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Primavera En Invierno por Nessa Yaoi

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Capitulo 2 -  Rompiendo el protocolo

 

- Ten,  para que se te refresque la cabeza - sentándose al lado del azabache que no se había movido de allí en todo ese rato.

- Será mejor que te mantengas alejado de Shikamaru - tomando la soda de manos del rubio.

- No empecemos de nuevo ¿quieres? Además de que es algo difícil,  recuerda que me siento a su lado en clases y...   es algo que no hare sin tener una buena razón -  bebiendo de su soda.

- ¿Quieres una buena razón? ¿No basta con que yo te lo pida? - El rubio negó con la cabeza - ¡Eres un torpe! - grito sentándose.

- ¡Mi turno! - abalanzándose sobre el ojinegro.

      El azabache recordó la amenaza del rubio sobre morder su oreja si era insultado en alguna forma, y volteo la cara en el instante en que éste quiso alcanzar su objetivo provocando,  accidentalmente,   que la boca del ojiazul se pegara con la suya,  la sorpresa de Naruto fue tal,  que tardo varios segundos en darse cuenta de lo que pasaba,  con sus ojos azules abiertos al máximo retrocedió hasta la otra esquina del sillón con el corazón golpeando su pecho como si quisiera salírsele.

- L- lo siento,  no fue mi intención,  yo solo quería...  - tratando de disculparse y que el azabache no se diera cuenta del estremecimiento de su cuerpo.

- Ahórrate la disculpa,  no fue nada - pasando el dorso de su mano por sus labios se levanto al baño sin mirar atrás.

- "¿Limpio sus labios? ¿Asco de que mi boca tocara la suya? Me quedo bien claro el mensaje, Sasuke. ¡Demonios! ¿Qué hare ahora? ¿Seguir comportándome como si nada hubiera pasado? Creo que será lo mejor... tomarlo como un accidente,  puesto que eso fue lo que sucedió... aun así él..." - dirigiéndose a su habitación.

- "¡Dioses!  Aaaah...  con tan solo sus labios sobre los míos provoco que me excitara como un condenado,  no se como voy a poder aguantarme después de esto... ¡Rayos! - Metiendo su mano dentro del pantalón - Muchas veces me masturbe pensando en él,  pero... esto,  sus tibios labios,  ya antes los había probado,  pero ahora,  en este instante, me hacen desear más y más su cuerpo... Mmm... aaah,  N-Naruto - masturbando su miembro con frenesí hasta que ya no pudo más - ¡Oooh... esto es el cielo y a la vez el infierno! Y tú eres el demonio por el que estaría dispuesto a pecar por el resto de mi vida,  tengo que mantenerme alejado de ti o no seré capaz de controlarme. Desde ahora,  cero contacto físico - con el rostro sudado y apoyado en la puerta.

- ¡Saldré por un rato! - escucho del otro lado seguido por el ruido de la puerta del departamento al serrarse.

- ¿Salir? ¿A dónde? - Resbalándose con su propio semen al querer abrir la puerta apresuradamente - ¡Maldición! - agarrándose del lavabo para no dar con su cuerpo en el piso.

- ¿Por qué tan solito? - dijo alguien a su lado.

- ¿Shikamaru? ¡Que coincidencia! - acercándose al moreno -  ¿Qué haces aquí?

- En realidad no lo es,  vine expresamente a buscarte - estacionando su motocicleta junto a la acera.

- ¿Para que? - confundido.

- Querías dar un paseo conmigo ¿No es verdad? - Guiñándole un ojo - no le hagas caso al gruñón de Sasuke,  anda sube... lo disfrutaras - dijo el Nara con voz suave e incitadora.

- Creo que un paseo no me hará daño,  en especial después de tener una tonta discusión con el baka - sentándose tras el moreno.

- ¿Shikamaru? ¡¿Qué demonios hace aquí?! - Viendo la escena desde la ventana del  salón que daba a la calle -  ¡Naruto, no te atrevas a...!  - dando un golpe en el cristal.

- Ponte esto y sujétate bien ¡Vamos a volar! - entregándole el casco adicional y agarrando las manos del rubio para ponerlas sobre su pecho haciendo que sus cuerpos quedaran juntos,  encendió de nuevo la motocicleta y metió el acelerador a fondo.

- ¡Esta me la pagas,  Shikamaru!! - apoyando su frente en el cristal y respirando como una bestia herida.

      Oscurecía cuando la puerta de la calle se abrió dando paso al rubio,  éste se dirigió derecho a su habitación sin siquiera saludar al ojinegro que estaba acostado en el sillón del salón leyendo un libro.

- ¿Dónde estabas? - lo interpelo desde la puerta negándose a entrar en la habitación.

- Dando vueltas por ahí,  Shikamaru conoce  sitios bastante interesantes.

- Se perfectamente los lugares que suele frecuentar - apoyado en el marco de la puerta.

- Los conoces... vaya,  es toda una sorpresa - sentándose en la cama.

- No me cambies el tema ¡te prohibí que fueras a cualquier parte en su motocicleta!! ¿Qué excusa le daré a tu padre si te sucede algo? ¡Estas bajo mi cuidado,  demonios!! - dando un golpe en la puerta con el borde de su puño.

- No necesitas recordármelo,  lo se perfectamente... la próxima vez iremos a pie - saliendo de la habitación y metiéndose al baño,  el moreno regreso a la sala rechinando los dientes.

      A los diez minutos y como a diez golpes de puño del Uchiha contra uno de los cojines del sillón...

- Se acabo el jabón.

- ¿Podrías ponerte  algo encima en lugar de andar desnudo por toda la casa? - mirando al ojiazul con una toalla que apenas cubría lo necesario de caderas para abajo.

- No estoy desnudo y lamento mucho si eso hiere tu sensibilidad,  pero ya estaba dentro de la ducha cuando lo note...  baka.  ¡Quédate donde estas! todavía no desaparece el morado que me hiciste en la mañana - señalándolo con su dedo -   ¿Pero que estoy diciendo? De seguro tocar mi cuerpo te resultara tan desagradable como el beso que te di,  accidentalmente claro esta,  y por el que limpiaste tu boca ¿No es así? - apoyando su hombro en el marco de la puerta mientras cruzaba sus brazos.

- Naruto,  yo no pretendía...  - sin dejar de mirar el cuerpo que tanto deseaba.

 - ¿Qué? ¿Ofenderme? Eres hombre  igual que yo,  de hecho lo entiendo. Ser besado por otro hombre te debe parecer repugnante,  y quizás... hasta pecaminoso y si a eso le añadimos que fui yo quien te lo dio,  es mucho peor aun,  ya que soy tu mejor amigo ¿Acerté?  Olvida el jabón... - regresando al baño.

- ¿Qué fue todo eso? - murmuro con la mirada fija en el pasillo por donde el rubio,  prácticamente había escapado.

      En los días subsecuentes las reuniones del rubio y Shikamaru en la escuela fueron más frecuentes,  comían juntos,  bromeaban y reían bajo el incesante escrutinio del ojinegro que nunca los perdía de vista,  mientras crecían  en él lo celos e impotencia por no poder hacer nada al respecto,   Naruto se comportaba de manera acostumbrada  con el azabache como si el  incidente del beso nunca hubiera pasado con la esperanza de que su amigo hiciera lo mismo.

- Shikamaru, quiero hablar contigo - interceptando al moreno cuando llegaba a la escuela.

- Con respecto a Naruto...  ¿Estoy en lo correcto? - apoyándose en el asiento de su motocicleta.

- Pareces llevarte "bastante" bien con él,  ¿ya lo intentaste? - mirándolo intensamente como si quisiera hurgar en la mente del moreno.

- No voy a decírtelo,  es algo solo entre nosotros dos.  Se nos hace tarde para las clases - dejándolo con la incógnita dando vueltas en su cabeza.

- ¿Quieres ir a la biblioteca conmigo? - pregunto el rubio asomando su cabeza por la puerta de la sala donde el azabache se hallaba sumergido entre libros.

- No puedo,  estoy estudiando,  deberías hacer lo mismo  - queriendo evitar que saliera mientras pasaba las hojas del libro sobre la mesita.

- ¿Y la biblioteca que es? ¿Un parque de diversiones,  acaso? No necesitas darme excusas - saliendo del departamento,  al regreso,  se encerró en su habitación sin decir una palabra,  era media tarde cuando volvió a aparecer  en la sala  vestido extremadamente sexi,  algo que sin duda llamo la atención del ojinegro.

- ¿Vas a salir a estas horas? - mirando como el cuerpo del rubio embonada deliciosamente dentro del pantalón ajustado que vestía junto con una camiseta negra casual,  bastante llamativa por lo transparente del tejido.

- La tarea es una lata,  hasta ahora pude terminarla - parándose delante del azabache que estaba sentado ante la mesita con un montón de material escolar encima de ella - ¿Cómo me veo? - girando sobre si mismo.

- ¿Alguna fiesta de la que no fui informado? - dando golpecitos con la punta del lápiz sobre la hoja del cuaderno que tenia delante.

- Nada de eso,  quede con Shikamaru para salir un rato - tomando las llaves del departamento y metiéndolas en su bolsillo.

- ¡Parece que mis palabras te entraron por un oído y te salieron por el otro cuando   te advertí que te alejaras de él!- botando el lápiz sobre el cuaderno y apoyando su espalda en el borde del sillón.

- Escucha,  el que  seas un ermitaño no significa que yo deba serlo también,  es muy lógico que después de ocuparme  de mis responsabilidades escolares quiera divertirme un poco.  Es simple y si Shikamaru me da la oportunidad para eso... la aprovechare con todo gusto,  quiero hacer algo, digamos...  alocado - serrando la puerta antes de que el azabache le impidiera la retirada con algunas de sus ya consabidas advertencias o discusiones.

      El Nara lo esperaba en la calle con su motocicleta encendida y lista para partir,  le lanzo el casco nada más verlo llegar,  señalándole el asiento agarro la mano del rubio para ayudarlo a subir en la maquina.

- Estaba pensando que tal vez tendría que subir a rescatarte de manos del "Ogro Sasuke" y liberarte de su torre y cadenas como a una bella doncella cautiva - bromeaba el Nara - ¿No te dijo nada? ¿Alguna prohibición o consejo en particular?

- No le di la oportunidad - agarrándose del cuerpo del Nara cuando arranco a todo gas.

- Ya veraz,  zorro, las palabras "algo alocado" pueden salirte bastante caras - azotando los libros de sobre la mesita al piso. 

      No hay nada más frustrante que el pensamiento de que la persona  que amas pudiera estar en brazos de otro,  haciendo quien sabe que,  para que te anime a cometer una tontería  con conocimiento de causa y premeditación.  Luego de tomar un baño,  con toda la calma del mundo,  se vistió y salió del departamento con tan solo una idea en mente... arruinarle la noche a Nara Shikamaru,  sabia donde encontrarlos y hacia allí  encamino sus pasos.

- ¡Este lugar es muy animado! - comentaba el rubio sentado en una mesa junto al Nara en una de las mas concurridas discotecas de la ciudad.

- ¿Te agrada? Es el lugar de moda por aquí.

- ¡Mucho! Y dime, ¿viste alguna chica que te guste? - ya que llevaban un buen rato sentados tan solo observando el ambiente.

- ¿Y a ti? - sabiendo exactamente que preguntar ya que era todo un experto.

- Pues,  todavía no  -  paseando su vista por la pista donde muchos prospectos sin pareja movían el esqueleto al son de la alocada música.

- Tomate tu tiempo,  no hay prisa.

- De acuerdo, lo hare - sorbiendo su soda con el pitillo.

      Luego de treinta minutos más de pura observación,  el ojiazul no daba señales de que alguna de todas las chicas en el lugar fuera de su agrado.

- Dime la verdad,  ¿No viste alguna que te gustara,  no sabes bailar o es que no te agradan las chicas? - tirando su anzuelo para ver que pescaba,  el rubio lo miro por un momento.

- Si lo que quieres saber es si soy homosexual,  solo tenias que preguntar - poyando sus codos en la mesa y cruzando los dedos bajo su barbilla -   ¿Lo eres tú? Por el modo en que me presionas pareciese que  si - intensificando su mirada -   o por el contrario,  tienes algo en contra en de eso...  ¿Cuál de las dos es? - siendo pescado el pescador.

- Eres bastante perspicaz ¿sabias? - Mirando a los ojos azules - de acuerdo,  me atrapaste,  si lo soy  ¿Dejaras de ser mi amigo por eso? - tocando las manos del ojiazul.

- Solo si intentas conquistarme,  además de que no descartaría a un buen amigo solo porque tiene gustos diferentes a la mayoría...  ¿te comente que tenía novia? - dijo repentinamente para que no ahondara más en la parte que no le interesaba,  al menos con él.

- muchos la tienen para ocultarse de la realidad o por miedo a enfrentarse al escarnio publico,  una novia no cuenta - sin darse por vencido.

- No en mi caso - por el momento,  no quería que el Nara supiera de sus sentimientos hacia el Uchiha -   voy  al baño - escapando de nuevo de una situación engorrosa - "Definitivamente,  debería ser policía o algo así... ¡rayos! ¡Es peor que un polígrafo! Debo tener mucho  cuidado de lo que  digo enfrente de él,  pareciera que puede llegar al fondo de tu cerebro con tan solo una mirada...  es algo espeluznante"  

      Pensaba  mientras buscaba con su mirada donde quedaba el bendito baño,  luego de dejar su muestra y lavarse las manos salió del lugar con la mente dispuesta y alerta a seguir evadiendo las preguntas e insinuaciones del Nara,  alguien lo agarro por el brazo.

- Espero que no hayas estado bebiendo licor -llevando su nariz cerca de la boca del rubio.

- ¿Sasuke? ¿Qué haces aquí? - con la sorpresa pintada en su cara.

- Pensé que empezarías con eso y luego... - la música en el ambiente cambio.

- ¿Qué haces,  Sasuke? ¡Espera un momento! ¿¡Que no estas escuchándome?! - siendo arrastrado por el azabache - ¿A dónde rayos quieres llevarme? - Tratando de abrir los dedos  aferrados a su brazo - ¡Ya basta,  suéltame! - protestando en vano,  como con un aumento de sueldo.

- ¡Querías hacer algo alocado! ¿No es así? - jalándolo a la pista donde la música se había tornado lenta, al igual que los movimientos de las personas en ella.

- ¡Suéltame! ¿Qué piensas hacer,  baka? - tratando de zafarse y con un mal presentimiento recorriéndole el cuerpo.

- ¿Por qué te niegas? ¡Solo satisfago tu deseo! "Y el mío" - agarrándolo por la cintura y pegándolo a su cuerpo para comenzar a bailar.

- ¿Perdiste la cabeza? ¿Piensas que es gracioso? - Gritando en susurros - ¡No voy a bailar contigo! ¡Las personas nos están...!  - viendo  que todos a su alrededor se apartaban para verlos bailar.

- ¿Es lo suficientemente alocado para ti? - apretando aun más el agarre,  el rubio lo miro seriamente.

- ¿Querías ponerme en evidencia frente a todos,  verdad? Entonces deja que haga mi propia contribución a la causa - agarrando la cara del ojinegro y besando su boca con furia.

- Algo bastante interesante debe estar pasando allá - susurro Shikamaru al ver al grupo de personas rodeando la pista,  decidió indagar de que se trataba.

      El beso se extendió por casi un minuto,  en el que todos a su alrededor observaban con insistencia,  algunos aplaudían,  otros silbaban,  mientras que otros miraban con una absoluta sorpresa en sus caras.  Shikamaru no podía creer lo que veía,  mientras hacia cálculos mentales tratando de entender lo que sucedía.

- ¡Bien, señoras y señores,  gracias por sus aplausos,  próxima función,  mañana en la noche! - grito el zorro haciendo una reverencia y saliendo de la pista y del lugar.

      El Uchiha estaba petrificado en medio del gran circulo  donde los demás bailarines habían regresado,  luego de terminado el show,  a seguir moviendo el esqueleto.

- Buena la hiciste - dijo el Nara con la mano sobre el hombro del azabache - ¿No pensaste en lo que Naruto podría sentir con tu tonta broma? ¿Porque fue eso,  una broma...  verdad? - el azabache salió de allí sin decir una palabra.

      Camino un rato sin rumbo fijo a  sabiendas de que había metido la pata hasta el fondo,  y a la vez,  pensando en como podría solucionarlo,  no le importo en lo absoluto lo que los demás habían presenciado en la pista de la disco,  ya que a lo único que su mente había prestado atención había sido el beso furioso y de revancha que el cachorro le había dado y en su espectacular retirada.

- "No se como voy a arreglar esto,  necesitare un milagro,  no solo lo forcé sino que también hice que se sintiera humillado frente a todos... soy un maldito,  ni siquiera querrá dirigirme la palabra después de lo que ocurrió... yo no lo haría" - abriendo la puerta del departamento y  decidiendo si entrar o no.

- ¡Pensé que no llegarías nunca!  La cena esta lista desde hace rato ¿Te apetece comer o prefieres darte un baño primero? - Dijo el ojiazul asomando su cabeza rubia por la entrada de la cocina - ¿Te perdiste de regreso?

- No,  yo tan solo estaba...  "¿Qué esta pasando aquí? ¿Acaso no esta molesto por lo de hace un rato? ¿O solo veo lo que quiero ver? - no dejando de mirar al rubio.

- Siéntate,  te serviré enseguida y antes de que se enfríe - disponiendo la mesa para el ojinegro - ¿Qué pasa? - Pregunto arrugando su frente al ver que el azabache no le quitaba la mirada de encima - ¿No iras a decirme que ya comiste,  o si? Me esforcé mucho preparando la cena para que me vengas con eso.

- No entiendo porque estas...

- Se que no soy buen cocinero,  pero al menos hago el intento,  no se hable más,  vamos a cenar y luego a la cama - sirviendo los platos y sentándose frente al azabache.

- ¿A la c-cama? - atragantándose con la comida.

- No se tú,  pero yo estoy cansado y mañana hay clases - arrugando su cara - esto no esta,  que  digamos, espectacular...  pero puede comerse - con una alegre sonrisa.

- Cierto "Que alguien me de un golpe en la cabeza,  haber si así,  soy capaz de entender lo que esta pasando aquí" - tratando de concentrarse en la comida en lugar del ojiazul sentado frente a él.

- ¿Terminaste? Quiero lavar los platos antes de acostarme,  ya que ese fue mi castigo ¿Recuerdas? - recogiéndolos de la mesa.

- No estuvo tan mal... la comida quiero decir - observándolo desde la puerta de la cocina mientras el cachorro lavaba los platos.

- Se que no lo dices en serio,  pero no importa  -  con una sonrisa -  Que descanses - entregando el paño de secar los platos en las  manos al azabache antes de retirarse a su habitación.

- Tú... también  - apretando el paño en sus manos.

- "¿Creíste que te reclamaría lo que me hiciste hoy?  ¿Que montaría toda una escena debido a eso? ¡Vas listo,  hare que seas tú el que quiera discutirlo!  Y te daré buenas razones para eso... ya lo veraz,  tendrás que explicarme de forma satisfactoria y coherente el porque de lo hiciste esta noche,  cielos...  creo que se me esta pegando lo de Shikamaru" - buscando una buena postura para dormir.

      Al poco rato cayo rendido,  el pensar en su dulce y sutil venganza hizo que se quedara dormido con una sonrisa en sus labios,  algo de temer sin duda.

      Mañana siguiente,  tortura siguiente y una venganza en puertas por parte del rubio,  quien había despertado, esa mañana,  como pajarito que había aprendido a volar después de recibir un empujón y caerse del nido,  o sea,  a la mala.

- ¡Tiempo de despertar,  búho!! - Abriendo la puerta de la habitación del azabache sin siquiera tocar - ¿No quieres salir del nido?

- No pude dormir bien anoche,  creo que...  - sentándose en la cama con la mano en el estomago.

- En la mesa de la cocina te deje una medicina junto con el desayuno ¡nos vemos luego! ¡Adiós,  gruñón! - grito alegremente.

- ¿Cómo que luego? ¡Oye,  Naruto!! - el golpe de la puerta le indico que ya se había marchado.

- ¿Vienes solo? Después de lo de anoche...  si quieres puedo ayudarte a deshacerte del cadáver - le dijo el Nara apoyado en la puerta de entrada del colegio.

- Se quedo en casa,  tiene dolor de estomago,  no le cayo bien mi comida.

- ¿Lo envenenaste? Eres cruel,  después de todo fuiste tú el que lo beso a él. - caminando a su lado - Lo que me lleva a pensar...

- Matar a alguien por algo tan estúpido es exagerado,  además,  no confundas las cosas,  eso fue venganza...  el inicio al menos.

- Veo que planificaste todo un castigo ejemplar para el gruñón,  ¿Me incluye a mí? - queriendo ser participe de dicho plan.

- Tal vez,  ¿Quieres ayudarme a sacarlo de quicio por unos días,  amigo? - recalcando la palabra amigo por si las dudas.

- ¿Algo así como novio de besos,  abrazos y todo eso?

- Abrazos...  solo como amigo,  besos... totalmente negativo -poniendo las cosas bien en claro para que no se dieran malas interpretaciones por parte del Nara.

- Tacaño,  le quitas toda la diversión al asunto,  pero igual acepto - estando de acuerdo con las condiciones -  Tendrás que pagar el doctor si llega a golpearme ¿Esta bien? Aunque... ¿Por qué crees que el estar juntos  le afectaría?

- Ustedes dos harían una buena pareja,  ambos son iguales a la hora de querer saberlo todo,  simplemente hare las cosas que se que le molestan.

- Lo de ser su pareja...  hace tiempo lo intente,  pero me mando al diablo - los oídos del rubio tintinearon.

- ¿Querías salir con Sasuke?

- Bueno,  debes admitir que es bastante  atractivo y sexi - relamiéndose con tan solo decirlo - Aunque su carácter no lo ayude.

- No hubiera dado resultado de todos modos,  sus personalidades se parecen mucho,  ambos son demasiado controladores y dominantes,   además de que...  a Sasuke no le gustan los chicos - recordando la escena después de su accidentado beso.

- ¡Naruto! ¡¿Por qué te marchaste sin esperarme?! - grito el azabache a unos metros de ellos antes de que entraran al edificio de aulas.

- ¿Ves a que me refiero? - le susurro al Nara - Creí que te quedarías en cama ya que no te sentías bien... baka! ¡Mucho cuidado!  ¡Mira que ahora tengo quien me defienda! - colocándose detrás de Shikamaru con una sonrisa en sus labios.

- Hablaremos luego,  zorro cobarde,   veremos a quien le pides ayuda... cuando estemos solos - pasando junto a ello y mirando retadoramente al Nara.

- ¿Qué fue todo eso? ¿De que me perdí?

- Es un juego,  si  lo insulto él me pellizca,  si él hace,  yo lo muerdo,  suena  tonto pero es bastante entretenido.

- Ustedes si que saben divertirse ¿Y bien? ¿Cual será el siguiente movimiento? - entusiasmado hasta los huesos.

- Te lo diré a la hora del almuerzo,  por cierto... ¿Trajiste,  verdad? - entrando juntos al salón con los ojos del búho observándolos.

- ¿Crees que mi madre cejará en su empeño tan fácilmente? - tocando su abultada mochila.

- ¡Un "Hurra" para tu madre! Realmente  cocina delicioso,  ya fuera la mía - dando un largo suspiro.

-Tenerte como hermano seria, ¿Cómo decirlo? Muy amargo y pecaminoso para mi,  me gustas demasiado - suspirando al tomar sus asientos.

      Otra tediosa mañana de verborrea por parte de los profesores,  celos del Uchiha,  y risitas por parte del zorro y el Nara para completar otro capitulo más de la pesadilla particular del azabache,  hasta la hora del almuerzo al menos,   como de costumbre los primeros en abandonar el salón fueron Naruto y compañía,  seguidos por el búho,   también como de costumbre,  esta vez escogieron un lugar diferente al que solían frecuentar para que le fuera más difícil al ojinegro encontrarlos,  pero no demasiado.

- ¿Dónde se metieron esta vez? - Al ver el lugar a donde solían ir totalmente vacio - Se equivocan si piensan que pueden esconderse de mí  - resuelto a dar con ellos como fuera.

- Creo que aquí viene - dijo el Nara al escuchar pasos sobre el pasto - ¡Ven aquí,  rápido! - grito por lo bajo al rubio jalándolo para que se sentara pegado a su hombro - Prueba este,  es especial... como tú - poniendo el trozo de comida en la boca del rubio.

- ¿Interrumpo? - sintiendo que hasta ahí llegaba su autocontrol.

- En realidad no,  elogiaba,  con toda razón,  la comida de la madre de Shikamaru.  Estaba comentándome que me llevara a conocerla muy pronto ¡¿No te parece genial?! - sonriéndole al azabache.

- "¿A su casa,  dice? - Cayéndole como balde de agua fría - ¿Intentas formalizar algo, Shikamaru? Se que entiendes perfectamente lo que quiero decir - dirigiendo su mirada al Nara.

- Nada aun,  no sin que la otra persona me de su respuesta,  que espero sea positiva,  ¿Te mencione que me gustan los retos? - el rubio miraba de uno al otro sin entender de que estaban hablando aquellos dos.

- Creo que acabaste y si no me da iguale,  hora de volver  - jalando del brazo del rubio y éste a su vez del brazo del Nara.

- ¡Puede caminar perfectamente solo!   - sugiriéndole al cachorro,  o mejor dicho, ordenándole que lo soltara al Nara.

- ¡También yo,  baka! - tapando su boca con la mano,  demasiado tarde.

      El Uchiha jalo al rubio hacia él y le mordió el cuello cual vampiro hambriento,  la sangre del ojiazul se agito como mar en una tormenta.

- ¡Heeeyy!! ¡¿Qué paso con los pellizcos?! - apretando la zona mordida por el Uchiha en su cuello.

- Decidí cambiar de método,   cada vez que veas esa señal en tu cuello,   lo pensaras dos veces antes de soltar tu lengua "Además de que llevaras mi marca,  cachorro" - arrastrándolo hacia el salón de clases

- ¡Me fascina ese juego de ustedes!  Definitivamente tengo que buscar a alguien con quien jugarlo - dijo el Nara caminando detrás de ellos.

      Fin de otro día de clases, durante los días siguientes  el rubio paseaba, a diario, con el Nara después de terminadas sus tereas escolares,  un tarde al cine,  otro a la disco,  el parque,  la biblioteca y así sucesivamente durante una semana,  el Uchiha estaba que se subía por las paredes a causa de las llegadas tardes del zorro y  la casi nula conversación entre ellos, la situación se estaba tornando insoportable,  por lo cual decidió encararlo.

- ¿Hasta cuando vas a continuar con esto? Sales todos los días,  descuidas tus estudios,  ¡Llegas a la hora que te de la gana como si esto fuera un hotel! - Siguiendo al rubio en sus pasos hacia la sala - Cuando pienso en ustedes dos,   solos  y haciendo quien sabe que,  me dan ganas de... - con la mirada encendida y su cuerpo a mil revoluciones por segundo.

- ¿Vomitar? Lo sabes... ¿No es cierto? - Quitándose la chaqueta de espalda al azabache y arrojándola en el sillón - Por eso has estado ignorándome todos estos días -  aun parado de espaldas y con los brazos pegados a sus costados - ¿Te doy asco? Es lo que se pensaría de una persona que evita mirarme cada vez que se tropieza conmigo,  lo cual resulta inevitable ya que vivimos en la misma casa. Pensé que como amigo me entenderías y apoyarías, no voy a disculparme por nada,  de lo único que me arrepiento es de haber venido aquí - abrazándose así mismo -  siento... siento haberte perturbado con mi detestable presencia,  se que eso es lo que piensas de mi cuando me miras,  Sasuke - corriendo a su habitación y serrando con llave.

- Naruto... ¿Qué fue lo que dijiste? - Quedando paralizado por unos momentos al no comprender la reacción del ojiazul - ¡Naruto!  ¡Abre la maldita puerta o la echare abajo! ¡Responde! - golpeando el panel de madera con sus puños hasta que decidió  derribarlo de una patada ante la negativa del ojiazul abrirle.

- No tenias que llegar a esos extremos,  recuerda que  es tu casa,  me marchare en lo que recoja mis cosa - sacando su ropa del armario y gavetas.

- ¡¿Qué demonios significo todo lo que acabas de decirme allá afuera?! - Agarrando al zorro por los brazos - ¡¿Qué fue lo que hiciste?! ¡¿Qué es lo tengo que disculparte, maldita sea?! - con sus ojos fijos en los del rubio.

- Ahórrate los reclamos.  No eres mi padre,  él si me entiende,  ¡Y no finjas que no sabes nada!  ¡La forma en que me has tratado últimamente me lo confirma! - Exaltándose a medida que la discusión se volvía más seria -  Como ya dije antes...  ¡No me disculpare!! - gritando en desahogo.

- ¡Por todos los demonios del infierno! ¡¿Quiere decir que lo hiciste?!  ¡¿Te acostaste con Shikamaru?! - apretando los brazos del rubio.

- ¡Lo sabias,  sabias que era homosexual y te lo callaste!  ¡Preferiste ignorarlo al igual que a mi! ¡Al menos Shikamaru no me juzga ya que somos iguales! - grito aferrando la cintura del azabache por la ropa.

- ¡¿Te acostaste con ese idiota?! ¡Contéstame! - sintiendo que la desesperación y la locura se apoderaba de él.

- ¿Y si así fuera...  que te importa? No hagas de esto una tragedia griega ¿Quieres?  - soltando sus manos - Saber que a tu amigo le gustan los chicos no es algo de que avergonzarse,  aunque se que a tú lo haces.

- No hagas que cometa una locura,  simplemente quiero que me respondas,  una vez más... ¿Te acostaste con Shikamaru,  si o no? - conteniendo las ganas de gritar para no perder la cabeza.

- Si te digo que si... ¿Que harás,  golpearme? No somos un matrimonio en el que le reclamas a tu pareja por ser infiel - en esa situación cualquiera pensaría que el rubio tenia nervios de acero, mientras que,  lo único que hacia era bloquear el miedo de la reacción del azabache en su mente - Con respecto a Shikamaru...

- ¡Lo matare! ¡Le advertí que no se acercara a ti! - empujándolo sobre la cama -  No he estado todo este tiempo cuidándote  y negándote a otras personas...  ¡Para fueras del primero que apareciera por ahí! - sentado sobre las caderas del rubio.

- Es precisamente lo que nunca entendí,  supongo que eres como uno de esos hermano celosos que cuidan la virtud de sus otros hermano para que no caigan en manos equivocadas - decía el ojiazul con sarcasmo -   que sigan el camino recto según el sexo que dios les dio al nacer ¿Es eso?  - continuaba - Otra cosa... ¿Podrías quitarte de encima? No soy de piedra ¿Sabes? Me haces sentir acalorado - abanicándose con la mano -   Eso podría romper el código de lo que,  según tú,  es normal en el mundo en que vivimos - mirándolo sin miedo directamente a los ojos.    Lo que tendría que pasar pasaría, aunque le costara lágrimas,  ya fuera por el rechazo o por el contrario...

- Error,  todo lo que acabas de decir es basura,  tienes mala memoria zorro.

- ¿Sobre que? - con el cuerpo estremecido por la postura del Uchiha sobre sus cadera.

 - ¿Recuerdas cuando tenias doce años y siempre despertabas mojado? Nunca descubriste la razón de eso.  Yo te la diré...  mientras dormías te masturbaba,  a la vez, que lo hacia conmigo mismo - acercando su rostro al del rubio - Y aunque permanecías dormido,  te retorcías de placer en mis brazos... ¡Oh,  por dios! Te veías tan sensual,  que al observarte,  en lo único que podía pensar era en poseerte una y otra vez hasta hacerme perder la razón - el rubio miraba totalmente aturdido al Uchiha,  sentía su cabeza como si le hubieran dado con un mazo  - ¿Por qué crees que dormía en tu casa tan seguido, eh? Me hice la promesa de que no serias de nadie que no fuera yo - agarrando la barbilla del ojiazul - Desde ese entonces eres mío ¿comprendes? - sacándose la camiseta y arrojándola al piso,  el rubio miraba sin ver puesto que su mente se encontraba en un rápido  viaje al pasado.

- Ahora entiendo,  por eso me sentía tan bien al despertar cuando dormías conmigo, pero tú... ¡Tú te aprovechaste de mí! - sopesando las palabras del Uchiha.

- ¿Aprovecharme,  dices? No te aprovechas de algo que te pertenece.  Te marque con mis besos,  mis caricias,  mi esencia... aunque no dentro de ti,  pero si sobre ti,  procuraba no dejarte marcas que te hicieran sospechar nuestras noches de pasión desenfrenada,  al menos para mi - descansando su frente en la del otro -   Aunque con lo despistado que eres nunca te hubieras dado cuenta,  no sabes cuantas veces mordí mis labios hasta hacerlos sangrar en lugar de morder tu piel,  que era lo que en realidad quería,  cuando tuve que dejarte para mudarme aquí desee estar en la edad media donde  las esposas llevaban un cinturón de castidad para no cometieran infidelidad mientras sus esposos iban a la guerra,  buenos tiempos aquellos,  sin embargo tú...  ¡Entregaste mi más preciada posesión a alguien como Shikamaru! ¿Qué crees que debería hacer en mi situación?  ¿Castigarte? ¿Matar al bastardo por haber tocado lo que es mío? - presionando las manos del rubio por sobre su cabeza - ¿alguna sugerencia,  zorro? - mordiendo,  sin hacer daño,  el cuello del ojiazul.

- ¿Qué tal si me sueltas y me dejas ir? - molesto porque en toda esa confesión  no había escuchado lo que deseaba oír con toda su alma - Aclaraste tu punto... eres homosexual además de un pervertido,  pero te equivocas en algo,  no soy de tu propiedad y tampoco te he dado opción de compra - dijo sin un ápice de emoción en su rostro -  Quiero que me sueltes para que pueda marcharme y terminar,  de una vez,  con esta absurda situación - intentando incorporarse.

- ¿Lo tenias planeado, cierto? Pelear conmigo te da la excusa perfecta para ir a refugiarte en los brazos de ese idiota... ¡Sobre mi cadáver! ¡¿Comprendes?! - Sacando la camiseta del rubio con toda la rabia y frustración que sentía en ese momento - ¡Te hare el amor hasta que grites mi nombre!  Y ya que no es tu primera vez... no tengo que ser cuidadoso ¿No es así? - arrebatándole los pantalones de un tirón,  los ojos del rubio reflejaron el miedo que por momentos se apoderaban de él.

- ¡No,  Sasuke! Espera... ¡No por favor,  no hagas esto! - imploraba el rubio mientras se debatía por quitárselo de encima.

- ¡¿Quieres que me detenga porque no soy de tu agrado?! En cambio él... ¿Te gusto como te lo hizo? Yo lo hare mejor,  porque yo...- Sujetándolo con sus piernas y manos - ¡Serás mío ahora!  ¡Se acabo el seguir esperando! - chupando su cuello y pecho mientras arrancaba la prenda interior del rubio,  rompiéndola.

- ¡Sasuke! - dejando de luchar una batalla que sabia perdida.

- ¡¿Por qué tuviste que entregarte a él?!  ¡¿Por qué?! ¡Tu cuerpo es solo mío,  mío!! - totalmente fuera de si por los celos y el dolor,  lo que lo hacia comportarse rudamente con el cachorro.

      La ansiedad y el deseo eran tal que no se midió a la hora morder,   chupar y presionar con sus dedos, dejando grandes marcas en la delicada piel del rubio,  después de quitarse los pantalones y ropa interior, aunque sin darle cuartel a su caricias,  abrió las piernas del zorro y las coloco sobre sus hombros,  estaba tan inmerso en su deseo que no noto la quietud e inmovilidad del cuerpo del ojiazul,  éste solo veía el techo con la mirada vacía y sus ojos llenos de lagrimas.

- ¡AAAAAAHH! - grito con fuerza el rubio arqueando su cuerpo cuando el azabache se sumergió dentro de él de una sola embestida.  El Uchiha reacciono ante el grito de dolor del ojiazul.

- Naruto tú... ¡No puede ser! - asustado echo su cuerpo hacia atrás para salir inmediatamente de su interior.

- ¡Noooo...  no!  ¡T-termina lo que e-empezaste! S-será lo... u-único que tendrás de mi... - clavando sus uñas en los hombros del Uchiha.

- ¡No puedo...! - abrazando al rubio a su pecho - ... no puedo seguir,  p-perdóname Naruto.  No quería... yo creí que...- saliendo de él.

- ¿E-estas feliz ahora? F-fuiste el primero,  como siempre quisiste - levantándose a duras penas de la cama mientras por sus muslos corría hilos de sangre.

 

Continuara...

Notas finales:

¡Hola, amigas y amigos! espero les haya gustado la continuacion de esta historia, el final sera en siguiente,  creo haber llenado sus espextativas sobre este fic, y si no es asi... lo lamento. me esforzare para el proximo.

es todo por ahora, cuidense mucho, besossss para todos y chaito.

                                                         Nessa Yaoi


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