Capitulo 2
Al despertarse Tezuka creía que todo había sido un sueño y que probablemente se encontrara recostado en una de las bancas de los vestidores del club, pero ese techo familiarmente conocido a pesar de estar oscuro lo obligo a pensar que en verdad alguien lo había traído, estaba en su cama con su pijama, las sabanas encimas y sin sus anteojos. Así recostado se puso a pensar en lo bien que se había sentido en ese momento pues le era muy extraño le recordaba a cuando era mas chico y su padre lo llevaba en hombros, esa sensación de seguridad de no preocuparse por nada , por nada … ni siquiera por Syusuke … es cierto , llevaba días sin apartarlo de su mente, pero basto este fortuito encuentro para que al menos por una noche durmiera tranquilo otra vez , se sentó en su cama a tratando de identificar quien había sido , hasta que el chirriar de la puerta de su cuarto atrajo su atención
-Ahh Mitsu-kun veo que ya te sientes mejor, pero todavía es de madrugada deberías volverte a dormir otro rato mas – dijo un dulce voz que venia de la puerta de su cuarto
- Si abuela ya me siento mejor, pero tú no deberías estar levantada tan tarde
Entonces la silueta de una tierna anciana se asomo con un termómetro en la mano
- Es que quería saber como seguías – y le coloco el termómetro en la boca – vaya al parecer no tienes fiebre
- Abuela, por cierto, ¿Cómo es que llegue aquí?
- Fue un chico amable de tu escuela, te trajo cargando y dijo que te habías desmayado por el cansancio, tal vez por los entrenamientos y que solo te dejáramos dormir
- En serio eso te dijo… uhmm… y como era ese chico
- Era un chico alto y con lentes – dijo mientras se sentaba a su lado -, Mitsu-kun deberías darles las gracias cuando lo veas en verdad que fue muy considerado el traerte a la casa tan tarde, tu abuelo y yo estábamos preocupados…
-¿Por qué abuela?
-Es que en estos últimos días te visto muy decaído y pensaba si algo malo te pasaba, pero me alegro que solo hayan sido imaginaciones mías y que solo sea fatiga, por eso te pido que no te esfuerces tanto con el tenis
-si, eso hare abuela
-bueno descansa – y le dio un beso en la frente antes de salir – no deberías preocuparnos así
Se recostó una vez más y miro el reloj que estaba en la mesita de noche, si que era de madrugada pues marcaba las 2:30 am. Sin embargo no pudo conciliar el sueño tan prontamente pues una idea no dejaba de darle vueltas por su mente, si en verdad alguien lo había traído quiere decir que esa sensación desconocida no había sido falsa, el solo recordar ese sentimiento que tuvo en aquel momento lo hizo sonrojarse un poco, en cuanto a quien había sido estaba casi seguro que se trataba de Inui, por las características que le dio su abuela, ¿pero porque sentiría algo así?, sin embargo el cansancio no lo dejo pensar mas y por fin se durmió.
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Como era su costumbre últimamente se había levantado mas temprano de lo normal y pese a las suplicas de su abuela se iba otra vez a jugar en las canchas, pues aunque esa noche no había soñado lo sucedido con Fuji, al despertarse otra vez ese pesar lleno su corazón
-No abuela no quiero desayunar, además se me va hacer tarde- y salió sin mas de su casa cargando su cosas.
-¿No crees que es demasiado temprano para ir a practicar, Tezuka?
El joven buchou se volteo a reconocer esa voz grave y con un tono un tanto indiferente, se volteo y vio como a Inui que se encontraba recargado a lado de la reja de su casa con su inseparable libreta en la mano, en una actitud como si lo esperara, se acercaba a el, y a pesar que el estuviera ahí le sorprendía bastante, rápidamente disimulo su gesto y pregunto, haciendo caso omiso de su pregunta
-Y ¿tú que haces aquí?
El otro chico sin inmutarse, se subió con las manos sus lentes y muy tranquilamente, le respondió:
-Estoy aquí, por que quería asegurarme de que estabas bien, Tezuka
El otro chico bajo la mirada un tanto apenado, con que si había sido el se dijo
-Estoy bien, ya me siento mejor
-Entonces porque no vamos a desayunar
- Pero yo ya me…
- Todavía es muy temprano para ir a practicar, además estoy 89% seguro que no desayunaste en tu casa y que tu abuela debe estar preocupada, además te caerá mejor que el ejercicio
Sabiendo que estaba atrapado y que el otro chico no aceptaría un no como respuesta, ya que a veces dejaba salir esa tenacidad característica suya a flote, así que se limito a asentir y seguirlo hasta una pequeña cafetería.
Tuvieron un desayuno ligero, durante el cual el silencio reino entre los dos, Tezuka incomodo, no podía levantarse e irse como hubiera querido y estar solo como en los últimos días, por que algo parecía que el otro no se lo permitiría. Casi al acabar el desayuno, Inui busco algo en su mochila y se lo tendió a Tezuka
-creo que esto es tuyo
Tezuka palideció al ver la carta en la que le confesaba su amor al tensai, y se sentía nervioso de que alguien más la hubiera leído, claro que trato de disimularlo tras ese rostro serio
-No la leí, si es eso lo que te preocupa, -dijo el databoy sin levantar la mirada mientras le daba un sorbo a su jugo
-Y...y como sabias que era mía- estaba tan ocupado pensando en su tristeza hasta ese momento que ni se dio cuenta en que momento había perdido la carta
-El otro día lo encontré en el laboratorio de química, y como en la mañana te vi salir de ahí, además ese día no hubo clases ahí, así que supuse que era tuya
-….
-Te la iba a entregar, pero pensé que habría un 79% de probabilidades de que te iba a causar conflictos si te la entregaba en la escuela
Claro un sobre perfumado entregado a otra persona bien se podría tomar como una declaración pensó irónicamente Tezuka para sus adentros
-Gracias
Acabando el desayuno pagaron y se fueron a la escuela, para realizar el entrenamiento matutino. Ese mismo día al finalizar la practica de la tarde, Inui estaba otra vez esperándolo en la salida de la escuela como si nada, al verlo le pregunto:
-¿te puedo acompañar a tu casa? Claro si es que no te molesta
Este aun sospechando de lo que le pasaba a su compañero, pensó que realmente no tenia ningún inconveniente en que lo acompañara, así Tezuka no replico y caminaron juntos, el buchou desconocía las razones que empujaba a Inui a actuar así, pero Inui hacia esto por que quería ayudarlo, estaba preocupado por su buchou, ya que en años que llevaba conociéndolo, recolectando datos y porque no amarlo secretamente, nunca lo había visto tan triste, pero por mas que quisiera consolarlo por lo sucedido, porque sabia perfectamente que el culpable no podía ser nadie mas que Fuji y el mensaje que estaba en la carta contenida, por ende la causa de su depresión era una herida del corazón. Le amaba mucho y la única razón por la que lo enfrentaba en el tenis era por que sabia que Tezuka amaba a alguien mas y se había jurado que no iba a entrometerse y que además se iba a olvidar del amor que le tenia a su buchou, con tal de verlo feliz, sin embargo no podía permitirse verlo así por aquella persona, y por como conocía el carácter de Tezuka suponía como se sentía, el también conocía el dolor de perder a un amor, puesto que él había pasado por una situación similar con Renji, pero lo único que podía hacer en ese instante era apoyarlo en lo que pudiera y si eso significaba que tenia que sacar a Tezuka de esa tristeza, lo haría sin dudarlo pese a que nunca lo viera como el quisiera
Así que a partir de ese día Inui lo pasaba a recoger a su casa y después a dejarlo al terminar las practicas , al principio ambos chicos permanecían en silencio y el buchou mirándolo de vez en cuando de forma desconfiada pensando la forma de zafarse de su compañía, sin embargo al paso de los días se acostumbro esta nueva rutina y de tener al alguien mas en que confiar y platicar de manera libre , algo que con Oishi había logrado pero que poco a poco se fue perdiendo, puesto que últimamente esta ocupado por su relación con Eiji, aun así a pesar de la confianza que le tenia al otro, el no pudo preguntarle directamente aquella duda que estaba en su mente
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Pasado unos días Tezuka comenzó a olvidarse de su melancolía y se dio cuenta que quizás no todo estaba mal, aunque sea un poco su corazón comenzaba a cambiar, el sentimiento que tenia hacia Fuji empezaba a desaparecer, al parecer en parte por la reciente amistad con Inui, que de una forma u otra lograba distraerle con sus platicas tales como la idea de algún nuevo plan de entrenamiento o de sus planes de crear un nuevo jugo, y otras cosas tan insignificantes como los deberes del colegio. Parecía que su compañía , le daba nuevas fuerzas por que al ver de nuevo a Fuji junto con Ryoma, sintió que su corazón no daba un vuelco tan grande como antes , como si su herida comenzara a curarse, de una vez por todas.
Inconscientemente en ese momento metió su mano en uno de los bolsillos de la chamarra y su mano choco con una cosa, era la carta que le había devuelto aquel lejano día en la cafetería, al tocarla los recuerdos le vinieron de pronto el momento que cacho a Fuji y su rostro se contrajo, reviviendo lo mal que se sintió, pero al segundo cambio de escena a una donde alguien lo llevaba cargando, claro que después ese alguien tuvo un nombre, Inui, un chico tranquilo y amable. Tranquilo y amable, se repitió mentalmente un poco contrariado, no estaba acostumbrado a pensar en otra imagen del databoy que no fuera en una en la que intervinieran esa apariencia fría y calculadora, ni de sus monstruosos jugos, que gracias a su gran habilidad no los había probado nunca, pero el solo hecho de ver las caras de los demás era mas que suficiente para saber que eran mortales, para todos menos para Fuji…
-Para Fuji…. Esa voz medio risueña lo saco de sus pensamientos. De inmediato se puso tenso, por que era la voz del tensai mismo quien la había pronunciado y que se disponía a recoger la carta, que sin querer yacía en el piso
En definitiva el capitán no tenia mucha suerte, por que era la ultima persona que quería que la leyera, no, ahora ya no, pero no podía quedarse con los brazos cruzados, pero si se la quitaba iba a sospechar algo, y conociéndolo no descansaría hasta conocer el contenido de la misiva, no sabia que hacer.
Estaba preparándose para lo peor cuando…
-Hey Fuji que haces -le pregunto Inui con su voz neutra
-ah Inui es que encontré una carta en el piso que al parecer va dirigida a mi- respondiendo de forma sonriente inclinando un poco la cabeza como era su costumbre, pero Inui viendo lo que tenia, en un rápido movimiento le arrebato la carta de las manos, y antes de que Fuji le preguntara la razón, contesto de forma natural
-Es que no quiero que la leas, porque es la receta de un nuevo jugo, vaya pensé que la había perdido
-Ah- dijeron al unísono Tezuka y Fuji, el primero con un gesto de sorpresa y el otro de curiosidad
-Si es un nuevo jugo, pensado especialmente para ti- un brillo en sus gafas y una macabra sonrisa, demostraba el verdadero significado de aquella frase
-Con que un nuevo jugo, pues entonces estaré ansioso de probarlo – lo miro desafiándolo un poco con esa mirada eléctrica y después de esto se marcho con rumbo a las canchas donde su pequeño novio lo llamaba.
Cuando vio que ya se había alejado lo suficiente se volvió hacia el buchou
-Debes de ser más cuidadoso sino quieres que la lea- y se la devolvió
Tezuka se quedo en silencio y se fue hacia los vestidores para meter la carta en su mochila para que nadie más la encontrara
-Creo que llegando a casa la destruiré… dijo para si pensando que se había salvado por poco, gracias a la intervención de Inui, siempre tan oportuno si el no estuviera no sabia que a habría pasado, pensando en esto se detuvo al darse cuanta dela verdad que había dicho
Lo que no sabia era que tenia que preocuparse de otra persona en vez de Inui, en cierto tensai, que sabia mas de lo que el se imaginaba
-Así que un nuevo jugo… si claro y ¿Por qué no escribirla en su libreta si hay tanto interés en que no lo leyera?, era mas seguro que lo escribiera en esa libreta, además mas parecía una carta de amor, es raro hasta para Inui, además juraría que era la letra de Tezuka,-una sonrisa se dibujo en su rostro –… jum creo que esto va a ser divertido.
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-Te vez muy pensativo Tezuka, ¿es que te sigue preocupando la carta?
- A decir verdad no, ya me deshice de ella
- Entonces
-Es que te he querido preguntar algo desde hace tiempo
-Adelante, puedes preguntarme lo que sea
Se habían detenido en frente de la casa del Tezuka, volteo a mirar directamente a Inui y cruzando los brazos como si estuvieran en medio de una práctica y a punto de ordenarle que diera 20 vueltas a las pistas
-Respóndeme sinceramente Sadaharu, ¿Por qué actúas así conmigo? ¿Porque me ayudaste en ese momento?
-N...no se a que refieres- el solo hecho que lo llamara por su nombre lo ponía nervioso, y que le hiciera esa pregunta provocaron que su rostro se contrajera, preguntándose si ya se había dado cuenta de sus sentimientos, aun así trato de hacerse el desentendido -pensé que no querías que Fuji la leyera y…
-No, me refiero a lo sucedido hoy, yo te pregunto por aquel día… Nos conocemos desde primer año, sin embargo no habíamos sido muy amigos, hasta ese día en que me desmaye, cuando estaba triste y tu apareciste, así que porque, respóndeme… -esto último lo dijo bajando un poco la voz- Tu sabias lo que paso verdad, tu sabias…. que.. Fuji y…- cayo y desvió la mirada, al fin y al cabo nunca había tocado ese tema con nadie mas
-Si, yo sabia que tu lo amabas,-lo corto sabiendo que era inevitable ocultárselo- pero no se exactamente que paso entre ustedes, -se le fue acercando despacio, muy lentamente- pero después te vi muy mal y me preocupe mucho, perdón pero estaba tan preocupado por ti Tezuka, no quería que siguieras sufriendo, y además… Inui no pudo terminar de hablar, porque en ese instante, Tezuka, conmovido por esa muestra de… compresión genuina, que ningún otro le había mostrado, borro la distancia que los separaba y le dio un beso, fugaz, apenas un ligero roce de labios, pero un beso al fin y al cabo, un beso que el chico mas alto provoco un rubor en sus mejillas que se extendió a todo su rostro, quedándose clavado ahí en shock y tras el cual el otro sin prisa se aparto y se metió a su casa.
Mientras alguien que pasaba por ahí sin querer vio esa escena tan fuera de lo común
Continuara….
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