CAPITULO 15
-¡Pero...! ¡Pero quien se cree ese imbécil! -exclamaba Draco caminando con paso veloz a su casa mientras se alejaba de la torre de astronomía- ¡y esa zorra!... ¡pero claro...! ¡Si son tal para cual! -cuando llegó a su habitación, cerró de un fuerte portazo, dio una patada al baúl de Nott doliéndose inmediatamente del pie- ¡auch!... ¡me lleva el...! -y cojeando fue a sentarse a su cama en donde se quitó el zapato para sobar sus dedos adoloridos, en eso entró Blaise, quien al verlo ahí, dijo:
-¿Por qué ya no regresaste a cenar?... hicieron tu postre favorito.
Pero Draco no respondió, solo se metió a su cama con todo y zapato no sin antes correr las cortinas; Blaise frunció el ceño en un gesto de desconcierto, pero conociendo lo voluble que era su amigo, decidió no insistir. Rato después, Goyle entro seguido de Nott, quienes al ver las cortinas cerradas de la cama de Malfoy, le preguntaron con señas a Blaise que era lo que había pasado.
-No lo sé... -dijo éste alzando los hombros y hablando en voz baja- cuando llegué no me dijo nada y se metió a la cama.
-¿Estará nervioso por el partido de mañana contra Griffindor? -preguntó Nott sacando su cepillo de dientes.
-No seas tonto... -dijo Goyle recostándose en su cama e hincándole el diente al pastelillo de chocolate que había traído del comedor- lleva un sin fin de partidos contra Griffindor y nunca se ha puesto nervioso por eso... ha de ser otra cosa.
-Si -dijo Blaise pensativo- y creo saber que es.
-¿Qué es? -preguntaron al unísono Nott y Goyle.
-Nada, yo me entiendo. -Respondió Blaise poniéndose su ropa de dormir.
Al día siguiente, por ser sábado y por haber partido de Quidditch, la escuela entera hervía de emoción, después del desayuno todos se dirigieron al campo para obtener el mejor lugar; pronto el partido dio comienzo y las porras no se hicieron esperar, banderillas doradas y plateadas eran izadas al viento por muchos alumnos que no dejaban de gritar.
Harry, como siempre, esperó la señal de la profesora Hooch mientras miraba con gesto competitivo al capitán y buscador del equipo de Slytherin, quien sin embargo lo miraba con una expresión en el rostro tan dura, que ni el mismo Harry supo descifrar.
En cuanto sonó el silbato, los buscadores levantaron el vuelo en busca de la snitch dorada, los cazadores y golpeadores pusieron en marcha sus técnicas y tácticas de juego para anotar en el aro contrario mientras sus buscadores hacían lo suyo.
Harry podría ser lo que fuera, pero el Quidditch era su pasión, y aunque se trataba de Malfoy, no iba a dejarse vencer por él ni por nadie, así que aguzando la vista miró a su alrededor buscando la preciada pelota alada; a su lado pasaron peligrosamente varias Quaffles, tanto de parte de su equipo, como del otro, tan concentrado estaba que no percibía los vítores de los alumnos cuando un tanto era anotado, siempre procuraba concentrarse en lo suyo y no perder tiempo preocupándose del trabajo de otros; de pronto, a lo lejos, vio un destello dorado, y al instante se enfiló hacia allá, y efectivamente, se trataba de la snitch dorada, quien al percibir que un buscador se acercaba, cambio de dirección al instante y a gran velocidad; pero el ojo entrenado de Harry pudo seguir su movimiento moviendo su cuerpo de tal forma para tomar esa dirección casi al mismo tiempo que la pequeña pelota.
Hacía mucho viento, tal parecía que un buen aguacero se avecinaba, sin embargo, la intuición de Harry y su experiencia le hacían posible poder seguir a la snitch aunque fuera de manera complicada debido al mal tiempo; Malfoy, a pesar de haber entrado al equipo debido a la influencia de su padre tiempo atrás, ya había agarrado experiencia en su posición de buscador, y también alcanzó a ver la tan codiciada pelota; después de un buen rato en que la snitch se les escabullía, una fuerte lluvia empezó a caer dificultándoles la labor, sin embargo, Harry continuaba su búsqueda, ¡entonces la vio!.. ahí, a escasos diez metros estaba la snitch dorada, a toda velocidad enfiló hacia ella, estiró el brazo y abrió la mano listo para atrapar a la escurridiza pelota, sus dedos casi se cerraban en torno a ella, cuando un golpe en el costado casi lo hace caer, quedando sostenido solamente de una mano y un pie en posición "Starfish and Stick", una posición de defensa del guardián, en la que éste mantiene la escoba horizontal con una mano y un pie curvados alrededor del mango, al mismo tiempo que mantiene las otras extremidades extendidas, obviamente no es aconsejable hacer esta jugada sin agarrarse bien al palo, pero Harry no había hecho ninguna jugada, fue un golpe lo que lo puso así.
-¡¿Pero que demonios...?! -exclamó enfurecido y sorprendido al mismo tiempo, entonces lo vio, vio a Malfoy alejándose tras la snitch y regresando con dificultad a su escoba, enfiló furioso tras el rubio. -¡Esta me la pagas, pequeño imbécil!
Pronto la cacería de la snitch se convirtió en una batalla campal entre los dos buscadores, que en vez de intentar atraparla, se concentraron en evitar que el otro la agarrara primero, el publico empezó a enloquecer y a gritar enardecida al ver la guerra voladora de las dos principales casas; entonces, la snitch comenzó a subir y a subir cada vez más con sus dos perseguidores detrás, el publico de plano dejo de verlos por la altura y la poca visibilidad; estaban a punto de alcanzarla, con los brazos extendidos a la par, entonces estando Harry a punto de atraparla, de pronto la dejó ir y virando de improviso, golpeó a Malfoy de costado haciéndolo caer de la escoba.
Draco de pronto se sintió volar y su corazón se disparo a mil por hora por el pánico que lo invadió al sentirse caer de su escoba, no veía nada, todo era blanco y borroso debido a tanta nubosidad, el viento ensordecía sus oídos, pensó que iba a matarse cuando de pronto, unos brazos lo atraparon al vuelo y lo sujetaron con fuerza; no supo que fue o quien lo hizo, solo atinó a aferrarse con ambas manos a lo que tenia a su alcance; entonces una conocida voz, dijo:
-¿Estás bien?
-Potter... -pensó sin abrir los ojos, no respondió al instante, esperó a que su corazón se tranquilizara, pero por desgracia, eso no pasaba, al contrario, sintió como si una ráfaga de fuego le subiera hasta el rostro, entonces, abriendo los ojos, levantó la cara y estalló diciendo: -¡¿acaso quieres matarme, maldito imbécil?!...
-No fue yo quien comenzó estas agresiones tan estúpidas. -dijo Harry mirando al frente con gesto serio.
-¡Me importa un cuerno tu opinión! -dijo Draco soltándolo- ¡quiero que me bajes inmediatamente! -pero Harry no respondió, sino que siguió volando en círculos- ¡¿acaso no me oíste?!... ¿¡aparte de ciego eres sordo!?
-De a cuerdo, si quieres bajar, eso haremos. -Dijo Harry bajando de pronto en picada, tal como su estuviera realizando el "Amago de Wronski", que es cuando el buscador cae como una roca hacia el suelo y finge que ha visto la snich allá abajo, pero se eleva justo antes de colisionar contra el campo; con ello se pretende que el otro buscador lo imite y se estrelle; Draco sintió que su corazón y su estomago se quedaron arriba, lo único que atinó a hacer, fue a abrazarse con fuerza a la cintura de Harry al tiempo que cerraba los ojos; pero Harry no pretendía bajar hasta el suelo para elevarse de nuevo, lo hizo solo unos segundos después para volver a volar en círculos; Draco se quedó quieto con el corazón bombeándole a mil como una locomotora, después de unos segundos, levantó el rostro y dijo:
-Te odio...
Harry lo miró con expresión triste y dijo:
-¿De verdad?
-¡Si!, -exclamó Draco soltándolo y agarrándose del palo- ¡Y quiero que me bajes inmediatamente!
-De acuerdo. -dijo Harry.
-¡Pero no hagas de nuevo... lo que acabas de hacer!
-No lo haré. -dijo Harry sin mirarlo y enfilándose hacia el campo.
-Pero no me bajes en el campo de Quidditch... -dijo Draco de pronto- hazlo del otro lado del castillo, cerca del sauce boxeador.
-¿Por qué ahí?
-Te importa un carajo lo que yo haga, Potter. -respondió Draco arrastrando las palabras.
Entonces Harry dio un giro para cambiar de dirección y bajar donde Draco le había indicado; cuando los pies de ambos chicos tocaron el suelo, Draco se levantó de un salto y con paso veloz se dirigió al castillo.
-¡Draco! -lo llamó Harry dejando su escoba en el suelo, Draco detuvo el paso, pero no se volvió, así que Harry se acercó despacio a él y poniendo su mano en el empapado hombro, dijo: -¿Por qué estas tan enojado? -Draco no respondió, solo se quedó quieto por un momento, luego, soltándose, continuó su camino; entonces Harry volvió a darle alcance y poniendo su mano en su hombro lo hizo volverse- ¡oye!.. dime ¿Por qué estás...? -pero las palabras se ahogaron en su boca al encontrar los ojos grises anegados de lagrimas- ¡Draco!
-¡Déjame en paz, Potter! -dijo Draco soltándose y echando a correr, pero Harry lo alcanzó y lo tomó de la muñeca.
-¡No!... ¡no te dejaré ir hasta que me digas que demonios te pasa!
-¡Suéltame, idiota! -exclamó Draco intentando soltarse del fuerte agarre sin conseguirlo- ¡no tengo nada!... ¡¿me oyes?!... ¡nada!...
-Si que lo tienes... -dijo Harry presionando cada vez más la muñeca- estas enojado... no, no estás enojado... estas furioso... ¿Por qué?
-¡Me duele, infeliz! -exclamó Draco poniendo su mano libre sobre la mano que le aprisionaba.
-Pues ya te dije... no te irás hasta que me digas quien te hizo enojar tanto.
-¡No!
-Draco...
-¡Déjame ir!
-Ya suéltalo...
-¡Basta!... ¡suéltame!..
-Dilo... -dijo Harry con rostro impasible, viendo como Draco hacía gestos de dolor.
-¡Eres tú!... -dijo Draco al fin mirándolo con ojos enrojecidos- ¡eres tú, maldito mal nacido!... ¡eres tú, eres tú, eres tú!...
-¿Yo?... ¿y porque yo si ya no te he molestado para nada, tal como tú me lo pediste?... ¿Qué fue lo que hice que te hizo enfadar tanto?
-Nada... dijo Draco cambando su expresión de repente, como si un peso muy grande le cayera en la espalda- no hiciste nada... ¿ya me puedes dejar ir?
-Tú dime... ¿quieres que te deje ir? -Draco no respondió, solo bajo el rostro y cerró los ojos- dime Draco... -dijo Harry levantándole la cara con la otra mano- ¿quieres que te deje ir? -Draco siguió sin abrir los ojos y sin responder; ya solo caía una ligera llovizna, sin embargo Harry pudo notar que las mejillas mojadas de Draco no solo se debía a las gotas de lluvia- mírame... Draco, mírame por favor... -Draco abrió poco a poco sus ojos color plata para encontrarse con un par de esmeraldas que lo miraban fijamente- ¿quieres que me vaya?
Draco lo miró por lo que pareció una eternidad, luego volvió a cerrar los ojos y musitó:
-Suéltame, -Sin decir nada, Harry soltó su muñeca y retiró su mano del pálido rostro- y ahora... abrázame... -dijo Draco inclinando la cabeza.
-¿Eh? -exclamó Harry creyendo haber oído mal, entonces vio que Draco se cubría el rostro con las manos y comenzaba a llorar con más fuerza, así que importándole un carajo si es que había escuchado mal, no pudo más y lo estrechó en sus brazos.