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Reglas por Seiken

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Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen y por lo tanto no gano dinero, solo la satisfacción de recibir sus comentarios, quejas o sugerencias…

 

Reglas capitulo 19 Mejor tarde que nunca.

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Ese día sería tan largo pensó masajeando sus sienes, esperando ansioso por la llegada de Naruto y la respuesta afirmativa a su pregunta.

 

La cual sería si deseaba ser su esposo, unir ambas aldeas con un matrimonio que sobrepasara sus vidas, que le diera la oportunidad para mostrarle cuanto lo amaba y poder hacerlo feliz al mismo tiempo que se sentía seguro entre sus brazos.

 

Naruto merecía un amante joven, con la misma vitalidad que él tenía, alguien que comprendiera lo que se sentía tener a uno de los Bijus en su interior, ser uno de los Jinchūriki, Kakashi Hatake jamás podría comprenderlo.

 

Gaara esperaba que Naruto comprendiera sus palabras y aceptara esa unión, de lo contrario sabía que jamás podría ser feliz con cualquier otro.

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Al mismo tiempo Naruto temía lo que sucedería en su reunión con Gaara, puesto que de alguna forma ya tenía una idea de lo que el Kazekage deseaba conversar con él.

 

Naruto había intentado mostrarle más de una vez por quien latía su corazón, lo importante que era Kakashi para él, aun así Gaara parecía ciego a lo que le había mostrado con anterioridad.

 

Lo único que deseaba era regresar a su aldea y proteger a su amado de los peligros que le acecharían constantemente cuando ya no pudieran acallar los rumores acerca de su don, cuando esas personas descubrieran que estaba embarazado y que su chakra apenas podía mantenerlo vivo.

 

Tampoco le gustaba la presencia de Sasuke en la aldea, él ya había intentado hacerle daño a Kakashi, su secuestro había sido la causa de que su amado estuviera sufriendo en este momento la vergüenza e impotencia de no haber podido hacer algo para defenderse, ese acto egoísta le traería penurias que no merecía y aun ahora no podía imaginarse que estaba pasando por la mente de Kakashi al verse tan débil e indefenso.

 

Naruto sabía que Sasuke se aprovecharía de cada oportunidad que tuviera para tocarlo indecorosamente, lo vio cuando le estaba curando y no quería imaginarse lo que hizo para que Kakashi sostuviera el porta sueros de metal para mantenerlo alejado de su cuerpo.

 

Si es que no intentaba secuestrarlo cuando se diera el momento y cada instante que Kakashi estaba solo en la aldea le daba una oportunidad a Sasuke para llevárselo consigo, porque al saber que su energía vital era lo que mantendría sus niveles de chakra estables no existía ninguna razón para mantenerlo en la aldea oculta de la hoja por más tiempo.

 

Sakura seguía confiando en él a pesar de todo lo que Sasuke había hecho, Naruto ya no lo hacía, su energía era oscura, casi idéntica a la que enfrento al finalizar la última guerra ninja y sí él no estaba con Kakashi, la ninja medico podría permitir que Sasuke se aprovechara de la debilidad de su sensei.

 

Sí Gaara trataba de mencionar el tema que temía quería discutir, Naruto no podría estar presente en la aldea para cuidar de Kakashi como se lo prometió, volvería a romper su promesa cuando le abandonara por alguien más.

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Kakashi yacía recostado en su cama observando el par de Kunais que había comprado, repasaba en su cabeza lo que Sakura le había dicho sobre compartir su vida juntos, entusiasmándose con la idea.

 

Haciendo memoria, Naruto parecía realmente emocionado cuando le hablaba de las casas que podría conseguir siendo el Hokage, seguramente imaginándose a los dos viviendo bajo el mismo techo y porque no, en la misma cama.

 

Sakura había salido, después de comer en un restaurante tranquilo, con Lee, quien regreso antes de tiempo de una misión encontrando que él se mudo al departamento de su novia después de sufrir una herida casi mortal.

 

No escucho lo que le explico la chica de cabello rosa a su novio y como dicha alumna se lo menciono antes, Lee no se vio preocupado, ni siquiera ligeramente celoso, en realidad menciono algo sobre lo heroico que eran sus esfuerzos para mantener a su sensei a salvo.

 

Kakashi estaba contento por eso y entusiasmado por ver el rostro de Naruto cuando le pidiera que formaran una familia juntos, que no le importaba lo que pensaran o dijeran, lo único que quería era estar con él si su Hokage aun lo aceptaba.

 

Pakkun le había dicho con razón que su Hokage lo quería y aun recordaba que su amigo peludo le obligaría a salir con él sin importar lo que dijera.

 

Kakashi había decidido dejar de pensar en lo que ocurrió para que estuviera en ese predicamento, no importando lo mucho que lo repasara, no importaba de qué forma modificara sus acciones cuando se enfrentaron él y Sasuke en la colina, de todas formas era derrotado.

 

El ninja copia llego a la conclusión que en el momento en el que Sasuke decidió arrebatarlo de su aldea y él no había aceptado la ayuda de Naruto como Pakkun se lo dijo estuvo perdido.

 

Pakkun estaba recostado a la altura de sus pies, observándolo fijamente, se moría por preguntarle algo y Kakashi sabía de qué se trataba. — ¿Qué te parecen?

 

 Pakkun se rasco la oreja respondiéndole. — Bonitos, estoy seguro que a Naruto le gustaran mucho.

 

Kakashi los deposito debajo de su almohada escuchando como Pakkun le preguntaba — ¿Qué le dirás? 

 

Kakashi todavía no sabía que decirle a Naruto, lo encontraría sobre la marcha pensaba, porque cualquier discurso que pudiera imaginar le hacía sonrojarse y sabía que le costaría mucho trabajo finalizarlo de manera legible. — No lo sé.

 

Aun en ese momento sentía que sus mejillas iban a incendiar la tela de su máscara, recibiendo una lamida en una de sus manos observo a su Ninken, quien comenzó a lamer su rostro poco después. — No importa lo que le digas, estoy seguro que Naruto lo aceptara… aunque la mayor parte de ello lo balbucees…

 

Kakashi arqueando una ceja se quejo amargamente, él no balbuceaba jamás, a veces cuando tenía que pronunciar algo como eso tartamudeaba, pero sólo un poco, Minato pudo entender perfectamente lo que trataba de decirle en ese momento y lo rechazo poco después, pero la respuesta de su sensei no tenía que ver con que al final de su declaración susurraba presionando los dedos índices juntos. — Yo nunca balbuceo… sólo tartamudeo un poco… pero quien no lo haría declarando tu amor incondicional al Hokage.

 

Pakkun parecía no creerle del todo, recordaba esa clase de expresión y era la que su perro ninja utilizaba cuando sabía que le estaba mintiendo o cuando no le compraba su shampoo favorito.

 

Poco después le ordeno entonces Pakkun a su amo acomodándose junto a él — Y ahora duerme, mañana será un día muy excitante, Kakashi.

 

Acomodando su almohada debajo de su brazo para poder dormir un poco, Kakashi alego con muy poca convicción, estaba demasiado cansado para poder mantenerse despierto por más tiempo. — No soy un niño pequeño y si quisiera, que no quiero hacerlo, podría mantenerme despierto hasta el amanecer.

 

El bufido que pronuncio Pakkun le pareció demasiado cercano a una burla, sin embargo, lo dejo así, no tenía la menor de intención de discutir con su Ninken por algo como eso.

 

Sólo esperaba no tener pesadillas esa noche y por eso estaba Pakkun con él, para que le avisara si sentía algún chakra desconocido acercarse a la casa de Sakura y le dijera cuando regresara Naruto a la aldea.

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

En ese momento Naruto era conducido a las cámaras privadas del Kazekage, en donde Gaara ya lo esperaba ansioso, al entrar pudo ver como se limitaba a admirar el paisaje con los brazos detrás de la espalda.

 

Uno de los ninja enmascarados pronuncio con una reverencia. — Kazekage Sama, el Hokage Naruto Uzumaki ha llegado.

 

Gaara asintió aun de espaldas despidiendo a su leal soldado. — Muchas gracias, puedes irte.

 

Una vez a solas le ofreció a Naruto un asiento enfrente de su escritorio, comentándole con cierto goce, que dicho Hokage no pudo ignorar. — Veo que llegaste solo.

 

Naruto sentándose enfrente de Gaara le respondió de cierta forma nervioso, sintiéndose culpable por lo que estaba a punto de hacer. — Kakashi estaba muy débil para viajar… aunque durante el festival de primavera lo nombrare mi consejero.

 

Gaara guardo silencio algunos segundos para después pronunciar con indiferencia. — Ya veo… ¿Eso quiere decir que lo despojaras del trabajo de campo?

 

Naruto asintió, como su secretario Kakashi ya no tendría que realizar misiones, en realidad su trabajo sería como el de un estratega y un confidente, una función que ningún shinobi hasta ahora realizaba. — No me imagino que un hombre como Kakashi Hatake disfrute de un trabajo de escritorio.

 

Eso era cierto, pero era la única forma en la cual podría mantenerlo a salvo sin ser demasiado notorio su estado actual y poco después su relación, la que esperaba fuera de esposos o amantes. — Probablemente no al principio, pero hemos llegado a la solución que esto es lo mejor para ambos.

 

Gaara respiro hondo y le informo a Naruto, encontrando que la mejor estrategia era ser directo con su petición, no le veía ningún caso retrasarse por más tiempo — He estado pensado en lo que espero sea lo mejor para ambas aldeas por mucho tiempo ya, Naruto.

 

Había llegado el momento, pensó Naruto con desazón, ya no habría forma de retrasar la ruptura del corazón de la persona que amaba. — Y llegue a la conclusión de que las dos aldeas juntas son invencibles, pero… el día que alguno de nosotros ya no esté presente como su líder la alianza que alcanzamos se perderá.

 

Naruto cerró los ojos sintiendo como sus planes para tener una vida con Kakashi se desvanecían, imaginándose la expresión del mayor cuando le hiciera saber la decisión de Gaara y que por mucho que quisiera estar con él jamás podría ser.

 

Gaara se levanto de su asiento y comenzó a acercarse al Hokage, quien parecía sumido en sus propios pensamientos. — Si unimos las aldeas con un ritual de antaño podemos hacer que nuestra alianza sea permanente, Naruto…

 

Naruto volvió a abrir los ojos observando a Gaara con una expresión neutra, preguntándose si acaso su amigo no comprendía que no lo amaba a él, no de la forma en la que debía si iban a casarse. — ¿Naruto, cásate conmigo?

 

No pudo responder al principio, aunque bien sabía que no había otra respuesta más que un sí a una propuesta como esa, Gaara lo sabía también, por eso lo había hecho llamar antes de que anunciara su compromiso con Kakashi.

 

Repentinamente las palabras que su amado uso con Sasuke inundaron su mente.

 

“¿Qué pasara conmigo cuando decidas que ya no me necesitas?”

 

¿Qué pasaría con Kakashi cuando pensara que él ya no lo deseaba?

 

Después de lo ocurrido sin duda alguna pensaría que fue por culpa de la violación, que lo veía como una herramienta inservible y Kakashi le daría la razón.

 

Naruto cubrió su boca con ambas manos tratando de pensar en su respuesta, en lo que debía hacer, el Hokage dentro de él le decía que no había otra salida más que aceptar la propuesta de Gaara, el hombre enamorado le decía que no aceptara, que Kakashi era mucho más valioso que cualquier alianza.

 

“Cuando te des cuenta que no soy lo que necesitabas para alcanzar tus metas y que mis enseñanzas no te traerán lo que tú necesitas…”

 

Sasuke no sería quien lo dejaría atrás, sino él, después de prometerle que lo amaba, que no le importaba lo que hubiera ocurrido y que cuidaría de ambos, de él y su pequeño porque deseaba que ellos fueran su familia.

 

“He perdido demasiados seres queridos a lo largo de mi vida como ninja… todas ellas han muerto…ninguna me ha dejado atrás… y no creo que pueda soportar perder a otra más, no cuando esta me abandone cuando ya no le sea útil, porque ya no me desee más a su lado…”

 

No podía hacerle eso a Kakashi, era impensable para él y aun así Gaara esperaba su respuesta, no sabía qué hacer, cumplir su deber con su aldea o con su corazón. — Gaara… yo… me siento alagado, de veras…

 

Gaara le insto entonces, colocando una mano en su mejilla para después besar sus labios con delicadeza, tratando de mostrar con ese beso que sus sentimientos eran sinceros, que realmente lo amaba. — ¿Lo harás? Naruto…

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Al mismo tiempo un hombre de gran tamaño leía un pergamino con la misma atención, había ordenado que destruyeran ese pajarraco en cuanto cruzo el cielo de su aldea, sin embargo, la suerte le sonrió porque dicho halcón sobrevivió los ataques de sus hombres sólo para poder entregar un mensaje en su escritorio.

 

Ese halcón traía con él la forma de agradecer los sacrificios que su propia sangre había hecho por él demasiadas veces para poder contarlas.

 

Y un sacrificio así de grande sólo podía ser agradecido por un regalo del mismo tamaño, algo tan significativo para su hermano como sabía era el general de la tercera brigada para él.

 

El famoso sharingan Kakashi era todo lo que Killerbee deseaba en una pareja, hermoso, poderoso, inteligente, durante la guerra fue una pieza muy importante en el campo de batalla, pero sobre todo, no le temería al Hachibi como no le mostraba temor al Kyubi y ahora, sí encontraba la forma de sustraerlo de Konoha una adición significativa para su clan.

 

Mucho mejor que cualquier noble o kunoichi que él pudo elegir para su hermano en los meses subsecuentes a su regreso.

 

El único inconveniente era que si la carta tenía razón, el Hokage ya le tenía como su amante y la alianza, que debía admitir era frágil entre las dos aldeas, podía fraccionarse.

 

Su única opción era esperar el momento en el cual la posición del ninja copia en la cama del Hokage se viera comprometida o que algún otro lo apartara de la aldea y entonces, sus shinobis podrían actuar en un golpe que traería al ninja copia a Kumogakure.

 

De allí a los brazos de su hermano y a su ejército.

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Kakashi despertó a eso del medio día sintiéndose como nuevo, se estiro y salió por su lugar favorito, ignorando las indicaciones que Sakura le dejo en la ventana, empacando el almuerzo que le había preparado en algún momento antes del medio día.

 

Su Ninken lo siguió de cerca sin hacer ningún comentario, complacido al verlo por primera vez con una actitud parecida a la del viejo Kakashi.

 

El ninja copia calculaba que Naruto regresaría esa noche así que tenía tiempo para estirarse y pensar en lo que le diría.

 

Lo primero que necesitaba hacer era volver a realizar su rutina diaria, visitar la piedra memorial para rendirle los honores pertinentes a sus muertos, leer algo de sus libros favoritos, después leer de su libro menos favoritos, el rosado o del otro, del que no quería ni siquiera recordar su nombre.

 

No podría realizar alguno de los absurdos retos de Gai, a menos que lo convenciera de jugar piedra, papel o tijeras, hasta sentía ánimos de molestar a su suegro, había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hizo enfurecer y sólo porque se comportaba como un papa gallina todo el tiempo.

 

Pakkun había desaparecido al despertar y en su lugar se encontraba Bull, el que con su enorme tamaño se veía pintoresco caminando detrás de Kakashi, meneando la cola, observándole como si se tratase de su héroe favorito.

 

Bull sabía que no debía mencionar a los cachorros a menos que estuviera seguro que se encontraban solos, Pakkun había sido demasiado claro en ese sentido, Kakashi necesitaba descansar y estaba esperando la llegada de Naruto Uzumaki para comenzar el ritual de cortejo.

 

Para la mente sencilla del perro menos inteligente de Kakashi nada malo podría pasar, Naruto lo amaba, Kakashi amaba a Naruto, tendrían cachorros y todos serian felices.

 

Kakashi se detuvo enfrente de la piedra memorial, Bull comprendiendo que su amo tardaría mucho tiempo saludando a sus muertos se recostó a unos dos metros sin dejar de mirarlo, no fijamente porque eso significaría que lo estaba retando, más bien por el rabillo de su ojo.

 

Repentinamente un sonido alerto tanto al ninja como al perro, Bull inmediatamente se coloco en una postura defensiva, Kakashi permanecía tranquilo observando con sorpresa a nada menos que Killerbee, un ninja de Kumogakure famoso por sus escapadas de dicha aldea.

 

Kakashi al percibirle arqueo una ceja e intuyo al ver como no había nadie con el hermano menor de A, que este se había fugado de nueva cuenta de su aldea. — Me imagino que nadie sabe que estas aquí.

 

Killerbee ignorando la ferocidad de Bull y su tamaño, intento acariciar la cabeza del Ninken, respondiéndole cuando este intento darle un mordisco que hubiera cortado sus dedos y hecho que cualquier otro retrocediera un paso o muchos más. — No… estaba aburrido y quise visitarte, Ho sí.

 

Kakashi retrocedió un solo paso preguntándole confundido, no recordaba tener asuntos pendientes con él Hachibi, tampoco que Naruto supiera de su visita aunque si nadie sabía que se encontraba en la aldea mucho menos lo haría su Hokage. — ¿A mí? ¿Por qué a mí?

 

El ninja de Kumogakure le respondió utilizando una de sus extrañas posturas tratando de ser atractivo, ganándose un nuevo gruñido del enorme perro ninja y que Kakashi pareciera petrificado. — Ahora que has encontrado el amor que vas a hacer con él…

 

Esa era sin duda la declaración más extraña e inocente ideada por el hombre, pensó Kakashi, retrocediendo otro pasó. — ¿De qué se supone que estás hablando?

 

Killerbee guardo silencio algunos segundos, su declaración no estaba resultando como debería, se suponía que Kakashi debía sonreírle, por lo menos responder a su flirteo con más flirteo, no como si no entendiera que estaba tratando de coquetear con él. — Tú y yo juntos, jugando el juego del amor. ¿Quieres jugar el juego del amor?

 

Kakashi al ver la seriedad en el rostro de Hachibi respondió tranquilizándose un poco, pensando que Killerbee no era peligroso, aunque si, sumamente raro. — No. 

 

Killerbee frunció el seño y le pregunto cruzando sus brazos enfrente de su pecho. — ¿Qué? ¿Por qué no?

 

Kakashi arqueo una ceja intentando verse indiferente cuando, un hombre de mayor tamaño, y sabía era mucho más poderoso que él, estaba tratando de coquetearle.

 

Repasando un instante en el que se vieron en el campo de batalla todavía podía recordar lo que este mismo ninja trato de decirle. — No estoy interesado.

 

Killerbee perdiendo un poco su postura le pregunto. — ¿Puedo saber porque?

 

Era muy difícil poder pasar desapercibidos si Bull seguía ladrando y gruñendo por lo que Kakashi le ordeno a su Ninken, sentándolo a un lado suyo. — Bull, quieto.

 

Al ver que Killerbee aguardaba la respuesta a su pregunta Kakashi le respondió acariciando la cabeza de Bull, el cual seguía observándolo fijamente, dispuesto a defender a su amo. — ¿Conoces a Naruto?

 

Killerbee retrocedió un paso, no era posible que él se le hubiera adelantado, aun así todos los rumores y espías de su aldea decían que desde la guerra el Hokage y el sharingan Kakashi eran inseparables. — El y yo estamos juntos.

 

Killerbee podía sentir nubarrones formándose sobre su cabeza, tanto trabajo para nada pensó, recargándose en su cadera pronuncio. — ¡No es justo! Tanto trabajo se fue a la basura.

 

Kakashi sonriéndole pronuncio rascándose la barbilla. — Así que porque no regresas a tu aldea antes de que el Raikage se dé cuenta de que no estás y comience a buscarte.

 

Narukaka-narukaka-narukaka-recuerdo- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Killerbee seguía anotando lo que esperaba fuera el poema de amor más grandioso de todos los tiempos, uno que le ayudaría a conquistar el corazón del ninja copia, sabía que le gustaba leer así que esa era la forma de llegar a él, con palabras escritas, rimas de amor que derretirían el corazón más frío, aunque sabía que Kakashi era una persona con una energía vital brillante, tan hermosa como su apariencia externa.

 

A, trataba de decirle algo, mostrándole fotos de las mujeres que pensaba eran los mejores prospectos para él, lamentablemente su hermano no compartía su idea de que Kakashi sería sin duda alguna era el mejor candidato para ser su amante.

 

A golpeo la mesa con el puño cerrado destruyéndola, gritándole furioso. — ¡Por lo menos finge que me estas escuchando!

 

Killerbee le respondió guardando su libreta, observándolo fijamente. — Ya me he decidido, quiero a Kakashi como mi amante.

 

Su hermano mayor le respondió cruzando sus brazos enfrente de su pecho, pronunciando palabras hirientes de la persona que sabía estaba prendado. — ¡Ese mocoso ni siquiera sabe que existes, me escuchaste… es un hombre y es un ninja de la hoja, además, ni siquiera sabes si debajo de esa mascara hay un rostro deforme!

 

Killerbee le respondió molesto, no sólo estaban insultando a la persona que le gustaba, su hermano había olvidado el valor que dicho ninja de la hoja mostro durante la guerra y el hecho de que cada una de esas mujeres no ignorarían que él se trataba del Hachibi, no quería estar con una persona que le temiera o que le odiara. — Se que es malditamente hermoso, Naruto me lo ha dicho más de una vez, además… has olvidado que él fue una pieza valiosa durante la guerra y sobre los hijos, yo no quiero tenerlos, son demasiado trabajo y nada de diversión, además tener que cuidar de la aldea y de mi propia sangre al mismo tiempo me quitaría tiempo para mi arte.

 

A sentándose enfrente de Killerbee finalizo utilizando su tono de voz de Raikage, aquel que ya no aceptaba ningún pero ni cualquier negativa a una de sus decisiones, un tono que generalmente no usaba con él. — Vas a casarte con alguna de estas mujeres y eso es definitivo hermano.

 

Killerbee cruzo sus brazos enfrente de su pecho sin decir nada más, sin embargo, esa misma noche partió en busca de Kakashi, sí lograba conquistarlo y lo que Hachibi le había conferido era cierto, no tendría porque casarse con ninguna de esas brujas de sangre real.

 

Estaba decidido a ganarse su corazón, no importando cuantos obstáculos ni cuantas faenas tendría que realizar.

 

Narukaka-narukaka-narukaka-recuerdo- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Por eso aun ahora que Kakashi decía tener una relación con Naruto, Killerbee no podía irse sin luchar, tal vez con suerte podría convencerlo de abandonar al joven rubio para que saliera con él, ya estaba en la aldea oculta de la hoja y regresar a su aldea con una derrota como esa sería simplemente inapropiado, una completa pérdida de tiempo y Hachibi jamás lo dejaría tranquilo. 

 

Killerbee llegando a una conclusión que Kakashi no deseaba conocer por el momento pronuncio asintiendo para sí mismo. — Naaa, de todas formas me quedare una temporada… ser el guardián de Kumogakure es tan aburrido…

 

Kakashi comenzó a alejarse una vez zanjado el problema, no era como si pudiera hacerlo retroceder, ni siquiera podría reprender a un Genin con el nivel de chakra que tenía actualmente y avisarle a un grupo de ANBUS para que atacaran al hermano menor del Raikage era el equivalente a iniciar una guerra con Kumogakure.

 

Cuyo dirigente solo buscaba una excusa para finalizar la tregua desde que Sasuke huyo con vida y la intrusión de su hermano en la aldea oculta de la hoja, con la respuesta apropiada para esa situación de sus ANBUS era la oportunidad que buscaba A desde hacía varios años atrás.

 

Killerbee no era un espía, tampoco era el tipo de agente que un Hokage mandaría a descubrir secretos en una aldea rival, era la clase de persona, que junto a Naruto, tenía el poder y lo usaba para defender a sus personas queridas.

 

Para Kakashi él era inofensivo y tomando en cuenta que las aldeas estaban en paz, no había ninguna razón en realidad para mantenerlo vigilado constantemente, aun así convocando a Biscuit le ordeno. — Vigila a este ninja, no quiero que te vea y si lo hace no lo enfrentes… ¿Entendiste Biscuit?

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Gaara se encontraba solo en su oficina, después de la pronta respuesta del Hokage a su petición, sabía que no había forma en la cual podría ser rechazado, sin embargo, aun así sentía una inquietud que muchos pensarían que se trataba de culpabilidad.

 

¿Pero porque culpabilidad? Se preguntaba una y otra vez sin saber porque se sentía mal con la respuesta de Naruto.

 

Porque en el fondo de su alma pensaba que aceptar la propuesta de Sasuke no era una buena idea y que por mucho que amara a Naruto separarlo del ninja copia no era lo correcto.

 

Como leyendo sus pensamientos una voz le pregunto desde la ventana, en donde un halcón había descendido para que su amo pudiera conversar con el Kazekage. — ¿Cómo te fue con eso?

 

Gaara les había dado instrucciones a sus shinobis de vigilar a Sasuke cada vez que entrara en su aldea, pero que lo dejaran acercarse a él hasta que les diera una nueva orden. — Creo que lo hará.

 

Sasuke arqueo inmediatamente una ceja preguntándole. — ¿A qué te refieres?

 

Gaara caminando en su dirección le respondió recordando que Naruto le dijo que lo pensaría, pidiéndole que le diera tiempo para informarle personalmente de su decisión a Kakashi, como si los hijos del Uchiha fueran su responsabilidad. — Me pidió tiempo.

 

Sasuke esperaba que Kakashi le dijera que debía aceptar la propuesta de Gaara, no había nada más que hacer. — Sólo es cuestión de tiempo para que Kakashi le inste a realizar su deber Gaara… y ambos tendremos lo que deseamos.

 

Narukaka-narukaka-narukaka- narukaka-narukaka- narukaka-narukaka

 

Esa misma noche Naruto alcanzo por fin las puertas de la aldea, las observo en silencio, meneando la cabeza con pesar encontrando ridícula la solución en la que consideró por unos instantes.

 

Era el momento de enfrentar a Kakashi, de romperle el corazón y abandonarlo por lo que su antiguo sensei pensaría que se trataba de una mejor opción para él.

 

Naruto estaba sumido en esos pensamientos deprimentes cuando ingreso en la aldea oculta de la hoja, en donde repentinamente dos manos sujetaron sus mejillas con delicadeza y unos labios cálidos, tan suaves como la piel del durazno se fundieron con los suyos, robándole el aliento.

 

El Hokage abrió los ojos sorprendido encontrándose con un par de ojos dispar y un saludo que no esperaba, porque aquellos labios aun seguían danzando con los suyos al mismo tiempo que los brazos de Kakashi rodeaban su cuello tratando de acercar sus cuerpos aun más.

 

Kakashi separándose apenas unos centímetros susurro — Bienvenido a casa Naruto.

 


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