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Inesperado por MadLilum

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Notas del capitulo: Hola este capitulo me gusto, pero no se si quedó bien, digasnme si quedó medio entrecortado o con escenas fuera de lugar, despues de todo estoy aprendiendo, espero les guste y ah, Sakura sale como una amiga que ya conoce todo sobre los nekos, necesitaba alguien q hablara con el.
Trampa
"¿Quién iba a creerlo?" pensó Aya en silencio, no podía concentrarse, le daba mil vueltas a lo que había pasado la noche anterior y seguía creyendo que había sido un sueño; lo peor era que por más que trataba de recordar, no recordaba a detalle que era lo que le habían explicado; la verdad, sólo era curiosidad, pero es que no lo creía, simplemente no. Una parte de él se sentía, de alguna manera, halagado; otra, asqueado y la última (no sabía si sí erala última), confundido. No había comentado nada a nadie y se sorprendía de no haberle roto la cara al chico, seguramente hubiera provocado muchas preguntas si hubiera sido así. Suspiró hondo. "¿Cómo dijo que se enamoró de mi? Fue tan rápido y lo único que recuerdo es que dijo "me gustas", ahí me trabe en la respuesta: no, no, no, no, no" Sentía ganas de gritar."¿Por que dijo eso?"
-Hola Aya-san
Aya estuvo a punto de caerse en la fuente con el saludo de Sakura, sólo la miró con sorpresa.
-Perdón, no creí que estarías ido. ¿Sucede algo?
-Ah, nada
-Sabes que puedes contar conmigo.
Suspiró antes de continuar: Se nota mucho que algo me preocupa ¿verdad?
-Si
-Alguien se me declaró, alguien del que no esperaba eso; y, aunque ya le dije que no, me dejo dudando del porque.
- ¿Y por que?
-Porque no lo esperaba de él
-¿…l?
La cara de Aya se pusó roja al notar que había dicho que era un él.
-Eso es nuevo.
-Y ¿por que dudas?
-No lo se, es que todo pasó muy rápido y me explicó que fue por un juego pero no recuerdo bien; sólo quisiera saber que pasó.
Sakura empezó a reir, primero tímidamente hasta ser estruendosa.
-Perdón, pero no me imaginaba que pudieras ser curioso
Recordando que se trata de Aya llegó su gélida mirada.
-¿Por que no le preguntas? o mejor ignóralo, ya se te pasará la curiosidad.
-Si imagino que si.
-Ya me voy; salúdame a los demás.
-Sayonara
Inmediatamente después, su celular comenzó a sonar.
- Bueno
-Aya, ¿puedes hacer un encargo por mi?
-Claro ¿cual?
Omi le comunicó a Aya la dirección de una oficina temporal del señor M., a la cual se dirigió en seguida, afortunadamente traía consigo sus tarjetas de crédito, si no, hubiera tenido que pasar cerca del cuarto de Youji y... Mejor ya no pensaba en eso.
Era un callejón sin salida, la parte trasera de un local en renta. Tocó a la puerta tres veces. Una voz áspera le saludó cortantemente: ¡Qué busca!
-Negocios Blancos
Un crujido anunció que le abrían la puerta, en cuanto así fue, entro. A su alrededor había cajas de diferentes tamaños y materiales, rodeados de cachivaches que parecían de una tienda de regalos.
-Es para aparentar, aunque nunca está abierto.
Lo condujo a una mesa de póker con una pata vencida.
-¿Qué es lo que buscas?
-Quería saber de precios
-Depende de la mercancía
-¿Y que opciones tengo?
-Amigo, yo no se que es lo que quieres
"Y ahora que". Aya no deseaba involucrarse mucho sólo para sacar algo de información, pero...
-Quiero a una persona en específico, vive en esta ciudad pero, quiero un lugar privado donde tener una negociación.
Aya no le hablaba, lo evadía a toda costa y fingía que no existía; la verdad, era mucho que no le reclamara o hiciera secándolo de lo que le dijo, pero le desesperaba aún así que lo ignorara por completo y, como si fuera poco, Sara sólo se burlaba, al fin y al cabo, aunque era su culpa, para ella era un juego muy divertido. Llegaba el momento, Aya dejaba a una señora en la caja mientras iba por una bugambilia al almacén; sin pensarlo más se dirigió tras él, debía hablarle, tendría que.
-Aya, tenemos que hablar.- mientras el pelirrojo sujetaba la maceta, Youji le cerraba el paso.- Yo...Lo que te dije el otro día es verdad, aún ahora y sé que tu respuesta es no, pero por favor, puedo sobrevivir con eso, así que...¡Hablame!
-Cállate y quítate de en medio; no es tiempo para esto, tenemos clientes.
-Me importan poco los clientes, me haz ignorado durante toda la semana.
-Chicos, la señora Anabel dice que tiene prisa.- Omi detuvo la disputa antes de que se volviera notoria, Aya empujó al rubio y terminó su tarea.
Terminada la labor del día, Youji no se detuvo a pedir ni permiso ni disculpas, salió a hurtadillas para que no lo detuvieran, de cualquier forma, a el único al que podría importarle, lo ignoraba. Saltó a su auto convertible y manejó hasta un mirador lejos del local. Mirando la inmensidad del cielo oscuro se colocó un cigarrillo en la comisura de su boca y lo encendió.
Suspiró antes de comentar al viento –Ay Aya-san, no se porque te dije que me gustabas, ahora es insoportable que no me hagas caso; y todo por culpa de esa chica Natsumen, nunca me hubiera dado cuenta de que es lindo si no fuera por ella. Y por eso estoy agradecido con ella, si me interesa y tal vez siempre fue así, sólo que no quería darme cuenta.
Cerró los ojos y su imaginación lo llevó a una escena en donde el pelirrojo le decía talvez, no quería otra cosa, sólo un talvez. Entonces, dos manos de la parte trasera le sujetaron la boca y la nariz; en lo único en lo que se dio cuenta fue en que le hacían respirar cloroformo.
Se sentía bien, cálido, húmedo, agitado. “¿Qué sucede? ¿cómo es que esta sucediendo esto?” Pronto los pensamientos de Youji fueron aplacados; dos manos rodearon su cuello, una presionó su espalda, y los dedos de la otra se enredaron con uno de sus mechones. Youji abrió los ojos. Aya jalaba del cabello del otro mientras jadeaba y presionaba los ojos; sentía su interior, tomando conciencia de donde estaba y que era lo que estaba haciendo, se zarandeó con mayor rapidez. Era su deseo, y lo soñaba, quería hacerlo vívido, que fuera verdad.
-Despierta, Youji, despierta
Tres palabras serían tan molestas en ese momento, pero de quien provenían, no eran molestas, eran dulces para sus oídos. Regresando a la realidad, Youji sintió su cuerpo pesado, cansado y al abrir los ojos observó el encanto de su sueño; en seguida sintió vergüenza por lo que estaba soñando, pero aparentó.
-¿Aya? ¿Qué está pasando?
-Te compré
-¿Eh?
-Pagué para tenerte a solas y platicar
-Creí que no querías saber nada más de mi
-No es eso
-Entonces...
-¿entonces?- exhaló pensando en que era lo que le pasaba por la cabeza- me dejaste dudando y...
-¿Dudando?¿De que dudas?
-Explícame, ¿todo esto es un juego que tienes con esa chica o en verdad te pasa algo más por la cabeza?
-Pues no lo es, no es un juego, lo era al principio y aún lo es para ella; pero para mi tiene otro significado, me gustas.
-No lo digas de nuevo
-¿Te molesta?
-Si...no. No se, talvez
-¿qué dijiste?
-Tal vez- Youji reaccionó de inmediato, se levantó de un salto y sujetando los brazos del pelirrojo le devoró los labios.
Al principio, Aya quería empujar al otro pero ante la incistencia del otro, espero y se sintió reconfortado. Siempre veía al otro como alguien confiado e impredecible, y ahora lo volvía a mostrar, ese alguien a quien él admiraba, hasta cierto punto, pero lo admiraba en secreto, no quería que los aires del rubio se alzasen; pero ahora...Youji lo separó de si, Aya estaba rojo.
-¿Saldrías conmigo?
-No es un juego ¿verdad?
-No
-Talvez
...
Notas finales: bye espero les aya gustado

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