Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Notas desde el corazón por Varda

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 6: Valentía para confesar los sentimientos

Decir que en el fondo Ikki tenia el corazón roto era poco, se había ilusionado con el hecho de ver a Shaka y decirle lo que sentía. Pero a Shaka no le interesaba, sino hubiera ido al parque. Y todo porque no afrontó sus sentimientos desde el principio; si tan sólo tuviera el coraje suficiente para confesarle sus sentimientos... Tenia coraje para muchas cosas, ¿Por qué no para eso? Temor a ser rechazado, quizá. Ya había sufrido demasiado en el pasado como para volver a sufrir. Muchas contradicciones en se mente aparecían mientras caminaba a la deriva por la ciudad.
Shaka no dejó de maldecir en su cabeza a los gemelos, ¿Qué pensaría su "admirador secreto"? ¿Le seguiría enviando poemas?. Eso fue lo que le contó a Afrodita antes de la cena.
- Ese par de idiotas - decía el caballero de Piscis indignado - Por culpa de ellos llegaste tarde, creo que deberías haberlos enviado a algún infierno o algo así.
- Si... aunque ahora ya está - bajando la mirada -, ya me quedé con la duda. Realmente quería saber quien es.
- Si realmente siente algo por ti va a intentar acercarse de nuevo - animando a Shaka - Así que no te preocupes, deja que las cosas pasan.
- ¿Y respecto a ti, Afrodita?
- Yo... - desviando la mirada - Yo soy más tímido que tu supuesto admirador secreto.
- ¡Vamos! - golpeándole la espalda - ¡Anímate! No dejes que Máscara se te escape.
- No me va a dar ni la hora Shaka, no se si...
- ¿Y tú me animas? Solo inténtalo, ¿Sabes? Creo que ese Máscara Mortal se manda mucho la parte, pero no creo que muerda.

Ikki llegó poco antes de servirse la cena; su hermano Shun lo estaba esperando para saber bien lo que había pasado, aunque al ver a Shaka en la mansión al llegar con Hyoga del cine y a Ikki no lo preocupó un poco.
- ¡Niisan! - corrió Shun detrás de su hermano mayor muy ansioso - ¿Y? ¿Cómo te fue?
- Ah, Shun, hola. ¿Cómo me fue? Ni si quiera apareció - encogiéndose de hombros -
- No te darás por vencido, ¿No? - algo preocupado - Hermano... quizá no recibió la carta o no pudo ir...
- Ya está Shun, fue tan solo una estupidez mía - con una débil sonrisa -

Una vez más luego de la cena hubo fiesta en la gran casa, el escenario sería el jardín. Esta vez sí era una fiesta, pues Saori no estaría en la casa debido a un viaje relámpago de negocios junto con Tatsumi. Ni bien se enteraron Dohko y Shura, estos fueron corriendo a comprar todos los elementos necesarios para una buena fiesta (entiéndase bebidas, y muchas). Al rato de culminar la cena el descontrol había comenzado; Dohko se encargó de servir las bebidas (el resto de tomarlas) y Shura de la música. En esos momentos un par de hermanos gemelos planeaban algo.
- Oye Kanon - decía Saga mientras tomaba un whisky - ¿Vamos o no?
Kanon ya deliraba por exceso de vodka en la sangre.
- Bueno... - comenzando a sentir los efectos de la bebida - Entonces Shaka queda para mi, no te enojas, ¿No?
Kanon balbuceó algo y quedó knock out en el sofá. Mientras tanto un Afrodita con algo de cerveza encima trataba de acercarse a Máscara, quien estaba sentado sobre el suelo recostado sobre el tronco de un árbol, algo alejado del resto del grupo.
- ¿Solito? - se acerca Afrodita con voz seductora - ¿Una cerveza? - ofreciéndole una lata de Budweiser -
- ¿Eh? Bueno, gracias - aceptando la cerveza -
- ¿Qué haces aquí solo? Todos están muy animados por allá.
- ¿Y desde cuando te interesa lo que hago? - con su habitual "buena" manera de contestar, con un plus de alcohol encima -
Afrodita dándose cuenta que Máscara estaba algo pasadito de bebida aprovechó y comenzó a mover sus fichas.
- ¿No me puedo interesar por ti? - acercándose peligrosamente al caballero de Cáncer -
Máscara se puso algo nervioso al ser mirado de esa manera por el caballero de Piscis, al tiempo que se preguntaba que quería Afrodita, cosa que no tardó en descubrir cuando éste comienza a besarlo de improviso.

Shaka se dirigía a su habitación pues ya tenia algo de sueño cuando Saga se le acerca con porte seductor.
- ¿Tan temprano te vas a dormir? ¿Y sin compañía? - tomando al caballero de Virgo por la cintura -
- Quítate quieres - muy molesto e intentando sacárselo de encima - ¿No fue suficiente molestarme toda la noche?
- Podríamos aprovechar que no está el molesto de Kanon aquí - tomando el rostro del rubio entre sus manos -
- ¡Que te quites! - tratando de empujarlo, cosa difícil pues Saga se resistía -
Y en el forcejeo Saga lo besó. Pero lamentablemente la escena era vista por uno de los caballeros de bronce, el corazón de Ikki de quebró en mil pedazos al ver a Saga besando a Shaka. Sus ojos no resistieron ver eso por lo que se alejó de inmediato. Segundos después Shaka se deshace de Saga y le da un buen golpe, dejándolo una vez más en el suelo.
Ikki corrió a su habitación con algunas lágrimas en sus ojos. Lo que había visto momentos antes lo confirmaba todo, cometió el terrible error de ilusionarse demasiado.

Saori volvió al mediodía siguiente y por poco sus gritos se escuchan en toda la ciudad al ver el desastre que había en el jardín. No daba crédito a los que veía: sillas tiradas, Seiya en un costado, botellas rotas, paquetes de papas fritas tirados, Kanon dormido en el piso, latitas de cerveza aplastadas, entre otras cosas. Shura y Dohko, señalados como jefes de la operación "fiesta", fueron sermoneados varias horas por la chica. Shura se sintió abatido pero Dohko no le dio mucha importancia, como si una "niña" pudiera enseñarle algo a venerable "anciano".
Los gritos despertaron a la mayoría y los que bajaron primero se mataron de la risa al ver a los estropajos de Seiya y Kanon tirados en el jardín.
Máscara se despierta por el ruido y con muy pocas ganas de abrir los ojos. Atina a acomodar las sábanas para seguir durmiendo cuando toca algo que siente moverse. Al abrir un poco más los ojos ve una mata de cabellos ondulados celeste brillante desparramados por la almohada, al momento que siente un terrible dolor de cabeza que lo mataba. Al abrir bien los ojos se da cuenta de que no se encontraba solo en su cama, y algo peor: ni el ni su acompañante estaban vestidos. De golpe ve borrosamente como se le acercan y lo besan.
- ¿Dormiste bien bombón? - le preguntan con voz muy dulce -
- ¿Afrodita? - abriendo esta vez los ojos como platos y sin entender que hacia él allí -
- ¿No te acuerdas? - preguntó el caballero de Piscis quien también comenzaba a sentir los efectos post noche alocada -
- No te preocupes - sonreía Afrodita -, yo te haré recordar.
En ese momento Afrodita se abalanza a Máscara quien no puede resistirse ante tanta fogosidad.

Ikki también despertó por los gritos de Saori, sin embargo decidió quedarse un rato en la cama pues no tenía demasiadas ganas de levantarse y verle el rostro a Shaka. Se culpaba por haberse enamorado de Shaka así como así, ¿Cómo pudo ilusionarse de esa manera?. "¡¿Pero qué demonios le vi?!" - pensó el Fénix -. Una vez más el amor le había tendido una trampa, odiaba el hecho que él sufriera tanto y Shaka no lo supiera, que injusto era todo para el. Ahora inconscientemente culpaba al caballero de Virgo de su situación, si tan solo Ikki pudiera ver más allá de sus narices. Era triste para él estar así, algunas lágrimas silenciosas volvieron a caer de sus ojos perdiéndose en la almohada al tiempo que comenzó a sentir una opresión en la garganta, angustia era lo que sentía. "¡Al diablo con todo esto! - se dijo - ¿Por qué no puedo olvidarme de él?". Se levantó pesadamente de la cama dispuesto a darse un buen baño. Mientras ordenaba sus cosas no pudo evitar ver hacia su escritorio, el cual estaba lleno de escritos suyos. En un acceso de bronca atinó a tomar todos los papeles y tirarlos a la basura pero su corazón no tuvo fuerzas para ello. Tratando de dejar sus sentimientos de lado desvió la mirada del escritorio y volvió a sus cosas.
Ikki salió de su habitación sintiéndose más fresco por el baño y con algo de hambre, con suerte llegaría a capturar algo de la heladera. Fue caminando rápidamente por el pasillo del primer piso para luego bajar por las escaleras cuando sin darse cuenta se cruza con uno de los caballeros.
- ¡Fíjate por donde caminas! - dijo Ikki en tono molesto sin ver a quien se chocó -
El otro caballero le dirigió una mirada furibunda.
- Tu eras el que venía distraído - dice una voz muy conocida -
Ikki volteó a ver: era Shaka. La expresión en su rostro era de sorpresa y por poco de susto. Ikki gruño y siguió por su camino, como escapando de allí. Shaka lo quedó mirando extrañado, en eso detrás suyo aparece Afrodita.
- ¿A quién miras? - preguntó el caballero de Piscis alegremente -
- No entiendo por que ese tipo es tan huraño, parece que desea que lo odien.
- ¿De quién hablas? - Afrodita intrigado -
- De Ikki, casi me tira en el pasillo.
- ¿Ikki? - pensando - No se mucho de él, solo que tiene un carácter muy fuerte, nada más - encogiéndose de hombros -. Te dejo Shaka, Máscara me está esperando abajo para salir, ¡Adiós!
"¿Máscara Mortal de Cáncer? - pensó Shaka - Vaya, ¿Logró pescarlo acaso? - sonriendo -. Ahora sólo queda que me consiga a alguien para mi - se decía a sí mismo -, cualquiera mientras no sea Saga, su estúpido hermano, ni alguien tan huraño".

Durante esos dos días siguientes Shaka no recibió ni notas ni poemas, al parecer su admirador secreto se había rendido, cosa que lo entristeció un poco. Saga continuaba insinuándosele, pero el no daba el brazo a torcer, pues bien sabía que el caballero de Géminis sólo quería un rato de diversión. Algo le decía en el corazón que siguiera investigando sobre su admirador secreto, Afrodita ahora mucho no lo ayudaba pues ya bastante ocupado estaba con Máscara. Así fue como se le ocurrió una idea muy loca, pero idea al fin. Era obvio que el autor de los poemas era uno de los caballeros. ¿Y si le escribía un poema a su admirador? . La idea era realmente loca, pues pensaba en leerlo frente a todos durante el único momento en que el grupo se reunía, el almuerzo o la cena. Tendría que aguantarse las bromas y risas de algunos, pero creía que valdría la pena intentarlo. Por lo tanto esa misma tarde se encerró en su habitación a escribir.
Tomando fuerza y valor para resistir algunas risas - se aseguraba -, entró al comedor esa noche. Por suerte estaban todos los caballeros, iba a empezar a cenar cuando Shaka se levanta de su silla.
- Disculpen todos la interrupción - tratando de no perder la compostura -. Esto que voy a leer es para uno de ustedes, según creo - mientras veía las miradas de los caballeros, algunas extrañadas y otras de sorpresa -, pero aun no se quien es.
Luego comienza a leer el poema que escribió.

Príncipe de las Sombras

¿Dónde te escondes
Príncipe de las Sombras?
Le das el nombre de ángel
a alguien que no lo es.
¿Qué clase de luz te ha encandilado?
¿La de mis ojos, según dices?
No tienes idea como latía mi corazón
al leer cada una de tus palabras,
no sabes como esperaba
cada uno de tus bellos poemas.
¿Realmente sientes eso por mí?
Me ha entristecido no conocerte.
Perdóname Señor de la Sombras
por no haber cumplido tu deseo.
¿Merezco una segunda oportunidad?
Tu decides.
¿Me mostrarás tu rostro?
¿O prefieres esconderte?
Por favor, déjame verte
dame la oportunidad Príncipe oscuro
de poder corresponderte.

Ni bien terminó de leer, un muy sonrojado Shaka vuelve a sentarse y se dispone a cenar, evitando oír los comentarios. Inmediatamente luego de leer el poema varios caballeros comenzaron a desternillarse de la risa, entre ellos Milo y Máscara aunque éste último calló de pronto al ver que Afrodita lo veía de mala manera. Saori contempló toda la escena completamente extrañada. "¿De qué me perdí?" - se preguntó -. Ikki escuchó sin comprender nada las palabras de Shaka, no podía creerlo, ¡Ese poema estaba dirigido a él!. Sintió que Shun le dirigió una disimulada mirada de sorpresa, por su parte Ikki evitó mirar para el lado de Shaka. ¿Eso significaba esperanzas?.

Ikki no sabía que sentir, ni bien terminó de comer se levantó y se fue. Shun notó a su hermano preocupado pero ir detrás de él probablemente despertaría sospechas, al menos eso fue lo que pensó. Sin embargo no podía dejar de saber que era lo que le pasaba a Ikki, por lo cual ni bien pudiera se le acercaría. En la cabeza del Fénix había miles de cosas dando vueltas. Recordó a Shaka y a Saga besarse, cosa que no concordaba con lo que acababa de pasar. Iba una vez más caminando distraído por la mansión en dirección a su alcoba cuando es alcanzado por Shun.
- ¡Niisan!, ¿Podemos hablar? - con tono de preocupación -
- Shun, claro. Ahora más que nunca necesito hablar contigo.
Ambos hermanos fueron al patio para estar tranquilos, allí nadie los molestaría.
- ¡Debes ser valiente hermano! Ese poema fue para ti, no te des por vencido.
- Shun, hace unas noches los vi besarse, ¿Qué quieres que piense después de eso?. Es inútil, deben andar juntos esos dos, no tendría caso.
- Pero Ikki - hablando dulcemente - El que no arriesga no gana, además no se nada sobre eso que tu dices. No creo que Shaka sea pareja de Saga.
- Ni yo tampoco - dice una voz amigable que llega al lugar -
Shun se asustó al saber que Shiryu había oído la conversación, estuvo por decirle a su hermano que se callara pero éste le dio a entender que Shiryu sabía de su situación.
- Ikki, si crees que Shaka está con Saga estas muy equivocado. Es más - riéndose - creo que tendrás que conseguirte anteojos pues debes andar muy mal de la vista.
Ikki lo miró sin entender.
- Todos saben que Saga estuvo molestando a Shaka, todos vieron como se le insinuaba y Shaka lo rechazaba, incluso Kanon lo perseguía. Todos lo vieron excepto tu.
- ¿Estas seguro? Entonces... - dijo Ikki -
- Dijiste que se besaron - interrumpiendo al Fénix -, bueno, así fue, pero fue Saga quien besó a Shaka, no al revés. Pues luego Shaka le dio una buena golpiza, y no por rumores, yo lo vi.
Desde ese momento muchas ideas de Ikki comenzaron a cambiar, ahora si se sentía esperanzado.
- ¿Ves hermano? Tu sólo te bajaste los ánimos, ahora sí debes animarte.
Y eso fue lo que pasó, los ánimos de Ikki subieron, ahora el tenia una oportunidad. Tan solo tenia que juntar el valor suficiente para confesar sus sentimientos a Shaka, y prepararse para cualquier tipo de respuesta por parte del caballero dorado. ¿Cómo haría entonces?. El próximo poema sería el último, pero esta vez tendría su firma e iría personalmente a entregarlo. Ahora estaba dispuesto a jugarse el todo por el todo.
Con esperanzas en su corazón y con toda la inspiración, una vez más se sentó a escribir. A la tarde siguiente se encaminó a la alcoba de Shaka, tuvo suerte pues el caballero se encontraba allí y mucha más suerte pues no había nadie más que él deambulando por el pasillo. Tocó un par de veces a la puerta y deslizó el sobre por debajo de la misma. Ikki estaría esperando apoyado sobre la pared al lado de la puerta con muchos nervios.
Shaka se encontraba meditando, unos golpes lo desconcentraron, cosa que le hace abrir los ojos, justo cuando ve un sobre apareciendo por debajo de la puerta. Al instante estaba leyendo el contenido.

La visión del Dragón Dorado

Un día logré ver un Dragón Dorado surcar los cielos
mientras era encandilado por la luz del sol
reflejada en sus alas doradas.
¡Oh! ¡Que bella criatura!
A los dioses les agradezco por tan magnánima creación,
embelesado me siento, mi corazón es hechizado por completo.
Me hipnotiza su belleza más luminosa que el sol mismo.
Si se acerca inmóvil quedo,
su presencia se impone ante mi...
De pronto una luz lo envuelve,
y más hermoso es lo que veo luego.
De sonrisa franca y ojos color del cielo
y sus cabellos de hilos de oro al viento.
Su piel de alabastro y su aura blanca me estremece...
Y la visión desaparece...
En mis visiones te veo mi Ángel de Plata
con el fulgor de un Dragón Dorado,
criatura divina, enviada del cielo
cuya aura irradia magia y luz propia, como la tuya mi Ángel.
Eso eres para mí, tan solo un sueño...
Un hermoso y preciado sueño.
Ikki.

Shaka no daba crédito a lo que leía, ¡Ikki le había escrito los poemas! Nunca se imaginó que él, de entre todos los caballeros, seria su admirador secreto. Es más, ni en esos momentos lo creía, "¿Ikki? ¿El? ¿El malhumorado de Ikki? - se decía a sí mismo - No puedo creerlo." Se sentía amado por alguien del que nunca imaginó. ¿Qué debía sentir en ese momento? Gran pregunta, pero no había respuesta exacta en ese momento. Se sentía halagado en parte, pero no, era algo más que eso. Realmente se moría de ganas de saber quien era el autor de tan bellos poemas y ahora que sabía quien era no tenia idea de lo que tenia que hacer. "Un momento, ese cosmos es de..." - se decía - Se dio cuenta que Ikki estaba afuera esperándolo quizá. Con algo de nervios abrió la puerta y vio al caballero de bronce apoyado en la pared.
- Yo... Sólo quería saber si te gustaron mis poemas - completamente sonrojado y nervioso sin despegar la mirada del suelo -.
Shaka tenia a Ikki delante suyo y no sabia como reaccionar, es más, le tomó segundos reaccionar, segundos que para él fueron siglos.
- Nunca nadie me había escrito cosas tan hermosas - sonriendo y notando que sus ojos se humedecían a la vez que se preguntaba por que -. Nunca pensé que serias tu Ikki.
Ikki deseaba hablar pero su lengua estaba completamente paralizada de los nervios, además, ¿Qué le diría a Shaka, ahora que lo tenia frente suyo?.
- ¿Realmente sientes eso por mi? - pregunta Shaka de repente, como queriendo confirmar esos sentimientos - ¿Realmente me amas?
Algo en el corazón de Shaka deseaba profundamente que así fuera.
- Te amo con toda el alma - dijo Ikki con voz profunda, esta vez mirándolo directamente a los ojos -
El corazón de Shaka se aceleró, la mirada azul noche de Ikki lo había fulminado, había tanta sinceridad y dulzura en esos ojos... Sin darse cuenta unas lágrimas comenzaron a caer, ahora era él el que estaba siendo hechizado por el Fénix. ¿Cómo era que detrás de alguien tan solitario y huraño se escondía una persona tan llena de pasión y sentimientos?.
Sentirse tan amado por alguien era hermoso, no podía creer lo que le estaba pasando. ¿Acaso él también se estaba enamorando?. La parte consiente y racional de su mente aun continuaba haciéndose preguntas, pero la parte inconsciente e irracional decidió abrazar y besar los labios de aquel caballero de bronce.
Ikki sintió como de repente los dulces labios de Shaka chocaron con los suyos, se sintió como en un sueño, un sueño del cual no quería despertarse. Sin dudar correspondió aquel acceso de pasión y dulzura por parte del caballero de Virgo, aunque sin tener en claro si Shaka sentía algo por el. Momentos después ambos se separan un poco y se miran, sin decirse nada al principio.
- Yo... - comenzó a decir Ikki, desviando la mirada - no quiero obligarte a nada Shaka, yo solo quería confesar lo que siento por ti pues si no lo hacía sentía que iba a morir... Yo...
- No digas nada... - callándolo con un suave beso - Yo... ¿Lo sientes? - poniendo la mano de Ikki en su propio corazón - Creo que late por ti... Es extraño esto Ikki, pero me moría por saber quien me escribía tan bellas palabras, me enamoré de ellas como creo haberme enamorado de tus ojos en este momento.
Ikki no daba crédito a lo que escuchaba.
- Ese día, el que tu me citaste... No veía la hora por saber quien era el autor de los poemas, me dolió llegar tarde... Me rompió el corazón no tener noticias de ti por unos días, creí que tu... te habías enojado...
- Shaka, no tuve el valor suficiente para declararte lo que siento, debí esperar más, ¿De verdad ibas a ir?
- Llegué tarde por culpa de Saga y Kanon, ellos estuvieron molestándome bastante tiempo, por eso me retrasé. Realmente quería ir Ikki.
- Aun así yo... no deseo incomodarte, no quiero obligarte a que me correspondas Shaka - comenzando a sentirse algo inseguro -
Shaka tomó el rostro de Ikki entre sus manos y lo besó una vez más.
- ¿Aun crees que me incomodas después de hacer esto Ikki? - mirándolo con extrema dulzura - ¿Me das la oportunidad de amarte Ikki?
Ikki no pudo más que sonreír y volver a besar al rubio angelical con toda la pasión que era capaz de ofrecer. Estuvieron así mucho tiempo, varios caballeros que iban a sus habitaciones o que se movían por la casa observaron a la pareja totalmente sorprendidos, pero ni a Shaka ni a Ikki les importaba nada, ambos estaban en su mundo de ensueño. Tanto Shun como Afrodita se alegraron al verlos, se veían tan bien juntos. Después de todo - tal como Shun pensó - todo salió bien.
Fin

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).