Lo peor que una persona podria poseer para eliminar las virtudes de ella misma, seria tener un enorme ego, mezclandolo con orgullo, y no pensar en los demas y lo mas malo de todo esto, era que Milo, tenia esas "cualidades", bien sabia que era atractivo, y que podria ser la mejor persona en el mundo. Pero esa forma de ser era muy pesima, debido a que lastimaba al pequeño, jamas podia hablar sobre su dia sin lastimarlo.
Ambos tenian un pacto de sinceridad, se contarian absolutamente todo, sin importar lo mucho que le doliera al otro, lo cual era un muy mal acuerdo.El escorpion tenia varias frases: "si yo no senti nada, no fue infidelidad", "no se de que me acusas si yo no hice nada","si no te amara ya te hubiera dejado" y la mas famosa de todas "olvidalo, fue algo sin importancia y lo que deberia importarte es que aun sigo contigo"
Olvidandose de las cosas malas, el escorpion se comio su orgullo y le pidio mil disculpas a Camus, quien con un poco de enojo lo aceptaba como si nada. Con simplicidad solo le brindo una sonriza, que si observabas a primera vista, era alguien feliz, pero si podrias ver mas alla de lo superficial, podrias darte cuenta de las ojeras por las noches en vela llenas de angustias, en su piel se podria ver los caminos de lagrimas que se habian trazado por celos.
-De todos modos Camus, se que no hice nada, pero te enfadaste conmigo por algo que no me dejaste explicarte-
-no te preocupes, si por ti esta bien, tengo un corazon de hielo con el cual podria aguantar miles de cosas- decia el menor mientras desviaba la mirada al piso, cerrando sus manos para formar puños, e intentando dibujar esa mueca de felicidad llena de hipocresia.
-Yo no me referia a eso, se que te lastime, pero quiero decirte que no fue mi culpa, David comenzo a distorcionar las cosas, yo....quiero que me perdones, no quiero que llores de nueva cuenta por mi.-
-como te dije....olvidalo...asi como tu me lo repites a cada momento...olvidalo porfavor-
-Camus mirame...-le tomaba el menton con una mano y con la otra acariciaba sus mejillas- mirame a los ojos, y dime que me perdonas...
-no te preocupes....yo ...
-¡Quiero que me perdones!¿Que debo hacer para remediarlo?No podria pensar que la persona que mas amo en esta vida, me tiene un resentimiento por un error mio-Le besaba la frente a su pequeño, despues de eso lo abrazo.-porfavor...te lo pido...perdoname...
-Por mas que quieras no estas arrepentido en realidad, solo te arrepentirias de lo que haces, cuando me veas en un maldito ataud.
-No quiero que digas esas cosas, tus inclinaciones a morir no me agradan, si tu murieras ¿Que voy a hacer yo?
-Facil...me reemplazarias en un dos por tres /osea un seis xD ok no interrumpo/
-Sabes que no...personas como tu no hay en el mundo...eres unico...y desearia que este Camus edicion limitada este a mi lado por siempre-
- Como si las personas nos fueran a aceptar....ademas para eso necesitamos esperarnos mas tiempo....yo quisiera pasar cada momento de mi patetica vida a tu lado, hasta el dia de mi muerte si es que tu me lo permites-
-Se que me voy a escuchar mal pero...en mi casa no hay nadie....y yo quisiera que fueramos, aunque sea para comer algo, tu sabes que no traigo nada de dinero-
-tu lo has dicho....¡A pedir limosna!-
-No me rebajare tanto, ademas en mi casa seria gratis-
Ambos se dirigieron a casa de Milo, a mitad del camino una fuerte lluvia los atrapo, empapandolos de pies a cabeza, por suerte o por alguna obra del destino, el escorpion tenia secadora en su casa asi que el problema de la ropa estaba resuelto.
-Mira puedes ponerte esta ropa mia, eres delgado, puedes meterte a bañar, asi se te quitara mas el frio.
-Claro.
Las tentaciones eran de esas que no puedes evitar sentir, Milo abrio la puerta y entro a la ducha con Camus, quien solo sentia unas manos recorrer su espalda...
-¿Milo?...¿Que haces?...
-ya lo veras
continuara....