Abrió sus ojos con pereza, su cuerpo le dolía y más su trasero, sé dio cuenta que estaba desnudo, trato de pararse un poco asustado, pero no pudo al notar que unos brazos lo tenían abrazado posesivamente por la cintura, y que unas alas negras cubrían su desnudes, pero no toda, tan solo las sabanas lograban alcanzarle asta las rodillas.
Sin hacer el menor ruido posible trato de zafarse de aquellos brazos, pero le era imposible, aquel hombre lo tenia muy bien sujetado.
Volteo a verlo, en ese instante sentía odio hacia el, pero cuando lo vio dormido tan placidamente, se dio cuenta que asta cierto punto se veía vulnerable…
Sin más que hacer, volvió a acostarse y se abrazo a Itachi, mientras agarraba las sabanas para cubrirlos a ambos…no le perdonaría, pero sabia que no podía hacer nada por el momento, y menos si aquel hombre que te agarraba era un ¿demonio?
Deidara, estaba confundido, y alavés asustado, pero si no podía hacer nada…no le quedaba de otra…
Estaba dispuesto a dormir en el pecho de su “violador” cuando este abrió sus ojos repentinamente, dejando ver unos ojos color rojo, que de cierta manera espantaron a Deidara.
-Buenos días Mi amor…-Decía Itachi besando el cuello de Deidara-Ayer ¿disfrutaste la velada juntos? Por que yo si…
-“¿Velada? más bien violación…”-Pensaba mientras trataba de evitar los besos.
-Estoy seguro que por tu mente roda la pregunta que ¿Por qué te viole, y por que tengo apariencia de un Demonio?...además si serás MI Doncel…debemos empezar a conocernos ¿no crees?...Para empezar me llamo Itachi…Uchiha Itachi…
-Ammm ¿Su Doncel? No le entiendo explíqueme… ¿demonio?-Preguntaba confundido.
-Ahhhh veras soy el rey de Tsuki…y como tal deseo todo los poderes del universo y…-Antes de que pudiese decir más hablo Deidara.
-¿Tsuki? Eso… ¿que es?-Preguntaba confundido aun.
-Ahhhh Tsuki es mi reino, que pronto tu también gobernaras…y como decía para obtener los poderes del universo debo tener un hijo con el humano más puro del universo…y ¿Qué crees?...Tu eres esa persona…además…-Decía mientras se aferraba más a su cintura y besaba sus labios-Eres un ser bello…excitante…y…estrecho…-Al terminar de decir esto soltó una risita al notar como Deidara se sonrojaba.
-Así que ¿me necesitas para que obtengas tus poderes…?-Preguntaba.
-Ammm…esa es la primera parte de la condición…la segunda es que tengamos un crió…-Ahora se disponía a agarrar al vientre de su amado-Y si no funciono en la tierra no te preocupes podremos hacerlo todas las veces que desees…-Decía mientras lo cargaba y hacia que se encimara en el.
Ahora Deidara estaba más que confundido, ¿Tsuki? ¿Demonio? ¿Ser puro?... ¿Crió?
-Entonces…si ¿eres un demonio…?-Preguntaba sin hacer nada, tan solo se recargaba en su pecho.
-Si así lo quieres llamar… pero no te preocupes…si quieres que me las quite lo are…al igual que mis cuernos y mis marcas…-Decía al momento en que todo lo anterior se desvanecía de su cuerpo.
Deidara sonrió satisfecho, se abrazo más a ese cuerpo, aunque sinceramente no sabia por que, sentía odio y amor hacia el, pero el seria la persona con que compartiría su vida, sabia que nada se podría hacer…mejor tratar de resignarse y disfrutar, además…seria el Doncel de un rey muy guapo y también gobernaría…trataba de ver las cosas con calma pero a veces le era imposible.
-¿Puedo bañarme?-Preguntaba mientras trataba de pararse, pero su traserito dolía, aun así intento parase, pero al tratar de hacerlo cayo al suelo, lo único que podía oír era la risita burlona de su pronto esposo.
-Veo que no puedes pararte…-Decía mientras se aproximaba a el, y se agachaba para agarrarlo y cargarlo tratando de no producirle dolor.
Itachi se dirigía al cuarto de bañó, al entrar Deidara quedo maravillado con tanta belleza, el creía que eso no era el baño…
Era un bello estanque, que el había confundido con un Jacuzi, se veía que el agua estaba caliente, por que veía que de este salía vapor, alrededor del estanque había un montón de plantas y bellas rosas, todas negras, a aunque a Deidara no le fascinará mucho el color negro debía aceptar que las rosas negras resaltaban bien el “cuarto de baño” y aun había más…Las paredes eran de roca, pero se veía que estaban talladas y le daba una apariencia bellísima al lugar, definitivamente algo hermoso…
Sus pensamientos se fueron al ver, o más bien sentir, el agua caliente rozar su piel y la de Itachi, ambos ya estaban en el estanque, Itachi estaba con los brazos amarrados a la cintura de Deidara, mientras que este se abrazaba a el, Deidara veía que como del agua salía un poco de sangre, se espanto, pero sabia que era de sus partes intimas de donde provenía aquella sangre.
En ese momento las alas de Itachi se dieron a relucir.
-Creí que dijiste que las guardarías…-Dijo Deidara.
-No puedo guardarlas por mucho tiempo, además últimamente las guardo mucho…-Decía mientras movía su espalda a causa del dolor.
Todo transcurrió normal, si a normal se le puede decir estando en completo silencio y unas miradas no tan inocentes por parte de Itachi a Deidara, mientras que este se limitaba a jugar con el agua.
Pronto Itachi agarro a Deidara y lo saco, para dirigirse a su habitación, ahí en la misma les esperaban tres sirvientas, ambas vestidas iguales, de pelo pelo largo y suelto, y un Kimono de color negro y con Serpientes doradas…
-Vístanlo y arréglenlo, si algo se le ofrece a el, deséenlo, y si me quiere ver, háganmelo saber, cuando el este listo me informan, para dar informe sobre la ceremonia…-Dijo Itachi quien ya se había vestido (Descuiden se vistió lejos de las sirvientas xD)
-Hai-Dijeron las tres al mismo tiempo.
Itachi se acerco a Deidara para plantarle un apasionado beso, mientras que una de las sirvientas se moría de envidia.
-Adiós amor…te veo más tarde-dijo mientras salía de la puerta de su cuarto y se aproximaba a otro lugar.
Cuando las tres sirvientas quedaron a solas con Deidara, este les sonrió, pero una de ellas no lo hizo, era de pelo rosa y corto, piel blanca y ojos color esmeralda.
La muchacha hizo con una seña que el muchacho se levantara, para inspeccionarlo bien, cada rasgo de su pelo, figura, piel y sus ojos no se le escapo a la peligrosa, cuando por fin hubo zorreado al muchacho, se alejo de el.
-Tráiganme la yukata negra de nubes rojas, una cinta de pelo roja, joyas negras, y zapatos rojos… ¡ya!-Les grito a las otras.
-Hai-Las dos fueron por lo ordenado por la otra.
En menos de cinco minutos las cosas de Deidara estaban en las manos de aquellas sirvientas.
Empezaron a ponerle su ropa, realmente aquella mujer si sabia encajar las cosas a la perfección, Deidara ya no llevaba su media coleta, ahora llevaba su peló suelto, mientras que un listón amarraba la parte de abajo (Ammm si no me entienden que peinado es, es como el de Neji) se veía realmente bello, las tres suspiraron era todo un ángel.
-Listo, ahora me ordeno el Rey Itachi-sama que le avisara cuando usted estuviese listo, ¿usted no a desayunado?-Pregunto la pelirrosa.
Deidara solo negó con la cabeza.
-Bien, me aria el honor de bajar…Príncipe Deidara…-Decía mientras hacia una reverencia y las demás le imitaban.
-Hai…-Dijo un poco confundido.
Salio de su habitación, para bajar a desayunar, ya pronto tendría aclarada muchas dudas, pero por ahora aria ninguna pregunta hasta estar asolas