Duo despertó con un fuerte dolor de cabeza, todo le giraba, ¿Dónde se encontraba? Parecía un cuarto de hospital y la sonda en su mano derecha se lo confirmó, miro alrededor, la habitación era muy bonita, sobretodo por los globos del estante de la derecha y las hermosas flores blancas que adornaban la mesa que estaba a sus pies.
-Un momento- Duo susurro ¿Cómo podía ver sus pies? Con las dos manos toco su vientre ahora plano – Mi bebe – Susurro a punto de las lagrimas. La desesperación se apodero de él
-Mi bebe, enfermera ¡Exijo saber donde esta mi bebe!- Duo grito, mientras trataba, en vano, levantarse de la cama ya que las costuras que mantenían una fea herida en su vientre cerrada, le molestaban- ¡Auxilio!- Grito aún mas desesperado.
Segundos después una enfermera entro, al ver el alboroto que estaba causando el paciente lo acomodo nuevamente en la cama-Tranquilo señor Yuy, su hijo esta bien, si se tranquiliza veré que lo traigan.
-¿Hijo? Eso quiere decir que…- Murmuró mas tranquilo
La enfermera sonrío-Si tuvo un lindo varón- La enfermera se encamino hacia la salida- Y en un momento se lo traigo
Duo sonrío, ¡Un niño! Alguien por quien luchar, por quien seguir vivo a pesar de todo…
La enfermera entro con un pequeño bulto envuelto en una manta- Ve aquí esta su pequeño
Duo se acerco al bebe, lo tomo con cuidado, se veía tan pequeñito, tan frágil…
-Lo dejo un minuto ¿Esta bien?
-Gracias- fue lo único que atino a decir Duo ya que estaba embelesado con su bebe.
-Hasta al rato señor Yuy- Dijo la enfermera antes de salir.
-Eres tan bonito ternurita- Duo sonrío, el bebe bostezo- Creo que tienes sueño- En ese momento se dio cuenta de un detalle- Señor Yuy…- ¿Por qué le llamaban así? No es que fuera lento para comprender, pero es que estaba demasiado preocupado como para pensar en los “detalles”.
Tranquilamente dejó al bebe en la cuna, con su dedo meñique acaricio su nariz- Ahora ternurita, tapa tus oídos, que papa gritará muuuuy fuerte- Enfermera, Enfermera- Duo grito no tan fuerte para no despertar a su hijo.
La aludida entro, este paciente si que era muy escandaloso –Ahora que pasa…
-Creo que ha habido un error, necesito hablar con Odin, el puede solucionar esto, ¿Dónde esta?
La mirada de la enfermera se entristeció, ese joven acababa de despertar y solo le esperaban malas noticias. –Lo siento mucho señor Yuy, él falleció en el accidente
-¡¿Cómo!? No puede ser yo necesito hablar con el, el tiene que explicarle yo no soy quien creen yo…
-Ayuda por favor- Gritó la enfermera, ya que el señor Yuy sufría una crisis nerviosa, ¿y quien no? Después de recibir tan terrible noticia.
De inmediato llegaron dos enfermeros y el medico, quien le suministro un calmante vía intravenosa, Duo comenzó a sentir como sus fuerzas se le iban y segundos mas tarde cayo en un profundo sueño…
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Un mes después…
Duo se encontraba en su cama cagando a su bebe, ya no traía la bata del hospital sino ropa que la familia Yuy amablemente le había mandado ya que ese día lo darían de alta.
-Por favor espere, pronto llegara el chofer que lo llevara a la mansión de los Yuy- La enfermera sonrío
-Ah si claro- Duo imito su sonrisa, y es que después de tres intentos de explicar todo, con sus respectivas dosis de calmantes, había comprendido que no podía salir de allí con solo decir que no era el esposo de Odin, la enfermera fue por su pase de salida- Bueno ternurita es tiempo de irnos- Tomo al bebe y una pequeña maleta que contenía algunos pañales y biberones, salio por la puerta, pero alguien lo detuvo
-Señor Yuy, me alegra que este listo, soy el chofer de la familia, la señora Melissa espera su llegada- Era un hombre un poco mayor.
-Mi nombre es Duo Maxwell no Yuy- Dijo molesto y es que ya estaba harto de que lo confundieran
-Muy bien, señor Maxwell el auto espera
-Pero…
-No puedo aceptar un no por respuesta, me encargaron llevarlo, si después se quiere ir no será mi responsabilidad, así que vamos- El hombre sonrió
Duo suspiro, no tenia alternativa, tendría que ir hasta allá y aclarar todo.
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La mansión era simplemente hermosa, a pesar de lo grande, tenía cierto calor que la hacía acogedora…
-Por favor espere aquí mientras llamo a la señora- Una empleada llevo a Duo hasta una enorme sala.
Duo observo a su alrededor, todo era muy elegante, pero a la vez bonito y acogedor, realmente podía llamarlo un hogar, -Como me gustaría que mi ternurita pudiera vivir en un lugar así-Pensó Duo y dirigió su mirada hacia la escalera, donde escucho un ruido.
Bajaba una hermosa mujer, de cabello castaño largo que caía sobre sus hombros, parecía tener entre 40 y 50 años.
-¿Tu eres Duo Maxwell?- Pregunto sonriente la señora, y ante la inclinación de cabeza de Duo, se acerco para abrazarlo con una mano y no aplastar al bebe- Bienvenido a tu nuevo hogar- Su mirada se entristeció- Aun duele que mi hijo no pueda estar aquí- Vuelve a sonreír- Pero esta su pequeño hijo, que crecerá para volverse un Yuy al igual que su padre…-La señora observaba con adoración al hijo de Duo, este sintió un fuerte dolor en el pecho ¿Cómo decirle que el bebe no era su nieto?
-¿Le… le gustaría cargarlo?- Duo pregunto susurrando.
-¡Claro!- La mujer lo tomo, con cuidado, como si se tratara del mas preciado tesoro- Disculpa, no me he presentado… pero es que al verlo…. Soy la madre de Odin, Melissa.
-Mucho gusto señora…- Estaba diciendo Duo pero fue interrumpido por unos pasos provenientes de la escalera, volteo la mirada hacia allá, y su corazón se detuvo por un momento… ¡Era el! ¡Era Odin!
-Lo siento señora, pero creo que nos tenemos que ir- Duo le quito a su bebe, dispuesto a irse, aquel hombre estaba vivo y quizás lo culparía de usurpación de identidad o algo así, era mejor huir ahora que podía.
-Pero, ¿Qué te ocurre?... ¿Por qué quieres irte? Tranquilo…- Melissa trato de calmarlo
-No, yo me tengo que ir…
-¿Qué? ¿Mi hermano nunca te dijo que tenia un gemelo?- Por fin hablo el hombre, ante esas palabras Duo lo observo con atención, ¡Tenia razón! El tipo que ahora estaba frente a el no era Odin, a pesar de ser idénticos, podía diferenciarlo por la mirada; la de Odin era dulce y calida, y la de él era fría, dura con solo verla sentía un escalofrío recorrer su cuerpo- Creo que no lo conocías tan bien ¿o si?- La mirada se volvió mordaz, lo que hizo enfurecer a Duo. Había visto esa mirada tantas veces, esa que decía soy mejor que tu; siendo un huérfano conocía perfectamente aquello, pero no significaba que lo soportara.
-¡Claro que lo conocía!-Duo logro que su voz se escuchara fuerte y segura- Pero debes entender que ver a alguien que es idéntico a la persona que amas es difícil- Duo dijo sin pensar, y es que no podía contenerse con personas así.
-Entiendo-Dijo aquel hombre acercándose a Duo y antes de que pudiera hacer algo, tomo su barbilla- Así que tu eres el “esposo” de mi hermano ¡Vaya novedad! Nunca pensé que se quedaría con alguien como tu- sonrío sarcástico
-¿Qué quieres decir?- Duo retiro la mano, sintiendo un escalofrío- ¿Qué no soy digno de tu hermano?- Realmente aquel sujeto le molestaba muchísimo.
-¿Qué te puedo decir?-Encogió los hombros- No lo se, pero conocía a Odin, y te aseguro que el jamás se fijaría en alguien así- Respondió con aire de suficiencia.
-¿Exactamente que quieres decir?- Duo se estaba controlando para no golpearlo.
-Que no tienes clase, eres alguien demasiado simple como para que mi hermano…
-¡Basta Heero Yuy!- El grito de Melissa lo hizo callar- Deja en paz a Duo- Y dirigiéndose a Duo- Por favor perdónalo, no se como pude criar a un ser insensible como él- Heero solo rodó sus ojos y se fue de allí- Mary, por favor lleva a Duo a su habitación, te esperamos a comer- Duo iba a protestar- No acepto reclamos, anda, ve con Mary a tu habitación.
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Duo dejo al bebe en su cuna.
-¿Qué vamos a hacer ternurita?-Dijo Duo mientras acariciaba el cabello del bebe, después de algunos minutos-Perdóname ternurita, pero nos quedaremos, le demostrare a ese estupido de Heero Yuy de lo que es capaz Duo Maxwell, además de que no tenemos a donde ir, seria injusto llegar donde el padre Maxwell y la hermana Helen, ellos apenas pueden sacar adelante el orfanato…
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El silencio de la mesa donde los tres cenaban era sepulcral, Duo se dedicaba a comer lo más rápido para regresar a su habitación.
-Por cierto Duo, hace rato olvide preguntarte algo- Melissa sonrío
-Lo que quiera señora- Una sonrisa sincera apareció en el rostro de Duo
-Por favor no me digas señora, solo dime Melissa
-Esta bien, lo que quiera Melissa
-¿Cómo le llamarás al bebe?
-¿A ternurita?- Duo se quedo en silencio algunos momentos…
-Si… sino te importa me gustaría que se llamara… que se llamara Odin- Melissa bajo su mirada.
-Seria todo un honor que ternurita llevará ese nombre
Melissa levanto su mirada encontrándose con la sonrisa de Duo
-Gracias…
-Gracias a usted Melissa
-Por cierto Duo, ¿Por que no nos cuentas sobre Odin y tu?- Heero por fin salio de su mutismo
-¿Qué fue lo que él les contó?- Duo dejo a un lado su comida, era tiempo de usar todo su ingenio, para no equivocarse en su explicación.
-Casi nada- Melissa explico- Un día llego una carta diciéndonos que había conocido a un chico sensacional, que estaba esperando un hijo y que llegarían a casarse legalmente, ya que en Italia solo lo habían hecho mediante un rito pagano y por lo tanto no tenia valor legal, no sabíamos nada de ti, ni siquiera tu nombre, pudimos encontrarte gracias al anillo que te dio mi hijo
-Entiendo…-Duo se quedo callado observando aquel anillo que Milliardo le prestara antes del accidente.
-¿Cómo conociste a Odin?- Pregunto Heero, aquel muchacho se le hacia demasiado sospechoso, como si ocultara algo, además estaba el hecho de que su hermano jamás se fijaría en alguien como el, con la inocencia en cada poro de su piel, Odin prefería a las personas con mas astucia, de mundo.
-Yo estaba perdido, no sabia a donde ir, y Odin me ayudo… se preocupo por mi y…
-Ja ja ja ja- la risa irónica de Heero inundo la habitación- Se nota a kilómetros que no lo conocías, el jamás ayudaría a alguien si nada a cambio pero un momento, el si obtuvo algo a cambio te obtuvo a ti….
-Cállate- El grito de Duo detuvo las palabras de Heero- No voy a permitir que hables mal de tu hermano, después de que nadie quiso ayudarme, él lo hizo, fue la primera persona, después de mucho tiempo que me tendió su mano así nada mas, sin siquiera conocerme, confió en mi a pesar de todo, fue la persona que me mostró que a pesar de todo aun existían seres humanos llenos de bondad…- Los ojos de Duo solo miraban a la nada, lo que decía era cierto, Odin y Milliardo llegaron a su vida en el momento mas difícil, cuando Solo lo había echado, cuando todo parecía perdido…
Melissa seco algunas lagrimas- te agradezco las palabras…
-Tengo que ir a ver a ternurita, digo a Odin, si me disculpan- Duo tenia que salir de aquella habitación, sentía la mirada furiosa de Heero y no la soportaría mucho mas, antes de querer salir huyendo de la casa.
Heero lo observo hasta que desapareció por la puerta, estaba molesto, muy molesto, mejor dicho estaba celoso de su hermano, había encontrado a alguien que le profesaba un enorme amor, lo pudo ver en los ojos de Duo, al expresarse de su hermano, amor que el jamás encontraría.
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Duo camina por los pasillos de la mansión, tiene que encontrar nuevamente su habitación
-Claro Duo, no podías llamar a alguien para que te mostrara como llegar al baño, tenias que aventurarte tu solo y ahora estas perdido- Se decía a si mismo mientras recorría el lugar, cuando de repente sintió como alguien lo aventaba contra la pared, un cuerpo pesado no le permitía moverse. Frente a el estaba Heero Yuy- Que diablos….
-Escucha atentamente por que solo lo diré una vez: no te acostumbres a esta casa por que yo mismo te sacare de aquí, no se que te propones- Heero tomo la mano donde tenia el anillo- Pero esto no te ayudara a quedarte, esto no tiene ningún valor para mi… ¿Entiendes?
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