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POCION por Orseth

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Notas del capitulo:  

HELLOOOOOOOOOOOOOW .... PANDILLA PERVERTIDA!!!... XD

AQUÍ, ORSETH  REPORTANDOSE DE NUEVO CON ESTO, QUE ESPERO NO SEA CAUSA DE NUEVAS E INFAMES MALDICIONES,  (MI TRASERO SE LOS AGRADERÍA MUCHO)  T_T

EN FIN... Y SI ES CAUSAL DE ESO....  ¡¡¡PUES ENTONCES, SUFRAN CONDENADOS!!!

MUAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

CAPITULO 41

 

            Draco dejó la carta a un lado para abrir nuevamente el sobre y sacar la fotografía de una chica que le sonreía alegremente mientras le saludaba con una mano; sus piró con desaliento y la volvió a guardar; entonces la puerta se abrió despacio entrando Blaise por ella.
 
          -¿Draco?... ¿estás bien?  -preguntó suavemente al ver a Draco sentado en la cama, con la cabeza agachada en un actitud tan derrotada; pero ante el silencio de su compañero, decidió entrar sin esperar invitación, se sentó a su lado y vio la carta en la cama, la tomó y sin más la abrió; mientras la leía, Draco tomó el sobre con la fotografía y abrió el cajón de su mueble para guardarla; entonces vio algo que había guardado hacía poco y lo tomó encerrándolo en su puño- así que es esto... -dijo Blaise terminando de leer-  vas a casarte... -pero ante el silencio de Draco, continuó hablando-  yo... bueno, no sé qué decirte, imagino que debe ser muy duro, sin embargo creo que ya sabías que esto pasaría...
 
          -Si... -dijo finalmente Draco-  mirando fijamente la ventana abierta-  ya lo sabía... nunca estuve de acuerdo pero lo aceptaba.  -entonces miró su puño cerrado provocando curiosidad en Blaise, quien preguntó:
 
          -¿Qué es eso?
 
          -¿Esto?... -dijo Draco sonriendo débilmente-  un sueño... -respondió mientras abría la mano mostrando un ridículo botón de carita feliz que le sonreía inocentemente.
 
          Mientras tanto, en el comedor, los comentarios de todos hacían que pareciera una colmena a punto de reventar; Harry y los demás se habían ido de ahí en cuanto Malfoy desapareció.
 
           -¿Viste eso, Marietta?  -preguntó Cho a su amiga dándole un codazo.
 
           -Si... estúpido Slytherin, se lo merecía.
 
           -No hablo de él, hablo de Harry.
 
           -Si, se veía realmente enojado.
 
           -¿Y eso no te da mala espina?  -dijo Cho con mirada suspicaz.
 
           -¿A qué te refieres?
 
          -A que Harry ha estado raro desde ayer, si te fijaste, no vino a cenar... y hoy, ya tenía una carita desde antes que pasara eso con Malfoy.
 
           -¿Y luego?
 
           -¡Ay Marietta, a veces no me explico cómo es que eres mi amiga!
 
           -Disculpa si yo no me la vivo suspirando por Potter como si no hubiera más hombres en el planeta.  -respondió Marietta resentida.
 
           -Buen, bueno, a lo que voy es que yo creo que Harry esta de mal humor porque se peleó con su zorra.
 
           -mmm... si, puede ser... -respondió Marietta pensativa-  ¿y qué piensas hacer?
 
           -Planeo jugarme el todo por el todo.
 
           -¿Y eso que significa?  -preguntó Marietta tomando un trago de jugo de calabaza.
 
           -Fácil... haré lo mismo que esta tipa... planeo entregarme a Harry.
 
           -¿¡Qué?!... -exclamó Marietta arrojando el jugo hasta por la nariz al oír a su amiga-  ¡pero!...  ¡¿estás loca?!
 
           -Para nada,  -respondió Cho decidida-  solo estoy jugando con las mismas armas que la fulana esa... en la guerra y en el amor  todo se vale ¿no?
 
           -Si, pero... -dijo Marietta bajando la voz para que nadie más escuchara-  ni siquiera lo hiciste con Cédric...
 
           -Precisamente... ¿qué mejor persona puede ser el primero en mi vida que Harry Potter?
 
           -Suena como si estuvieras vendiéndote al mejor postor.
 
           -Sabes que no es así, Marietta... -dijo Cho con expresión de reproche-  simplemente Harry me robó el corazón.

           -Yo creo que más bien te robó el cerebro.

           -Lo amo.
 
           -Estás loca.  -dijo finalmente Marietta.
 
           Una situación completamente diferente se suscitaba en otro lugar del castillo, más específicamente en la casa de las serpientes.
 
           -No quiero casarme... -dijo Draco mirando fijamente sin ver la ventana abierta.
 
           -¿Y no puedes hablar con tus padres respecto a esto?  -preguntó Blaise intentando ayudar de algún modo a Draco-  tal vez si les...
 
           -Tenías razón... -dijo Draco de pronto interrumpiendo a Blaise.
 
           -¿Razón?... ¿en qué?  -preguntó Blaise sin entender.
 
           -Estoy enamorado... -respondió Draco al tiempo que una lágrima corría por su mejilla mientras continuaba mirando hacia la ventana.  -Blaise se quedó de una pieza al escucharlo y simplemente se quedó sin palabras; así que solo atinó a levantarse y caminar hacia la ventana en la que Draco tenía fijada la vista; recargó sus manos en el alféizar y dejó que la fresca brisa de la tarde le refrescara el rostro y de paso, las ideas.
 
          -Tú... -dijo finalmente volviéndose para mirar a Draco-  ¿enamorado?... ¿de quién?
 
          -De quién... -repitió Draco con pesar-  eso es lo de menos...
 
          -Yo... yo no sé qué decir... -dijo Blaise finalmente.
 
          -No tienes que decir nada...-exclamó Draco sintiendo su garganta ahogada.
 
          -Bueno... -dijo Blaise intentando sacar a flote su lado de amigo-  tal vez si hablas con tus padres y les explicas la situación, pues... no sé, tal vez quieran conocer a la chica y...
 
         -Chica... -exclamó Draco sonriendo en lágrimas-  no es una chica, Blaise...
 
         -No entiendo...
 
         -Estoy enamorado de  un chico.


         Blaise solo atinó a mirarlo con la boca abierta, pasaron instantes que no supo a ciencia cierta si fueron segundos o minutos; entonces como pudo dio unos pasos hacia Draco diciendo:
 
          -¿Estás diciendo que... amas a un hombre?... ¿es eso, Draco?...
 
          -Si, Blaise... es eso... -respondió Draco oprimiendo el botón contra su pecho sin darse cuenta-  estoy enamorado de un hombre.
 
          -Entonces... ¿entonces por qué...? 
 
          -No quiero hablar... no tiene ningún caso... -dijo de repente Draco subiéndose a la cama y corriendo el dosel; ya adentro, aplicó un hechizo silenciador y se acostó, abrazó la almohada y sin poder contenerse más, rompió a llorar convulsivamente  mientras pasaba su mano por la doliente mejilla.
 
         Blaise se quedó mirando la cama como tonto, luego, con pasos automáticos se dirigió al baño, ya dentro, insonorizó la habitación, entonces se miró al espejo por unos segundos para después estrellar su puño en el cristal rompiéndolo en pedazos al tiempo que comenzaba a gritar mientras el llanto bañaba su rostro.
 
         -¡Soy un imbécil!... ¡soy un imbécil!... ¡un maldito imbécil!... ¿¡cómo no me dí cuenta?!... ¿¡cómo pude ser tan ciego?!... ¡y yo todavía alejándome de él para no incomodarlo!... ¡por Salazar!... -gimió desconsolado mientras se dejaba caer al suelo de rodillas cubriéndose la cara manchándola de sangre-  Oh Draco... ¿porqué me hiciste esto?...  de haber sabido... yo...  yo...
 
         Ambos chicos se quedaron un buen rato en sus respectivos refugios, hasta que finalmente Draco se quedó dormido y Blaise salía de su trance sintiéndose aun como entre sueños; como autómata se levantó y fue a sentarse a su cama, en donde se quedó de nueva cuenta como perdido; en esas estaba cuando llegó Pansy abriendo la puerta sin tocar como era su costumbre.
 
         -¡Por Merlín, Blaise!... ¿¡que sucedió?!... -exclamó espantada al verle la mano chorreando sangre; sin embargo él no contestó, por lo que ella fue presurosa al baño por una toalla encontrándose con un desbarajuste total-  ¡¿pero qué rayos pasó aquí?!... demonios...  -dijo tomando una toalla y saliendo de ahí-  ¿qué pasó?... -volvió a preguntar  preocupada mientras envolvía la mano  de Blaise.
 
          -Pasa... -respondió Blaise con voz cansada-  que soy un idiota...
 
          -Si tienes la mano así porque rompiste el espejo tú mismo, entonces te doy la razón.
 
          -Pansy... -dijo Blaise mirando a su amiga.
 
          -¿Si?
 
          -¿Sabes que Draco va a casarse?
 
          -Bueno... respondió Pansy alzando los hombros-  siempre lo hemos sabido ¿no?, desde que me acuerdo, su padre no deja de pregonar a los cuatro vientos que su hijo no se casará con cualquier mujercita caza fortunas.
 
          -Pues ya tienen a la "esposa perfecta"... -dijo Blaise sonriendo amargamente.
 
          -¡Oh!... bueno... -exclamó Pansy dudosa-  ¿y por eso rompiste el espejo?
 
          -Yo... él... no quiere, bueno yo...
 
          -Blaise no te estoy entendiendo nada.  -dijo Pansy mirándolo a los ojos, hecho que obligó a Blaise a calmarse.
 
          -No quiero que se case.  -dijo por fin inclinando la cabeza.
 
          -¿Porque?
 
          -Porque estoy enamorado de él.
 
          Si Pansy no hubiera estado sentada en la cama, se hubiera ido directo al suelo, sin embargo supo recuperar la compostura y dijo:
 
          -Por Merlín, Blaise... ¿a ti te van... los chicos?... es decir, no es que me escandalice, para nada... pero me tomas por sorpresa, ¿que eran todas esas chicas con las que has salido?
 
          -Si te fijas, no han sido muchas... además, siempre hice el intento porque me gustaran y así poder... olvidar a Draco.
 
          -Oh Blaise... -exclamó Pansy poniendo una mano en el hombro de Blaise en señal de apoyo-  cuanto lo siento... ¿Draco ya lo sabe?
 
          -Si... se lo dije el otro día.
 
          -¿Y cómo lo tomó?
 
          -Bien... creo.
 
          -¿Así que por eso fue todo esto?  -preguntó Pansy refiriéndose al espejo roto y la mano lastimada.
 
          -No es solo eso... Draco no quiere casarse...
 
          -Ah bueno, a él siempre le ha gustado su libertad, yo creo....
 
          -Porque está enamorado de otro hombre.  -interrumpió Blaise dejando a Pansy con la frase a medias y la boca abierta.             

           Esta vez, Pansy tardó un poco más en reaccionar, miró a Blaise y luego miró la cama de Draco, luego, después de un par de minutos, preguntó:
 
          -¿Esta ahí?
 
          -Si, pero no le digas que te dije... además creo que está dormido.
 
          -No te preocupes... no diré nada, ni de él ni de ti.
 
          -Gracias...

          -Por cierto ¿qué fue lo de allá abajo?
 
          -¿Que pasó?, no vi nada.
 
          -Potter abofeteó a Draco.  -respondió Pansy mientras le oprimía la mano herida a Blaise.
 
          -¿Cómo?... ¿hablas en serio?
 
          -Si, por eso vine a ver qué pasó, pero lo que me encontré sobrepasó mis expectativas... ¿y qué piensas hacer, Blaise?
 
          -No le sé... sé que no hay motivo, pero me siento traicionado... él siempre dijo que solo le iban las chicas... ¿cómo me sale ahora con esto?
 
          -Tranquilo, tienes razón en sentirte mal, pero date tiempo en asimilarlo, mejor vamos a la enfermería para que Madame Pomfrey te cure esa mano, falta poco para la clase de transformaciones y no debemos llegar tarde.
 
           -Pero...
 
           -Pero nada, vamos ya.  -dijo Pansy poniéndose de pie y llevándose con ella a Blaise, dejando a Draco solo en su habitación.
 
           A diez minutos de comenzada la clase de transformaciones, Draco llegó corriendo al salón con la corbata desajustada y el cabello suelto; en cuanto entró, la  profesora le dijo en tono de regaño:
 
           -Señor Malfoy, ¿qué horas son estas de llegar?
 
           -Lo siento profesora.  -dijo Draco tratando de alisar su cabello con una mano y acomodándose la túnica con la otra.
 
           -Tome asiento y son veinte puntos menos para Slytherin.  -respondió la profesora McGonagall; a lo que sin decir una sola palabra, Draco obedeció sorprendiéndola por su nula reacción; durante toda la clase lo estuvo observando, le preguntó varias cosas provocando más puntos menos para Slytherin; McGonagall sabía que su materia le costaba trabajo a Draco, sin embargo esta vez lo notaba muy distraído, como ausente; así que al finalizar la clase, decidió hablar con alguien al respecto.
 
           -Me preocupa Severus... a pesar de todo, el chico me interesa, todos mis alumnos me interesan... y últimamente lo veo algo extraño, tal vez deberías hablar con él.
 
           -Gracias profesora,  -respondió Severus detestando que alguien más le dijera como tratar a su ahijado, era cierto que había notado una baja en sus calificaciones, pero no se había percatado del estado de ánimo de Draco, y el que alguien más se lo dijera no le gustaba nada; aún así decidió hablar él por lo que lo llamó a su despacho.
 
           -¿Que pasa padrino?  -preguntó Draco extrañado ya que hacía tiempo que Snape no lo llamaba a su oficina.
 
           -Siéntate Draco quisiera hablar contigo.
 
           -¿De qué? ´
 
           -La profesora McGonagall me comentó que te ha visto extraño estos días, ¿qué sucede?
 
           -Sucede que esa vieja es una entrometida.  -exclamó Draco molesto.
 
           -Sucede que estoy de acuerdo contigo,  -respondió Snape-  pero debemos aceptar que si vino a decirme que estaba preocupada por ti, es porque algo vio, ¿no lo crees?
 
           -¿Ella preocupada por mí?  -exclamó Draco con sonrisa irónica.
 
           -No me cambies el tema, Draco,  -dijo Snape alzando una ceja-  eso tambien me preocupa... recuerda que puedes hablarme de lo que sea... lo sabes ¿verdad?
 
           -Si, lo sé... -respondió Draco exhalando un profundo suspiro.
 
           -¿Entonces?
 
           -Papá ya decidió con quien debo casarme.  -dijo Draco con desaliento.
 
           -Ah... es eso.  -respondió Severus-  y supongo que no quieres.
 
           -No, no quiero... yo sé que esto estaba planeado desde hacía mucho tiempo pero... creo que ahora que ya veo el asunto más en serio...
 
           -Entiendo,  -dijo Severus recargando sus brazos en el escritorio.
 
           -Tú... ¿no podrías hablar con él?
 
           -En primera Draco... -dijo Snape poniéndose de pie y caminando hasta el frente de su viejo escritorio y recargándose en el-  recuerda que tu padre y yo no quedamos en los mejores términos después de la guerra, dudo mucho que quiera escuchar cualquier cosa que yo tenga que decir... y en segunda, conociendo lo terco que es Lucius, no cambiaría de opinión solo porque yo hablara con él.
 
            -Si... es cierto... -exclamó Draco sonriendo levemente mientras miraba fijamente un punto perdido entre su padrino y la pared-  en realidad no esperaba que lo hicieras y mucho menos que él te escuchara... solo sentí que debía decirlo.
 
            -Draco... -dijo Severus poniendo una mano en el hombro del muchacho.
 
            -Pero no te preocupes... -exclamó Draco poniéndose de pie y rompiendo el contacto de su padrino-  estaré bien, después de todo esto no es una sorpresa, yo ya sabía que tenía que hacer esto tarde o temprano, ¿no?
 
             Snape no respondió, conocía demasiado bien a su ahijado y sabía que cuando Draco se proponía no abrirse ante nadie, ni siquiera el mismo Salazar conseguiría sacarle más de media palabra y eso le preocupaba en verdad.
 
             -Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea ¿verdad?
 
             -Si padrino, lo sé, -respondió Draco sonriéndole tranquilizador-  no te preocupes, estoy bien.
 
             -Bueno... de acuerdo,  -dijo Severus para nada convencido-  pero no quiero que faltes a las comidas, te estás malpasando demasiado y eso no está bien.
 
             -No lo haré, nos vemos padrino.  -respondió Draco saliendo del despacho dejando tras de sí a un hombre muy preocupado.

           Después de lo acontecido en el comedor, Harry había salido  con sus amigos e iba en silencio mientras Ron iba hablando hasta por los codos de lo ocurrido.
 
          -¡Hiciste muy bien, compañero!... ¡ese hurón se lo tenía bien merecido!
 
          -¿Te sientes bien, Harry?  -preguntó Hermione, que aunque en el fondo se alegraba de que Malfoy hubiese recibido su merecido, no aceptaba para nada la violencia, y más viendo el estado casi catatónico de Harry.
 
          -Si.  -respondió escuetamente Harry
 
          -¿Seguro?  -insistió Hermione.
 
          -Seguro, -respondió Harry apresurando el paso-  mejor démonos prisa, la clase de herbología ya va a empezar.
 
          El resto de la tarde transcurrió sin novedad alguna más que el nuevo chisme de que Harry Potter había puesto en su lugar a Draco Malfoy; a la hora de la comida, el Slytherin no se presentó, decidió comer lo que Pansy le llevara; y así llegó la hora de la cena, a la cual tampoco quiso asistir para no sentir de nuevo la indiferencia de Harry.
 
          Harry se levantó pronto de la mesa, realmente no tenía hambre ni ganas de estar ahí siendo de nuevo el blanco de muchas miradas; así que disculpándose con sus amigos, decidió irse a su sala común a adelantar algunos deberes que se la habían atrasado; pero al dar vuelta en un solitario pasillo, Marietta le dio alcance.
 
          -¡Harry!
 
          -¿mmm?... ¿si, Marietta?  -exclamó Harry deteniéndose.
 
          -La profesora McGonagall quiere hablar contigo.
 
          -¿La profesora McGonagall?  -exclamó Harry arrugando el ceño con extrañeza-  ¿ahora?
 
          -Si.  -respondió Marietta con seguridad.
 
          -Bueno... pues gracias.  -dijo Harry alzando los hombros y dirigiéndose al lado contrario de donde iba.
 
          -Espera... no está en su oficina.
 
          -Que raro... -dijo Harry- ¿y en donde esta?
 
          -En el salón F de la tercera planta.
 
          -Pero ese salón esta en desuso... -dijo Harry mas extrañado aun-  ¿para qué rayos quiere verme ahí?
 
          -Ay no lo sé Harry, yo solo doy el mensaje, -exclamó Marietta dándose la vuelta intentando que los nervios no la traicionaran-  adiós.
 
          Cuando Marietta se fue, Harry exhaló un suspiro de impaciencia, realmente deseaba volver a la sala común y olvidarse de todo, sin embargo dirigió sus pasos al salón en cuestión; cuando llegó ahí, tocó suavemente la puerta, pero al no recibir respuesta, insistió un poco mas fuerte; escuchó una voz que dijo "pase" y sin detenerse a pensar si era o no la voz de la profesora, abrió la puerta y entró; y lo que vio, lo dejó literalmente con la boca abierta.
 
 
 
 

Notas finales: X ULTIMO TOY MUUUY FELIZ!!!!.... MI HERMANO YA TUVO BEBE NUEVO!!!^^... LO MALO ES Q LE PONDRA RYAN  ¬¬... X DIOS, QUIEN LE PONE UN NOMBRE ASI A UN BEBE MORENO, MORENO???...EN FIN.

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