CAPITULO 62
Unos golpes en la puerta hicieron saltar en la cama a los dos chicos que yacían abrazados mientras dormían profundamente.
-¿¡Que rayos...?! –Exclamó Draco.
-Draco, abre la puerta. –Dijo una voz desde afuera.
-¡Mi mamá! -Exclamó Draco saltando de la cama doliéndose inmediatamente.
-¡Oh!... ¿tu pierna? –Preguntó apenado Harry al verlo cojear.
-Si tarado... ¡¿Qué esperas?! ¡Escóndete!
Harry se levantó rápidamente mientras tomaba sus zapatos y ropas esparcidos por el suelo mientras los toquidos en la puerta sonaban más impacientes.
-Draco, sino abres la puerta te lanzare una maldición que te tendrá postrado en cama una semana,
-¡Ya voy mamá! -Respondió Draco vistiéndose rápidamente.
-¡No te escucha, la habitación esta insonorizada!... ¿Dónde me meto?... –Preguntó Harry con un bulto de ropa en sus manos- No abajo de la cama...
-¡En el armario!
-¡Draco!... –Exclamó Narcisa con voz molesta- Te doy tres segundos para que abras... uno...
-¡Rápido, rápido!... –Apuro Draco a Harry mientras él terminaba de ponerse su pijama.
-Dos...
-¡Harry, tu varita!
-¡Ah sí, pásamela!
-¡Ya voy mamá!... que idiota... No me oye... -–Se dijo a si mismo calzándose sus pantuflas y tomando su varita para iluminar mas su habitación y quitar sus hechizos.
-Tres...
-¡Finite Incantatem! –Exclamó Draco al tiempo que abría la puerta y escondía su varita en su espalda.
-¿Por qué no respondes cuando te llamo? -Preguntó Narcisa molesta mientras entraba con una charola en las manos.
-Si te respondí, -dijo Draco aplicándose un hechizo Glamour en lo que su madre le daba la espalda por aquello de su cuello.
-Pues no oí nada, -Respondió Narcisa acomodando la charola en el tocador y hacía espacio en el mueble junto a la cama mirando con el ceño fruncido los platos que había ahí- Draco... ¿Qué te dije de esa comida?
-Que... bueno...
-Me estas buscando Draco y me vas a encontrar. –Dijo Narcisa mirándolo fijamente.
-Bueno... ¡es que esa ya estaba fría! -Se defendió Draco.
-Draco... ¡es ensalada, se come fría!...
-Mamá... –Exclamó Draco muecas y sentándose en la cama.
-¿Por qué cojeas? –Preguntó Narcisa quitado la charola de la comida anterior y acomodando lo que traía en el pequeño buró.
-Un calambre... –Respondió Draco- A todo esto, ¿otra vez de comer?... pero si acabas de traerme.
-¿De qué hablas? –Pregunto Narcisa tomando una servilleta bordada y dándosela a Draco- Eso fue hace horas... ¿sabes? No me gusta que te la pases durmiendo todo el día ni encerrado en... ¿volviste a cerrar las cortinas?
-¿Qué trajiste? -Pregunto Draco cambiando el tema y acomodándose la servilleta en las piernas.
-mmm... traje Le Foie Gas... –Respondió Narcisa pasándole el plato- No es pesado para la cena.
-Tu lo preparaste ¿verdad?... –Exclamó Draco aspirando el aroma que despedía el platillo.
-Pues claro... esos elfos no tienen la delicadeza para preparar algo tan delicado, -Respondió Narcisa muy ufana- también te traje Mousse de chocolate.
-¿Y de beber?
-Un gran vaso de leche fría.
-Pero mamá... –Protesto Draco llevándose a la boca un trozo de su platillo- Papá dice que el Le Foie Gas se acompaña con una copa de un buen vino tinto, de preferencia un Merlot Varietal.
-Ajá... ¿y luego? –Exclamó Narcissa levantando una ceja.
-¿Pues como un vaso de leche fría?... eso rompe la elegancia de esta cena.
-Come o me llevo el Mousse.
-No, no... Ya voy... mmm... que rico... –Murmuro Draco al llevarse a la boca el segundo bocado dándose cuenta de que en verdad se sentía hambriento.
-Vaya... parece que ahora si le atine al menú. –Comento Narcisa viendo como Draco no había comenzado con sus ya habituales reparos.
-¿Vas a quedarte? –Pregunto Draco limpiándose los labios con otra servilleta que le tendió Narcisa.
-Si, ya te dije por que... además mi amor... –Dijo Narcisa acomodándole un mechón de cabello atrás de la oreja- Hace tiempo que no platicamos.
-¿El Mousse también lo hiciste tu?
-No cambies el tema, Draco... –Respondió Narcisa preocupada- Desde que llegaste no has querido hablar.
-Es que no hay nada que decir. –Exclamó Draco alzando los hombros despreocupadamente pero sin despegar la vista de su plato.
-Draco, mírame... –Dijo Narcisa levantándole suavemente la barbilla.
-Mamá, no pasa nada... –Respondió Draco haciendo a un lado el rostro para soltarse de la blanca mano de su madre.
-Pero hijo...
-¿Sabes qué?... –Interrumpió Draco soltando los cubiertos- Ya se me quitó el hambre.
-De acuerdo... –Exclamó Narcisa exhalando un profundo suspiro- No insistiré mas... por ahora; aunque no sé que me extraña, eres exactamente igual a tu padre, obstinados a más no poder.
Después de eso, se hizo un silencio tranquilo en donde Narcisa solo veía a Draco comer mientras éste disfrutaba la comida por primera vez en muchos días; entonces, habiendo llegado al postre, una sonrisa maliciosa apareció en su rostro mientras hundía un dedo en el dulce de chocolate y se lo llevaba a la boca chupándolo lentamente mientras exclamaba cerrando los ojos:
-mmm... que rico...
-¿Esta bueno? –Preguntó Narcisa sonriendo.
-Muy bueno... –Respondió Draco dando otro dedazo al postre y lamiéndolo ahora con la punta de la lengua para después volver a meter el dedo a su boca dejando una pequeña mancha.
-Draco, tienes chocolate en los labios. –Dijo Narcisa divertida.
-Enseguida lo quito. –Respondió Draco pasando su lengua por los labios- ¿Listo?
-Listo... ahora come con la cuchara, no me gusta que metas las manos a la comida.
-Bien.
Rato después, Narcisa dijo satisfecha mientras recogía las servilletas y los platos en la charola:
-Me alegra que hayas comido, no me hubiera gustado ser ruda contigo.
-¿Lo serías, mami? -Pregunto Draco poniendo la expresión más inocente de su repertorio.
-¡Ay Draco, eres imposible! –Exclamó Narcisa rodando los ojos- Bueno, me voy y te advierto que desde mañana bajaras a desayunar en el comedor como se debe ¿entendido?
-Entendido... oye mamá...
-¿Si?
-¿Podrías traerme por favor una porción más de Le Foie Gas?... ¡ah, y también otra de Mousse de chocolate!
-¿Aun tienes hambre? –Exclamó Narcisa sorprendida- Nunca cenas tanto.
-Es que están muy ricos, tienes manos sublimes.
-Basta de adulación, -Respondió Narcisa sonriendo- Te traeré más pero no me gusta que cenes tanto en la noche, puede caerte pesado.
-Pienso leer un rato, lo comeré si me da hambre.
-De acuerdo, -Respondió Narcisa mientras se ponía de pie- ¿y otro vaso de leche?
-Si, gracias. –Respondió Draco levantándose y dándole un abrazo por detrás.
-¡Draco, vas a hacer que tire los platos! –Exclamó Narcisa riendo encantada de ver nuevamente a su hijo comportarse como siempre- Vuelvo enseguida.
Pero en cuanto la puerta se cerró, otra se abrió dejando salir a un Harry enfurecido.
-¡Eres un maldito! -Exclamó arrojando su ropa al suelo- ¡casi se me congela el culo ahí adentro mientras tu comías tu Le Fui No se qué y encima provocándome con ese dulce de chocolate!
-¿Yo? –Respondió Draco sentándose en medio de la cama- Jamás haría eso.
-Creo que mereces unas nalgadas. –Exclamó Harry frotándose los brazos mientras se subía a la cama.
-Recuerda que mi mamá regresara en cualquier momento.
-Pues tengo frio. –Respondió Harry recostando su cabeza en las piernas de Draco ya habiéndose metido entre las mantas. Draco no respondió, solo sonrió mientras comenzó a acariciar la suave y rebelde cabellera- mmm... –Gimio Harry cerrando los ojos.
-No te vayas a dormir, mi mamá ya...
-Si, ya sé, ya sé... –Interrumpió Harry- Oye, Draco...
-¿Si?
-¿Por qué tu papá te saco de Hogwarts? ¿Acaso no piensas regresar? -La mano de Draco se detuvo un momento al escuchar a Harry, a quien el gesto no le pasó desapercibido- ¿Qué pasa?
-Nada. –Respondió Draco acariciando de nuevo la negra cabellera.
-¿Y bien? -Insistió Harry- ¿Me dirás que pasó?
-No.
-¿Por qué no?
-Porque no pasó nada.
-Pero...
-Ya cállate... a veces hablas mucho ¿no te parece? -Exclamó Draco con fastidio.
-¡Ah, discúlpame si te aburro! -Respondió Harry con aire ofendido- Arreglemos eso.
-¿Y qué harás?
-¡Esto! -Exclamó Harry levantándose de un salto y pasándole los dedos por las costillas a Draco ocasionándole un ataque de risa.
-¡No, no! -Exclamó Draco de espaldas al colchón intentando protegerse- ¡Basta, Harry!...
-¿¡Muy fastidiado, eh, eh?! -Respondió Harry sin darle tregua haciéndolo reír a carcajadas.
-¡No, ya basta! -Dijo Draco ya con los ojos llorosos de tanto reír.
-De acuerdo... –Respondió finalmente Harry soltándolo.
-Eres un zopenco... –Susurro Draco con la respiración entrecortada.
-Si, yo también te amo. –Respondió Harry sentándose a un lado.
-¿Ah sí? -Exclamó Draco tendiéndole los brazos- ¿Qué tanto?
-Mucho, mucho... –Respondió Harry inclinándose hasta juntar su frente con la de Draco.
-Dime que tanto... –Insistió Draco.
-mmm... de aquí a la luna y de regreso, ¿y tú?
-Igual. –Respondió Draco besándole una mejilla.
-No, dime que tanto... –Insistió Harry besándole el cuello.
-Lo mismo, Harry... yo no voy a decir cursilerías como tú.
-¡Ah, eres un cabrón, Draco! -Exclamó Harry separándose- Me haces decir cosas idiotas y luego tú no quieres decirlas.
-Yo no te obligo... las dices porque quieres. –Respondió Draco encogiéndose de hombros.
-Eres imposible, como dice tu mamá... –Dijo Harry besándolo en los labios, beso que Draco interrumpió diciendo:
-Cuando menos ponte los calzoncillos, mi mamá no tarda en regresar.
-Aguafiestas. –Exclamó Harry levantándose. Draco no dijo nada, solo sonrió al ver el esbelto cuerpo de Harry buscar entre su montón de ropa- Listo... –Dijo éste finalmente poniéndose unos calzoncillos color mostaza.
-Insisto Harry... tienes un pésimo gusto para vestir.
-No importa, -Respondió Harry alzándose de hombros- Ya te había dicho que lo importante es lo de adentro.
-Eres un... –Exclamó Draco interrumpiéndose al escuchar unos toquidos en la puerta.
-¡Rayos! -Murmuró Harry tomando de nueva cuenta su ropa y zapatos mientras corría al armario.
Cuando Draco abrió la puerta, Narcisa entro con la charola diciendo:
-Recuerda lo que te dije de cenar mucho.
-¿Quién te entiende, mamá?... que si no como, que porque no como... que si como mucho, que por que como mucho...
-Ya entendí, ya entendí... –Respondió Narcisa dejando la charola junto a la cama- Bueno, mi amor... descansa.
-Gracias mamá, -Contesto Draco recibiendo un beso en la mejilla- Buenas Noches.
-Buenas Noches.
En cuanto Narcisa salió, Harry salió del armario diciendo:
-¡Al fin!
-Ven a cenar. –Dijo Draco tomando una servilleta y desdoblándola.
-¿Qué es? -Preguntó Harry con curiosidad sentándose en la cama.
-Lo mismo que cené yo hace un rato. –Respondió Draco poniéndole la servilleta en las piernas- ¿Pero podrías ponerte algo de ropa?... comer así es de mala educación.
-Me importa un cuerno la educación, Draco... –Respondió Harry echándole un ojo a la comida- ¿Qué es eso?
-Es Le Foie Gas... es hígado de ganso hecho mouse perfumado con trufas.
-mmm... ¿hígado de ganso?... –Exclamó Harry arrugando el ceño- No me gusta.
-Nunca lo has probado ¿Cómo sabes que no te gusta?
-¿Y cómo sabes que no lo he probado?
-Eso es fácil de deducir, Harry... este platillo es la crème de la crème de los platillos franceses y cabe decir que es carísimo... tu eres un mestizo que no tenia en donde caerse muerto.
-¡Oye!
-Y ni te me ofendas... –Dijo Draco tomando con un tenedor, un bocado del platillo- Tú mismo me contaste como te trataban tus tíos muggles, así que dudo que hayas probado algo más refinado que una hamburguesa.
-Bueno... eso sí.
-Así que no te pongas remilgoso y huele primero... -Dijo Draco acercándole el tenedor a la nariz.
-¡Oh! -Exclamó Harry al percibir el aroma- ¡huele rico!
-Y sabe rico... abre la boca.
-¡mmm!... si... –Murmuró Harry al degustar el suave platillo- Esta muy bueno...
-¿Ahora si podría dignarse el Salvador del Mundo Mágico tomar el tenedor y comer por sí mismo?
-No... –Exclamo Harry haciendo un puchero- Sigue dándome tú.
-Lo que te voy a dar es una tanda de patadas...
-¡Pues entonces no quiero cenar! -Exclamó Harry tapándose la cara con la servilleta y dejándose caer hacia atrás.
-Por los calzones de Merlín... –Exclamó Draco rodando los ojos- Ni tú eres yo, ni yo soy mi mamá... así que olvídate de que te tenga paciencia.
-Pues ya te dije... –Respondió Harry sin descubrir su rostro provocando la risa de Draco.
-Eres un tarado... Pues entonces me lo comeré yo.
-¡No te atrevas a tocar mi Le Fui No se qué!... –Respondió Harry levantándose como resorte.
- Le Foie Gas... –Corrigió Draco.
-Lo que sea... –Dijo Harry tomando un gran bocado mientras Draco se acomodaba en la cabecera de la cama.
-Por cierto, Harry... –Dijo Draco mientras Harry comía- Ya no me hagas esos chupetones en el cuello, hace rato por poco me descubre mi mamá.
-Pero me gusta hacértelos... –Dijo Harry tomando un sorbo de leche- Creí que te gustaban.
-Me gusta cómo se siente cuando me los haces, pero no me gusta la marca que queda... parezco jirafa.
-Es que siento que te marco como mío. –Respondió Harry guiñándole un ojo.
-No soy un caballo para que me marques. –Exclamó Draco arrugando el ceño.
-Bueno... no puedo marcarte... ¿pero qué tal montarte?
-¡Eres un vulgar y corriente!... mejor come. -Harry solo rio ante la supuesta indignación de Draco, quien no pudo menos que sonreír también.
Durante un rato guardaron silencio mientras el moreno comía siendo observado por Draco.
-¿Postre? –Dijo el rubio Slytherin cuando Harry dio cuenta del último bocado.
-No seas goloso.
-Hablo del Mousse de chocolate, tonto. –Respondió Draco sonriendo.
-¡Ah, claro!... –Dijo Harry metiendo un dedo en el pequeño plato de cristal y llevándoselo a la boca- ¡mmm!... ¡por Dios, Draco!... ¡esto esta delicioso! -Draco no dijo nada, solo sonrió al ver a Harry comer su postre con la misma expresión de un niño.
Pasado un rato y ya casi para terminar el dulce, Harry dejo la cucharilla y metió un dedo en el chocolate para después extenderlo a Draco diciendo:
-Chúpalo... -Draco le tomó la mano y la acercó para atrapar su dedo con la boca- mmm... que caliente....
-Y no solo eso tengo caliente... –Murmuró Draco succionando con fuerza el dedo de Harry.
-¿Sabes que se me antoja? –Dijo Harry sacando su dedo y acercándosele.
-No... ¿Qué?
-Darte una buena mamada... es más, yo...
-¡El plato!... –Exclamó Draco al ver el plato de cristal deslizarse de la mano de Harry.
-Ay ya... –Respondió Harry- Cayó en la alfombra, no se rompió.
-¡Forma parte de la vajilla de mi tatarabuela! ¿¡Quieres que mi madre me mate?!
-Si se rompe, la reparamos ¿Cuál es el problema?
-No es eso, ella tiene un hechizo para detectar reparaciones.
-El plato no se rompió... –Exclamó Harry impaciente- ¿Ya podemos seguir?
-Harry, acabamos de tener sexo... ¿acaso solo piensas en coger?
-Contigo sí. –Respondió Harry estallando en carcajadas.
-Ah bueno... –Exclamó Draco alzando una ceja.
-¡Ah Draco!... –Dijo Harry cayendo sobre él- Es que es tan rico hacerte el amor... con nadie más siento esto.
-Bueno, si consideramos que no has estado con nadie mas... –Respondió Draco dejándose besar el cuello.
-Te lo juro... –Dijo Harry lamiéndole el cuello provocándole escalofríos a Draco- Cuando estoy con alguien mas, solo pienso en ti.
-Un momento... –Exclamó Draco abriendo los ojos- ¿Qué es lo que acabas de decir?
-Nada Draco... –Respondió Harry besándole ahora un hombro.
-¡Harry! –Exclamó Draco haciéndole levantar la cara extrañado.
-¿Qué pasa?
-¿Estabas con alguien mas mientras estabas conmigo?
-¿Yo?... no ¿Por qué? –Respondió Harry desconcertado.
-¡Levántate y explícame! -Exclamó Draco revolviéndose debajo de Harry haciendo que éste se levantara- ¡Dijiste que cuando estabas con alguien, solo pensabas en mi!... ¡Lo que significa que estando conmigo has estado con alguien más!
-¡Ah!... –Exclamó Harry comprendiendo la situación- Ya entiendo...
-¡Eres un idiota! -Gritó Draco levantándose.
-Un momento muchachito... –Respondió Harry deteniéndolo con ambas manos por la cintura haciéndolo sentarse de nuevo- ¿A dónde crees que vas?
-¡Suéltame tarado! –Exclamó Draco dándole un manotazo.
-No... A mí no me haces berrinches... –Respondió Harry tumbándolo en la cama y montándosele a horcajadas mientras le sujetaba ambas manos contra la cama.
-¡Suéltame o grito! –Exclamó Draco pataleando.
-Ambos sabemos que no vas a gritar... así que mejor nos calmamos ¿te parece?
-¡No quiero!
-Draco...
-¡No quiero, no quiero!... –Exclamó Draco retorciéndose debajo de Harry- ¡Me lastimas las muñecas, idiota!
Sabiendo que con Draco los gritos eran inútiles, Harry decidió esperar a que se cansara, lo que paso un par de minutos después.
-¿Acabaste? -Preguntó Harry al verlo quedarse quieto con la respiración entrecortada.
-No... –Respondió Draco fulminándolo con la mirada.
-Pues ni modo, ahora vas a escucharme...
-¡No quiero...!
-Te callas y me escuchas... –Interrumpió Harry mirándolo seriamente, por lo que Draco solo apretó los labios y volvió la cara hacia un lado- Bien... –Continuo Harry- Cuando tú y yo peleamos por lo de Blaise; Cho, la chica Ravenclaw trató de seducirme...
-Si, claro... y te resististe. –Exclamó Draco sarcásticamente.
-Para nada... –Respondió Harry percibiendo como Draco se tensaba- Escucha Draco... yo estaba mal, no entendía que me estaba pasando, así que vi una buena oportunidad de comenzar algo nuevo... ¿pero sabes?
-No, no me interesa... –Respondió Draco sin volver el rostro.
-No pude... –Continuo Harry- Traté de hacer el amor con ella, pero no pude... ¿Sabes por que?
-Te dije que no me interesa.
-Porque su piel no era la tuya... Respondió Harry haciendo caso omiso a las palabras de Draco y acercando su rostro a su mejilla- Porque sus labios no eran tus labios... ni sus ojos, los tuyos... Porque su cuerpo no era el tuyo... porque ella no eras tú... -Sintiendo un nudo en su garganta, Draco giró el rostro para encontrarse de frente y a tan solo un par de centímetros de distancia, unos hermosos ojos verdes- No paso nada Draco... simplemente no pude... no pude porque ya te amaba y no me había dado cuenta...
-Harry... –Susurró Draco.
-Así como no paso nada entre tú y Zabinni, nada paso entre Cho y yo... Mírame Draco y dime si me crees. –Exclamó Harry soltándolo suavemente.
Por unos largos instantes, Draco lo miró para concluir diciendo:
-Esta bien...
-¿Qué significa eso? -Preguntó Harry sin entender- ¿Me crees o no?
-Te creo...
-¿En serio? -Insistió Harry mirándolo inquisitivamente.
-Te creo, mi amor... –Respondió Draco mirándolo tiernamente.
-Draco... –Exclamó Harry sorprendido- Nunca me habías llamado así...
-Y no volveré a hacerlo... –Respondió Draco sonriendo más abiertamente- Con un cursi ridículo es más que suficiente, Potter...
-Draco... –Exclamó Harry abrazándolo- ¿Por qué eres tan jodidamente complicado?
-Ya me lo habías preguntado. –Respondió Draco abrazándolo también.
-Si... y nunca he encontrado la maldita respuesta.
-Bueno, ya... –Dijo Draco susurrándole al oído- ¿No querías postre?
Harry sonrió al escucharlo y sin más, lo besó apasionadamente; tanto así que Draco apenas lograba llevarle el paso en el beso mientras sentía como su pijama era desabotonada poco a poco; en solo cuestión de segundos, quedó desnudo de la parte de arriba, por lo que Harry aprovecho para abrazarlo pasando sus manos por toda la suave espalda haciendo que Draco se le pegara mas al pecho como queriendo sentir lo más posible su piel; Harry sonrió ante ese pequeño acto y comenzó a besarlo de nuevo.
-Bésame la espalda... –Susurró Draco en medio del beso; por lo que Harry lo soltó y colocó boca abajo comenzando a darle pequeños besos en la nuca haciéndolo estremecer; sus labios se sentían tibios... tan tibios, suaves y delicados que arrancaban suspiros a Draco, quien habiendo cerrado los ojos se dedicaba solo a disfrutar los besos que ya recorrían sus hombros y omóplatos- Harry... –Murmuró Draco sin abrir los ojos- Que rico besas... –Harry no respondió, lo que hizo fue pasar la punta de la lengua por toda la espina dorsal comenzando desde arriba hasta la línea en donde comenzaban sus nalgas, y poniendo una mano en una de ellas, mordió la otra haciendo brincar a Draco- ¡Ah!... ¡oye, eso dolió! –Exclamó Draco sobándosela.
-Cállate... –Respondió Harry riendo mientras le retiraba la mano- Son mías y puedo hacer con ellas lo que yo quiera.
-Vete al cuerno... –Exclamó Draco riendo; Harry ya no dijo nada, lo que hizo fue separárselas con ambas manos y pasar su lengua por la pequeña entrada- ¡Oh!... –Gimio Draco levantando el trasero.
-¿Te gusta? -Preguntó Harry pasando su lengua cada vez más fuerte.
-¡Sí!... ¡si me gusta!... –Exclamó Draco estrujado la sabana con sus manos a la altura de su cara- ¡Oh diablos, que rico se siente!... ¡hazlo mas fuerte!...
-Te quejas de que soy brusco pero siempre me pides que te lo haga más fuerte... –Dijo Harry sonriendo.
-Cállate y haz lo que te digo... –Respondió Draco.
Harry ya no dijo nada, separo más las redondas y firmes nalgas y clavo la punta de su lengua en la palpitante y ansiosa entrada; Draco se mordió el labio inferior para no gritar al sentir la ardiente lengua de Harry, del cual solo se escuchaban los chasquidos de su boca en la habitación.
Después de un rato así, Harry puso sus manos en sus caderas y lo hizo recostarse sobre su espalda, y ya teniéndolo así le tomo su ya firme pene y comenzó a friccionarlo cada vez mas fuerte viendo con placer como Draco cerraba los ojos mientras abría los inflamados labios en un erótico y sensual jadeo.
Sin dejar de ver su rostro arrebolado, Harry se inclinó y abriendo la boca se introdujo el pene de Draco hasta el fondo.
-¡Ah! -Exclamó Draco encogiendo las piernas... piernas que Harry abrazó para acariciarlas a todo lo largo mientras su cabeza subía y bajaba- ¡Oh Ha... Harry!... –Balbuceó Draco sintiendo estremecer todo su ser.
Harry cerró los ojos mientras subía y bajaba la cabeza concentrándose en el sabor que invadía su boca y en el miembro caliente que metía hasta su garganta mientras tomaba su propio pene comenzando a friccionarlo también con fuerza.
-¡Oh, por todos los...! ¡Harry!... –Exclamó Draco arqueando la espalda- ¡ya no aguanto!... ¡me voy a...!
-Espera... –Respondió Harry soltando sus piernas para oprimirle la base del pene.
-¡Auch!... ¡eso duele!... –Protesto Draco.
-No te corras aun... –Dijo Harry sin dejar de masturbarse- Quiero que lo hagamos juntos.
-Pues entonces no hagas mamadas tan buenas... –Respondió Draco cerrando con fuerza los ojos a la vez que se los cubría con un brazo.
Harry sonrió y dio una última pasada al doliente pene con la lengua para después hincarse y poner sus manos en las rodillas de Draco, quien al sentir que le abría las piernas, abriendo los ojos dijo:
-No Harry... así no... Me duele la pierna...
-De acuerdo... –Respondió Harry besándole las rodillas y acomodándolo de costado colocándose después a su espalda; y ya en esa posición acomodo su pene entre las nalgas de Draco buscando su entrada para después comenzar a empujar suavemente.
-mmm... –Gimio Draco cerrando los ojos- Que rico... -Harry sonrió y continuo hundiendo su pene en la estrecha entrada, lubricada ya por su saliva y sus fluidos corporales- ¡Ah!... –Exclamó Draco al sentirse invadido por completo en un ultimo empujón.
-¡Draco!... –Balbuceo Harry mordiéndole un hombro- Me encanta estar dentro de ti... aprietas muy rico...
-Muévete ya, muévete ya... –Lo urgió Draco empujándose contra él; por lo que Harry comenzó a mover su pelvis en un suave vaivén para poder sentir como entraba y salía de Draco para después, sin necesidad de que se lo pidiera, aumentar la fuerza de sus embestidas estremeciendo a Draco con cada penetración; entonces, con su mano libre tomo el pene del chico rubio que se derretía entre sus brazos en miles de suspiros y jadeos y comenzó a friccionarlo con la misma fuerza con la que lo embestía.
Draco hecho la cabeza hacia atrás recargándola en el hombro de Harry, quien a pesar de estar extasiado penetrándolo, no pudo dejar de aspirar con delicia el aroma del suave cabello rubio.
-¡Draco!... –Gimio Harry con voz ahogada sintiéndose a punto de estallar.
En respuesta, Draco colocó su mano en la mano con la que lo masturbaba Harry y emitiendo un grito se corrió manchándosela con su cremosa y blanca esencia al tiempo que sentía como Harry se corría dentro de él invadiendo su interior con algo húmedo y caliente.
Ambos se quedaron quietos, laxos y con la respiración entrecortada permaneciendo así unos minutos hasta que Harry se movió.
-Harry... –Murmuró Draco sujetándole el brazo- Aun no te salgas... quiero sentirte lo más posible dentro de mi...
-Podría estar así toda la vida... –Respondió Harry pasando su mano mojada de semen por el pecho de Draco- Te amo, Draco... no tienes idea de cuanto...
Draco poso una mano sobre la que tenia Harry sobre su pecho y la oprimió con fuerza mientras cerraba los ojos sintiendo una punzada de dolor en el corazón; entonces suavemente fue separándose de Harry hasta darse la vuelta y quedar frente a él; se miró en sus ojos verdes y luego se acurrucó en su pecho diciendo:
-Harry...
-¿Si? -Respondió Harry rodeándolo con sus brazos.
-Abrázame fuerte... y déjame ir...
Amor Yaoi
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