CAPITULO 38
Después de transformar su ropa a su forma original y su cabello a rubio platino, Draco y Harry se separaron en un cruce de pasillos.
-mmm..... -exclamó Harry abrazándolo con fuerza- este fin de semana estuvo genial.
-Pues claro, estuviste conmigo. -respondió Draco petulante.
-Slytherin presumido... -dijo Harry dándole un beso en los labios- tú también te la pasaste muy bien, no me digas que no.
-mmm..... pues algo. -respondió Draco en actitud pensativa.
-Es que tampoco podía ser de otra manera... -dijo Harry balanceándose mientras lo abrazaba- saliste ni más ni menos que con el salvador del mundo mágico.
-¡Eres un tarado! -exclamó Draco dándole un golpe en el brazo.
-¿Porque me pegas? -preguntó Harry riendo- ¡no dejabas de repetirlo todo el tiempo!
-¿Entiendes el significado de la palabra "sarcasmo"?
-Nop... explícamela... -murmuró Harry travieso.
Draco sonrió al ver por donde iba la cosa, así que mejor se separó de él diciendo:
-Adiós Potter... nos vemos mañana.
-Hasta mañana Malfoy... -respondió Harry imitando el tono de Draco.
Justo antes de irse, Draco se levantó de puntitas y dio Harry un rápido beso en los labios, para luego darse la vuelta e irse guiñándole un ojo
Cuando Harry entró a la sala común de Griffindor, no le sorprendió encontrarse ahí a sus dos amigos.
-Hola chicos. -saludó sin más ni más.
-Espera Harry... -dijo Hermione al verlo dirigirse a las escaleras- tenemos que hablar.
-¿y como de qué? -respondió Harry recargando un antebrazo en el barandal de la escalera.
-¿¡Cómo que de qué, Harry?! -exclamó al fin Ron- ¡dijiste que tu chica era rubia!
-Ah... ¿ese es todo el problema?
-Harry, -intervino Hermione- no quiero parecer entrometida pero...
-Herm, no le hagas al cuento... -dijo Ron- la verdad es que tú también te mueres de curiosidad.
-Ashh... ¡pues solo un poco! -admitió Hermione- Harry, posponiendo lo de salir a deshoras a deambula por el pasillo... habías dicho que tu novia era rubia, ¿acaso fue para despistarnos?
-No, para nada. -respondió Harry.
-También habías dicho que la chica era de Slytherin y la verdad, hasta ahora no he visto a nadie de Slytherin con esas características.
-¿Así que ya conoces todas las características de las chicas de Slytherin? -dijo Harry levantando una ceja.
-eee...no, bueno... -exclamó Hermione sintiendo enrojecer hasta las orejas.
-Me voy a dormir... -dijo Harry al fin- la verdad estoy agotado y me muero de sueño, hasta mañana chicos.
Hermione y Ron no atinaron a decir nada, solo a asentir con la cabeza, pero en cuanto quedaron solos, Hermione dijo:
-Definitivamente esto esta muy raro.
-No puedo negar que tienes razón...
-¿Y viste cómo iba vestida?
-¡Vaya que lo vi! -exclamó Ron sonriendo sin darse cuenta.
-¿Cómo dices? -dijo Hermione sintiendo el color subir por sus mejillas.
-eee... nada, digo que sé a lo que te refieres.
-Ajá ¿y a que me refiero?
-mmm..... ¿en que no llevaban el uniforme?
-¡Ashh! -exclamó molesta Hermione poniéndose de pie y dirigiéndose a las escaleras- ¡todos los hombres son iguales, solo ven un par de piernas y se ponen todos idiotas!
Harry ya estaba acostado con todo y doseles corridos cuando Ron subió a la habitación, lo escuchó moverse por el cuarto para finalmente hacer lo que ya sabía que haría tarde o temprano.
-¿Que hay, Ron? -preguntó al verlo correr sus doseles y sentarse en la cama.
-Me engañaste. -dijo Ron con cierto aire de reproche.
-¿A que te refieres?
-Dijiste que era rubia.
-¿Ese es todo el problema? -dijo Harry poniendo sus brazos atrás de su cabeza- ¿en que te dije que era rubia y tú viste a una morena?
-Y que morena... -murmuró Ron sin poder evitar esbozar una pequeña sonrisa, - Harry también sonrió al imaginar la cara de Malfoy si oyera a Ron hablar así de él- ¿y anduvieron así por la calle?
-¿A que te refieres?
-Digo... no es que me moleste, pero... si Hermione anduviera vestida así por la vida, yo la enfundaría primero en un saco o algo así... no me gustaría que la vieran con ojos de...
-¿De perro hambriento como tú? -interrumpió Harry a punto de estallar en carcajadas.
-¡Yo no tenía cara de perro hambriento! -exclamó Ron con el rostro sonrojado.
-Te vi como le mirabas las piernas, Ron... no lo niegues.
-Claro que no, -dijo Ron sintiendo mucha vergüenza.
-Aunque no te culpo... -dijo Harry sintiéndose de repente muy contento- esas piernas a mi me vuelven loco.
-Oye Harry, -dijo Ron cambiando de actitud.
-¿Si?
-¿Te estás enamorando?
-¿Eh? -exclamó Harry borrándosele la sonrisa del rostro- ¿cómo?... ¿a qué te refieres?
-No te hagas tonto... -dijo Ron al percibir su desconcierto- mi pregunta es clara, ¿te estás enamorando?
-¡Claro que no! -dijo Harry sintiendo su cara arder- solo... solo pasamos un buen rato.
-Pues nunca imaginé que tú dirías algo así de una chica.
-No te entiendo.
-Si... eso de que sólo estás pasando el rato con ella... no es algo que alguien como tú diría, amigo... la verdad.
-¡Ah bueno!... es que... no digo que esté jugando con ella, es solo... bueno.... -exclamó Harry sin saber que decir exactamente.
-A menos, claro... -dijo Ron- que ustedes tengan un mutuo acuerdo y ella también sólo esté pasando el rato contigo, -Harry no respondió, las palabras de Ron le llegaron con más fuerza de la que esperaba y simplemente no supo que decir- ¿y bien?
-¿Y bien qué? -respondió Harry saliendo de su estupor.
-¿Tienen ese acuerdo?
-¿Qué acuerdo?
-¡Argh!... -exclamó Ron con disgusto- sacarte cosas de tu chica es mas complicado que cuando queríamos sacarte información de "quien tú ya sabes".
-Ron...
-Ya sé, ya sé que está muerto, pero de plano no me gusta nombrarlo por su nombre, ¿de acuerdo?
-De acuerdo, -dijo Harry alzando una ceja- ya, dime... ¿porque estas molesto en realidad?
-¿Yo?
-No, mi padrino... ¡pues claro que tú, tonto!
-Ah, bueno...
-¿Y bien? -insistió Harry.
-¿A donde fuiste este fin de semana? -preguntó Ron.
-Veo que de plano no me vas a responder.
-No es eso, amigo... -dijo Ron con desaliento- me refiero a que saliste con ella, ¿verdad?
-Pues si, ¿por qué?
-Tú y ella... solos un fin de semana... ¿qué tanto hicieron?
-Cosas que a ti no te importan. -respondió Harry ceñudo.
-Perdón Harry, no quería sonar como un pervertido... es solo que lo que yo le vi a tu chica en un instante de conocerla, no se lo he podido ver a Hermione en todas estas semanas.
-¿Ahí vamos de nuevo, Ron? -exclamó Harry- no es que no quiera escucharte pero Hermione es como una hermana y por lo tanto siento raro hablar de ella de cosas así.
-Pues me importa un cuerno si la sientes tu hija... -exclamó Ron exasperado- ¡tienes que darme un consejo para poder acostarme con ella! -listo, lo había dicho; dejando a Harry con cara de plato- ¡tú estas muy feliz porque tienes sexo cada vez que quieres con tu chica, pero yo no!
-Bueno, Ron... -respondió Harry un tanto desconcertado por la actitud del pelirrojo- en primera no tengo sexo con ella cada vez que quiero, y en segunda, pues... si no hay otra forma, para eso esta tú... mano, ¿no?
-Eres un... -dijo Ron dándole un almohadazo.
Al día siguiente, Draco salía de la ducha con la toalla colgada al cuello, sin preocuparse mucho de las manchas púrpuras que habían en el, pensaba ocultarlas con un hechizo glamour antes de salir a clases; pero como ya se le hacía tarde, salió de prisa sin acordarse de aplicárselo.
Ya después de medio día, en el cual Draco decidió salir un rato para repasar un apunte, Blaise se sentó a su lado en silencio.
-¿Y bien? -dijo Draco después de un rato.
-¿Bien qué? -exclamó Blaise.
-No creo que estés aquí para tomar el sol conmigo, -dijo Draco cerrando su libro- porque en primer lugar, ni hay sol, -Blaise sonrió sin ganas al oír el comentario de Draco, pero en eso, una lechuza de color pardo llegó hasta ellos- ¿entonces? -instó Draco ocultando el pesar que sintió al ver de quien era la carta que llevaba la lechuza y la cual quitó guardándola inmediatamente en su libro.
-Bueno... -dijo Blaise un tanto inseguro- primero que nada, deberías hacer algo con tu cuello, ¿no?
-¿Eh?... ¡ah, si! -respondió Draco aplicándose el hechizo inmediatamente- no creo que eso sea todo, ¿o si?
-No, no lo es... -dijo Blaise inclinando la cabeza y recargando sus manos en la banca de piedra en la que estaban sentados- escucha Draco... hace días que quiero hablar contigo, pero tú no quieres.
-Bueno, pues soy todo oídos.
-Hace días pasó algo en el... bueno, en el baño, lo recuerdas ¿no?
-Pues si... pero ya me explicaste que pasó.
-Pues mentí... -dijo finalmente Blaise mirándolo mientras sonreía tristemente- la verdad es... que yo... estoy enamorado de ti.
Draco volvió el rostro y miró su libro sin decir nada, por lo que Blaise dijo extrañado:
-¿No vas a decir nada?
-¿Que quieres que te diga?
-Por lo pronto algún insulto. -dijo Blaise.
-¿Y porqué habría de hacerlo? -respondió Draco con voz serena.
-Porque eso haces tú... -dijo Blaise- y más con la reacción que tuviste ese día, no me esperaba otra cosa.
Draco no respondió al instante, solo sonrió débilmente mientras dejaba sus pensamientos acomodarse.
Escucha Blaise... -dijo Draco después de unos momentos de silencio- cuando pasó lo del baño me comporté como un idiota... reaccioné como un loco, la verdad es que no debí gritarte así, ahora con lo que me has dicho, pues... la verdad no sé que esperas que te conteste.
-Bueno... -respondió Blaise exhalando un suspiro- hice esto más por mí que por ti... ya no aguantaba guardarme esto por más tiempo, además... sé que tú ya estas enamorado de alguien más.
-¡¿Qué?!... -exclamó Draco arrugando el ceño- ¿¡de que demonios hablas?!
-¿Cómo que de qué? -dijo Blaise- pues de ti y de la chica con la que estás.
-¡Pero yo no estoy enamorado!... ¿¡que hizo pensar semejante estupidez?!
-eee... bueno... -exclamó Blaise titubeante- por la forma en que te comportas últimamente, aunado a que nunca duras tanto con alguien... por eso yo creí...
-¡Pues no creas! -interrumpió Draco molesto.
-Ah... entonces lo lamento, -dijo Blaise no muy convencido de la respuesta de Draco- bueno... en todo caso, yo sé que no te van los chicos, -Cuando escuchó eso, Draco sintió sus mejillas arder, sin embargo guardó silencio- Draco... -dijo Blaise mirándolo.
-¿Sí? -respondió Draco mirando su libro sin verlo realmente.
-¿Estas molesto por esto que te acabo de contar?
-No, -dijo Draco sinceramente- si eso sientes en realidad, pues... a fin de cuentas no fue algo que planearas, ¿no?
-Entonces dime sinceramente... ¿tengo alguna oportunidad contigo?
Draco volvió el rostro y miro a su en otros tiempos, mejor amigo; y al verse reflejado en esos hermosos ojos marrón, dijo:
-Lo siento... no.
-Bueno... -dijo Blaise sonriendo levemente- no puedes culparme por intentarlo.
Draco sonrió y dijo:
-No hay problema.
-Draco... ¿puedo pedirte un favor?
-Claro.
-¿Puedo darte un beso?
-¿Eh? -exclamó Draco creyendo haber oído mal.
-Mira, -dijo Blaise adivinando el porque de la reacción de Draco- ya no aspiro a nada contigo... en realidad creo que nunca lo hice, pero... por favor... -dijo mirándolo intensamente- sólo un beso... después de eso, te juro que nunca más volveré a tocar este tema.
Sintiéndose totalmente desconcertado, Draco lo miró sin saber que decir.
-Blaise... yo...
-Solo un beso, Draco... no te pido más, sé que al pedirte esto me arriesgo a que me apliques un "Crucio" pero no me importa.
-¡Rayos! -pensó Draco sin saber que hacer- Blaise...
-Sé que nunca has besado a un chico, pero te juro que nunca más te volveré a importunar con algo así.
Draco miró al apuesto chico de color que lo miraba con una expresión que nunca le había visto, así que suspirando, finalmente dijo:
-De acuerdo, -al oírlo, Blaise sonrió con alegría- pero aquí no... -dijo Draco- pueden vernos.
-Vamos al campo de Quidditch, ahora no hay nadie entrenando.
Sin decir nada y comenzado a sentirse nervioso, Draco siguió a Blaise hasta el campo de Quidditch.
Mientras tanto, en otro lugar del Hogwarts, Harry conversaba con Ron.
-¿Entonces si te presentarás a las pruebas de Quidditch?
-Si, realmente quiero jugar, -dijo Ron muy animado- sólo espero estar a la altura.
-Lo estarás Ron, si quieres hagamos una prueba ahorita, tenemos una hora libre.
-Las pruebas serán este sábado, ¿verdad?
-Si, lo harás bien. -dijo Harry palmeando la espalda del pelirrojo mientras se dirigían al campo de Quidditch.
Cuando Draco y Blaise llegaron al campo, se fueron atrás de unas gradas; Draco tragó en seco cuando vio a Blaise dejar sus cosas en el pasto y acercarse a él.
-Tranquilo... -dijo Blaise poniendo sus manos en sus hombros- sólo será un beso.
-Pues claro, no pensaba darte más. -dijo Draco sintiendo su corazón latir cada vez más rápido; sintiéndose cada vez más mal, sintiendo que estaba haciendo algo malo, algo que no quería ni debía hacer; sentía que estaba cometiendo una especie de traición; algo realmente curioso pues cuando estaba con una chica, no tenía ningún reparo en relacionarse con otra.
-No sabes... -murmuró Blaise acercándose cada vez más- cuantas veces soñé con este momento...
Draco cerró los ojos al sentir los suaves labios de Blaise sobre los suyos, labios que cada vez fueron tornándose mas exigentes; pronto, la lengua de Blaise se abrió paso en la cálida boca de Draco, quien solo atinó a abrirla para dejarlo cumplir su deseo sin más ni más.
Blaise se sentía en la gloria, su deseo tan largamente anhelado estaba cumpliéndose al fin; la boca de Draco le pareció tan deliciosa, que sin darse cuenta, puso su mano en la nuca del rubio para sujetarlo mejor mientras lo devoraba con su hambriento beso al tiempo que su otro brazo lo estrechaba por la cintura.
Si Draco ya se sentía muy incómodo besando a Blaise por conmiseración, al sentir sus manos sobre él mientras su beso se hacía cada vez más exigente, de plano lo hizo abrir los ojos y empujarlo.
-¡Basta!
-¡Oh!... yo... ¡lo siento!... -exclamó Blaise todo sonrojado- ¡oh demonios!... -agregó mirando atrás de Draco- ¿¡que demonios miras, Potter?!... ¡métete en tus asuntos!
-¿¡Harry?! -exclamó Draco dándose vuelta rápidamente para efectivamente encontrarse con Harry Potter que los miraba con rostro serio mientras sostenía una escoba en una mano.