Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Reglas por Seiken

[Reviews - 85]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Perdonen por la tardanza...
Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen y por lo tanto no gano dinero, solo la satisfacción de recibir sus comentarios, quejas o sugerencias…

Capitulo 5 Verdaderos Amigos.

Kakashi sabía lo que seguiría a continuación y aferrándose a las cobijas volvió a susurrarle, intentando hacerlo cambiar de opinión conociendo que no se detendría hasta que lo poseyera, probablemente hasta que lo preñara - No… por favor… - y aterrándose cuando Madara comenzó a introducirse en su entrada poco preparada, perdiendo por algunos segundos el control de sus emociones suplico, pero no a su captor. –Naruto… ayúdame…

Eso último provoco que la sangre de Madara hirviera y lo penetrara de un solo movimiento, sujetándolo de uno de sus muslos diciéndole al mismo tiempo que lo tomaba del cabello y lo tiraba dolorosamente, obligándolo a mirarlo fijamente – ¡Madara! ¡Mi nombre es Madara!

Pronto las embestidas comenzaron a cambiar de ritmo, volviéndose cada vez más rápidas y profundas, Kakashi podía sentir que de entre sus nalgas un hilito de sangre brotaba acompañándolas, Madara lo ignoro y comenzó a acariciar su miembro que se erguía dispuesto a derramarse dentro de poco – ¡Y tú eres mío!

Kakashi se limito a morder su labio cuando su orgasmo le alcanzo, sintiendo también como la semilla de su enemigo se esparcía dentro de su cuerpo, llenándolo con un sentimiento repulsivo cuando su cuerpo comenzó a cambiar, el Kekkei Genkai se había activado…

Narukaka----narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka

Las heridas de Sasuke eran impresionantes, quien fuera que había lastimado a su antiguo amor debía ser realmente poderoso pensó Sakura al mismo tiempo que atendía cada una de las contusiones y huesos rotos, esperando que pronto despertara para saber que había ocurrido con su sensei.

Naruto caminaba de un lado a otro sintiéndose desfallecer, Madara Uchiha tenía consigo a Kakashi y no sabía con que intensiones, aunque las imaginaba perfectamente, lo único malo era que no sabía en donde podría encontrarse y para eso necesitaba la información que Sasuke pudiera darles.

Sakura había tardado horas atendiendo su maltrecho cuerpo, salvándole la vida con la esperanza de encontrar a su maestro, probablemente de que su amor de juventud regresara a la aldea de la hoja si así lo deseaba.

Lo único seguro era que Kakashi estaba en peligro y no podía llegar a él, justo como en aquella ocasión en la cual… no, mejor no pensaba en eso, él seguiría vivo y regresaría a la aldea de la hoja o dejaba de llamarse Naruto Uzumaki.

Sakura suspiro limpiándose el sudor de la frente, había terminado, ahora solo faltaba que Sasuke despertara y los condujera hacia su sensei – ¿No ha despertado?

Sakura negó con un movimiento de la cabeza, sentándose en una silla a un lado de Sasuke preguntándole – Dime una cosa Naruto… ¿Qué haremos si no sabe hacia dónde nos debemos dirigir?

Naruto no deseaba pensar en eso, Sasuke tenía que saber en donde se encontraba Kakashi, de lo contrario habrían perdido tiempo valioso para poder buscarle y jamás se lo perdonaría si acaso algo malo llegaba a pasarle por culpa de su torpeza.

– El país de las olas… - pronuncio una voz rasposa.

Naruto bajo la vista inmediatamente mientras que Sakura se levantaba de la silla y comenzaba a revisar las pupilas de Sasuke para saber si había despertado, este respondió dándole un manotazo e intento levantarse.

- ¿Qué dijiste? – le pregunto Naruto apretando los dientes, muy serio, sujetándolo de su ropa, acercándolo a su rostro.

Sasuke se libero de las manos de Naruto y le observo fijamente, no era posible que ese cabeza hueca se interpusiera en su camino a cada paso que daba, primero con su venganza, ahora con esto – ¿Qué dijiste? - volvió a preguntar el idiota que tenía el puesto de Hokage.

El más joven de los Uchihas, habiéndose recuperado casi por completo gracias a los cuidados de Sakura y su propia fuerza respondió – Esta en el país de las olas… allí era a donde lo llevaría una vez que aceptara cumplir con su parte del trato entre nuestras familias.

Naruto apretó los dientes todavía más furioso y conteniéndose le respondió – Kakashi sensei no es un objeto, Sasuke… y no voy a discutir contigo en este momento…

Sasuke aun tenía esa mirada de superioridad y le respondió intentando adelantarse a Naruto – No me importa lo que digas idiota… tengo que ir a rescatarlo de las manos de Madara y después partiremos a algún lugar seguro en donde refundar mi clan.

Naruto se interpuso nuevamente ante Sasuke, esta vez el zorro hablaba a través de su cuerpo – él será mi compañero…

Sakura viendo como aquella situación estaba comenzando a salirse de control prácticamente les ordeno colocando sus manos en sus caderas – primero tenemos que rescatarlo, después Kakashi podrá decidir que desea.

Ambos ignoraron sus palabras al principio mirándose fijamente a los ojos, luchando desde ese momento por Kakashi – Muy bien, Sakura, tienes razón.

Narukaka----narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka

Kakashi despertó desorientado, adolorido y humillado, recordaba perfectamente lo que había ocurrido la noche anterior, lo habían secuestrado y después violado utilizando algún elixir de fertilidad, con el cual su sello se había roto en los brazos de Madara Uchiha.

Al levantarse pudo ver dos cosas: la primera sangre y semen sobre su cuerpo magullado; la segunda, Madara lo había dejado solo y sin ninguna atadura que lo mantuviera en aquel lugar despreciable.

Probablemente los tres muchachos que lo habían recibido aun estaban cerca y ellos tendrían la tarea de detenerlo si acaso intentaba huir con el poco chacra que había recuperado durante la noche.

No deseaba pensar en las implicaciones que tenían la violación y la destrucción del sello en esos momentos, por lo que se concentro en encontrar alguna forma de salir de allí con vida.

Después podría preocuparse todo lo que deseara se dijo mil veces, como en un mantra, buscando algo de ropa que ponerse, abandonado junto a la cama todavía se encontraba su uniforme, el cual se coloco tan rápido como pudo sin utilizar ninguna clase de chacra.

Debía apresurarse mientras que Madara se encontraba desaparecido, cuando volviera no podría soñar en escapar, ni siquiera en detenerlo de repetir lo que había ocurrido la noche anterior.

Kakashi estaba dispuesto a salir de su celda, enfrentarse a los tres muchachos y ser derrotado irremediablemente, sino perdía la vida en ese momento lo haría después por la pérdida de chacra generada por el combate y si estaba en lo correcto de su futuro embarazo.

Antes de salir escucho un sonido detrás de su espalda, allí estaba ella, la mujer pelirroja quien le dijo con frialdad, mirándolo con odio suficiente como para hacer que cualquier hombre retrocediera presa de pánico – Te ves muy cansado.

Kakashi permaneció en silencio, no confiaba en lo más mínimo en ella, ni en ninguno de los otros dos shinobi – ahora muerde mi brazo, no queremos que mueras antes de que llegue Sasuke.

Karin se detuvo delante de él mostrándole su brazo, estaba lleno de cicatrices, todas ellas de mordidas – ¿Cómo puedo confiar en ustedes? – pregunto con cierta indiferencia, intentando bloquear sus sentimientos con mucho éxito.

Suigetsu le respondió cruzándose de brazos, esperando que Sasuke no creyera las palabras de Madara, puesto que si bien lo habían confundido al principio con él cuando se dieron cuenta de su error comenzaron a idear un plan para redimirse de su traición – Madara nos engaño, sustituyo a Sasuke hace tres días y apenas ayer nos dimos cuenta de nuestro error, cuando sentimos su poder.

Kakashi podía sentir el chacra mandando de los tres jóvenes, eran fuertes y podía ver que estaban acostumbrados a pelear como un solo equipo, en realidad los había visto haciéndolo por lo que decidió morder el brazo que le ofrecía la chica pelirroja, recuperando algo de su chacra, el suficiente para mantenerse vivo hasta que recibiera atención medica en Kohona – ¿Dónde está Sasuke?

Jugo fue quien le respondió en ese momento, observando a Karin – ¿Dónde puede estar Sasuke?

Karin realizo una técnica desconocida por él hasta ese momento y al finalizar le informo a sus compañeros – Viene en camino, junto a él se encuentran otros dos chacras.

Por alguna razón Kakashi pensaba que se trataba de Naruto y Sakura, lo que hubiera dado por ver a los tres muchachos actuar juntos, como un solo equipo – Debemos partir antes de que Madara regrese.

- Demasiado tarde – escucharon una voz detrás de ellos, Madara había retomado su armadura roja, su cabello negro resplandecía con los rayos de sol del medio día y sus ojos rojos nunca antes habían parecido tanto a los de un demonio como en aquella ocasión – Así que su lealtad por Sasuke es real después de todo…

Nadie respondió a su comentario insidioso, no cabía duda que Madara era el príncipe de las mentiras, quien observando fijamente a Kakashi le señalo, orgulloso de sí mismo y de su poder – Parece que nuestra primera noche tuvo los resultados esperados, Kakashi.

Kakashi no retrocedió pero si mostro la confusión que sentía al escuchar esas palabras y Madara al darse cuenta le comento, caminando en su dirección – ayer logre romper los sellos, ahora…

La respuesta de Kakashi fue un intempestivo puñetazo que logro esquivar con demasiada facilidad, seguido de una patada y varios golpes más que no dieron en su objetivo – solo es cuestión de tiempo para que nazca.

Narukaka----narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka

Naruto deseaba poder confiar en Sasuke, olvidar todas las odiosas acciones que cometió desde su niñez encontrándolo imposible, su amigo había ido demasiado lejos en el pasado como para poder confiar en él ahora, cuando la vida de Kakashi corría peligro.

Por lo que Sakura y él decidieron discutir su plan de acción antes de partir, en el cual tenían contemplado una nueva traición del tercer miembro del antiguo equipo 7, quien los veía a través de sus ojos rojos, rasgo inigualable de su aldea.

Sasuke podía sentir el recelo provenir de los dos ninjas de Kohona, Naruto desconfiaba de él al igual que Sakura, se imaginaba que sus pecados lo habían provocado y no los culpaba por eso, sólo se preguntaba porque lo habían llevado con ellos en vez de encarcelarlo – ¿Que deseas con Kakashi sensei?

Naruto fue el primero en romper aquel silencio, parecía enojado y aquello le divirtió a Sasuke – lo mismo que tu.

El Hokage ignoro su respuesta y volvió a preguntarle – ¿Por qué deseas lastimarlo?

Sasuke le respondió fríamente, aparentando ser una sombra sin sentimientos – No deseo lastimarlo.

Naruto volvió a preguntar sin entender los motivos de Sasuke en lo más mínimo – ¿Entonces porque estás haciendo esto? Eras tú quien lo acecho durante meses y fuiste tú quien intento secuestrarlo la primera vez… o ¿Me equivoco, Sasuke?

Sasuke no dejo de caminar sosteniendo su espada detrás de su cuello, con esa endemoniada indiferencia tan característica de los Uchihas – No lo haces.

Esta vez fue Sakura quien hablo, preguntándole un tanto inquisitiva – ¿Por qué lo persigues?

Sasuke le respondió sin siquiera mirarla – Kakashi es el único digno de portar mi descendencia, nadie más lo merece.

Sakura guardo silencio poco después escuchando como Naruto le respondía como si sus palabras fueran hechos más que suposiciones – De haber tenido éxito lo hubieras lastimado como cuando te enseño su técnica, el día que abandonaste la aldea por Orochimaru.

Sasuke no sabía lo que había ocurrido en Kohona después de su partida, se imaginaba que habían seguido con su vida como si él nunca hubiera nacido, nunca pensó que sus amigos, mucho menos su sensei resultaran lastimados – Lo único que hacia Kakashi era detener mi entrenamiento y por su culpa nunca obtendría suficiente poder.

Naruto recordaba el dolor en la mirada de Kakashi cuando supo lo que Sasuke había hecho, como la traición de su compañero le había marcado irremediablemente – ¿De qué te sirve el poder si estas solo Sasuke?

- Ya no lo estaré – respondió el Uchiha, adelantándose lo suficiente como para ya no tener que soportar la presencia de los ninjas de Kohona, menos la de su Hokage.

Flashback--flashback--flashback--flashback--flashback—flashback

Madara Uchiha se encontraba en el suelo de la guarida de Akatsuki, sus heridas sangraban profusamente y sus ojos parecían desenfocados, pero aun así hablaba tratando de envenenar su mente como en el pasado – Eso es lo que tú piensas… Sasuke.

Sasuke le dio la espalda enfadado, no deseaba a ninguna kunoichi, la única persona que jamás había deseado estaba fuera de su alcance y no solo eso, se trataba de un varón por lo cual no podría darle hijos, nunca.

- Estoy seguro que tu sensei, ¿Cuál era su nombre? Kakashi Hatake… sí, el podría servirte para ese propósito, Sasuke – fueron sus palabras.

Sasuke decidió ignorar su lengua bífida y retirarse tan rápido como había llegado – Solo dices tonterías.

Madara se dio cuenta del interés mostrado en el chico de cabello negro, en su lenguaje corporal, no podía estar equivocado – El clan Hatake posee un Kekkei Genkai único que le permite seguir existiendo, él puede darte hijos poderosos y tan hermosos como su padre.

Sasuke esta vez ya no pudo fingir indiferencia y volteo sorprendido, preguntándole todavía dudando de sus palabras, pero aparentemente deseando que fueran ciertas – ¿Kakashi?

- Además existe un contrato nupcial valido en los cinco reinos ninja, Kakashi deberá desposarse con un Uchiha, quien sea que lo reclame para sí… - pronuncio el mayor relamiéndose los labios.

- Kakashi nunca me aceptaría. – no después de mis acciones… finalizo en silencio, más bien para él que para Madara Uchiha, Kakashi había intentado darle una opción que no fuera la venganza y él lo había traicionado, por lo que decidió intentar finalizar esa estremecedora charla, Kakashi nunca lo aceptaría de regreso.

Madara se levanto del suelo sujetando su torso con una de las manos, con la otra su brazo, insinuándole – Por qué no le obligas a recordar porque te prefirió a ti, porque te enseño a ti su técnica, porque te entreno a ti y porque estoy seguro que preferiría darte hijos a ti que a Naruto Uzumaki, aunque como Hokage él tiene la facultad de modificar la vida de sus ninja como el guste…

- ¿De qué estás hablando? – fue su pregunta, aunque temía que ya sabía la respuesta que Madara le daría, porque después de todo para Kohona los shinobis no eran más que herramientas para servirle a la aldea gobernada por el Hokage como lo fue su hermano.

Esa era la última carta de Madara, la del triunfo – Con una sola insinuación Kakashi Hatake acatara las ordenes de su Hokage… no importando cual sea esta.

- Naruto no sería capaz de hacer algo como eso… - pronuncio inseguro Sasuke.

Madara tosiendo un poco de sangre, la cual limpio con el dorso de la mano le dijo – ¿En serio lo crees? Porque no vas a comprobarlo por ti mismo…

No debió hacerlo, nunca debió haber escuchado sus palabras y regresar a Kohona en donde pudo ver la relación que florecía entre Kakashi y Naruto, el Hokage le otorgaba misiones como a cualquier otro ninja pero podía ver que en el fondo los dos comenzaban a acercarse demasiado.

A solas era cuando se daba cuenta de la soledad en la cual vivía el ninja copia, sus conocidos constaban de tres personas vivas y cinco personas muertas, tal vez podrían decirle que él no era quien para hablar acerca de la soledad, teniendo como amigos, verdaderos amigos a tres personas, pero su respuesta era sencilla, él no vivía en una aldea llena de personas que le observaban junto a una piedra hora tras hora y no hacían nada para detenerlo de su misión.

¿Cuál era esa misión podrían preguntar los necios que no se habían dado cuenta?

La respuesta era muy sencilla, la autodestrucción.

Kakashi desde que lo conocía había realizaba con recelo una misión impuesta por el mismo, su casa era una cárcel en donde se había enclaustrado, lo supo cuando entro en su departamento, la noche que comenzó su acecho.

Su vigilancia había comenzado al despuntar el alba, Kakashi acababa de realizar una misión sencilla para el Hokage, regresando esa misma mañana a la torre en donde ya lo esperaba Naruto, quien estaba ataviado con una gabardina blanca con un filo de llamas rojas, en la mesa del Hokage no le esperaba nada, ni comida, ni bebida, ni medicamentos para una herramienta de la aldea – Kakashi, ¿Cómo resulto todo? – fue la pregunta insípida del Hokage.

Kakashi se adentro en el cuarto del Hokage y deposito un pergamino en el escritorio, respondiendo con respeto, inclinando su rostro – Todo resulto bien Hokage Sama.

El Hokage se acerco al ninja, tomo el pergamino que le ofrecía y después lo despidió, diciéndole que se tomara el día libre, Kakashi regreso a su departamento para darse una ducha caliente que duro diez minutos, se vistió como un Jounin y simplemente salió de su departamento para estar enfrente de la piedra que visitaba con frecuencia.

No hablaba, ni siquiera se movía observando fijamente los nombres escritos en la piedra, de los cuales sabia uno había sido un Uchiha, de quien recibió su ojo como un regalo, más o menos siete horas después Kakashi regreso a su departamento y se sumergió en los libros de un hombre muerto durante la guerra, de quien sabía tanto como lo hacía Naruto.

Era un pervertido, tan poderoso como Orochimaru y con quien pensaba Kakashi tuvo alguna clase de aventura, podía saberlo por la forma en la cual pronunciaba su nombre al finalizar uno de sus libros.

Durante todo ese día Kakashi no había probado bocado alguno, tampoco bebido cualquier cosa, por supuesto que había alimentado a sus perros, después de todo para Kakashi ellos eran como parte de su familia, la ultima familia que le quedaba.

Sasuke comenzaba a enfermarse el descuido de su antiguo sensei con su persona y la indiferencia que mostraban sus supuestos amigos.

Esa noche después de charlar con un perro, un puck de apariencia ridícula, decidió acostarse para dormir sin quitarse la máscara que siempre traía puesta, solo los emblemas de su aldea y toda su ropa, menos unos pantalones cortos con los cuales dormía.

Fue en ese momento que Sasuke se interno en su cuarto sin hacer ruido ni emanar chacra, las paredes eran grises, sin ninguna clase de vida en ellas, los muebles que existían eran aquellos que se necesitaban para poder subsistir, nadad más, por lo que pudo apreciar lo único ligeramente personal eran dos fotografías, una de ellas con el equipo de Kakashi cuando era niño acompañados de su maestro y otro igual del equipo siete acompañados por él.

Al verlo dormir pacíficamente en aquella cama ignorante de su presencia Sasuke no pudo ignorar la tentación y descubrió con mucho cuidado la máscara que poseía, vislumbrando un rostro hermoso en la penumbra, el cual abrió los ojos y descubriendo su Sharingan pero al no sentir ninguna clase de chacra pregunto más dormido que despierto – ¿Obito?

Obito, así que ese era el nombre del Uchiha de la infancia de Kakashi – Duerme Kakashi… - pronuncio sin darle oportunidad a reaccionar por completo, utilizando el poder de sus ojos para obligarlo a dormir como un ángel.

Y si que parecía uno cuando descansaba en su cama, sus preocupaciones se habían disipado, su cabello plateado resplandecía con los rayos de la luz de una lámpara de noche que Sasuke había prendido para poder apreciarlo mejor y sus labios, delicados y delgados le invitaban a besarlo.

En su abdomen se encontraba un sello con el cual controlaba la técnica que había pronunciado Madara, de la cual un Hokage podría tomar ventaja, o cualquiera de los otros kages si acaso llegaban a saberlo – Una vez trataste de protegerme, ahora yo te protegeré a ti…. Kakashi – pronuncio decidido acariciando su cabello.

Cuando los primeros rayos de sol comenzaron a brillar Sasuke se levanto de su silla y deposito un beso en los labios de Kakashi, un beso ligero cual ala de mariposa, el primero de varios que vendrían.

Esa rutina se repitió durante cuatro días, Sasuke deseaba estar seguro que lo que había visto se repetía día con día, noche tras noche y así fue, durante cuatro días seguidos Kakashi estuvo solo, como un fantasma en una aldea rebosante de vida, apenas probo alimento alguno y permanecía la mayor parte de su tiempo enfrente de esa roca, sin que sus amigos intentaran alejarlo de su misión autodestructiva, de esa cárcel que se había impuesto desde dios sabia cuando.

Fue en ese momento que Sasuke decidió que por el bien del hombre, de Kakashi y no del shinobi, de la herramienta de Kohona, lo siguiente: no permitiría que los ancianos del consejo, ni el Hokage, ni ningún otro lo destruyera justo como había pasado con Itachi, esta vez no lo consentiría, jamás volverían a lastimar a una persona querida por él.

Flashback--flashback--flashback--flashback--flashback—flashback

- Kakashi no partirá contigo – anuncio Naruto, furioso por el atrevimiento de Sasuke de insinuar que su querido Kakashi estuviera dispuesto a traicionar su aldea – el es demasiado valioso para nosotros.

Probablemente no debió utilizar esas palabras ya que Sasuke le respondió, dando la media vuelta – es una herramienta muy útil para la aldea Naruto, tan valiosa que no se preocupan por su seguridad.

- No sé de qué estás hablando – espeto Naruto, pensando que Sasuke se había vuelto loco.

- Por supuesto que no, a quien le importa que pase horas delante de esa roca, él pasa más tiempo con los muertos que con los vivos.

Naruto se quedo petrificado, las palabras de Sasuke eran ciertas, Kakashi pasaba horas delante de aquella roca – ¿Cuándo fue la última vez que lo revisaste Sakura? ¿Cuándo la última vez que comió algo decente?

Al ver que sus dos compañeros no podían responder a sus preguntas les dijo – Ni siquiera lo saben…

Dejándolos perplejos, puesto que tenía la razón, no se habían preocupado por cambiar los hábitos autodestructivos de su sensei, aquellos que habían observado diariamente y que ya eran tan comunes como para notarlo.

Narukaka----narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka--- narukaka---narukaka

Kakashi seguía intentando derribar a Madara Uchiha debilitándose con rapidez, pronto se le unió Jugo, que no pensaba que fuera correcto que una persona encinta se enfrentara sola a un monstruo como ese, Suigetsu decidió que si Sasuke amaba a este hombre entonces él no permitiría que lo lastimaran y Karin, aunque envidiosa del afecto de Sasuke por el shinobi de Kohona decidió que si dejaba que sufriera algún daño, jamás se lo perdonarían.

Madara Uchiha era demasiado poderoso, como un demonio incansable que conocía cada una de sus técnicas o podía adivinarlas, ni siquiera entre los cuatro podían derribarlo, sólo Naruto y tal vez Sasuke serian capaces de tan grandiosa hazaña.

Con cada movimiento que Kakashi realizaba su chacra que debilitaba con rapidez, acercándolo a la pérdida de conocimiento y probablemente la pérdida del feto que comenzaba a formarse dentro de su cuerpo.

Madara Uchiha se dio cuenta casi inmediatamente que las intenciones de Kakashi eran finalizar su embarazo prematuramente, antes de que su cuerpo hubiera cambiado y mucho antes que existiera alguna clase de chacra en el pequeño Uchiha – No pensé que fueras una persona tan cruel, Kakashi.

Kakashi se negó a responderle, no permitiría que sus juegos mentales le hicieran daño y hasta el momento seguía negándose a pensar en lo que había pasado la noche anterior y los resultados que esto podría traer, no pensaría en el feto creciendo en su cuerpo, tampoco en las manos de Madara sobre su cuerpo, ni en su sexo clavándosele – ¿Planeas asesinar al Uchiha en tu interior, Kakashi?

- No existe tal cosa en mi interior – fue su respuesta.

Madara comenzó a reírse, sujetando a Kakashi por la espalda e intentando acariciar su vientre por encima de la ropa – no pensé que intentaras bloquear lo que ocurrió anoche Kakashi…

Kakashi respondió chocando su nuca contra su nariz – mis manos sobre tu cuerpo, mi sexo en tu carne… ¿Acaso no lo recuerdas?

Madara tuvo que soltarlo cuando Kakashi logro propinarle un golpe suficientemente fuerte como para derribarlo al piso, al mismo tiempo que los otros tres jóvenes, los amigos de Sasuke, hacían lo mismo.

Lo único malo fue que Kakashi había perdido todo su chacra, cayendo junto a Madara sin poder moverse para seguir con su combate, solo podía respirar y conservar sus órganos vitales funcionando, ni siquiera podía mantenerse consiente por mucho más tiempo y sin más todo su alrededor se puso negro, se había desmayado.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).