Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

POCION por Orseth

[Reviews - 1402]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPITULO 74

Esa mañana, después de hablar con Blaise, Draco había vuelto a dormirse para rato después despertar sobresaltado.
-¡Rayos!... –Exclamó levantándose de un salto al ver el reloj- ¡Son las ocho y media!
Corriendo como desquiciado se metió a la ducha para después salir a toda prisa buscando algo ideal para ponerse.
-¡Por Salazar! ¡¿Qué me pondré?!
Después de hacer un montón de ropa en la cama y un cumulo de zapatos en el suelo, se decidió por unos deportivos negros y unos jeans azules, una camiseta blanca de manga larga y cuello alto y una gruesa chaqueta negra; tomó unos guantes de lana y una bufanda para al fin salir corriendo de ahí.
Cuando llegó a la salida del castillo, Harry lo esperaba sentado en un escalón tamborileando los dedos; vio a Draco llegar corriendo con los guantes en una mano y la bufanda en la otra; y el que estuviera molesto por la tardanza, no evitó verlo adorable con las mejillas arreboladas.
-Quedamos a las ocho y media... –Dijo Harry poniéndose de pie- Y ya son las nueve y cuarto.
-Si, si... ya sé. –Respondió Draco tratando de recuperar el aliento.
-¿No que los Malfoy son muy puntuales?
-¡Y lo somos!
-Ajá... se nota.
-Lo siento ¿está bien? –Exclamó Draco indignado, como si el ofendido fuese él.
-Tan siquiera te hubieras peinado.
-¿Cómo? –Exclamó Draco llevándose la mano a la cabeza, dándose cuenta con horror que... -¡Se me olvidó peinarme!
-Me doy cuenta.... –Respondió Harry divertido al ver la rubia cabellera levantarse en rebeldes mechones dándole a Draco cierto aire sensual y despreocupado- ¿A dónde vas? –Preguntó extrañado al verlo darse la vuelta.
-¿¡Cómo a donde?!... ¡a peinarme por supuesto!
-¿Estás loco? –Exclamó tomándolo de la muñeca- Ya vámonos.
-Nunca saldré sin haberme peinado.
-Así te ves bien.
-Acabas de decirme greñudo.
-¡Yo nunca te dije greñudo! –Exclamó Harry riendo.
-Si lo hiciste... pero como sea, si salí así de mi habitación es porque se me pasó, no porque...
-Ya Draco, -Interrumpió Harry abrazándolo de la cintura y arrinconándolo contra la pared mientras le quitaba un mechón de la frente- Así te ves bien.
-No, nunca salgo así. –Respondió Draco impaciente.
-Pues así me gustas, así que así te quedas. –Exclamó Harry con rostro serio.
-¿Algo mas, Potter? –Respondió Draco cruzándose de brazos en medio del abrazo.
-Si, dame un beso. –Dijo Harry besándole la mejilla ante la inmensa curiosidad de un grupo de quinto que iba saliendo provocando inmediatamente cuchicheos entre ellos.
-No quiero. –Respondió Draco haciendo un mohín y encogiéndose de hombros.
-No hagas esos pucheros que me dan unas ganas tremendas de hacerte el amor... –Susurró Harry mordisqueándole la oreja.
El grupo de chicos que iba pasando, junto a los que iban en pareja o solos, por más que intentaban no podían dejar de verlos; Un par de chicos, del mismo sexo, besándose sin importarles en absoluto el lugar, era muy extraño, y no porque no hubiera chicos o chicas gay en Hogwarts, sino porque hasta ahora, nadie había asumido tan abiertamente su homosexualidad como ese par, y si a eso le añadían que eran ni más ni menos que Harry Potter, El Salvador del Mundo Mágico y Draco Malfoy, el hijo de la mano derecha de Voldemort, el revuelo no era para menos.
-¿Y como que cosas te gustaría hacerme? –Preguntó Draco pasándole los brazos al cuello.
-mmm Draco, si comienzo ahora, soy capaz de voltearte contra la pared, bajarte los pantalones y...
-¡Váyanse a un hotel! -Grito un chico de Ravenclaw que iba pasando provocando la risa del grupito de chicos con el que iba.
Sonriendo y dándole un beso a Harry, Draco discretamente saco su varita, y mirando directamente al chico, susurró contra los labios del Griffindor:
-“Imperius”... –Harry se quedó quieto y con los ojos muy abiertos escuchando como Draco decía: -Ve y besa al idiota de tu amigo.
Harry iba a voltearse, pero Draco se lo impidió manteniéndolo abrazado mientras veía sonriente, como con expresión azorada de sus compañeros, el chico tomaba a otro de las solapas para estamparle un beso salvaje.
El asunto terminó en golpes e insultos entre los chicos mientras Draco tomaba a Harry de la mano para abordar el autobús.
-Draco... tú... –Exclamó Harry estupefacto ya sentados hasta el final del autobús.
-¿Yo qué? –Preguntó Draco tomándolo del brazo.
-Usaste una imperdonable...
-¿Y? –Respondió Draco cruzando una pierna.
-¿Cómo que “y”?
-¿Vas a regañarme, Harry?... como una vez te dije, ya tengo papá.
-No, claro que no, pero...
-No seas aguafiestas... –Interrumpió Draco besándolo en los labios- Mira que en la semana casi no pudimos platicar, mucho menos vernos a solas y ¿vas a desperdiciar el tiempo regañándome?
-Draco, usaste un hechizo prohibido, el asunto no es tan fácil...
-Conmigo nada es fácil, ya debes saber.
Harry lo observó durante unos instantes para después decir mientras movía la cabeza:
-Slytherin tenías que ser.
-Ni me critiques, que por lo que has contado, hay una serpiente viviendo en tu corazón y si no hubieses estado de ridículo lloriqueándole al Sombrero Seleccionador, ahora seriamos compañeros de casa.
-Bueno, eso sí. –Concedió Harry sonriendo- Pero por favor, ya no hagas esas cosas, podrías meterte en problemas.
-Si, si... lo que digas. –Respondió Draco rodando los ojos.
-Como que presiento que no me estas tomando en serio. –Dijo Harry mirándolo con los ojos entrecerrados.
-No, como crees... –Respondió Draco antes de echarse a reír.
Rato después, estando ya en Hogsmeade, Harry dijo:
-¿Y a dónde iremos?
-Pues por lo pronto, sé a dónde no iremos... al salón de té de Madame Tudipié.
-¡Noooooo! –Exclamó Harry horrorizado- ¡Podrán catalogarnos de lo que quieran y decirnos cosas horribles!... pero nunca podrán acusarnos de haber entrado ahí.
-Vamos a “Las Tres Escobas”... –Dijo Draco- Tengo hambre.
-Si, una cerveza de mantequilla nos caerá muy bien.
Rato después, ya sentados a la mesa, frente a dos platos con cereal, los chicos comían muy quitados de la pena mientras la pequeña taberna se llenaba cada vez mas después de haber entrado ellos.
-Oye Draco... –Dijo Harry después de darle un sorbo a su cerveza de mantequilla.
-¿Si?
-¿Hermione y Ron siguen cayéndote mal?
-Pues... tanto así como mal... pues creo no.
-¿Entonces porque no les hablas?
-¿Y qué quieres que haga?... ¿Qué los bese cuando los veo?
-Claro que no, pero... bueno, ellos ayudaron a...
-Si, ya sé... –Interrumpió Draco cuchareando su cereal- Mira, yo no digo que me caen tan mal como al principio, pero... bueno, no es tan fácil.
-Eso me suena a pretexto... puede que tal vez te de pena acercarte a ellos.
-¿Pena? –Exclamó Draco frunciendo el ceño- A mi no me da pena.
-¿Entonces?
-¿Entonces?... bueno... es que...
-Ya desembúchalo. –Dijo Harry llevándose a la boca una cucharada de cereal.
-De acuerdo... –Dijo Draco soltando la cuchara- ¿Qué tal que me rechazan como tú lo hiciste en primero?
-¿Cómo? –Dijo Harry sin haber entendido muy bien.
-Cuando yo te di la mano... el primer día de escuela...
-¡Ah, ya entiendo!... –Exclamó Harry sonriendo- Bueno, en esa ocasión eran otras circunstancias, tú te estabas portando como un verdadero patán.
-Pues por eso lo digo, y no con esto estoy aceptando haber sido un patán... bueno, tal vez solo un poco. –Añadió Draco al ver como Harry alzaba una ceja- Ahora supongo que... bueno, que les caigo peor.
-Les caes como patada de mula en el hígado.
-¿¡Lo ves?!... ¡entonces no se por qué insistes en...!
-Pero están dispuestos a intentarlo... –Interrumpió Harry- Aun después de que mordiste a Ron.
-Eso no fue mi culpa.
-Bien, no fue tu culpa, -Dijo Harry sonriendo al ver el ceño fruncido de Draco- Pero por mi están dispuestos a conocerte... aquí la pregunta es ¿tú estás dispuesto?
-¿Yo?
-No, mi vecino... ¡Pues claro que tú!
-Yo... bueno... –Respondió Draco jugueteando con el salero.
-Ellos ayudaron a rescatarte.
-Ya lo sé, no necesito que me lo recuerdes cada cinco minutos.
-Perdón. –Respondió Harry sonriendo.
-¿Quieres quitar esa expresión que tienes como de estar hablando con un niño de cinco años?
-¿Acaso tienes más?
-¡Harry!
-¡Ya Draco, lo siento!... –Dijo Harry alzando las manos- ¡Es que me encanta molestarte!
-No me había dado cuenta.
-Mejor termina para que demos un paseo.
-Bueno.
-Pero antes dime en que vamos a quedar.
-Das más lata que una plaga de babosas carnívoras. –Respondió Draco frunciendo el ceño.
-¿Entonces?
-¡De acuerdo!... no esperes que lleguemos a ser íntimos amigos, ¿eh?... pero esta tarde comeré en tu mesa y... y... y platicaré con ellos ¿está bien?
-Muy bien. –Respondió Harry muy satisfecho de sí mismo.
Media hora después, ambos paseaban por el pintoresco pueblo, sin decir nada, simplemente disfrutando la presencia del otro, caminando despacio, tomados de la mano.
-Quiero ir a un lugar. –Dijo de repente Harry.
-¿A dónde?
-Es una sorpresa. –Respondió Harry travieso.
-Esa expresión que tienes no me da nada de confianza. –Respondió Draco mirándolo inquisitivamente.
-Tú confía en mí. –Respondió Harry riendo mientras lo abrazaba por el cuello atrayéndolo hacia si para continuar su camino justo enfrente de...
-¿La Casa de los Gritos?... –Exclamó Draco desconcertado.
-Si... La última vez que cada uno estuvo aquí, no fue el momento más feliz de nuestras vidas precisamente. –Dijo Harry exhalando un suspiro mientras guardaba las manos en sus bolsillos- Me gustaría cambiar eso... ¿entramos?
-mmm... no sé. –Respondió Draco dudoso.
-Anda, será divertido.
-Pero está muy sucio, -Dijo Draco arrugando la nariz- Y está lleno de bichos.
-No creo que quepas en la panza de una araña.
-Tú no sabes...
-Eres un bobo. –Exclamó Harry riendo.
-¿Qué tal si es una acromántula?
-Dudo mucho que una acromántula viva en La Casa de Los Gritos.
-No puedes asegurarlo.
-Anda Draco, compláceme ¿sí?
-Es que esta muy sucio. –Exclamó Draco volviendo a arrugar la nariz.
-¡Quiero entrar, quiero entrar, quiero entrar, quiero entrar...!
-¡Basta!... –Exclamó Draco poniéndose las manos en la cabeza- ¿Y dices que soy yo quien se porta como un niño pequeño?
-¿Entonces vamos? –Dijo Harry sonriendo.
-Pero... no saldremos por el túnel ¿verdad?
-No, ya no hay nada que ocultar.
-Vaya... –Dijo Draco exhalando un profundo suspiro de derrota- Vamos pues... pero tu primero.
-Claro... –Respondió Harry tomándolo de la mano- Como aquella vez ¿recuerdas? -Por toda respuesta, Draco sonrió dejándose guiar por el descuidado sendero en dirección a la ruinosa construcción.
El interior de la casa no estaba en ruinas como esperaba Draco, todo estaba limpio y ordenado, ciertamente no había muebles pero en realidad no eran necesarios; la estancia estaba deliciosamente cálida gracias al crepitante fuego que ardía en la chimenea.
Una mullida alfombra color marrón cubría el piso, en el cual solo había un par de almohadones y una manta doblada junto a un pequeño cesto de fresas y...
-¿Champaña? –Exclamó Draco alzando una ceja.
-Si... –Respondió Harry caminando al centro de la habitación- No tengo idea de cuál sea la mejor, pero compre la más cara.
-Veuve Clicquot Rosé... -Dijo Draco sacando la botella de la enfriadora- Esta Champaña presenta un equilibrio en el más puro estilo de la Casa, que lo clasifica en la familia de los rosés elegantes y distinguidos... el vino es goloso, amplio, se degusta como una golosina... buena elección.
-¡Wow!... –Exclamó Harry verdaderamente impresionado- ¿pero cómo es que lo conoces?... es una marca muggle. –Añadió Harry alzando una ceja.
-También está en el mundo mágico, no creas que me atrapaste... –Respondió Draco- El fundador de esta casa fue un innovador en cuanto a Champaña se refiere, lo hizo en el año de mil setecientos setenta y dos, se llamaba Philippe Clicquot Muiron y era Francés...
-No me digas... –Exclamó Harry rodando los ojos- Antepasado de tu papá.
-Pues así es aunque pongas esa cara.
-¿Y porque está comercializado en el mundo muggle?
-Eso es algo que mi papá nunca entendió y yo tampoco... bueno, hasta ahora... –Añadió Draco al ver como Harry levantaba una ceja- Pero bueno... hiciste muy buena elección, sobre todo con lo que lo acompañas.
-Gracias... lo de las fresas también lo aprendí hace algún tiempo.
Draco no respondió, solo dejo la botella de nuevo en el hielo y sonriendo paseo la vista por la habitación.
-Este lugar es horrible... –Dijo dándole la espalda a Harry mientras caminaba por el lugar.
-Eso ya lo sé, -Respondió Harry tomando una rosa de un improvisado jarrón que estaba en el suelo y pasándola suavemente por la mejilla de Draco- Pero lo importante no es como luce el lugar, sino el lugar en si mismo... ¿recuerdas lo que paso aquí? –Por respuesta, Draco cerró los ojos ante el suave contacto de la flor y dejó caer su cabeza hacia atrás, recargándola en un hombro de Harry mientras éste continuaba hablando- Cuando antes de entrar aquí, te dejaste abrazar en medio de la lluvia...
-Si... me trajiste a este tenebroso lugar... –Respondió Draco- Aquí fue donde comenzamos a conocernos...
-Fue aquí donde vi que no eras tan cabeza hueca como pareces.
-¡Oye! –Exclamó Draco girándose- ¡Yo no soy...! –Pero ya no pudo continuar, ya que la boca de Harry se había estampado en la suya.
Harry no tuvo que insistir mucho, ya que sintió la inmediata respuesta de Draco al abrir éste la boca y sentir sus brazos rodearle el cuello.
-Ya te dije... –Balbuceó Harry al sentir que Draco se alzaba de puntitas- Que no tienes que hacer eso...
-¡Solo estas molestándome! –Exclamó Draco separándose de Harry y frunciendo el ceño.
-¡Lo siento! –Respondió Harry estallando en una franca carcajada al tiempo que lo estrechaba fuertemente entre sus brazos- ¡es que estoy tan contento!
-Pues vaya forma de demostrar tu alegría... –Respondió Draco con la respiración entrecortada.
-¿Te enojaste? –Preguntó Harry sonriendo.
-Si, mucho. –Respondió Draco reprimiendo una sonrisa pensando en cuanto había extrañado esos apachurrónes.
Harry sonrió y volvió a abrazarlo fuertemente mientras decía:
-Júrame que nunca más volveremos a separarnos Draco, júramelo... –Draco no respondió, no porque dudara, simplemente recargó su mejilla en el hombro de Harry cerrando los ojos.
Sentirlo así... tan cerca... tan suyo... su calor, su olor...
-Draco...
-Shhhh... Déjame sentirte... Harry...
-¿Si?
-Gracias.
-¿Por qué?
-Ya lo sabes... por salvarme de ese matrimonio... por salvarme de mi mismo...
-Es que tú eres mío, Draco... no puedes ser de nadie más.
Acariciando la espalda del moreno, Draco dijo:
-¿Me quieres, Harry?
-¿Acaso lo dudas?
-No, pero dímelo... me gusta oírtelo decir...
-Te amo... te amo tanto, maldito Slytherin... –Draco sonrió sin despegar su mejilla del hombro de Harry- Ahora dímelo tú... dime cuanto me amas...
-Nop. –Respondió Draco muy quitado de la pena separándose de Harry.
-¡Draco! -Exclamó Harry incrédulo viendo como Draco destapaba la Champaña.
-Ya, no seas gruñón y pásame las copas. –Exclamó Draco sabiendo cuanto exasperaba esa actitud a Harry, para después preguntar con toda naturalidad: -Harry ¿siempre me vas a querer?
-No si te portas como un tarado. –Respondió Harry ceñudo.
-No te enojes. –Respondió Draco sonriendo mientras servía una copa.
-Estas vengándote porque te hice enojar ¿verdad?
-¿Yo?... nunca.
-A veces me exasperas ¿sabes? -Draco no respondió, solo se puso de pie y sin dejar de mirar a Harry, tomó un sorbo de Champaña- ¡Ah!... –Exclamó Harry cruzándose de brazos- Y ahora solo sirves una copa...
-No hace falta la otra.
-¿Por qué no?
-Porque tu copa soy yo. –Y sin decir más, tomo otro sorbo de Champaña para acercarse después a Harry, quien cambiando totalmente de expresión, abrió los labios para recibir el burbujeante y fresco líquido de la boca de Draco, quien simplemente soltó la copa pasándole los brazos por los hombros.
Harry pasó sus manos por su cintura hasta las firmes nalgas, las cuales estrujo con fuerza arrancando un quejido de Draco, quien sabiendo lo inútil de la pregunta, pero saboreando la respuesta, preguntó:
-Harry... ¿vas a hacerme el amor?
-Si... ¿sabes porque?... –Exclamó Harry mirándolo fijamente con las pupilas dilatadas.
-¿Por qué?
-Porque eres mío... y cada día de tu vida me encargare de recordártelo.
El corazón de Draco saltó alborozado al oír las palabras de Harry y sin poder contenerse, comenzó a besarlo en las mejillas una y otra vez ante la risa de un divertido Griffindor.
-De acuerdo... entonces harías cualquier cosa por mi ¿verdad? –Exclamó Draco de repente.
-Ajá... ¿y ahora qué rayos quieres? –Respondió Harry entrecerrando los ojos- Porque que fea forma de matar el deseo tienes ¿eh?
-No te enojes... –Dijo Draco colgándosele del cuello- Es algo muy especial.
-Haber pues... –Respondió Harry correspondiendo el abrazo.
Abrazo que Draco deshizo para sacar algo del bolsillo de su chaqueta.
-Mira... –Dijo mostrándole una cajita de madera como de unos diez centímetros por seis.
-¿Qué es eso? –Preguntó Harry con curiosidad.
-Es un tatuaje mágico. –Respondió Draco abriéndolo y mostrándole un par de sellos con dos letras estilo gótico.
-mmm... si, había oído hablar de ellos, son parecidos a los tatuajes muggles; solo que estos no duelen y se quitan con un simple hechizo.
-Los demás si... –Dijo Draco tomando un sello- Pero este no es como esos, este es muy especial porque lo inventó mi papá.
-¿¡Tu papá?! -Exclamó Harry sorprendido- ¿¡tu papá es capaz de inventar algo?!
-¡Por supuesto! –Respondió Draco indignado- ¿Por qué lo dudas?
-Bueno, es que pensé que solo era bueno para administrar negocios.
-Pues claro que no, él es un gran mago.
-Bueno, bueno... ¿y qué tiene de especial este? –Dijo Harry tomando la otra letra- Parece un simple sello.
-Mira, los tatuajes mágicos se colocan con un simple hechizo, no duelen y duran todo lo que tú quieras... no se despintan ni se deterioran y los quitas con un hechizo sin dejar marca... pero este funciona de diferente manera, -Dijo Draco sentándose en la alfombra siendo imitado por Harry- Este tatuaje... bueno, es parecido al que el Señor Tenebroso les ponía a sus seguidores.
-¿Por qué no dejas de llamarle así?... me imagino que lo haces con respeto. –Dijo Harry de repente.
-No quiero pelear, así que seguiré con mi explicación, -Dijo Draco con naturalidad- Este tatuaje se activa con una gota de sangre y cuando se coloca, queda impreso en la piel de tal manera que ningún hechizo lo puede quitar.
-¿Nada, nada?
-Nada, nada.
-Draco... –Exclamó Harry un tanto dudoso- No quisiera herir susceptibilidades pero... bueno... sin que te ofendas, déjame decirte que esto no es precisamente un gran invento.
-No me ofendo... –Respondió Draco sonriendo- Porque pensé que dirías eso... y es que a simple vista eso parece, un simple tatuaje que cualquier estudiante de quinto podría hacer.
-Hay algo mas, ¿no? –Dijo Harry entrecerrando los ojos.
-Ajá... –Exclamó Draco muy ufano- Para que entiendas lo grandioso de este embrujo y el porqué es único, te diré que está hecho para ser usado por dos personas, una pareja... es una manera de demostrarse cuanto se quieren.
-Es como cuando te tatúas el nombre de tu novia ¿no?
-Si, pero para no ser tan ridículos, mis padres solo usaron su inicial.
-¡¿Tus padres están tatuados?! –Exclamó Harry incrédulo.
-Si... y yo mismo te matare si alguien más se entera de esto. –dijo Draco con rostro serio.
-Juro que nunca lo diré. –Respondió Harry reprimiendo una carcajada- Ahora acaba de explicarme lo grandioso de este invento.
-No, si te burlas así.
-Te juro que no me burlo...es solo que me cuesta imaginar al distinguido y estirado matrimonio Malfoy con algún tatuaje en su cuerpo... eee, bueno, a tu papá no tanto, con la marca tenebrosa es suficiente, pero tu mamá... ¿no me estas tomando el pelo?
-No, ¿ya puedo seguir?
-Claro, claro... sigue.
-Papá inventó este tatuaje hace casi veinte años, tiene una letra “N” impresa en su cadera del lado derecho y mamá tiene una “L” en su cadera del lado izquierdo. - Dijo Draco jugueteando con la pequeña caja.
-¿Tú se los has visto? –Preguntó Harry lleno de curiosidad.
-A mi papá si, y a mi mamá solo cuando usa bikini en la Riviera francesa... haya no nos acosan tanto.
-”rale... –Exclamó Harry verdaderamente impresionado.
-No estás imaginándote a mis padres en traje de baño ¿cierto? –Dijo Draco con los ojos entrecerrados y una ceja levantada.
-eee... no, claro que no.
-Mentiroso.
-Mejor sigue contándome más.
-Bueno... se usa así, mamá puso una gota de su sangre en su letra y se la colocó a papá en el lugar que él escogió, y luego él puso una gota de su sangre en la letra de él y se la colocó a mamá en donde ella quiso, y bueno, hasta ahora todo parece ordinario ¿no?
-¿Ordinario?... ¿descubrir que los distinguidos Malfoy están tatuados te parece ordinario?
-Lo mágico de todo esto, -Continuo Draco sin hacer caso al comentario de Harry- es que este tatuaje solo puede borrarse de una forma...
-¿Cuál?
-Cuando uno de los dos deja de amar al otro...
-¿En serio?... –Exclamó Harry asombrado.
-Si... cuando papá deje de amar a mi madre, el tatuaje de mi madre desaparecerá de su cuerpo, y entonces ella lo sabrá...
-Y si tu madre deja de amar a tu papá... la letra “N” desaparecería ¿verdad?
-Así es... y déjame decirte, Harry... –Exclamó Draco orgulloso- que los tatuajes de ambos siguen tan marcados como el primer en que se los grabaron... al menos eso me ha dicho mi mamá.
-¡Vaya!... pero... ¿Cómo pudo hacer tu papá un hechizo que implique amor?.... eso es prácticamente imposible, ni siquiera los filtros de amor tienen amor en sí, son solo una ilusión.
-¿Ya ves lo extraordinario de este pequeño invento? –Dijo Draco sonriendo- ¿Ves como no es cualquier tatuaje?
-Si... ahora lo entiendo... oye, ¿y tu papá te permitió usar esto conmigo?
-¡Por supuesto que no!... fue mi mamá quien me lo prestó, él no sabe.
-¿Y quieres que los usemos nosotros?
-Bueno... –Respondió Draco sonrojándose- Solo si tu quieres y... y si no te parece demasiado cursi.
Harry tomo ambas letras y las observo detenidamente, luego miró a Draco que sin querer demostrarlo lo miraba expectante.
-Acepto. –dijo Finalmente Harry.
Notas finales: SNIF SNIF........

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).