando una cuchara y un tenedor... el último le sería muy útil...
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- ¡Bono! ¡Bono! ¡Bono! ¡Bono! Jajajajaja...- Miku saltaba de alegría cuando la jefa de reporteros le pasó el cheque...
- no es justo...- se quejaba Kyo, sentado en su escritorio y haciendo un puchero- ¡solo tres, solo por tres!
- lo siento Kyo_kun, debí ser un poco más... etoo... me puse nerviosa- Wakaba intentaba dar ánimo a su compañero, cuando Miku abrazó a la sacerdotisa por la espalda.
- ¡no te preocupes Wakaba_chan, vamos a celebrar que yo invito, además para ser tu primera vez entrevistando te fue muy bien!- la muchacha estaba muy contenta, cosa que...
- ¡invítame a mí también!- exigió Kyo, levantándose sorpresivamente de su escritorio.
- ... no...
- ¿¡Por qué!?
- Mi... Miku_chan
La jefa observaba a sus pupilos, era divertido estar con ellos, sobre todo que ahora había una nueva, pero... como jefa...
- ¡Invítame!
- ¡No quiero, solo invitaré a Wakaba_chan!
- ¡Somos compañeros de trabajo!
- ¡¿y eso qué? Es mi bono y haré con él lo que yo quiera!
- ¡Eres mala!
Como jefa, debía poner orden... cogió un periódico, lo enrolló... luego...
- ¡cállate, no te oigo!
- ¡si oyes, invítame!
PAAF...
- ITAIIIIIIIIIIII...- ambos gritaron mientras llevaban sus manos a sus cabezas, vaya golpe; Wakaba observaba a su jefa que le recordó un poco a Konoe... tal vez Konoe era un poco más benevolente...
- ¡¡Aun no celebren, tenemos mucho por hacer, primero tenemos que tratar de encontrar una relación de lo relatado, separar lo que podría ser verdad de toda la basura inventada, una vez que lo hagamos tenemos que investigar de nuevo para saber si esto ocurrió antes, si no fue así, entonces buscar donde se originó, quien lo hizo y por qué!!
- pero... Miri_chan ¿acaso no nos estamos desviando del tema de los asesinatos?- preguntó Kyo; la mujer colocó su mirada perversa, sus cabellos ondearon a causa de un aura maligna que la rodeaba y sus ojos se rasgaron adquiriendo un brillo rojizo... por último, su sonrisa se amplió aun más si se podía... Kyo, Miku e incluso Wakaba, que había sacado disimuladamente unos pergaminos por si las dudas, veían temblando la transformación de su jefa.
- je_je_je_je... ¿Acaso dudas de mi sexto sentido, estimado Kyo_kun? Escuchaste las entrevistas ¿verdad? Dime ¿Prestaste atención cuando mencionaron al estudiante extranjero? Lo escuchaste al igual que nosotras, mi sexto sentido me dice que nos toparemos con algo grande, estaremos dos pasos adelante que la policía y los investigadores. Entonces, yo, como la gran reportera que soy, tengo el presentimiento que esto es el inicio de un gran reportaje... queridos pupilos míos, prepárense, que de ahora en adelante nos dedicaremos a cazar a ese espíritu SokaSoka.
- ca... cazar... ¿Cazar un espíritu?- fue Miku la primera en intervenir a Miriam en su estado "poseído".
- así es... entonces... ¡¡A TRABAJAR!!
- H... HAI.
En un dos por tres, los tres aparecieron en sus respectivos escritorios, escribiendo a más no poder, pareciera que de un momento a otro saldría humo del teclado.
- ¡buscaré en las páginas hechas por estudiantes para saber si alguien ya contó algo o que haya jugado SokaSoka!
- ¡estoy buscando si en la hemeroteca contamos con noticias de asesinatos parecidos, o rituales que mantengan relación con el juego!
- ... Wakaba...- Miku y Kyo no pusieron atención, siguieron tecleando buscando información, la jefa de reporteros llamó a la niña nueva porque ésta no comenzó su trabajo como los otros dos.
- ¡ah!... s... ¿sí?- Miriam se acercó a la niña, Wakaba suspiro de alivio al ver que volvió a su estado normal, guardo los pergaminos, ya no eran necesarios. Cuando estuvo delante de ella, la mujer sonrió, los temores de la sacerdotisa se esfumaron, ahora tenía la seguridad de hablar- ... ah... lo siento, haré todo mi esfuerzo... es solo que... no sé por dónde empezar y...
- jajajaja, tranquila querida, eso pasa todo el tiempo cuando comienzas, pero estás aquí para aprender cómo funcionan las cosas en la vida real. Es muy distinto a la universidad ¿verdad?
- ¿eh? ¡Ah! ¡Sí! ¡Sí! Muy distinto... no tengo idea...
- bueno, para empezar a investigar, tenemos que relacionar temas, Miku y Kyo ya encontraron algo, pero no sabemos si serán suficientes, falta algo ¿no crees?- sonreía, ahora Wakaba entendía, era como la primera vez que fue a una misión como shinigami, aquí era lo mismo pero con humanos- bien ¿qué crees que falte?
- bu... bueno... en las noticias dijeron que... dijeron que a los chicos desaparecidos se les extrajo los ojos, pero lo hizo un profesional... entonces debe tratarse de un médico o algo así...
- hn... no está mal, pero debes de ver más allá, Wakaba ¿no crees que la policía ya tiene en mente eso? Ya debe estar investigando ese tema, vamos, puedes hacerlo mejor...- sacó un cigarrillo de su chaqueta y lo encendió, mala señal, se estaba impacientando.
- hmm... hmm... pero ¿qué hago? Ya tenemos un sospechoso que es Muraki, los shinigamis estamos trabajando en este caso y... y... las marcas que tiene cada cuerpo ¿no son parecidas a marcas utilizadas para... maldiciones? Esto quiere decir que el que las hizo no solo cuenta con conocimientos médicos, también debe saber a fondo sobre en sintoísmo y budismo; el hombre que buscamos debe de tener un historial sobre estos conocimientos... lo siento, Watari, utilizaré un poco de lo que dijiste a la policía, solo por esta vez...
- hn... eso está mejor. Pero ¿Qué tal si son dos?
- no puede, trabajar con dos sería muy complicado, además no se encontraron huellas en los cuerpos, es el trabajo de un solo experto... uno que le gusta mucho ver sufrir a las personas... entonces... me concentraré en revisar expedientes de médicos cirujanos en los cuales señalen si pertenecen a un grupo que siga una religión en específico, entonces podré compararlos con los datos que encuentre Kyo_kun, de esa manera podremos dar con un sospechoso...
- ... no está mal, Wakaba_chan- apagó su cigarrillo en el cenicero- ¡ahora demuéstrame lo que sabes hacer y sorpréndeme con lo que encuentres! ¡Volveré dentro de poco!- tomó su abrigo y cogió las llaves del auto, estaba sonriendo.
- ¿dónde vas, Miri_chan?- preguntó Miku sin despegar su vista de la pantalla.
- le haré una visita al viejo malhumorado de Iruka- respondió mientras buscaba sus pertenencias personales para meterlas en su cartera.
- bueno, que le vaya bien y avise si no vuelve para que nosotros podamos retirarnos una vez que hayamos terminado- Kyo continuó tecleando, al igual que Miku.
- sí, sí, nos vemos, trabajen duro...- y se fue.
Los tres se quedaron solos, pero solo dos de ellos trabajaban, mientras que la sacerdotisa estaba hecha un manojo de nervios por el reciente descubrimiento.
- Miri... ¿Miriam_sama conoce al jefe del departamento de policía Iruka?...- preguntó en un hilillo de voz.
- sí, seguramente fue para restregarle en cara sobre lo que averiguamos, ambos trabajan juntos aunque suelen llevarse como perro y gato, pero la verdad es que son muy, muy buenos amigos- fue la respuesta de Miku- ¡Encontré algo!
- etoo... Wakaba_chan... ¿te encuentras bien?- preguntó Kyo al ver la palidez de la muchacha.
Y era que se preguntaba ¿es posible que haya tantas coincidencias? Solo deseaba que a Tsuzuki, Terazuma y Watari les vaya mucho mejor que a ella.
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Tsuzuki estacionó el vehículo en el parqueo, después de haber conducido como loco; podía haberse tele transportado, pero debía dar a entender que pertenecía al sector de investigación y si no hacía acto de presencia podría levantar sospechas o que las personas pensaran que es un doble espía o algo así, eso por experiencia propia. Antes de bajar se colocó sus gafas, odiaba que la gente se le quede mirando debido al color de sus ojos... pero... antes de colocárselas...
Recordó algo... de hace tiempo...
Flash Back
- pe... pero, Hisoka...
- ¡está nublado, no tiene sentido que lleves gafas ¿verdad?!
El menor tomó sus gafas de improviso, Tsuzuki no pudo hacer algo para poder evitarlo, se quedo paralizado cuando sintió la suave piel, piel que superaba la suavidad del durazno rozó su rostro por leves momentos para poder quitarle las gafas. Hisoka reía, victorioso de lograr que no lleve sus acostumbradas gafas.
No tenían asignada una misión, la razón por la que estaban en Tokyo era para ir a la pastelería favorita del mayor; Hisoka lo acompañaba como siempre para evitar gastos insulsos, era sabido que cada cosa que hacía Tsuzuki era supervisada por Hisoka... era gracioso, pero podía considerarse que el menor hacía el trabajo de "niñero".
- Hisoookaaaaa- comenzó con un llanto lastimero- por favor devuélveme las gafas, no me gusta que las personas se fijen en mis ojos.
El shinigami mayor notó que el menor se detuvo cuando vio a un par de colegialas verlo fijamente, entre ellas murmuraron algo mientras reían divertidas, no fueron las únicas, notó coma cada persona fijaba su mirada especialmente a sus ojos; ahora estaba seguro que Hisoka se percato de ello.
- Hi... Hisoka... ¿¡...!?
Ahora los ojos amatistas se abrieron de la impresión, cuando sintió la pequeña mano de Hisoka aferrarse a la suya para luego tirar de ella, comenzaron a caminar de prisa; el mayor estaba tan desconcertado que lo único que pudo ver fue a su compañero, que por alguna razón a medida que avanzaba su agarre se hacía más y más fuerte.
Se detuvieron una vez que se alejaron del tumulto, ahora por una calle más tranquila donde los faroles comenzaron a iluminar debido a que la noche ya caía. El menor soltó su agarre, pero no se volteó a ver al mayor. El silencio se hizo presente y ninguno se dignaba a romperlo, Tsuzuki tragó duro cuando pensó que se había ganado una reprimenda del menor, y lo peor de todo, sin saber porque exactamente
- ...
- ...
- etoo... Hisoka... yo...
- ¡Baka, la razón por la que te miran es porque tú también te quedas mirándoles!- Hisoka se volteó de golpe, los preciosos ojos esmeraldas opacaban a las estrellas, eran en verdad hermosos pero ahora mostraban enojo- ¡Lo único que debes hacer es ignorarles, nada más!
- pero, siempre me miran por el color de mis ojos, no me gusta y...
- ¡por Kami, Tsuzuki ¿quién no dejaría de mirar ojos tan preciosos cuando los tiene en frente?! ¡Obvio que se sienten atraídos por ellos...! ¡¡...!!
Se tapó la boca con una de sus manos, el sonrojo en sus mejillas era adorable, tanto que era capaz de... capaz de...
- dices eso... porque ves los ojos de un mons...
PAAF...
- ¡¡Te dije que nunca dijeses eso!!
El rostro de Tsuzuki quedó de lado, esa bofetada no se la esperó, cada vez que sacaba el tema, algo que no podía evitar, era reprendido... pero ahora, tal parece que Hisoka no pudo contenerse y terminó abofeteándolo...
- ¡¡Eres humano, Tsuzuki, te lo dije antes y te lo digo ahora, olvida lo que alguna vez te dijo Muraki!! ¡¡Olvídalo!!
Volteó el rostro, para ver fijamente al menor, llevó su mano al lugar afectado que estaba ardiendo, agradeció ser un shinigami o de lo contrario estaba seguro que quedaría un moretón.
- go... gomene, Hisoka... yo...
- Baka, tus ojos son... muy bonitos, por eso te miran, también porque eres muy... atr... atractivo- el sonrojo aumento y escondió su mirada entre sus cabellos- y... y si te molesta mucho, solo tienes que mirarme a mi...
- ¿...? ¿Qué?
- ¡Qué me mires a mí, somos compañeros de trabajo te conozco muy bien y... si me miras no hay pro... problema porque sé que tus ojos no refleja algo malo y...!
- jajajajaja...
- o... oye... ¡Bastardo, no te rías! ¡Hmp!- sintió una de las manos del mayor en su cabellera, Tsuzuki despeinaba sus cabellos al mismo tiempo que reía.
- ¡Eres tan lindo Hisoka, gracias, soy muy feliz porque estás al pendiente de mi todo el tiempo!
- ¡Baka!- ahora Hisoka no sabía cómo esconder su sonrojo, cosa que a Tsuzuki le parecía tierno y hermoso...
- ¡ahora vamos por el pastel, pediré uno de mora!- esta vez fue él quien cogió la mano del menor, aprovechando, para meterla en su bolsillo.
- q... ¿¡Que haces!?
- hace frío, no quiero que tus manos estén frías Soka_chan.
- ... i... idiota...
- jijiji...- continuaron caminado así por un largo trecho, los observaron o no, no tenía importancia, no volvieron a hablar, pero aun así el mayor estaba hecho un contento de ver a Hisoka caminar junto a él y con un encantador sonrojo.
Sintió un ligero apretón.
- ¿Hisoka?
- ya llegamos- cuando fijo la vista al frente, notó que tan solo debían pasar a la otra esquina para llegar a la pastelería, pero- ... ***
- ¿hn? ¿Dijiste algo, Hisoka?- no alcanzó a oír lo que el menor murmuró.
- no, nada, vamos antes de que cierren.
Ambos se encaminaron a la pastelería.
End Flash Back
Desde ese día, cada vez que salía a algún lado junto con Hisoka nunca se colocaba las gafas, se dedicaba a mirar a su compañero.
Fue ahí cuando se percato de los sentimientos de Hisoka, lo sabía... lo sabía, el niño se enamoró de él, pero para protegerlo tuvo que crear una barrera para evitar que Hisoka, con ayuda de su empatía, llegué a descubrir sus sentimientos... pero aun así... él...
- no tengo a nadie... a nadie a mi lado... no importa que no me correspondas... pero... aun así... quiero quedarme contigo... por favor...
... NO... ¿QUÉ NO ENTIENDES? NO TE QUIERO A MI LADO HISOKA, NO QUIERO VERTE NI OIRTE, YA AGUANTÉ DEMASIADO CON TU TRATO HACIA MI Y NO CREO QUE VAYAS A CAMBIAR... ENTIENDE... YO... YO... ¡¡¡NO TE QUIERO CONMIGO!!!
Cada recuerdo era una puñalada certera al corazón, Hisoka velaba por él aunque sabía que no era tan fuerte, y él le falló, lo dejó a merced de un depravado que solo Kami sabe que cosas viles le hizo a Hisoka. Debía hacer algo y rápido, no contaba con mucho tiempo, a paso apresurado se dirigió al lugar donde lo citó Terazuma.
Se colocó las gafas, desde que Hisoka se fue ya no tenía razón para no llevarlas... no tenía a quien mirar, no tenía la mirada esmeralda solo para él... no se sentía seguro.
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Esperando en el parqueo de un complejo de apartamentos, Terazuma y Rin esperaban a Ryuka, a llegar nadie contestó al llamar a la puerta, uno de los vecinos que estaba de paso les explicó que fueron al hospital a la revisión diaria que recibía el abuelo del muchacho, seguramente tardarían un poco ya que salieron todos y solo lo hacían cuando tenía que ir a hacer las compras. Ambos agradecieron por la información, pero ese muchacho no se libraría del asunto, se quedaron a esperarlo... fue cuando Terazuma vio conveniente llamar a Tsuzuki, ahora que se había recuperado.
- ese imbécil ¿qué no tiene reloj?
- ¿hn?
- nada, olvídalo- caló el cigarrillo, ya se había acabado una cajetilla completa, estaba nervioso, Rin solo lo observaba y eso lo ponía más tenso- podrías dejar de mirarme ¿tengo algo en la cara acaso?
- no, es solo que... si sigues fumando así vas a morir muy joven- dijo sin dejar de mirar el punto fijo que se había fijado en la pared.
- jejeje... gracias por el consejo... si supieras niña, si tan solo supieras...- sacó un nuevo cigarrillo y lo encendió, notó la mirada molesta de la niña que prefirió ignorar- ya se tardó ese...
- ¡Terazuma¡
- por fin, ya me harté de esperar- tiró el cigarrillo a un lado y se dirigió donde provenía la voz, la colegiala también se levantó, siguiendo a ese malhumorado policía.
- lamento la demora- se disculpó mientras intentaba tomar aire después de haber corrido- vine lo más rápido posible pero...
- ya, ya, no estoy de humor para escuchar tus excusas; ella es Rin, nos ayudará en este caso hasta donde se le sea permitido- presentó a la muchacha quien al ver al recién llegado un ligero sonrojo se formó en sus mejillas, hizo una reverencia.
- soy Hayashi Rin, un placer- se presentó de manera educada.
- Asato Tsuzuki, un gusto- se quitó los lentes, lo suficiente para analizar a la jovencita, al hacerlo, sus ojos amatista brillaron, haciendo que la chica se ruborice aun más- Terazuma ¿Puedo hablar un momento contigo a solas por favor?
- claro, espera un poco, tengo que poner al día a mi despistado compañero- ambos dejaron a la niña donde estaba y se alejaron un poco, la muchacha no les quitó la vista de encima, sobre todo al de mirada amatista.
Una vez que estuvieron un tanto alejados...
- ¿qué pasa ahora?
- ¿¡Cómo que qué pasa!? ¡Estás involucrando a una humana al caso, quedamos que solo sería la policía y los medios de comunicación necesarios!
- calma, calma ¿Crees que no sé eso? Wakaba y yo fuimos a interrogarla porque su nombre figura en la lista de conocidos de Kyouto Okazaki, luego le preguntamos sobre el diario...
- ¿diario?- nadie le dijo algo acerca de un diario, su rostro confundido fue suficiente para que el otro shinigami notase su desconcierto.
- ah, tú no estabas disponible en ese momento, debido al... ¡Bueno, para resumir, Wakaba encontró un diario en una de las casas de las víctimas y ella confirmó uno de los nombres que se menciona en el!... Resulta que el tal Ryuka era novio de Okazaki.
- ... perfecto, ya sabemos algo más, pero eso es todo, debiste enviarla a casa una vez que confirmaron la información...
- tratamos, pero nos puso una condición, si no la involucramos no dirá más... y créeme que esa chiquilla es una pieza importante aquí, al igual que tú, quiere encontrar al asesino de su amigo.
- ... maldición... está bien, pero en cuanto esto se torne peligroso...
- ya tome previsiones, no te preocupes que yo me haré cargo de ella.
En medio de la discusión, ninguno se percató que Rin se aproximó a ellos...
- disculpen, siento interrumpir...
Ambos voltearon a verla, esperando que no haya escuchado gran cosa.
- ... está aquí, ya llegó- volteó y los otros dos la siguieron con la mirada, al parqueo entró un auto, una vez que se estacionó bajaron de él dos personas- esos son los padres de Ryuka.
- ¿sus padres?- luego, la mujer abrió la puerta de atrás, para ayudar a un hombre mayor a bajar de auto, tras él salió un muchacho, Ryuka.
- ese hombre es su abuelo...- explicó la muchacha sin dejar de observar la escena familiar.
A lejos pudieron notar como reían por algo que el hombre mayor dijo, no lo escucharon, pero se veían aliviados por algo. Rin apretó los puños y con paso decidido se dirigió a la familia.
- R... ¡Rin!- Terazuma detuvo al castaño, sujetando su brazo.
- déjala, Tsuzuki, será más fácil de esta manera.
Observaron como la niña saludaba cordialmente, haciendo una reverencia, habló un poco con los padres y el abuelo de Ryuka, el hombre mayor sonrió y de nuevo escucharon las carcajadas mientras Ryuka colocaba una mano en la nuca, sonrojado. Luego de un momento, Ryuka y Rin caminaron en dirección donde se encontraban ambos shinigamis, mientras los tres mayores se dirigían a los edificios, rumbo a su hogar.
Una vez que ambos estuvieron frente a los dos "agentes".
- ¿Quién es él?- preguntó el muchacho al ver a un nuevo sujeto.
- cálmate, solo quiere saber unas cuantas cosas ¿verdad?- la muchacha fijó su vista en Tsuzuki, quien solo movió su cabeza en afirmación.
Al parecer, Rin estaba muy "entusiasmada" con el asunto, quizá puedan sacarle provecho al asunto.
- bien, Kyota, comencemos ¿Cuándo fue la última vez que viste a Okazaki_kun?- Tsuzuki se quitó las gafas para poder ver mejor las reacciones del jovencito, la primera reacción fue la impresión al ver los ojos violetas.
- Hisoka, te necesito a mi lado, tengo que mirarte para estar seguro... que no soy un monstruo...
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- ¡Vamos! ¡Vamos!
- ya voy, no te alteres, aun es temprano.
- ¡pero sabes muy bien que hay que hacer fila, no me gusta esperar!
- ya voy, listo, vamos.
- ¡por fin!
Ambos estudiantes salieron corriendo, tardaron porque les tocó hacer la limpieza del salón, se apresuraron porque hoy abrían un local de juegos electrónicos y compraron los tiques con anticipación.
- ¡Espero que tengan la nueva versión de "La casa de los Muertos"!
- ¡Yo espero que tengan muchas máquinas expendedoras de dulces!
- oye... ¿Vamos a ir a jugar o a comer?
- pues...
- ¡cuidado!
PUUMM...
- ouch... duele...
- perdona, no me fijé y... ¡Nakahara_kun!- gritó cuando reconoció al muchacho con el cual chocó.
- creo que el que debe disculparse soy yo- dijo mientras se levantaba y limpiaba su uniforme- disculpa.
- ¡Ah! ¡Nakahara_kun, espera!- pero no pudo detenerlo, el muchacho simplemente pasó de largo.
- déjalo así, Kojima- su amigo lo ayudó a levantarse- sabes que casi nunca habla con nadie.
- pero... hoy en verdad se veía triste... ¡voy a buscarlo!- apenas gritó eso y fue corriendo en dirección del otro muchacho.
- ¿¡Qué!? ¿¡Qué hay de la inauguración!?- gritó su compañero al ver al rubio correr.
- ¡Adelántate, le diré a Nakahara que nos acompañe!
- ... ¡No a ese antisocial!
No lo escuchó, simplemente se fue corriendo siguiendo al pelinegro.
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¿Dónde está? Estaba seguro que lo dejó ahí, no pudo desaparecer, fue un total descuido haber olvidado ese espejo, debía encontrarlo o su abuela lo regañaría ¿Dónde está?
- veamos, el ritual lo hice aquí, coloqué el espejo ahí... luego...
- ¡Nakahara!
- ¡AH!- gritó de sorpresa, estaba tan concentrado buscando que no se percató de la presencia del rubio- me... me asustaste, Kojima.
- lo siento, pero... ¿qué haces aquí? Nadie viene a los almacenes a no ser con el profesor de educación física- preguntó de manera inocente, el otro se levantó de inmediato y cogió su bolso.
- ... nada, es solo que...
- ¿Te metiste en problemas?
- ¡No!... bueno... yo...
La mirada miel de su amigo no lo dejaba hablar, cuando sus ojos negro noche se toparon con los otros... de inmediato sentía su corazón latir demasiado fuerte, y era que cada vez que se encontraba con el muchachito le pasaba lo mismo... era tan lindo.
- no es bueno que estés aquí solo, Nakahara, algo puede pasar y...
¡CLANK!
- ¡kyyyyyyyaaaaaaaaa!- el rubio se asustó al escuchar es estridente ruido, lo primero que hizo fue aferrarse a lo que estaba al alcance, su compañero pelinegro.
- ca... calma, Kojima...- dijo en un hilillo de voz, al notar que el delgado muchacho lo abrazó repentinamente, lo único que pudo hacer fue sujetarlo por los hombros... reteniendo su enorme deseo de abrazarlo- ¿estás bien?
- s... si, si... claro, no te preocupes... q... ¿qué fue eso?
- no lo sé, creo que algo cayó- eso no fue de mucha ayuda, Kojima se puso aun más nervioso y un ligero temblor se apoderó de su cuerpo- mejor nos vamos.
- sí, vámonos...- ambos salieron del almacén, no sin antes ver a ambos lados para asegurarse que estaban solos, si uno de los encargados los encontraba estarían en problemas, después de todo estaba prohibido para los estudiantes ir a ese sector- a propósito, Nakahara.
- ¿hn?
- ¿Qué hacías en ese lugar?- rayos, tenía la ligera esperanza que lo haya olvidado.
- perdí... perdí algo, y quiero recuperarlo, no le digas al profesor, por favor...- pidió con una carita de súplica... el otro se sonrojó y volteó la mirada, que raro, que sentimiento más raro.
- bueno, no diré nada, pero te meterás en problemas si encuentran lo que estás buscando... hmm... ¡Ya sé! ¡Mañana podemos venir un poco más temprano y buscarlo!
- sí, me parece ¡Un momento! ¡¿Hablas de los dos?!
- ¡Claro, entre los dos lo encontraremos más rápido ¿Qué dices?!- le sonrió, esa sonrisa que había admirado desde lejos, ahora se la dedicaba a él, se sintió afortunado... le devolvió la sonrisa- Na... Nakahara...
- ¿pasa algo?
- nada, es que casi no sonríes y acabas de hacerlo, tienes una sonrisa muy linda.
- ba... ¡Baka! ¡No digas esas cosas!- el sonrojo aumento.
- ¡Pero es cierto!
- ¡Es vergonzoso!
- ¡Eeeehhh!
Ambos chicos se fueron, sus gritos se escucharon menos a medida que salían del lugar.
Ninguno se percató de la delgada figura que los observaba desde el almacén, llevaba un kimono totalmente manchado por suciedad, lodo e incluso sangre; sus pies descalzos estaban lastimados, su cabellos sucios pero con mechones aun conservando el color trigo cubría su mirada... una venda podía divisarse en la parte posterior de su cabeza, posiblemente cubría sus ojos también, las manos ensangrentadas y maltratadas sostenían un espejo.
- me... llamaste... tú me llamaste... no te preocupes... te ayudaré... te ayudaré... dame tu pecado, dame todo tu dolor... dame todo aquello que hizo que sufrieras... dame aquello que te convierte en pecador ante los ojos de Dios... dame aquello que provocó a los cielos e incitó a que las divinidades te diesen la espalda...
Con pasos torpes, comenzó a caminar en dirección en la que se fueron ambos muchachos...
- ... y yo lo llevaré... a las profundidades del infierno...
Una tétrica sonrisa se formó en su rostro...
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Konoe, en toda la vida de shinigami que llevaba... era la primera vez que se enfrentaba a algo como eso.
- ... Chi... Chio_san... ¿Estás bien?- preguntó al ver a la mujer que, con ayuda de un vendaje, intentaba parar la sangre que brotaba de su brazo izquierdo.
- sí, no es tan profundo... ¿Qué tal usted?- miró de reojo el pantalón de Konoe, la rodilla izquierda sangraba.
- no se preocupe, los shinigamis sanamos rápido.
Ambos se encontraban en la enfermería, el camino por el que vinieron tenía rastros de sangre que pertenecía a la dama, todo pasó tan rápido... nunca se lo imaginó venir... si no hubiese sido por Tatsumi que llegó justo a tiempo.
Flash Back
Chio estaba contenta de ver que el niño despertó, dejó la bandeja en la mesita de noche y por instantes se dedicó a acariciar sus cabellos y sus mejillas, asegurándose de que estuviese bien.
- ¡qué bien, Hisoka, ahora debes comer algo!- cogió de la charola en un potecito que contenía frutas picadas, luego cogió el tenedor.
- ...- Konoe, que había quitado el kekkai para permitir a la dama acercarse a Hisoka (no sin antes tomar precauciones) se limitó a observar el trato que recibía el niño, esperando cualquier posible reacción de éste.
La dama miró con alegría como Hisoka recibía los pedacitos de fruta para luego mascarlos despacio, al comer uno de los pedazos, se atoró.
- ¡Ah, perdona, creo que te lo di demasiado rápido!- dejó el pote con el tenedor en la mesita y cogió el vaso con agua que había- ten, esto te aliviará.
Hisoka bebió el agua, despacio, hasta acabarla. Konoe seguía a la expectativa.
- espera, traeré más- tomó el vaso y se dirigió a la cómoda donde se encontraba la jarra con agua... mientras lo hacía, Hisoka buscó a tientas el tenedor... el mayor shinigami prestó atención.
El menor dio con lo que buscaba, luego lo llevó a sus faldas, sin dejar de apretar el mango con fuerza.
- listo, aquí tienes...-Konoe abrió los ojos de la impresión ¿Cuándo...?
- ¡Aaaagggghhh!
Hisoka se había levantado, lo hizo rápido, ni siquiera dio la oportunidad a Konoe para advertir a Chio que se retire... con todas sus fuerza... clavó el tenedor en el brazo izquierdo de la mujer quien soltó el vaso con agua. Hisoka no retiró el tenedor, al contrario, intentaba hundirlo más.
- ¡Déjala, Hisoka!- se acercó y de un solo golpe retiró a Hisoka, quien cayó al piso.
- ¡agh!- Chio miró su brazó, el niño no solo había clavado el tenedor, también había hecho que rasgue su piel, haciéndolo ver como un rasguño- Hi... ¿Hisoka?
- ¡Salga de aquí, ahora!
- pe...
- ¡Ahora!...- alistó un pergamino- ¡No vuelva hasta que ¡AGH!...!
- ¡AAAHHH!- Chio observó con horror, Hisoka había clavado el tenedor a la altura de la rodilla del mayor, para luego sacarla y volver a clavarlo.
- ¡Basta, reacciona, Hisoka!- con el pergamino, aparecieron sellos alrededor del niño, haciendo que cada uno llegue a golpearlo... Konoe estaba aplicando un exorcismo.
- ¡hgn!... ¡Basta!... du... ¡DUELE!... ESTUPIDO VIEJO, DUELE- gritó con la voz ronca... pero, en lugar de retroceder... continuó atacando...
- ¡SALGA AHORA, CHIO!- la dama corrió fuera de la habitación, una vez que estaba fuera podría ocuparse de Hisoka...
O de esa cosa... que se parecía a Hisoka... su sonrisa se ensanchó, aun tenía en su mano el tenedor manchado con sangre... y abrió los ojos, mostrando las orbes negras...
- Hi... Hisoka... ¡¡Reacciona ¿No me reconoces?!! ¡¡Soy Konoe, tu superior!!
- ¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHH!!- ahora el grito de Hisoka estaba más ronco que antes, atacó de nuevo, pero lo hacía a tientas, Konoe aprovechó eso para, de nuevo, aplicar su defensa... pero...
- ¡¡¿QUE?!!- craso error, al esquivarlo se retiró causando que el chico fuese directo a dar a la puerta, la tanteo y al dar con el picaporte salió de ahí- ¡¡HISOKA!!
Salió presuroso tras él, cuando se encontró en el pasillo... Hisoka y Tatsumi se "miraban" de frente... el amo de las sombras miraba con detenimiento las orbes vacías y negras... mientras el menor, al haber detectado su presencia, no retiraba la vista del sujeto que "suponía" estaba frente de él.
- Hisoka...- habló el mayor.
- hn... por qué... ¿Por qué será...?... Todos... me llaman por ese... nombre...- soltó una pequeña risita que los puso nerviosos.
- te llamamos así porque es tu nombre, Hisoka- respondió, sin inmutarse que el tono de voz de Hisoka se había agravado... eso no era la voz que conocía de Hisoka. Chio observaba todo desde una distancia prudente.
- ... no... ya le di... dije... no soy... ese Hisoka... no... me llamen... así...
Tatsumi frunció el ceño, era cierto que antes dijo "No soy tu Hisoka", ahora resulta que... ¿No es "ese" Hisoka?
- entonces... ¿Cómo te llamamos?
- no... no tengo... nombre... no tengo... no me lo dio... ese tipo... no me dio uno...
- ¿tipo? ¿Cuál tipo?
- ese... tipo... me mantenía en... una caja... no sé... pero... pero...
- ...- esperaron, impacientes, estaba pasando algo importante ahí... una pequeña narración por parte de "ese" Hisoka.
- frío... sus manos... todo... era frío... frío... frío...- susurraba, su sonrisa desapareció poco a poco y dejó caer el tenedor.
- si tu... no eres Hisoka...
- soy Hisoka... pero no "su" Hisoka...- aclaró mientras miraba el techo, como si hubiera encontrado algo realmente bueno para distraerse. Konoe estaba más que confundido.
- ... entonces ¿Dónde está Hisoka?
- ... ¿Dónde? ¿Dónde? Jajajajaja ¿Dónde puede estar Hisoka? Jajajaja ¿Dónde puede estar?- comenzó a canturrear, mientras extendía los brazos y comenzaba a dar vueltas- Hisoka... ¿Dónde está Hisoka?... estará allí.... O mejor... quizá allá... jajajaja ¡Qué divertido! ¡Busquemos a Hisoka!
Konoe se acercó con cautela, una vez que "Hisoka" se quedó quieto, sintió una ligera presión en la frente, era un pergamino... las letras en el brillaron y el muchacho quedó inconsciente enseguida. Tatsumi lo recibió en brazos antes de que se diera contra el suelo.
Ahora había otra pregunta... si ese chico decía que no era Hisoka... entonces... ¿Quién rayos era?
End Flash Back
Después de eso, Tatsumi dijo que se haría cargo del chiquillo.
¿Qué diablos estaba pasando? ¿A dónde llevaba todo esto? ¿Por qué "Hisoka" reaccionaba de esa manera?
- ¡auch!
- ¡Ah, disculpe!- por estar sumido en sus pensamientos, no se percató que había ajustado un poco fuerte el vendaje que colocaba a la dama para detener la hemorragia- ¿mejor?
- sí, gracias ¿Usted no necesita...?
- ya le dije que los shinigamis sanamos rápido, no se preocupe- la dama suspiró, resignada.
- ... si no le moleta, me retiro a mi habitación, estoy cansada- se levantó para luego dirigirse a la puerta y poder salir.
- descanse...- dijo en un susurro mientras la observaba salir. Una vez que la mujer abandonó la habitación... dio un fuerte golpe a la pared...
Y es que el rostro de Hisoka le dio tanto, pero tanto miedo...
- maldición... maldición... ¡¡Maldición!!
Eran las mismas palabras que pronunciaba un doctor de cabellera platinada... al ver que el niño tenía contusiones en todo el cuerpo.
Continuará...