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POCION por Orseth

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Notas del capitulo: HOLA A TODOS!!!!!!!!
AQUI DE NUEVO YO REPORTANDOME, Y ACLARANDO VARIAS COSAS, SI DE NUEVO EL TEXTO APARECE SIN ESPACIOS, ES X LA PAG, PEGA TODO Y NO HAY MANERA DE EDITAR.
SEGUNDO, MUCHOS ME HAN PREGUNTADO X DARCO, Q XQ NO APARECE.... ES SIMPLE, EH QUERIDO Q SE VEA EL SUFRIEMIENTO DE HARRY, ASI COMO VIMOS EL PADECER DE DRACO, ASI Q NO DESEPEREN.
Y BUENO, YA NO LOS ENTRETENGO.
BESITOS!!!
CAPITULO 58

Al día siguiente, en el desayuno, Ron comentaba mientras comía sus huevos con jamón:
-Eres un suertudo Harry... aun te quedan el día de hoy y el de mañana libres.
-Si, pero quien se supone que es mi tutora, ni siquiera quiere verme. –Respondió Harry viendo el lugar de Hermione vacio.
-Ya vendrá, dices que tampoco cenó, estará muriendo de hambre.
-Sabes que puede conseguir comida en las cocinas.
-Pero yo creo que... –Exclamó Ron interrumpiéndose al ver llegar a Hermione a la mesa, a la cual se sentó sin decir palabra.
Ron y Harry solo se miraron y continuaron comiendo en silencio, hasta que al fin ella, dijo:
-Después de la comida en la sala de los menesteres.
-No, ahí no... –Dijo Harry de repente.
-¿Por qué no, Harry? -Preguntó Ron- Ahí nadie nos molestara.
-Busquemos otro sitio, por favor.
-De acuerdo, -Concedió Hermione- Entonces en el salón en desuso que está en el cuarto piso, al fondo del pasillo.
-Está bien.
-Adiós. –Dijo finalmente Hermione levantándose de la mesa sin siquiera voltear.
-¿Tu qué piensas? -Pregunto Harry a Ron, quien ahora comía una dona con mantequilla.
-Ni idea... –Respondió Ron con un bigote de leche sobre los labios- Parece enojada, pero ella es rara, ya lo sabes.
-Bueno, te dejo... –Dijo Harry levantándose- tengo cosas que hacer.
-Adiós.
Cuando Harry se encontró solo, su mente comenzó a trabajar en como poder comunicarse con Draco porque ya le había quedado más que claro que por correo nunca lo iba a lograr; por lo que decidido caminó hacia las mazmorras, sabiendo que la clase de pociones estaba a punto de comenzar; al llegar toco suavemente y entro sin esperar respuesta.
-Vaya... hasta que te dignas aparecer en clase, -Dijo Snape desde su escritorio al verlo entrar- Seguramente te crees muy bueno desde que saliste bien librado del señor Tenebroso... claro, la arrogancia es característica de los Potter.
-No vengo a tomar clase aun profesor... –Dijo Harry acercándose al escritorio- Y no me creo muy bueno, es más, sé que en pociones soy pésimo...
-Al menos lo reconoces. –Respondió Snape despectivamente para después añadir: -Entonces no vengas a quitarme el tiempo, yo si tengo trabajo que hacer.
-Yo... bueno... –Exclamó Harry un poco titubeante- Vengo a pedirle ayuda.
-¿Pretendes sobornarme para mejorar tus notas, Potter? -Dijo Snape levantando una ceja burlonamente- Sabia que los Potter eran tontos, pero no creí que tanto.
-No hablo de eso y usted lo sabe.
-¿De qué hablas entonces?
-De Draco...
-Ese asunto está concluido... –Interrumpió Snape mirándolo duramente- Así que mejor metete en tus asuntos de nuevo.
-El es mi asunto... –Respondió Harry firmemente- y necesito hablar con él, por carta no puedo hacerlo porque no recibo respuesta, debe haber otra manera y necesito que usted me ayude.
-Y yo necesito que desaparezcas de mi vida... –Respondió Snape dejando de escribir- Pero sé que eres como una enfermedad crónica en este lugar, así que ya me resigne a tener que ver tu horrible rostro todos los días, así mismo tú deberías resignarte a que ese asunto con Draco esta mas que acabado.
-¡No!... ¡no voy a resignarme nunca!
-¡Pues peor para ti! –Respondió Snape poniéndose de pie- ¡fuera de mi vista!
-¡No!
-¡Escucha Potter, si no te vas, yo...! –Snape ya no pudo seguir hablando al escuchar de repente la chicharra de la escuela anunciando el comienzo de las clases.
-No voy a darme por vencido. –Susurro Harry al profesor antes de retirarse ante la sorprendida mirada de algunos Ravenclaw que iban llegando, entre ellos Cho, que solo atino a suspirar al verlo pasar a su lado sin siquiera mirarla.
Cuando la hora de la comida llegó, Harry se encontraba en la biblioteca buscando información sobre Malfoy Manor, y la encontró en un libro que hablaba de mansiones ancestrales, se sorprendió al ver la magnitud y magnificencia de la mansión, ya que cuando fue atrapado y llevado ahí junto a sus amigos, no estaba como para apreciar la belleza de la casa. Se levanto para ir al comedor, encontrándose con sus dos amigos.
-Hola chicos.
-Que tal Harry. –Respondió Ron.
-Hola. –Saludo Hermione comenzando a comer en silencio.
Al terminar, todos se levantaron, solo que Harry dijo:
-Los alcanzo en unos minutos.
AL encontrarse los tres en el salón un rato después, un incomodo silencio invadió el ambiente; hasta que Harry decidió romperlo.
-Hermione... me alegra que aun quieras platicar conmigo.
-Yo, Harry... veras... –Respondió Hermione un tanto incomoda- Bueno... iré al grano, ya que no me gusta darle tantas vueltas a un asunto.
-Eso me alegra. –Dijo Harry sentándose en un viejo pupitre.
-Harry... yo... a mí no me molesta que seas gay. –Soltó Hermione.
-¿En... en serio? –Pregunto Harry sintiendo una sonrisa dibujársele en el rostro.
-Si... de hecho, tengo un primo que lo es y mis padres lo quieren mucho porque es un buen chico... aunque bueno... la verdad nunca me lo espere de ti, eso, debo confesar, me dejo muy aturdida.
-Pues... yo... –Balbuceó Harry con una sonrisa tonta en la cara- me alegra, llegue a pensar que perdería tu amistad por eso.
-No seas tonto, -Dije Hermione sentándose a su lado- siento que aun estoy en shock, pero no por eso dejaría de ser tu amiga.
-¿Entonces por qué esta actitud?... tu sabes...
-Ah, si... –Respondió Hermione sintiéndose incomoda de nuevo y poniéndose de pie- Si, sé a lo que te refieres... y voy a ser sincera en lo que a eso respecta.
-Tú dirás. –Dijo Harry percibiendo por donde iba el asunto.
-Mira Harry, -Comenzó Hermione- el que a ti te gusten los chicos, no significa que a todos los demás también.
-¿Y qué significa eso? -Pregunto Harry haciendo gestos- la verdad no te entiendo.
-Significa... –Respondió Hermione exhalando un suspiro como quien tiene que revelar una terrible verdad- que yo pienso que todo es un engaño de Malfoy.
-¿Un engaño de Malfoy?... ¿y como para qué?
-Pues no lo sé... el de la mente maquiavélica es él.
-¿Crees que esté haciendo esta para distraerme y que Voldemort pueda acabar conmigo más fácilmente?
-Harry, estoy hablando en serio. –Exclamó Hermione.
-Yo también, -Dijo Harry- Hermione, estás diciendo que Draco está engañándome, ¿cierto?
-Sí.
-¿Y con qué fin si la guerra ya terminó?
-Bueno, Harry... –Intervino Ron, quien hasta ese momento había permanecido en silencio- mira... el que a ti te gustaran los chicos si me sorprendió y tu lo viste... y que al hurón le gusten también ya no me sorprende tanto desde que lo vi besándose con Zabinni, y déjame decirte que esas sospechas yo también las tengo... es que, veras... tú dices que lo quieres mucho, pero yo creo que él a ti no... ¿Cómo sería eso si anda besuqueándose con otro?
-La historia del beso... –Pensó Harry exhalando un suspiro- miren chicos, esa es una historia que tiene explicación, pero sería muy largo de contar... yo solo quiero decirles que no soy un tonto ingenuo que cualquiera puede timar.
-No estamos diciendo eso, Harry, –dijo Hermione- solo queremos que no salgas lastimado por Malfoy.
-Yo lastimado por Malfoy... –murmuró Harry con una débil sonrisa irónica- y... ¿si les dijera que fue al revés?
-¿Al revés?... –Repitió Hermione confundida- ¿Al revés cómo?
-Que no fue Draco quien me lastimó a mí... sino que fui yo quien lo hirió a él.
-Haber, haber... –Exclamó Hermione- ¿estás diciendo que esto no es un engaño de parte de Malfoy?
-Así es Hermione.
-¿Hablas en serio, Harry? –Pregunto Ron escéptico- Digo... ¡estamos hablando de Malfoy!
-Lo sé, Ron... –Respondió Harry- y créanme que toda esa confusión ya la pase yo... y después todo lo que viví con él, déjenme decirles que él nunca podría engañarme con esto, y si lo intentara, yo lo sabría... lo conozco muy bien.
-¿Estás diciendo que no es como lo conocemos? -Exclamó Hermione incrédula.
-No, estoy diciendo que él más que eso... y yo sé que él me quiere, me dio muchas pruebas.
-Harry... –Intervino Ron poniéndose rojo- No todo es sexo.
-No hablo de sexo, Ron... –Exclamó Harry un tanto exasperado y poniéndose de pie- me refiero a otras cosas... muchas cosas que se van descubriendo con el día a día, con cada momento juntos... te podría jurar que aunque llevo años siendo amigo de Hermione, hay cosas de ella que solo tú has llegado a conocer, ¿no es así?
-Bueno... pues... pues si... –Respondió Ron.
-El me ama... pueden creerlo a no, pero él me quiere... –Dijo Harry lleno de convicción.
-Harry... –Exclamó Hermione.
-Y cuando se despidió de mí... –Interrumpió Harry tomando la mochila que había llevado con él- me dejo un regalo... algo que alguien como Draco Malfoy no le daría a cualquiera. –Y sin decir más, sacó el pequeño cofre que Draco le había dejado en la casa de los gritos.
Ron y Hermione lo miraron en silencio, vieron como colocó el cofre en el escritorio lleno de polvo para abrirlo y sacar de ahí una carta... carta que entrego a Hermione diciendo:
-Draco me dio muchas cosas... y este fue su último regalo... un regalo de despedida, -Hermione tomo la carta mirándolo interrogante, intuyendo que se trataba de algo muy privado- Adelante... –dijo él sonriendo comprensivo- Aunque esto es algo muy mío y muy personal, si es necesario para que entiendan... háganlo, lean y después... ya veremos.
Ron y Hermione tomaron el pergamino y se sentaron en un escalón que separaba los pupitres del frente del salón, y juntando sus cabezas comenzaron a leer la carta mientras Harry colocaba junto a ellos el cofrecillo abierto.
Carta de la cual Harry recordaba cada palabra a la perfección, ya que todas las noches y cada que se encontraba a solas en su habitación, leía una y otra vez, así que suspirando con melancolía y mirando por el sucio vidrio pañoso, recordó.

Harry...
Ni siquiera diré "hola"... y es que la verdad, no sé como comenzar... esta carta no es de despedida propiamente... ni siquiera una declaración de amor... es simplemente lo que pienso y siento, nada más, como si de un diario se tratase.
Si a ratos parece confuso... es que así me siento en realidad, aunque debo confesar que eso no afecta la determinación con la que de ahora en adelante manejaré... o al menos intentaré dirigir mi vida.
¿Recuerdas la primera vez que me besaste?... ¡cómo olvidarlo! ¿Verdad?... en esa ocasión quise matarte... ¡cómo te deteste, Potter!.. Pero bueno, ¿Quién iba a decir que eso sería el comienzo de semejante locura?
¿Por qué sabes?... nunca... ni en mis mas locos sueños imaginé sentir lo que siento por ti... nunca imaginé que fueras tú precisamente quien irrumpiera en mi vida volteándola maravillosamente de cabeza; me hiciste romper mis propias reglas... mi propia coraza...
¡Ah!... ¡y los días que siguieron!... me divierte mucho recordar todos tus ridículos regalos, como si estuvieses intentando conquistar a una chica... ¿sabes lo que hacía con todo lo que me enviabas?... lo tiraba o simplemente lo regalaba; aunque debo aceptar que eran de muy buena calidad y buen gusto y al final los esperaba con impaciencia, obviamente sin reconocer eso conmigo mismo.
Y cuando de repente ya no me hiciste mas caso, ¡sentí tremenda desolación!... si querías lastimar mi orgullo, lo lograste; ¡y qué decir de cuando te vi besándote con Granger en la torre de astronomía!... ¡ah Harry, quise matarte!... te odie tanto por haberte besuqueado con la cerebrito... ¿pero te confieso algo?... mas me odié yo por sentir que me moría de celos... vaya con tus planes maquiavélicos ¿eh?
Y el día del partido de Quidditch... cuando me abrazaste en medio de la lluvia... nunca olvidare esa fría tarde en la horrible casa de los gritos; ese día conocí mas del "niño que vivió" que lo que pude conocerlo en años viviendo en el mismo colegio y después...
Y después...¿lo recuerdas, Harry?... me tomaste entre tus brazos, besaste mi piel y me hiciste el amor... porque en esa ocasión no fue solo sexo... al menos claro... no de mi parte.
Y los días que siguieron a ese, creo... no, no creo... estoy seguro que nunca pase días tan felices y divertidos en Hogwarts; días que atesoraré en mi corazón... y el tan esperado fin de semana juntos en el mundo muggle... que divertidos... a pesar claro, del robo del dinero, de tu torcedura de pie, del mugroso hotelucho de quinta y de los muggles ladrones; pero incluso eso, estando a tu lado, fue increíble.
Y fui tan feliz, que yo... que yo intenté aprender de ti... intenté confiar como lo haces tú en el futuro, como lo haces en la vida... pero ahora veo que en realidad nunca lo hice... no, nunca confié en que lo lograría, nunca lo creí en realidad.
Y esa realidad me golpeo en el rostro haciéndome ver las cosas cuando sucedió lo de Blaise...si, lo acepto, me equivoque con Blaise, pero no de la forma en que tú crees, sino por haber sido tan confiado e ingenuo... sé que mi reputación dice otra cosa y que nunca dejaré de ser un Slytherin, así que entiendo que pienses tantas cosas de mí, pero yo nunca te engañé, fue solo un beso, y aunque sé que no me crees y que realmente eso ya no importa, quería decírtelo de todos modos... ¿Cómo podría estar con otra persona, si esa persona... no eres tú?...
Pero está bien... las cosas son como deben ser... todo pasa por una razón, y esa, tal vez sea, que ahora si podré vivir mi vida cumpliendo con la responsabilidad que tengo como único heredero de la familia Malfoy con la plena seguridad de haber conocido el amor, y por lo tanto sintiendo que la vida y yo estamos a mano.
Porque yo... yo me enamoré de ti...
Sé que no lo crees, pero eso no tiene la mínima importancia ya; ¿sabes porque?... porque nunca hubo la menor posibilidad de que esto fuera algo más de lo que fue.
¿Sabes, Harry?... contigo he llorado más que nunca, pero también eh reído más que nunca... y con eso me quedo... con eso me basta... con eso soy feliz...
Te quiero tanto... te amo tanto, que tengo que dejarte... ¡oh Harry...! ¡Si me quisieras tan solo un poco!... Seguro que no... Pero no importa, mi amor alcanza para los dos.
Estarás enojado... si, seguramente lo estarás... lo siento, lamento cargar mis sentimientos inútiles a tu espalda, lo siento de verdad...
Harry... crucifica mi amor si eso sirve para ti... crucifícalo si eso me libera... mi amor es tan ciego, tan torpe y tan ingenuo, que necesita que lo olvides... es la amarga medicina que necesito con desesperación... la necesito en verdad porque siento como se balancea el dolor en mi corazón... lo siento por todo mi cuerpo.
¿Sentiré esto para siempre?... no lo sé... lo que sí sé, es que ahora puedo aguantar el dolor, ya no soy tan débil, así que no hay razón para llorar.
Ya me imaginaba que cuando me enamorara, tendría que decir adiós... pero está bien... todo está bien ahora; esto debe ser así, no pasa nada. Te dejo un regalo... algo que sé te gusta mucho y con lo cual termino esta historia.
Esta es una noche fría y cuando la luna este en lo alto, yo ya habré dicho adiós...

Atte. Draco Malfoy.

Miró hacia los chicos, y vio como Hermione abría con mano temblorosa el lienzo mientras que de sus ojos brotaban lágrimas.
-¡Oh, Harry!... –Gimió ella al ver el color dorado asomarse entre el color negro del lienzo.
-Esto es... –Murmuró Ron tomando de entre las manos de Hermione el lienzo- Harry... –Susurró mirándolo mientras sentía un nudo en su garganta.
-Si... –Respondió Harry alejándose de la ventana y caminando hasta ellos- mi regalo...
-Su... su cabello... –Dijo Ron viendo como hipnotizado como Harry lo tomaba suavemente de entre sus manos y lo acariciaba delicadamente con un dedo.
-Su último regalo... junto con esa carta en la que despide de mí.
-¡Oh Harry!... ¡en verdad te ama!... –Balbuceó Hermione ente hipidos en tanto Ron se levantaba desconcertado, reflejando en su expresión el cúmulo de sentimientos encontrados.
-Y yo... yo lo deje ir. –Susurró Harry exhalando un suspiro.
-El hurón te ama... –Exclamó Ron en voz alta como hablando consigo mismo- el hurón... se enamoro de ti... –Dijo mirando a Harry con expresión de asombro.
-Si, se enamoro de mí y yo le dije cosas horribles... –Dijo Harry sentándose en el suelo frente a ellos con las piernas cruzadas- Entre todo, le dije que se alejara... y lo hizo...
-Pero... ¿eso es todo, Harry? -Preguntó Hermione con los ojos rojos- Digo... ¿todo termino definitivamente entre ustedes?
-Según él, si... según yo, no.
-¿Cómo es eso?
-Que me di cuenta de que no puedo dejarlo ir... no puedo resignarme a perderlo así como así...
-Ay Harry... me siento horrible, -Exclamó Hermione limpiándose la nariz- además de confundida... aun no acabo de asimilar todo esto... ¿Malfoy enamorado de ti?... nunca lo espere, la verdad.
-¿Y cómo crees que me sentí yo al descubrir lo mismo, Hermione? -Preguntó Harry mirándola con pesar- Casi me arrojo desde la torre de astronomía al darme cuenta de todo.
-No puedes... –Dijo de pronto Hermione poniéndose de pie.
-¿No puedo?... ¿no puedo qué? -Exclamó Harry confundido.
-Darte por vencido... tienes que lograr que regrese contigo. –Respondió Hermione con firmeza.
-¿Y cómo lograrlo si no he podido contactar con él? –Dijo Harry exhalando un suspiro.
-¡Pues no sé, debe haber alguna forma!... ¿tuúcomo ves, Ron? –Dijo Hermione dirigiéndose al pelirrojo, quien había permanecido en silencio todo ese rato.
-¿Eh?... –Exclamó Ron confundido, como quien no ha escuchado una sola palabra de la conversación.
-Pues de... ¿acaso no has puesto atención? -Exclamo molesta.
-Yo... si, si se dé que hablas... –Respondió Ron haciendo gestos como de quien se esfuerza por entender algo- Es solo que... bueno...
-Aun no lo crees, ¿verdad? -Pregunto Harry sin dejar de mirar el lienzo negro en sus manos.
-No es eso, Harry... –Respondió Ron- es solo que... bueno, si lo creo pero... la verdad me sorprende que Malfoy sea capaz de amar a alguien aparte de su familia... me refiero a que, bueno... fue un mortífago.
-El no fue un mortífago, -Respondió Harry intentando no molestarse- Fue obligado por su familia y por Voldemort.
-No me lo tomes a mal, Harry, -Dijo Ron acercándose a él- comprende que durante años lo conocimos de cierta manera, y ahora tu... bueno... vienes y nos dices que lo quieres, y lo que es más... que él también te ama, no es tan fácil, amigo.
-Si, tienes razón... –Acepto Harry sonriéndole levemente- Lo siento.
-No te disculpes, -Respondió Ron dándole una palmada en el hombro y sentándose en el escalón frente a él- Aunque me cueste aceptar que mi mejor amigo y el amargado hurón desteñido están enamorados... lo hare; y si para verte feliz al fin, de una vez por todas, es necesario ayudarte a hablar con él... pues ni modo, lo haremos.
-Gracias amigo. –Exclamó Harry sintiéndose muy confortado.
-Entonces... –Intervino Hermione sentándose junto a Ron- ¿Cuál es el plan?
-Eh intentado hablar con él por medio de cartas, -Respondió Harry- Pero no me responde.
-No me sorprende. –Dijo Hermione- Si le dijiste que no se volviera a acercar.
-Además va a casarse ¿no? -Intervino Ron- ¿Cómo puede hacer eso si ama a Harry?
-Porque es su obligación como único heredero de la familia Malfoy... –Explicó Hermione- Tampoco es su decisión.
-Vaya vida la del hurón, ¿eh? -Dijo Ron exhalando un suspiro.
-Deja de decirle así... –Dijo Harry.
-Primero tiene que seguir los pasos de su padre sirviendo a quien ustedes saben... –Dijo Ron haciendo caso omiso al reclamo de Harry- y luego tiene que casarse con alguien a quien no quiere... ¿Dónde está el Glamour del que tanto presume?... eso, definitivamente no es vida.
-Comienzo a verlo desde otra perspectiva, -Dijo Hermione- a pesar de saber que cuando intentó matar al profesor Dumbledore y dejo entrar a los mortífagos en Hogwarts, lo hizo bajo amenaza... aun así nunca lo tragué... pero ahora, la verdad... comienzo a verlo como más... mmm ¿Cómo decirlo?
-¿Mas humano?... –Completo Ron.
-Si... algo así. –Respondió Hermione un tanto avergonzada.
-¿A verlo como realmente es? -Continúo Harry mirándola.
-Si... –Respondió Hermione en voz baja- Una víctima más de la guerra... como cualquiera de nosotros.
-De hecho, ya lo sabíamos... –Dijo de pronto Ron mirando sus manos- Pero yo, la verdad... nunca pude verlo de otra manera... hasta ahora.
-Te entiendo Ron... –Respondió Harry comprensivo- Pero habrían de ver que dulce es cuando estamos a solas... y la forma en que su rostro se ilumina cuando sonríe...
-Ya, ya Harry... –Respondió Ron haciendo gestos- esa es más información de la que necesito... ahora ¿Qué vamos a hacer para que logres hablar con él?
-Veamos... –Dijo Hermione pensativa- Dices que no te ha respondido las cartas.
-Ajá.
-¿No será porque no las ha recibido?
-mmm... ¿dices que alguien intercepta el correo?
-No lo sé, pero sería bueno buscar otro modo de hablar con él.
-Fue su padre quien se lo llevó.
-¿Por qué? -Pregunto Ron.
-Ni idea, -respondió Harry- Ni siquiera Snape supo decirme.
-¿¡Le preguntaste a Snape?! -Exclamó Ron estupefacto.
-Si, y no sabe nada.
-¿Estás seguro? –Pregunto Hermione.
-Si, además no quiere ayudarme, dice que me olvide de Draco.
-¡Espera, espera Harry!... –Exclamó Ron poniéndose de pie- ¿¡acaso estás diciendo que Snape ya sabe lo de ustedes?!
-Si, lo sabe... y es más que obvio que no le hizo nada de gracia.
-¿¡Y cómo es que sigues vivo?!
-Pues déjame decirte que eso mismo me lo pregunto yo.
-¡Si que el mundo se ha vuelto loco! -Exclamó Ron dando un silbido y volviéndose a sentar- Si Snape sabe que te tiraste a su querido ahijado y sigues vivo para contarlo, es que el mundo está totalmente deschavetado.
-Todavía hoy en la mañana le pedí ayuda de nuevo y casi me aplica un Crucio.
-¿Y si le enseñas la carta, Harry? -Dijo de pronto Hermione.
-¿La carta?... –Dijo Ron frunciendo el ceño- ¿Por qué mejor no la pone en un periódico mural?, ya nos la enseño a nosotros, es demasiado personal como para ir enseñándola a todo el mundo como bandera.
-No se la va a enseñar a todo el mundo... –Dijo Hermione rodando los ojos- Solo a Snape... en esa carta, Draco desnuda su alma... si Snape ve cuánto dolor hay en esas palabras, no sé... tal vez se conmueva y ayude a Harry, digo, no está de más intentarlo ¿no creen?
-Pues yo insisto que no es buena idea. –Concluyo Ron cruzándose de brazos.
-Y yo digo que si lo es... –Dijo de pronto Harry.
-¿Estás loco?... –Exclamó Ron- ¡leerá que tú y él...! bueno... tú ya sabes...
-No importa, -Dijo Harry poniéndose de pie- No solo lo sabe... también lo ha visto.
-¿Qué?... ¿Cómo?... –Balbuceo Ron.
-La primera vez que le pregunte sobre Draco, le tuve que mostrar algo de lo que habíamos vivido para que me creyera.
-Por todos los cielos... –Exclamó Hermione con la mano en la boca- Si que estas desesperado.
-Así que mostrarle la carta... bueno, no digo que me agrade enseñarle algo tan mío, pero... tal vez sirva para que vea lo que Draco sufre.
-Nada pierdes con intentarlo. –Dijo Hermione.
-¿Yo que puedo decirte? -Concluyó Ron recargándose hacia atrás con sus manos en el suelo- solo te deseo suerte.
-Gracias. –Respondió Harry guardando todo en su pequeño cofre- Esto no me gusta más que a ustedes, pero mientras más pronto mejor... voy a verlo ahora mismo.
-Suerte Harry. –Respondió Hermione sonriéndole.
-Si amigo... –Dijo Ron sin moverse de su lugar- La necesitaras.
Harry los miró y luego de unos momentos de silencio, sonrió mientras decía:
-Gracias amigos.
-No hay de que hermano. –Respondió Ron sonriendo también- Solo espero que tu próxima noticia no sea que te vas a casar con Hagrid.
-O con el profesor Dumbledore... –Dijo Hermione haciendo muecas- Eso si me traumaría.
-Váyanse al cuerno. –Respondió Harry riendo mientras salía del salón.
Mientras caminaba por el pasillo, Harry iba aun sonriendo, lo que acababa de conversar con sus amigos le había quitado un gran peso de encima; el que ellos finalmente le dieran su apoyo incondicional significaba mucho para él ya que eran una parte muy importante de su vida; y aunque aun tenía mucho que hacer para finalmente arreglar las cosas con Draco, en ese momento sentía que podía hacer cualquier cosa si aquellos a quienes quería en verdad, estaban con él.
Pero después de los primeros minutos de caminar, la realidad de lo que estaba a punto de hacer, le cayó encima... ¿y si Snape no quería ayudarlo aun después de leer su carta?... en primer lugar, no le era tan fácil mostrársela, aunque claro, después de haber visto a Draco tendido frente a él completamente desnudo, lo de carta ya no era tan terrible; así que espero fuera de su oficina hasta que escucho a lo lejos el característico caminar del profesor de pociones; lo que hizo entonces fue esconderse atrás de una escalera hasta verlo entrar; después de unos minutos salió de su escondite y se planto frente a la puerta, suspiro profundamente agarrando valor, y solo así, tomo con firmeza el picaporte y lo giro para entrar sin avisar para no recibir la obvia negación.
-¡Potter!... –Exclamó Snape girándose rápidamente desde su gabinete de ingredientes- ¿¡quien rayos te dio permiso de entrar?!
-Lo siento mucho profesor... –Respondió Harry cerrando rápidamente la puerta y caminando hacia él- Pero necesito hablar de nuevo con usted.
-¡Y yo necesito un nuevo trabajo!... –Exclamó Snape tomándolo de un brazo y arrastrándolo hasta la puerta.
-¡No, espere!... –Grito Harry intentando zafarse sin éxito- ¡necesito que vea algo, por favor!
-Y yo necesito verte lejos de mí, Potter... –Escupió Snape con desprecio mientras abría la puerta.
-¡Draco me ama, está sufriendo y tengo que hablar con él!
-Draco no es asunto tuyo, Potter.
-¡Si que lo es!... –Exclamó Harry sujetándose del marco de la puerta y extendiéndole el cofre- ¡tenga, mire lo que hay dentro, es importante que lo vea! -Severus se quedo mirando fijamente el pequeño cofre, lo reconoció de inmediato como propiedad de Draco, ¿Cómo no hacerlo si el mismo se lo había regalado en un cumpleaños?- Por favor... –Susurró Harry mirándolo expectante.
-Fuera. –Concluyó Snape tomando el cofre y arrojando a Harry fuera de la oficina para cerrarle la puerta en la nariz.
Harry se quedó atrás de la puerta, con la respiración agitada y el corazón latiéndole a mil por hora, pero dispuesto a acampar ahí si era necesario.
Mientras tanto, dentro de la oficina, Severus miraba fijamente el cofrecillo que tenía en la mano; para que Draco lo hubiese regalado, era porque un motivo muy importante... demasiado en realidad, lo había motivado.
Lentamente se dirigió a su escritorio sin dejar de verlo, se sentó en su silla y puso el cofre frente a él sin decidirse a abrirlo aun... pasó un buen rato mirándolo y finalmente exhalando un profundo suspiro levantó la tapa.




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