Epilogo
Hacia casi cinco meses desde que todo ese mal entendido había sucedido pero ya todo se estaba solucionado
Luego de la hermosa declaración de amor en la torre de astronomía Draco le había pedido a su padrino que lo llevara a la mansión Malfoy para hablar con su padre, entro a su despacho sin avisar pues si lo hacia lo más probable es que los elfos le digieran que no estaba, pero cual fue su sorpresa al entrar al despacho de su padre de encontrarse a su padre encima de otro hombre en pura ropa interior
Ese día había descubierto muchos secretos pero lo más importante había logrado convencer a su padre del amor que el y Harry se profesaban y lo había convención de una manera mas fácil de lo que había pensado, basto con hablarle del posible embarazo del moreno para que Lucius Malfoy ante todo pronostico sonriera sinceramente ante la posibilidad de ser abuelo
Pero sin duda la noticia mas impactante era que su padre tenia pareja desde hace bastante tiempo y lo más probable es que este se encontrara embarazado, siempre había pensado que desde la muerte de su madre su padre tendría sus amoríos por ahí pero no creía que los fuera a tener con un hombre y menos que tuvieran una relación formal
Además de hablar con su padre Draco había llevado a Harry con madame Pomfrey para hacerle una prueba la cual había salido positiva y ahora el moreno tenia una hermosa pancita de casi siete meses pues estaba esperando gemelos
- amor tu crees que este gordo – le pregunto Harry mientras se miraba en el espejo de cuerpo completo de la habitación que Dumbledore había habilitado especialmente para la pareja
- no, amor estas perfecto – le respondió mientras le daba un tierno beso en los labios
- no me mientas se que estoy gordo – le respondió mientras varias lagrimas se habían comenzado a acumular en sus ojos
- amor no llores – le dijo Draco tratando de evitar por todos los medios que el moreno comenzase a llorar cosa que sucedía todas las mañanas desde hace cuatro o cinco meses atrás – te ves precioso – le trataba de reconfortar de la única manera que sabia que funcionaba ya que el lívido de Harry estaba muy subido en los últimos meses
abrazo al ojiesmeralda tratando de no aplastar mucho la panza de su novio y futuro esposo y lo comenzó a besar apasionadamente mientras sus manos se encargaban de acariciar su estomago y otras partes de su cuerpo, haciendo que ciertas partes de ambos comenzaran a tomar vida propia lo que hizo que el beso se tornara mas apasionado pero lamentablemente se tuvieron que separar por la falta de aire momento que el moreno aprovecho para hablar
- Draco – medio gimió – no podemos acuérdate que tenemos que ir a clases de pociones y aunque seas su ahijado el profesor Snape no me aprecia mucho por decirlo de una forma sutil
- pero no creo que se enoje mucho si nos demoramos un par de minutos al fin de cuentas ya sé lo que tengo que saber de pociones y si quieres te puedo dar un par de clases personales
- no creo que terminemos estudiando mucho
- por que estamos hablando de pociones si podemos estar haciendo otras cosas más productivas
- por que no puedo fallar en los estudios amor esa fue una de las condiciones que me impusieron cuando quede embarazado
- mmm... está bien pero cuando terminen las clases no vas a tener tregua, eso te lo prometo
- tampoco la quería – le respondió mientras se ponía su túnica para asistir a clases
- amor se te olvido ponerte tu faja
- vez como si crees que estoy gordo – le espeto mientras sus ojos volvían a aguarse
- pero si no estas gordo es solo que la necesitas para que no te duela tanto la espalda
- me duele la espalda por que estoy gordo – dijo mientras las lagrimas ya corrían libremente por sus mejillas – estoy feo y gordo – dijo haciendo que las lagrimas fueran más abundantes
- amor no llores – le pidió el rubio - te prometo que no estas feo – le trato de consolar pero consiguió el efecto contrario pues lo único que logro fue que comenzara a llorar a moco tendido haciendo que las lagrimas también acudieran a sus ojos como ya era costumbre todas las mañanas
al rededor de media hora después ambos entraban a la clase de pociones con los ojos rojos de tanto llorar y como ya era costumbre el profesor los dejo pasar sin mas pues ya estaba al tanto de lo que sucedía todas las mañanas así transcurrió el día sin ningún otro imprevisto, lo bueno de estar en su quinto año era que la mayoría de las clases era slytherin/gryffindor por lo tanto estaban casi todo el día juntos y cuando tenían clases separadas no le quedaba otra que pedirle a la comadreja y a la sabelotodo que cuidaran del Harry pues cada vez faltaba menos tiempo para que sus hijos nacieran pues como eran gemelos generalmente tendían a nacer prematuramente
luego de clases ambos se dirigieron a la habitación que compartían
- Harry – le llamo el rubio una vez que ambos habían guardado los útiles que habían ocupado durante el día
- Si amor - le pregunto sabiendo lo que le diría a continuación
- Te acuerdas lo que te dije en la mañana antes de la clase de pociones – era verdad que desde que estaban juntos se habían acostado muchas veces pero eso no quitaba que aun le diera un poco de vergüenza claro que no se lo diría a nadie por que era un Malfoy aunque si lo pensaba bien Harry era una de las pocos personas que lo había visto llorar por que los otros dos era su madre y su padre
- Que si me acuerdo cuando me dijiste que estaba gordo si lo todavía lo hago – le pregunto tratando de que su voz sonara resentida
- Yo no te dije que estabas gordo – le respondió un poco desesperado no quería que se pusiera a llorar de nuevo ya tenia suficiente con una vez al día – pero me refería lo que no terminamos en la mañana
- Mmm... te refieres a lo que prometiste – le respondió como quien no se acuerda
- Si – afirmo mientras se le acercaba como un animal acecha a una presa
- Pero prometiste dos cosa – ahora agradecía tener una memoria decente
- Dos yo solo me acuerdo de una – definitivamente la cosa no estaba yendo como quería
- Prometiste que me arias tanto el amor que no podría caminar en como una semana y también prometiste que no estaba feo – le respondió haciendo un adorable puchero
- Que tal si cumplo la primera promesa y con ella te demuestro que la segunda es verdad – le dijo mientras acercaba su rostro hacia su cuello
- Mmm... esta bien – le respondió haciéndose de rogar mientras Draco comenzaba a lamer y succionar su cuello lo que hizo que la temperatura de su cuerpo comenzara rápidamente a subir lo que manifestó con pequeño pero audibles gemido
Estuvieron hasta entrada la madrugada demostrándose lo mucho que se amaban entre besos y caricias, cuando llegaron por tercera vez seguido al éxtasis se dejaron caer uno al lado del otro mientras Morfeo los acunaba a los cuatro en sus brazos
- Draco – le llamo el gryffindor
- un rato mas – le respondió mientras se daba vueltas en la cama matrimonial
- Draco – intento despertarlo de nuevo
- Ya voy, mama – dijo mientras se daba vueltas en la cama
- van a nacer – le respondió estrujando las sabanas de seda entre sus manos
- ¿Como? – pregunto cuando se levanto del piso pues al haber girado tanto en la noche se le habían enredado los pies y se había caído al piso
- que ya van a nacer – le pego un fuerte zape en la cabeza para que se despertara bien - has algo idiota, llama a Madame Pomfrey o a Dumbledore – le dijo con los dientes apretados
- voy – se puso los pantalones del pijama
- apúrate que se rompió la fuente – le grito como solo una madre primeriza sabe hacer
- kyaaaa... – se permitió lanzar un grito que no podía decir delante de otras personas y salió corriendo en busca de los nombrados
No pasaron ni cinco minutos y el moreno ya se encontraba camino a San Mungo pues la enfermera había decidido que seria lo mejor para el nacimiento de los pequeño y para el propio Harry el rubio se mantenía sentado en la sala de espera mientras no hacia nada mas que caminar de un lado a otro como si fuera un león enjaulado, un maldito habito que se le había pegado de su león
Habían pasado alrededor de tres malditas horas y ya había pasado por allí toda la casa gryffindor y casi toda la escuela de no ser por que no estaban slytherin a excepción de sus amigos más cercanos y nadie se había dignado siquiera a decirle sobre el estado del moreno y de sus hijos, después de eso hablaría severamente con el jefe del hospital y se encargaría personalmente de que despidieran a todos esos ineptos que no eran capaces de pensar un poco en el que estaba preocupado claro que eso nadie lo sabia por que los Malfoy no nos preocupamos sea cual sea la situación
Entre quince y veinte minutos después de su monologo interno salió uno de los medimagos que se habían llevado a Harry y tanto él, como la comadreja y la sabelotodo se apiñaron a su lado
- Doctor ¿cómo se encuentra Harry? – pregunto en un tono que no dejaba entrever la preocupación a excepción de que lo hubiesen escuchado sus amigos o el propio moreno
- Lamento informarle señores y señorita que el estado de salud de el joven es muy delicado ya que él nació con hemofilia lo que ha hecho que pierda mucha sangre y aunque le hicimos tres transplantes de sangre es posible que no pase la noche pero por ahora se encuentra sedado, en cuanto a los gemelos han nacido sanos y si quiere los pueden pasar a ver al sector de maternidad ubicado en el ala oeste del segundo piso mientras tanto solo se le permitirá a una persona visitar al paciente – les dijo el medimago antes de volver por la puerta por donde había entrado
- Draco, creo que tu eres el mas indicado para entrar, Harry te necesita en estos momento, cualquier cosa nosotros estaremos en el sector de maternidad – le dijo Hermione antes de agarrar a un enfunfurruñado pelirrojo y llevárselo prácticamente arrastrando a el sector de maternidad para conocer a sus ahijados
- Gracias – susurro suavemente antes de dirigirse a la habitación de Harry mientras evitaba que las lagrimas salieran de sus ojos por que no se poda permitir ser tan débil delante de otros personas que no fueran sus cercanos
Al entrar sé encontró con una enfermera que estaba acomodando una bolsa de suero que al ver que el paciente tenia visitas se retiro dejándolo a solas con el moreno, se acerco a la camilla lentamente observando el pálido cuerpo que se encontraba sobre ella y solo ante el se permitió derramar las lagrimas que esta el momento había logrado contener, al llegar a su lado se aferro a su mano y dejo escapar sonoros sollozos que salían desde el interior de su corazón
- Harry – beso suavemente la mano que sostenía entre las suyas – maldita sea – murmuro con frustración – si me hubieses dicho que sufrías de hemofilia habríamos buscado la forma de tener hijos pero no a costa de tu vida – cada vez se le hacia más difícil hablar, la garganta se le cerraba poco a poco tras cada palabra que pronunciaba – tienes que levantarte de esa cama, no me puedes dejar solo, no ahora que somos padres, todavía tenemos muchos planes que cumplir, te acuerdas cuando tenias cuatro meses de embarazo, la promesa que hicimos “que siempre estaríamos al lado del otro, no importa las circunstancias “ por favor no me falles, ahora no solo yo te necesito sino también nuestro hijos – le pidió mientras de sus labios escaparon unos cuantos gemidos de frustración por no poder hacer nada para ayudarlo
Se quedo a su lado por alrededor de una hora conformándose solo con oír su pausada respiración cuando vino Hermione y le dijo que ya sé habían acabado el horario de visitas y que lo mejor que podría hacer es ir a conocer a sus hijos que eran una verdadera monada y no se equivocaba eran dos pequeños idénticos que se encontraba en encubadoras mágicas pues habían nacido prematuramente, ambos habían heredado sus ojos color gris pero con unas pequeñas manchitas verde esmeralda y se notaba que heredarían el rebelde cabello negro de Harry, sus pieles se habían mezclado entre la suya pálida y la morena de su otro padre haciendo una perfecta combinación, se veían tan pequeños he indefensos que le daban ganas de agarrarles sus rechonchas mejillas pero por experiencia propia sabia que dolía y mucho, ni bien había pasado un par de momentos con ellos y ya sé había encariñado mucho con ellos
Después de pasar un par de horas con ellos se disidió por hablar con el medimago a ver si lo dejaba pasar lo que quedaba de noche al lado de Harry en caso de que ocurriera cualquier cosa lo bueno fue que al escuchar el tono desesperado de su voz y las amenazas que no pudo evitar realizar no le quedo de otra que aceptar pues quería demasiado a su trabajo como para perderlo por una pequeñez como esa
Se quedo dormido en el incomodo sillón que se le propinaba a las visitas y en la hora de almuerzo fue despertado por Hermione, claro que solo le llamaba así dentro de sus pensamientos, no pudo evitar darle las gracias ya que a pesar de no llevarse bien se portaba muy bien con el, se levanto y se dirigió a la zona de maternidad a ver a sus hijos mientras pensaba en cuales serian los mejores nombres que les podrían poner, claro que eso lo hablaría con Harry cuando este despertara por que estaba seguro que no lo dejaría solo por que era un gryffindor y los leones no rompían sus promesas
Luego paso a tomarse un café bien cargado para mantenerse despierto y se dirigió de vuelta a la habitación del moreno pues necesitaba verlo no llevaba ni media hora a su lado cuando empezó a abrir lentamente los ojos lo que hizo que lanzara un chillido de emoción que no paso desapercibido por el de ojos esmeraldas quien profirió una pequeña sonrisa
- espera no hagas nada hay que llamar al medimago para que te revise no vaya a ser que tengas una recaída o algo por el estilo – ni bien termino de pronunciar las palabras y salió corriendo elegantemente como solo un Malfoy sabe hacer y en unos dos minutos llego junto al medimago
- que bueno que haya despertado señor Potter si me permite señor Malfoy vamos a hacerle una revisión al paciente y seria mejor que se retirara – le pidió cordialmente
- no me pienso mover de aquí – le dijo de manera muy infantil apoyándose en el marco de la puerta en una pose muy sexy – no después de que espere tanto para que te despertaras
- creo señor Malfoy que lo mejor seria que saliera de la habitación y hace aprovecha para pedirle a una de las enfermeras para que traigan a los bebes para que su otro padre los conozca – le dijo el medimago tratando de sacarlo de la habitación para tratar a solas a su paciente ya que generalmente cuando se revisa a un paciente en presencia de un familiar o algo cercano tienden a cohibirse
- esta bien – acepto a regañadientes
- bien señor Potter ahora necesitamos hacerle un par de exámenes para verificar de que no haya una hemorragia interna - saco su varita de uno de sus bolsillos y comenzó ha hacer un par de hechizos – creo que el hecho de que el joven Malfoy no se le hubiera despegado del lado le ayudo a mejorarse rápidamente –comento vagamente
- no se separo de mí en todo este tiempo – pregunto Harry pues todavía sé sentía un poco desorientado ya que no sabia que era lo que había sucedido
- si incluso me amenazo con quitarme el trabajo si no le permitía quedarse a su lado –comento como quien no quiere la cosa en clara busca de venganza – claro que solo se ausentó un par de horas para conocer a los recién nacidos, bien creo que se encuentra en un excelente estado si todo sigue igual para mañana se le dará el alta y podrá volver a Howarts yo me retiro ya que creo que querrá conocer a los bebes
- gracias – le dijo Harry antes de que este saliera de la sala para dejar entrar a Draco y los dos bebes que venían en las encubadoras – Draco Lucius Malfoy Black se puede saber quien te dio permiso para amenazar a la gente con quitarle su trabajo – le reto Harry fingiendo enfado
- pero Harry... trato de protestar el rubio
- no hay pero que valga no pienso acostarme contigo en un buen tiempo – le dijo sabiendo le costaría cumplir el castigo pero lo valía por la carita de perro apaleado que estaba poniendo el ojigris en este momento – y ahora dame a mis bebes
- no, todo menos eso - comenzó a suplicar Draco mandando al diablo su orgullo Malfoy mientras le ponía un bebe a cada lado – y no son tuyos son nuestro – le dijo mirando con orgullo como su hijo mayor estiraba sus bracitos hacia él y como padre consentidor que de seguro iba a ser lo tomo delicadamente entre sus brazos
- bien como son nuestros creo que te va a tocar cambiarles el pañal por que ya empiezan a oler mal – le informo Harry mientras fruncía las cejas en una clara mueca de asco
- eso no creo que como tu eres la madre te toca – le contradijo mientras dejaba al bebe que tenia en sus brazos en el regazo de su “madre”
- no yo no puedo estoy convaleciente – trata de evitar que le tocara la tarea más difícil y sucia
- eso no fue lo que dijo el medimago - comento con una falsa mueca de enojo
- Draco Lucius Malfoy Black estuviste espiando la conversación que tuve con el medimago y dices ser una persona educada – le reprocho empezando a enojarse de verdad
- No amor, no es lo que estas pensando, no es mi culpa que hablaran tan fuerte, si no pregúntale a ellos, también escucharon y estabamos lejos verdad – le pregunto a los pequeños como si estos pudieran hablar y ante todo pronostico los dos bebes comenzaron a hacer gorgoritos en los brazos de su madre
- Les estas enseñando a mentir, ese es tu concepto de educación, espérate a que me permitan levantarme de aquí por que no te pienso acostarme contigo en un buen tiempo – prácticamente le grito viendo la carita de perrito recién atropellado que estaba haciendo el rubio platinado
Once años después
Dos jóvenes de rebelde cabellera azabache y ojos grises como las nubes de tormenta con pequeñas manchitas verde esmeralda de pieles canela, una mezcla perfecta entre la de sus padres, y cuerpos delgados pero sin llegar a ser esqueléticos se despedían de sus padres pues empezaba su primer año en la escuela Howarts de magia y hechicería donde esperaban convertirse en uno de los mejores magos en todo el mundo mágico al igual que sus padres que ahora eran famosos aurores que todavía estaban capturando a aquellos martifagos que le seguían siendo fiel a Voldemort a pesar de la caída de este en manos del niño-que-vivió
- Ethan, Elliot pobre de ustedes que nos manden una carta el director quejándose de ustedes por que van a estar castigados de por vida – les advirtió su rubio padre
- No le hagan caso, si quieren yo los ayudo a hacerle una broma a Snape que de seguro se ensañara con ustedes, por eso traten de no llegar tarde y no se preocupen en casa queden con tal de que estén en gryffindor o slytherin estamos bien, claro que yo personalmente preferiría que estuvieran en gryffindor – les dijo todo eso en un volumen de voz muy bajo tratando de que Draco no los escuchara – he oído que los Fred y George han creado unas véngalas que podrían tirar en uno de los calderos de Quejicus – les comento mientras dejaba resonar una pequeña risa maquiavélica
- No Ma mejor le ponemos una pegatina para que se desnude delante de la profesora McGonagall – le dijo el mayor de los gemelos, Ethan
- Y si mejor le colocamos polvo pica-pica en la túnica – propuso el menor, Elliot, en el mismo tono de secreto que su madre y su hermano
- No crean que no los he escuchado – le reprendiendo a los tres – pobre de los dos que le hagan algo a mi padrino – les advirtió - espera a que lleguemos a casa y te voy a castigar – esto se lo dijo en el oído al moreno para evitar que sus hijos los escucharan
Les dieron un beso en la frente a cada uno de sus hijos y se despidieron con sus manos mientras se encontraban abrazados viendo como el tren partía a su destino, después de que el tren se perdiera de su vista el ojigris le agarro una de las nalgas del moreno dejándole bien en claro que lo de hace un rato iba bien en serio por que tenían toda la tarde libre...