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POCION por Orseth

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Notas del capitulo:  

HOLA A TODOS... AQUÍ  ORSETH  REPORTANDOSE.

ANTES QUE NADA, MIL DISCULPAS... NO CONTESTE NINGUN REVIEW; LA VERDAD ES QUE ESTOY SATURADA Y  POCO FALTA PARA QUE ME VUELVA LOCA... (EEE... BUENO, MAS)... PERO NO POR ESO DEJO DE AGRADECERLES EL Q ME LOS ENVÍEN, DE VERDAD QUE SON UN GRAN ALICIENTE PARA MI.

Y A MIS AMIGOS DEL CHAT, LES PIDO DISCULPAS SI APARENTEMENTE YA NO QUIERO PLATICAR CON USTEDES... NO ES ESO, ESQ ULTIMAMENTE ME HE SENTIDO REBASADA X TANTAS COSAS Q NO PUEDO DEDICARLES EL TIEMPO QUE USTEDES SE MERECEN Y Q ES MUCHO... DE VERDAD, NO LOS OLVIDO Y AUNQ NO LO PAREZCA, LOS EXTRAÑO.

OTRA COSA... SI LES QUEDO A DEBER EN ESTE CAPITULO CON EL LEMMON...¡¡PERDÓNENME LA VIDA!!!... LO QUE PASA ES Q SE ME DIFICULTA HACERLO CUANDO A MI UKE LE CAMBIO EL ROL. (PERO ESO ME PASA X BOCONA T_T).

EN FIN, AUN ASI LE ECHE MUCHAS GANAS, Y REPITO, SI ME QUEDÓ ALGO FLOJO ES POR QUE TAMBIEN, AUNQ MI MENTE SUELE SER MUY PROLIFICA EN ESE ASPECTO, TUVE QUE RESERVARME CIERTOS DETALLES PARA DESPUES, OK?

¡¡Y BASTA DE ROLLO MAREADOR!!... ¡¡A LEER Y ESPERO QUE LES GUSTE!!

 

 

CAPITULO 34

 

            -Esta noche... te quiero dentro de mí.

            Draco lo miró fijamente por unos instantes, entonces, sin decir nada, acercó sus labios a los de Harry y lo beso suavemente, delineando sus labios con su lengua. Harry cerró los ojos y dejó que Draco lo fuera recostando en la cama, en donde los ardientes labios y lengua pasaron al cuello.

            -mmm... -gimió Harry al sentir a Draco mordisquearle el cuello.

            -¿Te gusta esto, Harry?  -murmuró Draco besando su pecho hasta llegar a un pezón, el cual comenzó a endurecer pasando su lengua alrededor para luego succionarlo con fuerza.

            -Aaah... rayos, si... -respondió Harry cerrando los ojos.

            Draco se le montó a horcajadas, entrelazó sus manos con las de Harry mientras continuaba su deliciosa tortura en el lampiño pecho del Griffindor, luego lo soltó y las fue deslizando por los brazos hasta llegar al torso y entonces dijo bajándose de él:

            -Espera un poco...

            -¿Qué pasa?  -preguntó ceñudo Harry-  ahora que me animo, te detienes...

            -Impaciente como todo un Griffindor,  -dijo Draco acomodándose la bata y tomando la cinta de la bata de Harry.

            -¿De qué trata esto?  -preguntó Harry al ver que Draco le cubría los ojos con la cinta.

            -Ya... no seas tan preguntón.

            -A fin de cuentas eres un Slytherin, -respondió Harry colocando sus brazos detrás de su cabeza en posición de espera-  debo preocuparme.

            -Bueno, en eso tienes razón.  -dijo Draco sonriendo mientras abría la puerta.

            -¿A dónde vas?

            -Por mi ropa, bobo... se quedó tirada haya afuera, no voy a regresar desnudo a Hogwarts.

            -¿Y piensas en tu ropa en este momento?

            -Ajá... pero no te preocupes, no tardaré.

            -Pero...

            Harry ya no pudo replicar al oír la puerta cerrarse; con cuidado se destapó un ojo y vio que efectivamente, Draco ya no estaba, suspirando de resignación, volvió a cubrirse el ojo dispuesto a esperar.

            Al cabo de un buen rato, oyó la puerta abrirse y dijo con cierto reproche:

            -Creí que solo ibas a ir por tu ropa.

            -Ya, no seas tan gruñón,  -dijo Draco-  ya estoy aquí.

            -¿Por qué tardaste tanto?  -preguntó Harry sintiendo a Draco subirse en la cama; Pero no recibió respuesta, al menos no alguna que pudiera escuchar-  ¿eh?... ¿Qué es...?

            -Shhh... Solo abre la boca.  -murmuró Draco en su oído.

            Cuando Harry obedeció, algo dulce y fresco se coló entre sus dientes a través de la boca de Draco.

            -mmm... ¿fresa?... ¿es una fresa?  -exclamó Harry masticando lo que Draco le había pasado.

            -Ajá... ¿te gustan las fresas?

            -Si, pero más me gusta de donde vino ésta. -exclamó Harry sonriendo.

            -Quédate quieto, ¿sí?  -dijo Draco sujetándole una mano a la cabecera de la cama.

            -¿Eh?... ¿se puede saber que haces?  -dijo Harry percatándose de que era amarrado a la cama.

            -Es la cinta de la bata que corté en dos, no te lastimará las muñecas,  -respondió Draco sujetando la otra mano.

            -No me refiero a eso... -dijo Harry sonriendo con incredulidad-  Draco Malfoy... eres un maldito Slytherin hasta la médula.

            -Así es, Griffindor.  -Respondió Draco con petulancia-  la tortura será que no podrás tocarme para nada.

            -¡Ah no, Draco!... ¡así no juego!... -exclamó Harry borrándosele la sonrisa y tratando de soltar sus brazos.

            -Quieto Potter,  -dijo Draco.

            -Esto ya no me gusta, suéltame.

            -Se siente feo, ¿no?  -Respondió Draco sonriendo.

            -Ah, pero no creas que tienes todo el juego ganado, maldito Slytherin... -exclamó Harry sonriendo con malicia desconcertando a Draco-  no me agrada estar así, no porque te tenga miedo... sino porque quiero tomarte y romperte entre mis brazos.

            -De eso no me cabe la menor duda,  -respondió Draco.

            -Si me suelto antes de que termines conmigo, ¿dejaras que sea yo quien te haga el amor?  -soltó Harry retador.

            -No será necesario... -dijo Draco con arrogancia-  al final, tú mismo me pedirás que entre en ti.

            -Si, como no.

            -¿Apostamos?

            -¿Qué quieres perder, Malfoy?

            -mmm... lo que podría perder, tú mismo me lo quitaste.  -respondió Draco riendo con ganas provocando en Harry el mismo efecto-  pero ya abra ocasión de elegir mi premio.

            -¡Ah! ¿Tan seguro estas?

            -Pero por supuesto, soy un Malfoy ¿no?

            Por respuesta, Harry volvió a sonreír; entonces Draco se acercó a él y lo beso en los labios en una clara invitación a que abriera la boca; al hacerlo, su lengua recorrió el cálido interior cada vez con mayor exigencia mientras sus manos recorrían el pecho hasta detenerse en los rosados pezones, los cuales comenzó a pellizcar haciendo gemir a Harry.

            La boca de Draco dejo los labios de Harry inflamados y calientes, luego fue besándolo hasta llegar a la oreja, metió su lengua en ella haciéndolo jadear.

            -¡Ah!...

            Luego se dedico a su cuello, el cual comenzó a chupar y succionar provocando manchas purpuras en varios sitios; pero mientras hacía todo esto, una de sus piernas estaba sobre Harry, por lo cual se dio cuenta de la erección del moreno, entonces dijo:

            -Vaya, Potter, que impaciente...

            -Maldito Malfoy... -exclamó Harry forcejeando-  nada más deja que me suelte...

            -Para cuando lo hagas, yo ya abre acabado contigo.  -Dijo Draco volviendo a lo suyo, que fue morder suavemente el interior de los brazos de Harry haciendo que éste volviera  a gemir-  este sitio es muy sensible... -murmuró Draco levantándose un poco de Harry.

            -¿Qué haces?  Preguntó Harry curioso al oír un corcho botar de una botella.

            Sin responder, Draco se llevó la botella a la boca, llenándola del burbujeante liquido para después volver a besar a Harry, quien al sentir el frio liquido llenar su boca, no pudo menos que sonreír.

            -mmm... ¿sidra?

            -Si, en este hotelucho no había Champaña... porque las fresas y el champaña son la combinación perfecta... pero usa tu imaginación, imagina que lo es.

            -Nunca la he probado.

            -Eso no importa... no hay mejor bebida que yo.  -dijo Draco dejando caer un poco de sidra sobre el pecho de Harry.

            -¡Ah, está fría!  -exclamó Harry.

            -Descuida...  -dijo Draco pasando su lengua por la piel mojada-  yo te hare entrar en calor.

            A pesar de lo frio de la sidra, Harry podía sentir el burbujeo del liquido en su piel, lo cual provocaba un agradable cosquilleo.

            -mmm... -gimió Draco mientras succionaba los pezones de Harry alternadamente haciéndolo arquear la espalda.

            -¡Dios, que maldita boca la tuya!  -exclamó Harry entre jadeos.

            Sin responder, Draco volvió a vaciar otro poco de sidra en el abdomen de Harry haciéndolo respingar; llenó su ombligo, y a continuación, metió su lengua en él; la dorada bebida también escurrió por entre sus piernas, haciendo que Draco siguiera el rastro hasta las ingles.

            -Si... ahí... -gimió Harry moviendo las caderas.

            -Aun no, Potter... -dijo Draco sabiendo a que se refería Harry.

            -¿Por qué no?  -protesto Harry-  nadie hace las mamadas como tu...

            -¿Nadie más?... ¿pues cuantos te la han hecho?  -peguntó Draco divertido.

            -Ya, Draco... no seas así... respondió Harry levantando la cadera.

            -Espera un poco... -respondió Draco levantándose y colocándose frente a las piernas de  Harry, quien las tenía flexionadas; colocó sus manos en sus rodillas y las abrió, para comenzar a morder el interior de los muslos. El pene erecto de Harry comenzó a segregar cristalinas gotas de líquido pre seminal.

            Abrumado por tantas sensaciones, Harry forcejeó con más fuerza para soltarse de sus amarres, deseaba con todas las moléculas de su ser, tomar a Draco entre sus brazos, ponerlo sobre la cama y hacerle el amor salvajemente; el estar amarrado, no hacía más que aumentar ese deseo.

            -Mugroso rubio... deja que te agarre... -exclamó Harry exasperado.

            -Soy todo lo que quieras, menos mugroso. -respondió Draco sonriendo mientras continuaba besando, mordisqueando y lamiendo las ingles y el interior de los firmes muslos de Harry; entonces su mano tomo el frasco de lubricante, lo destapó y vertió un poco en su mano, luego tomó el palpitante miembro que exigía atención  inmediata y comenzó a friccionarlo suavemente.

            -¡mmm... si!... -gimió Harry abriendo mas las piernas para darle más espacio-  por favor... chúpamela ya... -Sin decir nada, Draco pasó su lengua por la punta del pene de Harry haciéndolo respirar entrecortadamente; luego la pasó por todo lo largo, hasta llegar a la base, en donde sin dejar de friccionar el pene con la mano, paso su lengua y sus labios por la zona perineal comenzando a succionar suavemente-  ¡rayos, voy a...!

            -No, aun no... -Dijo Draco oprimiendo el pene con la mano-  te pasas, Harry, eso fue muy rápido...

            -Tú eres el que se pasa...

            -¿Ya se te olvido lo que te dije acerca de la respiración?

            -Me importa un cuerno la respiración... -exclamó Harry-  lo que haces con la boca es... es...

            -Que... ¿esto?... -pregunto Draco repitiendo la acción, solo que de forma más fuerte.

            -¡Siiii!... yo...

            -Basta de palabras, Harry... -murmuró Draco cerrando los ojos suavemente-  déjame sentirte... déjame disfrutarte...

            Y Harry calló... calló para sentir las caricias de Draco con todo su ser, para sentir esas manos tan livianas como toques de mariposas y tan venenosas como la peor de las serpientes; Draco dejó esa zona y se dirigió hacia arriba, pasó de largo hasta llegar al plano vientre de Harry, el cual besó con tanta delicadeza que el mismo Harry dudó que lo hubiese tocado; entonces lo sintió de nuevo... los cálidos labios de Draco recorrer su vientre, su tórax, todo él, con besos tiernos y cargados de pasión al mismo tiempo. Luego se recostó encima de él para sentirlo su piel por todo su cuerpo; Harry jadeó al sentir la fricción, el roce de ambos penes.

            Sus manos, sus blancas manos tocaban todo... desde el pecho hasta las nalgas, las cuales estrujó con delicia; deseaba besarle la espalda al león de Griffindor, pero eso significaba soltarlo; así que se conformo con lo que tenía a la mano; y volvió a bajar por el delgado y esbelto cuerpo; tomó una pierna y la besó desde la punta hasta el muslo; entonces se detuvo en donde Harry había deseado tanto que lo hiciera, Draco se metió el pene en la boca; esa ardiente boca que hizo a Harry sacudir la cabeza de un lado a otro mientras sus respiración se volvía loca.

            Draco presiono el pene de Harry con los dientes de manera que cuando lo sacaba, lo raspaba de forma delicada y deliciosa; comenzó a succionarlo con fuerza, como si fuera la última vez que lo fuera a hacer.

            -¡Ah!... -exclamó Harry abriendo mas las piernas y echando hacia atrás la cabeza; Y Draco succionaba, y succionaba cada vez mas fuerte-  ¡ah!... ¡duele!... -gimió Harry.

            -¿Me detengo?  -murmuró Draco sin abrir los ojos.

            -¡Lo haces... y te aplico un crucio!  -respondió Harry quien no dejaba de mover la cabeza de un lado a otro-  ¡sigue!... ¡maldita sea, no te detengas!

            Y Draco siguió; su boca no daba tregua al pene de Harry, lo introducía hasta el fondo de su garganta y lo sacaba succionándolo al mismo tiempo; una y otra vez... sin detenerse un momento.

            -¡Ya no puedo...!  -exclamó Harry.

            -Aun no... -Respondió Draco deteniéndose y presionando el pene en la base-  quiero que te corras cuando yo esté dentro de ti.

            -Draco, por favor... -gimió Harry-  ya no aguanto...

            -Aguantarás... -respondió Draco mientras le colocaba a Harry un cojín debajo de la cadera-  abre mas las piernas Harry... voy a darte otra mamada inolvidable,  -aun en contra de su voluntad y con la excitante promesa de otra chupada, Harry comenzó a controlar su respiración mientras abría mas las piernas-  ¿ya te puedo soltar el pene?

            -Aun no... espera un poco.  -Respondió Harry-  si lo haces, voy a correrme.

            Pacientemente, Draco esperó a que la respiración de Harry fuera más acompasada; cuando considero que ya estaba más tranquilo, lo soltó, se le montó a horcajadas dándole la espalda y buscando una posición mas cómoda para lo que pensaba hacer; hincándose en el colchón se inclinó hacia adelante, le tomó el pene con una mano y con la otra se recargó en el colchón para no dejar caer su peso; comenzó a masturbarlo mientras su boca buscaba la entrada de Harry; agachado como estaba, le fue fácil pasar su lengua a todo lo largo haciendo estremecer al chico de ojos verdes; Draco volvió a aplicar lubricante en su mano, el suficiente para que escurriera por entre las nalgas de Harry, entonces el rubio Slytherin volvió a hacer lo mismo, esta vez deteniéndose mas; trazo círculos alrededor con la lengua y luego colocó toda su boca en la entrada, empujando con la punta.

            -¡Ah!... ¡por Dios!... -gimió Harry sintiendo un deseo enorme de que esa lengua entrara más profundo. Draco no dijo nada, continuó empujando, luego mordió el interior de las firmes nalgas mientras su mano continuaba masturbándolo; quitó la mano con la que se recargaba en el colchón y la dirigió a la entrada de Harry y comenzó a pasar el dedo alrededor de la suave piel... muy lentamente y de forma tortuosa, tanto que Harry comenzó a exclamar: -mételo... Draco...

            Draco sonrió con malicia y sin decir nada, comenzó a hundir su dedo poco a poco; el inicio fue excitante para Harry, no así cuando ya iba medio dedo dentro; notando su incomodidad, Draco comenzó a lamerle y a besarle el pene, para terminar de introducir su dedo; cuando estuvo dentro, comenzó a darle vueltas mientras introducía el anhelante miembro de Harry a su boca.

            A pesar de sentir cierta incomodidad por el dedo de Draco; su boca en su pene, sumado a lo erótico de la situación, excitaron a Harry a tal grado que volvió a gemir.

            -mmm... -Habiéndolo notado, Draco comenzó a introducir el segundo dedo- ¡ah, espera!.. -Exclamó Harry sintiendo dolor, a lo que Draco se detuvo-  ya... ya puedes seguir... -dijo Harry después de unos momentos.

            -Podría meter tres dedos... -dijo Draco después de unos momentos-  pero de todos modos te va a doler, así que mejor te hare enloquecer al grado de que no te importará el dolor... tal como tú haces conmigo.

            Harry ya no respondió, solo sonrió por las últimas palabras de Draco, quien se inclinó de nuevo para chupar el hinchado pene; volvió a succionarlo con fuerza mientras sus dedos entraban y salían de Harry acompasadamente, luego los sacó y volvió a penetrarlo, pero esta vez con un solo dedo, el cual entraba cada vez mas profundo, buscando algo en particular.

            -mmm...  -gimió Harry al sentir el dedo de Draco tocar algo muy, pero muy sensible dentro de él-  demonios... qué bien se siente eso... ¡ah, no tan fuerte!...

            -Dentro de poco me pedirás lo contrario... -dijo Draco sacando su dedo ante la desilusión de Harry.

            Pero su dedo fue sustituido por esa ardiente lengua que tanto enloquecía a Harry, la cual comenzó a rondar la dilatada entrada; La suave y sensible piel estaba empapada, no solo por el lubricante, sino por la saliva de Draco y el liquido pre seminal del mismo Harry quien sin darse cuenta, empujaba sus caderas buscando mas presión de parte de la lengua y el dedo de Draco, quien solo acariciaba la rosada zona haciéndola estremecer de deseo contenido.

            -Draco... -jadeó Harry; a lo cual Draco no respondió-  Draco ya...

            -¿Ya qué?... -preguntó Draco sin dejar de acariciar la entrada.

            -Hazlo mas fuerte... -dijo Harry sintiendo gotas de sudor correrle por la frente-  tu lengua... me gusta...

            -¿Así?  -contestó Draco presionando con su lengua el pequeño orificio.

            -¡Ah!... Siiii... así... -contesto Harry entre jadeos; por lo que Draco presiono mas fuerte-  más adentro... -murmuró Harry con la respiración entrecortada.

            -Está bien que soy un Slytherin... -dijo Draco sonriendo-  pero mi lengua no es tan larga como la de las serpientes.

            -Pero yo... quiero... me gusta lo que estoy sintiendo... -respondió Harry moviendo la cadera.

            -¿Qué quieres?  -murmuró Draco en su oído.

            -Draco... -respondió Harry sintiéndose a punto de estallar.

            -¿Si, Harry?

            -Penétrame...

            -No te oí.  -dijo Draco lamiéndole la punta del pene.

            -¡Con un demonio, métemela ya, quiero sentirte dentro de mí!  -exclamó Harry exasperado.

            Sonriendo, Draco le quitó la cinta de los ojos, y lo miró; se encontró con unas hermosas esmeraldas que brillaban de deseo; entonces se aplicó un poco de lubricante y se acomodó entre las piernas abiertas de Harry; tomó su pene y lo acomodó en la estrecha entrada.

            Harry solo lo observaba, miraba su rostro arrebolado y su brillante cabellera rubia, revuelta y pegada a su rostro por el sudor; y deseo tener las manos libres para hacer los rebeldes mechones a un lado y acariciarle la cara.

            -Draco... -murmuró bajito sin dejar de mirarlo a los ojos-  métemela ya...

            Sin hacerse más del rogar, Draco  recargó una mano en el colchón mientras que con la otra, sostenía su propio pene, el cual comenzó a empujar poco a poco dentro de Harry.

            Harry cerró los ojos al sentir el pene de Draco entrar  en él, al principio le pareció delicioso; la necesidad de tenerlo dentro hacía que la penetración  no le incomodara; pero al tener medio pene dentro, abrió los ojos mientras decía:

            -Duele...

            -Claro que duele... -respondió Draco moviendo su cadera en un suave vaivén-  pero intenta relajarte, iré mas despacio y no me moveré hasta que tú me digas.

            Mordiéndose los labios para no quejarse, Harry fue penetrado por completo; Draco no se movió, esperó a que su cuerpo se acostumbrara a la invasión; entonces Harry dijo:

            -Ya...

            -¿Ya?  -exclamó Draco sorprendido-  pero no ha pasado ni un minuto.

            -Muévete... -repitió Harry.

            -¿Seguro?... ¿acaso no te duele?

            -Claro que me duele... -respondió Harry hablando bajo-  pero creo que... eso es lo que está gustando...

            Draco abrió los ojos por la sorpresa y dijo sonriendo con incredulidad.

            -¡Harry!... ¡eres un maldito pervertido!

            -¿Vas a moverte?... -dijo Harry sonriendo al mismo tiempo que hacia muecas-  o tendré que llamar al recepcionista para que lo haga por ti.  -Draco acomodó las piernas de Harry en sus antebrazos para ayudarlo a sostenerlas y también para mantenerlo más abierto, y entonces, por fin, comenzó a cabalgarlo; primero suave, sintiendo con deleite la estreches de Harry, disfrutando la reacción instintiva de contracción de los músculos tratando de evitar la intromisión-  ¡Ah!.. -Gimió Harry cerrando los ojos con fuerza-  ¡rayos!...  -Sin embargo, Draco no se detuvo; al contrario, comenzó a mover su cadera con mayor rapidez haciendo que Harry arqueara la espalda-  ¡Draco... la tienes enorme!... ¡oh!... ¡cómo duele!

            -¿Quieres... que pare?  -preguntó Draco sin dejar de embestirlo.

            -¡No!... quiero que me des más duro... -respondió Harry comenzando a sentir oleadas de placer recorrerle el bajo vientre-   ¡mon-móntame más fuerte!... -gimió Harry tensando las cintas que lo ataban a la cama.

            Draco soltó las piernas de Harry, se estiró para alcanzar las ataduras y soltar primero una mano y luego otra ante un desmadejado moreno, quien solo atinó a dejar caer sus brazos a los lados mientras jadeaba ruidosamente.

            -Voltéate.  -dijo Draco, a lo cual Harry obedeció sin chistar poniéndose en cuatro.

            Draco acomodó de nuevo su pene y lo penetró otra vez, sujetó sus caderas con sus manos y comenzó a embestirlo con fuerza.

            Harry apretó las sabanas en sus puños mientras sentía el pene de Draco partirle el culo en dos; estaba siendo sumamente doloroso, pero ese mismo dolor le estaba quemando las entrañas al grado de desear abrirse más para el rubio, de desear que Draco le partiera el alma y se la devorara a trozos...

            -¡Sí!... así... dame mas...  -gimió Harry recargando su frente en sus antebrazos.

            Draco dejó caer su cabeza hacia atrás al sentir que ya no podía contenerse más  y exclamó:

            -¡Harry!... ¡ya...! ¡ya no puedo!...

            -¡Yo tampoco!... ¡voy a correrme!

            -¡Aaah!  -gritó Draco eyaculando dentro de Harry, quien al sentir el semen invadirle las entrañas, no pudo contenerse más y terminó por correrse también para caer los dos exhaustos sobre la cama, con Draco aun dentro de él.

            Pasó un buen rato antes de que alguno de los dos hablara; Draco salió de Harry y se recargó en su pecho suspirando satisfecho mientras se dejaba abrazar; y así, en silencio, ambos magos se dejaron invadir por el sueño.

           


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