Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

POCION por Orseth

[Reviews - 1402]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLA A TODA LA PANDILLA AMANTE DEL LEMMON, ORSETH REPORTANDOSE PARA TRAERLES DE NUEVA CUENTA UN CAPI.... Y NO ME ALARGO MAS XQ YA DE X SI ME DUERMO TARDE Y ULTIMAMENTE ESTOY LLEGANDO TARDE A MI TRABAJO.

ASI Q PARA EVITAR TENER A UNA DESEMPLEADA MAS EN LAS AJETREADAS CALLES DE MEXICO, ME DESPIDO.... (X AHORA, CLARO)  XD

BESITOS!!!

 

CAPITULO 55

 

            Cuando Severus Snape vio la mata de pelo negro con gafas, le dieron ganas de darse de topes por no haber reconocido la voz antes de permitirle el paso.

            -No, no puedes, estoy muy ocupado.  -Dijo finalmente volviendo su atención a los escritos que tenía en las manos.

            -Debo insistir profesor... es muy importante.

            -¿Acaso dices que tus simples asuntos son mas importantes que los míos, Potter? -exclamó Snape molesto.

            -Para nada profesor.  -Respondió Harry entrando al despacho ante la sorprendida mirada de Snape.

            -No te he permitido el paso.

            -Lo sé... pero es que esto no puede esperar.  -Dijo Harry con voz firme.

            El sombrío profesor de pociones se recargo en su asiento mirándolo con los ojos entrecerrados; si Potter entraba así, sin más ni más a su oficina, era porque realmente tenía un poderoso motivo; sin embargo, él no estaba de humor para soportar a nadie, mucho menos a Potter.

            -Vete... -dijo sin más mojando su pluma de águila en el tintero que tenía en su escritorio-  suficiente tengo con calificar estos pésimos trabajos de alumnos que son igual de ignorantes que tú.  -Con el corazón acelerado, Harry permaneció de pie frente al escritorio causando una mirada  fulminante de parte de Snape- ¿no escuchaste Potter?... ¿acaso además de ciego, eres sordo?... o probablemente buscas un castigo, porque déjame decirte que tengo un enorme barril de ranas esperando ser destripadas.

            -Ni lo uno, ni lo otro profesor... -respondió Harry tragando en seco-  he venido a preguntarle algo que solo usted puede contestarme.

            Severus tamborileo impaciente los dedos,  la presencia de Harry lo exasperaba en sumo grado, ya que a pesar de haberse revelado que fue él quien ayudo al hijo de James Potter en su lucha a vencer a Voldemort, eso no significaba de ninguna manera que le simpatizara siquiera un poco.

            -De acuerdo... -dijo finalmente sorprendiendo a Harry, y es que tenía la cabeza llena de tantas preocupaciones que si contestándole al engorroso chico lo que quisiese saber se libraba de él, lo haría-  pregunta lo que quieras y luego desaparece de mi vista.

            -De acuerdo... ¿Qué ha pasado con Draco Malfoy? -pregunto Harry a quemarropa.

            -¿Qué?... -exclamó Severus creyendo haber oído mal.

            -Si, quiero saber que ha pasado con Draco... porque ya no está más en Hogwarts.

            -¿Y a ti qué demonios te importa?... -rugió Severus apretando de tal forma su pluma que la partió en dos.

            -Es que yo quiero...

            -Me importa un bledo lo que tú quieras... -interrumpió Severus con voz contenida-  si no te largas en este mismo instante le quitare cien puntos a tu mugrosa casa.

            A pesar de saber que Severus no era de ninguna manera el traidor que aparento ser durante mucho tiempo, no evitaba que su presencia se le impusiera siempre de tal modo que verlo hablarle así hizo que comenzara a sudar en frio, sin embargo estaba tan decidido a saber de Draco a cualquier precio que no se amedrentó.

            -No dudo que lo haga, pero déjeme decirle que no se lo pregunto por simple curiosidad... en verdad deseo saber qué pasó con él, porque se fue de Hogwarts.

            -Lo que pase con Draco no  es asunto tuyo, Potter...  -murmuró Snape entre dientes dando la apariencia de una serpiente enfurecida.

            -Si lo es... -dijo Harry mirándolo fijamente-  y sé que esto le parece absurdo, créame que lo entiendo...

            -No, -interrumpió Snape-  tú no entiendes nada, todo este maldito revuelo que se ha desatado por la partida de Draco nada tiene que ver con ustedes, así que si tu ridícula curiosidad no está satisfecha con esta respuesta, muy tu problema... ahora lárgate.

            -No.  -Respondió Harry poniendo las manos en el respaldo de la silla-  sé que su padre se lo llevó... y quiero saber porque y cuándo regresará.

            Por un momento Snape pensó en lanzarle un hechizo imperius para obligarlo a salir de su oficina, pero la actitud de Harry le hizo comprender que se trataba de algo más que simple curiosidad.

            -¿Qué sabes tú, Potter? -preguntó mirándolo fijamente.

            -Nada... por eso vine a preguntarle.

            -Pues no te creo... tú sabes algo que yo no, así que escúpelo ya.

            -¿Y usted me dirá que fue lo que paso?

            -Yo no tengo por qué hacer ningún trato contigo. -exclamó Snape con exasperación y mirándolo de tal manera que hizo decir a Harry:

            -Ni lo intente o salgo corriendo.

            -¿De qué hablas?

            -Legeremancia... sé que eso cruzo por su mente.

            -Entonces lárgate de aquí... no tolero esta conversación inútil.

            -Como yo lo veo, los dos necesitamos información... si usted me dice lo que sepa de Draco, yo le confiaré mis motivos para preguntarle por él.

            -Habla primero.

            -No hasta que me dé su palabra de que también hablará.

            -Yo no tengo porque hacerte ninguna ridícula promesa, Potter... antes bien agradece que no te haya sacado a patadas de mi oficina.

            -De acuerdo, yo averiguare lo que paso con Draco, solo quise que esto fuera más rápido.  -Exclamó Harry dándose la vuelta.

            -Espera... -dijo Snape sintiéndose acorralado- yo... lo prometo.

            -De acuerdo.

            -Pero habla primero, quiero saber qué demonios tienes que ver con Draco.

            -Bueno... -dijo Harry exhalando aire dándose cuenta de que de repente no era tan fácil contar lo que durante semanas se encargo de ocultar bastante bien con Draco-  eee... ¿puedo sentarme?

            -¿No quieres también una taza de té?  -Respondió Snape sarcástico.

            -Oiga... esto no es tan fácil... -protesto Harry sentándose en la silla-  Draco es...

            -¿Desde cuándo lo llamas Draco, Potter?   -exclamó Snape alzando una ceja.

            -Draco es... -continuo Harry ignorando el comentario de Snape- es una persona muy  importante para mi...

            -¿Importante?

            -Por favor, no me interrumpa... esto que le voy a contar, solo se lo he contado a mi padrino que es de mi entera confianza,  -exclamó Harry causando gran curiosidad en Snape- Yo quiero saber de Draco... necesito saber de él porque tenemos muchas cosas de que hablar.

            -¿De qué?

            -Bueno... no sé ahora, pero en el pasado teníamos... tenemos... bueno, no sé cómo llamarle exactamente...

            -No estoy entendiéndote nada, Potter.  -Interrumpió Snape exasperado.

            -No me extraña... ni yo mismo se cómo explicarlo, así que se lo diré sin rodeos ¿de acuerdo?

            -Eso estoy esperando.

            -Bien... -dijo Harry carraspeando-  hace meses Draco y yo, sostenemos una relación... -declaro Harry ante un silencioso Snape-  él y yo somos... ¿Qué somos?... -recordó de pronto las palabras de Draco, para empezar amigos no, había dicho el rubio, ¿entonces?...  -él y yo fuimos amantes.  -Declaró finalmente decidiendo que aclararía ese punto pendiente con Draco cuando tuviera oportunidad. Snape lo miró sin decir una sola palabra, con el rostro impasible y una mirada indescifrable-  Verá... -continuo Harry sintiéndose cada vez mas incomodo-  hace tiempo él y yo...

            -¡Mentira!... -Rugió Snape levantándose de golpe y poniendo las manos en la mesa.

            -¡No, no lo es!  -exclamó Harry levantándose también.

            -¡Largo, largo de mi oficina!

            -¡No antes de que me diga que paso con él!

            -¡No tengo que decirte nada!

            -¡Usted lo prometió!

            -¡Vete!  -exclamó Snape  rodeando el escritorio y tomándolo de un brazo.

            -De acuerdo... -dijo Harry soltándose y encarándolo-  mírelo usted mismo.

            -¿A qué te refieres?  -respondió Snape a escasos centímetros de su rostro.

            -Legeremancia... -contestó Harry sosteniéndole la mirada-   sé que no me leerá el pensamiento como erróneamente creí hace tiempo, sino  que con esto, usted puede saber   hasta el mas mínimo detalle de mis pensamientos, así que adelante... hágalo... no me resistiré.

            -No podrías Potter... -respondió Snape con desprecio-  siempre fuiste un inútil para aprender esto.

            -Con mayor razón... -exclamó Harry dispuesto a sacrificar parte de su intimidad con tal de saber de Draco-  ¿o acaso teme lo que pueda descubrir?

            -No tengo miedo de una mentira.  -Respondió Snape sin dejar de mirarlo y sacando su varita apuntándolo mientras  murmuraba: ¡Legeremens!

            Harry ni siquiera se resistió cuando el hechizo de Snape lo atacó, lo único que hizo fue apretar los puños cuando todo el despacho dio vueltas ante sus ojos y desapareció; por su mente comenzaron a pasar imágenes y más imágenes, como una película parpadeante, tan intensa que le impedía ver su entorno.

            Tenia cuatro años, estaba mirando a Dudley comerse todo un litro de mantecado mientras él se moría de antojo... Tenía diez años, y su primo, junto con su grupo de amigotes lo perseguían hasta hacerlo subir a un árbol... Estaba frente a un hombre enorme parecido a un gigante con un paraguas rosa que le sonreía amigablemente... Hermione dándole una poción con sabor a uva...

            -No... -dijo una voz dentro del cerebro de Harry cuando se le acercó el recuerdo de las duchas.

            -¿No?  -Murmuró burlón Snape desde algún sitio lejano.

            -Es decir... siga... -susurró Harry mareado ante la marejada de imágenes y emociones que eso revivía en él.

            Un chico de largo cabello rubio, totalmente desnudo y con la piel empapada apareció de repente... su piel nacarada resbalando contra sus manos... su boca roja e inflamada murmurando su nombre... Un Draco abrazándolo en medio de la lluvia mientras escondía su rostro en su cuello... Un sucio salón cubierto de fragmentos de piedra y un Draco saltando de alegría al ver realizado un hechizo con éxito... Un Draco recostándose en el escritorio mientras abría las piernas y susurraba: ¿Quieres que me masturbe frente a ti?...

            -¡Basta!... -Grito de repente Snape haciendo que su despacho volviese a aparecer ante los ojos de Harry-  ¿¡Cómo... como demonios has podido armar semejante engaño?!

            -Usted sabes mejor que nadie que estos recuerdos no son falsos... -Respondió Harry con la frente perlada de sudor y sintiéndose aun mareado.

            -Sal de aquí, Potter... -Susurró Snape sujetándose de la mesa-  vete... por favor...

            -Antes debe decirme... -Respondió Harry respirando entrecortadamente-  debo saber...

            -Déjame en paz... -Exclamó Snape caminando hasta su silla y dejándose caer pesadamente en ella al tiempo que cerraba los ojos.

            -Profesor...

            -Lo único que puedo decirte... -Respondió Snape con voz cansada-  Es que Lucius se lo llevó una noche sin dar la mas mínima explicación... ahora vete o no respondo de mi...

            Al escuchar esas últimas palabras, una persona que mantenía la oreja pegada a la puerta, se alejo corriendo procurando no hacer ruido sobre las frías baldosas de piedra mientras pensaba:

            -¡Maldito!... ¡maldito!... ¡¿no te basta lo que ha pasado?!... vas a arrepentirte de continuar con esto, voy hacerte llorar lágrimas de sangre...

            Mientras tanto, en el oscuro y lúgubre despacho de Snape, Harry se dirigió a la puerta arrastrando los pies, dio una última mirada al profesor de pociones quien mantenía el rostro hacia abajo con los ojos cerrados y   finalmente salió de la habitación.

            Al quedar solo, Severus Snape solo atinó a quedarse quieto, las imágenes que vio en la mente de Harry danzaban en su cabeza; no podía ser... pensó confundido.

            -¿Por eso... Lucius se lo llevó?  -pensó mientras exhalaba un profundo suspiro al tiempo que recargaba la espalda en la silla viendo sin ver una mota de polvo inexistente en sus papeles-  Draco... ¿Qué fue lo que vio Lucius en ese pensadero?... -Sintiendo una angustia aplastante se levantó para caminar mientras pasaba lentamente los dedos sobre su escritorio-  ¿por eso toda tu confusión, Draco?... -murmuro al tiempo que dejaba su escritorio y caminaba hacia su gabinete lleno de pociones-  ¿por eso esa tristeza?... -Por qué si... él había notado esa sombra de dolor en los grises ojos de Draco, pero sabiendo que su ahijado no le contaría nada, había preferido callar; ahora se preguntaba si eso había estado bien-  Si es eso, ahora entiendo la actitud de Lucius... Vaya... -pensó mientras sonreía sin ganas-  De todos los malditos chicos de este colegio, tenias que fijarte precisamente en Potter... pareciera que el destino se ríe de ti, Lucius... y de mi también... bueno... -Pensó mientras se servía un trago de whiskey de fuego-  Al parecer toda esa absurda situación termino, eso es lo mejor para Draco... y hasta para Potter.

            Mientras tanto, en la lechucería del colegio, alguien escribía ahí mismo una carta llena de ira mientras pensaba:

            -¡Maldito par de maricas!... esto no se queda así... no van a  reírse de mi... no les bastó burlarse de todos, no les bastó haber tenido sexo... veamos... -Murmuró al tiempo que examinaba su carta-  Si, esto está bien.  -Concluyo mientras tomaba una lechuza y le ataba el pergamino para después salir de ahí y dirigirse a su dormitorio.

            Una hora después, en el Suroeste de Inglaterra, en Wiltshire, en una hermosa casa señorial llamada Malfoy Manor, un hombre alto y rubio, recibía una carta; carta que abrió en su despacho sentado detrás de su escritorio.

            "Señor Malfoy...

            Usted debe saberlo... Harry Potter está averiguando sobre Draco, al parecer quiere hablar con él... ¿¡qué pasa con usted que no anuncia en el "Profeta" que ya está comprometido?!... ¿no le bastó ver lo que le envié en el pensadero?, perdone si me dirijo a usted de esta manera, pero no entiendo que pasa, el porqué usted no hace nada... en fin, esperando no haberlo incomodado demasiado, me despido sin dejar de dar gracias a Merlín el que ustedes me hayan elegido como futura esposa de su hijo.

Atte.

Pansy Parkinson.

           

Notas finales: REVIEEEEEEEEEEEWS!!!!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).