Duo: Ñam ñam, ¡cinco minutos más! (se da vuelta y se cubre la cabeza con la almohada, pero los siguen moviendo para que se levante), ¡déjame dormir! (se sienta en la cama y le tira la almohada a Heero).
Heero: (Agarra la almohada antes de que le golpee) Parece que no has amanecido de humor (en tono seco)
Duo: (Bostezo) Lo siento, es que estoy cansado (se vuelve a tirar en la cama), pero veo que tu ya te has levantado… ¿qué hora es?
Heero: Las 07:30 (le arroja la almohada a Duo)
Duo: (Le da pereza atajarla y le da en la cara) ¡auch! Demonios, es temprano... pero ya cumpliste con tu misión, estoy despierto y dudo que pueda volver a dormirme. ¿Ya desayunaste?
Heero: Acabo de terminar de levantarme.
Duo: Me parece bien, espérame un poco y desayunemos juntos ¿te parece?
Heero: Está bien (se da media vuelta y sale de la habitación)
Duo: (se queda sentado mirando la puerta) Que carácter, bueno, mejor será que me levante…
En la cocina.
Heero: (Se disponía a relajarse en el sofá cuando la alarma de su laptop comienza a sonar) Hn, más temprano de lo que creía (se acerca al computador, se sienta, lo abre y… ¡Sí! ¡Adivinaron! Aparece Sally) ¿No crees que es muy temprano para andar llamando a las personas?
Sally: Hola Heero, disculpa si te molesté, pero por lo que veo ya estás levantado, entonces no entiendo por qué te enojas.
Heero: No estoy molesto, olvídalo. ¿Ya nos asignaron una misión?
Sally: Sí, es por eso que te estoy llamando, ¿es obvio no crees?
Heero: A veces lo más obvio es lo que nos da sorpresas.
Sally: ¿Y ese cambio de actitud?
Heero: (frunce el ceño) yo no he cambiado.
Sally: Bueno, disculpa.
En eso aparece Duo en la cocina.
Duo: Maldición, el calefón tenía problemas y tuve que bañarme con el agua fría (cara de decepción, sigue caminando y se coloca atrás de Heero) ¡hola Sally!
Sally: Buenos días Duo, bueno, como te explicaba Heero ya tienen designada su primera misión.
Duo: ¡Vaya que no pierden el tiempo!
Heero: ¿Quieres dejarme escuchar?
Duo: Bueno, bueno, (en tono bajo) lo siento señor amargado (Heero voltea a ver a Duo con cara de odio, Duo sólo sonríe nerviosamente).
Sally: Bueno, sigamos. Su misión consiste en ir a un antiguo edificio en el que sospechamos puede haber un almacenamiento un tanto… sospechoso.
Heero: ¿Tráfico de armas?
Sally: Muy probable. Deben inspeccionar el lugar y reportar cualquier cosa sospechosa que encuentren.
Heero: Misión aceptada
Duo: hmm… ya veo. ¿Y dónde se encuentra el famoso edificio?
Sally: En las afueras de la ciudad, de inmediato les mando la dirección. Les recomiendo que vayan más tarde, les recomiendo que estén bien preparados.
Duo: Eso no tienes que decirlo, ¿con quiénes crees que estás hablando?
Sally: Es verdad (sonríe), ustedes son los ex pilotos Gundam.
Heero: Tú lo has dicho EX pilotos Gundam.
Sally: Bueno chicos, me despido, nos estaremos comunicando.
Duo: Dalo por hecho, te apareceremos hasta en la sopa.
Sally: Jajaja, por mi salud mental espero que sea una broma jajaja. Bueno, adiós (se apaga la pantalla).
Duo: ¿Habrá querido decirme algo?
Heero: Que eres irritante.
Duo: ¡Hu! El único individuo irritante aquí eres tú (su rostro se tiñe de rojo por la rabia)
Heero: Hn (una leve sonrisa aparece en sus labios)
Duo: (Se acentúa más su sonrojo, nunca había visto esa expresión en Heero) ¿Qué- qué pasa?
Heero: (Se levanta y se acerca peligrosamente al trenzado hasta quedar con las narices casi rozando, lo que hace que el rostro de Duo pase por los 7 colores del arcoíris) Es que te vez gracioso cuando te enojas (mantiene una sonrisa medio torcida), ¿bajamos?
Duo: ¿Eh?
Heero: (Se separa, se coloca una casaca azul y voltea hacia Duo) Al restaurant, ¿o acaso no piensas desayunar?
Duo: ¡Ah! Claro, claro. Vamos.
Heero: Será mejor que te coloques algo, hace frío y si no me equivoco te bañaste con agua fría así que debes estar frío, y no me conviene tener a mi compañero de misiones enfermo.
Duo: Bueno, gracias *Creí que no me había escuchado decir eso, ¿acaso se preocupó por mí? Basta Duo Maxwell, ya lo escuchaste, sólo lo hace porque necesita un compañero de misiones… que digo, ¡él nunca me ha necesitado!*
Heero: Y bueno, ¿vamos?
Duo: Sí, vamos, baja por mientras, busco una casaca y bajo.
Heero: Bueno (sale del departamento).
Duo: Vaya mañana más rara… (Va a su cuarto, toma una casaca negra y sale rápidamente tras Heero).
En el restaurant de la planta baja se encuentran nuestros dos protagonistas desayunando, comen medialunas pero Heero toma café y Duo té con leche, es un hotel bastante grande así que tienen gran variedad de menú)
Heero: (Hablando en voz baja) luego del desayuno iremos a cumplir la misión.
Duo: Por mí está bien (se echa una medialuna a la boca).
Heero: Entonces apurémonos.
Duo: ¿Y por qué la prisa?
Heero: Mientras más pronto completemos la misión, más pronto tendremos tiempo libre, es todo.
Duo: Ya veo. Heero en serio que te veo cambiado.
Heero: (Baja la mirada y ve su reflejo en el café) Yo no he cambiado… yo… sigo siendo el mismo.
Duo: (Lo mira con sorpresa y acerca su rostro al Heero, quién levanta la vista y reacciona un poco alterado) A mí no me engañas Heero Yuy, a ti te pasa algo. Pero si no quieres contarme no importa, no te obligaré (se vuelva a sentar correctamente pero sin dejar de mirar a Heero), es tu vida y creo que no tengo derecho a entrometerme en ella.
Heero: (Su mirada se pone un poco nublada) Gracias.
Duo: ¿A qué viene eso?
Heero: Ni yo lo sé, creo que es porque me siento bien.
Duo: *Cada vez que lo veo está más raro, estoy seguro que le pasó algo y voy a tratar averiguarlo, ¡lo juro porque soy shinigami!* Bueno, pero no tienes nada que agradecer (sonríe).
Heero: Está bien (se termina de tomar su café y se come una medialuna).
Duo: (Manteniendo su sonrisa) Deliciosas ¿no?
Heero: Son buenas. Yo ya terminé ¿y tú?
Duo: También, vamos a buscar un par de “juguetes” arriba y nos vamos ¿te parece?
Heero: Bueno.
Vuelven a subir a buscar sus armas (sé que al decir eso de los juguetes suena súper ganoso pero ya que XD) ya que no encontraban apropiado entrar con ellas en el restaurant. Luego tomaron un taxi para que los dejara cerca de la dirección que les dio Sally, sólo tuvieron que caminar un par de calles para llegar a dos viejas construcciones que ve ven bastante demacradas. Eran de cemento y estaban a medio terminar, tenían unos 10 pisos de alto cada una y todo el sector estaba rodeado por una cerca y una banda amarillas que decía “Peligro”.
Duo: Que lugar más tétrico es éste.
Heero: ¿Tienes miedo?
Duo: ¿Yo? No, sólo dije que el lugar es tétrico.
Heero: Eso no lo niego.
Duo: ¿Entramos?
Heero: Sería bueno.
Cual pandillero Duo se encarama en la reja y salta al otro lado, pero Heero usó la puerta de entrada.
Duo: ¿Estaba abierta?
Heero: No, si atravesé usando magia.
Duo: (En tono irónico) Jajajaja, graciosito.
Siguen caminando hasta llegar a la entrada de uno de los edificios.
Heero: Yo me voy por la derecha, ve por la izquierda, el edificio no es muy grande, revisaremos el piso y nos encontraremos aquí en media hora ¿de acuerdo?
Duo: De acuerdo.
Ambos se dirigen a sus respectivos lados del edificio. Ninguno encuentra nada excepto basura.
Duo: (Tomando una lata de cerveza) No me extraña que la puerta haya estado abierta (deja la lata en el piso cuidando de no hacer ruido).
Así transcurrió el resto de la media hora, sin novedades, así que se reunieron donde habían quedado.
Duo: ¿Encontraste algo?
Heero: Nada ¿y tú?
Duo: 2 ratas muertas, 5 latas de cerveza y perdí la cuenta de las colillas de cigarrillos. Creo que no es nada sospechoso.
Heero: No me extraña que personas vengan a buscar refugio aquí por la noche.
Se escucha un fuerte ruido proveniente desde un piso de superior, como si se hubiese caído un estante lleno de libros.
Duo: ¿Qué fue eso?
Heero: Vamos a ver (saca y carga su pistola, acción imitada por Duo y comienzan a subir rápidamente las escaleras hasta el 3º piso que es desde donde venía el ruido según Heero. Una vez que llegaron se apegaron a la pared y caminaron despacio, alertas y con las armas listas para disparar a lo primero que se moviera. El pasillo estaba oscuro ya que aunque tenía ventanales al costado derecho, el edificio estaba orientado de tal manera que a esa hora el sol daba por el lado de los departamentos, por lo que llegaba muy poca luz. Pasaron 5 puertas y al llegar a la 6º se escucharon risas dentro de la habitación. Ambos apegaron la cabeza a la puerta para poder escuchar, se podía entender un diálogo entre dos hombres.
Hombre1: Jajajaja, el jefe va a estar más que contento con esos regalitos que le vamos a llevar.
Hombre2: Si, hasta puede que nos de algún regalo a nosotros.
Hombre1: Ojalá, casi nos matamos para ir a buscar la famosa carga.
Hombre2: ¡Salud por la famosa carga!
Hombre1: ¡Salud!
Heero: (hablando en voz bajísima)Lo sabía, tráfico.
Duo: Sí ¿Pero de qué?
Debido a que estaban escuchando atentamente la conversación no se percataron de que una persona había llegado al piso y estaba sacando un arma. No reaccionaron hasta que se sintió un disparo al comienzo del pasillo y resonó un grito de dolor. Duo se apretaba con fuerza el hombro mientras Heero miraba horrorizado.
Heero: *¿Cómo no me di cuenta? ¿Cuándo subió? ¿Duo? ¡Duo está herido!* ¡Duo!
En ese momento suena otro disparo dirigido a Heero quien afortunadamente lo esquiva.
Hombre3: Demonios, se me acabaron las municiones.
Heero pensaba en la suerte que tenían mientras ayudaba al trenzado a escapar por la escalera auxiliar que estaba al otro lado del pasillo según él. Justo antes de llegar los 3 hombres salieron disparando, aunque dos de ellos estaban que se caían de borrachos y duraron mucho en desplomarse. Heero respondió los disparos hiriendo al tercer hombre en una pierna, lo que les dio tiempo de correr por las escaleras aunque su estilo no era huir aun conservaba dos dedos de frente y sabía que si se quedaba tenía pocas oportunidades de ganar, además su amigo estaba herido y de su hombro derecho caía gran cantidad de sangre. ¿Amigo? En éste momento no importaba como le llamase, el punto era salir rápido e informar pronto a Sally, pero antes…
Heero: Duo, llega hasta abajo y espérame, tengo algo que hacer (y subió las escaleras para volver a entrar al edificio).
Duo: Pero… (no alcanzó a objetar porque Heero ya había comenzado a subir) ten cuidado Heero ( y continuó bajando con cierta dificultad).
Heero entró en el piso y encontró a los dos hombres ebrios y el herido a bala.
Heero: Ellos dos no recordarán nada por obvios motivos, pero tú… no puedo permitir que sigas con vida a pesar de que me prometí no volver a matar (apunta al hombre con su arma).
Hombre3: Tienes razón, pero si me matas tampoco tendrás ningún tipo de información sobre nuestro asunto.
Heero: (Frunce el ceño) Eso no importa, puedo averiguar más después (se acerca al hombre), pero en éste momento eres una amenaza.
Desde abajo Duo se ocultó en el patio del edificio a esperar a Heero, observaba nerviosamente a todas partes. Entonces pudo divisar en un edifico cercano algo que lo dejó alarmado. Trató de enfocar la vista lo que más pudo ya que había perdido bastante sangre. Al frente, en unos departamentos burdeos, en la ventana de un piso alto había una persona apuntando directamente hacia el 3º piso.
Duo: ¿Un franco tirador? Están bien preparados. ¡Heero! ¡Debo advertirle!
De nuevo en el 3º piso.
Hombre3: Veo que estás dispuesto a matarme.
Heero: Gano mucho más si estás muerto, si vives te conviertes en un verdadero problema.
Hombre3: Muy bien, hazlo.
Heero preparó su arma para disparar.
Hombre3: ¡Cobarde! (se levantó aun teniendo su pierna herida dispuesto a atacar a Heero, quién rápidamente apretó el gatillo cayendo el cadáver del hombre al piso).
Heero: Q-¿Qué hice?
En ese momento aparece el demacrado Duo por donde habían bajado.
Duo: ¡Cuidado Heero! ¡Rápido, agáchate!
Heero sin pensarlo se arroja al piso y justo en ese momento 3 balas atraviesan el vidrio del ventanal dejando varios trozos de éste en el piso. Heero espera un momento y al darse cuenta de que ya no disparan se levanta lentamente para ver a Duo.
Heero: ¡Duo! ¡Duo! ¿Qué te paso? (decía alterada mente mientras corría hacia un inconsciente ojivioleta), Duo despierta, ¡Demonios!
Entonces debió cargar a Duo hasta la salida y luego hasta la calle para tomar un taxi de vuelta. Se sorprendió de que el conductor no hiciera preguntar al verlo sangrando. Suponía que ya estaban acostumbrados a conflictos con bandas en esos sectores. Luego de unos minutos estuvieron de vuelta en el departamento, increíblemente ya eran las 3 de la tarde, pero la hora no importaba, sólo quería curar al trenzado. En la entrada varias personas le preguntaban qué había pasado y si querían que llamara a un médico, pero estaba demasiado nervioso para contestar y simplemente les ignoró.
Llegó cargando a Duo y lo llevó a su habitación recostándolo en la cama, luego se dirigió a su propia pieza a buscar un botiquín de primeros auxilios. De vuelta en la pieza de Duo comenzó por sacarle la chaqueta, el pollerón y finalmente la polera, dejando el blanco y esbelto torso de su compañero al descubierto con una gran mancha de sangre al costado derecho. Verlo así de vulnerable hizo que a Heero le diera una corriente que le paso por la espalda dejándolo helado, no sabía el porqué de su reacción pero luego se encargaría de eso. Se aseguró de que la bala no haya salido por el otro lado, efectivamente estaba incrustada en su carne, por lo que con unas pinzas se dedicó a sacarla, agradeció que estuviera inconsciente, de lo contrario habría tenido que soportar el tremendo berrinche o aplicar anestesia con sus propias manos. Una vez extraída la bala examinó la herida para ver qué tan profunda era, prosiguió a limpiarla con suero ya que el alcohol quemaría los tejidos sanos. Limpia la herida que era bastante profunda pero no muy amplia decidió parcharla ya que llevaba un buen rato abierta y había escuchado que las heridas que ya están secando no se pueden cerrar con puntos. Ya terminando con la herida vendó el hombro, le puso una polera limpia y lo cobijó en la cama para que durmiera. Luego salió de la habitación y se dirigió al living a distenderse un poco.
Le dolía la cabeza y el hombro, no sabía dónde estaba y se sentía agotado. Cuando por fin pudo abrir los ojos se encontró acostado en su cama con una polera limpia y el hombro vendado.
Duo: ¿Pero qué…? Sólo recuerdo que subí para prevenir a Heero… ¡Heero! (gritó desesperado, pero su grito se ahogo con un quejido de dolor).
Heero: (Abriendo la puerta) ¿Me llamabas?
Duo: Heero, que alivio, ¿estás bien?
Heero: Sí, no me pasó nada, gracias a ti (sonríe)
Duo: (Se sonroja) Eh… ¿y esto…? (tocándose el hombro).
Heero: ¿Te duele mucho? Es que preferí no ir a un hospital.
Duo: ¿Porqué?
Heero: Pues en hospital hacen muchas preguntas.
Duo: Pudiste haber inventado algo.
Heero: No soy bueno inventado (se acerca a la cama de Duo y se sienta en un costado).
Duo: Heero…
Heero: Dime
Duo: (Le toma la mano haciendo que Heero se sonroje levemente y aumentando el propio) Muchas gracias (le dedica la sonrisa más hermosa y sincera que Heero haya visto, con aquellos exóticos ojos violeta mirándolo sentía que se perdía en un mundo de nuevas sensaciones), gracias por salvarme.
Heero: No, fuiste tú quién me salvó a mí.
Extrañamente Heero sentía cada vez más el aliento de Duo en su rostro, y sus ojos se veían cada vez más grandes y… ¿cercanos? Cuando de repente siente contra sus labios el suave contacto de otra piel, un olor exquisito y un sabor embriagante. Ahora lo comprendía, había besado a Duo, pero no quería separarse de él, con los ojos cerrados disfrutaba de cada segundo, mientras frente a él un tenso Duo comenzaba a relajarse y a dejarse llevar poco a poco. Muy pronto ambos comenzaron a intensificar el beso, pasando de un simple topón a una guerra de lenguas, cada uno sintiendo y disfrutando del otro. Estaban entretenidos en eso cuando la falta de aire y un pequeño quejido los interrumpieron. A penas se separaron Heero se levantó rápidamente dejando al trenzado atónito.
Duo: Heero…
Heero: Yo… yo… ¡lo siento! (se da media vuelta y sale rápidamente de la habitación).
Duo: Heero… (se recuesta en la cama y se lleva una mano a los labios recordando el hecho recién ocurrido.
En la habitación del frente vemos a un confundido Heero tirado en la cama. Pensaba en él, pensaba en porqué lo había besado, pensaba en porqué aquel chico despertaba tantas sensaciones que jamás había sentido. Con ésta maraña de ideas en la cabeza pronto el sueño vino por él y simplemente se dejó llevar por el cansancio.
Volviendo a la habitación de Duo, él se encontraba en circunstancias muy parecidas, pero a diferencia de Heero el sabía muy bien lo que había pasado. A él le gustaba Heero, siempre había sentido cierta curiosidad por él, pero nunca le dio mayor importancia hasta ahora, se acababa de dar cuenta que so iba más allá de pura travesura. ¿Quería a Heero? ¿Sólo le atraía? ¿a él le pasaba lo mismo? De repente dejó esas ideas de lado.
Duo: Bueno, tengo toda una noche para consultarlo con mi almohada ¿no es verdad?
En ese momento cerró los ojos y se quedó profundamente dormido.