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Les Miserables por ISOBEL KOU

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Notas del capitulo:  

Sailor Moon y sus personajes no me pertenecen si no a Naoko Takeuchi, Saint Seiya y sus personajes tampoco me pertenece, si no a Kurumada-sama...de ser mios estaria nadando en dinero...¡Joder!.

 

Advertencias: principios de OOC en algunos personajes, UA.

 

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Les Miserables

Cap. 3 Encuentros

 

 

Finalmente aquella salida "entre amigos", termino siendo entre conocidos, y es que a parte de los que el bicho había invitado inicialmente, terminaron uniéndose otros mas al grado que parecían mas un grupo de jóvenes universitarios que otra cosa.

 

No pudo evitar sonreír ante el desagrado de su hermano mayor, Yaten, estaba realmente fastidiado, tan solo se dedicaba a beber de su vaso de whisky.

 

El pelinegro junto con los demás se hallaba en la pista de baile, regalando sensuales bailes a todos los espectadores que observaban a ese grupo de personas atractivas, y desinhibidas bailar con sensualidad y descaro.

 

En la mesa se hallaban sentados los "responsables", Taiki, Saga, Aioros, Yaten...bueno realmente el mas bien entraba dentro del grupo de los inadaptados sociales, parecía que en cualquier momento saldría de aquel lugar.

 

Sonrío un poco, ¿es que acaso su hermano no podía tranquilizarse un poco?, bueno allá el que no aprovechaba su juventud.

 

Le había dado un poco de sed, así que, pidiendo disculpas se dirigió a la barra para pedir una bebida...-Una cuba-...pido al barman, fijo su vista en la pista de nuevo y sonrío al ver los desmanes de sus compañeros de farra.

 

Kanon baila con Shaina de una manera que escandalizaría a los mas conservadores, Aioria (ya bastante pasado de copas), bailaba con Marin y Milo...el bailaba con todos los que se le acercaran, algo le decía que esa noche el rubio no llegaría a casa.

 

-¿Divirtiéndote?-...le pregunto una voz femenina a sus espaldas, se giro para ver a una chica de cabellos azabaches, eran lacios y le llegaban a la altura del hombro, sus orbes oscuras le miraban divertida.

 

-Hotaru-

 

-No me avisaste que vendrías, malo me hubiese tomado la noche-...dijo fingiendo indignación.

 

El pelinegro se rasco la nuca...-Lo siento, fue algo de momento ya sabes como es Milo-

 

-Si, bueno ese bicho que se le puede hacer, ¿Quiénes mas han venido?-

 

-Los mismo del grupo, algunos colados y ¡Oh, seguro te sorprenderá!, Yaten ha decidido acompañarnos-

 

-¿¡De verdad!?-...dijo con verdadera sorpresa...-Valla eso si no lo esperaba, ¿Cómo lo convencieron?-

 

-Con mucho trabajo, aunque presiento que esta a punto de salir corriendo en cualquier momento-

 

-Je jeje no lo dudo, y... ¿me regalarías una pieza?-...pregunto con cierta coquetería, el pelinegro sonrío y asintió tomando a la chica de la cintura para conducirla a la pista de baile.

 

A nadie le sorprendió, no era un secreto que Hotaru estaba enamorada de Seiya, ni que este había sido claro con ella sobre una posible relación, ella sabia quienes eran ellos ya que al ser una gran informante solían utilizar frecuentemente los contactos de la chica para conseguir información, solo Kanon podría superarle en cuanto a ello.

 

+++++++++++++++++++++++++++

 

Decir que estaba molesto era poco, estaba realmente furioso por supuesto esto no se notaba debido a su gélido carácter y su tan proclamado autocontrol, de no ser por ello seguramente estaría lanzando gritos a diestra y siniestra, sin embargo en lugar de ello tan solo tenían una muy, pero muy fría e intimidadora mirada, y una de sus particulares cejas levantada, esperando respuesta para la pregunta que había hecho.

 

-Bueno Camus veras es que nosotros...eh creemos que no hay mejor forma de celebrar que bailar y divertirnos un rato-...dijo con nerviosismo la rubia amiga de su hermana.

 

-No-...dijo de forma tajante.

 

-Pero Cam...-

 

-No-...corto el pelirrojo a su hermana, cualquier cosa que fuera a decir.

 

-Por favor, será solo un momento en cuanto tu digas que nos vamos te haremos caso, ¡Te lo juro!-...dijo la chica

 

-He dicho que no, me engañaron Serena-

 

-Lo se, y lo siento pero es que eres tan...-

 

-¿Tan que?-

 

-Bueno tú sabes-

 

-No, no lo se-

 

-Camus-...hablo con voz calma la mujer que hasta ahora se había mantenido al margen.

 

-No creo que le haga daño entrar a este lugar-

 

El pelirrojo se giro para ver el rostro de la hermosa mujer que algún día se convertiría en sus esposa, sus orbes azules que daban la impresión de un mar en calma le miraban esperando que aceptara.

 

Michiru Aino Hermana mayor de Mina y la mujer que sus padres habían elegido como la mujer con la que tenía que compartir su vida, no le molestaba la idea de hecho ella le agradaba, por eso había aceptado mejor ella que cualquier otra.

 

Camus no creía en el amor ni en esas tonterías así que no opuso resistencia cuando le fue informada aquella decisión, alguna vez le habían dicho que era como un robot, un ente sin alma y sentimientos que tan solo obedecía.

 

Bueno es lo que le había dicho una chica a la que rechazo...

 

-No tienes sentimientos-...le había dicho ella

 

-Tienes razón-...dijo con la misma cara imperturbable de siempre...-Así que lo mejor para ti es que dejes de perder el tiempo conmigo-...y sin mas se había ido del lugar donde había sido abordado por la chica.

 

Su única meta en la vida era seguir los pasos de su padre, y por supuesto ver por el bienestar de sus hermanos, los únicos seres por los que sentía amor.

 

-¿Qué dices?, tan solo ser un momento además puede que sirva para distraernos-...acoto para momentos después poner una linda sonrisa.

 

El pelirrojo suspiro...-De acuerdo, será solo un momento y en cuanto diga nos vamos, se hará ¿De acuerdo?-

 

Las rubias asintieron demasiado contentas para objetar e inmediatamente bajaron del auto, Amy una amiga de ambas a la que habían invitado las siguió, aun demasiado apenada por lo que habían hecho sus amigas.

 

Los mayores les seguían de cerca, Michiru tomo su celular y mando un rápido mensaje...-Es para Darién-...explico, guardando el aparto en el bolso de mano...-Deseaba saber donde estábamos, nos alcanzara en un momento-...Camus asintió.

 

Suponía que al igual que a ellos sus padres les habían "instado" a acompañar a sus prometidos, el era conciente de los ambiciosos y la clase de persona que eran los Aino, pero no se metería en ello si sus padres habían decidido hacer aquello nada lo impediría, además finalmente Michiru y Mina eran agradables.

 

Darien era otro historia, pero...tampoco se metería a menos claro, que dañara a su hermana, entonces si, tendría que tomar cartas sobre el asunto...

 

Entraron a "New Moon", que era como se llamaba aquel lugar, en la puerta se encontraban apostados dos guardias que hacían compañía a una chica de cabellos castaños, ella parecía decidir quien entraba y quien no.

 

En cuanto les vio les cedió la entrada, guiñando un ojo coquetamente al pelirrojo el cual paso de ello.

 

Eligieron una mesa de la parte superior un mesero se acerco a pedir su orden de bebidas, Serena tuvo que conformarse con algo sin alcohol, no alego mucho sabia que si intentaba hacer alguna rabieta, Camus le sacaría de ahí mas rápido de lo que habían entrado.

 

Su vista se dirigió a la pista, miraba con nostalgia ¡Cuánto deseaba tener una vida normal!, poder moverse con tal libertad que nada lo impidiera.

 

Su hermano se percato de aquella mirada...-Ve a bailar con Mina-...sentencio, la rubio le miro como si de pronto le hubiese salido otra cabeza...

 

-¿Qué?-...chillo.

 

-Que vallas a bailar con Mina-

 

-Pero...-

 

-Estoy seguro que ella evitara que te agites demasiado, anda vallan-

 

Las dos rubios le miraron con miradas brillantes y salieron rumbo a la pista, no fuese que arrepintiera.

 

-Haces bien, le hace falta-...dijo la peliazul, refiriéndose a la sobre protección hacia la rubia, ella sabia que no era sano que la encerraran como si fuese un débil pajarillo, si bien su salud no era precisamente buena, tampoco era para que la tuviesen así.

 

Era irónico, sus padres nunca estaban ni le prestaban demasiada atención, Tsukino-Sama era un hombre que solo pensaba y vivía por y para los negocios, Mientras que Clarice-San era una mujer demasiado frívola...definitivamente tal para cual.

 

El hombre tan solo asintió.

 

Michiru le miro, no podía negarlo Camus era realmente guapo, mas que guapo era el tipo de hombre que rallaban en lo hermoso, era rico, y de algún modo tenia las mismas raíces que ella (Japonés), aunque el pelirrojo era nativo de Francia, y como tal era todo un caballero, cortes, educado, con una elegancia y portes natos (heredados de la madre), distinguido, inteligente, brillante, un genio como se vanagloriaba su padre, lo tenia todo, pero...si había un pero ante tanta perfección.

 

Era Inhumanamente frío...

 

Te hablaba de todo con el mismo tono entrenado y modulado de voz, no parecía alterarse por nada, ni siquiera hace un momento cuando descubrió que fue vilmente engañado mudo su siempre férrea expresión, alguna vez había escuchado en el colegio (ambos habían compartido unos años de instituto antes de que el se marchara a estudiar al extranjero), que le comparaban con un témpano de hielo, "Un copo", como solían decirle los compañeros, el lo sabia y ni eso parecía afectarlo.

 

A veces pensaba que nada la hacia, pero se dio cuenta que se equivocaba, si había algo que le afectaba, y ese algo eran sus hermanos, sabia que el les quería, los únicos seres sobre la tierra que contaban con ese privilegio.

 

Sonrío, no es que le importara demasiado, ella tampoco le quería, le respetaba, le admiraba si, pero no le amaba, había aceptado por que sabia que era conveniente y punto.

 

¿Qué eso la calificaba como una mujer frívola y ambiciosa?, tal vez pero así había sido criada, para estar con alguien a su altura, alguien de su nivel, sin importar sentimientos, que ella si tenia, pero nadie jamás había llegado a despertar, o si había alguien, pero ese alguien no estaba a su nivel, una lastima, una verdadera lastima.

 

++++++++++++++++++++++++++++

 

Serena y Mina bailaban bastante alejadas del bullicio, lo hacían de manera mas calmada, después de todo tenían que cuidar la salud del chica de rubios cabellos.

 

En un movimiento la Tsukino piso mal, provocando que trastabillara un poco, y, para no caer se sostuvo de lo primero que tuvo a la mano...el trasero de un chico.

 

Al percatarse ello se sonrojo de manera escandalosa, haciéndole ver como un tomate maduro...

 

-Valla pero que aventadas son las chicas de hoy-...murmuro con voz divertida el chico.

 

Ella no deseaba levantar la mirada se sentía realmente apenada, la idea de salir corriendo de aquel lugar llego con gran fuerza.

 

-Lo-lo siento-...murmuro bastante apenada aun sin levantar la vista.

 

Seiya observaba aquello con diversión, tenia que reconocer que cuando sintió como aquellas manos se aferraban con fuerza a aquella parte de su anatomía, se sorprendió, después al percatarse que era un accidente y que la chica parecía realmente bastante apenada, quiso restarle importancia al asunto bromeando un poco.

 

-¡Ey! Tranquila, bombón eso suele suceder-...dijo despreocupado esperando a que la chica levantara la cara, para verle.

 

¿¡Bombón!?...pero que se creía ese tipo, ya vería en cuanto le diera un buen porrazo, levanto la mirada con un brillo de enojo pero en cuanto sus orbes celestes hicieron contacto con los azules del chico se quedo...perpleja.

 

Era realmente apuesto, valla que suerte la suya, venir a cometer semejante oso con ese chico si que estaba salada.

 

-Lo siento, fue un accidente, no fue mi intención pero... ¡NO ME DIGAS BOMBON!-

 

Seiya estaba...perdido, si, esa es la expresión, o al menos, no encontraba otra forma de describir como sentía, ¿Tonto?, ¿Idiota?, ¿Ido?, también aquellas quedaban, pero la primera sin duda era mejor.

 

Sumergirse en aquellas orbes celestes le había transportado aun doloroso pero a la vez dulce recuerdo, con una ángel de igual color de ojos y cabello semejante que le había demostrado lo que era la bondad y la piedad, la única que le había tratado como lo que era un ser humano.

 

Pero la chica que tenía enfrente era un chica, una muy bella por cierto, con la cual había tropezado por accidente, sonrío con encanto.

 

-lamento si te molesta que te llame así pero, es lo que pareces un bombón-...dijo guiñando un ojo coquetamente.

 

Serena no sabia si enojarse o halagarse, así que optando por una tercera opción que era la de la graciosa huida, volteo su mentón de manera digna (aunque el sonrojo no engañaba a nadie), y se fue en dirección a una Mina que miraba todo perpleja, sin embargo una mano la detuvo.

 

-Lo siento-...dijo el chico...-No era mi intención apenarte, ¿Bailarías conmigo?-...y ahí estaba de nuevo, la linda sonrisa.

 

No sabiendo como negarse, solo atino a asentir de manera atropellada, el pelinegro se volteo a su compañera (en la cual Serena no había reparado hasta ese momento), y con una seña la chica asintió y se fue.

 

Ella frunció el seño ¿seria su novia?, ¿Cómo era posible que el bailara con ella y dejara a la chica así, con tanto descaro?, y a todo esto... ¿a ella que coño le importaba?

 

Pero al ver los ojos azules del chico decidió que...podía dejarlo pasar...

 

+++++++++++++++++++++++++++++

 

Milo se divertía bailando animadamente con la chica que había elegido como su presa de esa noche, sus turquesas viajaban alrededor del lugar viendo como sus amigos se divertían, bueno los "amargados, cara de entierro" como el los llamaba, seguían en la mesa, bebiéndose sus copas y mirando algunos, (específicamente Yaten), con fastidio el lugar, y los otros con cierta diversión.

 

Los demás bailaban ya sea entre ellos o con quienes se dejaran engatusar, miro a Seiya quien bailaba con una rubia, valla que no pierde el tiempo...pensó, ya que le había visto bailar con la linda Hotaru momentos antes.

 

Su vista siguió viajando hasta detenerse en...una muy, pero muy bella imagen, un chico pelirrojo.

 

El chico en cuestión tenia una mirada de... ¿De que era?, no podía decirlo su expresión no decía nada, y no pudo evitar que a su mente perversa llegara la imagen del mismo pelirrojo cargado de diferentes y placenteras expresiones, todas ellas por supuesto provocadas por el.

 

Parece ser que cambiaria de presa, siguió observándole al parecer venia acompañado aunque la chica (una muy hermosa también tenia que admitir), y el pelirrojito no parecían estar en plan romántico, y si lo estaban tampoco era algo que le importara, ¿Cuándo lo había detenido algo así?, siguió mirándole con intensidad, hasta que por alguna razón aquellos zafiros se fijaron en sus turquesas, tan profundos, como una noches oscura, tan calmos, tan fríos...

 

¡Oh si! Que ganas de quitarle lo frío le habían entrado...

 

Se había sentido observado, de algún modo sentía que alguien le miraba de manera intensa y no se equivoco, cuando al buscar al responsable lo hallo en un rubio que bailaba en la pista, sin embargo lejos de asustarse con una de sus miradas de "aléjate o te descuartizo", el rubio pareció inmutable, es mas estaba hasta cierto punto divertido.

 

Su ceño se arrugo, muy ligera y casi imperceptiblemente, pero se arrugo el chico no le quitaba la mirada, y por primera vez aquel chico logro lo que nadie mas, que se sintiera incomodo, sentirse observado de aquella manera por esas extrañar orbes de color turquesa que contrario a Michiru, le recordaban a un mar en embravecido, rebelde, intenso.

 

Incomodo desvío la mirada, molesto consigo mismo por ello, ¡El jamás se intimida!, ¡Nunca!

 

-En seguida regreso-...dijo a Michiru, la cual tan solo asintió.

 

Se levanto y se dirigió al baño, estar en aquel lugar no le parecía tan buena idea, ¡Patrañas!, el hacia lo que quería y cuando quería, nada ni nadie le afectaba, lo de hace un momento...fue, un desliz, si eso, un desliz que no se volvería a repetir.

 

Se mojo la cara con un poco de agua, saco una toalla de papel con la que se seco la cara, miro su reflejo en el espejo, y estaba seguro que de ser cualquier otra persona, habría saltado de la impresión al ver a aquel rubio que al igual que el miraba su reflejo en el espejo.

 

El chico de las turquesas se mantenía pegado a la puerta, observándole de la misma manera que antes.

 

-Hola-...dijo sin mucha ceremonia.

 

Camus no contesto, le regreso una fría mirada antes de intentar salir del baño, digo intentar por que el rubio se lo impidió.

 

-Me permites-...dijo con su voz más gélida, sin embargo el rubio seguía en el mismo lugar y no parecía dispuesto a moverse.

 

-Necesito pasar, ¡Apártate!-...dijo con hosquedad, ya no le interesaba ser cortes, pero en lugar de moverse o "asustarse" como debió ocurrir, el rubio tan solo sonrío mas.

 

-Lo are pero quiero algo a cambio-...dijo con simpleza.

 

-¿Qué demonios?, ¡Quítate o te quito!-...dijo comenzando a perder el control, lo cual le molestaba aun mas por que... ¡El jamás perdía el control!

 

-Me quitare, solo si...me das un beso-

 

Camus le miro incrédulo, esto se salía de todo lo que pensaba, estaba fuera de su raciocinio aquel tipo le había pedido...¿Un beso?, ¿Qué carajo le echaban a las bebidas?

 

-Perdón-...musito, aun sin creer que había escuchado.

 

Milo le miro divertido, valla después de todo el pelirrojo si que podía sorprenderse, no era mucho debía admitir ni tampoco lo que esperaba, en realidad estaba seguro que en cualquier momento lo golpeara, y eso de algún modo le excitaba, no es que fuera masoquista, pero no sabia explicarlo presentía que aquel hombre no era nada convencional.

 

-Lo que oíste, te dejare pasar si me das un beso, o si no puedes no hay problema te lo daré yo-

 

Y moviéndose con una gran agilidad, la cual Camus no vio venir le tomo del cuello de la camisa azul que portaba (a pedido expreso de su hermana), y le beso.

 

En un principio el pelirrojo no supo que hacer, sin embargo al sentir como el otro intentaba forzarle a abrir los labios, para invadir con descaro su cavidad, despertó.

 

De un fuerte empujón le mando al suelo...-¡IMBECILE!, ¿Q       ue crees que haces?-...Camus estaba muy, muy enojado, al diablo el control lo único que deseaba era partirle la cara a ese idiota por tomarse semejante atrevimiento, pero principalmente por haberlo tomado tan desprevenido.

 

El rubio se levanto aun con esa sonrisa en su rostro, que Camus deseaba borra y lo haría, por Kami que si.

 

Así que acercándose al rubio le planto tremendo puñetazo en la mejilla derecha...-Esto es para que aprendas a no pasarte de listo-...dijo y sin mas se arreglo la camisa, para salir de aquel lugar.

 

-Valla, valla con el pelirrojito si que pega fuerte-...se dijo a si mismo el rubio con cierta satisfacción, se limpio el hilillo de sangre que corría por su labio y salio tras de el chico.

 

-No me sigas, o la mejilla no será lo único que resulte golpeado-...dijo con amenaza y su mejor mirada fría Camus, pero Milo pasaba de ello y no parecía afectarle.

 

-No soy débil y puedo defenderme, si quieres golpearme adelante pero yo conozco una mejor forma de disipar esta...tensión que hay entre nosotros-...dijo con su inseparable sonrisa, burlesca.

 

Sonrisa que, el pelirrojo había aprendido a despreciar en ese lapsus de tiempo, pensaba responder pero algo distrajo su atención, ambos pares de ojos zafiros y turquesas dirigieron su atención a la pista de baile donde parecía suscitarse una pelea, pensaban dejarlo pasar sin embargo una chica de cabellos azabaches irrumpió.

 

-Milo es Seiya, parece ser que se agarrara a golpes con un tipo-

 

-Maldición-...musito el rubio...-Ya terminaremos nuestro asunto pendiente, adiós pelirrojito-...dijo el rubio sin mas desapareciendo entre el mar de gente, aun así Camus pudo distinguirle y después maldiciéndose por ello se dirigió a su mesa, en medio camino se topo con Michiru, quien lucia alarmada.

 

-Camus, que bueno que te encuentro-...dijo una vez que le localizo.

 

-¿Qué sucede?-...es Darien, esta a punto de liarse a golpes con un chico-...Camus tenia deseos de decirle que no deseaba meterse en líos, ya que estaba de muy mal humor y menos por el impertinente de su hermano sin embargo la frase que siguió le dijo que definitivamente tenia que intervenir...-Serena esta con ellos-...y sin mas ambos se dirigieron a la pista.

 

Al llegar se topo con que el hermano de Michiru era retenido por uno de sus amigos y se insultaba con otro pelinegro, Serena miraba todo asustada y detrás del chico pelinegro, Mina estaba a un lado de ella.

 

Pero lo peor para sus nervios es que justo a un lado de aquel chico estaba el rubio idiota que le había besado, este reparo en su presencia le miro por unos segundos antes de regresar su atención a la pelea.

 

El hizo lo mismo...-¿Qué sucede?-...pregunto con voz autoritaria que no daba lugar a replicas-

 

-Este mugroso que estaba con Serena, y no entiende cuando no debe meterse con la novia de alguien-...escupió Darien.

 

-Serena-...dijo dirigiéndose a la rubia, esta miro con cierto temor a su hermano, cuando se enojaba daba miedo y podía ver que estaba bastante molesto.

 

-Hermano, yo bailaba con Seiya tranquilamente, sin embargo cuando Darien llego me exigió bailar con el, como me negué se enojo y comenzó a insultar a Seiya y exigirle que me dejase, el comenzó la pelea-

 

Darien le miro furioso, pero ya se encargaría el de arreglar cuentas con su "noviecita".

 

-Camus, ella no debería estar con este tipejo y...-

 

-Silencio-...dijo el pelirrojo con voz firme...-Nos vamos ahora-

 

-Pero...-...intento decir

 

-¡Ahora!-...musito con frialdad y autoridad.

 

 

Darien maldijo por lo bajo pero no le convenía comenzar una pelea con su futuro cuñado, así que lo dejo pasar miro de manera furioso a la rubia y al pelinegro y salio del lugar en compañía de sus amigos, los demás suspiraron con alivio.

 

-Pido disculpas por el inconveniente-...dijo dirigiéndose a Seiya, este negó con la cabeza y se dirigió a la rubia.

 

-¿estas bien?-...esta asintió, para después ir con su hermano quien le esperaba.

 

-Vamos-...dijo jalando a Mina de la mano, la cual vio con lastima al chico de cabellos plateados y ojos verdes que le había impactado, y a quien Seiya había presentado como su hermano.

 

El ojiverde que seguía tenso por lo de hace unos momentos, solo le vio de reojo.

 

Seiya intento detenerla, pero una mano en su hombro proveniente de Milo le detuvo, sabia que seria imprudente y la dejo ir.

 

Al menos tenia su nombre y su teléfono (se lo había pedido mientras bailaban, y ella se lo había dado), y sonrío un poco animado la volvería a ver.

 

Por su parte Milo vio como aquel pelirrojo se le iba, bueno ya tendría oportunidad de encontrarle y es que cuando el escorpión elegía una presa, nada lo detenía hasta que obtenía lo que deseaba, lastima por el pelirrojito, lo encontraría y ya tenia un nombre...Camus...musito para sus adentros.

 

-Es hora de irnos-...dijo Yaten, los demás concordaron con ello.

 

-Yo los veo luego debo hacer algo-...dijo Milo separándose de ellos, asintieron y no objetaron nada, lo conocían y sabían que no llegaría en toda la noche, así era Milo no les extrañaba.

 

La mayoría se fue, realmente fueron muy pocos los que se quedaron, los Kou se fueron juntos ninguno hablaba, cada uno en sus propios pensamientos.

 

Seiya deseaba ver a la rubia de nuevo, y sonreía recordándola la chica le había gustado, y le gustaba mucho.

 

Taiki el, tan solo pensaba en lo pequeño que es el mundo, ya que jamás pensó que vería en aquel lugar a su compañera de lectura, valla que el mundo es un pañuelo.

 

Por su parte Yaten por algo que el atribuyo al alcohol se acordó de la amiga de la chica con la que bailaba Seiya, su hermano se la había presentado esperando a que el bailase con ella, no tuvo tiempo de ello ya que en ese momento llego el pesado aquel.

 

Era bonita debía admitir, lastima no la volvería a ver.

 

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-¿Qué dices?-...pregunto el rubio.

 

-Lo hare-...contesto la chica, logrando una sonrisa complacida en el rubio...-Pero Milo, ¿para que deseas saber quien ese chico?-...el otro le miro con una sonrisa divertida.

 

-Bah para que pregunto, a ti solo te interesan las personas para llevártelas a la cama-

 

-Tienes razón querida Hotaru, y esa presa me interesa, me interesa mucho-...dijo ampliando su sonrisa al recordar el beso que le había robado.

 

La pelinegro levanto una ceja, no deseaba saber que pasaba por esa cabeza aunque conociendo a Milo, ideas perversa tenían que ser...-Ven, mañana te tendré tu información al medio día-

 

-Gracias, sabia que podía contar contigo-...ella sonrío...-De acuerdo, nos vemos la noche aun es joven-...dijo sin mas para desaparecer, la pelinegro le vio llegar al lado de una chica que le esperaba, pobre ilusa...pensó, para después regresar a sus labores.

 

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El teniente Allgedi, esperaba con cierta impaciencia los resultados de sus pruebas, hacia dos horas tenia que estar en su casa sin embargo la idea de tener la identidad de alguno de los chicos de "Poseidón", le pesaba más.

 

-Vete a tu casa, no es necesario que me esperes-...le dijo por enésima vez a su compañero, Aldebarán se había ofrecido a esperarle, pero obvio que el moreno estaba cansado y deseaba dormir.

 

-Estoy bien Shura, dije que te esperaría y eso hare-

 

-Y yo te dije que no lo necesitaba, no soy un niño pequeño Aldebarán, vete que mañana debes reportarte temprano-

 

-Pero...-

 

-Vete-

 

-De acuerdo, pero después no digas que no te espere-...el español rodó los ojos.

 

El brasileño se puso de pie, y después de tomar su chaqueta y sus llaves salio de la oficina, despidiéndose con un sonoro...-Nos vemos mañana-

 

Shura le vio salir con una sonrisa divertida, no cabe duda que su compañero era un niño grande.

 

No tuvo que esperar demasiado, medio hora mas tarde el analista de la estación le hizo llegar los resultados, había diferente tipo de sangre la mayoría perteneciente a los cadáveres que había encontrado tal como sabia, pero había dos que no coincidían y fueron estas las que llamaron su atención.

 

La primera pertenecía a Valerius Sigifred, ya le conocía era uno de los hombres de la llamada "Valkiria", el sabia quien era si no le apresaba es por que aun no tenia las pruebas necesarias, pero las estaba reuniendo, con trabajo ya que la mano derecha de la Valkiria se cuidaba muy bien las espaldas.

 

La segunda pertenecía a un chico, Stravos Milo decía en el informe, observo la foto del registro era un chico apuesto, y joven, sin embargo lo mas llamativo eran sus ojos, de un extraño y exótico color turquesa.

 

-extraño-...musito, ¿a que grupo pertenecía este chico?, ¿podría ser que?, sus ojos se abrieron al darse cuenta de su descubrimiento aquel joven era uno de los "chicos de Poseidón", pero no solo eso, no se trataba de cualquier chico, era el escorpión, el favorito de Poseidón.

 

Lo sabia por que en una redada casi les daba captura, no había alcanzado a verle el rostro pero había hablado con el y había visto sus ojos, aquellos extraños ojos turquesas, jamás lo olvidaría le impresionaron por su color.

 

Sonrío, parece ser que la suerte comenzaba a estar de su lado tenia la identidad de uno de los chicos de Poseidón, hasta la fecha habían logrado cubrir sus huellas, pero esta vez no les había dado mucho tiempo, y dejaron su sangre.

 

Tenia que reconocer que estaba impresionado, el sabia lo bueno que era el escorpión, no por nada era el favorito de Poseidón, el chico era temido dentro de su mismo circulo, y le habían herido.

 

Sabia que no podía llegar así como así a realizar un cateo, podía conseguir una orden pero en cuanto revisara el lugar donde vivía el chico no encontraría nada, lo peor es que solo lo tendría unas horas ya que los malditos abogados de Solo conseguirían sacarle, y limpiar todo, en pocos días el lugar donde viviera el chico estaría vacío y limpio.

 

No tenia que ser mas astuto que ello, encontrar la sangre no le garantizaba nada.

 

Una idea cruzo por su cabeza, si, tenia que ser cuidadoso pero mas que nada adentrarse en el mundo de ellos, ganarse su confianza para así poder dar un buen golpe, no podía ser el, lo tenia claro le tenían mas que identificado, pero sabia quien podría ayudarle.

 

Tomo el teléfono y marco un numero que sabia de memoria, espero a que sonara, dio tono, una, dos, tres veces y a la cuarta alguien descolgó el teléfono.

 

Una suave y calma voz le contesto...-¿Diga?-

 

-Buda, soy yo Shura-

 

-Shura, valla no esperaba tu llamada supe que estabas en Francia-

 

-Así es, intento limpiar un poco Paris, ya sabes-

 

-mmm suerte-...dijo el otro...-Y supongo que tu llamada no es precisamente para saludarme, ¿Qué quieres?-

 

-Tan intuitivo como siempre, así es necesito tu ayuda y la de el, "Carnero", ¿Podrían venir?-

 

-Debe ser importante para que pidas nuestra ayuda, ¿de que se trata?-

 

-De descubrir a Julián Solo-

 

Silencio por unos segundos...-¿Estas seguro?-

 

-Completamente-

 

-De acuerdo, pediré permiso me encargare de que el lo pida también, te hablo mañana para arreglemos lo de la transferencia, y cuando lleguemos-

 

-De acuerdo, sabia que aceptarías-

 

-Hablamos mañana-...dijo el otro y sin más colgó.

 

Shura se recargo en su asiento, nadie mejor que Shaka Fontanelli para ayudarle en este caso, el rubio era una de las mentes mas brillantes que había conocido, y si antes no había acudido a el es por que no tenia mucho, pero ahora era diferente, además sabia que Shaka no se negaría, había una sola cosa que Shaka odia y eso era a la familia Solo, descubrir sus sucios manejos, era una obsesión y una de las cosas que le había llevado al rubio a ser policía.

 

Definitivamente la suerte comenzaba a sonreírle...

 

Continuara...

Notas finales:  

++++++++++++++++++++++++++++++

 

Hola, lo se no tengo perdon después de ¿2 Meses?...aparezco, bueno tal vez un poco mas pero...no es mi culpa, el trabajo y la Uni me tienen bastante atareada, pero bueno aquí estoy de vuelta, y ahora si actualizare mas seguido.

 

Debo decir que el fic, como todos los mios no es muy largo, no es mi estilo, los prefiero cortos, asi que no tendrá muchas pausas y eso.

 

Se que Amy no tuvo mucha interacción, pero ya sabran de ella en el siguiente capie ademas ahí hay una cuestion que no se si notaron pero si no lo veran en el capitulo que sigue, sobre los demas se que no hubo fuegos artificiales ni amor desbordado, pero ¡Hey!, era el primer encuentro todo a su tiempo.

 

En fin espero que les guste este capie por que para el otro la cosa se pondra mejor, sobre todo con la aparicion de cierto rubio sexy, y el carnerito menor.

 

Me despido de ustedes dejanles un cordial saludo, y muchos bsos shokolatosos o ensangretados, como los prefieran...

 

Umi la vampichita

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