Sebastian continuo lamiendo el cuello de Ciel, abrió lentamente la pijama del menor, dejando su pequeño cuerpo al descubierto.
Beso y lamio ese moldeado torso; después de haber saboreado el pecho del pequeño se detuvo he hizo énfasis en esos pequeños botones rosa.
Ciel: mm.. Sebastian –jadeando-
Sebastian: no puedo creer que haya esperado tanto tiempo por hacerle el amor, así como usted es la cura de mi enfermedad llamada locura; quiero también poder ser su medicina.
Ciel: siempre eres la solución de todos mis problemas –acariciando el rostro del mayor-
Sebastian siguió con su ronda de besos; llegando al ombligo de Ciel, realizo una serie de acrobacias con su lengua despojando algunos suspiros sonoros de la boca del menor.
Ciel: ahhh … mmm Se … Sebastian .. ahhh
Sebastian: amo, sus jadeos son mi deleite.
Sebastian descendió su lengua; con sus agiles manos retiro toda la prenda interior que le estorbaba; siguiendo su lengua aquel recorrido. Lamio el falo de Ciel, llego a la punta y la rodeo con su lengua.
Ciel respiraba con dificultad, para Sebastian nada era imposible y siempre lo demostraba. Después de haber dejado aquel trozo de cuerpo erecto y duro, lo metió a su boca; de los pequeños labios de Ciel salían gemidos fuetes, Sebastian extasiado por los sonoros gemidos subía y bajaba su lengua por todo el miembro del menor.
Succionaba, se detenía y volvía a succionar, disfrutaba ver los gestos en el bello rostro de Ciel, acelero el paso y con una mano iba masturbando el ya palpante miembro.
Ciel: Se… Sebastian: … no … no puedo mas
Sebastian: amo, quiero todo lo suyo, su alma, su cuerpo y su corazón, quiero que solo me pertenezca a mí.
Ciel: Se. .. Sebastian –gimiendo-
Sebastian ubico su boca en el miembro de Ciel, absorbiendo todo el líquido blanquecino pero exquisito que el menor ofrecía
Sebastian: usted es un manjar; mi bello amo
Ciel: ahh –tratando de organizar su respiración-
Sebastian paso su lengua por los finos labios del menor, los delineo con cuidado y después los apreso con los suyos.
Sebastian: amo, como le pareció?
Ciel: eres maravilloso Sebastian
Sebastian: es un honor para mi escuchar esas palabras proviniendo de su boca joven amo.
Ciel: cuando estemos en intimidad llámame por mi nombre
Sebastian: como ordene, mi amo Ciel.
Ciel: es la primera vez que me llamas así; a pesar de que se escuche raro, se siente bien –sonriendo-
Sebastian: me alegra verlo sonreír; su sonrisa me da paz interior.
Ciel: mmm –incrédulo-
Sebastian: Ciel; permítame hacerlo mío.
Ciel: Sebastian, siempre he sido tuyo; desde que pactamos nuestro juramento.
Sebastian: es verdad, pero ahora puedo hacerlo mío sin ningún remordimiento –sonriendo-
Sebastian fue retirando cada prenda de ropa que tenía puesta, Ciel estaba avergonzado; pero no podía dejar de admirar aquel hermoso, sexy y varonil cuerpo; Sebastian era sin duda demasiado apuesto; y tenerlo en ese estado era algo irracional.
Sebastian: Ciel, por lo menos podrías despabilar –sonriendo-
Ciel: que cosas dices –sonrojado-
Sebastian: nunca pensé verlo apenado, su rostro se ve magnánimo así –susurrándole al oído-
El mayor paso su dedo índice por el pecho de Ciel hasta llegar a su cavidad anal. Hizo pequeños movimientos en la pequeña entrada.
Ciel: no … mas Sebastian –jadeando-
Sebastian: esta noche, yo doy las órdenes
Sebastian metió 3 de sus dedos en la boca de Ciel.
Sebastian: lámelos –con tono estricto-
Ciel asintió; metió los dedos a su boca y los lamio; movia su cabeza en un vaivén, su lengua envolvía y humedecía cada dedo introducido en su boca.
Sebastian: ahh.. mm –jadeando-, Ciel eres irresistible; me haces jadear y solo estas besando mis dedos.
Sebastian no aguantaba mas; tener a Ciel y no aprovechar su cuerpo lo volvían todo un orate; sus instintos sexuales y demoniacos estaban fuera del limite.
Con sus dos manos tomo el rostro de Ciel y lo posiciono en su miembro. Ciel capto la idea pero dudo ante tal acto.
Sebastian: hazlo…
Ciel: pero
Sebastian: te juro que si no lo haces, no seré responsable de mis actos.
Ciel engullo el miembro de Sebastian. El mayor tomo por la cabeza al joven y lo movió para así estar mas adentro. Ciel lo sintió casi en su garganta y decidió parar.
Ciel: Sebastian, ten cuidado, no tengo mucha experiencia; cálmate un poco.
Sebastian: para mi es difícil aguantarme a tan exquisito cuerpo como el suyo; estoy al limite.
Ciel: esta bien
Ciel volvió a introducirlo en su boca, movió su cabeza y su lengua lentamente.
Sebastian: mmm –jadeando-
Aumento el paso; utilizando su mano para bajar y subir por el falo del mayor.
Sebastian: ahh… mmm, Ciel –gimiendo-
Ciel levanto su vista; la imagen que vio lo dejo embelesado; Sebastian era normalmente guapo pero sus gestos cuando tenia sexo lo hacían lucir como un Adonis, inclusive ningún dios abría podido verse igual que aquel apuesto demonio.
Sebastian disfrutaba como loco aquella acción, pero no dejaría que Ciel no pasara por su misma tortura.
Metio un dedo en la cavidad del menor. Los gemidos de dolor del menor eran callados con cada engullida al miembro de Sebastian.
Pronto el mayor introdujo su segundo dedo y con este el tercero. Fue tanto el dolor para Ciel que termino tal acción.
Ciel: de.. Detente
Sebastian: todo lo sufrido es lo mas placentero, aguante solo un poco, después de eso, todo ira bien. –Acariciando la cara del niño-
Ciel: de acuerdo.
Sebastian se posiciono debajo de Ciel; sabía que era doloroso para el menor, pero quería ver ese maravilloso rostro torturado por el placer carnal. Tomo su miembro con una mano; y poco a poco se introdujo en Ciel.
Ciel: Sebastian. Ahhh –gritando de dolor-
El mayor se introdujo totalmente en el menor; dejo que se acostumbrara y después inicio con lentas embestidas.
Sebastian: Ciel, eres delicioso, eres tan estrecho.
Sebastian empezaba a gemir con fuerza mientras aumentaba sus estocadas.
Ciel: mmm, Sebastian… Sebastian –gimiendo-
Sebastian: dilo… grita que… que quieres mas –en tono lujurioso y ronco-
Ciel: ahh… dame mas.. Mas Sebastian.. Te necesito…. –gimiendo-
Sebastian sacaba su falo y lo volvia a meter con fuerza.
Ciel: ahhh… Sebastian, siento que voy a romperme .. Ve.. Vente dentro por favor –Ciel se sentía en el climax del placer, tanto que se le dificultaba para hablar-
Sebastian: Ciel, eres tan hermoso.. su.. sukidayo –gimiendo-
Ciel: ahh … mmm yo también te amo Sebastian
Sebastian esta en el mayor de los placeres; pronto llegaría al orgasmo asi que acelero las embestidas y se vino dentro del menor.
Sebastian: ahh Ciel…
Ciel: Sebastian –gritando-
Ambos se miraron fijamente mientras normalizaban sus respiraciones.
Sebastian: lo amo, mi joven señor –acariciando el rostro de Ciel-
Ciel: y yo a ti
Sebastian: no sabe lo feliz que soy con sus palabras.
Ciel: veo que tendré que enfermarme constantemente para que me cures –sonriendo pícaramente-
Sebastian: mi dulce amo; yo le pertenezco como usted a mi; así que si le apetece mi cuerpo, no dude en pedirlo. –sonriendo-
Ciel: Sebastian –sonrojado-
Sebastian: es hora de que duerma, mañana tiene muchas obligaciones.
Ciel: duerme conmigo –con carita tierna-
Sebastian: será un placer.
Ciel se acurrujo en el pecho de Sebastian; este disfrutaba al ver el bello rostro de Ciel; tan inocente, calmado y sereno.
Lo beso por toda la cara; robando así, pequeñas sonrisas de los labios del menor.
Ciel: Sebastian …
Sebastian: si amo
Sebastian observo detenidamente y vio que Ciel estaba profundamente dormido.
Sebastian: estoy feliz porque incluso estoy en sus sueños. –besándolo-. A pesar de que tiene un carácter tan fuerte, aun tiene un corazón puro; y esa pureza es lo que me enamoro.
Sebastian arropo a Ciel y dejo la habitación; cuando bajaba las escaleras se topo con Bard.
Bard: Sebastian, como siguió el joven amo?
Sebastian: para mañana estará bien.
Bard: en serio
Sebastian: si; le di una medicina especial
Bard: acaso eres medico?
Sebastian: solo soy un simple mayordomo “ENAMORADO DE SU AMO”
FIN