-Debo informarle que el avión llegará esta semana...-
-Entiendo...-
-¿Está seguro de lo que va a hacer?..-
-Yo...no lo sé Watari....-
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El joven de negros cabellos se levantó con dificultad de la cama mientras el anciano lo observaba con una expresión absolutamente tierna y maternal.
Recordaba cuando el muchacho era solo un pequeño niño cuando tuvo que hacerse cargo de él, y ahora se estaba convirtiendo en todo un hombre.
Cuando el joven entró al baño para tomar una ducha, salió de la habitación para ir a atender sus asuntos correspondientes.
Mientras el agua acariciaba su delicada piel pensaba en Raito y lo que iva a suceder después de que llegara el avión.
Sintió como los cabellos de su nuca se erizaban lentamente. Se sintió nervioso, preocupado y quizás, hasta desesperado.
Sabía que aquellas personas que estaban por llegar no eran precisamente lo más agradable y Raito, pues... Él también tenía su caracter.
Sacudió la cabeza bajo el chorro de agua, como si asi fuesen a esfumarse sus pensamientos.
Giró la llave y salió de la ducha, para quedarse parado frente al espejo donde comenzaban a condensarse pequeñas gotas de agua. Se miró a los ojos gracias al reflejo de su imagen y pasó un dedo por sus labios.
-*Quizas.... las cosas no resulten tan mal. Debería pensar de una manera más positiva*-
Ese dia la policía nacional de Francia había pedido a Ryuuzaki que los ayudara a dar con el paradero de un asesino en serie.
Pasó la mañana y parte de la tarde resolviendo el caso. Estaba un poco estresado, pues el Presidente de ese pais cuestionaba todos los movimientos que surgían de la cabeza de Elle y se limitaba a dar solo una parte de las ordenes a la policía.
De todas maneras, esa era la primera vez que le tocaba ayudar a Francia. Otros paises como Estados Unidos o Alemania pedían su ayuda frecuentemente, por lo que acataban muy bien todas sus ordenes y asi conseguían resolver casos dificiles en poco tiempo.
-Watari... ¿podrías traerme algo de café?-
-Enseguida....-al cabo de unos minutos llegó el anciano con una bandeja en sus manos donde tenía una taza y un jarro de fina porcelana, más un posillo con muchos cubos de azúcar.- ¿como ha ido el caso?-
-Me ha costado un poco llevarme bien con el Presidente..- dijo tomando la taza.- pero he logrado resolverlo hace pocos minutos...-
-Felicidades, joven Ryuuzaki...-
-Gracias Watari...-
En el momento que el moreno da su primer sorbo a la taza de café, Raito entra en la habitación con el cabello desordenado y varios libros bajo su brazo.
-Buenas tardes, Watari...-
-Buenas tardes joven Yagami...- el anciano caminó hacia la puerta de la sala de investigaciones y se retiró.
-Elle... ¿como estas?-
-Bien gracias... ¿que tal te ha ido en la universidad?- lo veía sentarse mientras continuaba degustando su café.
-Lo mismo de siempre... Estoy algo cansado...-
-Light...-
-Dime Ryuuzaki...- dijo corriendo el cabello de su rostro.
-¿No olvidas algo?-
-¿Olvidar algo?.. si, creo que si...- se levanta de su asiento y camina lentamente hacia el moreno. Toma la taza de café y la deja encima de la mesa, para luego acariciar el rostro de Elle y depositar un cálido y suave beso en sus labios.
Probablemente, a Ryuuzaki no le importaba si tenía que descubrir a todos los criminales del mundo y discutir con cada presidente de cada pais, si a cambio de eso recibía un solo beso de Raito. Esa era la mejor paga. Y ahora se encontraba entre los brazos de su amante disfrutando de sus deliciosos labios. Mayor era su alegría al recordar que no solo podía obtener los besos del castaño, sino que también podía dormir con el las noches que quisiera de ahora en adelante. Pasó por su mente que quizás la decision de que vivieran juntos era la mejor que habia tomado en su vida.
-¿Estabas resolviendo un caso?- se alejó solo unos centimetros de la boca del moreno para pornunciar estas palabras.
-Si, me ha costado un poco, pero lo he logrado...-
-Te felicito... Eres el mejor detective...- y continuó besandolo.
Las mejillas de Ryuuzaki se tornaron de color rosa al escuchar estas palabras y antes de que pudiera agradecer ya le estaban pagando nuevamente. Ahora se sentía capaz de resolver cualquier caso... Sin importar cuan dificil fuera o cuanto tiempo le tomara.
Desde aquel momento hasta que fueron a descanzar juntos a la cama, solo cuatro palabras tenian lugar en la cabeza de Elle... "Soy el mejor detective"
Pasaron dos dias y el moreno aún continuaba en su nube de felicidad, hasta que Watari se encargó de informarle lo que tanto temía: El avión llegaba ese mismo dia.
Respiró profundamente y trató de ordenar sus pensamientos. Raito estaba en la universidad pero llegaría en menos de una hora. Los regalos que tenía para aquellas personas ya estaban en sus respectivas habitaciones. Watari se encargaría conseguir lo que sea que hiciera falta. Había un pastel de chocolate y otro de merengue en la cocina.
-*No tiene caso que me preocupe tanto... No pasará nada grave*- Y así sin más se tranquilizó y comenzó a devorar su tarta de frutillas mientras observaba los monitores de la sala de investigaciones... - Watari...- el anciano había entrado en la habitación hace solo dos segundos.
-Dime Ryuuzaki...-
-Manda un coche que vaya a recogerlos... No me apetece que lleguen de mal humor...-
-Como ordene, joven...-
El aeropuerto no estaba tan distante, por lo que calculó el tiempo y determinó que llegarían a la misma hora que Raito.
Comenzó a jugar con los dedos de sus pies como lo hacía la mayoria de las veces que se encontraba en esa posición.
Trataba de concentrarse en la información que mostraban los monitores pero simplemente no podía.
En su interior experimentaba una serie de sensaciones que lo hacian sentir extraño. Estaba ansioso, hace más de un año que no veía a aquellas personas y hoy se reencontraría con ellas nuevamente. Estaba nervioso, no sabía como iva a ser la relacion que mantendrían con Raito. Estaba contento, todavía le quedaba una frutilla.
Suspiró y dejó que el tiempo pasara. Pasó un dedo por sus labios y en aquel momento Watari rompió el silencio que inundaba la habitación.
-Ya están aqui, Ryuuzaki...-
-Entiendo. Por favor diles que esperen en el salón, yo bajaré enseguida...-
Watari dejó el lugar y caminó por el pasillo que daba a las escaleras. Él también conocía a los recién llegados y al igual que Ryuuzaki, les tenía mucho cariño. Antes de bajar los escalones, indicó a los empleados las habitaciones correspondientes donde debían dejar las maletas...
-El joven Ryuuzaki pide que lo esperen aqui, el vendrá enseguida...-
-¡Que se apure!- dijo una voz impacientemente.
-Seguramente aun está ocupado...- dijo una segunda voz de manera distraida.
El tercer miembro que se encontraba en el salón no emitió ningun comentario y se limitó a tomar asiento.
Al cabo de unos minutos, el moreno de piel pálida apareció en el umbral del salón. Levantó su cabeza y examinó con sus ojos ojerosos a los tres chicos sentados en el salón.
-Bienvenidos...- los sujetos tardaron en reaccionar y luego corrieron a abrazarle.
-Elle!!!- dijeron al unísono.
Watari sonreía ante la conmovedora escena y el moreno, un tanto sonrojado, acariciaba la cabeza de cada uno de quienes lo abrazaban.
Sin dejar de abrazarle, los tres chicos comenzaron a hablar al mismo tiempo para que Elle escuchara lo que tenian que decirle. Le contaban lo mucho que lo habían extrañado, las buenas calificaciones que habían obtenido en el orfanato o el excelente puntaje que habían logrado en un videojuego.
Era imposible que Elle pudiera entenderles a los tres al mismo tiempo, solo sonrió amablemente y los dejó que hablaran.
Lo unico que logró silenciarlos fue el sonido del timbre.
Watari caminó hacia la puerta y en el momento que la abrió, un apuesto castaño apareció ante sus ojos.
-Buenas tardes, joven Yagami..-
-Buenas tardes Watari... ¿Donde está Elle?-
-Está en el salón... - dijo el anciano indicandole la habitación a la derecha de las escaleras.
Raito caminó hacia el lugar y se encontró con Ryuuzaki de pie en medio del salón y tres chicos que lo rodeaban.
-Bienvenido, Light...-
-Gracias Elle...- caminó hacia el moreno sintiendo como era observado por los otros sujetos, no de manera muy agradable. Se quedó de pie a su lado mientras los muchachos lentamente se separaban de él.
-Light, te presento a Matt - señaló al chico de la derecha - Mello - al de en medio - y Near..- a su izquierda.
-Es un placer...- no obtuvo respuesta.
-Ustedes tres, les presento a Raito-kun....- las miradas se intensificaron- mi pareja...-
El castaño sintió que el corazón le saldría por la boca al oir estas palabras. No era que negara su relación con Elle, pero habían decidido no publicar que eran pareja y hasta el momento el unico que estaba al tanto de esto era Watari. Además, el no tenía idea de quienes eran estos sujetos.
La expresión en la cara de los niños cambió drásticamente al oir lo que Ryuuzaki había dicho. Parecían estar enfadados.
Pero el cuerpo de Raito no había experimentado el nerviosismo suficiente hasta que uno de los chicos, de rubia melena, sacó de su chaqueta una pistola y la apuntó hacia su cabeza.
-Elle...¿dices que este infeliz es tu amante?- dijo sacando el seguro del arma.
CONTINUARÁ...