Las Noches por La_Oscura_Reina_Angel

Capitulo 6: Un regalo

-Es su cumpleaños Kisuke-Le dijo Aizen serio.-has un buen trabajo.-Le solicito Aizen.-todos los camareros aportaron parte de su sueldo para regalarle esto a el jefe de camareros-le recordó al rubio anfitrión seme que tenia frente así.

-Yo también coopere - añadió Ichigo metiéndose donde no lo llamaban mientras levantaba su cabeza de la pantalla de su portátil. Aizen frunció el seño.

-Si cooperaste con mi dinero-le gruño e Ichigo sonrió angelicalmente.

-Yo no trabajo, que querías-dijo el de pelos naranjas divertido y Aizen solo pudo suspirar. Kisuke Uruhara sonrió divertido. Solo Ichigo podía hacer con Sousuke Aizen lo que se le viniera en gana eso era algo evidente.

El trabajo que le habían encargado al rubio de ojos morenos, era simple. Todos los camareros habían aportado casi su sueldo completo para regalarle a el jefe de camareros muy querido por todos ellos, una noche con el mejor de los anfitriones seme, entiéndase Kisuke Uruha a ausencia de Grimmjow y Gin quienes se habían retirado del negocio no hacía mucho y gracias a él antes mencionado pelinaranja que había ayudado a los otros camareros a pagar el regalo del jefe de estos, con el dinero de Aizen.

Según el cuerpo de camareros, adoraban a su jefe, este era un pan de dios pero desde que había quedado viudo y sin sexo estaba demasiado estricto, bueno esa era la escusa para tan peculiar regalo. 

-No se preocupe jefe are un trabajo tan perfecto como de costumbre-aseguro Kisuke. Aizen asintió.

-Eso espero-asintió y le indico con un gesto de su mano que se podía retirar. Así lo hizo el rubio.

***

-Feliz cumpleaños a ti que los cumplas que los cumplas que los cumplas feliz-terminaron de cantar a coro los camareros. Ryuken Ishida jefe de camareros sonrió y soplo las velas.

-Venga muchas gracias pero es hora de volver al trabajo montón de holgazanes - sonrió Ryuken.

-O si jefe nosotros sí pero usted no-dijo divertido Hanatarou Yamada una de los camareros. Ryuken lo miro con curiosidad por la ocurrencia del pequeño pelinegro.

-Usted tiene que venir con nosotros para que desenvuelva su regalo.-aseguro Hanatarou.

-Oh vamos la tarta fue suficiente-dijo Ryuken.

-Nada que ver-rebatió otro de los camareros.

-Venga venga jefe-trataron de hacerlo caminar Ryuken suspiro.

-Si voy... ¿vuelven a trabajar?-les pregunto.

-Si-dijeron todos a corro.

-Vale, vale pues-se dejo llevar por los entusiastas camareros por el ascensor de servicio a las plantas altas de los anfitriones.-¿Que hacemos aquí?-les pregunto Ryuken.

-Sin preguntas jefe-le dijo Nanao otra de las camareras. Ryuken entorno los ojos dejándose arrastrar hasta una habitación en ese momento Nanao le entrego una tarjeta para que pudiera abrir el cuarto y Ryuken adivino cual era su regalo.

-No-dijo abriendo sus ojos grandemente.

-Si-sonrieron todos los camareros a la vez.

-Oh por todos los cielos están locos-aseguro Ryuken.

-Nada que ver jefecito nada que ver.

-Pero esto debió costar una fortuna-protesto Ryuken.

-Lo hicimos entre todos y no nos arrepentimos-aseguro Iba otro de los camareros. Ryuken les sonrió sin corazón para negar el regalo además de que no era tan imbécil para hacerlo había costado seguramente una fortuna y no había quienes vendieran sueños mejor que los anfitriones de las noches, era su cumpleaños se merecía un buen momento decidió el peliclaro, aunque solo se imaginaba una cena y una velada amena no pensaba que sus chicos hubiesen podido pagar por el servicio completo.

-Vale, vale gracias chicos-sonrió Ryuken-pero ahora lárguense a trabajar-les ordeno divertido sin entrar a un a la habitación.

-Pero jefe queremos ver-protesto Nanao.

-A trabajar-ordeno Ryuken divertido y todos desfilaron ascensor a bajo enfurruñados para diversión de Ryuken quien una vez solo paso la tarjeta por el pasador y entro un poco nervioso.

Kisuke Urahara que estaba parado junto a los ventanales de cristal mirando por estos se volvió hacia Ryuken al oírlo sonriéndole encantadoramente.

-Kisuke sama-dijo Ryuken haciéndole una reverencia.

-Eh... eh nada de eso Ryuken-se le acerco Kisuke tomando su mano y besándosela.-es tu cumpleaños-le dijo atrayéndolo hacia si viendo encantado como el jefe de camareros se sonrojaba. - happy birthday-le felicito dándole un suave beso apenas un roce en sus labios.

-Gra... gracias-sonrió Ryuken bastante sonrojado. Solo era una ilusión una noche no podía hacer daño se decía así mismo.

-Por aquí.-le llevo Kisuke caballerosamente de la mano y le retiro la silla para que se sentara destapando las bandejas desplegando frente a Ryuken sus platillos favoritos, fue a tomar los cubiertos pero Kisuke se lo impidió Ryuken lo miro con curiosidad. - Permíteme consentirte por favor-le pidió encantadoramente tomando un poco de comida con el tenedor y llevándolas a los labios de Ryuken quien abrió su deliciosa boquita para asestar el bocado y degustarlo.

-Vaya cualquiera se podría hacer adicto a ser tan consentido-sonrió Ryuken. Kisuke le guiño un ojo.

-Por ahora me conformo que solo tú te hagas adicto a mí-le dijo Kisuke y Ryuken rio encantado por las atenciones aunque sabía que Kisuke solo hacia su trabajo era lindo sentirse así, desde enviudar nadie lo consentía. Comió encandilado pro las atenciones de Kisuke que al terminar le pidió que bailara con él, se escuchaba una suave balada que Ryuken asesto bailar con él, Kisuke le paso los brazos pro la cintura atrayéndolo estrechamente hacia sí y Ryuken le paso los brazos por el cuello mientras se movían al ritmo de la suave y sensual música.

Ryuken se sentía en una deliciosa nube envuelto por los brazos fuertes de Kisuke cuando sintió a este inclinar la cabeza alzo la suya por costumbre cuando sintió sus labios se derritió como mantequilla en una sartén, definitivamente el anfitrión sabia usar su lengua, besaba como nadie había besado jamás al jefe de camareros tanto era así que temía que en cualquier momento se fuera a derretir.

Ryuken estaba tan absorto en el beso y en las manos que acariciaban sus caderas que no sintió que Kisuke le hacía caminar hasta que cayó entre los suaves cojines y sedas que lo acogieron pero no tuvo tiempo a extrañar a Kisuke cuando este ya se había unido a él besando sus labios nuevamente desabotonando su camisa Ryuken se sobresalto deteniéndolo un momento.

-Espera-le dijo a Kisuke que lo miro extrañado por un segundo antes de volver a sonreír sensualmente-ellos no pagaron el servicio completo verdad?-parpadeo. Kisuke tuvo que contenerse para no reír ante la ingenuidad del jefe de camareros.

-Feliz cumpleaños-le dijo por toda respuesta retomando la tarea de desnudarlo.

-Pero... Kisuke san espe...ah-se vio interrumpido por un gemido que salió de su propia boca en el momento en que el anfitrión succiono uno de sus pezones mordisqueándolo de paso y asiendo que una erección pugnara dolorosamente en los pantalones de Ryuken para sonrojo de este.

-Gomen-se disculpo Ryuken tratando de ocultar su erección. Kisuke sonrió acariciándosela con una mano por sobre los pantalones.

-No te disculpes te are ver las estrellas-le prometió Kisuke y definitivamente cumplió su promesa esa noche el pobre jefe de camareros olvido hasta su nombre.

Continuara....