Capitulo 9 ... capitulo final
Tenias que caer en coma para saber lo que siento por ti.
Una hora más tarde se encontraban en su departamento, unos minutos después de arribar el telépata sin decir palabra salio. Dejando a su compañero en un mar de preguntas. Realmente Ginji no era de los que profundizaran mucho en algo, sin embargo esta era de aquellas ocasiones en las que muchas dudas flotaban en su mente, pero no pudo satisfacerlas pues Ban salio sin decir mas.
El joven se sentó sobre el borde de la cama para poder dar un masaje para aliviar sus adoloridos pies, mientras meditaba porque razón estaba en pijama y descalzo en un parque?. Y por que su compañero escurría agua? Sin embargo por alguna razón le daba miedo preguntar, Y si su sueño, no hubiera sido un sueño?
El rubio se levanto y fue a asomarse un rato por la ventana en lo que esperaba el regreso de su compañero. Mientras el aire revoloteaba aquel rubio cabello, no podía dejar de pensar en lo importante que era para su vida el hermoso joven de ojos color zafiro. El pensar en esos hermosos ojos color azul, era como invitarlo nadar en su alma. El solo pensar en su compañero aun en aquella ventana recargando su cara sobre sus brazos le hacia acelerar su corazón.
En un barrio lejos de Shinjuku Ban Mido recorría la zona en busca de un café en donde el sabia acostumbraban reunirse Chiho Hori y a Takuma Fukuzawa, nada mas ni nada menos que sus adorables clientes.
Eran aproximadamente las seis y media de la tarde cuando el primero entro al café, ahora solo era cosa de esperar a que arribara Takuma Fukuzawa. El joven desde la ventanilla de su auto esperaba nervioso hasta que unos quince o menos minutos arribo al café y ambos desde la vidriera se les veían optimistas celebrando el éxito de su experimento.
El castaño descendió de su auto y entro al café y se ubico en una mesa próxima, escucho el entusiasmo en la voz de de Hori comentando como su idea había sido un éxito. Y el festejo ameritaba algo más que un café...
El castaño sentía que le hervía la sangre ante los entupidos comentarios que externaban sus vecinos y sobre todo por que el objeto de su "experimento" como lo llamaron no había sido otro que la persona mas importante de su vida. Sin embargo controlo su ira se deslizo los lentes y sonrío para si. Se levanto de su asiento y giro su rostro hacia la pareja de científicos.
Cuando la pareja que hablaba lo vio se sintieron incómodos e inseguros a la expectativa de que no les hicieran daño.
El castaño solo les sonrío y les observo solo por unos segundos lo suficiente para realizar su famoso jagan, después se acomodo las gafas dijo en voz baja- Espero que tengan un sueño placentero. Y abandono el lugar relajado y confortado.
Chiho y Takuma cuando se dieron cuenta estaban en una isla y al parecer fuera de ellos se encontraban al parecer desierta.
- Es un sueño Chiho?
- Es probable, pero cuanto durara no lo se. Respondió Takuma con un tono de preocupación.
La noche era fresca el castaño. Después de aparcar su auto decidió caminar un poco, el aire soplaba por momentos, jugueteando con su cabello. Mientras disfrutaba del último cigarrillo de la cajetilla, por que el último es siempre el mejor se preguntaba? Mientras continuaba su camino. Eran cerca de las diez, lo mas seguro es que su chico se estuviera preguntando que había pasado con su compañero?. Y era por que necesitaba estar un rato a solas. Nunca había sentido tanto miedo a la perdida a perder a la persona mas importante en su vida, a encontrarse solo. Y ahora todo estaba en paz en su vida. Sin embargo andaba por allí caminando solo mientras su chico estaba allá esperándolo. Tiro el cigarrillo y retomo sus pasos hacia encontrarse con Ginji, que lindo nombre Ginji. El solo pensar en El hacia que se le acelerara el corazón.
Al llegar las luces apagadas, se encamino hacia la recamara y allí estaba aun con la misma pijama con la que había llegado, durmiendo abrazando su almohada como acostumbraba hacerlo de unos meses para acá.
Se aproximo se sentó sobre el borde de la cama observando el rostro de su compañero iluminado por la luz de la luna. Jugueteo con sus cabellos haciendo que su rubio abriera los ojos.
-Hola Ban chan, te extrañe. Se dirigió a El con una linda sonrisa.
"Nada es para siempre amor,
hoy nos toca compartir la misma luna.
Y mañana quién sabrá
si hay una separación o habrá fortuna."
El castaño se aproximo a su rubio y le dio un beso al principio tierno y después lleno de pasión. Y durante varios minutos solo se dedicaron a besarse el uno al otro en diferentes formas transmitiendo tantos sentimientos, tanto deseo.
Una vez que soltó aquellos labios que lo embriagaban el castaño siguió besando y mordiendo el cuello de su compañero obligándolo a emitir aquellos quejidos que tanto lo enloquecían y que había dejado de experimentar por que su relación se estaba volviendo costumbre. Pero hoy era el principio de recuperar y disfrutar lo que tanto amaba. Amaba a su chico más que a nadie en el mundo. Por que tenía que estar a punto de perderlo para que se diera cuenta que su vida sin El era vacía, monótona, sin colorido.
"Nadie sabe amor, nadie sabe qué podrá pasar mañana.
Quiero amarte hoy, quiero abrir todas las puertas de mi alma. "
Continúo su camino, le estorbaron los botones del pijama y los arranco de un tiron, dejando ese hermoso torso libre para que sus manos lo acariciaran, era suyo, el delicioso y hermoso chico que estaba a su lado era suyo. Le pertenecía o mas bien se pertenecían ambos lo sabían. Eran uno para el otro. El rubio se sentía drogado ante los besos y caricias su voluntad había desparecido. Pero aun así reacciono y siguió el ejemplo del hermoso dios que tenia enfrente y agarro con todas sus fuerzas el cuello de su amado atrayendo su rostro para besarlo aun con más pasión mordiendo sus labios. Y mientras lo hacia le arranco la prenda, votando todo los botones de la camisa de su amado, y metió sus manos por debajo de la camiseta con la finalidad de acariciar los pectorales y el abdomen que adoraba.
Mido mientras era besado por su rubio y ambas lenguas jugueteaban, introdujo sus manos por el pantalón de su compañero acariciando su entre pierna, incrementando la pasión que ambos sentían. Esta vez el rubio solo se aferro a la espalda de su mejor amigo.
Te quiero hoy. Quiero abrirle al corazón una ventana.
Esto es amor, y es tan grande que no caben mis palabras.
Quiero amarte hoy, quiero amarte hoy, por si no hay mañana.
Quiero amarte hoy, quiero amarte hoy, por si no hay mañana.
El castaño termino arrancando el resto de la ropa de la ropa y lo acomodo sobre sus caderas mientras el joven continuaba abrazando a su amado.
No necesitaban palabras solo se miraron con una mirada que lo decia todo, un dialogo que expresaba te amo, te necesito, te deseo, poséeme por favor por que soy tuyo. Solo tuyo y te amo.
El castaño se aparto un momento. Ante la ansiedad de su compañero no lo quería soltar, pero era necesario mientras existiera la barrera de la ropa no podía satisfacer las necesidades y anhelos de su pareja. Y termino por deshacerse del resto de sus ropas quedando, hasta quedar solo ambos piel con piel,
Después nuevamente lo atrajo hacia El y lo coloco una vez mas sobre sus caderas frente a frente para no perderse ni una sola expresión del rostro de su amado, continuo acariciándolo en la entrepierna, conocía a su chico, era terriblemente vulnerable a sus caricias a su besos a todo El.
- Ban chan..... Esa palabra significaba demasiado. El castaño lo sabía
Tomo el lubricante y puso atención en aquella mirada color miel que no perdía detalle y que además reflejaba que estaba listo.
El rubio se recostó mientras esperaba que su compañero actuara como acostumbraba. Ban le levanto y lo abrazo una vez más. Mientras le susurraba al oído -Aparir de hoy va a ser diferente, quiero que cada día te sientas amado y deseado. Por que eres mi todo. No lo olvides nunca. El rubio no pudo evitar sentir que su corazón casi estallara. Abrazo aun más fuerte a su amado, mientras lo besaba. Era tan feliz, las lágrimas rebasaron sus ojos. Como evitar algo así.
"Somos como arena y mar
somos más que una ilusión por que no hay duda.
Y esta historia de los dos, es tan linda como nunca hubo ninguna "
El hacer el amor con su compañero era más que una fiesta, era toda una gama de fuegos artificiales.
Ban Mido mientras acariciaba a su rubio para aumentar la excitación y el deseo al mismo tiempo que lo preparaba para poseerlo no dejaba de ver el brillo y la pasión que era capaz de reflejar la dulce mirada color miel de su pareja. Era capaz de sentir su alma. Era como traspasar una barrera más allá de lo real y entrar a un mundo fantástico que solo podía disfrutar con El.
Ban embistió a su rubio compañero con toda su fuerza, de un solo golpe y con toda la energía de la que era capaz solo con unos segundos necesarios para que su amado se recuperara del dolor que había sentido y después el mismo fuera participe de la relación.
Durante todo el tiempo que duro el momento para ambos fue como tocar el cielo. La pasión que se desencadeno de haberse podido medir, hubiera sido capaz de encender todo un edificio.
En el momento en el clímax de su pasión fue el único momento en el que perdió ese contacto mágico e irreal, para concentrarse en el inmenso placer que los invadía. Era tan fuerte que sentían que iba a explotar ambos se abrazaron con tal fuerza a uno al otro , casi cualquiera de los dos podían llegar a sentir que perdían la conciencia.
Nadie sabe amor, nadie sabe qué podrá pasar mañana.
Quiero amarte hoy, quiero abrir todas las puertas de mi alma.
Después de haber disfrutado el uno del otro " n" numero de veces y haber experimentado toda la descarga y la pasión que habían podido expresar. Mido mantuvo amando a su pareja los besos se prologaron mucho mas tiempo del esperado. El saborear aquella piel levemente bronceada de Amano era delicioso, su piel tenía una aroma que antojaba a mantenerse unido a El.
- Te amo Ginji.
- Lo se Ban chan yo también. Respondió el menor sonriendo.
Ginji deseaba que el momento fuera eterno, por El podía llegar a quedarse eternamente en ese lugar entre los labios y brazos de su amado compañero.
El rubio acomodo su mentón sobre el hombro de su pareja. Sentía que sus parpados empezaban a tomar el mando de su conciencia. Pero temía expresar en palabras el cansancio que sentía.
Mido lo sostenía entre sus brazos cuando se percato de los esfuerzos que hacia su chico por mantenerse despierto. Despertando una sonrisa en el rostro de su amado ojiazul.
- Duérmete de una vez pequeño idiota.
- Pero tengo miedo que, si me duermo desaparezca la ilusión.
- Tonto, no desaparecerá, no eres capaz de darte cuenta que tenias que caer en coma para que me diera cuenta de cuanto me importas? Anda duérmete de una vez.
A la siguiente mañana al abrir sus ojos, impulsado por el delicioso aroma de un desayuno lo primero que se encontró fue con la mirada del ojiazul .
- Anda Idiota para que veas que no fue una ilusión, hasta te traje el desayuno a la cama. Y le aproximo la charola con huevos con tocino para dos y café.
- Wow. Ah te falto la flor.
- No abuses Ginji.
- Ban chan esto es genial. Te esforzaste tanto.
- Si pero recuerda que te sigue tocando lavar los platos.
Después del desayuno el rubio aun hechizado por el amor de su compañero se dirigió a la cocina llevando la charola y platos que utilizaron. Al ingresar fue testigo de la enorme pila de platos que tenia que lavar!!!
Su vida aunque con un gran toque de magia, había regresado a la normalidad.
- Aghhhhhhhhh Odio lavar los platos. Eres malo Ban chan.
Fin.