CAPITULO 7
Lejos de la casa Griffindor, otro estudiante llegaba no sin cierta dificultad a su dormitorio, que gracias a ser sábado, estaba vacío.
-¡auch!... ¡maldito Potter!... -gimió Draco Malfoy acostándose bocabajo en su cama- tengo... el culo molido... no podré montar en la escoba por unos días... -murmuró molesto mientras abrazaba una almohada. Se sentía enojado, se sentía molesto; mas que molesto, estaba furioso, ¿¡cómo Harry Potter, el sucio mestizo se había atrevido a tocarlo?!... nunca, ni en sus mas locos sueños imaginó que algo como lo que acababa de pasar, le sucedería; sus manos temblorosas estrujaban la almohada- maldito Potter... -pensó mientras imaginaba que la almohada que apretaba con los puños, era el cuello del león de Griffindor; pero lo que más le costaba reconocer, era que con quien estaba mas enojado, era consigo mismo por haber reaccionado de aquella manera estando en los brazos del "cuatro ojos" como él lo llamaba- ¡yo... besé al tarado de Potter!... ¡maldito, voy a matarlo!... ¿Cómo pude...?... -en eso interrumpió sus pensamientos cuando una ocurrencia iluminó su cerebro- ¡un hehizo!... ¡claro! ¿De que otra forma sino pude haber reaccionado así?...si, si... definitivamente eso fue... maldito... juro que lo mataré en cuanto lo vea... -con ese pensamiento se tranquilizó un poco y en cuestión de instantes se quedó dormido.
Después de varias horas de deambular por el castillo, Harry se dirigió al comedor, ya era hora de la comida y curiosamente se encontraba de muy buen humor, el haber aclarado sus pensamientos le daban una perspectiva diferente de su "nueva vida".
-Ya es hora de comer... -pensó dirigiendo sus pasos al comedor- seguramente Malfoy no fue a Hogsmeade... me preguntó si irá al comedor.
Lo que no sabía, era que esa misma pregunta se la hacía cierto Slytherin recostado en su cama.
-¿iré al comedor?... realmente no tengo mucha hambre... -dijo Draco justo en el momento en que su estómago gruñía en protesta- ¡oh rayos!... por culpa de ese idiota no comí nada después del entrenamiento... bueno... -dijo levantándose con un suspiro- si no hay mas remedio.
Draco se levantó, se vistió con su uniforme, no tenía ganas de buscar ropa casual, y finalmente salio caminando resueltamente hacia el gran comedor.
-En cuanto vea a ese imbécil... -pensó mientras apretaba los puños- le lanzaré un crucio...
Harry tomaba asiento en el momento en que Draco entraba al comedor, y toda la furia que sentía, se evaporó al ver a Harry sirviéndose un vaso de jugo de calabaza, dando paso a un intenso rubor en sus mejillas, de pronto se quedó tieso, sin saber que hacer, toda la decisión de desmembrar al "tarado cuatro ojos" se fue por el caño; Harry levantó la vista y lo vio, vio sus plateados ojos mirándolo fijamente y entonces se puso de pie; gesto que bastó para hacer reaccionar a Malfoy, quien automáticamente se dio la vuelta y echó a correr para alejarse de ahí lo mas posible; Harry solo había dado unos cuantos pasos cuando una mano le sujetó el hombro.
-Harry...
-¿Eh? -exclamó volviéndose con ganas de matar.
-Supe que me estabas buscando. -Dijo Cho sonriéndole tímidamente- me lo dijo una chica de primero...
-Ah...eee... si.
-Bueno... -dijo Cho sonrojándose- pues... tú dirás, -Harry no hablo al momento, solo la observo pensando en lo boba que se veía y que si él le dijera que le diese un beso, ella lo haría al momento- ¿y bien?
-¿Eh?... ¡ah!... no, no era para nada importante.
-¿Ah no? -exclamó Cho con cierta desilusión en la voz- yo pensé que... bueno... que si lo era, como me dijeron que me buscaste por todos lados.
-Pues... -dijo Harry metiéndose las manos en los bolsillos- pues no, no era nada importante.
-Ah... bueno...
-Si me disculpas. -dijo Harry dándose vuelta.
-Espera...
-Cho... -dijo Harry impaciente- de verdad, no te preocupes, no era nada.
-Si, ya lo dijiste, pero... Harry ¿podríamos hablar?
-¿Y de que? -dijo Harry sin ningún miramiento.
-Bueno, este no es el mejor lugar para hablar.
-¿Podría ser en otro momento? -dijo Harry impaciente mientras miraba hacia la puerta.
-eee.... Claro, -dijo Cho un tanto extrañada de la actitud evasiva de Harry- si quieres podría ser después de la cena.
-ajá, yo te aviso, ¿de acuerdo? -y antes de que ella pusiera responder, Harry echó a correr hacia la entrada del comedor, -Al salir de ahí, caminó con paso veloz por el corredor mirando a todos lados- ¿Dónde rayos te metiste?
El objeto de su búsqueda ya se hallaba muy lejos de ahí, oculto tras unas escaleras de piedra y recargado en la pared.
-¡Rayos, rayos!... ¡maldita sea, me lleva el diablo!... -exclamaba Draco con la respiración entrecortada- ¿Por qué... salí corriendo?... ahora ese idiota pensará que le tengo miedo... y que no quiero verlo... -ciertamente lo que menos quería en ese momento era ver al Griffindor- seguramente comenzará a burlarse de mi... -pensó con amargura- a estas horas, todo Hogwarts a de saber que... que... ¿Qué haré? -pensó con desaliento al darse cuenta de que todo el coraje que sentía, se convertía en vergüenza al tenerlo enfrente- ¿Quién lo iba a decir?... yo... un Malfoy... escapándome de Potter...
Mientras tanto, Harry, para evitar complicaciones, fue a su habitación por aquello que le iba a facilitar la tarea de buscar a Malfoy: el mapa del merodeador.
-Bien, -dijo Harry con la capa metida en el bolsillo al tiempo que miraba detenidamente las motitas que se movían en el pergamino- te encontré...
No muy lejos de ahí, Malfoy se dirigía a las mazmorras, se había dado por vencido en su intención de comer algo, estaba a punto de entrar a su casa, cuando sintió un aliento en su cuello, se volvió sobresaltado para encontrarse con que no había nadie.
-¡Que demonios...!
Harry no hizo ningún movimiento, se quedó quieto viendo como Malfoy miraba a todas partes; nunca se había detenido a observarlo bien, y ahora, teniéndolo tan cerca, pudo ver las finas facciones de su rostro, su piel blanca y nacarada; sus enormes ojos color plata que miraban asustados a todas partes, -¿Cómo es que nunca me fijé en lo hermoso que era?- pensó embelesado.
-¿Quién esta ahí? -preguntó Draco sintiendo una presencia, -Entonces se volvió dándole la espalda a Harry, quien sin poderlo evitar, sacó su mano por debajo de la capa y tiró del listón negro que sujetaba la platinada cabellera dejándola caer como cascada en la espalda. Draco se volvió al momento para encontrase atrapado en el vacío- ¡¿pero qué...?!
Harry lo había abrazado sin despojarse de su capa, y reconoció que se sentía realmente bien tener de nuevo ese cuerpo entre sus brazos.
-Tranquilo Malfoy... -susurró contra su cuello.
-¡Potter!
-Solo quédate quietecito... -murmuró Harry bajando sus manos hasta las nalgas de Draco.
-¡Vete a la mierda! -exclamó Draco dándole una patada en los bajos.
-¡Ahhh! -gritó Harry cayendo de rodillas, al tiempo que Malfoy le arrancaba la capa de invisibilidad.
-¡Ya sabía que tenías una capa de invisibilidad, Potter!... -dijo Malfoy viendo como Harry se encogía en el suelo. -¡y esta vez no te saldrás con la tuya! -exclamó dándole una patada en las costillas- ¡si vuelves a acercarte a mí, te mataré!... ¿¡me escuchaste, imbécil?!
-¡Aaahhh!... ¡es... espera Malfoy!... -dijo Harry con dificultad- te-tenemos que... hablar...
-¡Hablar, nada!
-si... te calmaras un poco...
-¡A la mierda!... -exclamó Draco dándole otra patada- y escúchame bien, Potter... -dijo Draco arrastrando las palabras hasta convertirlas en un susurro- si llego a escuchar una sola palabra de lo que... pasó en los vestidores... vas a saber quien soy realmente... ¿entendiste... sucio mestizo?