Capitulo 7 El rescate
Aquella enorme Araña se aproximaba más a la cara y cuello del joven mazuko este podía aspirar el fétido aliento del arácnido y por la herida ocasionada por la espada caían gruesas gotas de un líquido viscoso verdoso sobre el chico.
La situación entre los fluidos que salían de aquel monstruo y el olor insoportable que despedía y para colmo el peso de su enorme cuerpo sobre el tórax del joven que aun luchaba con todas sus fuerzas por alejarla sobre si. Cada vez el peso que soportaba sobre su frágil cuerpo era más insoportable y le estaba ocasionando dificultad para respirar haciéndole perder la conciencia.
El sol se filtraba atravez de aquellas delgadas cortinas que se agitaban por el vaivén del viento. Era una hermosa mañana de verano el calor aun por la hora era muy agradable.
El pequeño observaba con esos enormes y hermosos ojos verdes lo grande que era su habitación, estaba acostumbrado a pasar el mayor tiempo solo. No había después de todo, otros pequeños con quien jugar a excepción de cuando venia aquella niñita, Elizabeth con la que podía llegar a jugar. Pero el mayor tiempo lo pasaba solo.
Ya estaba acostumbrado así que no le importaba. Por recomendación de su madre y hermanos ,no debía andar molestando a los adultos y menos andar atrás de su madre buscando atención ella era una mujer muy ocupada era la Maou y” tenia que ser un niño bueno y no molestar”
Ese día su hermano Gwendal le había hecho un regalo y era sensacional una caja de colores, maravillosos y hermosos colores todo un tesoro y solo para El. Y un cuaderno para utilizar ese maravilloso regalo.
El pequeño estaba pintando una lámina con las imágenes de unos osos de las arenas cuando, se pregunto de qué color tenían los ojos los osos?
Y se dirigió al mueble en donde tenia una colección de animales de peluche entre ellos un oso de las arenas.
El pequeño se estiro y empezó a escalar cuando allí estaba!!! El más horrible de los monstruos lo observaba con aquellos brillantes ojos y un par de colmillos.
Era lo más horrible que había visto!!! Por unos segundos se congelo.
Ambos se observaron el monstruo y El. Después de unos segundos alejo la mano suavemente, y bajo un pie y luego el otro y una vez que estuvo a salvo, se alejo llorando y gritando y corrió a meterse debajo de su cama, abrazando su peluche favorito, un pequeño gato que le había regalado Gwendal, aunque claro el otro había dicho se trataba de un zorro. Pero para el pequeño era un gato.
Y allí en la seguridad debajo de su cama y con su compañero de juego el pequeño no podía dejar de llorar. Y el tiempo le pareció eterno.
Se aproximaba la hora de la comida y su hermano mayor Conrad lo andaba buscando y nada. Se asomo a la habitación del pequeño y nada, al jardín, a la sala de juntas, a la sala de espera, la recamara de Gwendal, de la madre, etc.
Y nada, Y regreso a la recamara del pequeño, Donde estaba Wólfram? Se pregunto.
Observo los colores y un oso a medio terminar. Y fue cuando escucho los últimos vestigios de un llanto.
Siguió el sonido y se acerco a la cama y se puso en cuatro patas para buscarle y allí estaba. El pequeño con esos enormes y lindos ojos verdes brillantes y aun con lágrimas, abrazando a ese viejo gato de peluche que ya hasta le faltaba un ojo.
-Que estas haciendo allí Wólfram? Le pregunto su hermano con curiosidad.
- Es que allá hay un monstruo. Señalando hacia el mueble en donde le habían acomodado la mayoría de sus animales de peluche.
- Un Monstruo? Estas seguro?
- Si.
El mayor se incorporo y se dirigió hacia donde había señalado el pequeño.
-Yo no veo nada Wólfram.
- Allí Esta yo lo vi. No estoy mintiendo. El pequeño respondió irritado y empezó de nuevo a llorar.
El mayor empezó a remover los peluches y fue cuando se encontró cara a cara con aquella horrible bestia que había descrito su hermano.
Tomo aquel monstruo que estaba sobre una oveja y fue y se lo aproximo. Te refieres a este monstruo.?
- Siiiiiiiiiii. Y de inmediato se lanzo abrazando a su hermano. Y escondiendo la cara en el cuerpo de Conrad.
- Me da miedo.
-Wólfram. Con el tono de mayor confianza y tranquilidad que podía expresar. – Es solo una araña, este bicho se muere de miedo ante ti.
- Es verdad lo que dices?. Pregunto el menor sacando la cara del cuerpo de su hermano y abriendo sus enormes ojos.
- Si, para este bicho tú eres el monstruo Wólfram.
-Pero yo no soy un monstruo?
- Claro que no lo eres. Pero no le tengas miedo. Tú eres más fuerte que esta araña.
- No debes temerle a las arañas. Recuerda tu eres mas grande.
- Y si me muerde?
- Solo que la toques. Pero para la araña tú eres el monstruo. Entiendes?
- Si.
- Te das cuenta eres valiente Wólfram!. Anda dame un abrazo y vamos a comer.
Y el pequeño abrazo a su hermano, ya no le temería a las arañas.
De pronto en forma súbita como acostumbra el Maou hace su aparición llenado de una luz de color azul toda el área. Y la fuerza de un chorro de agua golpea directamente aquel monstruo liberando el cuerpo del joven y lanzando lejos a la bestia estrellándola contra la roca.
Y después un rayo de luz se observa se dirige a la salida de la grieta.
Y el Maou sostiene en brazos a su compañero.
Una vez que el joven a sido liberado se puede escuchar la entrada desesperada de aire por la garganta y pulmones del joven, y así empieza poco a poco a recuperar la conciencia.
El Maou se transforma en Yuuri momentos antes de perder la conciencia
- Como estas? Siempre te protegeré.. Esperando una respuesta congruente solo escucho… una respuesta sin ningún sentido para El.
- Conrad es un mentiroso.
Y sin más Yuuri una vez más pierde la conciencia. Cayendo ambos jóvenes al suelo.
-Llego un mensajero con los documentos que solicitud su santidad. Externo Yozak con entusiasmo, llevando unos documentos enrollados en la mano. Mientras se lanzaba a toda velocidad hacia Murata.
-Que bien, los esperaba con ansiedad.
- Son los documentos que estaban en la biblioteca? Excelencia? Pregunto el consejero del rey.
- Si esos mismos. Vamos a estudiarlos Günter . Expreso Murata mientras acomodaba los documentos sobre un tronco que hizo la función de mesa.
Se encuentra en un dialecto antiguo, pero no importa antes que se formara Nuevo Makoku el grupo de nómadas que lo formaban hablaba este lenguaje. Y como es mi idioma natal lo puedo entender muy bien. Comento Murata mientras leía con atención y esmero el documento.
Después el grupo a su lado le observo desenrollar un mapa y seguir una ruta que marcaba con uno de sus dedos, mientras en la otra mano seguía sosteniendo el documento anterior. Leía y recorría, volvía a leer y a recorrer hasta que de pronto fue notorio como se le ilumino el rostro.
- Su santidad a descubierto algo?. Pregunto el consejero con un tono de ansiedad en espera de una respuesta deseada.
- Si Günter en este viejo documento menciona que hace aproximadamente unos ochocientos años un joven desapareció de misteriosa forma tal como le paso a Yuuri y a Lord Von Bielefeld y este joven por medio de una cueva regreso a nuestro mundo.
- Excelencia eso que dice me llena de esperanzas, así podremos recuperar a su majestad. El consejero no podía contener su alegría.
- Hacia donde esta la cueva que dice Excelencia? Pregunto Conrad tratando se ocultar sus emociones.
- Se encuentra hacia el este a unos cuarenta kilómetros de aquí,
- No perdamos el tiempo y vayamos a galope. Y el grupo en menos de cinco minutos ya se hallaba en camino, a todo galope.
Ambos jóvenes se encontraban completamente agotados, uno de ellos se encontraba aun inconciente y el otro a su lado luchando por recuperar la mayor cantidad de aire tratando de olvidar lo horrible que había sido sentir esa asfixia. El rubio en su desesperación por poder respirar mejor y de paso retirar los indicios que había dejado aquel horrible monstruo se retiro el saco arrancando los botones solo quedado en camisa.
Después de unos diez minutos el rubio se sentía lo suficientemente recuperado al menos mas mental y anímico que físico, para una vez mas acarrear a su compañero a un lugar seguro. El joven se incorporo sintió como por un momento la vista se le nublo y sintió que por unos instantes perdía el equilibrio amenazando con regresar al suelo. Pero volvió a respirar profundo y se recupero de nuevo. Iba a levantar a su prometido cuando se dio cuenta que estaba rodeado por aquel temible grupo de soldados jabalí.
- No puede ser, solo esto me faltaba. Pensó para si. Una vez más respiro hondo tratando de mantener la calma y los encaro.
El capitán del pelotón se adelanto dos pasos del resto de su grupo, lanzo un bufido amenazador. Y se dirigió al joven quien permanecía en posición amenazante empuñando su espada. Mientras mantenía contacto visual con aquel terrible ser.
- Chico entrégame a tu rey, y en recompensa yo mismo te matare de un solo golpe.
- Entregarte a mi Maou seria lo último que haría. Tendrás que pasar primero sobre mi cadáver. Pero antes tendrás que probar el filo de mi espada. Amenazo el mazuko.
Una vez más se escucho un horrible sonido que parecía un gruñido más que una risa.
- Si eso es lo que realmente quieres….. De todas formas recuperaremos nuestra presa. El rubio permanecía firme ante su decisión sin ceder un solo paso.
- Guardias el chico es suyo, hagan con El lo que quieran, solo no acaben con El a la primera y arruinen la diversión.
El rubio permanecía en su intimidante posición aunque estaba conciente de lo que le esperaba, mucho dolor, en primero eran enormes, y eran demasiados para El solo. Pero no cedería defendería con su propia vida a su Rey y su prometido.
Los guardias empezaron a cerrar el círculo y atacar al joven, jugando con El.
El joven estaba acostumbrado a participar en una lucha en donde el orgullo y el honor era parte del combate, pero donde no sabia de quien se iba a defender en lo que encaraba a uno y lanzaba el ataque otro lo golpeaba y así fue recibiendo varios golpes y cortes en diferentes partes de su cuerpo.
Cada vez se sentía mas agotado lanzaba cada ataque sin dar en el blanco era como abanicar el aire empezaba a sentir cada vez mas mayor furia, desesperación frustración. Empezaba a convencerse que era inútil, hiciera lo que hiciera iba a terminar herido y por consecuencia muerto, pero su mayor temor era que le arrebataran a Yuuri en lo que se descuidaba.
Grandes gotas de sudor se resbalaban por su frente una vez mas afectando su vista al sentir el ardor de la sal en sus ojos. Sabia que sus fuerza menguaban ya no podría resistir por mucho tiempo. De vez en cuando con cada ataque de su espada empezaba a tambalearse ante la risa de los guardias que se estaban divirtiendo de lo lindo con El. El joven sabia que intentar usar su maryoku era inútil, pero aun así intento convocar a los elementos del fuego, pero nada. Ya no le quedaba nada más que su orgullo. Dirigió su mirada a yuuri. Esperando que de un momento a otro este despertara y de alguna forma lograra escapar. Haber ganado tiempo era lo único que esperaba en su corazón.
Hizo un pequeño alto, se recargo en el mango de su espada, tratando de recuperar un poco de energía, Sabia que el fin estaba cerca y se preparo para dar su ultimo ataque, esperando fuera fatal para alguno de los guardias, iba a ser su despedida.
Levanto la vista hacia sus oponentes empezó lentamente a levantar su espada, cuando de pronto entre lo borrosa de su visión alcanzo a observar tres esgrimistas.
Continuara…..