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Ame No Yoru por Lena_Sensei

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Notas del capitulo:

Hey!!
Aqui con mi fic de los gemelos Hitachin
Decidí escribir esta vez sobre ellos, pues no todas mis historias serían SasoDei o SasuNaru xD
I'm taking a break x)
El domingo 22 fue mi cumpleaños, tengo 17 nOn
Ya luego actualizo mi perfil xD
Lean luego las notas que dejé abajo, si??


El fic contiene incesto y yaoi entre los hermanos Hitachin. Tambien hay lemmon en la historia (sexo grafico) asi que si no te gustan éstas cosas, no lo leas y punto.

DISCLAIMER: Ouran High School Host Club (Ōran Kōkō Hosuto Kurabu) pertenece a Bisco Hatori a quien se le agradece por poner esa bella relación incestuosa entre los hermanos Hikaru y Kaoru Hitachin.

Ame no yoru

 

La luz se había ido de forma repentina en la mansión Hitachiin. La medianoche estaba presente junto a una feroz lluvia causante del incidente. Por fortuna, todos se hallaban dormidos en la residencia, excepto por cierto par de gemelos cuyo diluvio los tenía inquietos.

Kaoru se hallaba sentado en un rincón de la oscura habitación siendo iluminado tan solo por el destello fugaz de los rayos, los cuales, con su ruido intenso, podrían causar dolor de cabeza. Estaba esperando a su hermano quien se había ido a la cocina por un vaso de leche para poder conciliar el sueño.

El gemelo menor temblaba, debía admitirlo, estaba asustado. No era como Hikaru quien al menos, sabía disimular perfectamente sus temores o eso pensaba.

Dios, la verdad ese poco tiempo que estaba en la cocina lo estaba extrañando, tenía miedo y se sentía indefenso, pero claro, si se tratara de Haruhi, Hikaru ya estaría a su lado sin despegarse de él.

La luz intensa de un rayo y el ruido ensordecedor inundó la habitación de los gemelos. Kaoru dio un pequeño grito de susto y se metió en la cama, tapandose hasta la cabeza.

- Hikaru, regresa pronto – murmuró temblando. Por Dios, Hikaru sabía perfectamente que él temía a las tormentas eléctricas al igual que Haruhi ¿Cómo diablos se le ocurría dejarle solo en un momento asi? ¡Maldición!

Apoyó su cabeza en la almohada y con ambas manos cubrió sus oídos, tratando de amortiguar el intenso sonido de los rayos que tanto le asustaba. Al parecer había funcionado, no escuchaba nada, ni siquiera el sonido de la puerta del cuarto.

Hikaru regresaba con un vaso de leche en una mano y con una linterna en la otra, alumbrando su camino.

- ¿Kaoru? – Preguntó el gemelo mayor buscando a su hermano con la vista y la linterna - ¿Estás por aquí? – Conociendolo sabía que su hermano podría estar encerrado en el closet.

Se aproximó a la cama que compartían y con lentitud corrió las sabanas. Sonrió al ver lo que veía. Su hermanito, Kaoru, en posición fetal con los oídos tapados por sus manos.

- Pequeño miedoso –

Dejó el vaso con leche sobre la mesita de noche y apagó la linterna dejandola en el mismo lugar. Acto seguido, rodeó con sus brazos a su hermano, quien ni se había percatado de su presencia y volteó asustado.

- Kaoru, soy yo – dijo Hikaru acariciando el pelo de su hermano tranquilizandolo.

- ¡Hikaru! ¿Cómo te atreves a dejarme solo? ¡Sabes muy bien que tengo miedo! –

El mayor sonrió. De verdad el tono de voz molesto de su hermano le era divertido. Le hacía acordar a los millones de veces en los cuales se “demostraban su amor” en público. Hasta ya se lo imaginaba y se sonrojaba de tan solo hacerlo.

- Ya hermano, no me he ido a ningún sitio desconocido, además – sonrió seductor y abrazó a su hermano – Ya estoy aquí.

El Hitachiin menor empezó a ruborizarse…¿Por qué Hikaru actuaba asi? En primer lugar, no se hallaban rodeado de señoritas deseosas de ver “amor entre hermanos” y en segundo, se hallaban ambos solos. ¿Qué le pasaba a Hikaru? ¿Acaso…? No podía ser. A menos que las tormentas eléctricas afectaran al subconciente.

- Hi…karu –

Un nuevo rayo hizo temblar la habitación. Kaoru se abrazó más a su hermano mayor hasta el punto de tumbarlo en la cama.

- Ya no seas miedoso Kaoru, Haruhi es mujer y le tiene miedo a esto, pero no hace tanto problema –

Haruhi, Haruhi…¿Acaso la tenía que nombrar siempre? ¿Siempre debía compararlo con ella acaso? Diablos, eso le enrabiaba. Bueno, al menos era mejor que compararlo con el pequeño Honey-Sempai.

No obstante, sus pensamientos se cortaron fugazmente cuando un rayo, aún más fuerte sacudió el lugar con violencia, causando un pequeño terremoto. Kaoru se aferró más a Hikaru, enterrando más sus uñas en la tela delicada del pijama.

- Hikaru..no…me…sueltes…onegai – dijo entrecortadamente y temblando.

El mayor aludido se sonrojó, pero a la vez, sonrió de forma malvada, como acostumbraba. – Descuida ototo, no lo haré –

Pasó un buen rato en los que ambos estuvieron abrazados. Hikaru acariciaba el cabello de su hermano y a la vez su espalda, dandole pequeños masajes. El menor solo se hallaba sonrojado y apenado, pero aun pensando por qué Hikaru le había abrazado de ese modo, como acostumbraba hacerlo frente al público femenino.

Kaoru lo admitía, de verdad lo hacía. En su corazón, algo nacía por su gemelo, algo más que solo un típico y común amor fraternal. Eso era lo que explicaba perfectamente la rabia que le invadía al verlo con Haruhi. No tenía nada en contra de ella, pero no le gustaba el acercamiento que se tenían a veces.

Tenía planeado decirle que lo quería e incluso aprovechar el momento y besarlo cuando hacían algunas de sus demostraciones, pero vivía en un estado de confusión que lo volvía loco.

Tenía miedo a perderlo.

- Es ahora o nunca – se dijo asi mismo.

Subió su mirada pero, a pesar de la oscuridad dominante, pudo sentir la de su hermano mayor clavada en la suya. Conocía demasiado a Hikaru, tanto como para darse cuenta que, en un ambiente carente de luz, su mirada estaba encendida.

Kaoru, confiando en su suerte, decidió ponerla a prueba. Se fue acercando lentamente a Hikaru, con sus labios preparados, imaginandose el contacto con el otro. Al fin probar mediante un pequeño gesto todos esos sentimientos que tenía a flote.

Al parecer, la suerte estaba del lado del menor de los Hitachiin, pues el aroma dulce de Hikaru chocó contra su nariz junto con el dulce y suave tacto de sus labios…Un segundo ¿Se estaban besando?

Abrió los ojos y observó. Un pequeño relampago cargado de deficiente pero clara luz pudo confirmarle a sus ojos la verdad. Su hermano lo estaba besando. Y tal vez no era su imaginación o algo parecido.

Se atrevió a tomar el labio inferior del otro con los suyos propios, como si de un leve mordisco se tratase, apenas tangible.

La falta de respiración se hizo notoria y ambos se separaron. Sonriendo. Era la primera vez que se besaron. Fue tan idílica, tan real. Algo que no se podía comparar con los actos incestuosos que hacían en público. Esto estaba lleno de sentimientos y pasión. Algo verdadero.

- Te amo – murmuraron ambos al mismo tiempo. Kaoru abrió los ojos.

- ¿Tú? ¿Pero co…? –

No lo dejó terminar, pues lo agarró de la camisa de su pijama y lo empujó hacia él… A pesar de un pequeño quejido de sorpresa por su parte, capturó sus labios apasionadamente.

El efecto fue inmediato y sin dudar un segundo más, el gemelo menor entreabrió los labios permitiéndole profundizar aquel beso que había comenzado como una tonta excusa de expresar los sentimientos ya correspondidos.

Hikaru abrazaba por la cintura a su hermano, atrayendolo más hacia él. Metió su lengua en la boca del menor y empezó a recorrer la ansiada cavidad, degustando la dulce saliva que le sabía a gloria, impregnando la suya propia.

Era un beso salvaje, apasionado, con la intensión de llegar a algo más.

Y asi iba a ser.

Kaoru desabrochó con parsimonia la camisa de Hikaru, bajandola en el acto y lanzandola por algun lugar de la habitación. Sin romper el contacto labial.

Se separaron nuevamente a causa de la falta de aire, con un pequeño hilo de saliva uniendo sus bocas. Kaoru abrió la boca para decir algo, pero le sirvió para gemir cuando notó los suaves labios de Hikaru descendiendo por su cuello, dejando un camino de calor y saliva adherida a su piel. Suaves mordiscos que marcaban una senda de pasiones escondidas y prohibidas. Ambos suspiraban y gemían entre beso y beso. En ello, Hikaru despojó a su hermano de la camisa lanzandola torpemente y, como si nada, hizo descender sus manos para desabrocharle los pantalones. La respiración del gemelo menor era más frenética a cada segundo que pasaba. Sus manos se aferraban a la espalda del mayor con más fuerza de la necesaria. El ser poseído por el ser amado parecía excitarle de un modo insospechado.

Kaoru gimió auditivamente cuando la mano de su hermano se hallaba ya en su entrepierna, acariciando su masculinidad.

- No me digas que pare, porque sé que estás mintiendo – dijo Hikaru con una pícara sonrisa.

- Me conoces muy bien, hermanito –

Para cuando pudo darse cuenta, Hikaru se había deshecho de su ropa interior y de la suya propia, las cuales yacían tiradas a un lado, sobre el suelo, junto con las demás prendas arrancadas en un enseguecimiento de pasión. Se hallaban desnudos, tocandose y disfrutandose bajo la penumbra del cielo nocturno y lluvioso.

- Oh, Hikaru – susurró el menor cuando el aludido empezó a besar su estomago, lamiendo y disfrutando de la dulce piel. Aquellos besos le estremecían y no podía evitar gemir audiblemente.

Antes de darse cuenta, notó que su hermano ya estaba posicionandose al frente de él, separandole las piernas y colocandolas en sus hombros. Kaoru pudo entrever en la ténue penumbra que le mostraba tres dedos. Sabía de sobras cómo iba todo aquello. Con ternura, cogió su mano por la muñeca y ensalivó los dedos con su propia boca, ayudándose de la lengua. La dulzura con la que hacía algo tan simple conmovió a Hikaru. Se miraron por unos instantes bajo la oscuridad y después siguieron.

El silencio fue roto por un fuerte gemido proveniente de la boca de Kaoru. El menor echó la cabeza hacia atrás, instintivamente, al notar un dedo penetrar en su virgen entrada. Se aferró al cuello del mayor, entornando los ojos y suspirando para reducir la tensión. Se puso de nuevo en alerta al notar un segundo. Se le escapó un gritito, pero se apresuró a silenciarlo mordiendo sus labios con dureza. A aquellas alturas, ya estaba sudando a más no poder. Hikaru no dejó de besar su cuello de un modo cariñoso hasta que introdujo el tercer dedo. Ahí fue cuando el gemelo menor abandonó todo reparo y gritó en su oído. Se mordió el labio inferior nuevamente, notando unas pequeñas lágrimas alojadas en sus párpados

Aquel dolor se redujo un poco cuando Hikaru empezó a mover sus dedos en círculos, notándose más hábil de lo que se podría haber esperado en un principio. Kaoru le miró, aún jadeando por el cúmulo de sensaciones.

- Vamos…hermano – susurró Hikaru pareciendo tener todo bajo control.

Besó esquivamente de nuevo a su hermano y después separó sus muslos con delicadeza. Acto seguido, por culpa de un rayo que sacudió a ambos presentes en la habitación, Hikaru le penetró bruscamente.

Un grito de dolor estalló en las paredes cercanas. Kaoru arqueó la espalda y profirió un llanto desgarrador. Hikaru se detuvo como estaba y empezó a acariciar la cabeza de su menor para relajarlo.

- Shhh, Nos van a oir, Kaoru –

El menor gimió de nuevo con una expresión de dolor , con la cara brillante por el sudor, para luego aferrarse más a su cuello, lloriqueando como un niño asustado en su hombro.

- Me duele Hikaru! ¡Eres un bruto! – Sollozó Kaoru aferrandose más a su hermano.

- ¡No digas eso! – gimió el mayor – La tormenta me tiene algo tenso…y esto…es nuevo…a diferencia de lo que solíamos hacer en público. Eres el primero con quien lo hago, Kaoru.

Hikaru bajó la cabeza y Kaoru lo miró sorprendido, pensó que era momento de inquirirle lo que unos minutos antes tenía pensado decirle.

- ¿Qué no te gustaba Haruhi? –

La mirada dorada de Hikaru se notó luminosa bajo la oscuridad. Una sonrisa imperceptible se dibujó en su rostro y acarició la mejilla del menor.

- Kaoru…Haruhi-chan me cae bien, me gusta…pero no del modo en el que tú me gustas – Le besó en los labios - ¿eso contesta la pregunta que me estabas por hacer?

El menor se ruborizó y bajó la cabeza – Definitivamente me conoces muy bien.

- Te amo – musitó sobre sus labios para luego volverlos a unir en un corto pero cariñoso beso.

Kaoru movió sus caderas para invitar el movimiento del acto. Hikaru tembló y salió de él para volver a entrar con una embestida, haciéndolo gemir fuertemente.

El pelirrojo rodeó a su hermano con ambas piernas, ayudando así a hacer las embestidas más profundas y el seguir con el ritmo que habían adquirido. Era una sensación increíble la de sentir a su amado hermano dentro de él, abrazándolo, besándolo, tocándolo, haciéndole el amor.

Hikaru no podía apartar su mirada de Kaoru, aunque la oscuridad se lo hiciera más dificil. Un relampago iluminó la habitación y pudo verlo del modo más hermoso. Sus suaves mechones pegados a sus sudorosa frente, con delicadeza. Sus mejillas encendidas, sus ojos dorados. Era como su reflejo, pero más lleno de inocencia y ternura. Sonrió y luego gimió al sentir más profunda la estrechéz de su uke.

La presión en sus abdomenes se hacía cada vez más grande, ambos al borde del climax.

- Ah…Hikaru..ah..-

- Ka…oru…ah…-

El primero en venirse fue Kaoru, en medio de un gemido que parecía ser el nombre de Hikaru, manchando los abdómenes de ambos. Y luego de un par de embestidas más le siguió su gemelo, igualmente exclamando el nombre de su hermano y colapsando encima de él.

Sus respiraciones pesadas fueron normalizándose mientras intercambiaban ligeros besos y varios ‘te amo’. El silencio reinaba en el ambiente, solo interrumpidos por suaves “te amo” susurrados y la ligera caía de la lluvia que alivianaba poco a poco su intensidad.

Hikaru salió del interior de su hermano y se acomodó a su lado. El menor se acurrucó en él, hundiendo su cabeza en su pecho.

- ¿Y bien? – preguntó Hikaru normalizando su respiración

El menor rió traviesamente – Fue estupendo – sonrió.

- Hum, lo sé –

- Modesto –

- Pero te amo –

- y yo a ti –

Kaoru pegó su boca a la de Hikaru y se besaron, como despedida antes de dormir.

- Por cierto Kaoru, besas muy bien como para no haberlo hecho nunca – sonrió el mayor abarazandolo más – Te juro que Haruhi no te llega a los pies si de besar se trata –

- ¿Y tu cómo lo sabes, ni-san?

La respuesta no llegó, pues Hikaru se hallaba pesadamente dormido, o eso parecía al haberse dado cuenta de lo que había dicho.

- ¡hmp! - miró a su hermano haciendo un pequeño puchero - Pero bueno, despues de todo, las tormentas eléctricas no son tan malas -

Notas finales:

Holaa!! (Otra vez xD)

Les gustó?? Nice! =D
No les gustó?? lo sabía xD

Cualquier cosa, quejas, insultos, amenazas de muerte, halagos o lo que sea xD en reviews ^^

Nos vemos!!


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