Querido diario
Hoy es el segundo días más feliz de mi vida, ya que el día de hoy mi amo y yo vamos a dejar de ser amo y sirviente a ser un lindo y hermoso matrimonio. Quieres que te cuente como fui mi matrimonio, pues eso te vengo a contar en este instante.
Esa mañana yo me encontraba durmiendo placidamente en los brazos de mi amo, en mi habitación, ya que la noche anterior habíamos tenido una noche muy apasionada. Donde nos demostramos lo mucho que nos amamos y cuando terminamos ese hermoso acto de amor, mi amo se hincó en la cama y...
- Syusuke - me dice mirándome a los ojos
- Si, amo - le digo mirándolo también a los ojos
- ¿Quieres casarte conmigo?- me pregunta con algo timidez
- Si, si quiero- le digo lanzándome sobre el
- Gracias, no sabes lo feliz que me haces- me dice abrazándome
- De nada, igual usted a mi amo- le digo sonriendo feliz
- Syusuke - me dice mirándome a los ojos
- Si- le digo aun sonriendo
- No, me digas mas amo - me dice algo serio
- Entonces, ¿Cómo quiera que le diga?- le pregunto con curiosidad
- Como tu quieras pero menos amo - me dice acercándose a mis labios con los suyos
- Mi cielo, ¿Te gusta?- le digo algo sonrojado
- Me encanta - me dice y termina la distancia de nuestras bocas
Y en ese instante me vuelve a besar para poseerme por segunda vez la noche del día ayer, volviendo al día hoy yo me acaba de despertarme y me di cuenta que mi amo, no estaba, así que me pare de la cama, abrí las cortinas y vi como todos estaban vueltos locos con lo arreglos, la comida, los invitados, etc.
Salí de la ventana, me encamine a mi armario donde saque unas toallas y con ellas en mis manos me fui a bañar, al terminar de bañarme, me volví a mi habitación. Donde comencé a secarme y a vestirme con un vestido de novia, era un vestido blanco, muy lindo, tenia la forma de un vestido japonés antiguo.
(nota de la autora: el vestido lo verán en los comentarios finales)
Al estar listo, me senté en una de las sillas, a esperar que llegase un peinador o peluquero, quien seria el que me peinase para la boda, pasaron unos minutos. Cuando este llego y me peino, no tubo ningún cambio mi pelo, solamente lo dejo mas liso.
Al terminar con mi pelo, el se fue y yo me quede esperando a Eiji, quien seria el que me llevase a la ceremonia, la cual se llevaría a cabo en el patio de la mansión. Pasaron unos minutos y llego Eiji, me tomo del brazo y me llevo hacia la ceremonia.
Al llegar a este Eiji me dejo en manos de mí y del señor del registro civil que será la persona que nos casaría, en ese minuto los dos nos miramos con unas miradas llenas de alegría y de amor.
En ese instante todo el mundo hizo silencio y así comenzó la ceremonia de mi boda y...
- Señores y señoras, trabajadores y parientes de esta pareja, yo los he reunido este hermoso día 20 abril parar en matrimonio a estos dos jóvenes, quienes han venido y acudido a mi para juntarlos en este sagrado matrimonio.- dijo el señor registro a civil mirando a los invitados
- Ahora preguntare a ambos, ¿están dispuestos a compartir sus vidas juntos por toda la eternidad?- nos dijo mirándonos a los dos
- Si - dijimos al mismo tiempo
- Bien ahora señor Tezuka Kunimitsu, de le de beber a su futuro esposo del brebaje sagrado, diciendo su voto y promesa de amor - dijo mirando a mi amo
- Syusuke, yo te prometo amárate, respetarte, en la salud e enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en la dicha y en la tristeza hasta que la muerte nos separe - dijo mi amo mirándome mientras me daba de beber aquel liquido
- Bien ahora señor Syusuke de le de beber a su futuro esposo del brebaje sagrado, diciendo su voto y promesa de amor -dijo mirándome a mi
- Kunimitsu, yo te prometo amárate, respetarte, en la salud e enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en la dicha y en la tristeza hasta que la muerte nos separe - dije dándole de beber aquel liquido mi amo
- De acuerdo, ahora póngase los anillos - nos dijo mirándonos
- Syusuke, recibe este anillo como símbolo de mi amor y de fidelidad - me dijo mi amo poniéndome el anillo
- Kunimitsu, recibe este anillo como símbolo de mi amor y de fidelidad- yo poniéndole el anillo a el
- Yo los declaro maridos, se pueden besar - nos dijo mirándonos
En ese instante, mi esposo y yo nos besamos y tuvimos una hermosa fiesta en la cual lo pasamos muy bien.
Bueno diario es una lastima que te hayas acabado, mil gracias por escucharme, todos mis problemas y tonterías, adiós
Syusuke
Fin
